Memorias (8)

Simplemente recuerdos de mi vida.

Subimos al auto y enfilamos para Barracas en silencio.

Pecoso, donde veas un bar, para un rato, necesito un café.

Pensaba lo mismo… y si vamos al Tortoni (confitería centenaria tradicional ubicada en el centro de Buenos Aires, Av. de Mayo al 800, lugar de reunión de intelectuales / artistas)

Vamos.

  • Flaco, que nochecita!... nunca soñé con algo así

La verdad, yo tampoco… estuvo buena, no?

Buena… buenísima…, lindo amigo resultaste!

Porque?

Rita… lo tenias calladito… todavía no lo puedo creer.

Esas cosas no se le cuentan a nadie, ni al mejor amigo.

Como hiciste para engancharla?

La realidad es que ella me engancho a mi…, una tarde nos encontramos sobre Mitre, de casualidad, dije un par de boludeces, le comente que estaba muy linda… con el asunto de Graciela yo estaba muy agrandado y me zafe un poco, le tire unos piropos, la invite con un café, charlamos como viejos amigos, de igual a igual, la trate como a cualquier pendeja de nuestra edad… y le cayo bien porque se rió de todo lo que dije, me anime y la invite a tomar una copa… y aquí estamos… en pelotas y sentada en mis piernas… lo estoy viviendo y no lo creo

Y el asunto del restaurante?

Ah… si… una noche fuimos con la petisa a Bachin, estábamos morfando (comiendo) y me comenta que en otra mesa había una vieja que me miraba mucho, era Rita con unas amigas, la salude haciéndome el galán con las chicas, jejeje, le presente a la enana… Loco!, parecía que se peleaban por mí.

No jodas, en serio?

Te lo juro, loco… no entendía nada… me pase la cena besando y manoseando a la petisa cada vez que Rita o alguna de las amigas nos miraba… antes de irnos, me despedí piropeándolas y me fui agarrando a la enanita del culo

Del culo?... y Graciela, que hizo?

Nada… estaba chocha (alegre/orgullosa), saco el culito para afuera como diciendo "reventa boluda, se va conmigo".

Que bárbaro… no lo puedo creer

Creélo, fue así como te cuento.

Si, si... te creo… pero, como te animaste a zarparte (argentinismo por animarte/osaste) de esa manera?

Fácil… me jugué un tute (arriesgar sin medir consecuencias), no perdía nada, lo peor que podía pasar era que Rita no me diera mas bola (ignorase), o sea, lo mismo que había hecho hasta entonces… total a la enana la tenia en la bolsa (asegurada).

Y… si… fue un buen lance.

De cualquier manera, lo de hoy no me cierra… los cuatro en pelotas y todo bien… aquí hay tongo (gato encerrado/trampa).

Que se yo…te conoce desde siempre, sabe como sos, al verte de gran franela (magrear/mimar) con una veterana debe haber pensado, Que secreto esconde mi vecinito?... tengo que averiguarlo.

Puede ser… igual no me cierra… contame vos… como fue?

Igual que vos, no lo se… la cuestión es que veníamos charlando bien, normal… se levanto, fue a la cocina y cuando volvió… me violó, jajaja

Lo que paso es que nos vio a Rita y a mi, casi en bolas, magreándonos a lo bestia, seguro que pensó, mi amiga a punto de coger con un pendejo, yo estoy con uno, y voy a seguir charlando, no, vuelvo y lo violo, jajaja.

Seguro que paso eso… a mi me sorprendió, en cambio para vos debe ser algo normal, sos un experto en veteranas, jajaja.

No Pecoso, tengo suerte y la aprovecho… de cualquier manera no dejo de asombrarme… sos consciente que terminamos los cuatro en bolas y como si nada?.

Esa fue una genialidad, como se te ocurrió?

Se lo propuse en broma, se negó un poco, pero casi sin insistir acepto… fue como si estuviera esperando que le propusiera algo raro

Quien sabe… en una de esas las viejitas se quieren divertir.

Mira, esa idea me esta dando vueltas por la cabeza… tal vez no sea descabellado

Flaco, pensa… con vos todo bien, ya habían tenido algunas escaramuzas… pero conmigo… Mirta era la primera vez que me veía y a Rita no le importo demasiado mostrarse tal como Dios la echo al mundo… Mirta parecía enojadísima, pero se le pasó enseguida y se prendió como huérfano a la teta… en una de esas quieren fiesta.

Es cierto!, que boludo!, como no me di cuenta en ese momento… tenés razón, tenemos que pensar algo para ver si es como creemos.

El genio sos vos, pensa

No se me ocurre nada.

A ver… que te parece… llegamos, saludamos, les regalamos bombones y flores, les agradecemos por lo de esta noche, les decimos que nos gustaría repetir el asunto de las velas, el sahumerio, la música y si se la bancan, calculo que si, vos baila con Mirta yo con Rita y probamos a ver que pasa.

Te parece?

Tenés una idea mejor.

La verdad que no… puede ser…, lo peor que puede pasar es que se ofendan y nos manden a la mierda.

No creo, llegado el caso de alguna forma nos podemos disculpar y listo.

Tenés razón, cualquier cosa le digo "Perdonáme me equivoque creí que esta teta era de Rita", jajaja

Claro, un error lo tiene cualquiera, jajaja.

Espera un poco… el plan es bueno, pero tiene una falla.

Cual?

Supongamos que una de las dos no quiere lola (participar), que pasa?

Bueno loco, improvisaremos sobre la marcha, jajaja… no te olvides nunca… si pude llegar a los 18 años, puedo vivir otros 18.

Tenés razón.

Ese domingo la pase descansando, llame por teléfono a Graciela, la verdad es que la extrañaba y se lo hice saber, arreglamos para vernos un rato el lunes por la tarde a la salida de su trabajo. Al despertar de la siesta me encontré con mi hermana durmiendo a mi lado, estaba tan cansado que no me di cuenta cuando entro a mi dormitorio, me levante tratando de no despertarla, me quede observándola, realmente pensé, que era una lastima que fuera mi hermana… ya era toda una mujercita.

Que miras?

Nada, estabas dormida y no te quise despertar.

Vení, dame un besito.

Peque

Un besito de hermanos, para el de novios falta mucho.

Peque

Dale, se bueno

Me sente y la bese en la frente, me abrazo diciendo.

Te quiero mucho… sos el mejor hermano del mundo. – me devolvió el beso haciéndolo en la comisura de los labios – Preparáte para la noche de mi cumpleaños… una promesa es una promesa.

Chau Peque, cortála con ese tema… no tientes al diablo… uno no es de piedra (creo que si en ese momento no hubiera estado cubierto, y con creces, por las dos veteranas tiraba a la basura mis preceptos morales, familiares y religiosos)

Cuando quieras.

Al llegar notamos que el ámbito estaba "caldeado", nos recibieron muy alegres, el living dividido en dos partes por el sillón de tres cuerpos, cada sector tenia un sillón individual, uno con la mesa ratona y el otro con la del teléfono, este lo habían pasado al dormitorio, cada una con un candelabro, la pantalla de la lámpara de pie cubierta por un pañuelo de cuello anaranjado, un ligero aroma a rosas invadía el ambiente, en el combinado sonaba música instrumental romántica. La mesa estaba pronta en la cocina con sendos floreros con las rosas del día anterior, las chicas un tema aparte, poco maquillaje, cabello suelto, falda corta sin llegar a mini, blusa, sandalias de taco, ambas vestidas igual la diferencia la marcaba el color de sus prendas, sencillas, elegantes, femeninas y seductoras, nos recibieron con sendos besos en las mejillas, luego de las preguntas y respuestas protocolares y los piropos realzando sus femineidades nos convidaron con bebidas espirituosas, charlamos en tono jocoso sobre temas en general hasta que indefectiblemente se toco lo acontecido la noche anterior.

Sobre eso quería hablar, como ideólogo quiero disculparme… me deje llevar y aunque no me arrepiento, creo que me excedí. – dije con un gesto serio -

Bebe, hacia mucho que no me reía tanto, fue una chiquilinada divertida, además, una vez me dijiste "los dos o ninguno", bien… te aviso, nenito, que no voy a hacer nada en lo que no este de acuerdo, o sea "los dos o ninguno".

A mi me tomo desprevenida, me dio un poco de rabia, pero el morbo hizo que me sienta halagada, a una la pone bien que dos chicos disfruten viéndome. – acoto Mirta -

O sea, te traiciono el exhibicionismo bruja, pero te comento que me halagaron mas a mi, jajaja, - le respondió Rita -

Pobre de ti, nenita, se les iban los ojos mirándome, jajaja.

Entonces no estas enojada? – pregunto cabizbajo el Pecoso –

No, tonto… los dos o ninguno… me gusto esa frase.

Perdón, pero en este caso es, los cuatro o ninguno.

Es lo mismo.

No es lo mismo cuatro que dos, que pensarías si te digo que quiero bailar con Rita? – replico el Pecoso -.

Con Rita?... no hay problema, yo bailo con Trampitas – le respondió sonriente.

Un momento… vas a bailar conmigo… si yo te dejo. – acoto Rita.

Epa, parece que estoy pintado – dije.

Perdón… si el me deja – Bebe, me dejas? – pregunto rozándome los labios.

Por supuesto, Bombón, pero sin salir del living.

Si me lleva a otro lado, lo pellizco, jajaja.

El Pecoso, con una sonrisa picara, apago la luz de la araña encendiendo la de la lámpara de pie, puso un long play de baladas de Elvis Presley y levanto el volumen.

Me permite esta pieza, caballero? – me pregunto Mirta insinuante.

Depende cuales sean sus intenciones. – respondí cohibido.

Las peores.

Entonces si.

Conque esas tenemos?... Mario preparate, hoy te violo – comento Rita riendo.

Comenzamos a bailar las parejas cambiadas, Mirta me fue llevando alejándonos, Mario hizo lo propio, pensé que estaba haciendo lo que habíamos charlado, estuve mas de dos canciones bailando en silencio, sin atinar a nada, realmente no sabia que hacer.

Te comieron la lengua los ratones?

No

Te gusta como pusimos el lugar, intimo, romántico, a media luz.

Quedo piola

Que te pasa?... anoche eras un kamikaze… te cohíbo?

Un poquito… si

Entonces… lo que me contó Rita, es solo propaganda?

Es una exagerada, - respondí apretando un poco mi cuerpo al suyo –

Bien… así esta mejor…, - susurro poniendo sus brazos encima de mis hombros, tomándome de la nuca.

Mucho mejor… - respondí tomándola un poco mas debajo de la cintura.

Bueno… parece que ya vamos tomando confianza – comento mirándome fijamente a los ojos.

No seas mala, cerrá los ojos.

Porque? – pregunto melosa, esperando el piropo.

Me encandilas.

Bien… así esta mejor… - respondió rozándome la mejilla con los labios.

No me provoques, por favor.

Te asusto?

No, dulce… esta tu amiga – dije levantando la mirada, Rita tenia la cara apoyada en el pecho de Mario y este le hablaba al oído, tomándola de la cintura.

Parece que hablan de algo que no debemos escuchar – comento fijando nuevamente su mirada en la mía.

Ya nos vamos a enterar – respondí humedeciendo los labios y posándolos en la comisura de sus labios.

Peligro – musito sonriendo.

Me encanta el peligro – respondí en el mismo tono, rozando sus labios.

Te vas a quemar

Mucho? – murmure bajando un poco las manos atrayéndola.

Querés probar? – replico sonriendo provocativa.

Me encantaría pero no es el momento… charlaron algo sobre lo de anoche? – dije acariciándole le espalda hasta rozarle levemente los glúteos.

Bastante – contesto moviendo la cola como al descuido.

Van a abusar de dos pobres e inocentes chicos?

Todavía no… Rita no esta convencida y no la entiendo.

Que le pasa?

No te lo puedo decir…eso no se hace, si te cuento vas a jugar con cartas marcadas.

En la guerra y el amor todo vale… en una de esas ganamos todos… no te parece?

Mmmm... es posible

Y vos?... estas convencida?

Casi… tengo una fantasía… si encuentro dos hombres… tal vez me anime – respondió sonriendo enigmáticamente.

Tres?... es un lindo numero… preferiría cuatro… la cuestión es convencer a Rita.

Si querés nos encontramos… para planear la estrategia… jejeje

Los tres?

Decidilo vos – respondió sonriendo seductoramente.

Mientras las chicas preparaban la cena intercambiamos información con el Pecoso, le describí detalladamente lo acontecido con Mirta y el me contó que Rita se le había insinuado, al principio casi no se había dado cuenta pero que a medida que charlaban había intentado avanzarla y que si bien le puso limites la notaba permisiva al punto que cortaron la conversación con un leve roce de labios y la insinuación de seguir charlando cuando el quisiera en el barrio.

La cena transcurrió en un ambiente distendido, alegre y cargado de erotismo… veladas caricias… roces accidentales… indirectas… confidencias sobre sueños y fantasías, historias de romances contados desde la óptica fundamentalmente sexual, nuestros intentos, generalmente fallidos, con chicas de nuestra edad, ellas confesaron (verdadero o falso nunca lo supimos) que habían tenido suerte de encontrarse con nosotros y que se sentían unas chiquilinas en busca de "aprender", con el Pecoso nos encargamos de dejar ordenada la cocina mientras las chicas se ausentaron argumentando acomodar el living para tomar el café en ese lugar.

El living seguía en penumbras, nos acomodamos en el sillón grande esperando ansiosos la infusión prometida, grande fue nuestra desilusión al verlas con sendas bandejas sin cambios en el vestuario, cada una se acomodo sonriendo enigmáticamente enfrentando a su pareja, en ese momento note que además de las tacitas y algunos bocaditos dulces había colocado una rosa apoyada sobre su ropa interior, la mire a los ojos sorprendido.

No encontré servilletas… estas te gustan? – pregunto sonriendo seductora.

Bombón, sos increíble

Y fantasiosa – respondió sentándose en mi falda, de reojo vi que Mirta hacia lo propio con el Pecoso, quedando enfrentada con Rita.

Tenés muchas fantasías? – dije acariciándole las piernas.

Algunas… y vos? – pregunto pasando su brazo por mis hombros y abriendo las piernas facilitando el manoseo.

Pocas, una de ellas la estoy realizando en este momento – respondí acariciándole la vagina.

Soy tu fantasía, Bebe? – interrogo besándome mientras me desabotonaba la camisa.

Casi un sueño, tengo miedo de despertar – susurre en su oído, lamiéndole el lóbulo de la oreja.

Mmmm, abrí los ojos Bebe, soy tu realidad – respondió echando el torso hacia atrás invitándome a que le abra y quite la blusa.

No me mentís? – murmure acariciándole las tetas mientras chupaba su cuello.

Un gemido fue su respuesta, la visión periférica me permitió distinguir dos sombras que se desplazaban hasta acomodarse en uno de los sillones de un cuerpo… la invadí con los dedos pensando que todo se iba desarrollando convenientemente, estábamos desvergonzadamente compartiendo el mismo ambiente las dos parejas, se dejaba hacer con los ojos cerrados… su mano sobre la mía manejaba el magreo a sus tetas, indicándome como brindarle placer… su sexo parecía tener vida propia… humedecía las paredes tibias permitiendo un lento mete y saca palpitando ante cada acometida… ninguno hablaba, el silencio era interrumpido por el plop, plop, de mi mano encharcada en su conchita… sordos gemidos, casi inaudibles, se escuchaban como un eco lejano en otro lugar de la estancia indicando otra faena similar… pellizque duramente un pezón arrancándole suspiros de goce, - Si… apretalo fuerte… Siiiiiii – farfullaba aprobando el tratamiento… acelere el traqueteo cuando note que tensaba las piernas… – No pares… mi Bebe – gimoteaba estirándose brutalmente el otro pezón… cruzo las piernas apretándome la mano hasta impedirme el movimiento… - Ya, mi amor, - … grito anegándome la mano con sus flujos ardientes… fuertes gemidos y un – Diosssss – se escucho apagado en otro rincón… el ambiente se impregno con un fuerte olor a sexo haciéndome volar la imaginación

Acariciáme, mi amor –

Lo estoy haciendo

Ahí no, tonto – dijo mimosa – en la cabeza.

Deje de acariciarle las tetas y comencé a hacerlo con la cabeza, con la otra mano, empapada por sus flujos la dirigí a los glúteos, ya mojados, sobandolos a voluntad, cerro los ojos relajándose… pase reiteradamente el dedo medio entre sus cachetes acercándolo paulatinamente al ano… flexiono las piernas elevando las rodillas y poniendo la planta de los pies en el asiento del sillón facilitándome la tarea, mi mano viajaba de la vagina al culo trasladando sus humedades… comencé a dedearla intentando que se afloje… abrió los ojos recriminando mi actitud con un ligero vaivén de cabeza… me agache besándola suavemente sin dejar de acariciarle la cara y cabeza… con un gesto de resignación volvió a cerrar los ojos y continué con mi labor de ablandamiento… note que su esfínter aceptaba la intromisión… movía el dedo en círculos introduciéndolo milímetro a milímetro… lo sacaba… lo humedecía en la vagina… la provocaba acariciándole el clítoris… y vuelta a empezar… comenzó a deslizarse con facilidad y sin darme cuenta lo tenia totalmente metido… deje estático el dedo medio deliciosamente aprisionado y comencé a jugar con el pulgar introduciéndolo y sacándolo en su sexo… era fantástico sentir que podía tocar mis dedos a través de una delgada pared de piel… lentamente fui quitando el dedo de su ano… abrió los ojos y me sonrió tiernamente

Te dolió?

No, mi amor, sos muy dulce – se incorporo tomándome de la nuca y me dio un intenso beso húmedo.

Repentinamente se paro, retrocedió dos pasos, giro 180 grados y comenzó a quitarse la falda, hasta ese momento la tenia enrollada en la cintura, doblo un poco la cintura, apoyo sus manos en las rodillas mostrándome el culo en todo su esplendor y comenzó a retroceder hasta ponerlo a centímetros de mi boca… lo agito incitándome… aspire profundamente el agradable olor a hembra que emanaba… le bese y lamí las nalgas… con las manos se separo los glúteos, era un espectáculo morboso la visión que ofrecían esas dos maravillosas bocas… no sabia que hacer ni por donde empezar… me facilito la elección apoyándome el culo en la boca, lo bese desesperado… lo sentí latir intentando tragarse mi lengua… le solté las caderas y me baje la ropa haciéndola un bollo en mis tobillos… la gire mostrándole el pene… sonriendo se arrodillo… lo lamió en toda la extensión ensalivándolo… sentí que sus labios lo aprisionaban golpeándolo suavemente con su lengua… cerré los ojos y me deje llevar disfrutando de tan maravillosa felación…. fuertes jadeos acompañados de gemidos me trajeron a la realidad, recordé que no estábamos solos y que la otra pareja estaba gozando del éxtasis… tomándola de la barbilla la invite a que se parara… la hice girar poniéndola de espaldas a mi, la atraje a mi cara tomándola de la cintura y comencé a besarle los glúteos… nuevamente doblo su cintura y separo los cachetes facilitándome la lamida… ensalive el dedo medio y lo introduje fácilmente en su ano… con movimientos circulares conseguí que se relajara… ejercí presión atrayéndola para que se sentara sobre mi sexo… acomode el miembro en la entrada del culo, me lo negó tomándome el pene dirigiéndolo a la concha… se sentó lentamente introduciéndoselo… cuando sus nalgas hicieron contacto con mis ingles se detuvo… giro la cabeza mirándome para que la bese – Me gusto mucho, pero otro día lo intentamos,,, si, mi amor? – la bese asintiendo y comencé a mover mis caderas… sentí que no iba a durar mucho… el plop, plop, plop cortaba el silencio… me tomo las manos llevándolas a las tetas… las amase y pellizque salvajemente… sus manos se aferraron fuertemente a mis muslos… subía y bajaba violentamente… me clavo las uñas… me ensañe con los pezones…. se envaro de golpe al llegar al clímax y sentí sus jugos calidos deslizarse por mi zona púbica… lanzo un fuerte gemido y se quedo quieta apretándome el falo con su concha palpitante… lentamente reinicio el sube y baja… le avise que estaba a punto de llegar al orgasmo… se desmonto y se lo llevo a la boca masturbándome… me derrame abundantemente

Una luz enceguecedora me lastimo las pupilas obligándome a cerrar los ojos… los abrí lentamente tratando de acostumbrarlos… estaba derrengado en el sillón boqueando tratando de aspirar el aire que se negaba a ingresar a mis pulmones… Rita tirada en el suelo entre mis piernas con la cabeza apoyada en el muslo respirando entrecortada, sonriente y a la espera que nuestras miradas se cruzaran… Mario y Mirta, de pie, abrazados por la cintura nos observaban en silencio

Para mí que son asmáticos – dijo Mario muy serio.

Puede ser, pero deberíamos asegurarnos, no le parece doctor? – respondió Mirta sonriendo.

Estoy totalmente de acuerdo doctora, que le parece a usted si tomamos algo mientras se recuperan y luego procedemos en consecuencia – replico Mario dándole la mano a Rita para ayudarla a que se incorpore, esta lo hizo mirándome intrigada.

Totalmente de acuerdo doctor – respondió Mirta dándome la mano también ayudando a que me incorpore – Permítame que lo ayude… apoyese en mi sin miedo – me dijo sonriendo y tomándome de la cintura.

Estaban proponiendo un juego de intercambio de parejas… Rita dura como una piedra me preguntaba con la mirada si yo estaba de acuerdo… entendí que ese no era el momento y agradeciendo con un beso en la mejilla de Mirta me deshice de su abrazo tomando a Rita de una mano atrayéndola hasta besarla profundamente… me respondió invadiéndome la boca con su lengua y murmurando – Gracias mi amor -. El Pecoso y Mirta se dirigieron al baño, dejándonos solos.

Porque gracias?

Porque si no hubieras intervenido no se si me hubiera negado…vas a pensar que soy anticuada.

No Bombón, a mi me sorprendieron, no sabia que hacer… reconozco que tengo un montón de fantasías… intercambio de parejas… tríos… cuartetos… anal… y todas con vos… pero antes tenemos que charlarlas.

Todas tus fantasías son conmigo?, serias capaz de compartirme, mi amor? – pregunto haciendo un mohín erótico.

Solo si estuvieras de acuerdo… de otra forma rotundamente, no… los dos o ninguno.

Mi amor, te quiero… pedime lo que quieras

Vos sabes que quiero.

Lo se… y quiero hacerlo, pero ya te dije, tengo miedo… es una fantasía que reviví desde que me lo propusiste, - dijo sonriendo seductora – sabes… por culpa tuya estoy haciendo cosas que nunca pensé.

Por ejemplo? – inquirí intentando llevar la charla a un terreno erótico.

Tener sexo con un chico

Era una fantasía?

No… es una locura… estoy deseando el sexo oral, nunca lo había hecho, siempre pensé que eso era de putas, me desnudo y me gusta ser mirada, quiero que me manosees… estoy con vos y me excito pensando en cuantos orgasmos me vas a regalar… anoche lo hable con Mirta y ella esta igual, queremos tener sexo sin limites

Arrepentida? – pregunte besándola.

No Bebe… pero me miro y no me reconozco… a mi edad suspirando por un adolescente… te debo parecer ridícula

Bombón, Terminála con la edad… sos una mujer hermosa

Sos un amor… en serio te parezco hermosa a pesar de ser una vieja? – pregunto coqueta, buscando el piropo.

Sos la mujer mas linda que conozco y te deseo como jamás desee a ninguna.

Y a tu amiguita? – pregunto apoyando y restregándome las tetas en el torso.

Mi amiguita no existe mas, existió porque vos me ignorabas.

Y desde cuando me deseas? – interrogo sonriendo seductora.

Desde que me acuerdo, siempre soñé poder compartir una charla con vos.

Charlar… y nada más? – pregunto esperando el piropo.

Mucho mas… pero eras inalcanzable.

Y ahora… te parezco inalcanzable?

Me estaba dando una clase magistral de seducción, yo creía ser el que manejaba la charla y era un simple pasajero, sus preguntas inducían a que mis respuestas sean halagos… Rita mientras bailaba con el Pecoso lo había provocado, Mirta había hecho lo mismo conmigo, las dos veteranas estaban probando hasta donde podíamos llegar, ellas con las neuronas de la experiencia y nosotros con las hormonas de la juventud, en lo personal no me disgustaba, en el fondo ya lo habían anunciado, "yo lo hubiera echo puré", "te voy a exprimir", "mas adelante ahora tengo miedo", "tengo una fantasía, con dos hombres", "queremos sexo sin limites", "no se si me hubiera negado", en fin todo conducía a que éramos instrumentos para concretar sus apetencias haciéndonos creer que éramos dos galanes irresistibles.

Cuando volvieron el Pecoso y Mirta lo hicieron con la pava y el mate, con Rita fuimos a higienizarnos y comenzamos la ceremonia de matear charlando, habiendo lugares de sobra donde sentarnos Mirta lo hizo sobre la alfombra al estilo indio invitándonos a los demás a hacer lo propio, de esta manera cada uno tenia sus intimidades expuestas a la vista de todos, el Pecoso me guiño un ojo picaramente y encogiéndose de hombros comenzó la ronda de mates. La conversación, como era previsible, verso sobre temas eróticos y de doble sentido causando sonrisas y risas, cuando esto ocurría era un espectáculo maravilloso ver como dos pares de tetas se bamboleaban acompañando las carcajadas, inevitablemente nuestros sexos cobraron vida irguiéndose orgullosos.

Rita, estos chicos son inagotables.

Es verdad, no tienen consideración con dos pobres veteranas.

Veteranas?... eso serás vos, yo tengo resto – dijo Mirta acariciando el pene del Pecoso, este estiro la mano sobándole una teta a Rita, quien impasible acepto el roce.

Pendejin, si pasas de ahí… te mato – recrimino Mirta sonriendo mientras le apretaba con fuerza los testículos.

Rita se zafo de la caricia y mirándome fijamente a los ojos avanzo gateando hasta tener mi sexo a la altura de su boca, comenzó a lamerlo desplazando su lengua en toda la extensión apoye la espalda contra el sillón relajándome y me deleite viéndole las dos moles de carne colgando y bamboleándose incontrolables al ritmo de la felación… me empujo suavemente haciendo que me acostara, poniendo su concha brillante en mi boca… se movía de atrás hacia adelante incitándome a que la chupe… mi lengua la recorría mezclando sus flujos con mis babas… con los labios le atrape el clítoris mordiéndolo y dándole golpecitos con la lengua… abrí los ojos y vi a pocos centímetros el culo y la concha de Mirta… estaba de rodillas entre las piernas del Pecoso mamándolo… no pude resistir y mientras con Rita seguíamos haciendo un 69 antológico comencé a acariciar las intimidades de Mirta… esta me miro por entre sus piernas aceptando los mimos… le introduje un dedo, luego dos… ante cada invasión gemía disfrutando la incursión, el Pecoso sin saberlo se beneficiaba con una soberbia mamada… increíblemente tenia a mi disposición cuatro maravillosos agujeros dispuestos a ser mancillados, lamente que a dos de ellos solo podía disfrutarlos con la mano, me consolaba pensando que el momento de poder besarlos, babearlos estaba muy cercano… el panorama, exacerbado por la permisividad de Mirta hizo que inconscientemente pusiera mas energía en incrementar la mamada en los genitales de Rita… en cada lamida contraía ese cautivador anillo rosado provocando una sensación de succión realmente cautivadora… Mirta movía descontroladamente su cuerpo hacia adelante engullendo la verga del Pecoso hasta lo mas profundo de su garganta y hacia atrás perforándose con mis dedos… su sexo latía provocando una catarata de líquidos tibios, casi calientes… desparrame sus flujos por sus nalgas empapándolas… intente introducirle el dedo medio en el ano e increíblemente se deslizo sin ninguna dificultad hasta que hizo tope con mis otros dos dedos… su elasticidad me llamo la atención ya que acepto dos y hasta tres de mis falanges… en ese momento sentí una cascada de líquidos ardiendo en mi pecho y un fuerte dolor en el sexo… Rita había logrado un clímax descontrolado e inconscientemente cerro sus mandíbulas dándome una feroz mordida, se me escapo un grito de dolor y el instinto me hizo llevar la mano a la zona dañada… - Perdonáme, mi amor – dijo tomándome la muñeca e impidiendo que mi mano calme la molestia causada… a través de sus piernas observe su gesto de infinita ternura besando y mimándome el pene… el malestar desapareció como por arte de magia transformándose en pequeñas oleadas de gozo que me transportaron a un increíble estado de relajación… salio de la posición ubicando sus rodillas al costado de mi cuerpo… gateo lentamente rozándome solo con los pezones… deslizo sus labios por mi cara besándome cariñosamente – Perdonáme, Bebe, no me di cuenta -, - No paso nada, Bombón, ya paso -… puse mi cara entre sus tetas lamiéndole el valle que las separa, me encantaba sentir su calor quemándome las mejillas… resbale una mano por su vientre hasta el monte de venus, su botón de placer emergía notablemente entre los labios… lo atrape acariciándolo suavemente… - Si, mi amor – susurro en mi oído, la penetre con dos dedos empapándomelos… esparcí sus humedades por el caminito rugoso que conduce al ano… la dedeé intentando aflojarla… nos besamos intentando cada uno invadir mas la boca del otro… - Suave, Bebe – murmuro en mi oído, permitiendo que mi dedo avasallara su esfínter… apreté con mis labios el lóbulo de su oreja en tanto circulaba el dedo procurando elastizar… - Despacio Bebe, lento – le susurraba como si fuera ella la que lo decía… mojaba el dedo en su concha y lo introducía en el culo, milímetro a milímetro cada vez mas profundo… - Así… suave, Bebe – reiteraba en su oído animándola… junte dos dedos venciendo lentamente la resistencia de ese aro maravilloso, palpitante… los deje inmóviles intentando que su cuerpo se adaptara al intruso… - Si, Bebe – murmuro resignada a lo inevitable... pausadamente fui dilatando ese agujero que me obsesionaba metiendo y sacando los dedos en los dos agujeros… puso las tetas en mi boca - Chupálas, mi amor – dijo moviendo la cintura acompañando la intromisión en su intimidad… con la otra mano las amase, apreté, lamí, mordí los pezones arrancándole suspiros de gozo… llevo una mano a su sexo estimulándose… sus flujos se combinaban con mi transpiración encharcándonos… me tomo el miembro manoseándolo, lubricándolo con sus jugos se lo introdujo en la vagina de una sentada obligándome a sacar los dedos de su culo… cabalgaba violentamente levantando y bajando las caderas introduciéndose el miembro profundamente… me llevo las manos a las tetas incitándome al manoseo… - Si Bebe, fuerte… mas…mas – se recostó sobre mi pecho refregándose furiosamente… – No pares… seguí…si… – le abrí las nalgas introduciéndole fácilmente dos dedos en el culo moviéndolos fuertemente… - Mi amorrrr – grito envarándose de golpe con las manos en sus tetas apretándolas y estirándolas increíblemente… sus líquidos hirvientes me encendieron haciendo que mi mete y saca no se detuviera… me beso dulcemente los labios… - Ya… ya… Bebe, quieto… quieto… quietito…- su suave susurro hizo que obedeciera quedándome estático… sin dejar de besarme se acomodo tomándome el miembro y ubicándolo en la puerta del ano… - Tranquilo, mi amor… quieto, dejame a mi -… Mirta y el Pecoso sentados en el sillón observaban embelesados la escena, verlos pendientes del espectáculo hizo que el morbo se elevara a la enésima potencia haciendo que el miembro se me endureciera como no recordaba… Rita intentaba iniciar la penetración guiándome el pene con la mano atrás de su cuerpo, fallo una, dos, tres veces… me miro a los ojos pidiéndome ayuda… le separe los glúteos con la palma de las manos mientras con la punta de los dedos acompañaba sus intentos haciendo un canal que desembocaba en su agujero… empuje con la cadera sintiendo que el glande penetraba lentamente causándome un ligero dolor por lo apretado del anillo… de golpe la cabeza, actuando como ariete venció la heroica resistencia y se desplazo invadiéndola… – Aghhh – gimió, intente sacársela para evitar su padecimiento, lo impidió sentándose… - No la saques, dejala quieta – duro como una estatua aguarde sus indicaciones... se quedo quieta mientras se adaptaba, note las paredes calientes latiendo apretándome el miembro… era lo máximo, la quintaesencia del placer… apretaba y aflojaba el esfínter provocando un efecto de succión que lograba introducirse muy lentamente… Mirta se acerco y comenzó a acariciarle la cabeza con un gesto maternal. – Ya casi esta, Bombón, falta poco… aguanta – le decía animándola… Rita la observo agradeciéndole con la mirada, - Basta Bombón, otro día – le rogué… me miro firmemente, sonrió con una mueca, cerro los ojos y se sentó violentamente – Aghhh… no te muevas… por favor…- pidió entreabriendo los ojos… la acaricie hasta donde me dieron las manos… Mirta me miro, sonrió asintiendo con la cabeza… comenzó a moverse de arriba a abajo – Despacio… despacio… - se decía a si misma… paulatinamente fue moviéndose cambiando la expresión de dolor a una neutra… se agacho besándome muy suavemente – Los dos juntos despacio, mi amor – me indico en un murmullo… me moví imperceptiblemente sin perder detalle de su rostro… su mete y saca fue acentuándose, yo me limitaba a seguirla sin intentar nada, solo acariciarla… - Te quiero, Bebe – dijo besándome los labios… su actitud me tranquilizo de tal forma que me deje coger como si fuera por la concha… una sonrisa ilumino su cara – Así mi amor… así… dulce… suave – me deje llevar por esa nueva sensación, su culo apretado aceptaba la cogida, sentía las paredes palpitando acariciándome el falo… mi cuerpo comenzo a convulsionar – Me voy Bombón – le anuncie extasiado… - Llename, vaciate en mi, amor – me dijo besándome profundamente… alcance un orgasmo interminable, nunca me había durado tanto, un calor interno se apodero de mi cuerpo haciendo que por unos instantes perdiera la noción de todo… cuando me recupere, abrí los ojos Rita me estaba mirando sonriendo dulcemente, la atraje besándole levemente los labios – Sos increíble, Bombón -… intente sacar el miembro de su ano… - No, mi amor, dejalo morir adentro… me encanta sentirte – Mirta seguía arrodillada a nuestro lado, había sido una espectadora privilegiada, el Pecoso estaba a su lado abrazándola.

En la heladera tengo una botella de champagne, la tenia reservada para una ocasión especial… y esta lo merece… Acompañáme – dijo invitando al Pecoso

Ya lo creo – respondió.

Te gusto, Bebe? – pregunto besándome la mejilla.

Fue lo mejor que me paso en la vida, Bombón – respondí acariciándola – Gracias

Lo merecías por ser tan dulce y comprensivo.

Y vos?

Estuve a punto, la próxima seguro que llego, no me pude concentrar lo suficiente, no estaba preparada.

Ufa… quiere decir que no tuviste tu orgasmo – pregunte con malicia.

Si tonto, tuve muchos, no los conté pero fueron muchos, solo por la cola no llegue, malo.

Que susto, Bombón, creí que

Calláte, no seas fanfarrón – dijo sonriendo y besándome.

..

La reunión, que en principio era de dos parejas, se fue transformando en una "pareja" de cuatro, las veteranas paulatinamente fueron desinhibiéndose hasta que, cada vez con menos limites, consentían, aceptaban y compartían todos nuestros juegos eróticos, al punto que en un momento Rita estaba charlando animadamente con el Pecoso contándole como había llegado a la sodomizacion y que había sentido, increíblemente no me molestaba ser oyente del debate, es mas le estaba sintiendo el gusto morboso que implica participar del sexo participativo, no se como paso pero me encontré con Mirta sentada a mi lado hablando del mismo tema.

Me llamo la atención, mas tarde el Pecoso me contó que le había pasado lo mismo, que Mirta intentara averiguar de Rita sobre dolor, molestia, goce y todo detalle relacionado con lo ocurrido durante el coito contra natura, su actitud protectora y comprensiva con Rita me había convencido que ella era conocedora del asunto, mas teniendo en cuenta que cuando juguetee con su culito casi no había encontrado resistencia de ningún tipo, ni física ni moral.

COMENTARIO AL MARGEN DEL RELATO;

Cabe destacar que el espíritu cándido, casi idealista, de los relatos se debe a los usos y costumbres sociales/religiosas imperantes en la década de los 60 principios de los 70, fundamentalmente en los barrios de clase media/baja de la Ciudad de Buenos Aires, hago notar que la televisión era blanco y negro, el cable no existía, si alguien hubiera hablado de Internet seguramente habría sido recluido de por vida en el manicomio, el sexo era tabú y solo se hablaba entre amigos y casi a escondidas, ver una teta era pornografía, guardábamos como un tesoro la fotografía de una negra semidesnuda en una pagina arrancada de algún libro de geografía, por todo lo expuesto era corriente que los chicos/as idealizáramos a hermanas/os, primas/os, tías/os y hasta madres/padres como símbolos sexuales aun sabiendo que eran imposibles. Si los sucesos hubieran ocurrido hoy, el espíritu seria totalmente distinto, casi nada de inocencia romántica, me animo a decir que seria la exaltación del sexo por el sexo en si. Luego de esta digresión profunda y filosófica, jejeje, prosigo con el texto.

Rita, cruzo una mirada de inteligencia con su amiga y con autoridad tomo el mando de la charla.

Chicos… por ser la persona de más edad del grupo, asumo la responsabilidad de poner esta situación en blanco y negro… antes que se nos escape de las manos, jajaja… están de acuerdo?

Con risas cómplices, todos asentimos.

Descuento la discreción de los cuatro, hoy viví una experiencia inolvidable, única e irrepetible.

Irrepetible? – interrumpí poniendo cara de alarmado.

No, tonto… quise decir que fue la primera vez que tuve sexo anal y encima con espectadores… nunca creí que fuera tan puta… - remato con un gesto sombrío.

La ultima parte del comentario cayo como un balde de agua fría, de golpe lo que era algarabía, risas y distensión se había convertido en sombrío, pesado, creo que Rita mientras era actora se había dejado llevar por sus instintos sin pensar mas allá, pero en ese momento al confesarse, estaba tomando real conciencia de lo ocurrido y una sombra de dudas la estaba cubriendo.

Mirta me toco levemente indicándome con un gesto que me acercara a Rita, lo hice sentándome a su lado abrazándola, apoyo la cabeza en mi pecho abandonándose a las caricias.

Puta es una palabra muy fuerte mi querida amiga – dijo Mirta frunciendo el ceño – ninguno piensa eso de vos. – el Pecoso y yo apoyamos asintiendo con monosílabos – lo que estamos haciendo es brindarnos de una forma abierta y sincera… ustedes se conocen desde siempre, yo soy la convidada de piedra y quiero integrarme a ustedes… sos mi amiga y te quiero, jamás pensaría en lastimarte y se que vos tampoco lo harías, a los chicos recién los conozco pero los se bien paridos… Puta… de ninguna manera

Bombón, me dejas que te llame como mi amigo?... seguramente lo que te diga no te suene creíble, total soy un chico que tiene las hormonas a full y crees que lo único que me interesa es coger, lo cual es absolutamente cierto, pero hay un pequeño detalle, puedo hacerlo pagando y en un rato me visto y si te he visto no me acuerdo… con ustedes me siento bien, son dos maravillas, dos mujeres con todas las letras, si tuviera que escoger las elijo a las dos… Puta… de ninguna manera… en el peor de los casos somos todos putos… y a mi no me molesta. – manifestó el Pecoso.

Los dos o ninguno – dije acentuando mis mimos – hace un rato dijiste que habías tenido una experiencia inolvidable y única… elimino lo de irrepetible, jajaja, supongo que no te desagrado, para mi fue fantástico, si vivir esa sensación mágica de entregar tu cuerpo a quien querés, significa ser puta, pues yo soy reputo y quiero serlo con vos – termine de decirlo y sentí que lo dije sinceramente, me sentí bien – y con respecto a que fue con espectadores, también fue mi primera vez y fue una sensación increíble, tanto que por un instante pensé que todos deberíamos experimentarlo.

Son mis tres putos amores, jajaja, gracias Bebe, - dijo besándome los labios - quiere decir que estoy rodeada de putos y la única decente soy yo… mira vos quien lo hubiera dicho – expreso dándole un beso en la mejilla al Pecoso, inevitablemente apoyándole las tetas, rapidamente lo mire y con un gesto le indique que la abrazara, cuando lo hizo mire a Mirta.

Que haces ahí solita, vení que te quiero abrazar – dije señalándole mi regazo, se acerco sentándose encima mío y nos abrazamos, le sobe una teta – Huyy, perdón me equivoque en la confusión creí que era de Rita, jajaja.

El Pecoso me miro divertido, recordando la charla que habíamos tenido y acentuó su abrazo a Rita, esta lo acepto riendo y acurrucándose en su pecho, Mirta también riendo dijo pasándome un brazo por los hombros – Ma que confusión, vos me querías acariciar, caradura -

El resto de la noche la pasamos jaraneando, charlando divertidos, mimando indistintamente a las dos, estas a su vez respondiendo o acariciando y besando a los dos, si alguien ajeno hubiera querido identificar quien era pareja de quien no habría podido, el ambiente estaba saturado de erotismo con un toque romántico, creo que si hubiera sido mas temprano habríamos terminado mezclados, no había apuro todos sabíamos que ese momento estaba a la vuelta de la esquina.

Nuevamente Rita se quedo a dormir en el departamento, antes de irnos Mirta propuso que durante la semana cada pareja arregle por si sola, que las fiestas de fin de año y año nuevo (jueves y viernes) cada uno la pase como tenia previsto pero que a partir de la noche del viernes (madrugada del sábado) nos juntáramos los cuatro en el departamento para festejar el año nuevo, obviamente el acuerdo fue unánime.

Nos despedimos de las chicas y volvimos a nuestra casa, había sido un fin de semana espectacular y los días venideros pintaban ser abracadabrantes.