Memorias de joven lesbiana
Mi vida era el colegio y la casa, mientras fui madurando fui notando que mi cuerpo reaccionaba con sensaciones inesperadas ante la interacción con otras chicas, especialmente en clases de gimnasia, mi respiración cambiaba al ver mis compañeras en su trajes apretados...
Relato de Amor Filial Lesbico
Hola soy Vannesa vivo en Santa Fe. Tengo 23 años. Vivo con mi madre Lucia una madre divorciada de 41 años, este relato empieza cuando tenía 17 años a pocas semanas de mis 18.
Vivíamos en un apartamento en un barrio tranquilo, teníamos ya 5 años de vivir allí después de la separación de mis padres. Mis padres decidieron el divorcio por constantes peleas. Mi padre re hizo su vida al lado y nos visitaba raramente.
Mi madre siempre fue un gran ejemplo para mí, era una mujer muy emprendedora segura de sí misma y ayudaba a las personas.
Desde pequeña siempre nunca dejo se ser cariñosa conmigo, me sabia escuchar, hablaba conmigo y me entendía, me abrazaba siempre que podía, me consentía en todo, siempre me apoyaba en lo que quisiera hacer, a pesar que ser una madre trabajadora. Ella era gerente de una agencia bancaria y era una mujer muy respetada a pesar de que le apasionaba su trabajo ella siempre me daba el primer lugar en su vida.
Mi vida era el colegio y la casa, mientras fui madurando fui notando que mi cuerpo reaccionaba con sensaciones inesperadas ante la interacción con otras chicas, especialmente en clases de gimnasia, mi respiración cambiaba al ver mis compañeras en su trajes apretados, miraba más de la cuenta la entrepierna de mis amigas en calzas, mi piel se irisaba al ver esos pechos y traseros apretados, mis pezones se endurecían al abrazar mi amigas del curso y mi vagina se mojaba al verlas haciendo estiramientos, sentía mucha confusión y algo de vergüenza de que me descubrieran. Disimulaba lo más que podía, a veces pensaba en dejar de ver pero deseaba ver, lo hacía, me desconcentraba con facilidad a ver mis compañeras en sus movimientos algunos muy eróticos para mis deseosos ojos.
Mi mayor problema fue en los cambiadores, donde las chicas por nuestra confianza y nivel de amistad nos desnudábamos sin ninguna vergüenza, era mi deleite ver los cuerpos de mis juveniles compañeras de lección, algunas sudaban mucho iluminando todo su cuerpo con un brillo alegre sobre cada centímetro que dejaban al descubierto, emergían emociones extrañas al sentir el aroma de mujer, y era recurrente sentir punzones en mis partes íntimas al estar semidesnuda a veces a pocos metros de otra chica semidesnuda. Y yo no daba razones para sospechas, era una de las chicas más femeninas del grupo, mi grupo estaba cargado de chicas bellas, con cuerpos desarrollados, pero yo era la más admirada y siempre me gusta ser la más hermosa y mejor vestida. Sin embargo en ocasiones, aprovechaba algunas bromas en los vestidores para acercarme y palpar a mis amigas más íntimas, con el pretexto de masajes aprovechaba para pasar mis manos por hombros, espalda, incluso lograba rozar senos de mis confiadas amigas. Y a diferencia de las otras chicas, “accidentalmente” dejaba ver mis senos y vagina en varias ocasiones. En algunas chicas miraba su cara de asombro al verme perfectamente depilada y más de una elogiaba mis atributos. Sin embargo ninguna aparentaba mayor interés por las mujeres y por otro lado constantemente hablaban del sexo opuesto. Un interés que no compartía, y me preocupaba, fingía con mis amigas prestar atención y hablaba sobre algún actor famoso del momento como mi novio o inventaba enamorados ficticios. Pero lo hacía para no levantar sospechas, para mí era evidente que no era como las otras, fue confuso sentir escalofríos y atracción por las mujeres. Y no sentía remordimiento alguno pero si un poco de temor a lo desconocido del tema del sexo y más todavía al pensar en estar con una mujer era algo que me causaba inquietud por mi falta de experiencia.
Mi preocupación aumento cuando comencé a fijarme en mi madre, es una mujer alta de 1.75 mt increíblemente hermosa, cabello oscuro abundante y largo hasta la mitad de la espalda, ojos hermosos negros penetrantes, piel muy blanca, una nariz respingada, una boca con labios gruesos siempre rojos, una figura muy femenina, vientre perfectamente plano, caderas anchas, pechos generosos, cintura delgada, un trasero redondo resaltado que vibra un poco al moverse y caminar, piernas largas torneadas, los años no pasaban por ella todo era firme, sin embargo tenía ese aire sexy de mujer madura, con mucho liderazgo, pero amorosa, maternal, inteligente, osada, muy sonriente, pero firme en todo lo que hacía. Todas las mujeres incluso las más hermosas y jóvenes envidiaban el cuerpazo y el rostro perfecto de mi madre. Sin necesidad de gimnasio o dietas siempre en nuestra familia las mujeres siempre fueron y son de gran cuerpo. Pero el rostro y fisico de mi madre sobresalía entre todas las generaciones.
Yo no conocía el sexo, era muy conservadora en ese tema, le huía a esa posibilidad, en ocasiones se me acercaron chicos y hombres pero no me llamaban la atención, pero las chicas si y mi madre era la primera de la lista, pero con mi fuerza de voluntad y manteniéndome con la mente ocupaba en los estudios y actividades deportivas suprimía mis instintos sexuales, logre mantener el deseo sexual bajo control, sin embargo la lujuria poco a poco consumía mi fuerza de voluntad y a los 17 años durante 1 noche de lluvia, me desperté de madrugada inquieta, estuve teniendo sueños extraños de pequeños recuerdos de mi madre paseando en casa en jeans o leggings, en para mi eran fantasías eróticas encendidas y esa noche incluso llego a despertarme la lujuria, así que sola en mi cuarto, abrí el cajón de mi cómoda, saque 1 álbum de fotos y busque una foto de mi amada madre , la saque de la página la tome con mi mano izquierda la mire fijamente, mientras mi mano derecha recorría mi cuerpo de adolecente, era una foto de cuerpo entero con su traje tradicional de hacer el jardin unos leggins apretados y una blusa remera, sus manos a sus caderas sonriendo a la cámara con una mirada algo picara, sus piernas algo separadas y su vagina resaltaba sobre un leggings apretado. Mi mano torpemente apretaba mis pezones, poco a poco la fui bajando hasta llegar a mi sexo lo toque levemente sobre mi tanga pero fui suficiente para darme 1 respingo. Lo hice poco a poco pasando las yemas de mis dedos, imaginaba que mi mano traviesa le pertenecía a mi madre y mi cuerpo inmediatamente se sobresaltó, la lluvia torrencial matizaba los sonidos de mi cama al comenzar a encorvar mi espalda y al estremecerme de placer. Así continúe hasta que comenzó a bajar la intensidad de la lluvia y se dejó oír un gemido amplio agresivo de placer que inundo mis oídos y me hizo quedarme paralizada. -“AAAAH!”- se oyó desde el otro cuarto
Parte 2
Pare mi pajeo y mis sentidos se afinaron por completo en búsqueda de ese sonido, paso unos segundo y volví a escucharlo -“uuuuuuuuffhhh!”- no era un gemido de dolor era algo placentero era una vos de mujer, era una vos conocía, y sonó de nuevo, “aaaaah!” un poco más corto, el gemido venia de la habitación al lado, la alcoba principal, la habitación de mi madre y eran gemidos de placer de mi madre. Eso me hizo palpitar mi corazón a mil por hora, al bajar la lluvia su intensidad mi madre fue conteniendo su gemido.
Mi curiosidad me mataba, deseaba ir a investigar. ¿Estaría con alguien?, ¿Quién era ese amante? ¿Porque no lo escuche entrar? Así me escurrí de mis cobijas a la puerta de la habitación, salí de mi cuarto con mucho cuidado, fui lentamente de puntillas me acerque a la puerta de la alcoba de mi madre, mire por el hueco de la cerradura, las luces apagadas pero el cuarto era iluminado por la luz de la portátil y la lámpara de la cómoda, la laptop estaba sobre la cama, la cual estaba abandonada, la pantalla daba de frente a mi vista había 1 escena que no entendí muy bien que era pero luego lo distinguí era 2 mujeres desnudas 1 encima de otra frotándose sus sexos, yo me quede en shock, mi madre volvió a la cama, desnuda, se acomodó de frente a la portátil, acostada, traía un consolador en la mano y con su mirada puesta en la pantalla comenzó a hacerse el amor así misma. ella se ponía su mano en su boca para que el sonido de sus gemidos no fueran tan lejos, mientras que se penetraba su vagina con un consolador inmenso, comenzó a intensificarse la lluvia y mi madre con más soltura comenzó a gemir con libertad ante el ruido cómplice la lluvia cayendo, la escena era increíble mi corazón estaba por explotar, mis pezones casi al instante se endurecieron, mi vagina comenzó a mojarse como nunca antes, su rostro reflejaba una satisfacción erótica, su cuerpo se veía hermoso, brillaba, sus pechos tenía unos pezones rosados pequeños, su vagina era bellísima. Mis dedos jugaron con mi vagina hasta que sentí como si me orinara y fue como una explosión en mi vientre, me estremecí completa, casi me desmayo de placer. No sabía lo que era pero estaba alucinando de placer. Mi madre tomo otra posición y se puso boca abajo y levanto su trasero sobre sus rodillas y dejo a la vista de su hija espía su trasero hermoso, pudiendo distinguir su ano y vagina, rápidamente se insertó su verga artificial en su vagina, la metía y sacaba fuertemente y rápidamente, hasta que vi como la saco del todo inmediatamente salió de su vagina chorro de líquidos mientras daba un fuerte gemido ahogado por una almohada, la imagen era tan erótica que de nuevo sentí la explosión de placer. Ella quedo exhausta y yo la mirona también. Ella poco a poco volvió su compostura, se puso de pie frente el espejo de cuerpo completo y se acarició lentamente cada rincón de su cuerpo. Así estuvo un par de minutos y se despidió de su reflejo con un beso pícaro. Se acostó en la cama y apago la portátil. Volví silenciosamente a mi cuarto con esas imágenes en mi cabeza, me masturbe de nuevo súper inspirada, recorriendo mi juvenil figura y dándome una paja deliciosa, la lluvia se terminó, y se revelaba que ya estaba cerca otro día, dormí placenteramente.
Descubrimientos excitantes
Después de esa noche comprendí el mundo de la masturbación, me permitió descargar mi tensión sexual acumulada, usaba mi imaginación por las noches, llevando a mi cama a través de mi imaginación mis compañeras del colegio, vecinas, amigas, pero había una figura de la cual estaba obsesionada, mi hermosa madre. Esperaba que ella volviera a hacer su show para espiarla pero no lo hizo. La veía con más lujuria que antes, me quedaba como tonta viendo su figura, y buscaba como fuera la forma de abrazarla y fingiendo descuido rozaba sus senos, glúteos y muslos internos. Luego me masturbaba donde pudiera. Durante 2 semanas pude darme cuenta que los viernes hacia sus noches de fantasías, siempre de 2 am a 5 am. Me encendía de todas las formas posibles, ella comenzaba usando crema sobre su cuerpo, luego acariciaba su cuerpo y comenzaba a auto complacerse, miraba 1 o 2 videos porno, por lo que pude ver usaba 2 consoladores con vibrador y también 1 verga de goma enorme de 2 cabezas y terminaba con una paja fabulosa. Yo quería saber más. Mi madre muy cuidadosa con sus noches de auto satisfacción guardaba su biblioteca de videos eróticos y aparatos muy bien. Nunca me daba tiempo de espiar su recamara, alguien entraba o estaba mi madre.
Un día llegue más temprano a casa, en 2 horas llegaría mi madre. Así invadí su habitación busque y busque, pero no logre encontrar algo de lo que usaba. Sin embargo me topé con la sesta de ropa sucia, vi adentro y me encontré un short de lycra azul olía a sexo femenino, me envicie de ese aroma me quite mi ropa y me lo puse. Me puse frente al espejo de cuerpo completo donde ella siempre completaba sus noches de placer y me comencé a frotar como ella lo hacía siempre y observaba mi figura. Mi piel color canela y cabello castaño por herencia de mi padre, pero mis pechos redondos y mi cintura eran el fiel reflejo de mi madre, así también mi mirada y mis labios, me di vuelta y observe mi trasero hermoso tal cual como de mi madre, al frotar mi trasero no aguante y me masturbe al verme en el espejo sentía más placer, caí de rodillas y me paje hasta el orgasmo increíble, me tumbe en el piso. Estuve unos minutos allí, observe el ropero y mire algo extraño. parecía que el ropero tenía un fondo falso, lo examine y encontré una tabla que se zafaba, al abrir apareció los juguetes sexuales y unos DVD, inmediatamente los examine en la laptop, el primero decía fotos y videos, fui a las fotos y mi sorpresa fue encontrar carpeta tras carpeta de fotos pornográficas de mujeres, y mujer con mujeres, sin hombres y al ver los videos títulos de los videos mis sospechas fueron confirmadas, títulos como “mujeres con mujer”, “lesbianas ardientes”, “las come vaginas”, me di cuenta que mi madre tenía gran gusto por lo lésbico, tenía cientos de títulos de sexo lésbico, fotografías lésbicas, relatos lésbicos, todo perfectamente bien clasificado, finalmente me llamo la atención 1 DVD que decía “personal”, y traía 1 video con título “mi última noche con Sara”, era un video casero aparecía mi madre mucho más joven tal vez de mi edad, sonriendo a la cámara, jugando y riendo, de repente aparecía mi madre besándose con otra mujer una mujer rubia delgada y muy hermosa al parecer era su novia, yo quede en shock mi madre se comportaba con mucha pasión en el video, gemían como locas, se besaban sus vaginas, introduciendo sus dedos, hacían el amor frotando sus cuerpos, mi madre se le sentaba en la cara y tenía orgasmos impresionantes, yo me masturbaba como loca, finalmente mi madre se ponía un consolador con arnés y follaba a su amiga Sara, con una habilidad sorprendente, haciendo posiciones increíbles y penetrándola fuertemente, finalmente pude ver a Sara estremecerse de placer y mi madre abrazándola fuertemente. Yo tuve un orgasmo también. Luego tomaba la cámara Sara y decía mirando el lente, este es mi regalo de despedida de soltera, amiga, espero seas feliz como esposa y madre. Siempre te recordare. Y terminaba el video.
Finalmente entendía porque los desacuerdos de mi madre con mi padre y porque mi madre nunca volvió a tener novios y siempre evito los hombres. Era una lesbiana y muy fogosa guarde todo como estaba, y me quite el short y lo puse nuevo en la sesta, lo había dejado empapado pero esperaba que no se diera cuenta.
Cada vez más cerca
Mi madre volvió a casa, yo tenía la cena lista, nos abrazamos como siempre, pero me detuve un poco más sobre ella. Y le di un beso cálido y largo en la mejilla.
- Hola mi amor.- dijo mi madre
- Hola mamita, ve a cambiarte para que vengas a comer, tengo una sorpresa para ti, le sonreí coqueteándole- respondí.
- Gracias mi amor, ya vengo-
Ella siempre usa unos camisones largos para estar en la casa cómoda flojo, muy conservadores pero muy práctico para estar en casa y descansar. Pero esta vez ella volvió con una camiseta de tirantes blanca sin Brasier (algo anormal en ella), pero mi sorpresa y mi shock fueron al verla con el short lycra azul en el que tuve 2 orgasmos, claramente se veía mojadito con mis fluidos. El short nunca lo usa frente a mí, es para dormir, y se le veía más tallado y sus labios vaginales muy apretados. En sus manos el cesto de ropa sucia. Paso a mi lado sin decirme nada, y siguió hasta lavadora, voltee a ver su trasero y estaba marcado por entre sus glúteos. Metió la ropa sucia y se volteo a hacia mi
No pude evitar decir algo y dije: -WOW mama tienes calor? Que andas sin el camisón-
-Si quise estar más fresquita, ¿qué hiciste de comer?- Respondió ella como si no pasara nada.
- Tu plato favorito mami, ve sentarte mami ya está servido- respondí
- Gracias eres un amor- camino lentamente hacia mí y me abrazo de frente muy pegada a mi claramente sentí su pezones sobre los míos y su cintura pegada a la mía, así me tuvo unos segundos más de lo normal. Y sentí como el aroma del short me emborrachaba
Las 2 comimos en la mesa como siempre, no dejaba de ver sus pechos enormes y como sus pezones rosados se marcaban perfectamente, transcurrió la cena entre pláticas de mi madre que a diferencia mía habla mucho. Todo parecía normal pero mi corazón latía a mil por hora. El aroma de sexo del short llegaba hasta mí. Yo no sabía que pensar, pero estaba excitada.
Terminamos, lavamos los platos como todo el tiempo, ya mi susto había pasado pero mientras lavamos los platos, ella me dijo ofreció algo inusual hace: “Amor, ¿porque no nos tomamos fotos?”. Se me nublo la mente. Solo dije: “Ok”.
“Bueno hija pero tienes que ponerte ropa como la mía”. Terminamos de secar la vajilla y guardarla y corrí a mi cuarto. Estaba segura que mamá quería jugar y quería seguirle el juego, baje con un short muy ajustado blanco casi transparente y un top azul para hacer contraste con lo que ella lucia.
“Muy bien hija me gusta te ves fabulosa”. Me decía mientras yo le hacía un breve modelaje.
Eligio la zona más iluminada de la sala puso una alfombra y tenía todo listo para la sesión amateur.
Muy bien tómame fotos a mí y luego yo te tomo fotos a vos y luego colocamos la cámara y nos tomamos las 2 juntas. Así comenzó al inicio hizo poses normales, luego comenzó a subir la temperatura, ella sonreía como si fuera un juego y yo también pero pasaban cosas dentro de nosotras que no queríamos reconocer, finalmente comenzó tomar poses como de modelo pornográfica con expresiones de lujuria, tocando sus senos, y ponía su mano en sus glúteos y muy cerca del pubis.
Yo estaba aturdida de excitación y mi madre lo sabía. Cambiamos y ahora ella sería la fotógrafa, comencé tímida, poco a poco ella me fue alentando a soltarme y ser más atrevida, así fue, no tarde en hacer todo lo que hizo mi madre. Foto por foto, reíamos pero por dentro sabíamos que nos moríamos. “Ahora las 2” dijo ella.
Coloco la cámara y comenzamos a posar. Yo posaba como siempre. Pero mi madre me regaño: “Tiene que ser más sexy amor, así…” y me enseñaba, me movía mi cuerpo. Quería fotos eróticas de las 2 le seguí el juego hasta extremos casi muy cerca de besarnos, cruzamos nuestros cuerpos siempre con fingiendo ternura pero por dentro emanando lujuria, rozándonos los senos, y muy cerca una de la otra, con nuestros labios muy cerca casi besándonos, pero sin ir más allá, cada pose terminando todo con risas nerviosas.
Finalmente tuvo otra gran idea: “Grabémonos bailando juntas.”.
Ella puso en modo película la cámara, y yo puse música lenta y comenzamos a bailar, nos rozábamos, reíamos y jugábamos. El momento más erótico fue cuando me puso de espalda a ella y comenzó a frotar su pubis contra mis glúteos yo me reía y hacia mi cuerpo para atrás mientras ella hacia su cuerpo para el frente fingiendo que me lo hacía. Yo no podía creer que habíamos llegado a ese punto estaba visiblemente mojada y parecía no importarle, luego cambiamos y ella me dio sus glúteos yo le correspondí sentía esos glúteos en mi vagina estaba que ardía de placer, ella se movía frotando sus glúteos en mi vagina, yo la sostenía por la delgada cintura apretando fuerte, así ella siguió hasta que comenzó a frotar fuerte de arriba abajo bailando que cada movida la sentía en mi clítoris. Ella me volteaba a ver sonriendo con cara de lujuria yo solo veía su trasero haciendo ese trabajo maravilloso. Fueron 5 min de música que no paro de frotarse contra mí yo me estremecí de placer pero como pude guarde la compostura y luego intercambiamos otra vez yo frotándome hacia ella, me envestía fuerte entre las nalgas totalmente fuera del ritmo de la música me prendió al máximo, tenía una habilidad y fuerza increíble y me llevo a la luna ida y vuelta. Se detuvo de repente abrazándome fuerte con su respiración agitada. Se despegó de mí y fue a apagar la música. Se carcajeo fingiendo inocencia pero claramente ella estaba mojada y yo también, pero finalmente paro la cámara, le pedí que me dejara ver lo que grabamos, ella me dijo: “Mañana te las paso, tengo que bajarlas en la compu”. No insiste ya que estaba excitada, no sabía que pensar, ella paro de golpe y no sabía porque.
Después mi madre se dio una ducha y salió con su bata habitual. Yo al verla así entendí que no había más diversión. Yo me duche y me fui a la cama, muy excitada, confundía, casi enojada por no ir más allá. Sin darme cuenta me quede dormida, la locura vivida durante el día me transportaron a sueños muy sexuales de otro nivel, me desperté mira la hora eran las 2 am, la calentura me tenía a mil suavemente calme mi calentura pajeando mi vagina. Tuve una idea de darme 1 vuelta por la casa a ver, al salir al pasillo escuche el sonido inconfundible: “AAAHHH!” me di cuenta que mi madre estaba pagando la factura por el calentón con su hija, y decidí volver a espiar por la cerradura. Estaba ella boca arriba con la rapto a su vista, totalmente desnuda y empapada de sudor haciéndose el amor con el consolador de siempre, era increíble como se metía y sacaba la vergota de juguete, la cual tomaba con ambas manos y metía y sacaba de forma frenética. Al contemplar tremendo espectáculo me termine y ella también se derritió en un orgasmo múltiple. Ella se levantó a limpiarse yo estaba tirada en suelo sin embargo algo conocido había en ese video, la música que sonaba era la misma que bailamos, volví a mirar era en video que grabamos, mi madre se masturbaba viéndome bailando de forma erótica con ella. Corrí a mi cuarto a masturbarme de nuevo con esa realidad en mi cabeza.
Después de eso mi madre jugaba un juego perverso conmigo, llegaba del trabajo a veces se ponía ropas cortísimas y apretada, ella observaba detenidamente mis reacciones y buscaba maneras de provocarme, se agachaba frente a mí, rozaba mi cuerpo con el de ella y yo le seguía el juego pero ella lo detenía de alguna manera, varias veces le pedí que bailáramos pero no accedía o no había la oportunidad. Yo no sabía que pensar. Lo que aumento fueron sus noches de masturbación cada vez más ruidosas, yo no dejaba de espiarla y masturbarme por ella.
Así pasaron 2 semanas, llego la fecha de mi cumpleaños de 18 años, lo celebramos, al día siguiente retire mi carnet de mayor de edad. Ese día mí madre se levantó muy feliz, me propuso irnos de fiesta, yo feliz acepte. Para esa noche nos arreglamos como nunca, ella un vestido rosado muy pegado a su cuerpo y corto, yo una falta corta negra y una hermosa blusa blanco. Invitamos varias de nuestras amigas, nos fuimos a una disco la mejor, bailamos con varios hombres, tomamos tragos e hicimos fiesta. A mitad de la noche nos sentamos mientras las demás bailaban y ella me pregunto si había estado con alguien. Yo le dije: “eeeeee....”. Antes de contestar ella interrumpió y me pidió que le dijera la verdad, yo le dije que no. Y ella me pregunto si le gustaba los hombres o las mujeres. Me hice la sorprendida por la pregunta y le dije que me sentía muy atraída por las mujeres y le dije: “Y tu mama?” mirándola fijamente a los ojos. Ella me dijo: “que piensas tu hija?, acaso no me viste con tu padre...” la interrumpí y le dije: “dime la verdad”. Ella me tomo la mano y me dijo: “Ok, hija, yo crecí en una época muy distinta y en aquel tiempo tu padre me pretendía, yo quería salir de dudas sobre mi identidad sexual, y estuve con él, me di cuenta que era 100% lesbiana pero para mi suerte quede embarazada y tuve que casarme con él.” Yo le replique: “¿Pero porque suerte?” Ella contesto: “Porque así tuve la hija más hermosa del mundo la cual amo sobre todas las cosas y que deseo estar por siempre con ella más que nada en el mundo”. Gracias mama y nos abrazamos.
Decidimos abandonar la disco avisamos a nuestras amigas y nos fuimos, al llegar a casa le dije: “Buenas noches mama, gracias por esta noche me divertí mucho”, ella me dijo: “Buenas noches hija”. Camine a mi cuarto, pero ella me detuvo y me dijo: “Amor, porque no dormimos juntas hoy, ve cambiarte y te espero en mi cuarto”. Yo fui con el corazón a mil por hora, me puse una lycra de color morado cortita que casi no me la ponía porque se incrusta en mi trasero y una blusita transparente y fui al cuarto, ella me esperaba de pie junto a la cama, con su lycra de la otra vez, la azul súper apretada, la vagina se le partía de lo ajustada y se puso una toalla para cubrir sus enormes bubis.
Entre, di una vuelta para ella, ella se acercó y me abrazo, quedamos frente al espejo grande de cuerpo entero nos contemplamos las 2 y comenzamos a acariciarnos suavemente. Mirándonos a los ojos desde el espejo yo le pregunte porque no se volvió a casar, ella respiro profundo y me dijo con mucha calma porque no le gustan los hombres, hubo un silencio, le tome la toalla y se la quite lentamente dejando ver sus senos maravillosos, ella agacho la mirada y le pregunte porque no tenía novia, volvió a mirarme a los ojos y me contesto que cuando se divorció lo pensó pero al verme de niña tan pequeña y hermosa se dio cuenta que no necesitaba otra mujer en su vida que ya tenía a la mujer más hermosa del universo. Yo le sonreí tímidamente y le dije gracias mami, soy la hija más afortunada del mundo y nos abrazamos. Nuestros pezones duros quedaron pegaditos y la tensión sexual se fue al máximo, mire su colita paradita y sensual a través del espejo, no aguante y puse mis manos sobre esos glúteos y los frote suavemente, ella dio un gemido que me calentó al máximo, ella inmediatamente hizo lo mismo lo que me hizo dar un gemido más fuerte, comenzamos y vaivén de nuestros cuerpos. Se detuvo y me tomo con sus manos mi cara y me planto un beso con lengua apasionado, largo y muy sensual. Nos miramos a los ojos y le dije mami quiero que seas mi novia y me hagas tuya. Eso la hizo explotar de pasión, me abrazo y beso con fuerza, me puso contra la pared y me pegaba su cuerpo al máximo. Comenzó a besar mi cuello, hombros y me levanto los brazos para sacarme la remera, ella se deleitó con mis pechos, sentía como fluía por mis piernas líquidos de mi vagina sentía sensaciones increíbles con cada lengüetazo y chupete. Comenzó a bajar comenzó a besar lentamente mi sexo, que estaba empapado y luego comenzó a comérselo. Metía su lengua hasta donde podía todo lo que me hacía me derretía y no tarde en venirme con un orgasmo mas fuerte y más largo de lo que sentí alguna vez en mi sesiones de masturbación. Al terminar me dio vuelta y se arrodillo, metió su boca entre mis glúteos, mis nalgas cubrían su hermoso rostro ella aspiraba el olor de mi lycra y me dada lengüetazos que me guiaron a otro orgasmo. Ella se puso en pie me dio vuelta y bajo mi cabeza hasta el sexo de ella súper empapado, levanto 1 pierna sobre la orilla de la cama y procedí a probar el sabor de mi madre, sentí ese sabor delicioso sobre la lycra tallada que era casi 1 segunda piel de color azul, ella comenzó a gemir como lo loca apretaba mi nuca y se movía adelante y atrás y recibí el orgasmo justo en mi lengua. Me levanto y tiro en la cama. Me retiro la lycra y se sumergió en mi vagina demostrando que tenía amplia experiencia me llevo a conocer el cielo en su lengua y dedos bien entrenados. Pero como si fuera poco tomo su seno con su mano, llevo su pezón rozado hasta mi vagina y con sus mamas me dio amor hasta hacerme explotar de placer. Luego llevo sus pechos a mi boca que los devore con besos y pasión. Ella se dio vuelta, se quito la lycra y se sentó en mi cara yo le mame la vagina como nunca creí, sentí toda su intimidad incluso bese su apretado ano, ella no paro de gemir, hasta que se estremeció y sentí el chorro de la vagina inundando mi boca. Nos acomodamos para hacer tijeritas estaba exitada a ver como se acercaba lentamente su vagina carnosa a la mía, le pregunte desde cuando me deseaba me dijo desde que cumplí los 11 años vio como me hacía señorita, me veía tan coqueta con mi traserito paradito y pechitos prematuros y desde entonces me comenzó a desear. Eso me encendió al máximo en ese momento nuestros sexos se tocaron por primera vez, sentí riquísimo comenzamos a frotarnos y sudábamos, gemíamos como locas mirándonos a los ojos hasta que de pronto me vino unos orgasmo muy fuerte, ella aprovecho y comenzó a frotarme más fuerte su clítoris en mi vagina hasta que ella termino. Se acostó a mi lado y me susurro es hora que terminemos con tu virginidad.
-Mami tómame-
Se levantó, puso una silla en centro de la habitación, se subió y con una mano levanto un panel del cielo raso, metió la otra mano y bajo una bolsa negra, bajo de la silla y saco de la bolsa una verga con armes. “Con que allí lo tenías” le dije, ella me sonrió y comenzó a ponérselo, lo apretó bien, se introdujo la parte que va dentro de la vagina de ella y comenzó a masturbar la verga, yo estaba tirada en la cama solo acerté en abrir mis piernas lo más pude y abrí mis labios vaginales mientras le decía: “mami tómame por favor”. Ella se puso sobre mi puso su verga artificial en la entrada de mi vagina, comenzó a presionar y alejar poco a poco lentamente, yo estaba súper excitada, no me importaba si me doliera, poco a poco se fue metiendo hasta el punto donde ella hizo metió un poco más de fuerza y se llevó mi virginidad. En ese momento se detuvo y sentí el dolor de mi primera vez, pero al mismo la excitación de que fuera con mi hermosa madre. Ella siguió suavecito unos minutos más hasta que no aguante y le pedí que parara ella se detuvo me dio muchos besos, me saco la verga con cuidado y me dijo: “descansa hija”, nos bañamos juntas, cambiamos las sabanas y dormimos abrazadas.
Desperté, mire el reloj, las 11 am, estaba desnuda a mi lado mi madre que yacía hermosa como 1 princesa de cuento de hadas, no podía creer ella era ahora mi mujer, quería que se repitiera todos los días lo que vivimos y quería complacerla en todo, le toque su sedoso cabello y su rostro. Ella abrió los ojos y me sonrió, me pregunto cómo me sentía, le conteste de maravilla. Me hizo el desayuno y me consintió como siempre, pero ahora nos besábamos apasionadamente cada vez que podíamos, me prometió siempre usar ropa ceñida y ropa sexys en la casa y yo se lo prometí también. Ese fin de semana me deleite con ella besándonos todo el cuerpo. Prometimos siempre tratarnos de madre e hija ya que encendía el morbo a las dos. Igualmente quedamos de acuerdo en ser amantes a escondidas y aunque no se lo pedí ella, me dio luz verde en probar con otras chicas. Llegamos el domingo y nos duchamos como siempre, en la ducha le bese sus glúteos y ano, al salir de la ducha ella me dijo que había guardado una virginidad para mi, yo le pregunte como cual?, ella me dijo te guarde mi culito princesita para que me rompas como y cuando quieras. Yo me excite, así que comencé a besarla, en la cama la puse boca abajo y comencé besar su ano llenándolo de saliva e introduciendo mis dedos, luego tome el lubricante y lo repartí por todo su trasero masajeando por completo, finalmente la lleve a un orgasmo con mis besos y lengua.
Luego me puse la verga con arnés y apunte directo a su ano y comencé adentrarlo, ella mordía la almohada mientras gemia de dolor, finalmente lo introduje a una profundidad media y comencé a moverme, la lujuria y el morbo me provocaban que no escuchara los gemidos de dolor de mi madre si no que tomara mas fuerza y mas fuerza hasta venirme con sensaciones increíbles. Me desplome en la cama bañada de sudor, con mis piernas vibrando, gemía y mi madre me beso lentamente abrazándome.
Así vivimos juntas hasta el día de hoy, felices, aunque guardando el secreto frente nuestros amigos y familia, no tenemos porque pero nos despierta mas morbo mantenerlo oculto. Besos y gracias por leerme