Memorias (11)

Simplemente recuerdos de mi vida.

Ha pasado mas de un año desde que escribí Memorias X, podría decir que estuve ocupado, que un virus me destrozo la P.C., que estuve en el extranjero, en fin podría dar un millón de excusas mas o menos creíbles, la realidad fue que me quede sin ganas y había decidido dejar que muriera en el olvido, pero no hace mucho recibí un correo de un amigo virtual uruguayo, quien me contó muy por arriba un pasaje de su vida con una madura argentina, a partir de ese momento pensé en darle un final a esta saga y por mucho que me empeñe no logre darle una conclusión acorde a mi gusto, por lo tanto creo que lo conveniente es dividir este capitulo en dos partes, la primera dedicada a Rita y Mirta y la ultima a mi gran amor, Graciela.

Hasta aquí la narración fue en un orden mas o menos cronológico, creo que de seguir contando mis vivencias de esa manera se transformarían en el cuento de nunca acabar, lo cual esta lejos de mi deseo ya que a mi también me canso bastante esto de contar con lujo de detalles, ocurre que a medida que escarbo en el tiempo afloran situaciones casi olvidadas, algunas la experiencia me indico que no eran tan extraordinarias como creía, y otras, las mas, son tan normales que le caben a cualquiera, por lo tanto poco interesantes.

Durante los primeros meses de ese año me ocurrieron unas cuantas cosas que modificaron y marcaron mi vida de una manera muy significativa, merecen destacarse las siguientes:

Mis padres consiguieron teléfono, mas de uno se preguntara, ¿Teléfono?, y que tiene de significativo?, resulta que por aquel entonces era mas fácil barrer una escalera para arriba que obtener una línea telefónica.

Generé mi propio dinero, comencé a trabajar como mano derecha de Graciela y esto me permitió tener cierta independencia, financiera y económica.

Descubrí que tenía una miopía importante, la cual me acompaña hasta el presente, obligándome a convertir el deporte competitivo en recreativo.

Tuve que abandonar teatro, por falta de tiempo, no obstante continué la relación con mis compañeros y amigos yendo a cuanto estreno hubiera y haciendo pequeños papeles solo para despuntar el vicio.

Continué mis estudios en el turno noche, creo que esto fue lo mas significativo ya que además del titulo académico aprendí a caminar por la vida un poco antes que el resto de mis amigos del barrio, digo esto ya que fui el benjamín de la división, el compañero mas cercano en edad me llevaba 17 años y el mas lejano mas de 40, la mayoría casados con hijos y alguno abuelo, por ser el único que cursaba el año que correspondía a la edad cronológica era "el nene" según me apodaron, en poco tiempo y vaya uno a saber porque, me cuidaban y aconsejaban, el horario escolar era de 19.30 a 23.45 de lunes a jueves y los viernes de 19.30 a 0.30, este ultimo día a pesar de ser el mas largo era el mas esperado ya que a la finalización se organizaban salidas en las que participaba, al principio como invitado y mas tarde como uno de los organizadores, gracias a esto pude conocer desde el mejor restaurante hasta el peor bodegón, teatros de revistas, cabarets y cabarulos, bares y antros, en fin un sinnúmero de lugares que si los hubiera tenido que conocer con mis amigos debería haber tenido que esperar unos cuantos años. La verdad es que con "los viejos" la pasaba de maravilla, me sentía cuidado, contenido, tanto que mis notas mejoraron con la consiguiente tranquilidad de mis padres al ver que podía trabajar, estudiar y divertirme. Cabe destacar que mi dedicación al estudio no implicaba ningún merito propio, resulta que quien estudia por la noche lo hace por su propia voluntad, o sea que se estudia o simplemente no se pasaba ni por la puerta del colegio. A "los viejos" les resultaba divertido y extraño mi comportamiento social, inocente y a la vez maduro, desenfadado pero con límites, nunca supieron el motivo, inocencia lógica producto de la edad e inexperiencia y madurez por el continuo contacto con mujeres maduras.

Luego de esta introducción, la que considero útil para describir el escenario en el cual prosiguió mi adolescencia/juventud, continuo con el relato.

A la vuelta de esas vacaciones el Pecoso y yo nos considerábamos los dos rompedores mas inteligentes y picaros de la historia, en el barrio no existían antecedentes de una relación de estas características, Mario retomó sus actividades, facultad y trabajo, por mi parte comencé a trabajar como mano derecha de Graciela y me anote en el turno noche para terminar los estudios secundarios, una vez que nuestras actividades se hicieron rutinarias comenzamos a tener trastornos con los horarios, la inercia hizo que los primeros tiempos continuemos las dos parejas encontrándonos en el departamento de Mirta, la cosa era así, "las chicas" luego de sus obligaciones semanales iban al departamento, lo acomodaban, preparaban la comida y se arreglaban esperando nuestra visita. Mario hacia lo suyo y yo pasaba la noche del viernes durmiendo para recuperar físico, almorzaba en familia y hacia una buena siesta, el Pecoso pasaba a buscarme e íbamos a compartir la noche del sábado con "las chicas", cada uno con su pareja, no existían inhibiciones pero en la intimidad nunca hubo mezclas, cerca del mediodía del domingo nos retirábamos, Mario almorzaba con su familia y luego se encontraba con los compañeros/as de la facultad, por mi parte la excusa era almorzar con los míos cuando la realidad era que iba a encontrarme con Graciela, generalmente en su departamento.

Hasta aquí tenia una vida casi perfecta, bastante cansadora pero sin quejas, el único inconveniente era que Rita, comenzó a mantener una actitud distante, "después te llamo", "hoy no puedo", "es tarde", "tengo un compromiso", la cuestión fue que de a poco me fui resignando a no poder intimar y limitarme a una relación de buenos vecinos excepto en el departamento de Mirta donde la podía ver a gusto pero de tener aunque sea un roce, ni hablar.

En un momento comencé a ir solo al departamento de Mirta ya que Mario comenzó a necesitar mas tiempo para estudiar, por consiguiente a Rita deje de verla casi por completo, no obstante sabía de su vida a través de Mirta, al segundo o tercer fin de semana que íbamos a pasar solos, Mirta me ofreció una variante de encuentro – Querés que nos veamos en algún lado y después vayamos al departamento? -, la pregunta me pareció rara pero no le di mayor importancia, la verdad no me interesaba perder el tiempo dando vueltas por ahí cuando podía disfrutar de una buena cena servida por una bella mujer siempre bien dispuesta y luego descansar sintiendo sus pechos pegados a mi espalda, el pubis contra mis nalgas rematando la postura con un abrazo protector, casi maternal.

Un sábado me disponía a partir cuando apareció Mario por mi casa.

Vas a encontrarte con tus amigos? – pregunto guiñando un ojo.

Como siempre.

Vamos a tomar un café y después te alcanzo.

Hoy también tenés que estudiar?

Si y no, dale vamos.

Como es eso?

Vamos que te cuento.

Soy todo oídos – dije apurándolo para que me cuente.

Te habrás dado cuenta que hace unos fines de semana que no nos vemos.

Contando este exactamente tres, y esta bien, tenés que estudiar y eso es prioridad.

Bueno… precisamente a estudiar no voy

Entonces?

Primero te debo una disculpa, segundo estoy saliendo con una minita.

En serio?

Es muy pronto para decir que es "en serio", pero nos gusta compartir el tiempo.

La conozco?

No, es compañera en la facu.

Y Rita?

Se lo tuve que decir, de todas maneras ya habíamos charlado sobre la posibilidad y todo bien… te diría mas, creo que se alegro, me dio un montón de consejos y me dijo que si la llegaba a necesitar no dudara en llamarla… pero que me olvide de ella como mujer.

Que cagada loco.

Ni tanto ni tan poco, terminamos bien, somos amigos y lo que paso no lo voy a olvidar en la vida.

La charla se extendió un buen rato, Mario estaba como loco hablando de su casi novia, la verdad, me alegraba por el, pero también me sentía incomodo, se iba a encontrar con alguien sin necesidad de hacerlo secretamente y yo cada salida era como jugar a las escondidas

Mirta me recibió esplendida, exultante, el cabello lacio y suelto caía en cascada cubriéndole parcialmente los hombros, poco maquillaje resaltaba un rostro aun lozano, un sencillo y sugestivo vestido entallado negro hasta los tobillos, con un tajo lateral hasta un poco más arriba de la mitad del muslo, el escote cavado dejaba adivinar la ausencia de soutien, un largo y fino collar perdiéndose en el valle de los senos sugería alcanzar profundidades non sanctas, remataba la imagen con zapatos también negros de taco aguja.

Nos saludamos con un beso que sentí casi ritual, sin mucho entusiasmo le halague el vestuario diciéndole que estaba para comerla, respondió con una sonrisa mientras estiraba los brazos invitando al abrazo, lo hice tomándola por la cintura y apretándola contra mi pecho, se dejo hacer en tanto susurraba – Me vestí así para vos -, la tome por los glúteos alzándola y me rodeo la cintura con sus piernas facilitándome las caricias en el muslo que quedo descubierto –Sentate Bebe – murmuro en mi oído, me dirigí hasta una silla y abrió la falda del vestido para acomodar sus piernas a cada lado de las mías, a pesar del pronunciado tajo lo entallado del vestido dificultaba esa posición, - Ayudame – dijo abriendo un poco mas el ruedo de la falda, con la mano derecha desplace la tela dejando al descubierto su otra pierna tomándola de atrás del muslo izquierdo y la atraje para acomodarla sobre mis piernas, al desplazar mis manos note la ausencia de ropa interior – Sorpresa – dijo con una sonrisa que me hizo olvidar el fastidio que tenia.

No me digas que no te pusiste nada.

Adivina – respondió mirándome fijamente a los ojos

No seas mala, decímelo vos – dije atrayéndola y mordiéndole suavemente el lóbulo de la oreja.

Si te lo digo no es sorpresa…tenés que adivinar – dijo en voz melosa, ladeando la cabeza incitándome a que le bese el cuello, lo hice haciéndole notar mi respiración fuerte – No hagas trampa… no es justo.

Le bese y lamí el cuello arrancándole suaves gemidos, me tomo con ambas manos de la nuca sosteniéndose mientras echo la cabeza hacia atrás provocándome para que continúe descendiendo hasta su busto… un suave aroma a lilas indicaba el camino a seguir, repentinamente sentí que una mano pugnaba por liberar un pecho, la deje hacer mirándola a los ojos – Sos un maldito, sabes que me podes y te abusas – la tome de los cabellos para darle un leve beso en los labios – No hables y dejáte querer – le ordene, en silencio me desabotono la camisa y comenzó a restregar su pecho descubierto contra mi torso, dócilmente entrecerró los ojos, humedeció y separó los labios esperando mis movimientos.

Me gustaría un poco de música y algo para tomar – dije dándole una suave palmada en los glúteos.

Si… claro… música y algo para tomar – dijo levantándose y arreglando el vestido – Un gin tonic suave, esta bien? – pregunto volviendo de la cocina.

Perfecto Mirta, gracias – respondí palmeando mi muslo invitándola a que se siente.

Mirta?, no soy mas Bebe, Bombón, Reina… que pasa?

Nada, estoy medio filtrado.

Medio filtrado… a otro perro con ese hueso, a mi no me engañas

En serio, estoy cansado.

Pendejin, tengo edad suficiente como para ser tu madre, mejor dicho, una tía lejana... todas las excusas que se te ocurran yo las use mucho antes que vos, dale, que te pasa? – dijo mesándome los cabellos.

Tía lejana?... eso me gusta, ahora podemos tener sexo sin culpas – respondí acariciándole los muslos y tratando de cambiar el tema.

Bebe, hace una semana que no tengo sexo y me muero de ganas, pero te recuerdo una frase tuya, los dos o ninguno… creo que se impone una charla.

Mirta, no vine desde el otro lado de la Capital para tener una amena charla – no termine de decirlo y comprendí que era una respuesta poco afortunada. – Perdonáme… no es eso lo que quiero decir.

Lo se… - dijo disculpándome mientras me acariciaba la cabeza y un besito en los labios – te das cuenta que tenemos que charlar, que te pasa?

No lo se… pase el día esperando que se haga la hora para poder verte y antes de salir me encontré con Mario

Y te contó que rompió con Rita.

Si… como lo sabias? – pregunte sorprendido.

Bebe, somos amigas y nos contamos todo.

Claro… no lo había pensado.

Bueno, ahora los dos sabemos cual es el punto… contáme que estas pensando.

Realmente no lo se.

Querés que te lo diga yo?

La verdad… me ayudaría mucho – respondí entregado.

Bueno... a ver… por donde empezamos… antes que nada quiero que sepas que sos un chico maravilloso, tanto o mas que Mario y que Rita piensa lo mismo.

Perdonáme, que tienen que ver ellos?.

Mucho, en el fondo los cuatro somos parte de un todo y no me refiero a que por un tiempo estuvimos confundidos ya que siempre formamos parejas y eso fue respetado… bueno, el tema es que estas dos veteranas tuvieron un volver a vivir gracias a ustedes y eso vos lo sabes.

La verdad es que no lo sabia, nunca lo pensé.

Te creo y esa respuesta es parte de mi volver a vivir, me tratas como a una amiga y me haces sentir una adolescente.

Ves, en eso estas equivocada.

En que?

Nunca te trate como a una amiga, a una amiga no se la desea, una amiga es un varón con tetas.

Esa es otra respuesta que me hace volver a vivir, me haces sentir que todavía le puedo hacer hervir la sangre a un hombre.

No te quepa ninguna duda, comprobalo por vos misma – dije tomándole una mano y llevándola hacia mi zona inguinal.

Portate bien, ahora estamos tratando de poner en claro algunas cosas y no es momento de jugueteos – me recrimino sonriendo pero dejando la mano donde yo se la había puesto.

Bien, sigamos aclarando. – dije sin mover mi mano de encima de la suya impidiéndole cualquier intento de retirarla.

Te decía que con vos me siento una adolescente – dijo mirándome a los ojos y ejerciendo una leve presión en mi pene haciéndome notar que sabia exactamente donde tenia la mano – pero no lo soy, en cierto modo estoy coartando tu vida y hoy o mañana la relación se va a acabar… - hizo una pausa como esperando una replica – en algún momento vas a necesitar estar con chicas de tu edad y contra eso no puedo, ni quiero competir… espero que ese día me lo digas de frente y sin vueltas, seguramente me voy a sentir mal, como se esta sintiendo Rita, pero se que lo voy a superar y vas a ocupar un lugar importante en mi corazón al lado de mi marido – esto ultimo me dejo mudo, lo sentí sincero y me conmovió hasta las fibras mas intimas.

Bombón, nunca me habías hablado de el – dije mientras la abrazaba muy fuerte.

Ni lo voy a hacer – contesto sin levantar la mirada… se produjo un largo y pesado silencio, solo se escuchaba la música, impertérrita, insensible – Estas cosas me despiertan el apetito, me ayudas con la comida? – dijo rompiendo el clima.

Si, claro… vamos – dije deshaciendo el abrazo y dándole un beso en la frente.

La cena transcurrió charlando banalidades, al principio sin ningún tipo de acercamientos físicos, ambos estábamos reflexionando sobre lo charlado, la exquisita cena y el buen vino nos fue distendiendo y de a poco fueron surgiendo los contactos, primero un leve roce de dedos, luego un apretón de manos, mas tarde nos fuimos relajando y aparecieron las caricias un poco mas atrevidas en medio de miradas cómplices, por primera vez no dejamos los trastos sucios en la pileta y entre los dos acomodamos la cocina y la mesa en medio de juegos cada vez mas sensuales casi procaces.

Que te parece si tomamos el café en la cama? – pregunte con una mirada inocente.

Esperaba que lo dijeras – respondió abrazándome por la cintura y ofreciéndome los labios –

Y si se vuelca? – pregunte con toda intención en medio de besos y manoseos.

Tenés razón, tomémoslo después.

Abrazados y a los trompicones fuimos al dormitorio, mi ropa fue quedando en el camino, la ultima prenda me la quito sentada al borde de la cama y yo parado frente a ella, la tome de los cabellos solo para acariciarle la cabeza ya que me tomo de los glúteos con ambas manos y comenzó a restregar la cara en mi pene, a esas alturas elevado a su máxima expresión… cerré los ojos dejándome llevar… sentí sus labios húmedos recorrer el falo centímetro a centímetro ensalivándolo por completo, paso la lengua por el glande como probándolo, dando suaves golpecitos, de a poco lo fue tragando, rodeándolo con la lengua cual boa constrictora… un leve mordisco hizo que mirara hacia abajo y encontré sus ojos esperando que la mirara, fue en ese momento que comenzó a engullirla lentamente hasta hacerlo desaparecer, la aguanto un tiempo que pareció interminable sin siquiera pestañear, la baba caía por la comisura de su boca humedeciéndome los testículos, apretó fuerte los labios mientras subía la cabeza provocando un efecto sopapa enloquecedor… jale suavemente sus cabellos separando su boca de mi pene provocando que un hilo de saliva se cortara cayéndole en la barbilla, doble la cintura hasta llegar a su boca y nos fundimos en un profundo beso de lengua… la tome por debajo de las axilas indicándole que se acostara boca arriba en medio de la cama, me desplace hasta ubicar mi cara en medio de sus piernas y comencé a besar y chupar su entrepierna levantándole la falda, amago a sentarse para quitarse el vestido – No, bombón, dejátelo puesto – le dije sin dejar de lamer… el olor a hembra me exacerbaba la libido obnubilándome de tal manera que lo único que me interesaba era poder besarle el pubis hasta gastarlo… me ensañe besando y chupando sus labios hasta que comencé a oír algunos suspiros indicando que estaba haciendo el trabajo correcto… con sus manos me aferro de la cabeza para marcar el ritmo, ora mas rápido… ora lento y profundo… la penetre con la lengua tratando de llegar hasta donde nunca antes había llegado, note que sus jugos comenzaban a brotar abundantes, calidos… tome con mis labios su clítoris erguido y caliente mordiéndolo suavemente rodeándolo lentamente con la lengua, comenzó a arquear la cintura mientras me aplastaba la cara en su vagina… - Ahí Bebe, ahí – balbuceaba descontrolada apretándome la cara con los muslos, sentí un fuerte gemido y un fluir abundante de flujos, parte de los cuales empaparon las sabanas al no poder sorberlos en su totalidad, retire como puede un poco la cara y la penetre con dos dedos moviéndolos violentamente tratando de prolongar su orgasmo, una serie de sonidos incoherentes y el plof, plof me confirmaron que estaba logrando el objetivo, en esos menesteres perdí la noción del tiempo hasta que sentí que aflojaba la presión de sus muslos y comenzaba a acariciarme la cabeza… me puse de rodillas con sus piernas en mis hombros y comencé a acariciarle la vagina y la cola con el falo, estaba tan mojada que este se desplazaba como si estuviera en una pista embadurnada de aceite… sentí que su mano me tomaba el miembro ubicándolo entre sus labios y con un leve movimiento de caderas se lo fue introduciendo lentamente hasta hacer desaparecer en su interior el glande y parte del falo… me tomo de la nuca atrayéndome hasta que nuestros labios se conectaron en un beso largo, húmedo y profundo… las lenguas comenzaron una lucha encarnizada como si cada una quisiera hacer desaparecer a la otra… se separo para tomar aire y me lance a fondo penetrándola de golpe.

Aghhh bestia, me dolió.

La saco? – pregunte en la seguridad de una negativa.

Ni siguiera lo pienses… quedate quieto un ratito.

En serio te dolió? – repregunte con cara de inocente.

Casi nada, mas que nada fue la impresión... ya casi esta. – dijo atrayéndome para darme un beso leve en los labios – A veces tengo ganas de pegarte – murmuro mientras me apretaba con sus músculos vaginales.

Ni siquiera lo pienses… y porque me querés pegar? – pregunte sobandole las tetas.

Porque gozo como una perra y sabes que podes hacerme y decir lo que quieras – contesto moviendo ligeramente la cintura.

Eso lo sabia, ahora decime algo nuevo – dije bombeando lentamente.

Cogéme pendejo de mierda – pidió haciendo fuerza con las manos para apurar mi movimiento – Mas fuerte.

Sin insultos y las cosas se piden por favor – dije sabiendo que la tenia en el bolso.

Por favor Pendejin, Cogéme.

Esa noche me tenia que emplear a fondo, tenia a mi disposición a una mujer sedienta de sexo y entregada a los placeres de la carne, sentirla respirar agitada y escuchar sonidos incoherentes mientras se dejaba hacer en medio de movimientos descontrolados me hizo olvidar de Mario y su novia, que estarían vaya uno a saber donde compartiendo un café, conociéndose, quizá disfrutando de arrumacos inocentes, me olvide de Graciela a la que vería en unas horas y de la nueva soledad de Rita, quien bien merecida la tenia por haberme evitado durante tanto tiempo privándome de acariciar, sobar, besar esas brutas tetas, - Así, así, Bebe, ya llego… besame…- sentí un violento abrazo que me hizo volver a la realidad haciéndome caer sobre su pecho bañado en sudor, un suave gemido de dolor hizo que tomara conciencia que aun tenia las piernas sobre mis hombros y que su cintura estaba en un ángulo peligroso, solté sus tobillos y pase mis brazos entre sus piernas para abrazarla pasando mis manos por debajo de su espalda, cruzo las piernas sobre mi cintura apretándome fuertemente en medio de un orgasmo que exteriorizaba como violento y prolongado, su boca busco ávida la mía y en medio de un brusco, grosero casi animal beso redoble mis embates tratando de alargar su éxtasis… comencé a sentir un cosquilleo en mi estomago y me abandone a disfrutar un clímax inevitable, arrollador – Si Bebe… te siento… disfrutalo… llename toda – escuche como un eco lejano mientras me llenaba la cara de besos acariciándome la nuca.

Creo que esa noche marco un antes y un después en la relación, de a poco su actitud fue cambiando, en la cama nos complementábamos casi a la perfección, permitía todos y cada uno de mis caprichos y yo correspondía de igual manera, en lo social una vez por semana compartíamos un café agarraditos de la mano y en lo afectivo ambos teníamos asumido que en algún momento se iba a acabar y nos prometimos que iba a ser en buenos términos, decía que su actitud fue cambiando ya que fuera de la cama comenzó a comportarse como una madrina con su ahijado, disfrutábamos de largas charlas, nos contábamos alguna intimidad, pero cuando ameritaba me ponía el freno aconsejándome como debía comportarme, debo reconocer que no todos, pero muchos de sus consejos los aplique con buenos resultados.

El refranero popular dice que un par de tetas tiran mas que dos carretas, por esa época me había picado el bichito del cambio, Mario me invito unas cuantas veces a que participara de las salidas con su nuevo grupo de amigos, compañeros/as de facultad, me negaba sistemáticamente argumentando que no sabia que hacer ni como comportarme entre gente tres o cuatro años mayor, que hacia mucho que no iba a bailar y estaba duro, que ya estaba comprometido con mis compañeros de estudio, hasta que un día se me acabaron las excusas, paralelamente el muy turro me tiro un golpe bajo, hizo llamar a su novia para hacerme participe de un asalto que se iba a realizar un viernes a la noche bien tarde, que me conocía a través de "Mariucho" y era hora de vernos las caras y si el problema era la edad no debía preocuparme ya que entre los invitados iba a haber unas cuantas chicas jóvenes y libres.

La cuestión fue que me convenció, avise a mis compañeros de colegio que ese viernes tenia otro compromiso y fui al asalto, resulto ser en una casona ubicada en el barrio de Chacarita, la edad de los concurrentes variaba entre los 15 y 30 años largos, ahí conocí lo que para mi era una revolución tecnológica, el pasadiscos de doble bandeja manejado por un disc jockey profesional, para mi toda una novedad ya que estaba convencido que ese tipo de personajes estaba restringido a salones o clubes, había canilla libre y cotillon a discreción, me franqueo la entrada una chica quien me indico donde estaban los sanitarios y la barra, pregunte por Mario y dijo no tener idea quien era, hice lo clásico, fui a la barra pedí una gaseosa y desde allí campanee (argentinismo por observe) el ambiente, sentí una mano que me apretaba las nalgas y me di vuelta para responder con un golpe, Mario, muerto de risa, le decía a una petisita muy bonita y con unas tetas impresionantes

Te dije que era medio arisco, jajaja

No te insulto por respeto a la señorita… al menos me hubieras dado un beso, jajaja

Hola, así que vos sos el famoso "mi amigo", mira que te hiciste rogar – dijo dándome un beso en la mejilla.

Y si… los famosos somos así.

Arisco y un poco pedante, jajaja – dijo Mario.

Estuvimos charlando un buen rato, hasta que me pareció ver una cara conocida deambulando aparentemente sin rumbo fijo.

Alguno conoce a esa chica?

Cual? – repregunto Mario.

La morocha de pelo largo y mini escocesa.

Tenés buen ojo, a pesar de los lentes – respondió Mónica – el cuatrimestre pasado cursamos juntas… pero no recuerdo el nombre.

Adriana – acote.

Tenés razón, Adriana, y de donde la conoces? – pregunto intrigada Mónica.

A este tipo hay cosas que no le tenés que preguntar, te puede sorprender – dijo Mario.

No creo, tiene cara de nene bueno – acoto Mónica.

Peti, no te engañes, lo conozco desde muchos años y de verdad, no es confiable, jajaja

Perdón que los interrumpa, vos seguí haciéndome mala fama yo tengo otra cosa que hacer, los veo en un rato.

Dale y tomamos una copa los cuatro. – dijo Mario.

Si la diosa fortuna me ayuda.

Anda mientras tanto yo voy buscando un lugar tranquilo y pido las copas, jajaja

Con la charla, Adriana, quien era compañera de oficina, había desaparecido, la busque encontrándola a la salida de los sanitarios.

Que haces acá? – pregunto sorprendida.

Buenas noches… hola que tal?… que agradable sorpresa… respondí iniciando un dialogo conmigo mismo – Buenas noches... Hola, bien gracias y vos?... A mi también me sorprendió gratamente… - me conteste – O sino con un simple Hola, hubiera bastado.

Estuve grosera, verdad?, perdón, pero que haces acá?

Sabia que ibas a venir y no pude resistir la tentación – respondí intentando darle un beso en la mejilla

Que haces? – pregunto frenando mi intentona.

Nada, te saludo.

Perdonáme, no esperaba encontrar a nadie conocido – dijo dándome el beso.

Seguro que ibas a encontrar a alguien conocido, sino como viniste?

Quiero decir que no esperaba encontrarte.

Que desilusión, yo si esperaba encontrarte. – dije sonriendo.

Si… y como sabias que iba a venir?

Sentiste hablar de la percepción extrasensorial?

Ahora entiendo… y que mas dice tu percepción extrasensorial?

Dejame concentrar – dije cerrando los ojos y tomándome las sienes con las manos - dice que realmente no esperabas encontrar a nadie conocido… pero no te preocupes, yo no estoy aquí, por consiguiente no te vi y por carácter transitivo nadie se va a enterar.

Me estas convenciendo, y la percepción te dice porque? –

Dejame ver… que lastima, creo que se corto la conexión.

Y ahora que hacemos?... me voy a quedar con las ganas de conocer el final.

Si querés te cuento lo que pienso yo.

No me digas que también pensas… creía que te limitabas a cumplir ordenes – dijo en un tono sarcástico evidentemente haciendo referencia a la relación laboral.

Como no estoy no te escuche… es una pena… la podríamos haber pasado muy bien – dije dando media vuelta y alejándome hacia la barra.

Me fui rumiando bronca, no entendía que había pasado, pintaba como para tener una buena charla y de golpe se había ido al carajo, tal vez no debería haberla buscado, tal vez de verdad no quería encontrarse con nadie conocido… pero porque?... estaría de trampa?...

Se me cayo un ídolo y lo peor es que me hiciste quedar como un bocón – era Mario palmeándome la espalda exagerando un gesto de consuelo.

Y si… a veces te vas de boca – dije algo molesto.

Para che, que te estoy jodiendo

Perdonáme, estaba en otro planeta – dije a modo de disculpa.

Me di cuenta, que tomas?

Un vaso de cicuta bien frío, me quiero morir. – dije en tono dramático.

Dejáte de joder y vení a tomar algo con nosotros y de paso nos contás que pasó.

Tengo mucha cara de culo?

Para nada, lo que pasa es que te estuvimos observando todo el tiempo y vimos tu reacción, no sabemos de que hablaron ni que paso.

Estas en condiciones de aceptar una broma? – pregunto Mónica.

Siempre estoy en condiciones – respondí.

Venias en cuarta a fondo y se te acabo la nafta.

Es buena esa, creo que algo de eso paso aunque lo mas factible es que no debería haber salido de boxes.

Dejáte de metáforas y conta.

La verdad, no se que paso – les conté palabra por palabra lo charlado y lo que pensé – eso es todo.

Te dije que no la conozco demasiado, pero creo que tiene novio, aunque no me parece que este de trampa en el sentido que lo dicen ustedes los hombres, supongo que quería divertirse un rato y aprovechó la oportunidad, a mi no me llama la atención ya que yo fui a un montón de reuniones y nunca estuve de trampa, solo iba a pasarla bien. – dijo Mónica.

Puede ser, pero este infeliz que culpa tiene en haber coincidido acá… amigo, yo te defiendo, jajaja

Gracias, no me defiendas me puedo arreglar solito, para que quiero enemigos si tengo amigos como vos, jajaja.

Lo de infeliz se me escapo, quise decir, que culpa tiene el boludo este, jajaja

Insisto, gracias… pero no aclares que oscurece, jajaja

No los entiendo, recién parecía que estaban velando a alguien y ahora se mueren de risa.

Sabes que pasa Moni, mujeres es lo que sobra.

Que dijiste? – le pregunto ofendida.

Fue una broma, tontita, lo que pasa es que si mi amigo me ve feliz con vos el también lo esta, no es cierto? – dijo Mario esperando mi aprobación.

Totalmente… y ahora si me perdonan este cuerpo se va a retirar.

Quedate un ratito mas con nosotros – dijo Mónica.

Gracias, pero el menage a trois no me va, tres son multitud.

En serio, mira que a mi no me molesta.

Lo supongo, pero para mí la noche se acabo, disfrútenla ustedes.

Como quieras, fue un gusto conocerte, todo lo que dijo Mario fue poco, pareces un buen tipo – dijo dándome un beso como despedida.

Chau flaco, haciéndote el boludo averigua si la petisa tiene una hermanita, jajaja

Yo me encargo, jajaja. te veo mañana.

Antes de retirarme pase por la barra a tomar la del estribo (argentinismo por la ultima) y de paso relojear (mirar) un poco mas el ambiente, estaban representados todos los especimenes de la raza, me tilde viendo a dos chicas charlando animadamente, observándolas me fui quedando con la mente en blanco, en una especie de sopor, los sonidos se fueron apagando hasta quedar convertidos en un eco lejano, los colores tornaron a blanco y negro y los movimientos se ralentizaron, supongo que la combinación del cansancio acumulado en la semana y la bebida me llevaron a ese estado catatónico, como mirando una película percibí que una de las chicas mirándome socarronamente tomaba por la barbilla a la otra plantándole un chupón en la boca… repentinamente el mundo volvió a tener formas y colores, pensé que la vista y la ensoñación me habían jugado una mala pasada haciéndome ver algo que no había ocurrido, ahora las dos chicas me miraban, instintivamente levante la mano con el pulgar hacia arriba y desvié la mirada con cara de jugador de póquer, en ese momento me di cuenta que algo bien había hecho, no sabia que, ya que al volver a mirarlas por el rabillo del ojo noté que había dejado de ser el objetivo de sus miradas no obstante debía averiguar que había pasado, apuré el resto de la bebida y me encamine a la salida.

Te vas?

Si – respondí mecánicamente

Hasta que hora te dieron permiso?

Es mi problema – respondí de mala manera al ver que era Adriana quien preguntaba – No le doy explicaciones a nadie y menos a vos.

Sos muy chico para contestar de esa manera y menos a una mujer – dijo también de mala manera.

Adriana… - comencé a responder tomando aire – tenés razón, disculpame y chau.

Espera… invitame la copa de la paz.

Adriana, vine tranquilo y dispuesto a pasarla bien… maldigo la hora que te encontré, me estas atacando y no se que carajo te hice, te propongo cortarla ahora antes que empeore… además porque te metes conmigo si tenés una bandada de buitres dando vueltas dispuestos a hacerse un festín y la podes pasar bomba.

No me interesan… son todos unos babosos.

Y con razón hoy estas hecha una diosa – no se porque lo dije, pero algo me decía que en una de esas la noche no estaba totalmente perdida.

Me confundís, propones cortarla y me halagas.

Una cosa no invalida la otra, hoy estas para ponerte un pan de cada lado y comerte pero también para indigestar.

Es la segunda vez que decís hoy… y otros días? – pregunto con una sonrisa.

No lo se, siempre te vi en la oficina y nunca me llamaste la atención.

Mira que sos difícil, te sugiero barajar y dar de nuevo, te pido que me invites una copa y me rechazas diciéndome fea.

Adri, nunca te diría fea… no acostumbro a mentir.

Entonces invitame a tomar algo.

Es que… no se… yo nunca… - comencé a tartamudear esperando llamarle la atención – y de que

No me digas que nunca compartiste una copa con una chica? – pregunto extrañada.

Si claro muchas veces – respondí tratando de mostrar un falso orgullo – lo que pasa es que siempre fue con chicas mas… nunca tan

Nene decidite, deja de tartamudear.

Me acompañarías a tomar una gaseosa?.

Como no caballero, la verdad es que no lo esperaba, me toma de sorpresa – dijo en tono de broma.

En serio Adri., no me hagas responsable si te aburrís, nunca compartí un trago con una chica tan grande.

Lo que me faltaba, vieja y fea – dijo divertida.

No, no, Adri… ni vieja ni fea, - apure la respuesta tratando de parecer turbado -, todo lo contrario, quise decir

Fue una broma, ahora que empezamos a ser amigos estoy tratando que te distiendas.

Te agradezco, pero todo esto es nuevo para mi y no se como comportarme.

No te hagas problemas, a tu edad a mi me pasaba lo mismo.

Seguramente – acote mientras pensaba, cayo el chivo en el lazo.

Una vez aclarados un par de temas la charla se hizo fácil, resulto que poco antes de salir de la facultad una compañera le comento sobre el asalto y le pidió que la acompañara para no ir sola, pero al poco tiempo de entrar "la amiga" había desaparecido del brazo de un tipo quedándose sola y sin conocer a nadie, no obstante al no tener otro plan se quedo para ver como pintaba, fue en ese momento que nos encontramos y eso la había incomodado

Incomodado? y porque?

No se, seguramente se me disparo el mecanismo de autodefensa.

No entiendo.

Yo tampoco, pero por razones que no te voy a explicar de un tiempo a esta parte estoy medio eléctrica y no lo puedo controlar.

En una de esas estas necesitando un novio para hacer descarga a tierra, jajaja

Ni loca, de eso ni hablar – dijo cambiando el semblante.

Huyy, metí la pata… sospecho donde esta el cortocircuito, jajaja.

Te dije que hay razones que no te voy a explicar – dijo seria.

Tranqui, te entiendo… después de todo soy un nene que todavía no entiende los problemas de gente de mas edad, sobre todo de mujeres que lo saben todo – acote en el tono mas sarcástico que pude.

No te ofendas pero sos muy chico para entender algunas cosas.

Es posible pero te informo que gran parte mi vida se desarrolla entre gente bastante mas grande… vos sabes que en la oficina soy "el nene", en la escuela el mas cercano lo tengo a mas de 15 años y en lo deportivo compito en mayores cuando debería hacerlo en juveniles… tal vez viví mas de lo que crees.

Puede ser... pero te repito que hay razones que no te voy a explicar.

Adri, ya lo dijiste tres veces, solo te estoy ofreciendo, si lo necesitas, un hombro amigo para apoyar la cabeza y descargar bronca.

Esa ya la conozco, no te gastes.

Voy a hacer de cuenta que no escuche la ironía, te lo ofrezco de corazón… tómalo o dejalo.

No te habías ido? – eran Mario y Mónica que se habían acercado.

Lo estaba haciendo cuando encontré este bombón y sin darme cuenta se me paso el tiempo, perdón Mario y Mónica… Adriana – dije a modo de presentación.

Yo a vos te conozco – dijo Mónica dirigiéndose a Adriana.

Si, cursamos juntas el cuatrimestre pasado – respondió Adriana.

Es verdad, es que somos tantos que a veces la memoria me juega una mala pasada.

Tengo sed, les traigo algo – dijo Mario dirigiéndose a todos.

Dale te acompaño – respondí rápidamente sin darles tiempo a nada.

Con los tragos en la mano nos acomodamos charlando animadamente, las risas fueron el factor común, con Mario nos sacamos chispas tratando de ser el mas gracioso, las chicas contaron anécdotas de la facultad y el trabajo y realmente la pasamos muy bien, sin darnos cuenta el tiempo fue pasando y nos fuimos quedando solos, había llegado la hora de partir y Mario ofreció llevarnos a todos a nuestros hogares, hubo un intercambio de números telefónicos y partimos.

Adri, la pase muy bien, gracias.

Yo también, te debo una disculpa.

Olvidate, no paso nada.

Tenés unos amigos sensacionales.

Cierto, amerita otra salida… no crees?

No la embarres, termino siendo una buena noche y seria una lastima estropearla.

No entendiste, pero no importa, te veo el lunes – nos despedimos con un beso en la mejilla y volví al auto, ahora le tocaba a Mónica.

Te dije que te iba a sorprender – dijo Mario dirigiéndose a Mónica.

Todavía no lo creo, no será una robacunas, jajaja

Para nada, es todo merito de el, yo lo conozco, jajaja

Perdón, de que hablan? – pregunte desde el asiento trasero.

No te hagas el tontito, si le estuviste tirando los perros toda la noche.

A quien?

A Adriana, a quien va a ser?

Te juro que no.

Bueno, ella creyó que si, y no le disgusto.

Dejate de embromar, mira si

Nenito, soy mujer y se de que te hablo.

Nos acercábamos al destino, simule dormir, para que se pudieran despedir como quisieran, al rato pase al asiento delantero y nos dirigimos a Barracas, tocamos tangencialmente el tema de Adriana dedicándonos casi en exclusivo a que me había parecido Mónica. Ese lunes Adriana comento en la oficina lo acontecido, a partir de ese día la relación con mis compañeros/as de oficina cambio radicalmente, deje de ser "el primo de la contadora" y empecé a tener nombre propio, a mediados de semana luego de una charla laboral.

Te dije que el otro día la pase muy bien?

Lo dijiste, pero casi arruino todo, no?, jajaja

También te agradezco la discreción.

Que discreción?

No contaste nada a nadie… al menos acá.

Ni acá, ni allá, ni acullá,

Que?... te avergüenza que sepan que nos encontramos? – dijo buscándome las cosquillas.

Adri, no pelees… como me voy a avergonzar, todo lo contrario, pero es algo privado y debo salvaguardar tu buen nombre y honor, jajaja… en serio, por mi boca nunca nadie va a saber con quien, donde ni porque.

Sin embargo, hubo dos testigos, lo cual contradice tu aseveración, jajaja

Eso fue inevitable, además son de total y absoluta confianza.

Eso ya lo se.

Que sabes?

Que hay cosas que solo ustedes dos saben.

No te pregunto como lo sabes, porque lo supongo… eso confirma mi teoria.

Bueno, basta de chachara, hay que seguir trabajando.

Como digas.

Recordas como terminamos el otro día?

Por supuesto, dijiste que no la embarre.

Eso lo dije yo, me refiero a lo que vos dijiste.

Amerita otra salida.

Estoy de acuerdo, el viernes a que hora quedas libre.

Un poco después de medianoche… porque? – pregunte sorprendido.

Así me das tiempo de darme una ducha rápida y ponerme algo más cómodo, después de todo el día de trabajo y facultad a esta ropa no la soporto.

Ah… claro… y… como hacemos? – pregunte sin salir de mi asombro.

Me pasas a buscar y vamos a tomar algo – respondió con una seguridad que volvió a sorprenderme.

Pero… mira que no tengo auto.

Y cual es el problema?

No, ninguno… y…. donde querés ir?

Sorprendéme, chau.

Quede shockeado el resto de la jornada, realmente estaba confundido, toda una estudiante universitaria citándose con un secundario… me iba a dejar de araca (argentinismo por faltar al compromiso) o era un kilombo a plazo fijo...

Necesito que la contadora selle y firme estos balances – dijo Adriana alcanzándome un manojo de papeles.

Dejámelos, yo me encargo – respondí mecánicamente.

Confío en tu discreción, la cita es top secret – dijo en voz baja.

Obvio.

Casi no recordaba cuando había sido la ultima vez que había tenido una salida con una chica de mas o menos mi edad a la vista de todo el mundo y estuve toda la noche tratando de disimular el nerviosismo, el caso fue que le causo gracia y lo atribuyo a mi falta de experiencia con el sexo opuesto, pensé que de la circunstancia podía sacar provecho y exagere algunos actos, por ejemplo, derrame un poco de bebida al servirle la copa, encendí un cigarrillo por el lado del filtro y ni siquiera la roce durante la estadía en el lugar, alrededor de las 3 sugerí retirarnos diciendo que era un poco tarde, lo acepto y una vez en la calle dijo que le gustaría volver a su casa caminando y para mi sorpresa me tomo del brazo, al llegar seguíamos charlando animadamente y lo seguimos haciendo sentados en el umbral.

Sabes… es la primera vez que hago esto – dije con cara inocente.

Yo también.

Como?... no me digas que es la primera vez que vas a tomar algo con un muchacho?

No tonto, es la primera vez que me quedo en la puerta de mi casa charlando con un muchacho,

Ahhh

En serio es la primera vez que salís con una chica?... y no me respondas tan grande.

No… pero si es la primera vez que lo hago hasta tan tarde y siempre fue en grupo.

Y que te pareció el debut?

Genial, pero tengo miedo de embarrarla.

Porque?

Porque quiero preguntarte si lo podemos repetir y no me animo… quede asustado.

No seas tonto… a mi también me gusto, paso el tiempo sin darme cuenta… vamos a hacer una cosa, ahora nos despedimos y durante la semana vemos si ninguno de los dos se arrepintió

Y salimos de nuevo – dije cortándole la frase.

No seas ansioso, en la semana hablamos – dijo levantándose.

Nos despedimos con un beso en la mejilla y me dirigí a la parada del colectivo pensando que había sido una noche maravillosa, perfecta, era lindo caminar por la calle con una chica como uno mas… a pesar de que el único contacto sexual había sido un beso en la mejilla me sentía bien, y lo mejor era que se podía repetir… en ese momento entendí porque Mario había preferido a Mónica y dejar de lado a Rita.

Esa fue el primero de muchos encuentros "top secret" que tuvimos con Adriana, lo agregue a esta serie ya que Adriana, sin saberlo, fue la que dio comienzo al fin de la relación con Mirta.

Quiso la casualidad que una tarde en la que estaba llegando un rato antes de lo habitual al, para ese entonces rutinario encuentro con Mirta, vi a Rita saliendo del edificio, por un instante pensé encararla arrepintiéndome ipso facto, entre al departamento y note que la sonrisa de Mirta era una mueca dibujada al igual que su conducta, luego de mucho insistir conseguí que me contara sobre su estado de animo.

Dale contáme mientras preparo un mate.

Hace un rato estuvo Rita, no te la cruzaste de casualidad.

Lo se, la vi saliendo del edificio.

Te dijo algo?

Nada, la esquive, creo que no me vio, parecía distraída.

Algo mas que distraída, esta preocupada.

Que le pasa?

Nada… cosas de mujeres, no lo vas a entender.

Seguramente…(recordé la misma respuesta de Adriana) y por eso vos estas así?.

Así… como?

Fría, distante, Bombón, últimamente pareces una heladera.

No te permito… acaso cada vez que nos encontramos no

Si… pero no es lo mismo.

No te entiendo.

Bombón, te interesa charlarlo?

Por supuesto, lo necesitamos.

Bueno, Vení – dije extendiendo los brazos invitándola al abrazo, se acerco lentamente y apoyo su cabeza en mi pecho dejándose acariciar – Acompañáme.

No íbamos a charlar?

Te das cuenta que no es lo mismo.

Es que estoy cerca del periodo.

Bombón, y la semana pasada? Y la anterior?... es como que estamos cumpliendo con un compromiso, siento que estamos perdiendo la magia.

No Bebe, no quiero que pienses eso – dijo acariciándome la mejilla.

Entonces vamos al dormitorio.

En un ratito, tomemos unos mates y charlemos.

Al menos lo podemos tomar en el sillón.

Dale, anda que yo te sigo.

Bueno contáme

No se por donde empezar… quiero que sepas que te quiero mucho y todo lo que te dije es cierto, sos un hombre muy especial y te debo el haberme vuelto a sentir ganas de vivir la vida plenamente.

Huyy, esto parece una despedida.

Dejame seguir… ni yo misma se que es esto, por un lado siento que hemos cumplido un ciclo y debemos ir cada uno por su camino… y por otro cuando te veo quiero que me acaricies toda, que me hagas el amor y sentir que vibro como nunca… quiero que vivas la vida acorde a como tenés que vivirla, no que la programes para que todos los fines de semana estemos juntos cuando tus amigos se están divirtiendo con chicas y hacen todas las estupideces que tienen que hacer… como las hice yo en mi juventud.

Te puedo interrumpir?

Claro.

Te aclaro que me encanta acariciarte y hacer el amor con vos… pero así no, no me siento cómodo cuando te veo como hoy… me gustaba mas cuando me esperabas ansiosa, sexy… cuando tomabas la iniciativa, cuando te comportabas como una adolescente y no me vengas con eso de que tenés edad suficiente como para ser mi madre.

Es que es la realidad y es indiscutible, hace un rato lo estuvimos charlando con Rita, la vi bien, en paz consigo misma y abierta a encontrar un hombre con quien tener proyectos… entre vos y yo, tengo el presentimiento que como mínimo esta tonteando con alguno.

No creo… te hubiera contado.

Hummm… no se… hay algunas cosas que nos contamos cuando hay algo casi concreto… y vos sos un ejemplo, no olvides que supe de tu existencia cuando le faltaba un empujoncito para decidirse.

Puede que tengas razón, la verdad me daría un alegron, es una buena mina que merece mejor suerte de la que tuvo, además esta para partirla en cuatro, jajaja,,, si tu teoría fuese cierta, porque esta preocupada?

Por mí, por vos, por la situación, por nuestro aparente noviazgo, porque cree que estoy dejando pasar la vida… que ironía… pensar que el año pasado era yo quien se preocupaba por ella.

Bombón, no se que decirte

Que te parece si picamos algo, nos hacemos unos mimitos y después llamas a algún amigo y te prendes en una salida… necesito estar sola, con la luz apagada, escuchando música suave y acomodar ideas.

No me parece, pero creo que a vos si te parece.

Si me parece, pero ni sueñes que te vas a deshacer de mí tan fácilmente – dijo sonriendo y dándome un besito en los labios.

No entiendo.

Bebe, cuando tengas ganitas lo único que tenemos que hacer es ponernos de acuerdo.

Y cuando tengas ganitas vos? – pregunte besándole suavemente los labios.

Te dije que no te vas a deshacer tan fácilmente de mí – respondió en medio de un abrazo.

Tome el colectivo para ir a mi casa y me sentí raro, extrañamente no estaba triste ni alegre, sentía como que sin querer me había liberado, no sabia de que porque si bien era cierto que Mirta había sido quien comenzó el acoso hasta convertirlo en relación, yo no lo había evitado y durante el tiempo que había durado me sentí bien… pensé en tirarme el lance de llamar a Adriana para no perder un sábado aunque sea tomando un café, pero lo pensé mejor y decidí ir a descansar y estar a full para Graciela. Durante un tiempo prolongado nos seguimos viendo en forma irregular y la pasábamos realmente bien, sin compromisos ni obligaciones, haciendo el amor con afecto, de hecho la primera vez que fui a un hotel alojamiento, muerto de vergüenza, fue con Mirta, hasta que un buen día en su departamento me dio la noticia que estaba de novia con un tipo, que se sentía muy bien y que seguramente terminarían formalizando, cosa que ocurrió, entre los invitados a la fiesta estábamos Rita, Mario y yo, nos presento al novio como sobrinos postizos – Tenemos un secreto que queremos compartir con mis sobrinos preferidos… cumplí mi fantasía… le llevo 3 años, jajaja –

Había pasado poco mas de un mes que había "roto" con Mirta y de a poco estaba habituándome a pasar los fines de semana con mis amigos, con Adriana comenzamos a encontrarnos a la salida de la oficina, en el mas absoluto de los secretos, para compartir cafés y filosofar, las veces que intente verla un sábado por la noche declinaba la oferta sin explicar el motivo, después de todo éramos solo amigos y no era de mi incumbencia.

Una noche en la escuela nos habían largado bastante antes por la falta del profesor de las ultimas dos horas, tome el colectivo para ir a mi casa y aprovechar a dormir un par de horas mas que lo habitual, estaba realmente cansado y creo que me dormí antes de sentarme, usualmente ocurría esto y no me preocupaba ya que al llegar a la terminal el conductor no tenia mas remedio que despertarme y de ahí a mi casa había un paso, sentí un leve zamarreo, entre sueños note que el colectivo aun se movía y que estaba apoyado sobre un cuerpo.

Casi llegamos, despertate.

Huyy perdón – dije sobresaltado y disculpándome con quien me había soportado no sabia cuanto tiempo de viaje.

Esta bien, no es la primera vez que dormís apoyado en mi – era Rita mirándome divertida ante mi turbación.

Rita… Perdonáme… no fue mi intención… estoy hecho pelota… donde estamos?

En el colectivo y faltan dos paradas – contesto casi riendo.

Parece que me dormí fuerte – dije por decir algo, aun sin reponerme de la sorpresa.

Parece que si… hasta se te escapo un ronquido.

Que papelón

No es para tanto, casi no se noto…te vi subir y me causo gracia, no veías nada… parecías un zombie.

Es que a esta altura de la semana y a esta hora estoy reventado.

Estoy al tanto, aunque nos veamos poco siempre pregunto por vos.

Ahhh… perdón… y como apareciste acá.?

Fui a cenar con unas amigas y vuelvo a casa.

No… me refiero a como apareciste al lado mío, estoy seguro de haberme sentado solo.

Si, pero te vi cabecear un par de veces y me dio miedo que te golpearas contra la ventanilla, cambie de asiento y deje que te apoyaras… como te dije no seria la primera vez que dormís apoyado en mi.

Es verdad… pero eran otros tiempos

Dale despabilate que llegamos – dijo levantándose y encaminándose a la salida.

Puedo bajar yo primero? – pregunte adelantándome.

Seguís siendo un caballero – respondió cediéndome el paso.

Hay cosas que nunca se olvidan – acote un tanto irónico mientras estiraba la mano para ayudarla a descender.

No te escuche – dijo aceptando mi ayuda.

Digo que hay cosas que nunca se olvidan – repetí soltándole la mano y el colectivo se dirigía a su lugar de estacionamiento.

Cuales? – pregunto poniéndose a la par mientras nos encaminábamos a nuestras casas, distantes a solo cuadra y media.

Por ejemplo… la de respetar a una dama ayudándola a descender de un escalón.

Ahhh

Sin importar si lo merece o no – dije nuevamente irónico intentado una replica.

Como te trata la nueva vida? – pregunto esquivandome.

No me puedo quejar – comence a responder resignado al no encontrar la respuesta que estaba buscando – un poco cansadora pero vale la pena, y vos?

Podría ser mejor, pero tampoco me puedo quejar.

Se produjo un incomodo silencio, pasamos frente a mi casa sin detenernos.

Donde vas?

Te acompaño

No hace falta.

Lo se, pero cuando estas conmigo te acompaño hasta la puerta… te molesta?

Para nada… es la falta de costumbre – respondió mientras doblábamos la esquina.

Cada vez me gusta menos esta época del año, todo el mundo esta acovachado.

Si… a veces me da cosita caminar sola, pero siempre hay alguien mirando por la persiana.

Es verdad, parecería que en este barrio las paredes tienen ojos, jajaja

Ojos, boca, oídos te diría que tienen vida, jajaja, bueno, llegamos… gracias por acompañarme – expresó a modo de despedida y dándome un beso en la mejilla – Huy, te manche… espera – dijo mientras sacaba un pañuelo de la cartera, lo humedecía con la lengua y lo acerco a mi cara para limpiarla.

Rita – señale tomándola de la mano impidiendo que me toque – esta película ya la vi y el final no me gusto.

Yo también la vi… y no me acuerdo que haya tenido un final – susurro mirándome fijamente a los ojos… le solté la mano, volvió a humedecer el pañuelo y lenta, suavemente limpio la mancha de rouge sin despegar la mirada.

Querés que te lo cuente? – pregunte en voz muy baja sacándole el pañuelo y besando la parte húmeda.

Hoy es tarde y esta fresco, tal vez otro día – respondió casi murmurando.

Invítame un café calentito.

Creo que no es el momento Bebe, es tarde y necesitas descansar, tal vez otro día.

Cuando?

No se… tal vez otro día.

Y porque no una noche?

Quien te dice que no se de otra casualidad y podamos charlar mientras tomamos un café.

Porque no un mate amargo?

No me parece, no vi mucha gente tomando mate por la calle.

Tenés razón.... y en una casa?

Ahí si.

Es legal tomar mate durante una clase de apoyo.

Una cosa no impide la otra.

Si llego a necesitar clases de apoyo, vos me las darías?

Porque plural?

Porque estoy muy flojo en esa materia y puedo necesitar más de una… me ayudarías?

Tal vez

Bien… seguramente este sábado voy a necesitar tu apoyo pedagógico, me podes dar una mano?

Llamáme cuando no este y pedí un horario.

Que!!!

Pensalo… devolvéme el pañuelo y anda a dormir.

Te lo devuelvo el sábado lavado, planchado y perfumado, chau – me despedí intentando darle un besito en los labios, ladeo la cara y fue a la mejilla.

Chau – se despidió sonriendo – que tengas una buena noche.

Me fui contento y desconcertado, tanto tiempo esquivándome y al encontrarla de casualidad me indujo a que la invitase a tomar mate a solas, cada vez comprendía menos a las mujeres… serian todas así?… que la llamase sabiendo que no iba a estar?... eso si que era incomprensible, seguramente lo dijo para no rechazarme directamente… entre a mi casa cuando mi vieja ya estaba lavando los platos y como siempre mi hermanita secándolos, inmediatamente me preparo un plato de comida y se quedaron todos a hacerme compañía, entre charlas fue pasando el tiempo y al final me acosté a la misma hora que lo hacia habitualmente, pero con la satisfacción de haber estado en el seno familiar.

Esa noche dormí como un bebe, con la satisfacción que el viernes estaba ahí nomás e iba a poder descansar a pata suelta, no pensaba asumir ningún compromiso excepto con la cama, cuando el maldito reloj despertador sonó lo puteé un rato y fui a la oficina, fue un día largo, pesado, tedioso con muchísimo trabajo y cero ganas de hacerlo, no obstante la obligación mandaba y me dedique a cumplirlo, estaba en lo mejor cuando entendí la frase "Llamáme cuando no este y pedí un turno"… claro, como no me había dado cuenta en el momento, debía llamarla a la hora que sabia que no estaba para que me atendiera otra persona, seguramente la hermana o sea la madre del Enano, esta me dijera que no estaba y si le quería dejar un mensaje, yo le diría que necesitaba que me explicara algo y ella se encargaría de avisarle, de esta manera los otros habitantes de la casa sabrían que iba a ir y para que, la visita no despertaría ninguna sospecha, se dio tal cual lo imagine con el agregado que si el tiempo no alcanzaba me podía quedar a cenar y después seguir estudiando.

El sábado dormí hasta que me desperté solo, fue hermoso hacerlo sin escuchar al maldito reloj, ya eran cerca de las 14, me pegue un baño, almorcé, dormí un poco mas de una hora y fui a la casa de Rita, toque timbre en lo del Enano para saludar a todos y de paso que vieran que era cierto que iba a estudiar, había llevado un par de libros y un cuaderno, luego de los saludos de rigor el Enano fue a avisar a su tía acerca de mi llegada,

Te esperaba mas temprano, parece que no necesitas tanto apoyo – con gesto adusto.

No lo retes, lo entretuvimos nosotros – tercio el padre del Enano.

No creo que lo estuvieran entreteniendo desde la mañana – dijo sin cambiar el gesto.

No, la verdad es que llegue hace 5 minutos, me quede dormido. – dije a modo de disculpa.

Bueno, no perdamos más tiempo, vamos a ver que necesitas, no tengo todo el día disponible.

Donde vamos?

A mi departamento, con la hora que es encima no pretenderás una clase abierta con debate de los presentes.

No, yo solo preguntaba – respondí ante el silencio de los demás, un tanto apenados por el carácter fuerte de Rita.

Alguna otra pregunta?

Ninguna.

Parece que no elegiste el mejor día – me dijo el Enano y Rita lo fulmino con la mirada.

Cruzamos el patio, abrió la puerta invitándome a pasar primero, lo hice y al entrar ella la cerró estrepitosamente, tanto que me sobresalto, la última vez que había estado allí faltaban detalles de terminación, los cuales ya estaban cumplimentados incluyendo una estufa que daba al ambiente una temperatura por demás agradable.

Bueno, aquí estamos – dije por decir algo, expectante por saber cuales eran las intenciones de Rita, las mías las tenia mas que claras.

Creo que con la escena que hice, antes de venir lo van a pensar… tenemos un buen rato para charlar de lo que vos quieras

La verdad es que creí que estabas molesta por la hora – dije pensando que la muy picara me estaba cediendo la iniciativa a mi.

Para nada, pero si no hago el numerito, esto es un desfile… bueno, sentate donde quieras y propone el tema.

La verdad es que no se por donde empezar… vamos desde el principio… te extrañe.

Golpes bajos no… no te hagas el melancólico que nos conocemos.

No es un golpe bajo, la verdad es al principio te extrañe y me molesto mucho tu actitud, luego me fui resignando, el trabajo y el estudio me consumen mucho tiempo y es mas fácil no pensar.

Aja.

Me jodio y mucho que no se sigan viendo con Mario.

Aja.

Porque la pasábamos bien los cuatro.

Aja.

Al menos charlábamos y te podía ver.

Aja.

Mientras estuve con Mirta, sabia algo de tu vida y ahora es un misterio.

Aja.

Rita, cortála con el Aja., dijiste que íbamos a charlar, después de todo creo que este encuentro fue de común acuerdo – dije molesto.

Eso es cierto.

Entonces?

Entonces, que?

No pensas hablar?

Cuando vos termines

Yo termine.

Y de Mirta no tenés nada que decir?

Nada que no sepamos los dos, es una excelente mina, la quiero… creo que me quiere, pero se acabo.

Sin embargo se siguen viendo.

Si, porque no, quedamos amigos, cada uno hace su vida y si alguno quiere ver al otro, lo llama y listo.

Se echan un polvo y a otra cosa.

No podes hablar así de tu amiga, la relación va mas allá de un polvo, de echo mas de una vez nos encontramos para tomar o comer algo y, tasa tasa cada uno a su casa, lo mismo que deberíamos haber hecho nosotros pero vos te abriste.

Por supuesto que me abrí, no puedo hacerle trampas a una amiga.

Rita, vamos a dejar algo en claro, la que propuso algo y no cumplió fuiste vos, si mal no recuerdo la ultima vez que estuvimos juntos fue en las vacaciones, en los medanos, no se vos, pero yo la pase muy bien y quien propuso ser algo así como amantes secretos no fui yo.

Claro, para vos es muy cómodo tener donde ponerla.

Tenga mano compañera (argentinismo por Un momento) no tuve, no tengo ni tendré jamás un agujero que solo sirva para ponerla, no me interesa, eso se consigue pagando a una puta, si estoy con alguien es porque también existe afecto.

Por Mirta sentís afecto?

Te acabo de decir que es una mina que quiero, vos la conoces mejor que yo y sabes que es una mujer querible.

Y por Rita?

Por Rita que?

Que sentís, mejor dicho que sentías?

Querés una respuesta larga o corta?

La que quieras.

Bueno… y el mate?

Mira que sos molesto, mientras lo preparo contesta – dijo dirigiéndose a la pequeña cocina.

Bueno, erase una vez… te ayudo? – pregunte acercándome por detrás y apoyando mi cuerpo en su espalda a la vez que le tomaba la mano que sostenía el paquete de yerba.

No hace falta, puedo yo sola – contesto sin rechazar el contacto.

Antes que te conteste me tenés que prometer que no le vas a contar nada a Rita. – dije en voz baja muy cerca de su oído.

Soy una tumba – respondió mirándome por encima de su hombro.

Rita fue por muchos años la musa inspiradora de mis masturbaciones… la fantasía inalcanzable… la causante de larguisimas esperas escondido cerca de la parada del colectivo solo para verla… aquella que me hacia feliz con solo sentir un beso en la mejilla… - dije dándole un beso muy suave en el cuello.

Correte que va a hervir el agua – señalo dando un paso al costado.

Voy muy rápido?

No... pero si hierve el agua el mate es un asco. – dijo mientras apagaba el fuego y cebaba lentamente el mate – Te escucho.

Hasta que un día pude hacerle el amor.

No… así no… vos sabes decirlo de otra manera, seducime… haceme creer que a pesar de todo todavía

Rita – la corte poniéndole el dedo índice en los labios – nunca deje de ilusionarme con que algún día iba a poder acariciarte de nuevo… se que en este tiempo los dos vivimos cosas distintas, no me quejo, todo lo contrario, me encanto… pero gracias a vos tuve algunos momentos no tan agradables.

Me entere.

Pero no pasaba solo por lo físico, como interpreto Mirta (esas tetas no son fáciles de olvidar), iba mas allá… te veía y me daba algo de melancolía… recordaba nuestro primer café… con ese solero escotado que me reventó la cabeza… cuando vine entre sombras a este departamento y te exhibiste con distintos conjuntos de ropa… cuando vi por primera vez tus pechos y me permitiste mimarlos… cuando sentí tu olor a hembra y te enojaste… nuestra primera intimidad y sentir que el paraíso existía… esa carita con mezcla de vergüenza y miedo al saber que Mario era el elegido para Mirta… la sensación de sentirme hombre cuando resignaste tu ultimo tesoro… la mejor noche de mi vida en los medanos de San Bernardo… y después… la angustia de conocer la nada

No se que decirte – dijo aprisionando mi mano con las suyas.

Nada… no tenés que decir nada… querías saber si todavía te quería… esa es mi respuesta

Es que… no esperaba tanto… nunca pensé que podía calar tan hondo en alguien… pareció una declaración de amor.

Pero no lo es, no se que es el amor… supongo que debe ser el estado mas sublime del humano pero a la vez angustiante por no saber sobre el mañana… lo mío es cariño… supongo que esta un escalón mas abajo… y de una vez por todas convencete que podes calar hondo… muy hondo en otra persona.

Sos un dulce – dijo acariciándome la cabeza y dándome un suave beso en los labios – escucharte me hace bien… y también incomoda… no puede ser que hayas madurado tan rápido… debes creer que soy una tarada… entre los dos me van a terminar convenciendo que todavía tengo algo para dar.

Algo?... tenés mucho, que digo mucho, muchísimo, vos no sos consciente de tu potencial y ojalá no lo descubras nunca… porque ese día ni siquiera me vas a saludar…, a propósito, dijiste entre los dos, que dos?... hay otro en tu vida? – pregunte haciendome el ofendido.

Mira que sos curioso – respondio con una sonrisa enigmatica.

Mala mujer, me engañas con otro – dije forzando una mueca seria.

No buen hombre, vos sos el único – dijo casi riendo.

Si… el único engañado… no hay nada que hacer el ultimo que se entera es el carnudo, jajaja – lo conozco?

No te interesa

Eso significa que si, decime quien es o te torturo – dije haciéndole cosquillas.

Dejame – dijo tomando mis manos para evitar las cosquillas pero sin evitar el contacto. – todavía no hay nada.

Pero puede ser.

Puede.

Dale, quien es?... mira que te vuelvo a torturar – la amenace acariciándola bajo los brazos muy cerca de los pechos.

Cacho – respondió sin rechazar mis caricias.

Cacho… que Cacho?, el aceitero? – pregunte convencido que se trataba de un viejo y querido vecino, propietario de un negocio expendedor de lubricantes para automotores con anexo gomería, en la que habitualmente nos juntábamos con la barra para disputar memorables partidas de naipes

Si – respondió en voz casi inaudible y ruborizada.

Mirálo al viejo desgraciado, con esa cara de yo no fui, había tenido buen gusto

Espera, no lo des por hecho, todavía no pasa nada.

La revelación me había alegrado y me olvide de mi objetivo, tal como dije era un viejo y muy querido vecino, viudo hacia mucho tiempo, no recordaba haber conocido a su esposa, muy compinche con todos los de la barra, creo que en esa gomería tome mi primera bebida con alcohol, un vaso de cerveza, resulto que un buen día Rita había notado que Cacho la miraba distinto, al principio no le había dado mayor importancia, pero con el correr del tiempo el saludo protocolar fue transformándose en cortas charlas y sutiles indirectas indagando sobre su trabajo, compromisos, salidas, gustos, de a poco las conversaciones fueron mas prolongadas y confeso que no le desagradaba, estaba en lo mejor del desahogo cuando escuchamos golpear suavemente la puerta, nos apresuramos en abrir un libro, desparramar un poco de papeles sobre la mesa, me indico que me sentara en una silla y abrió la puerta, era la madre del Enano avisando que la comida estaba lista, Rita agradeció y me pregunto si me parecía bien cenar y después seguir, respondí que la cena vendría bien para hacer un paréntesis pero debía avisar a mis padres. La cena transcurrió sin nada que destacar excepto que rechace la invitación del Enano a ir a bailar – Deberías seguir el ejemplo para levantar las notas – le dijo Rita a su sobrino, - Y quedarme toda la noche estudiando con vos, ni loco – respondió el Enano rápidamente, la contestación provoco una carcajada y Rita retruco en tono serio – Buena falta que te hace, dedicarte un poco mas al estudio – agregando inmediatamente y dirigiéndose a mi – Si estas listo, vamos que falta mucho -, nos despedimos y volvimos al departamento, repitió la misma ceremonia de cerrar la puerta con estrépito.

Te tomarías un cafecito.

Si lo preparas vos, porque yo soy un desastre.

Este lo hace cualquiera, es soluble.

Igual, prefiero que lo hagas vos, yo te ayudo – dije repitiendo la escena de la tarde cuando preparaba el mate, como en ese momento no hizo nada por rechazarme, al contrario saco la cola hacia afuera para tener mas contacto.

Sos un cómodo – dijo mirándome sonriente por encima de su hombro.

Bueno, en que estábamos antes de cenar? – pregunte en voz baja cerca de la oreja.

Te estaba contando de Cacho – respondió en el mismo tono.

Ah... si, es un buen tipo – dije sacándole la blusa de la cintura de la falda.

Es verdad, aunque un poco conservador – comento moviendo la cintura facilitando mi tarea.

Es lógico, es de otra época – dije acariciándole la piel y aproximándome a sus pechos.

Desgraciado, tiene mi edad – protesto con un mohín de enojo.

Nena, te lleva un montón de años – replique mientras comenzaba a sobarla suavemente ante su pasividad.

No seas malo, son solo cinco.

Que informadita que estas – ironice.

Vamos a tomar el café – dijo marcando como una orden.

Yo estoy bien así.

Me di cuenta pero el café se enfría – dijo agitándose un poco para deshacer mi abrazo.

Me sentía en la gloria, tenia a Rita al alcance de la mano y sin necesidad de esconderme, todo el mundo sabia que estábamos juntos y había aceptado mi acercamiento, no la entendía y no me importaba, apoyo la bandeja en la mesa ratona y se sentó en el sillón, la imite poniéndome a su lado rozando su muslo con el mío, no se movió aceptando el contacto, habíamos entrado en un juego del que no había retorno – Querés algo dulce para acompañar? – intuí que la pregunta tenia un doble sentido y respondí, - Gracias con lo que tengo alcanza – la tome de la nuca atrayéndola para darle un beso en los labios, se dejo llevar entreabriendo la boca invitándome a que jugara con la lengua, fue un beso tierno, calido casi húmedo, nos separamos mirándonos fijamente a los ojos en un gesto de complicidad, y continuamos hablando de lo suyo con Cacho como si nada, lo tome como algo natural ya que con Graciela me pasaba algo similar.

Reitero una y otra vez que se sentía bien y que creía que la relación iba a prosperar ya que se conocían hacia muchos años y cada uno era lo suficientemente grande como para saber que si comenzaban algo era porque estaban seguros, el tema era que Cacho no se decidía a tomar la iniciativa, ella no estaba dispuesta a hacerlo y no sabia como provocarlo sin perder la imagen de mujer seria y formal.

Necesitas que te de una mano?

No era esa la idea… pero no vendría nada mal.

No te creo… pero no importa, algo se me va a ocurrir… pero que te quede claro que no es por vos – dije con una amplia sonrisa – a Cacho le debo mas de un favor y me gustaría devolvérselos sin que se entere.

Sos muy malo – acoto haciendo un mohín de ofendida – en serio que no se me había ocurrido… serias capaz de negarme un favor?.

No podría… pero… nada en la vida es tan sencillo… que serias capaz de hacer si

No puedo creer que me chantajees.

Seria incapaz de hacerlo… pero

No creo que aproveches y quieras sacar ventaja de una pobre e indefensa mujer – dijo con una mirada picara mientras se humedecía seductoramente los labios con la lengua.

Al contrario, creo que estas utilizando todo tu poder de seducción para convencer a un inocente joven para que sea tu cómplice y satisfacer tus instintos más bajos.

Estoy perdida, me descubriste, jajaja.

Todavía no, pero me encantaría hacerlo – dije mientras le desabotonaba lentamente la blusa.

Porque tardaste tanto Bebe? – acoto llevándose las manos hacia atrás con el propósito de liberarse del soutien.

Dejame a mi, vos no hagas nada, por favor – dije besándole despaciosamente lo que asomaba del corpiño – Estas tetas me vuelven loco.

Las extrañaste? – pregunto en un susurro tomándome de la nuca y dirigiéndome.

No sabes cuanto – y era verdad, eran unos pechos monumentales, algo caídos producto de su propio peso, pero tersos, suaves, calidos, todo un espectáculo ver como la aureola se achicaba arrugándose y los pezones asomaban grandes y duros como garbanzos, le pedí que se los sacara sin quitarse el soutien, nunca me pude acostumbrar al panorama, siempre era como si los viera por primera vez, ella lo sabia y los exhibía orgullosa.

Me fascina verte cuando me chupas, porque tardaste tanto? – pregunto aplastándome la cara contra sus pechos.

Preferí no contestar, ya que seria motivo de una discusión y continué besándolos hasta ensalivarlos totalmente, me dedique a morderle los pezones hasta oírle suaves gemidos de dolor y me jalo, sin mucha convicción, los cabellos para separarme, en ese momento volví a besarlos y los alivie lamiéndolos con suaves golpecitos de lengua, al poco rato sentí sus manos acariciándome la nuca mientras emitía sonidos similares a un ronroneo, yo sabia que ese era el momento en que si había tenido alguna duda ya no existía y se entregaba totalmente a disfrutar del sexo. Continué deleitándome un buen rato hasta que me llevo la boca a la suya, fue un beso salvaje, casi desesperado, nos abrazamos con fuerza entregados a un forcejeo de lenguas interminable… nos separamos en silencio mirándonos fijamente, no hacia falta hablar los dos sabíamos lo que venia… se levanto parándose al pie del sillón, estiro las manos ayudándome a imitarla, nuestros brazos rodearon el cuerpo del otro contagiándonos el calor que emanaba de los pechos, me dio un suave beso en los labios y giro en redondo hasta apoyar su espalda en mi torso, me tomo las manos y las llevo a sus senos, inclino la cabeza ofreciéndome el cuello… se dejo besar y manosear emitiendo sordos gemidos que se mezclaban con los míos… llevo sus manos hacia atrás y me tomo de los glúteos atrayéndome haciendo mas fuerte el contacto… así fundidos en uno me fue llevando al dormitorio, iluminado por el reflejo que provenía del estar, volvió a enfrentarme para ir besándome a medida que descubría mi pecho desabotonando la camisa… quede estático mientras me bajaba el pantalón y los calzoncillos… con la mirada me invito a que la imite y se quito la blusa y la falda, se deshizo del soutien dejándolo caer a sus pies… en la semioscuridad me hizo notar que no llevaba bombacha llevando mi mano hacia su vagina.

Como te gusta, depiladita y al aire. – susurro poniéndose en puntas de pie y besándome profundo.

Rita, me vas a volver loco – dije en el mismo tono de voz.

Hoy vamos a recuperar el tiempo perdido – dijo mientras se arrodillaba y comenzaba a darme besitos en el glande.

Había querido decirle que su actitud era la que me iba a volver loco, que no la entendía, tanto tiempo ignorándome y de golpe se comportaba como cuando éramos pareja y estaba todo bien, encima quería que hiciera algo para que Cacho se decidiera… había interpretado que me refería a que me iba a volver loco haciéndome el amor… realmente era incomprensible, sentí su boca húmeda abarcando el contorno del falo y me olvide de todo, la tome por los cabellos para indicarle cual era el ritmo… entraba y salía… entraba y salía… me sobaba los testículos masajeándolos suavemente… tomo mis manos con las suyas llevándolas a las tetas obligándome a doblar la cintura, me fui desplazando hasta que me senté en la cama y así pude disfrutar plenamente la fellatio, le quite el cabello de la cara para poder verla y encendí la luz del velador… la veía y no lo podía creer, toda una mujer afanándose en dar placer a un adolescente… se levanto lentamente acariciándome el pecho e hizo desaparecer el pene entre sus pechos – Te gusta?, lo aprendimos juntos – pregunto salivando el glande cada vez que asomaba entre esas maravillas de carne… yo estaba que volaba, tratando de no acabar con tantas sensaciones juntas… lo intuyo y subió a la cama acomodándose en el centro, lanzo un beso volador y dijo – Besame… chupame toda… necesito acabar Bebe -, me acosté sobre ella cubriéndola por completo, la bese, mordí, lamí por donde se me antojó, no me alcanzaban las manos para toquetearla, cada mimo era recibido con un gemido complaciente.. lentamente me fui acercando a su entrepierna, tenia la piel suave, tersa, mojada, con un suave aroma que invitaba a degustar… separe los labios mayores y puse mi mejor empeño en lamer los menores mientras que con la nariz le frotaba el clítoris… le di a lamer un dedo y lo introduje lentamente en su vagina… luego otro… y otro… - Así Bebe… que bien…- murmuraba incitándome a que continuara… sin dejar de bombear con los dedos aprese con los labios su punto de placer, lamiéndolo,,, dando pequeños golpecitos con la lengua… en un respiro atine a mirarla a la cara, los ojos cerrados, el rostro ligeramente echado hacia atrás, el cabello revuelto, la boca entreabierta, respirando agitada y las tetas semi caídas a cada lado temblando como flanes descontroladas… abrió los ojos y me tomo de la cabeza con ambas manos obligándome a que continuara con la fellatio – Seguí Bebe… por favor… ya viene… así…-, apure el mete y saca con los dedos cuando sentí un ligero temblor en sus muslos – Si, si, si, SIIIIIII – comenzó a repetir mordiendo las palabras mientras me apretaba fuerte con las piernas, subía y bajaba las caderas tanto que me costo volver a morderle el clítoris con los labios, note que me mojaba la barbilla y lamí sus jugos… tiraba del pelo intentando separarme, hundí hasta donde puede los dedos y le di un fuerte mordisco con los labios en el clítoris tratando de prolongar su éxtasis, sordos sonidos inteligibles escaparon de su garganta… comenzó a relajarse sin abrir los ojos, extraje los dedos llevándolos a su boca, los lleno de besitos jugando con la punta de su lengua… reptando comencé a subir por su cuerpo mojado de sudor le bese los labios suavemente, abrió los ojos, me tomo de la nuca y me beso largo y profundo, pausadamente comencé a encoger las piernas, sin dejar de besarla, hasta arrodillarme con sus piernas sobre mis hombros, con una mano lleve el pene a la entrada de la vulva y lo moví de arriba abajo, arriba abajo, lo acomode en la entrada invadiéndola solo un poco, lo retire, nuevamente lo desplace a lo largo y vuelta a penetrarla un poco, me afirme en las rodillas y la ataque de un golpe hasta que los testículos impidieron seguir penetrándola… abrió los ojos como sorprendida y comencé a bombear lenta, firmemente y en forma irregular – Despacio Bebe, cogéme despacio… disfrutalo – seguí en lo mío, lo disfrutaba y no estaba dispuesto a escuchar sugerencias después de tanto tiempo… uno, dos, fondo… uno, dos, tres, fondo… uno, fondo… con sus piernas aun en mis hombros me fui dejando caer hasta que nuestros pechos se tocaron, quede quieto un tiempo para que se acostumbre a la posición besándola suavemente por toda la cara… reinicie el coito con movimientos circulares de cadera y me afirme en las manos a sus costados levantando levemente la cintura, de esta manera pudo acompañar mi sube y baja – Viene otro… otro… fuerte… así… Siiiiiii – dijo como gruñendo en voz baja, me deje caer nuevamente acompañando a la penetración con todo mi peso y besándola muy profundo en la boca… agito violentamente la cara buscando aire… sentí su orgasmo cuando sus músculos vaginales me apretaron el pene… un cosquilleo que nacía de lo mas profundo de mi ser me anuncio el inminente clímax, aguante como pude hasta que creí que ella había terminado… extraje el falo y con una mano lo lleve a su ano – Quiero acabarte en el culo – la previne, - No, ahí no… hace mucho que no – no la deje terminar, el glande ya había iniciado la invasión – Relajáte, porque voy a acabarte en el culo -, - No… despacio… dame tiempo – dijo resignada ante lo que creía inevitable, sentí como su esfínter se aflojaba un poco, sin llegar a dilatarse lo suficiente como para penetrarla, me tomo la cara y me beso húmedo – Suave… me duele Bebe – el glande ya había vencido su resistencia, ahora seria mas fácil – Relajáte porque no te vas a sentar en una semana – dije en forma autoritaria – Lo intento Bebe… despacio por favor -, con tanta charla note que el cosquilleo había desaparecido y tenia tiempo para que se aflojara, la bese suavemente en los labios - Reina, se buena, fueron muchos meses esperando para estar así con vos -, me devolvió el beso con una mirada tierna, - Te creo Bebe, pero me molesta bastante -, me moví lentamente, cerro los ojos y me beso y la bese, nos acariciamos y mimamos… con cada caricia su rostro volvía a dibujar una sonrisa, pensé que tal vez otro día se volvería a presentar la oportunidad y lentamente fui sacándosela… me miro extrañada, – Te quiero Bombón – le dije en voz baja mientras acomodaba el miembro en la entrada de su vagina, al empujar se deslizo fácilmente – Ahí no es – dijo casi riendo, - Lo se – respondí mientras iniciaba el vaivén que nos llevaría al éxtasis… no se cuanto duro, pudieron haber sido segundos, nunca supe si lo fingió o realmente lo sintió pero me hizo creer que lo alcanzamos al unísono – Llename Bebe… vacíate en mi – dijo en medio de un fuerte abrazo y un profundo beso… quito las piernas de mis hombros y me desplome rendido sobre su sudoroso cuerpo

Fue increíble, no? – pregunto sonriendo y besándome la mejilla.

Superlativo Bombón, gracias… no sabes como lo deseaba.

Mentime que me gusta, jajaja.

En serio

Si claro, tanto me deseabas que me cambiaste por Mirta.

Rita, acabo de tener si no la mejor, una de las mejores noches de mi vida, no la estropees haciendo historia… además vos sabes que el cambio no fue cosa nuestra.

Mirta te contó algo?

No hizo falta, cayó de maduro.

Tenés razón no la estropeemos haciendo historia… igual fue increíble…, sabes que sos un dulce y un poquitin tramposo

Porque? – pregunte sabiendo a que se refería.

Bebe, una vez te dije que fuiste el primero y prometí que el único… soy mujer de palabra… no voy a negar que estuve tentada... pero pensé que me iba a sentir mal cuando te enterases.

Nunca me hubiera enterado.

Dale, acaso ustedes no hablan.

Por supuesto que hablamos, pero la intimidad entre dos personas solo les atañe a esas dos personas y absolutamente a nadie más.

Quiere decir que esta noche murió aquí? – pregunto sorprendida.

Para mi si… y en todo sentido.

Como es eso?

Jamás nadie se va a enterar lo que paso… y fijate la hora.

Tenés razón, seria conveniente que te vayas antes que vuelva mi sobrino.

Si, en cualquier momento cae, si estas de acuerdo dejo los libros y vuelvo otro día, quedaron varios temas pendientes.

Cuales? – pregunto con cara picara.

Este es uno – dije acariciándole los glúteos – estas de acuerdo?

No se… depende como te portes.

Y el otro es Cacho.

En serio vas a pensar en algo?

Yo también soy un hombre de palabra, tengo una idea que puede ser.

Cual es?

No seas ansiosa, dejame terminar de redondearla y te cuento… Bombón… antes de irme quiero decirte que fue fabuloso… que no te sientas obligada… que sos una excelente mujer… que te quiero… que ojala algún día encuentre una dama como vos… y… no se… un montón de cosas mas… gracias.

Porque no tendrás un montón de años mas Bebe, no me siento obligada, yo también te quiero y no sabes cuanto – dijo ofreciéndome la boca – hoy tengo un compromiso pero en la semana te llamo.

Me fui feliz, había vuelto a intimar con Rita y pintaba para largo, como mínimo iba a durar lo que tardara en formalizar con Cacho y eso lo podía manejar, me dormí pensando como darle forma a la idea que se me había ocurrido.

En la semana me encontré con Mario, me dijo que sabia del encuentro con Rita ya que se lo había dicho el Enano, obviamente me pregunto si había pasado algo mas que estudiar, le asegure que era cosa del pasado y realmente habíamos pasado la noche estudiando. Los dos sabíamos, por distinta fuente, la posible relación con Cacho y nos propusimos unir a dos almas solitarias, el se encargaría de Cacho y yo de Rita ya que así nos habíamos enterado del interés del uno por el otro, le di un panorama de mi idea y le gusto.

Cacho cumplía 50 años en poco mas de un mes, coincidimos que ese era el día clave, la excusa era que el medio siglo merecía un festejo, debíamos organizar una reunión en la gomería y al finalizar dejarlos solos, para esto tendríamos que contar con invitados mayores y que nadie sospechara el verdadero objetivo del agasajo, se organizaría tipo asalto, las mujeres la comida y los varones la bebida, fue mucho mas simple de lo que pensábamos, a todo aquel que participamos de la idea estuvo de acuerdo con la promesa de que iba a ser una fiesta sorpresa, Mario por su parte fue casi todos los días a tomar mate con Cacho para hacerle un lavado de cerebro, "Yo que usted, la encaro". "Con todo respeto, es un pedazo de mujer infernal", "Con 20 años mas la corro hasta abajo de la cama", "Veterana pero todavía esta en carrera", "Anímese, lo peor que puede pasar es que todo siga igual", - A vos te parece? -, - Cacho, probando nadie se empacha -, de a poco fue entrando en onda, según Mario el día del cumpleaños iba a estar a punto de caramelo.

En la semana Rita aviso en mi casa que me esperaba el sábado después de cenar a tomar un café y seguir con las clases de apoyo, llegue cuando estaban en los postres y compartí con la familia la sobremesa, el tema fue el cumpleaños de Cacho, nuevamente el Enano dijo que fuera con la barra a bailar, conteste que el próximo fin de semana cuando me sacara de encima esa maldita materia.

Ponete cómodo, ya vuelvo – dijo dirigiéndose al dormitorio.

Apurate Nena, tengo un montón de chimentos – dije viendo como se alejaba moviendo exagerada las caderas. – Hoy tenemos fiesta, pensé.

Sospecho que atrás del festejo estas vos.

Mario y yo, el se esta encargando de Cacho y yo de vos.

Te mato, como pudiste contarle a Mario?... me defraudaste… - dijo entre enojada y triste.

Que yo te defraude?... de que hablas?

Siempre confié en vos… como pudiste contarle a Mario?

Ahora entiendo, Vení tontuela – dije tratando de abrazarla

Salí – respondió empujándome.

Esta bien, no te toco – dije levantando las manos y sentándome en el sillón – Ahora el ofendido soy yo.

Encima te ofendes

Por supuesto – dije con gesto adusto y cruzándome de brazos – Me ofende que no confíes, cuando me viste abrir la boca de más?

Ahora.

Bien… paso a informarte, Mario esta convencido que en serio necesito tu apoyo pedagógico… y el se esta encargando de Cacho porque el mismísimo Cacho le comento que le gustas y no sabe como encararte… y yo al estar estudiando con vos te tengo que sondear, sin que te des cuenta, para ver cual seria tu reacción si el viejo te invita a salir… le dije que yo me encargaba de convencerte y con esa base pergeñamos la idea de la fiesta, nosotros nos íbamos a encargar del acercamiento y de acuerdo a como se desarrollaran los acontecimientos íbamos a ir echando a todos hasta dejarlos solos… ahora si no estas de acuerdo nos abrimos y arréglense solos

Huy… creo que me apresure y metí la pata – dijo esbozando una sonrisa.

Podes estar segura… la metiste y en forma… la verdad es que creí que podíamos llegar a ser amigos… y eso duele – dije dibujando una sonrisa.

Perdonáme, por un momento pensé que

No importa, ya esta todo en marcha y voy a seguir hasta el final, como homenaje a algo que pudo ser y se frustro… me queda el consuelo de estar libre de culpa

No se si me estas tomado el pelo o hablas en serio – dijo dudando ante tanto dramatismo.

Hablo en serio y estoy muy dolido… a menos que

Que?

No se… a menos que hagas algo para que se me pase

Te odio, me estabas convenciendo que realmente te había lastimado.

No, porque me di cuenta que saltaste sin pensar, y se me ocurrió que podía sacar provecho, Vení sentate acá – dije invitándola a sentarse es mi regazo

No te lo mereces, sos un tarado – acoto mientras se sentaba pasando un brazo sobre el hombro.

Te dije alguna vez que me encanta tenerte así? – señale acariciándole la espalda.

Muchas veces – dijo dándome besitos en la cara – y yo te dije alguna vez que me gusta mucho hacerte mimitos.

Si… pero hace mucho y casi me olvide que se siente.

Entre mimos, besos y caricias le fui contando detalladamente como había sido la organización del cumpleaños sorpresa, parecía que cada comentario le hacia subir la temperatura, sin prisa pero sin pausa le fui quitando la ropa ante su complacencia, de golpe la vi desnuda, arrodillada entre mis piernas pugnando por quitarme los pantalones, me descalce y levante las caderas, cuando termino de desvestirme aprisiono el falo con sus pechos, clavo su mirada en mis ojos sonriendo descarada, la muy turra sabia exactamente que hacia y lo disfrutaba, dejo caer saliva y aumento el ritmo de la cubana… me deje llevar por el infinito placer que producían esas dos maravillosas masas de carne hasta que comencé a sentir que estaba por tocar el cielo… se lo hice saber y me dio un beso muy húmedo en el glande como despidiéndose… comenzó a reptar lentamente masajeándome el cuerpo con las tetas… sentí su aliento muy cerca de la cara… abrí los ojos y nos fundimos en un beso suave, lánguido, calido… me mordió y le mordí los labios, lentamente las lenguas se fueron enroscando hasta transformarse en un beso furioso y caliente – Te gustan mis tetitas? – pregunto restregándolas en el pecho, - Si, verdad que te gustan? – pregunto acercándolas a mi boca, - Son tuyas Bebe - dijo levantándolas con las manos, las lamí mordisqueándolas lentamente mezclando su saliva con la mía… al notar que los pezones comenzaban a tomar cuerpo comencé a acariciarlos pellizcándolos suavemente con las yemas de los dedos, era un espectáculo al que no podía acostumbrarme, verlos emerger duros como piedra en medio de tremendas aureolas, las que se arrugaban del centro hacia fuera, me maravillaban como la primera vez que las vi… sabia que a partir de ese momento perdía el resto de pudor y se brindaba por completo, sin dejar de juguetear con las tetas fui desplazando una mano hacia el monte de venus… entreabrió levemente las piernas permitiendo que la palma de mi mano la acariciara, el dedo índice fue introduciéndose nervioso… arriba, abajo… arriba, abajo… pequeños círculos que rozaban las paredes vaginales provocaban que sus jugos comenzaran a lubricarla abundantemente… se dejo caer sobre mi cuerpo inmovilizándome el brazo e introduciéndose el dedo totalmente, el arriba, abajo de las caderas simulaban un coito lento y sentido según se podía apreciar por la respiración irregular… con la mano libre comencé a acariciarle la espalda, parecía humedecida por un rocío calido y perfumado que permitía desplazar la mano a voluntad… le palmee las nalgas mimándolas y pausadamente intente penetrarle el ano – Ahora no, Bebe… tenemos toda la noche -, la promesa de una larga noche hizo que centrara el esfuerzo en agitar la mano que tenia en su vulva, a pesar de tener el brazo aprisionado por su peso, abrió muy grandes los ojos y pego su boca a la mía como una lapa, respirando agitada por la nariz, cruzo vigorosamente las piernas impidiendo todo movimiento hasta que muy lentamente fue aflojándose en tanto me daba suaves besos por toda la cara

Se incorporo recostándose en el sillón con la boca abierta respirando agitada tratando de normalizar la respiración, hice lo propio tomándola del hombro… apoyo la cabeza en mi pecho mientras la acariciaba y le daba besos en la cabeza

Me encanta estar con vos, sos una diosa… no me dejes nunca.

Bebe, no es momento para hablar de eso, mira como estas – dijo agachándose un poco para pasar la lengua sobre el glande.

Vos me pones así… estaría toda la vida acariciándote – lo dije pensando que un piropo nunca venia mal.

Sos un sol, se siente bien sentirse halagada – dijo dándome un besito en los labios y acariciándome los genitales – Tenemos que hacer algo para solucionar esto… estas de acuerdo?

Sabes que me gustaría?

La colita – respondió poniéndose de pie y dándome la espalda.

No te quepa ninguna duda… pero como en los medanos.

Sabias que sos un cómodo? – pregunto mirando por encima del hombro

Si… y me encanta – respondí apoyándome en su espalda mientras la rodeaba con los brazos hasta agarrarle las tetas.

La fui llevando hacia su dormitorio con el miembro apoyado poco mas arriba de la cintura, en el trayecto apague la luz y comencé a babosearle el cuello hasta que tropezó con la cama, suavemente la empuje obligándola a que apoye el torso sobre la misma con las piernas colgando… sin prisa pero sin pausa me fui arrodillando entre sus muslos mientras le besaba y lamía la espalda… llegue a los glúteos y me deleite dándole pequeñas mordidas en las nalgas… - esta mas llenita – me dije al notar las carnes un poco mas firmes que la ultima vez… la oscuridad total reinaba en la estancia cuando note un movimiento extraño, intuí de que se trataba y estire la mano deteniendo la suya cuando se disponía a encender la luz del velador – No me querés ver? – pregunto, - Todavía no – respondí llevándole la mano para que la apoye sobre la cama… hundí dos dedos en la vagina mientras lamía ensalivando el esfínter… de a poco note que la lengua conseguía ganar terreno encharcándole los cachetes… me chupe el pulgar y poco a poco lo fui introduciendo en el ano cada vez mas relajado… note que levantaba la cintura mientras pasaba una mano entre sus piernas para tomar la mía… me obligo a sacar los dedos de sus agujeros, paso una pierna por sobre mi cabeza girando sobre su eje y la apoyo en mi hombro – Chupame Bebe – ordeno apoyando la otra pierna en mi hombro libre… si eso era lo que quería, pues iba a tener lengua hasta que se aburriera, la chupe por todos lados, tome el clítoris con los labios mordisqueándolo suavemente, salive mis dedos, lentamente introduje el índice en el recto… lo apretó y aflojo colaborando para dilatarse… luego el medio, ya con dos dedos adentro comencé a moverlos en forma circular, un poco de salivación mas sus humedades permitían un fácil bombeo… ardía en deseos de penetrarla pero me contuve empeñándome en lograr sacarle un orgasmo mas… sentí sus manos acariciándome la nuca presionando paulatinamente hasta dificultarme la respiración – Que bien Bebe, así… metéme la lengüita – farfullaba mientras movía vigorosamente las caderas procurando una mayor penetración, - Ya casi Bebe, ya casi… mas fuerte… así… así… mas fuerte… ya, ya, yaaaa… cogéme – decía tirándome de los cabellos para quitarme de esa posición y que la cabalgara, me negué redoblando las lamidas y las bombeadas circulares con los dedos en su ano, sentí como tensaba los músculos de los muslos cuando me apretó fuertemente la cara en su vagina y un torrente de jugos me empapo… continué un momento mas en mi accionar procurando alargar su orgasmo cuando me incorpore, encendí la luz del velador y pude apreciarla mordiéndose el labio inferior en medio de convulsiones, respirando agitada, la penetre de un golpe y comencé a cogerla tal como había pedido, me tomo por los hombros atrayéndome hasta hacerme caer sobre sus tetas, busco mi boca para fundirnos en un beso salvaje… sentí sus músculos vaginales contraerse dificultando el mete y saca

Otro mas mi amor… llename la concha… que bien te siento

Quiero tu culito – le susurre al oído mientras disminuía mis movimientos, procurando aplacar el cosquilleo que comenzaba a sentir

Es tuyo Bebe – dijo mientras me besaba.

Soltáme, quiero ver como me coges.

Me desplace hasta el centro de la cama y quede esperándola, se tomo su tiempo mientras le acariciaba la espalda, reptando ubico sus rodillas al costado de mis caderas, me tomo el miembro ubicándolo en la entrada del ano.

Así no, paráte, te quiero ver

Me puedo caer y te aplasto.

No importa, quiero verte.

Como estaba se incorporo, la tenue luz del velador iluminaba en toda su dimensión a ese portento de mujer, algunas gotitas de transpiración se desplazaban lentamente marcando sus curvas, de la vagina, con un ligero tono rojizo, brotaban sus humedades como hilos reflejando la luz, por un momento pensé que esas no eran tetas, eran ubres con todas las letras, y estaban ahí, desafiando a la gravedad, listas para ser sobadas, desde mi perspectiva le ocultaban el cuello y parte de su barbilla, me miraba fijamente con una sonrisa lasciva, preanunciando un momento maravilloso, comenzó a mover la pelvis imitando a una bailarina árabe en tanto doblaba las rodillas iniciando el descenso hasta que quedo en cuclillas con su vagina a la altura de mis ojos y su esfínter rozándome el pene, cruce las manos en mi nuca fascinado por el espectáculo,

Sabias que sos un cómodo – dijo con una sonrisa picara

Y vos sabias que tenés una conchita hermosa – respondí devolviendo la sonrisa.

No me cambies de tema, me vas a ayudar o tengo que hacerlo sola?

Sola.

Caradura – dijo mientras se acomodaba de rodillas y se agachaba bamboleando los pechos hasta darme un beso suave en los labios.

Sos un sueño… un hermoso sueño… tengo miedo de despertar.

No te muevas, quedate quieto… dejame hacer a mi. –

Dijo mientras me tomaba delicadamente el falo dirigiéndolo a su vagina, lo paseo a lo largo de la vulva como acariciándose, se lo introdujo y comenzó a subir y bajar haciéndome sentir que tocaba el cielo – No digas nada, dejáte hacer – susurro besándome la mejilla,,, luego de unos segundos lo extrajo y nuevamente lo tomo con una mano llevándolo hacia su ano – Quietito, muy quietito, no hagas nada – murmuro mientras lo ubicaba en la boca del ano, lentamente comenzó a presionar haciendo que su esfínter comenzara a dilatarse aceptando la invasión del glande… se detuvo un momento y nuevamente empujo hacia abajo… no tenia mucha historia para comparar pero la sensación que sentía al entrar centímetro a centímetro en ese agujero apretado y calido era indescriptible, no podía creer que algo tan pequeño cediera de tal forma y menos que Rita lo aceptara solo para satisfacerme un capricho… sentí sus nalgas haciendo contacto con mis testículos y Rita diciéndome – No te muevas, por favor, deja que me acostumbre -, quede como de piedra dejándole la iniciativa a ella, en tanto le amasaba los pechos, tenia los pezones duros, durísimos… note un casi imperceptible movimiento de sus caderas y un leve desplazamiento del pene dentro de su ano… me beso – Muy despacio Bebe, Cogéme despacito – comencé un lento y suave vaivén que se fue incrementando a medida que notaba que ella colaboraba… - Dejame acostar Bebe – dijo separándose y dando por hecho que lo aceptaba, lo hizo boca arriba y apoyo sus piernas en mis hombros, nuevamente nos acoplamos esta vez por la vagina rezumante en jugos, una vez humedecido el pene volví al ano lentamente – Sin miedo, casi no me duele – me alentó con una sonrisa… bombee sin cuidado y volví a su vagina… alterne los dos agujeros mientras nos besábamos salvajemente hasta que comencé a sentir que estaba por alcanzar el clímax – Me viene Bombón, me viene -, - Aguanta un poquito, por favor -, seguí bombeando en su vagina y cuando vi que era inevitable el orgasmo le dije – Quiero acabarte en el culo - , - Si Bebe, llename de leche -, volví a metérsela en el ano y me vacié como no recordaba, por un instante perdí la noción boqueando como pez fuera del agua, seguí bombeando por inercia hasta que me desplome exhausto tratando de llevar aire a los pulmones… sentí como entre sueños que me abrazaba y besaba diciendo incoherencias… lentamente me fui recuperando y tomando conciencia de donde estaba

Te quiero Rita – dije besándole los labios, convencido que en ese momento ameritaba un halago y caricias amorosas – No sabes como lamento que no tengas unos años menos.

Yo también, sos mi tesoro… y porque no, vos unos años mas? – respondió en medio de un abrazo que me estrujo contra su pecho.

Quisiera pasar la vida cogiéndote, sos lo mejor que me paso… valió la pena tanta espera.

Sos un mentiroso adorable… pero tanto tiempo no esperaste… estuviste con Mirta hace poco y supongo que también con la otra chica. – dijo haciendo un mohín como de reproche.

Rita, lo de Mirta es distinto, la quiero y me siento bien, pero es otra cosa… vino sola, yo no hice nada… solo me deje llevar en el juego que propusieron ustedes y vos no hiciste nada por impedirlo… nunca lo entendí y respete tu decisión, además Mario es mi amigo y estoy seguro que te respeto tanto o mas que yo... en cambio vos fuiste mi fantasía y el solo hecho de haberme permitido compartir un café fue suficiente como para sentir que tocaba el cielo con las manos.

Bebe, no tengo una explicación racional… tal vez sea que después de tantos años sin tener un hombre a mi lado, apareciste de la nada, me hiciste creer que te gustaba y quise saber si era cierto, te confieso que al principio quise ver si te podía seducir y me salio al revés vos me sedujiste a mi… por un tiempo te odie… no podía ser que un chiquilín me hubiera despertado sensaciones que tenia muertas y enterradas… me había propuesto seguir mi vida tal como la había vivido, monótona, rutinaria, previsible, sin sobresaltos… lo hable con Mirta y… no vale la pena seguir, vos sabes que paso… con respecto a Mario, tampoco tengo explicación… los conozco desde siempre, los vi crecer juntos, para mi son una sola cosa indivisible… dos proyectos de hombre que cualquier mujer se sentiría orgullosa de tenerlos a su lado… muchas veces note que me miraba con ganas, como vos mirabas a Mirta y eso hace que una mujer ya madura se sienta halagada y no se… cualquier cosa que te pueda decir ni yo lo creería… compartir las vacaciones y habiendo tantas chicas jóvenes y lindas disponibles ustedes nos hubieran preferido fue la experiencia mas maravillosa que nos paso

Rita, todo eso es historia… ahora parece que las aguas se nivelaron y todo vuelve a ser como antes… vos y yo solos como al principio

No Bebe – dijo dándome un besito en los labios – pasaron muchas cosas en nuestra vida y el panorama es distinto… Mario tiene novia, Mirta tiene un candidato en vista, vos tenés que vivir la vida y estudiar para forjarte un futuro y parece que mi destino esta en manos de dos forajidos, uno de los cuales me esta aplastando.

Huy, Perdonáme no me di cuenta – dije amagando a salir de encima – es que estaba tan cómodo.

Ni se te ocurra – dijo apretando el abrazo impidiendo que me quite – yo también estoy cómoda y me gusta tenerte.

Sos increíble – dije besándola en la boca a lo que respondió metiéndome la lengua en un beso furioso… hicimos el amor en todas las formas posibles, perdí la cuenta de cuantas veces me hizo acabar… nos sorprendieron las primeras luces del día medio dormidos, tratando de reponernos después de una noche inolvidable.

Y llego el día del cumpleaños de Cacho, fue una fiesta memorable, aun hoy la recuerdan los viejos vecinos del barrio, Rita estaba radiante vestida como para resucitar a un muerto, de tal forma que fue el comentario por mucho tiempo, Mario y yo no tuvimos que hacer nada, parecía que estaban solos en medio de tanta gente, Cacho solo tenia ojos para Rita casi ignorando al resto, Rita por su parte hizo lo suyo astutamente, desplegó todas sus artimañas de seducción con suficiente tacto como para que Cacho creyera que era todo un Don Juan, de a poco los invitados se fueron retirando hasta que al final nos quedamos Mario y yo con los dos tortolitos, Rita dijo que se quedaría un rato mas para ayudar a Cacho a arreglar el desorden, entendimos la indirecta y nos fuimos cada uno por su lado felicitándonos por haber logrado el objetivo.

A partir de esa reunión nos volvimos a encontrar muchas veces, generalmente bien entrada la noche Rita me franqueaba la entrada como a un ladrón, charlábamos mientras tomábamos mate, nos mimábamos, hacíamos el amor y subrepticiamente como había entrado me retiraba, a medida que la relación entre ellos se afianzaba nuestros encuentros se fueron haciendo mas espaciados y cerca de fin de año blanquearon la situación anunciando que comenzaban a vivir juntos, lo cual alegro a todo el barrio inclusive a mi ya que para ese entonces estaba empezando a noviar con Adriana… pero esa es otra historia.

Cada tanto vuelvo al barrio a visitar viejos amigos y siempre me hago un tiempito para compartir un mate con Rita, hoy una hermosa viuda de cabellos blancos, que disfruta del cariño de sus "hijastros" y "nietastros", recordamos con alegría, algo melancólica, esos viejos tiempos. A Mirta le perdimos el rastro y no tenemos idea que habrá sido de su vida, lo último que supo Rita fue que se radico en Misiones en compañía de su esposo.

El próximo y último capitulo de esta saga esta dedicado a Graciela, la madura menos madura de mis tres "amores".

Gracias por vuestra paciencia.