Memorias Energéticas 20
Escapes
Pedi mis vacaciones y decidí aceptar la propuesta de Martina para arrancarme unos días a su casa en el campo. Bastante cerca de la ciudad, pero completamente perdida entre los cerros. Al principio no me convencía la idea de desconectarme tan rotundamente, pero al ver algunas fotos no pude decir que no.
Si necesitas cualquier cosa, lo que sea avísame ¿si? - decia mi amiga mientras terminaba de arreglar mis cosas
Amiga, solo seran 2 semanas, tranquila, estaré bien.
Solo prométeme que si necesitas algo o me extrañas o lo que sea que pase me vas a llamar
Te lo prometo - dije recibiendo una tremenda sonrisa de su parte
El viaje apenas demoró dos horas y agradecí completamente haber comprado un auto con aire acondicionado, "nada mejor que viajar fresca" me repetía mientras cantaba en el camino.
Al llegar a casa de mi amiga, tal como me había dicho recogí las llaves donde don Anselmo, el cuidador. Un hombre muy amable de unos 50 años con una sonrisa enorme que se ofreció a ayudarme en lo que necesitara y me orientó para saber lo básico dentro de la casa. La verdad era que no se trataba de una cabañita, esta casa era enorme: de un solo piso, pero con 5 habitaciones y 3 baños, piscina, quincho y una enorme cocina que esperaba ocupar estos días.
Luego de despedirme y agradecerle a don Anselmo, le envié un texto a Martina, puse música y comencé a arreglar mis cosas para disfruta al máximo ese bello lugar.
Al cabo de casi una hora tenía todo arreglado asi que me puse el bikini y salí a la piscina, habian más de 35°grados de calor, asi que un buen chapuzon parecía la mejor opción, pero apenas estuve en el agua volví a recordarla el día después de mi matrimonio, el día en que nada nos importó más que sentirnos por completo incluso omitiendo el agua o que alguien pudiera aparecer.
Cerré los ojos mientras nadaba cruzando la piscina una y otra vez y juraría que incluso podía sentirla entrando en mi.
Llegada la tarde me preparé algo rápido para cenar, puse música y disfruté de la tranquilidad del lugar.
Ya llegada la noche me dispuse a leer en la habitación frente al gran ventanal desde donde se podían ver los cerros apenas iluminados por la mitad de la luna. Apenas alcancé a ver algunas páginas antes de caer en un profundo sueño.
¿
Sabías que cenar contigo se ha vuelto mi actividad favorita? - digo a la bella chica frente a mi
Sí, lo imaginé - responde orgullosa
Olvidaba que lo sabes todo antes brujita - respondo justo antes de sentir sus labios pegados a los míos
Al abrir los ojos vuelvo a ver a Fer y me alejo muy rápido
Hey! Espérame ¿que ocurre? Sabes que debemos estar juntas, ahora más que nunca!
No te conozco, no se quien eres! - Grito mientras corro colina arriba
- Nunca te voy a dejar! Aunque pasen años, siempre estare contigo!!!
- Mientes! - digo volteándome a verla sin éxito, pues había desaparecido - ¡vuelve!, ¡vuelve maldita sea! Me lo juraste!
- No se que se supone que haga - digo ahora viendo un risco sin fondo
- Tal vez podamos reintentarlo amor - escucho decir a Rodrigo
- No puedo, ya no te amo, la amo a ella
-¿Me amas? - dice Fer tomando mi mano
- Sabes que sí, pero te fuiste y ahora me iré yo - digo saltando al precipicio y despertando
-
Mierda!- digo llorando y sintiendo mucha rabia - ¿por qué tenías que hacer esto?
Fuí a la cocina y busqué un vaso de agua, saqué de mi bolso un remedio y lo tomé. Ya hace unos dias que me estaba costando bastante dormir y aunque no era fans de medicarme, era la única forma de no soñar nada y descansar algo.
Antes lo hubiese hecho en sus brazos, pero hoy, esto era lo que quedaba
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Hola! Muchas gracias por sus mensajes y correos, me animan mucho a continuar. Espero que les guste el cap, recuerden comentar y valorar.
Saludos!