Memorias (9)

Simplemente recuerdos de mi vida.

Nos fuimos con el Pecoso, en un estado físico lamentable, pero eufóricos por el fin de semana que habíamos tenido, las "chicas" estaban dispuestas a combinar su veterania con la fogosidad de dos chicos en plena efervescencia hormonal. La cuestión era que, si nos comportábamos de acuerdo a sus implícitas directivas teníamos asegurada la materialización de nuestras fantasías por un rato largo.

Tal como habíamos combinado con Graciela nos encontramos a la salida de su trabajo, estaba hermosa, radiante, la sonrisa le iluminaba el rostro, tuve que esforzarme para no abrazarla y besarla en medio de la calle, durante el corto viaje nos mimamos en cada semáforo, sonriendo descaradamente se subió la minifalda exhibiendo los muslos incitándome a la caricia y haciéndome notar la ausencia de ropa interior, era una conchita calida, palpitante que acepto la invasión de mi mano rezumando jugos, - Te extrañamos mucho, mi amor -, casi nos desvestimos en el ascensor, entrar al departamento y besarnos salvajemente fue una misma cosa, le quite y me quito la ropa, se avalanzo sobre mi abrazándome del cuello mientras hacia lo propio con las piernas en mi cintura, la atenace contra mi cuerpo casi cortándole la respiración.

Apretame fuerte Bebe, te extrañe mucho.

Fue el fin de semana mas largo de mi vida, Enanita.

Cogéme mi amor. – pidió invadiendo mi boca con su lengua.

Enanita, el condón

Cogéme.

Mi amor tenemos que cuidarnos.

Nunca más... empecé con las pastillas, cogéme por favor.

Soltó un brazo de mi cuello, tomo el falo con la mano ubicándolo en la entrada de su vagina, se dejo caer ensartándose, estaba descontrolada, irreconocible, nunca se había comportado de forma tan agresiva, agitaba la cintura violentamente sacándosela y poniéndosela sola, yo quede estático, disfrutando su desenfreno… me besaba hasta donde alcanzaba con la boca… gemía… jadeaba… - Así, mi amor…cogéme -, no entendía nada, decía cogéme y la que lo hacia era ella… aupada fui hasta el dormitorio y me senté en el banquito… apoyo los pies en el suelo para tomar mas altura y dejarse caer de golpe… en cada caída golpeaba sus nalgas con mis muslos… sus líquidos fluían de tal forma que al poco tiempo todo mi sexo estaba mojado como si me estuviera bañando… con una mano comencé a darle nalgadas cada vez mas fuertes… con la otra amasaba sus pechos alternativamente… retorcí los pezones con fuerza… - No pares, cogéme – realmente no sabia que hacer, su vehemencia me impedía tomar la iniciativa… se echo hacia atrás obligándome a tomarla de la cintura para evitar una caída… un profundo y prolongado suspiro corono su orgasmo… me miro sonriente y me apretó con un abrazo… apoyo su cara en mi pecho jadeante… la transpiración facilitaba la caricia resbalando mis manos por todo su cuerpo… intente despegarme – Dejame disfrutarte mi amor, me encanta tu aroma -, con los músculos vaginales oprimía y soltaba mi pene provocándose pequeños remezones de su clímax… movía las caderas con los pies firmes en el suelo haciéndose un mete y saca casi imperceptible – Que bien se siente Bebe -, sentí los primeros espasmos avanzar por mi cuerpo incentivados por su respiración agitada en mi oído, con vehemencia la aporte incorporándome y tomándola por los hombros la lleve retrocediendo hasta la cama… clavo su mirada en mis ojos y se dejo hacer… la acosté boca arriba proponiéndole un 69… le abrí los labios y su pequeño clítoris apareció desafiante, rojo, brillante, lo bese delicadamente haciéndola estremecer… su lengua recorría el tronco desde los testículos hasta el glande… puse sus piernas bajo mis axilas lamiendo y besando esos dos agujeros maravillosos… me ensalive el dedo índice y mientras le mamaba la vulva comencé a dedearle el ano… era fascinante ver como milímetro a milímetro desaparecía mi dedo – Despacio mi amor, suave – la penetre con la lengua hasta que me dolió la mandíbula… eleve un poco la espalda bajando la cadera pudiendo ver como mi sexo se perdía en su boca… nuevamente note electricidad en mi cuerpo… dejo de mamarme tomando aire… comenzó a agitarse gimiendo… gateando me acomode entre sus piernas poniéndolas sobre mis hombros y comencé a restregarle el pene por las dos aberturas… lo puse en la entrada del culito, note que se ponía tensa sin pronunciar una sola palabra… cerro los ojos apretando los labios, resignada a lo que creía inevitable… hice un poco de presión… se relajo y conseguí introducirle casi todo el glande… su expresión tolerante me paralizo, no era el momento… lo saque de ese hoyo, por el momento prohibido, y furiosamente lo metí en su vagina bombeando descontroladamente… cruzo las piernas en mi espalda, me abrazo atrayéndome para besarme muy suavemente – Te amo Bebe, cogéme como nunca -, hasta el día de hoy no recuerdo haber tenido un sexo tan violento y a la vez tierno como esa tarde, en ese momento creí estar enamorado, estaba en un mundo irreal, paradisíaco, sentía que el destino nos había unido para vivir y morir haciendo el amor, nos fusionamos en una sola persona, su sexo y el mío encajaban como las piezas de un rompecabezas, tuvimos un orgasmo profundo, inenarrable… no se como ni cuando ocurrió pero aparecí yo acostado y ella sobre mi abrazándome… - Hola, Bebe – su voz sonaba como un eco lejano, abrí los ojos y vi la mujer mas hermosa de la tierra que me sonreía besándome las mejillas,

Te amo, Rarito

Yo también, enanita

Como es eso de rarito?

Aun no tuvimos tiempo de charlarlo… mi hermana sabe de nuestra relación.

NO

Si, pero no te preocupes, es de absoluta y total confianza.

Que vergüenza… y quien se lo dijo?

Nadie, nos vio una noche cuando me dejaste cerca de casa (le explique como había ocurrido y que el día de la reunión en mi casa mi hermana me había llamado rarito delante de su novio para alejar cualquier posible sospecha, le insistí en el incondicional mutismo de Peque)

Igual es un bochorno, debe pensar que soy una arrastrada.

No mi amor, no piensa nada de eso, lo hemos charlado y si bien no lo entiende considera que si nosotros estamos bien, ella no tiene motivos para opinar. (omití comentarle que también mi viejo lo sabía y que era cómplice del secreto, para evitar que se sienta peor).

Si vos estas tranquilo, yo también, además te cuento que su comentario resulto oportuno… a la salida de tu casa fuimos a tomar una copa con nuestros amigos y me tuve que morder para no defenderte.

Que paso?

Fuiste el tema de la noche, los dos tarados se la pasaron diciendo "quien lo hubiera dicho, tan joven y rarito", "es rarito que no tenga novia", "por suerte en mi familia no hay ningún rarito", "vamos a presentar una nota en Independiente para que agreguen un tercer vestuario, hombres, mujeres y… raritos", "vos que lo conoces, que usa para nadar, short de baño o malla entera", "en básquet jugara o acariciara la pelota", todo coronado con carcajadas, tanto insistieron con el tema que mi amiga me pidió que la acompañara al toilette y una vez allí me dijo que si yo no intervenía lo iba a hacer ella ya que no soportaba tal ensañamiento con una persona, cuando regresamos a la mesa, al ver que seguían con el mismo asunto las dos nos pusimos serias y pedimos que terminen el tema, así lo hicieron y el resto de la velada transcurrió bien.

Entre besos, mimos y caricias fuimos exacerbando nuestra libido e hicimos el amor apasionadamente, el hecho de no tener que prevenir sorpresas (embarazo) era altamente erotizante, nos hacia sentir que todo estaba perfecto, que no existía nada ni nadie que pudiera interponerse en nuestros juegos amorosos, nos excitábamos mutuamente con frases que solo tenían sentido para nosotros, la pasión nos unía transformándonos en una sola cosa, por un instante parecía que estábamos solos en el mundo, un mundo maravilloso creado para que lo viviéramos unidos, física y espiritualmente, un deseo salvaje se apoderaba de nuestras almas y solo podíamos satisfacerlo haciendo el amor, a veces violento, a veces lento y suave como temiendo romper un hechizo.

Un orgasmo brutal me volvió a la realidad, tenia uno de sus pechos rozándome los labios… redoble mis acometidas chupándolo hasta casi tenerlo por completo en mi boca, un calido liquido baño mi sexo… la abrace fuertemente estrujándola contra mi – Mi amor, quiero morir cogiendo con vos – me dijo en un suspiro

Enanita, no hables… aprovechemos estos momentos maravillosos mientras duren.

Es cierto, cada vez se me hace mas difícil inventar excusas para poder verte, mi casamiento esta a la vuelta de la esquina y no quiero perderte.

Mi amor, algo se nos va a ocurrir

Me vas a tener que ayudar y ser tolerante, siento que los compromisos me aplastan… a veces te necesito como nunca creí que iba a necesitar a nadie, siento que todo me abruma… si no fuera por estos momentos que estamos juntos estaría internada en un manicomio… me entendes… Perdonáme… yo se que no debería contarte mis incertidumbres, pero si no lo hago… reviento.

Enanita… tus problemas son los míos, te quiero mas allá del sexo… para mí sos un todo.

Mi sol, te amo.

La inconsciencia adolescente a veces me hacia hablar mas de lo conveniente, pero con Graciela me sentía indestructible, creía que todo tenia solución, que los mayores se ahogaban en un vaso de agua y que ahí estaba yo para enderezar todo lo torcido... Que iluso!!!

Seguimos charlando concienzudamente entre mimos y caricias, tratando de organizar los próximos encuentros, no le pudimos encontrar la vuelta, estábamos sobre fin de año y muchos de los clientes del estudio donde trabajaba cerraban balance, lo que la obligaba en algunos casos a desplazarse para tomar inventarios y trabajar auditando contabilidades fuera de la oficina.

Esa semana paso volando, con Graciela nos encontramos para compartir un café y desearnos felicidades, con Rita nos cruzamos en la calle, charlamos mientras caminábamos hasta su casa, me dijo que con el asunto de las fiestas y los compromisos familiares iba a ser imposible encontrarnos los cuatro, pero que durante el mes de enero íbamos a tener todo el tiempo del mundo ya que su familia tomaba las vacaciones y estaría la casa a nuestra disposición, en resumen mi vida social, excelente, club, asado, pileta, amigos/as, en lo familiar, inmejorable, después de bastante tiempo cenaba en mi casa y no salía de noche, la reunión de fin de año y la de año nuevo en casa de parientes donde todo fue alegría y felicidad.

Durante enero no paso nada que merezca un detalle pormenorizado, Graciela se fue tranquilizando, nuestros encuentros eran cada vez mas arriesgados, hasta nos causaba gracia sentir las miradas de la gente, reprobando los mimos que se prodigaban un adolescente con una mujer a simple vista bastante mayor, algún sábado o domingo lo pasamos juntos en las playas del Río de la Plata cercanas, a veces terminábamos el encuentro sin sexo, solo mimos, charla, besos, charla, caricias, charla, abrazos, charla, parecía una adolescente que volvía a vivir, me decía que se sentía plena, feliz. Contra lo que esperaba, tuve pocos encuentros con Rita, parecía que me evitaba y que su interés disminuía a medida que pasaban los días, no obstante las pocas veces que tuvimos sexo fueron sensacionales, me dejaba exhausto, se había hecho adicta al sexo anal, cada uno tenia una postura preferida, a mi me trastornaba estar acostado y ella parada con los pies a cada lado de mi cintura, flexionaba las rodillas lentamente bamboleando sus poderosas tetas acercándolas, se arrodillaba y me las ponía en la cara golpeándome ambas mejillas hasta impedirme esa fantástica visión, luego se deslizaba rozándome el pecho con los pezones ensalivados hasta que nuestros sexos se encontraban – Me encanta aplastarte Bebe – era lo que decía siempre, luego me tomaba el miembro y con la misma parsimonia se lo clavaba mientras nos besábamos profundamente, su posición preferida era la de perrito, decía que la excitaba sentirse dominada y que alcanzaba su clímax cuando sentía que le regaba las entrañas y que disfrutaba viendo por encima de su hombro como se transformaba mi cara al alcanzar mi orgasmo.

Ese enero fue particularmente caluroso, el agua de la pileta del club estaba tibia, un día cerca de fin de semana amaneció bastante nublado presagiando una inminente y aliviadora lluvia, no obstante igual fuimos con la barra al club a pasar el día, cerca de media tarde se largo un aguacero que provoco un desbande general, lo cual nos causo muchísima gracia ya que todo el mundo rogaba por una lluvia y lo primero que hacían era guarecerse, no lo entendíamos, con el Pecoso nos quedamos sentados sobre el césped disfrutando de la mojadura y charlando. me confeso que a Mirta la notaba poco entusiasmada, distante, y que cada vez que le proponía encontrarse con nosotros le decía que prefería estar a solas con el, al yo contarle que mi situación era parecida, pensamos que se acercaba el final de nuestra fantasía.

Cerca de fin de mes, Rita, muy seria, propuso que nos reuniéramos los cuatro un jueves por la tarde a charlar, en una confitería, sobre algo importante, por mas que intente sonsacarle cual era el motivo no conseguí nada, realmente pensé que iba a ser el café de la despedida, obviamente lo converse con mi amigo y la conclusión fue que éramos pasado.

Llegamos con tiempo mas que suficiente como para tomar un café y planear la estrategia de la charla antes que llegaran las "chicas", apenas vimos el aspecto de la "confitería" que habían elegido, nuestro animo cayo al cuarto subsuelo, se trataba de un pequeño y sombrío bar, la barra/mostrador adelante y en la parte trasera 3 mesas redondas con los bordes quemados por infinidad de cigarrillos que se consumieron sin fumar, cada una con 4 sillas de patas desparejas que supieron conocer épocas mas florecientes, dos lamparitas de baja potencia intentaban iluminar el lugar, los únicos parroquianos éramos nosotros, nos atendió muy amablemente el que pensamos era el dueño, un viejo gallego (cabe aclarar que para nosotros, los argentinos, todos los españoles son gallegos, los italianos son tanos, cualquier persona de ojos rasgados es ponja (Japón al revés), todos los judíos son rusos, todos los de países árabes son turcos, los estadounidenses son yanquis, etc.) que nos ofreció un variado menú de infusiones, café solo o con leche y te solo o con leche y si queríamos acompañar la bebida podíamos elegir entre medialunas o medialunas.

Nos miramos resignados, postergando el pedido para mas tarde y casi sin cruzar palabras esperamos a que llegaran, cuando las vimos entrar el desaliento bajo al quinto subsuelo, parecían dos maestras de grado recién terminado su horario escolar, ropa oscura, zapatos bajos, sendas carpetas bajo el brazo, serias… el saludo fue un "hola, como están?" a secas, Mirta fue la voz cantante y nos explico que había elegido ese lugar por lo discreto y que las carpetas eran una cortina de humo ya que si alguien conocido nos descubría, creería que éramos dos alumnos planeando clases de apoyo, en silencio asentimos y continuo con el monologo.

Bien, mis amores, ahora vayamos al motivo de esta reunión… antes que nada quiero aclarar que si bien voy a hablar en singular todo lo que diga interprétenlo como plural, o sea que Rita esta de acuerdo en todo, ustedes se habrán preguntado que diablos paso sobre todo después de esos dos días maravillosos que pasamos en mi departamento antes de fin de año… bueno… comprenderán que para nosotras no es fácil asumir que estábamos iniciando un romance con dos chicos en edad de ser nuestros hijos, me cuesta horrores aceptarlo a mi, no quiero ni pensar que pasaría si tomara estado publico, creo que el escándalo seria tal que me moriría.

En ese momento el Pecoso y yo nos miramos y una mueca parecida a una sonrisa comenzó a asomar en nuestros rostros, mi cerebro comenzó a funcionar a toda velocidad para responder cuando:

Miren chicas, yo también voy a hablar en singular y creo que el flaco va a estar de acuerdo en todo. – dijo Mario.

Nunca me vas a dejar hablar sin interrumpir.

Nunca, vos hablas de iniciar un romance… pues bien… probemos y si hay escándalo de alguna forma lo acallaremos…que fue de esa mujer que una vez, y no hace mucho, dijo "Te imaginas la cara de las chicas cuando nos vean aparecer con estos dos caramelitos".

Se asusto.

Dejate de joder! – respondió enérgicamente el Pecoso dominando la situación – Si esta reunión es para hablar boludeces, me levanto y me voy.

No, - intervino Rita – dejála hablar.

Eso, dejála hablar, no seas maleducado – apoye yo tratando de desdramatizar la situación.

Últimamente nos hemos visto poco, ocurre que no estábamos seguras si es sano continuar o no con esta relación… de hecho aun no estamos muy convencidas, y

Mirta…al grano – apuro Mario –

Ya voy… ya voy… no es fácil… bueno…pensamos que… bueno… estuvimos conversando… Rita y yo… se nos ocurrió… que tal vez… bueno… que si están de acuerdo… sin ningún compromiso… creemos que seria una buena idea… es decir… seria una forma de… nosotras estaríamos encantadas… nos gustaría… vos no pensas hablar? – dijo mirando a Rita.

Quedamos en que ibas a decirlo vos.

Que hay de extraño que dan tantas vueltas? – pregunte un tanto molesto.

Queremos tomarnos unos días de vacaciones en la playa – respondió Mirta sin respirar.

Tanto lío por eso, es lógico, trabajaron todo el año es justo que se tomen unos días para descansar, nos resignaremos a extrañarlas y listo, creí que era algo grave, jajaja – conteste ya convencido que estábamos nuevamente en carrera y que no nos iban a dar el olivo (expresión utilizada en Argentina, significa, nos iban a despedir mal)

Eso no es todo – comento Rita con gesto esquivo.

Hay más? – pregunto Mario secamente.

Hay más y eso es lo difícil… Bueno… - continuo Rita – pensábamos en ir a San Bernardo (playa sobre el océano Atlántico aproximadamente a 350 Km. de la ciudad de Buenos Aires).

Es una buena idea, ahí esta tu hermana con tu cuñado y tus sobrinos (recordar que uno de los sobrinos, el Enano, era parte de la barra de la esquina), acote yo.

Si, pero se vuelven para fin de mes y el duplex queda vacío todo febrero.

Entonces lo de las vacaciones me parece una pésima idea.

Porque?

Playas solitarias, dos hermosas mujeres solas, duplex vacío, noches de luna llena, el runrún de las olas, tiburones acechando… no nena, este año olvídate de las vacaciones.

Porque?

Vacaciones con tu familia, perfecto… pero las dos solas… ni lo sueñes.

Entonces… Vení conmigo.

Hablas de iniciar un romance y pretendes irte sola de vacaciones – continué con mi monologo –

Vení conmigo.

Nos estamos viendo a las perdidas y lo primero que se te ocurre decir es que necesitas vacaciones

Vení conmigo.

Calláte y oí, SORDO, - me ordeno Mario – Quiere irse de vacaciones… pero con vos, boludo.

Queremos que los dos vengan con nosotras – intervino Mirta mirando fijamente a Mario –

Nos quedamos azorados, no esperábamos esa propuesta, en ese momento nos dimos cuenta que realmente el tema de la charla era muy difícil, pero no para ellas, sino para nosotros, si bien teníamos libertad para movernos y hasta para faltar alguna noche en nuestras casas, no teníamos tanta como para desaparecer durante 15 días y encima sin poder decir con quienes nos íbamos, así se los hicimos saber y nos dijeron que eran conscientes del problema, que para eso era la reunión, para que entre los cuatro pensáramos como poder solucionarlo.

Estuvimos buscando una solución hasta que nos dimos cuenta de lo avanzado de la hora, la mayoría del tiempo las que hablaron fueron ellas, estaban más entusiasmadas que nosotros en encontrarle la vuelta, lo único que sacamos en claro fue que por la parte económica no debíamos preocuparnos, se iba a tratar de un préstamo a devolver apenas pudiéramos.

Al Pecoso por ser dos años mayor apenas planteo en su hogar que quería tomarse unos días de vacaciones con su amigo del alma, los dos solos, obtuvo el permiso inmediatamente, a mi en cambio me costo bastante mas, fundamentalmente por no animarme a charlarlo sin una buena excusa, además por no haber planteado el tema con quien correspondía, Mi viejo.

Una de las tardes en que salía a practicar manejo con mi papa, al notarme algo nervioso, me pregunto;

Que te pasa?, hoy no metes un cambio bien, estas nervioso, hace mucho que no ves a la petisa? Jajaja.

No… nos vimos ayer, fuimos a comer un helado… el tema es otro

Si con Graciela esta todo bien, que te pasa?

Me quiero ir de vacaciones.

Cagaste… vos sabes que este año no podemos, con el asunto de liquidar la hipoteca quedamos con lo justo.

Lo se, pero yo podría ir sin pedirte una moneda, tengo algunos ahorros.

Y porque no te vas?

Así de fácil?

Bueno, no tanto, solo tenés que decirnos con quien y adonde.

A San Bernardo

Hermosa playa, tranquila, muchos pinos, familiar, el tema es el camino (en esa época no existía la ruta ínter balnearia, el acceso era de tierra), no hay problema, y con quien irías?

Con el Pecoso

Esta bien, voy a hablar con los padres y listo, felices vacaciones.

El asunto es que los padres no van.

No van?, el Pecoso y vos solos de vacaciones?

Y si, porque no?

Son muy chicos todavía.

Viejo, el Pecoso ya cumplió 19 y yo 17, además si llegamos a tener algún problema va a estar la tía del Enano, lo único que tengo que averiguar es donde va a parar.

Rita?

Que se yo como se llama, para mi es la tía del Enano.

Enterate, se llama Rita… y como sabes que va a estar en San Bernardo?

Me lo contó el Enano, ellos se vuelven y ella se va, creo que con una amiga, todo solucionado, dos mujeres mayores para que me cuiden, es cuestión de avisarle donde vamos a estar por cualquier cosa y todos los días ir a verla así puede comprobar que estamos vivos.

Ni se te ocurra, pobre mina, déjenla tranquila, a ver si justo se engancha con alguien y ustedes van a joderla a cada rato.

Bueno, yo lo decía para que te quedes tranquilo.

Estoy tranquilo pensando que si hay algún problema tenés a quien recurrir, por mi no hay drama, podes ir.

El asunto es mama.

No, yo me encargo, quedate tranquilo… dale, arranca y ahora pone bien los cambios.

Volvamos a casa, le quiero avisar al Pecoso.

Vamos, que hora es?

Casi las ocho, porque?

Así charlo con tu vieja y si esta de acuerdo le digo que se haga una corrida para hablar con Rita.

Con quien?

Rita… la tía del Enano.

Ah, mejor hoy habla con mama y con la tía del Enano mañana, antes tengo que confirmar todo con el Pecoso.

Esta bien, vamos… y terminála con la tía del Enano, acordate, se llama Rita.

Rita, Rita, Rita, ya me lo grabe… pero para mi es la tía del Enano.

No hice mas que llegar a casa y fui a ver al Pecoso para contarle las ultimas novedades, luego fuimos a lo de Rita y le explique como había conseguido el permiso, mas tarde, durante las vacaciones la muy caradura nos contó que mi madre junto con la de Mario, muy avergonzadas, le habían pedido un favor muy grande, se habían enterado que iba a estar en San Bernardo y que los nenes, o sea el Pecoso y yo, queríamos ir a la misma playa y que nos darían permiso si cada tanto y si no le era inconveniente podía perder un ratito mirando a los chicos, las había tranquilizado dándole la dirección de donde iba a estar y asegurándole que no solo nos iba a mirar sino que alguna vez nos iba a invitar a pasar el día en la playa o alguna noche a cenar, así ella y su amiga tendrían con quienes conversar y no estar tanto tiempo solas.

Con Graciela fue maravilloso, le anticipe algo por teléfono y cuando nos encontramos, directamente en su departamento, intercambiamos novedades, le pedí permiso para tomarme unos días de vacaciones con un amigo del barrio, lo acepto aduciendo que una corta separación nos vendría muy bien, a mi para descansar y a ella para acomodar un poco su vida. Además me dijo que si seguía con la idea de trabajar y estudiar, en el Estudio necesitaban un estudiante para ayudante de contador, que seria algo así como su mano derecha y que había pensado en proponerme a mi, que si aceptaba podríamos estar mas tiempo juntos y que con el novio no habría problemas ya que "el rarito va a ser una buena secretaria".

El resto de la tarde/noche fue mimarnos, toquetearnos, amarnos prometiéndonos que nos íbamos a extrañar y que el tiempo que íbamos a perder en mis vacaciones lo recuperaríamos a mi vuelta, nos despedimos como si alguno se fuera a la Antartida, hasta se nos escaparon algunas lagrimas.

Ya tenia todo acomodado lo único que faltaba era sacar el pasaje, lo cual no fue necesario ya que fue un regalo de mis padres con el agregado de un poco de dinero el que sumado a mis ahorros me permitió viajar bastante desahogado, las chicas viajaron dos días antes con el compromiso de esperarnos a nuestro arribo.

Y llego el día tan ansiado, fue un adiós lacrimógeno, "los nenes" se iban solos a la aventura, las madres lloraban, nuestros padres casi quedaron disfonicos dándonos consejos, por fin partió el micro, los dos autos nos escoltaron un poco mas allá del cruce de Varela (lugar donde se bifurcaban la Ruta Nacional 2 hacia Mar del Plata y la Provincial 36 hacia las playas bonaerenses) haciendo sonar las bocinas a modo de despedida, el resto de los pasajeros, todos desconocidos, nos miraban sonrientes y nosotros muertos de vergüenza, parte del viaje estuvimos divagando acerca de lo bien que la íbamos a pasar, nos despertamos cuando el acompañante del conductor del micro aviso que estábamos por llegar a destino, era una mañana clara, un poco fría, prometía ser un día espectacular.

Para ese entonces la única playa que había visitado era la de Mar del Plata, San Bernardo era toda una incógnita, esperaba encontrar algo similar, un gran cartel indicaba San Bernardo Centro 4 Km.,, a medida que nos acercábamos por el camino de acceso buscaba indicios de edificios altos y calles asfaltadas, me desilusiono ver que era un pueblo chato, la construcción mas alta constaba de planta baja y primer piso, las únicas calles con asfalto eran, la segunda paralela a la playa (Chiozza) y la de acceso pero, recién a partir de la plaza principal, la terminal de ómnibus no existía, estos paraban sobre la calle en lo que era el centro comercial, unos pocos comercios de venta de recuerdos y alfajores, algún restaurante/bar/confitería y otros de comestibles.

Las chicas nos estaban esperando, vestidas con ropa de invierno (realmente hacia frío), nos recibieron con sendos besos en las mejillas y luego de las preguntas de rigor nos dirigimos caminando hacia el duplex, este estaba a 150 metros de la playa y a dos cuadras de la avenida San Bernardo hacia La Lucila del Mar, era una pequeña edificación de dos plantas sobre un terreno arbolado, la planta baja constaba de living comedor con un importante hogar a leña, cocina con desayunador y un toilette, a un costado del ambiente una escalera comunicaba con los altos, donde había un pequeño dormitorio con cama matrimonial y balcón a la calle y un amplio estar con dos pares de camas individuales superpuestas, orientado al contra frente con ventana dominando el jardín mas el baño principal, era una construcción sencilla, calida y acogedora.

Entre risas y banalidades tiramos nuestras pertenencias sobre una de las camitas y cuando nos disponíamos a prepararnos para ir al mar surgió la primera diferencia generacional, "antes de ir a la playa dejen sus cosas ordenadas, para eso hay un placard", "luego vamos a desayunar, el día es largo y no hay apuro", "luego vamos a hacer las compras, preparar la comida y recién entonces veremos si vamos a la playa, hace mucho frío", además durante el desayuno nos iban a explicar las normas de convivencia en la casa y como debíamos comportarnos de las puertas hacia afuera. La razón decía que la propuesta era coherente, pero esa no era la forma, ordenadas y con horarios, como habíamos imaginado las vacaciones, durante días las habíamos soñado distintas, comer cuando tuviéramos hambre, levantarnos cuando estuviéramos aburridos de tanta cama, sin estar pendiente del reloj y fundamentalmente vivir en la playa nadando, tomando sol, jugando a la pelota, caminando, en otras palabras, hacer lo que nos viniera en ganas.

Durante el desayuno, muy bien servido por cierto, nos comportamos como dos alumnos muy aplicados, habían previsto casi todas las alternativas posibles, ellas se encargarían de la comida, nosotros de acomodar y limpiar el duplex, las compras las haríamos todos juntos o en pareja a medida que hicieran falta y si llegábamos a conocer gente en la playa seriamos dos madres, hermanas entre ellas, con sus hijos, yo seria el hijo de Mirta y el Pecoso de Rita (este ficticio parentesco cruzado, se debía a que si había algún exceso de cariño, llamaría menos la atención que un "sobrino" mimara a su "tía") y que estábamos vacacionando sin nuestros padres ya que Rita seria viuda y el marido de Mirta no la había podido acompañar por estar de viaje de negocios en el exterior, por lo demás si alguien hacia preguntas uno solo se encargaría de responder y el resto lo aprobaría, además nos hicieron prometer que pasara lo que pasara no iban a existir celos ni rencores (esto ultimo no lo entendimos),

Ese primer día no hubo nada que merezca detallar, fue nublándose de a poco y lo utilizamos para caminar por el pueblo, efectuar compras, recorrer las playas céntricas, naturalmente parecíamos dos familias, "las hermanas" caminaban charlando y los "primos" jaraneaban distendidos sin contacto físico con sus "madres", almorzamos entre mimos, risas y caricias, una vez finalizada la comida me acerque a Rita y entre besos y arrumacos le hice notar mi estado proponiéndole hacer la siesta juntitos, todos los galanteos los acepto respondiendo en igual forma, pero a cambio propuso que los cuatro jugáramos a las cartas y que a la tarde fuéramos a dar una vuelta por Mar de Ajo (ciudad balnearia vecina mucho mas importante que San Bernardo), Mario al notar mi fracaso me miro con cara de resignado y acepto el juego, fue una de las tardes mas largas de mi vida.

Por la tarde nos ordenaron que nos arregláramos para salir ya que por ser nuestro primer día de vacaciones íbamos a cenar en un restaurante, con Mario estuvimos a nada de armar un escándalo, nos cambiamos la ropa y nos dispusimos a esperarlas en la planta baja sin intercambiar palabras, la espera se hizo interminable, cuando las vimos bajar por la escalera nos quedamos con la boca abierta, estaban esplendidas, si realmente hubieran sido nuestras madres les hubiéramos prohibido salir vestidas tan atrayentes, faldas cortas sin ser escandalosas sugerían dos pares de piernas torneadas, calzadas con sandalias de tacos altos, blusas claras discretamente desabotonadas resaltaban el incipiente bronceado de sus pechos, poco pero atrayentemente maquilladas, saquitos de lanilla al tono, como por arte de magia nuestro animo volvió a renacer, la cena, en una pequeña cantina familiar, transcurrió animadamente, con furtivos toqueteos por debajo de la mesa, las miradas de admiración hacia nuestras "madres" de los comensales y la deferencia casi babosa de los mozos que nos atendían hicieron que el estado de animo de los cuatro se potenciara hasta el punto en que con Mario nos miramos decidiéndonos a juguetear mas arriesgados.

Quedate quieto – me dijo Rita con una sonrisa, intentando quitar mi mano de sus muslos.

No seas mala, dejame acariciarte.

No nene, vos sos muy peligroso – respondió tomándome la mano por debajo de la mesa.

Si te quedas quietita y seguis charlando, nadie se va a dar cuenta. – dije llevando mi mano hacia su sexo.

No seas loco, nos pueden ver – rebatió mirándome fijo.

Sonreí, el mantel impide que nos vean. – alegue mientras desplazaba el borde de su bombacha y comenzaba a acariciarle el sexo.

Ahora no, se bueno… mas tarde - murmuro poniendo las manos sobre la mesa e intentando cerrar las piernas.

Mas tarde también, esto es un anticipo – respondí sonriendo.

Esta bien, pero no pases de ahí – dijo rindiéndose a la caricia.

Relajáte y sonreí – ordene susurrándole en el oído mientras la invadía con un dedo.

Mirta se dio cuenta, mirala – me dijo en voz muy baja, lo hice y nos sonrió cómplice, Mario le estaba haciendo un tratamiento similar.

Deja de mirarla con culpa y dejame hacer.

Son dos tarados, no se como te lo permito.

Estas mojada, mi amor.

Es que no soy de piedraaaa – me dijo abriendo muy grande los ojos.

Te gusta?

Ni se te ocurra parar, caradura.

Caradura?... ahora me ofendí. – amagando que cortaba la caricia.

Ni lo pienses – dijo bajando una mano y haciendo presión para que continué –

Continué con la penetración hasta que apretó fuertemente las piernas y con un gruñido sordo llego al clímax.

Sos un desfachatado – me dijo sonriendo mientras se acomodaba y me besaba la mejilla.

Ahora me toca a mi – respondí tomándole la mano y llevándola hacia mi sexo.

Ahora te aguantas, estas castigado – manifestó sonriendo y poniendo su mano sobre la mesa.

Un poquito, no seas mala – casi le rogué.

Después – replico en una forma tan terminante que por el momento me quito las ganas.

Esta bien… paguemos la cuenta y vamos a casa.

Yo estoy de acuerdo, y vos? – le pregunto el Pecoso a Mirta.

No veo la hora de estar en casa, tengo ganas de bailar – respondió Mirta.

Cancelamos la cuenta y nos retiramos, la noche fresca y lo avanzado de la hora encajaban para que las calles estuvieran casi desiertas, Mario tomo del hombro a Rita, quien no rehuyo al contacto tomándolo de la cintura, Mirta sonriendo me dijo

Hijo, imite a su primo, sea caballero que su mami no muerde – la excitación, el animo distendido sumados a una buena cena regada por un excelente vino hizo que sonoras carcajadas festejaran el comentario.

Que lastima, me gustaría un mordisquito tuyo… yo te mordería.

Serias capaz de morder a tu madre?

Me encantaría

No te creo – respondió provocativa –

Si de verdad querés bailar, no lo hagas conmigo.

Porque?

Porque te voy a comer toda.

No te creo.

No me provoques

No te creo – respondió tomándome de la cintura mientras caminábamos.

Vos te lo buscaste – dije apretándole y pellizcándole los glúteos.

Epa… eso no es un mordisco, te equivocaste, jajaja.

Es verdad, perdón - retruque deteniéndome mientras la atraía corriéndole el cabello dejando su cuello al descubierto.

No te creo – susurro ladeando la cabeza ofreciéndome la garganta, la bese suavemente tomando su piel con los labios.

Me encanta tu aroma

Despacio, Bebe… en un ratito llegamos… te estoy empezando a creer.

La primera canción es mía… te comprometo.

Una sola? – pregunto seductoramente.

Si el Pecoso me permite, todo el long play.

No creo que se oponga, esta muy entretenido.

Efectivamente, estaban unos pasos adelante, caminaban abrazados, Rita tomándolo por la cintura con la cabeza apoyada en el hombro y Mario magreándole las nalgas… entramos al duplex, Mirta y Rita fueron a la cocina charlando en voz muy baja mientras el Pecoso y yo fuimos al piso alto, nos pusimos ropa mas cómoda, sin hablar sabíamos que estábamos a punto de comenzar una noche donde todo valía, sin reclamos, oímos una suave música melódica que invadía el ambiente, bajamos y subieron ellas encerrándose en el dormitorio, Mario sirvió cuatro copas de vino y nos dispusimos a esperar fumando un cigarrillo.

Flaco, Rita me tiene de la nuca, vos te ofenderías si…? – me pregunto Mario.

Pecoso, en el fondo lo único que vamos a hacer es lo que ellas quieran, te digo mas, creo que ya lo tienen decidido – conteste con aire de suficiencia -

Te parece?... mira que no quiero tener ningún problema con vos.

Conmigo?, ninguno… solo tenemos que hacer lo que digan o sugieran.

Cuando bajaron no notamos ningun cambio, estaban igual a como habian subido, me pregunte para que lo habian echo, nos dejaron en el medio y ellas se sentaron a cada lado, Rita comenzo a restregarme su cuerpo y cuando yo intentaba acariciarla en su intimidad lo impedia, sonriendo y dandome besitos, pero lo impedia.

Rita, que pasa?

Te lo advertí, estas castigado.

Porque?

Por lo que hiciste en el restaurante.

Pero… si estuviste de acuerdo.

Para nada, te dije varias veces que no lo hicieras.

Es cierto, pero al final me dejaste.

No quise hacer un escándalo, pero ahora estas castigado.

No seas mala.

Mala?... malísima, vas a aprender a hacerme caso.

La verdad, no te entiendo… y cuanto va a durar el castigo?

No lo se, tengo que pensarlo… - se levanto dejándome con la palabra en la boca y estiro las manos invitando a Mario a bailar, este me miro, yo me encogí de hombros y se puso a bailar con Rita.

Que carucha… algún problema? – me pregunto Mirta desplazándose por el sillón y acercándose.

Creo que no.

Si me invitas con una copa, lo charlamos, querés? - me deje llevar hasta el otro lado del desayunador con un gesto me indico que me sentara en uno de los bancos altos, acerco otro e hizo lo propio metiendo sus piernas entre las mías, tomo su copa invitándome a brindar en silencio, bebimos, apoyo su copa y con la mirada me indico que hiciera lo mismo.

Cuando quieras la primera canción es tuya – dijo tomándome las manos - Huyy, las tenés heladas – me dijo llevando mis manos a sus muslos y cruzando las piernas atrapándolas.

Puede ser, la copa esta fría.

Y mi pierna?

Calentita.

Nada más?

Suave.

Te gusta?

Mucho

Las podes dejar hasta que me saques a bailar – respondió sonriendo –

Entonces olvidate de bailar.

Porque?

Quiero seguir acariciándote.

Bailemos, en una de esas tenés suerte.

Se levanto, poniéndose delante mío, con sus manos tomo las mías llevándolas a su cintura y juntos fuimos apagando luces hasta dejar solo la de la cocina lo cual hizo que el ambiente quedara en una agradable penumbra, en la misma posición comenzó a moverse lentamente al compás de la música, pegando su espalda con mi frente, la acaricie hasta donde me dieron las manos, con las suyas tomo mis glúteos atrayéndome, ladeo la cabeza ofreciendo su cuello, despedía un aroma arrebatador, lo recorrí con la punta de la lengua ensalivándolo… mordisquee el lóbulo de la oreja… - Me encantan tus besitos – murmuro mientras giraba poniéndose de frente.

En serio?

En serio… besame… así… despacito… suave – susurraba apoyando tu anatomía a la mía – que bien se siente.

Tengo calor.

Te puedo ayudar? – dijo comenzando a desabotonarme la camisa –

Por favor, hacélo.

Te gusta? – pregunto quitándome la camisa.

Me encanta… pero me gustaría más si vos hicieras lo mismo.

Ayudame

Me gustaría ver como lo haces.

Un streep tease?

Te animas?

Nunca lo hice.

No te creo.

De verdad, hay muchas cosas que nunca me anime a hacer.

Contame.

Ahora?

La noche esta en pañales.

Es cierto… jamás me desvestí seduciendo a mi hombre… "eso es cosa de locas, una señora casada no hace eso"

Ya no estas casada, podes hacerlo.

Y si no me sale bien?

Te tengo mucha fe, siento que te va a salir como a una profesional.

Epa, epa… que tenemos acá? – dijo acariciándome el falo por sobre el pantalón –

Es mi amigo que se muere por verte.

No creo, ya me conoce – respondió sonriendo seductoramente.

  • De vista nada mas, jamás te toco, además fue hace mucho, para mas datos el año pasado, casi se olvido.

Y… tiene muchas ganas de tocarme.

Casi tantas como yo.

Vos crees que si le doy un besito le gustara? – manifestó mientras besaba mi pecho descendiendo lentamente.

No se… proba

Vos sos muy pícaro… y cómodo… me ayudas?

No puedo, tengo cosas más importantes que hacer. – (a esa altura de la charla yo ya estaba totalmente desinhibido, seguro de mi mismo, pensé que si las vacaciones iban a ser como ellas las querían, pues yo no iba a ser el que lo impidiera)

Que?

Mirarte… decidir donde te acaricio primero… que parte besar

Bueno, bueno, ahora sos el que yo conozco, así me gusta mas.

Todo merito tuyo, querés bailar un ratito?

Me encantaría.

Mario y Rita hacia rato que estaban muy juntos, moviéndose lentamente al compás de la música, totalmente ajenos a nosotros, Mirta se descalzo y estiro los brazos invitándome a que me acercara, negué con la cabeza indicándole que lo hiciera ella, sonriendo se aproximo danzando

Te gusta mandar?. – pregunto susurrando

Lo intento.

Entonces vamos a tener un problema.

Porque?

A mi también me gusta.

Eso tiene solución.

Cual?

Una vez cada uno.

Epa… tengo que entender que hoy no va a ser la única vez.

No te quepa ninguna duda, hoy va a ser la primer mejor noche de tu vida.

No te agrandes… tuve algunas muy buenas veladas nocturnas… y diurnas.

Cuando termine con vos y compares, vas a ver que solo fueron preparativos para hoy. – respondí siguiendo el juego que ella había propuesto –

Huyy… que miedo… no será mucho para una pobre ancianita? – contesto con una mirada sobradora -

Comenzamos a bailar en silencio, la bese por todas sus partes descubiertas, la acaricie descaradamente sobre la ropa, introduje las manos a través de su vestimenta sobándole las nalgas a discreción… inconscientemente la compare con Rita y Graciela, físicamente estaba en el medio, buena cola, muy apetecible, poco menos voluminosa que la de Rita, algo mas firme, pero blanda al lado de la de Graciela, lindas tetas, sensiblemente mas chicas que las de mi vecina pero enormes con respecto a mi Enanita, casi la misma altura de su amiga y 12/15 cm. mas alta que Graciela, era la mas lanzada, tenia una mirada y actitudes muy seguras totalmente consciente que podía hacer lo que quisiera cuando se lo propusiera, en fin, una mina de cuidado con la que si no utilizaba toda mi "experiencia" el resto de las vacaciones las iba a pasar solitario en la cama para poder reponerme de la primera noche.

El tiempo paso volando, mimándola, besándola y acariciando sus partes mas intimas con su total complacencia, esquivaba sus respuestas permitiéndole solamente que me besara del pecho hacia arriba y que me acariciara a partir de la cintura, intento restregar su sexo con mi muslo, también se lo impedí interponiendo una mano entre los dos

Dejame, no seas malo. – murmuro mirándome a los ojos.

Mas tarde – respondí manteniendo la mirada.

Ahora – contesto intentando acariciarme el falo.

Mas tarde – reitere tomándole firmemente la mano.

Quiero tocarte – pidió procurando deshacer mi apretón.

Mas tarde – repetí manteniendo apretada su mano y girándola hasta ponerla de espaldas a mí.

Cuando? – pregunto haciendo a un lado el cabello descubriendo seductoramente el cuello y parte del hombro.

Después del streep tease - respondí besándole suavemente el hombro.

Sos un cargoso, no te lo voy a hacer – contesto girando la cabeza y mirándome fijamente.

Entonces bailaremos toda la noche – rebatí posando mis labios en los suyos humedeciéndoselos con la punta de la lengua.

No podes hacerme esto – objeto tomándome de la nuca para besarme profundamente.

Querés apostar? – dije respondiendo a su beso y abrazándola fuertemente, tomándole con una mano un pecho haciéndole sentir mi sexo en el nacimiento de la espalda.

No seas malo, por favor no me obligues – pidió apretándose contra mi mientras ponía una mano sobre la mía ejerciendo presión para que le sobara los pechos.

No te obligo Bebe, no lo hagas si no estas de acuerdo.

Cuando estemos solos te prometo que lo hago… Si?

Es una promesa?

Prometido

Refrendalo con un beso. – respondí ofreciéndole la boca.

Prometido, prometido, prometido – reiteraba girando hasta enfrentarme, besándome furiosamente tratando restregar su anatomía contra la mía.

Habíamos acordado que eso seria después del streep tease.

No lo puedo creer, sos imposible. – protesto intentando alejarse.

No protestes – dije atrayéndola hacia mi, abrazándola de costado y manoseándole los pechos y descendiendo la caricia a través de la ropa hasta llegar al monte de venus… hice contacto con su vagina, estaba húmeda, casi mojada, tibia, receptiva… la acaricie entusiasmado por su pasividad… comenzó a moverse al compás de la música abriendo las piernas facilitando mi labor… separe sus labios mayores lentamente con los dedos índice y anular… me llamo la atención el tamaño de su clítoris, al tacto calcule no menos de 2 cm. lo acaricie girando alrededor el dedo medio… parecía ronronear al respirar desacompasadamente… le introduje la primera falange mientras nos besábamos profundamente, lo metía y sacaba lentamente rotándolo y haciendo contacto con las paredes de ese túnel calido y deseoso de ser penetrado… movía la cadera intentando engullir mas y mas el dedo invasor… yo seguí con el juego de penetrarla sin hacerlo, retirándolo a medida que adelantaba sus intimidades… - Metémelo, por favor – pedía infructuosamente, (juro que me moría de ganas, pero yo insistía obstinadamente en el juego)… con la yema de los dedos le tome el clítoris apretándolo delicadamente… sentía una rara fascinación al tocar su pequeño pene, parecía que al acariciarlo aumentaban sus humedades, - Te gusta, putita? – Siiiiiii, seguí -, de golpe cerro sus piernas atrapándome la mano, se colgó de mi cuello abrazándome y jadeando me ordeno – Metémelo, guacho – se lo introduje bruscamente moviéndolo en forma violenta… su orgasmo me inundo la mano… continué el movimiento rotatorio metiéndolo y sacándolo hasta que sentí que aflojaba el abrazo totalmente relajada… con la otra mano la tome de la cintura y me dirigí hacia uno de los bancos altos que estaban al lado del desayunador, obligándola a sentarse sin dejar la penetración – Ya esta, basta, dejame un ratito -, sin hacerle caso, comencé a besarle la cara sobandole los pechos con la otra mano… me tomo la mano con firmeza obligándome a retirarla, lo hice y me la lleve a la boca degustando sus jugos… la retiro de mi boca llevándola a la suya lamiéndome los dedos.

Sabes… es la primera vez que pruebo mis flujos.

No te creo – respondí continuando con los mimos.

En serio… y no me desagrado… verte a vos haciéndolo me dio curiosidad.

A mi me encanta probar todo lo de la mujer con la que comparto intimidad, excepto lo escatológico.

Tengo alguna referencia, Rita me contó algunas cosas que hacen.

Mirta… te puedo pedir un favor? – respondí con gesto serio.

Claro.

Rita es Rita, Mirta es Mirta, esta claro?

Clarísimo… pero yo también te quiero aclarar alguna cosita.

Dale

El sexo oral me pone en clima.

Espectacular, nos vamos entendiendo, a mi también me excita el sexo oral. – respondí sonriendo mientras intentaba besarle los pechos, siempre sobre la ropa.

Espera degeneradito, que entendiste? – pregunto tomándome de los cabellos obligándome a levantar la cara hasta enfrentarla.

Que te gusta el sexo oral.

Me refiero a hablar de sexo – respondió con una amplia sonrisa – para que lo entiendas mejor, hablar de sexo me pone en clima.

Y practicarlo?

También, tonto… pero trata de entender que somos de dos generaciones distintas, Rita me contó que sos muy creativo.

Creativo?... para nada… creo que en las relaciones amorosas todo vale.

El todo vale, es lo que marca la diferencia generacional, los jóvenes son muy revolucionarios y algunas de las cosas que proponen… como decirlo… me dan un poco de vergüenza.

Diferencia generacional… jóvenes creativos… veteranas vergonzosas… estos temas me resultan conocidos.

Lo se, ya los charlaste con Rita.

También los converse con ella.

Y con quien más?

Con nadie, olvidate.

No… dale, con quien mas? – pregunto entre intrigada y divertida.

En serio queres que profundicemos sobre estos temas?

Me encantaria conocer la opinión de un experto – respondió sonriendo desvergonzada.

Si querés conocer la opinión de un experto habla con otro, yo puedo hablarte desde mi punto de vista personal, pero te aviso que es totalmente parcial e interesada.

No importa, no te olvides que soy docente, estoy acostumbrada a tratar con adolescentes y tengo alguna experiencia en separar la paja del trigo.

Me parece que esta charla es una estrategia para que me olvide del streep tease. – respondí con una sonrisa sarcástica.

No seas tonto, casi me tenés convencida, sigamos con el sexo oral, jajaja, que el clima se esta caldeando y puede que te sorprenda… con quien mas lo charlaste? – contesto besándome la mejilla cariñosamente.

Hace memoria y ubicate hace un montón de tiempo en Bachin.

Es cierto!!!, estabas con una chica algo mayorcita, con ella tiene que haber sido.

Efectivamente con ella lo hice, fue la primera vez que charle este tema de la brecha generacional, lo que nunca imagine es que podría tener tantas variantes.

Porque?

Mira, estoy descubriendo que cada persona es un mundo distinto, cada uno tiene motivos diferentes para actuar como actúa, en su fuero intimo totalmente validos, generalmente incomprensibles para el resto de la gente.

Eso es cierto, te agrego un dato para desorientarte un poco mas, los humanos también nos arrogamos ser jueces muy severos de las actitudes ajenas y nos ofendemos si nos miden con la misma vara con la que nosotros medimos a los demás.

Me estas jodiendo.

Para nada… somos malos bichos.

Vos, mal bicho?... no creo… y en el peor de los casos, sos un bichito encantador – respondí acariciándole la mejilla y besándola en el mismo lugar –

No crezcas nunca, Trampita, y si lo haces trata de conservar esta frescura, sabes… hoy cuando caminábamos por el pueblo le comentaba a Rita que tenía ganas de volver a ser chica para correr divertida como lo hacían ustedes sin importarme nada.

Y porque no lo haces?

Ni loca, te imaginas lo que pensarían de mí.

Cual es el problema?... estas de vacaciones y te divertís con tu "familia".

No, Bebe, es muy difícil vencer prejuicios arraigados hace tanto tiempo.

Sos una tonta.

Puede ser… pero me estas cambiando el tema, sigamos con la brecha generacional y todas esas cosas.

El tenor de la conversación se había desviado totalmente de mi objetivo principal, tener sexo por primera vez con Mirta, pero no me importo demasiado la charla era por demás interesante, además pensé que buceando en su interior tal vez encontraría sus puntos débiles y en el futuro podrían servir para concretar el mencionado objetivo principal, por lo que me dispuse de buena gana a dialogar.

Bueno… te confieso que nunca tuve intimidad con chicas de mi edad.

En serio? – pregunto extrañada.

Nunca… he tenido algunas novias con las que no pase de mimos, besos y caricias… aunque debo reconocer que jamás me emplee a fondo.

Claro… total… tenias donde terminar lo que empezabas con otra.

Y… si…, pero no es tan así… dicho de esa manera suena feo.

Puede sonar feo, pero es la verdad.

No, es una verdad relativa… a ver… como decirlo para que quede claro

Me gustaría escucharla.

No me apures, no es fácil… solo tuve relaciones intimas con dos mujeres y como sabes bastante mayores… con cada una la paso fenomenal y no me refiero solo a lo sexual, las dos son dos mujeres con todas las letras… y aun me cuesta entender porque se fijaron en mi.

Cuando termines de contarme, te voy a ayudar a entender a Rita.

Te lo voy a agradecer, entonces de ella no hace falta que hable.

Si, se que piensa ella pero me gustaría saber que pensas vos.

Esta bien, con cual querés que empiece?.

Con la primera, luego Rita y por ultimo yo.

Si con vos no paso nada.

Nene, algo hicimos, para vos no fue nada?

Si… algo fue… pero

Bueno, menos mal, por un instante me hiciste preocupar, dale, empeza por la mas jovencita, jajaja.

Jajaja, es cierto, es la más nena… a Graciela, así se llama, la conocí una tarde en… (le conté donde y cuando había tenido mi primer contacto) tres años mas tarde… (relate detalladamente las circunstancias de nuestro segundo encuentro e hice una somera referencia a nuestra primera intimidad en su departamento) con el correr del tiempo nos fuimos tomando confianza y nos contamos sentires que afianzaron la relación hasta estos días.

Espera un poco, tu capacidad de síntesis es asombrosa, debo entender que cuando la conociste estaba bien, luego no tanto y vos le solucionaste todos sus problemas… no me cierra.

Mirta, hay detalles que solo nos atañen a nosotros.

Respeto tu discreción, es mas, sabia que sos muy celoso de la intimidad de quien te confió un secreto… lo que me gustaría saber es que pensas de ella.

No lo se, a veces creo que la quiero demasiado y que con el tiempo nos vamos a hacer daño, hoy la veo feliz, parecería que encontró conmigo lo que no le da su novio, tengo miedo que se aferre con uñas y dientes a nuestro romance y que cuando su casamiento este al caer se quiebre y haga una locura.

Tan metida esta con vos?

Un poco más.

Tanto?... Huyy… que lío… pero sabes, algo sospechaba, no tanto, pero andaba rumbeada.

Como es eso?

Mira pendejo, vos tenés una particularidad que si la aprendes a explotar vas a tener muchas satisfacciones en la vida, sos un tipito naturalmente seductor, cariñoso, muy mano larga, y fundamentalmente sabes oír, eso hace que sin proponértelo crees un cóctel muy embriagador y peligroso para cualquier mujer no muy segura de si misma… por distintas razones, a veces como a Graciela, una chica que, por lo que me contaste, no se siente valorizada en su justa medida por el tipo que eligió para el resto de su vida, otras como Rita, a quien su familia y amigas la rodean de cariño pero nadie le tocaba una teta hasta que apareciste vos y se dio cuenta que todavía podía calentar a un tipo, demasiado joven pero con lo necesario para hacerla vibrar. – me dijo con un tono muy firme.

Mirta, no tengo la intención de aprovechar nada, si lo que decís es cierto, pues me sale solo. – respondí sorprendido.

Te creo… ahora contame sobre Rita.

Que te puedo contar que no sepas o intuyas?

Lo que te venga a la cabeza.

La conozco desde que me acuerdo, siempre fue la tía del Enano, una vecina mas, poca relación, buenos días, buenas noches, que calor, parece que va a llover, y un día sin saber porque al encontrarla en la calle por casualidad, me salio invitarla a tomar un café y sin darme cuenta quise darle un beso, al dárselo me pareció que le había gustado y todo lo demás se me vino encima.

Otra vez la síntesis, de nuevo no me cierra.

Es que no tengo otra forma de decirlo, en el fondo yo no busque ninguna de las relaciones, se fueron dando y me deje llevar.

No te fue nada mal.

Mal?, todo lo contrario, es una mina a la que quiero mucho y encima me gusta.

Es un lindo tipo de mujer, se lo dije infinidad de veces pero cuando una mujer se lo dice a otra no es creíble.

Son raras ustedes, no?

Rarísimas, a veces hacemos cosas que si las pensáramos dos veces podes estar seguro que no las haríamos.

Por ejemplo?

Estar de vacaciones con ustedes, no te resulta raro?

Y, si, digamos que no es muy común.

Para nada…bueno, bueno… me llego el turno.

Dejémoslo para otro momento, no te conozco lo suficiente.

No seas caradura, a mi no me vas a hacer creer que no hablaste nada con Mario – dijo sobradora.

Aunque no lo creas, es así… pensalo, la mayoría de las veces estuvimos los cuatro juntos, que me podría contar que no haya visto? – respondí también sobrándola

Tenés razón, pero igual tendrás alguna opinión formada sobre mi – contesto en un tono mas conciliador.

Querés que sea honesto?

Hasta ahora lo fuiste?

Totalmente

Seguí siéndolo, no cambies.

Cuidado que a veces ser honesto puede no caer bien

A esta altura de mi vida, pocas cosas me van a asombrar, te escucho – replico ya sonriendo.

Me muero de ganas de hacer el amor con vos – dije en tono firme

No tenias necesidad de ser tan honesto… pero yo te lo pedí y me atengo a las consecuencias… y porque?

Porque, que?

Porque querés hacer el amor conmigo?

Porque soy muy joven pero educado y es la forma mas caballeresca que conozco para decir que te quiero coger.

Venias bien, no seas bruto, insisto, porque querés hacer el amor conmigo?

Porque me gustas y siento que la vamos a pasar muy bien – respondí reiniciando mis arrumacos.

Y que me harías? – pregunto aceptando mis caricias sonriendo mientras se humedecía los labios.

Todo lo que me permitas.

Y si algo no te permito?

Vería la forma de hacerte cambiar de idea.

Y si me mantengo?

Te violo

No te creo

Probame

Que me harías?

Nada hasta que no me hagas el streep tease.

Sabes que en serio, sos un mocoso muy mandón – afirmo ofreciéndome sus labios.

La próxima vas a mandar vos – respondí besándola profundamente.

Estas muy seguro que va a haber una próxima – murmuro seductoramente

Muy seguro, aunque sea para que la que mande seas vos.

No te conviene, puedo ser muy vengativa – dijo apoyando su anatomía contra mi cuerpo.

Correré el riesgo – respondí sobándole los glúteos.

Valiente – replico sonriendo y tratando de acariciarme el sexo.

Mas tarde – replique tomándole la mano.

Ya se, primero el streep tease.

Exactamente.

Sos muy tenaz, me encanta, mereces un premio, acompañáme – cuchicheo mientras me tomaba la mano y se dirigía al piso alto – pero tenemos un problemita – continuo diciendo con una mueca picara.

Que paso?

Parece que nos ocuparon el lugar.

En ese momento me di cuenta que Mario y Rita habían desaparecido, todo estaba bien, sus ausencias presagiaban unas vacaciones a todo tren.

No importa, tenemos toda la planta baja para nosotros, quiero el premio – dije besándola en los labios.

No es lo mismo, me gustaría algo mas intimo… te prometo que mañana me desvisto para vos, vas a ser el único espectador de mi show, ahora te doy el premio consuelo, se buenito – me dijo acariciándome el pecho y ofreciéndome los labios.

Con una condición.

Cual?

Mañana también mando yo.

Depende como te portes hoy.

Su aparente seguridad hizo que por un instante me arrepintiera de haberme comportado en forma tan arrogante, prometiendo algo que no estaba muy seguro de poder cumplir, me había metido en un terreno desconocido, a simple vista Mirta era una mujer con las defensas bien armadas, parecía no tener ningún hueco psicológico que pudiera aprovechar, pensaba desesperadamente y no podía encontrar ninguna situación similar ya vivida, sin darme cuenta, creo que fue el instinto, había comenzado a bailar tomándola de la cintura con ambas manos lo que hacia que estuviéramos con luz entre nuestros cuerpos, la observe y note su mirada expectante, me estaba cediendo la iniciativa. Lentamente comencé a pasarle las manos por la espalda acariciándola mientras la atraía hasta apoyar su cara en mi clavícula, con la mano izquierda le entrelace los cabellos de la nuca entre mis dedos tomándolos firmemente impulsándola a que me recorra el pecho hacia mi sexo, asintió con un gesto dejándose llevar… con la punta de la lengua circundo mis tetillas produciéndome placenteros escalofríos… continuo el descenso marcando el camino con calidos besos ensalivados arqueando la cintura, con la otra mano intente bajarme el pantalón – Dejame a mi – me dijo en voz muy baja, introdujo sus manos entre mis caderas y la ropa y comenzó a acariciarme el sexo mientras me desnudaba besándome a medida que descubría mi piel esquivando el pene… era una experta, estaba segura que yo no iba a durar mucho sin pedirle que me la mamara… recuerdo que en ese momento imagine a Mario intimando con Rita, esa imagen me trajo un sentimiento de celos mezclado con bronca, mi amigo me estaba haciendo "carnudo" con "mi novia", era cierto que habíamos acordado que si esta situación se daba, todo estaría bien, de hecho yo estaba haciendo lo mismo con "su novia" en un marco de complacencia y aceptación tacita entre los cuatro, pero igual me daba rabia, no se cuanto tiempo transcurrió mientras cavilaba volví a la realidad cuando sentí que mi pene era engullido por la boca ávida de Mirta, yo seguía aferrándola firmemente del cabello dirigiéndola instintivamente… con un suave tirón la obligue a que dejara de hacerlo y que me mirase, un hilillo de baba caía por la comisura de sus labios – No lo hago bien -, con otro leve impulso hice que se parara – Me encanta, lo haces muy bien, ese es el punto, si te dejo hacer, me muero – respondí besándola y lamiéndole el mentón sorbiéndole la saliva… - Que querés que haga? – pregunto con los ojos cerrados disfrutando la caricia – Nada, no hagas nada, dejate llevar -.

Termine con los últimos botones que quedaban prendidos en la blusa, echando los hombros hacia atrás la dejo caer, le pedí que abriera el cierre del corpiño, el que tome con los dientes quitándoselo… dos hermosas tetas aparecieron… magnificas… los pezones, marrones, apuntaban a mi cara invitando a que los besara… abrí la boca dejando caer la ya inútil prenda maravillado ante el espectáculo que brindaban – Te gustan?, te las presto un ratito – dijo sonriendo mientras agitaba el pecho provocando un vaivén sobrecogedor… las tome de abajo juntándolas y levantándolas hasta tenerlas a la altura de mi boca… pase reiteradamente la lengua ensalivando el valle que se había formado, sentí en mis mejillas el calor excitante que irradiaban…. con una mano mantenía mi cara enterrada en sus pechos y con la otra comenzó a masturbarme… era un momento embriagador, sublime, cargado de morbo… desabotone su falda, al bajar el cierre esta cayo sobre sus pies… introduje las manos entre la bombacha y su piel deslizándola hacia abajo, movía las caderas ayudando… comencé a bajar la cara besando centímetro a centímetro su aterciopelada piel… me entretuve pasando la punta de la lengua alrededor del ombligo mientras acariciaba con la palma de la mano su húmeda vulva… su mano me empujaba la nuca dirigiéndola lenta pero inexorablemente hacia su sexo… un tibio aroma indicaba el camino a seguir…. con sus manos separo los labios mayores – Ahí, Bebe… ahí – me impuso en un suspiro, no hacia falta, la orden llego tarde ya estaba besándole esa cavidad única que me atraía como un imán… apoyo un pie sobre el sillón facilitando los mimos, me tomo de las muñecas llevándome las manos hacia sus nalgas, las sobe de acuerdo al ritmo que ella misma imponía… parsimoniosamente me las fue conduciendo hacia su esfínter, introduje un dedo en su mojada vagina arrancándole un sordo quejido de placer, lentamente fui llevando sus flujos humedeciéndole el ano, me salive el dedo meñique y comencé a jugar, lo meto, no lo meto, lo meto, no lo meto, en cada "lo meto" aceptaba un poquito mas, envalentonado lubrique el dedo medio reemplazando al dedo chico, lentamente lo fue aceptando hasta que la palma de la mano hizo tope con los glúteos, lo deje descansar y le atrape con los labios el clítoris lamiéndolo y succionando, parecía crecer ante cada lengüetazo, un ligero temblor hizo que se le erizara la piel, - Mordéme, Bebe – dijo casi gritando mientras me aplastaba la cara contra su vagina, apreté los labios succionándolo como si en ello me fuese la vida… una cantidad increíble de flujos me indicaron que tuvo un orgasmo, luego me comento que estaba casi segura que se había orinado involuntariamente por lo que recibí innumerables mimos y caricias disculpándose, se desplomo en el sillón arrastrándome, sentí una fuerte punzada en el dedo al ser aplastado por su humanidad, no pude contener un quejido ante la dolorosa molestia, maldije para mis adentros convencido que había roto el clima.

Perdonáme Bebe, te lastime? – pregunto angustiada besándome la mano dolida.

Esos besos calman cualquier dolor – respondí sonriendo.

Y ahora? – consulto cambiando el gesto por una sonrisa pícara mientras ponía mi mano entre sus pechos y con las suyas los movía masajeándome la mano.

Un poco mejor, pero

Pero que?

Tal vez me calme completamente si me masajeas con otra cosa. – manifesté besándole los pezones.

Pero la otra cosa fue la que te lastimó – respondió con una mirada cargada de lujuria.

Es cierto, ahora tiene la oportunidad de redimirse.

Vos sos muy ladino – dijo besándome suavemente la mejilla.

Porque? – pregunte sabiendo hacia donde iba su comentario.

A vos te termina el dolor y me comienza a mí. – replicó ya participando totalmente en el juego erótico.

De ninguna manera, ante la menor molestia terminamos.

Lo se, eso no me lo contaron, recordá que la primera vez que lo hiciste con Rita yo estaba presente…los dos o ninguno. – dijo mientras llevaba mi mano a su boca

Pasaron muchos años y aun tengo grabada en la memoria esa imagen, yo sentado en el sillón, mi sexo en estado de reposo y Mirta acostada de lado afanándose para ponerlo en condiciones, lamiéndolo en toda su extensión… haciéndolo desaparecer en su boca mientras que con la lengua lo rodeaba acariciando el glande provocándome exquisitas sensaciones… sentía su calido respiración entrecortándose a medida que inevitablemente crecía en su boca… abandone mi actitud pasiva para manosearla hasta donde me llegaban las manos, recorrí cada poro de su piel palpándolo delicadamente como si estuviera explorando un territorio jamás hollado por un ser humano… me levante para arrodillarme al pie del sillón, la contemple detenidamente… abrió los ojos, un ligero rubor encendió sus mejillas y se cubrió pudorosamente el pecho con un brazo y con la palma de la mano escondió su sexo – Que haces? -, - Te guardo en mi memoria - respondí usando una formula que ya me había dado excelentes resultados -, por un instante quedo perpleja…- Sos un caramelito, te voy a comer todo – dijo reincorporándose y tomándome de la nuca, me beso invadiendo mi boca con su lengua, succiono la mía provocándome una ligera molestia… me aparte y tomándola por los brazos la obligue a que volviera a acostarse, nuevamente me miro e intento cubrirse, se lo impedí con un suave apretón y negando con la cabeza, cerró los ojos sonriendo.

Comencé a acariciarle la cabeza con una mano besándole los parpados con la otra la recorrí pausadamente desde los pechos hasta el monte de venus… roce sus labios con los míos humedeciéndoselos, entreabrió la boca dispuesta a recibir el beso que no le llego… con todo el tiempo del mundo me entretuve jugueteando con la lengua en sus pechos… lentamente los pezones comenzaron a hacer notar su presencia, los salive y sople, su piel se erizo tomando la textura de un suave papel de lija, mientras me deleitaba chupando y mordiendo esos deliciosos botones la penetre con el dedo medio… un ligero estremecimiento acompañado de un suspiro me indico que estaba en el camino correcto… advertí su mano palparme el pecho descendiendo buscando mi sexo… me tomo los testículos ahuecando la mano… sentí como me acariciaba el pene masturbándome… - No lo hagas – ordene con voz firme mientras abandonaba mis caricias y tomaba su mano apartándola.

Me incorpore ubicándome arrodillado entre sus piernas sin dejar de invadirla con mis dedos… le hice levantar las piernas poniéndolas sobre mis hombros y comencé a restregar mi sexo en el suyo mientras le sobaba las tetas pellizcándole los pezones… me deje caer sobre su pecho lo que hizo que arqueara aun mas la cintura, me afirme acodándome sobre el sillón al costado de su pecho y comencé a besarle el cuello ensalivándolo… - Metétela – dije imperativamente -… paso su mano entre las piernas y tomándome el miembro lo ubico en la entrada de su vagina… me quede quieto mirándola, tenia los ojos y la boca cerrados esbozando una sonrisa disfrutando a cuenta de lo que venia, me abrazo y cruzo las piernas por mi cintura atrayéndome, resistí su atracción retirando levemente las caderas – Que pasa? – pregunto abriendo los ojos, - Ese no es exactamente el lugar que tenia pensado – respondí sabiendo que no era el momento – Querés cogerme por el culito? – no termino de decirlo y me deje caer furiosamente, un prolongado quejido acompaño mis acometidas… fueron no mas de nueve o diez embestidas violentas, en las que sentí golpear su coxis contra mis testículos, cuando un fuerte abrazo y un beso penetrante apagaron los gemidos que acompañaron su clímax… repentinamente cese mis movimientos con el miembro profundamente clavado en su vulva meneándolo en forma rotativa para hacer contacto con las paredes, mientras lo aflojaba y endurecía moviendo los músculos púbicos… prolongue el beso como tratando de ocupar toda su cavidad bucal con mi lengua, sentí como aflojaba la presión de sus piernas en mi cintura y súbitamente alce las caderas retirándome, un débil "plop" se escucho en el silencio del ambiente, sus líquidos anegaron la zona, yo estaba a punto de estallar, la mire, un rictus de laxitud me hizo pensar "es ahora o nunca", me incorpore sosteniendo con una mano sus piernas con la otra me tome el pene refregándolo en su clítoris y en el camino arrugado que une el ano con la vulva… los ojos cerrados, una sonrisa, su rostro relajado y sus suspiros me incitaron a que continuara mimándole el pequeño pene, sin descuidar mi objetivo – Así, mi bebe… si… haceme lo que quieras – murmuro como hablándose a si misma – puse sus manos indicándole que se sostuviera los muslos y una vez liberado de esa tarea, la penetre con dos dedos y con el pulgar le masajee el clítoris, comenzó a temblar nuevamente apoyando las piernas en mis hombros, no se si fue un nuevo orgasmo o los remezones del anterior, la cuestión fue que comenzó a mascullar palabras ininteligibles… aproveche su momento de éxtasis, apoye el glande en su ano y cuando note que se aflojaba comencé a empujar lenta pero firme, increíblemente su agujero devoraba mi sexo… lo saque y metí cada vez mas profundamente hasta que sus nalgas chocaron con mi pubis – Rompeme Bebe, que bien se siente -… sus palabras me descontrolaron… el ida y vuelta hizo que mi respiración se entrecortara… un violento cosquilleo y una sensación de ingravidez me invadió… era un polvo inolvidable, me apretaba cuando me retiraba y aflojaba ante cada acometida… me hizo eyacular como no recordaba… me desplome y me abrazo fuertemente… su abrazo fue lo ultimo que recuerdo de esa noche.

lones – escuche como un sonido lejano

Que? – pregunte con los ojos que se negaban a abrir.

Arriba dormilones – ahora había escuchado la frase completa, y mis ojos insistían en permanecer cerrados.

Como? – volví a preguntar intentando entender lo que había escuchado.

Vamos… arriba… que el desayuno esta servido – escuche la misma voz que trataba de incentivarme.

Decile que no estoy – respondí abriendo los ojos mientras una luz enceguecedora hería mis pupilas.

Vos desperta a tu novia, yo me encargo de el – otra voz un poco mas aguda me fue trayendo a la realidad y sentí un besito muy leve en mis labios.

No grites por favor – dije esbozando una sonrisa, Rita estaba en cuclillas a mi lado, acariciándome la cabeza.

Que nochecita que tuvimos, no? – afirmo y pregunto sonriente.

Y… si… fue una larga charla – respondí tratando de ganar tiempo para lograr ubicarme en tiempo y espacio.

Larga charla?... te voy a dar a vos, - recrimino sonriendo – Bueno, vamos, arriba, ahora una ducha, te terminas de despertar y charlamos en el desayuno.

Que hora es? – pregunte intentando quedarme en la cama un rato mas.

Hora de levantarse – respondió poniéndose de pie.

Es una pesada, no le discutas, cuando se le pone algo en la cabeza no hay quien la aguante, jajaja – intervino Mirta.

Dale, flaco, movete que tenemos mucho que charlar – acoto Mario.

Mirta se levanto, pasando sobre mi cuerpo, ayudada por la mano de Mario, una vez de pie sin soltarlo lo atrajo y estampándole un beso en la boca le espeto – Dormiste bien, mi amor? -, - Casi tan bien como con vos – respondió Mario devolviéndole el arrumaco, - Zalamero -, dicho esto comenzó a subir las escaleras moviendo exageradamente las caderas ante la risa general.

Todo esta bien, Bebe – me dijo Rita dándome un beso en la mejilla ante la mirada aprobadora de Mario – Acompañáme a terminar de preparar el desayuno – dijo tomando de la mano a Mario.

Me dirigí al piso alto y me senté en un de las camitas, me llamo la atención tanto silencio, sin darle importancia prendí un cigarrillo pensando que si lo que estaba viviendo me lo hubiera contado cualquiera de mis amigos no se lo hubiera creído por mas que lo jurara sobre las Santas Escrituras, a mi me costaba creerlo siendo uno de los protagonistas, por un instante se me cruzo la imagen de Graciela… que estaría haciendo?... pensaría en mi?... seria maravilloso que las vacaciones hubieran sido con ella…, me estaba agarrando un sentimiento nostalgioso culpable cuando oí correr el agua de la ducha, apague el pucho y fui al baño, Mirta estaba con los ojos cerrados dejando que el agua le de en la cara frotándose el cuerpo enjabonado, mi entrada la sobresalto,

Me asustaste

Perdón, no fue mi intención.

Que haces? – pregunto al ver que me acercaba

Yo también me quiero bañar – respondí como la cosa más natural.

No podes esperar a que termine.

Por supuesto.

Espera afuera un poquito, ya casi termino.

Ufa… te enojaste.

Bebe, todo junto no, dame tiempo… te estoy empezando a tener miedo.

Me retire desconcertado, "dame tiempo", esa frase ya la había escuchado, se estaba transformando en un factor común… tiempo para que?... porque?... no entendía… termino de bañarse y entre yo – Apurate, te espero y nos vestimos juntos -, termino de confundirme "nos vestimos juntos". Termine de bañarme y salí con la toalla atada en la cintura, se abalanzo ofreciéndose, le di un beso en la mejilla y dije que nos vistiéramos ya que nos esperaban abajo, - No estés enojado mi amor, después te voy a explicar -, - No estoy enojado, solo confundido, no te entiendo -, - Yo también estoy confundida y tampoco me entiendo, solo te pido un poquito de tiempo, si? – respondió dándome un beso que sentí cariñoso, - Bueno, pero exijo una explicación -, - Que querés que me ponga -, dijo abriendo el placard, elegí un conjunto sencillo de short y remera y le dije que obviara la ropa interior, lo cual acepto con un mohín muy seductor.

Encontramos a Rita y Mario acomodados en una mesita armada bajo un frondoso nogal, antes habian regado el jardín, el aroma a tierra mojada y la sombra de los árboles conformaban una escenografía bucólica que invitaba al dialogo.

De ese desayuno, casi almuerzo, surgieron algunas cosas, para mi sorprendentes, las cuales acepte con la mejor cara de jugador de póquer, a pesar de no estar muy de acuerdo con algunos puntos, pero debía conservar la imagen de "joven experto y muy maduro para mi edad".

Las chicas habían pensado, descontando nuestro consentimiento, que todos conformábamos una fraternidad y recalcaron que no existía ninguna posibilidad de celos, egoísmos o reproches mientras duraran las vacaciones, que no necesariamente teníamos que estar todo el tiempo juntos, cada uno podía hacer lo que le viniera en ganas solo o en pareja siempre y cuando el resto supiera cual era el plan, que pasara lo que pasara el respeto privaría por sobre todo, que podíamos o no estar de acuerdo pero ellas por ser mayores debían velar por nosotros, este ultimo punto me volvía loco, resultaba que podían comportarse como madres o profesoras y debíamos obedecerlas pero también podían ser dos adolescentes como nosotros, esta posición ambigua no la entendía, pero lo habían aclarado perfectamente "podíamos o no estar de acuerdo", así debía ser.

Increíblemente lo que para mi era el tema central no se toco, la charla se prolongo durante un largo rato hasta que Rita anuncio que era hora de almorzar, Mario y yo preparamos la mesa y las chicas se ausentaron a preparar la comida, era el momento de intercambiar experiencias con mi amigo, pero ninguno se animaba a dar el puntapié inicial.

Flaco, dejemos de dar vueltas, como te fue con Mirta?

Bien – respondí como no dándole importancia.

Solo bien?, yo pase una noche increíble, la viejita me mato, jajaja

Lo imagino, en la catrera (cama) es una fiera – conteste distendido – Mirta también, parece que la tenés bien entrenada, jajaja.

Te cuento un secreto… Rita es mas dócil, me dejo hacer casi todo lo que quise, pero no la pude convencer que me diera el culo, dice que es solo tuyo… ni siquiera me dejo dedearla, la verdad, te envidio, jajaja

Es su decisión, yo jamás le dije nada.

Te salio fiel, jajaja, mira que son raras las mujeres, quien las entiende,

No te esfuerces, creo que ni ellas se entienden

Y a quien le importa?, para mi esta todo bien, y para vos?

Perfecto… cambia de tema que ahí vienen

De que hablan, amores? – pregunto Rita sonriendo.

Nada en particular – respondió Mario –

Son dos mentirosos, nosotras tampoco estuvimos hablando, jajaja – intervino Mirta.

En serio, hablamos sobre lo lindo que es esto y nos preguntábamos cuando íbamos a ir a la playa, queremos lucirnos con nuestras madres, jajaja – acoto Mario.

Nosotras también queremos lucirnos con nuestros hijos, jajaja – dijo Rita.

Con los pocos utensillos que disponían se arreglaron perfectamente para preparar el almuerzo, fue una excelente comida que no solo satisfizo el apetito sino que además halago el espíritu por lo bien presentada que estuvo, se lo hicimos saber felicitándolas, cada una agradeció su parte, Mirta como cocinera y Rita como decoradora, entre charlas, risas y algún que otro mimo la sobremesa se prolongo hasta casi haber hecho la digestión (otra de las condiciones que nos impusieron, nada de playa hasta dos horas como mínimo después de haber comido). La modorra producto del calor, la charla que naturalmente se fue raleando, la pesadez de una buena comida mas la flojera de una agitada noche comenzó a afectarnos a todos, Rita anuncio que estaba rendida, que prepararía dos reposeras en la sombra y que si alguno (mirándome fijamente y estirando la mano) quería acompañarla iba a ser recompensado con una buena dosis de mimos, aclarando que seria mas tarde porque en ese momento no estaba en condiciones. Me levante y la tome por la cintura – Tenemos una charla pendiente – me dijo Mirta, - Después de la siesta, te lo devuelvo – le respondió Rita… todo el cansancio acumulado se me vino encima, creo que me dormí mientras me sentaba en la reposera y antes de apoyar la cabeza.

Desperté sobresaltado y tratando de entender donde estaba, en el suelo y sobre una loneta estaba Mario desparramado durmiendo placidamente, de las chicas ni noticias, en el jardín solo estábamos el Pecoso y yo, me levante, entre a la casa, termine de despabilarme al lavarme la cara con agua fría, las camas estaban acomodadas y el silencio inundaba los ambientes, prepare un mate y fui a despertar a mi amigo, no respondió a los estímulos orales y recién lo hizo después de darle un puntapié en las costillas.

Que haces, boludo?

Querés un mate?

No jodas, dejame dormir

Dale, haceme gamba (acompañáme)

Que hincha pelotas, dame uno.

Toma… que sabes de las veteranas?

Rita tiene unas tetas espectaculares y Mirta un culo de película

En serio boludo.

Hablo en serio…, vos le viste el culo a Mirta?

Si, se lo vi.

Y que te parece?

Esta para comérselo

Apenas se descuide, te cuento.

Bueno, ahora decime, que sabes de las veteranas?

Nada, porque?

Desaparecieron.

Deben haber ido a comprar algo.

Te parece?

Seguro, dame otro mate, ya me desvelaste

Media pava mas tarde, aparecieron sonrientes cargando sendas bolsas, habían ido a comprar carbón y carne para hacer a la parrilla, con algunos chorizos y morcillas además de un pollo para guardarlo ya cocinado, adujeron que querían conocer nuestras dotes como asadores, cenar en la casa para ir a dormir temprano así al día siguiente nos despertábamos de madrugada para aprovechar el día en la playa. Renové el mate y charlando paso el tiempo… aun era temprano para comenzar el fuego y le propuse a Mirta salir a dar una vuelta para charlar lo que teníamos pendiente, cruzo una mirada de inteligencia con Rita y acepto.

Para donde vamos? – pregunto

No se, decidí vos, yo no conozco.

Te parece para el lado de La Lucila del Mar, son como 30 cuadras.

Vamos.

Te debo una explicación.

No es para tanto, pero me gustaría saber como viene la mano (que esta pasando)

Seguramente va a haber cosas que supongo ya imaginaras, y otras que estoy segura que ya oíste en boca de otra.

Soy todo oídos.

Cual querés primero?

No se, decidí vos, yo no conozco.

Tonto… ya nos alejamos bastante, agarráme, el contacto físico me da confianza.

Y un besito? – pregunte tomándola del hombro.

Mejor, mas confianza… bueno… empiezo por la mas fácil… ustedes llegaron en el momento justo, lo de Rita ya te lo dije anoche, tiene afectos por todos lados pero le faltaba alguien que la hiciera vibrar y lo encontró donde menos lo esperaba, yo estaba en un situación similar, con alguna diferencia, al vivir sola a veces extrañas un poco la contención aunque sea familiar, por otro lado abandone el luto antes que ella.

Eso me interesa, como fue?

Despacio, no me apures - respondió sonriendo – hace unos años daba clases en dos colegios, uno en el que conocí y me hice amiga de Rita y otro en Morón (localidad cercana en el oeste del Gran Buenos Aires), ahí tenia un compañero, profesor de física, mas o menos de mi edad, casado, simpático, buen tipo, un poco gordito, con dos atributos fundamentales, auto y vivía relativamente cerca de mi casa, con el tiempo se ofreció a acercarme hasta la Capital, me ahorraba mucho tiempo de viaje y lo acepte, después de muchos viajes fuimos tomando confianza y nos empezamos a contar cosas cada vez mas intimas, para ese entonces ya me dejaba en la puerta de mi casa, besito y hasta mañana.

Besito?

En la mejilla, nenito, bueno… resulta que se casaba un compañero y le organizamos la despedida de soltero en una cantina, cena, música, baile, risas, jarana, vino, champagne, una cosa trae la otra y terminamos en un hotel.

Cena, baile, bebidas, hotel… y pensar que el que tenía una capacidad de síntesis era yo.

Vos lo dijiste, hay cosas que solo le atañen a los interesados.

Es cierto… y cuanto duro el romance.

Muy poco, esa noche y algunas otras veces muy espaciadas, no te olvides que era casado y se le hacia difícil justificar llegadas muy tarde.

Y si… no es fácil, sobre ese tema tengo alguna experiencia.

Lo imagino… bueno… de común acuerdo decidimos terminar la relación y de nuevo comencé la rutina de los fines de semana en soledad

Ni tanto ni tan poco, la tenías a Rita.

Nene, no es lo mismo.

Porque? a mi me gusta pasar el fin de semana con Rita, jajaja.

Que chistoso… bueno, que te parece si vamos volviendo?

Esto es La Lucila del Mar?... y donde están las casas?

Tonto… - recrimino dándome un besito en los labios – ya esta por anochecer y tenés que preparar el fuego para el asado.

Deja que lo prepare Mario, veni sentémonos en ese tronco y disfrutemos el ocaso.

No te conviene.

Porque?

Me puedo poner romántica y perderme.

No hay problema, yo se volver, jajaja.

Sos un caradura… un ratito y volvemos, si?

Esta bien, un ratito y volvemos – dije sacándome la remera y poniéndola sobre el tronco para que se sentara –

Sabes… charlar con vos hace que todo sea fácil, siento que te conozco de toda la vida y no me cuesta casi nada abrirme, eso que hiciste me derritió.

Que hice?

Sacarte la remera.

Huyy, tenés razón, esta un poco fresco, necesito un abrazo.

No te aproveches, nenito – respondió abrazándome con una sonrisa.

Así esta mucho mejor, sigamos – sugerí dándole un besito en los labios.

Nene… vos querés hablar o

Puedo elegir.

No, sigo… te decía que ustedes llegaron en el momento justo… yo estaba pasando una época de abatimiento y al ver el cambio que estaba experimentando Rita, medio en broma medio en serio, le dije lo que ya alguna vez les contamos, que yo no desaprovecharía una oportunidad como la que ella tenia y un montón de cosas mas… la cuestión es que cuando me contó que la casita quedaba vacía para esta época le propuse que nos tomemos unos días de descanso y que seria interesante y muy loco si les decíamos a ustedes que se vinieran con nosotras, me miro como si estuviera mal de la cabeza y sin dejarla pensar le dije que si en mi departamento la habíamos pasado tan bien, no quería imaginar como la pasaríamos en la playa y que debíamos aprovechar la oportunidad que nos había brindado la vida porque seguramente era la ultima.

Estas loca?, como la ultima?, son dos minas jóvenes y tienen toda una vida por delante, de que ultima oportunidad me estas hablando?

Trampita, hablo de estar a solas con ustedes, seguramente alguna de las dos va a poder rehacer su vida, pero eso de comportarnos como dos adolescentes con dos adolescentes, nunca mas.

Tal vez como dos adolescentes no, pero

Pero nada, ya te lo dije hay cosas que si las pienso dos veces no las haría.

Quiere decir que cuando estas vacaciones se acaben, no nos volveremos a ver? – pregunte intentando poner cara angustiada.

No lo se, no estoy segura… una vez te sugeri hacer un trio o cuarteto, recordas?

Como si hubiera sido hoy.

Bien… hoy no lo quiero… anoche pase una noche maravillosa, me encanto ser pasiva, me sentí una hembra en celo.

No exageres – dije realmente sorprendido – anoche me fui de boca con eso de ser el que mandaba.

A eso me refiero, siempre fui la que tomaba la iniciativa, no se porque anoche no lo hice y me sentí cogida como hacia rato no sentía.

Mirta… yo… - intente meter un bocadillo, entre orgulloso y avergonzado.

Calláte, ahora mando yo – respondió besándome profundo – si estas de acuerdo hoy quiero hacerte el streep tease y dormir con vos.

Por supuesto que estoy de acuerdo, pero… y Mario… y Rita?

Con Rita lo hablamos mientras tomábamos un café antes de hacer las compras, y en este momento debe estar hablando con Mario.

La verdad es que no se que decir ( y era totalmente cierto, en muchas de mis sesiones onanísticas había fantaseado con saltar de una cama a otra, pero jamas hubiera creído que fuera posible ).

No digas nada, aprovecha como lo hago yo, tal vez nunca más se nos presente una situación como esta.

Quisiera que no terminara nunca.

Yo tampoco amor – respondió ofreciéndome los labios, nos besamos apasionadamente, se subió la remera y refregó sus pechos contra el mío, nos mimamos un largo rato – Amor, volvamos.

Un ratito más – respondí acariciándola toda.

Dale, volvamos, tenemos toda la noche.

Dos cositas mas y nos vamos.

Sos imposible – dijo acariciándome el falo – Que mas?

Hoy me dijiste que estabas teniendo miedo, a que?

A que me este enamorando de un chico.

En serio, no jodas.

Te parece que estoy jodiendo? – una mueca de angustia se dibujo en su rostro.

NO, no me parece, - dije pensando algo para tratar de salvar el momento – vos me gustas un montón pero de ahí a estar enamorado

Amor… todos tenemos tiempos distintos, anoche cuando volvíamos de cenar sentí mariposas en el estomago, por eso tenia miedo...

Yo también deseaba volver con vos – dije besándole la mejilla.

Continuo hablando como si no me hubiera escuchado.

Esa sensación no es habitual, como tampoco lo es desear que me penetres el culito y si no lo hubieras hecho, te lo hubiera pedido.

Mirta… yo

Siguió hablando sin escucharme.

Quería sentirme totalmente tuya, esa noche sentí celos y hubiera querido ser yo la que te diera placer con mi culito, quería sentir que me llenabas las entrañas y me propuse que algún día me lo ibas a hacer, suave, dulce y firme… por eso tenia miedo

Tenés razón, se esta haciendo tarde… volvamos

Regresamos con las zapatillas en la mano, correteando por la playa, salpicándonos y riéndonos como dos animalitos que se habían liberado del encierro, libres y despreocupados, hasta nos dimos un chapuzón en el mar, el agua estaba helada yo me adelante en salir solo para mirarla aparecer mojada, fue un espectáculo maravilloso verla con la ropa pegada asemejando una segunda piel, el frío hacia que los pezones quisieran romper la delgada tela, se me acerco corriendo, tiritando, buscando el calor de un abrazo, llegamos a la casa trotando tomados de la mano buscando un calor que solo podíamos conseguir secándonos y cambiándonos de ropa. Un delicioso aroma indicaba que el asado estaba marchando, Mario y Rita brillaban por su ausencia, entramos al living y ahí estaban, Rita preparando la ensalada con Mario detrás sobándole las tetas mientras besaba su cuello, nos vimos y los cuatro estallamos en carcajadas, mi leve sentimiento de culpa desapareció como por encanto, todo estaba bien.

Enfunde las manos en los bolsillos y salí a ver como seguía el asado, había sido un buen día y las próximas horas pintaban mejor.