Memorias (10)

Simplemente recuerdos de mi vida.

El asado estaba bien encaminado, removí un poco los rescoldos para darle el toque final, levante la vista y me maraville con el espectáculo, nunca había visto tantas estrellas ni tan brillantes, la calle desierta iluminada por la luz mortecina de los faroles con lámparas incandescentes, uno en cada esquina y otro a mitad de cuadra, era una paradoja pero escuchaba el silencio, solo quebrado por el runrún lejano, monótono, de la marejada muriendo en la playa y el crepitar de las brasas, acerque una de las sillas y me dispuse a disfrutar de esa sensación de paz que me invadía lentamente, cerré los ojos y me deje llevar.

Falta mucho? – era Rita que se había acercado silenciosamente.

Ya casi esta, 10 minutitos… se puede ir preparando la mesa.

Lo están haciendo los chicos… Estas bien?

Muy bien… y vos?

También… creo

Que te pasa Bebe?

Nada

Nada?... venga – dije palmeando mis muslos invitándola a sentarse – cuéntele a su vecinito preferido que le esta pasando.

Esta un poco fresco – manifestó sentándose.

Así estas mejor? – pregunte mientras le pasaba un brazo por los hombros haciendo que apoye su cabeza en el mío y con la otra mano la tomaba por la cintura –

Mucho mejor, gracias.

Me alegro, ahora contáme que te pasa?

En realidad me están pasando un montón de cosas, todas lindas y me siento incomoda.

Ufa, acomodate mejor – dije moviéndome un poco y sonriendo.

No, tarado – hablo de sentirme incomoda, no de sentarme.

Fue un chiste.

Perdonáme, no me di cuenta… en serio, me siento molesta.

Porque? – pregunte presionando el abrazo y dándole un beso en la mejilla.

No estoy muy convencida que este bien estar con ustedes.

Porque, tan mal la estas pasando?

Al contrario, pero… son dos chicos y nosotras dos viejas.

Eso tiene solución con el tiempo, Bernard Shaw dijo que "la juventud es una enfermedad que se cura con el paso de los años".

Ves lo que pasa, sos un chiquilín, hablo en serio y lo tomas a broma.

Huy... metí la pata… perdón

Esa es una de las cosas que me hacen dudar… me gustan tus bromas, me tratas como si fuéramos de la misma generación y hasta me encanta cuando no me "respetas", tanto que creo que te gusta estar conmigo

Estas equivocada, realmente me gusta… te veo y me revienta la cabeza, si faltarte el respeto significa mimarte, pues si, te falto el respeto, y lo voy a seguir haciendo hasta que te aburras.

Si antes no te aburrís vos de esta viejita calentona.

Imposible, sos una pendeja increíble… no me va a alcanzar la vida para agradecerle a los dioses del Olimpo el haberte conocido, antes solo sabia de tu existencia hoy creo conocerte, me enseñaste que el sexo es algo maravilloso cuando surge desde el afecto, a veces no puedo creer los millones de masturbaciones que me inspiraste – dije besándole la mejilla.

Exagerado – respondió sonriendo halagada – Como podes inspirarte con una mujer mayor conociendo a tantas chicas – dijo esperando el piropo.

Conozco a un montón de chicas, pero ninguna tan sexy como vos.

No te creo… últimamente parece que preferís a Mirta, a mi me abandonaste – dijo con un mohín seductor.

Rita… nadie abandono a nadie, seguimos los cuatro juntos como siempre… debo admitir que es una situación rara y que yo también estuve un poco molesto, hasta que me di cuenta que estaban compitiendo para ver quien es más putita.

Te parece? – pregunto sonriendo picara.

Estoy casi seguro, creo que no es casualidad que nos hayan invitado a venir con ustedes y que la otra noche al salir del restaurante vos te hayas abrazado a Mario y Mirta a mí.

Es cierto, no es casualidad, fue fríamente calculado y espero que no lo tomes a mal, vos no tenés idea de lo bien que se siente una mujer cuando se puede dar el lujo de elegir entre dos machitos, a los que quiere entrañablemente prácticamente desde que nacieron, los vi nacer, crecer y desarrollarse hasta que se convirtieron en dos jóvenes adorables.

Me vas a hacer poner colorado – dije besándole la mejilla – a ver… digamos que lo tuyo es entendible… y con Mirta que pasa?, ella nos conoce hace muy poco.

Lo de ella no es demasiado distinto, somos amigas y confió en mi criterio, casualmente hoy lo estuvimos charlando en la playa y llegamos a la conclusión que somos dos putarracas que tuvimos los suficientes ovarios de realizar una hermosa fantasía.

Una fantasía?... se puede saber cual es?

No se estará pasando el asado? – pregunto evidenciando querer ganar tiempo.

Por eso no te preocupes, corro un poquito las brasas y me contás… Si?

Dale.

Se corrió dejándome levantar, la bese suavemente en los labios y acomode la lumbre de tal manera que no hubiese problemas, volví a su lado y al intentar retomar la posición me indico con un gesto que el que debía sentarse sobre los muslos del otro era yo, así lo hice pasando un brazo por su hombro mientras con la otra mano comencé a acariciarle la cara.

Bueno… contáme, cual es la fantasía?

La mía es esta que estoy viviendo… mimando y siendo mimada, deseando y siendo deseada, en otras palabras reviviendo… y todo por culpa tuya – dijo besándome la mano

Culpa mía? – pregunte divertido.

No te hagas el desentendido, sabes muy bien que aquello que fue un encuentro fortuito lo transformaste en esto.

Cual de los encuentros fue?... porque hubo dos, uno en Bachin y el otro caminando por Avellaneda.

Están relacionados, el del restaurante fue sorprendente, nunca se me hubiera ocurrido que podrías estar noviando con una veterana y menos que una mujer madura se animara a exhibirse en publico con un mocoso.

Ni tan madura ni tan mocoso, se trata de una mujer y un hombre, joven si te suena mejor, que sienten que pueden compartir algo más que la cama.

Eso fue lo que me sorprendió… creo que en el fondo sentí envidia, a mi nunca se me había cruzado la idea de un acercamiento entre dos personas con una generación de diferencia.

Bombón, la desigualdad es solo una cuestión de mentalidad. – afirme totalmente convencido.

Después lo pensé en la soledad de mi dormitorio, en ese momento pensé que era una locura, pero al evocar la escena vi que la expresión que tenía tu novia era la de una mujer feliz.

Puede ser… nunca me detuve a pensarlo, pero creo que feliz es una exageración, contenta, tranquila y comprendida cuadra mejor.

Llamálo como quieras… por unos días la imagen de los dos me estuvo dando vueltas por la cabeza, con el tiempo me fui olvidando hasta que nos encontramos y me invitaste a tomar un café… estuve a nada de rechazarte pero la curiosidad pudo mas y acepte… total, era conversar un rato y nada mas.

Que desilusión, solo conversar?, yo creía que te había flechado, jajaja.

Tanto como flechado, no, pero la charla estuvo tan linda que quería que no terminase nunca, tu desenfado me hizo sentir nuevamente una chiquilina y para colmo terminaste robándome el pañuelo y casi un beso… todo lo demás lo conoces.

Algún día me vas a contar porque no me lo diste… hablaste de tu fantasía, hay algo mas?

La de Mirta.

También tiene una fantasía?

Una muy grande – respondió intrigante.

Que tan grande?

Hay dos formas de responder… una romántica y otra no tanto, cual preferís?

Obvio, la romántica.

Bueno… sueña con encontrar al amor de su vida.

Que tiene de extraño?, todos soñamos con eso.

Es cierto… pero ella cree que esta a punto de encontrarlo.

Sonamos… espero que lo confirme cuando se terminen las vacaciones, sino con Mario nos vamos a matar por vos.

Matarse… no, pero una peleita me gustaría ver, jajaja, sabes, esta es una de las cosas que me gustan de vos, la mayor parte del tiempo pareces un hombre, pero a veces sos un chico inocente.

Y ahora que hice?

Nada… sabes quien cree que puede ser el hombre de su vida?

Ni idea.

Vos

Como? – pregunte azorado.

Si, vos… algo le debes haber dicho o hecho para que ella crea que podes ser la realización de su búsqueda.

Te juro que la trato igual que a vos… me conoces, los mismos mimos y piropos que te hago o digo a vos… perdón… no los mismos, con vos es distinto, me salen solos, en cambio a ella a veces los tengo que planificar… ella es una mina querible en cambio a vos te quiero.

Lo se Bebe, yo también te quiero – respondió rozándome los labios con los suyos – de cualquier forma, tené cuidado.

No creo que sea para tanto, tiene que entender que no puedo ser el hombre de su vida, me faltan un montón de años para ser un hombre, de cualquier manera lo voy a intentar, no se si podré… yo soy así – respondí tratando de ordenar la idea.

Lo se, sos un sol – respondió acariciándome la mejilla – insisto, ojo con lo que haces.

Lo voy a tener en cuenta… y gracias por preocuparte por mi.

Usted lo merece caballero, pero te cuento un secreto… en el fondo me preocupo por mi, no por vos, como te dije antes, me tenés abandonada, parece que la preferís a ella, jajaja. – comento divertida y dándome un besito leve en los labios.

Bueno, bueno, te dejo un rato solo y ya me engañas con otra, jajaja – exclamo Mirta al acercarse.

Este… no… se sentía mal y le estaba haciendo respiración boca a boca, no es así señora?

Si, claro… no me sentía bien y me estaba ayudando, jajaja. – respondió Rita.

No te estarías aprovechando de una niña inocente? – me dijo Mirta.

Niñas inocentes…jeje… la comida esta lista, la que no este en la mesa no come.

Vamos señora… en serio no me sentía bien y el joven muy amablemente… – Rita le decía a Mirta mientras se alejaban.

Flaco, gracias por estas vacaciones, si no fuera por vos ahora estaría en mi casa ratoneándome para hacerme una puñeta (masturbación)

Nobleza obliga, hoy por ti mañana por mí.

Ya que estamos en tema, después de comer, tengo ganas de invitar a Rita a caminar por la playa y de paso te dejo la cama grande toda para vos.

Parece que la veterana te pico fuerte.

Es que tiene unos melones que vuelven loco a cualquiera.

La verdad que si, pero afloja un poco que a mi también me gustan.

Que pasa, Mirta no te calienta?

Por supuesto, y mucho, pero en la variedad esta el gusto… no te parece?

Tenés razón, mañana te la devuelvo.

Gilazo, ni vos ni yo devolvemos nada, o no te diste cuenta que ellas son las que decidieron como vamos a pasar las vacaciones. – dije haciendo gala de mi experiencia en viudas solitarias y maduras.

Te parece?

Ponele la firma. – respondí con aire de suficiente.

Al entrar encontramos la mesa preparada pero de las chicas ni señales, las llamamos y respondieron desde el piso alto con un – En cinco minutos bajamos -, - La comida se enfría – respondió Mario -, - Sean buenitos, pónganla un ratito mas en la parrilla y no vuelvan a entrar hasta que los llamemos -, con el Pecoso nos miramos y salimos intrigados preguntándonos que estarían tramando… al cabo de unos minutos notamos que se apagaban las luces de la casa y Rita grito – Listo, ya pueden entrar -, volvimos a llenar la fuente y nos dirigimos a la casa, la curiosidad nos carcomía… las chicas seguían brillando por su ausencia, en la mesa había dos velas encendidas y en el centro un ramillete de flores de retama (arbusto salvaje muy tupido generalmente utilizado para dividir terrenos que da una flor pequeña amarilla muy aromática), Mario apoyo la bandeja y me miro, me encogí de hombros significándole que no tenia la menor idea sobre lo que estaba pasando… de atrás del desayunador aparecieron riendo – Sorpresa -, se acercaron deslizándose muy sensualmente, Rita fue directamente a Mario abrazándolo, Mirta se me colgó del cuello besándome húmedo – Esto es a cuenta, si la comida esta rica, hay mas – me dijo en voz baja.

Me encantó la sorpresa – le susurre en el oído respondiendo a su mimo.

Me puse lo que a vos te gusta… mejor dicho… me saque lo que a vos te gusta – respondió en voz muy baja.

En serio? – dije internando una mano por debajo de la remera – estas tetitas me fascinan – murmure acariciándole los pechos mientras introducía la otra mano en el short y le acariciaba las nalgas.

Te gustan mis tetitas? – pregunto mordiéndome suavemente el lóbulo de la oreja.

Mucho.

Vamos a comer y después si te portas bien, te las presto – dijo deshaciéndose del abrazo y tomándome de la mano se dirigió hacia la mesa – Amiga, me lo prestas?

No se… solo si Marito acepta mi compañía. – respondió mirándolo y atrayéndolo con un abrazo, este la tomo de la mano y en silencio se sentó ubicándola en su falda.

No seas payaso, vamos a comer – dijo Rita acariciándole la mejilla.

Un besito y te dejo. – respondió Mario intentando besarla.

Después de comer, cargoso

Sin beso no hay comida

Son dos divinos… dale el beso que tengo hambre. – le dijo Mirta a Rita.

Esta bien, pero solo porque vos me lo pedís, jajaja – respondió Rita poniéndose de pie, lo abrazo refregándole los pechos en la cara y le tomo las manos llevándolas a sus glúteos –

Así esta mejor

Y si te portas bien, hay mas – le dijo sonriendo picaramente.

Mas?... a partir de ahora soy un santo.

Ni tanto ni tan poco, serví los platos que se enfría la comida.

Primero a la mujer más hermosa de la casa – dijo Mario sirviéndole una suculenta porción a Rita.

Segundo a Mirta y luego a mi… payaso divino – dije aflautando la voz mientras hacia una caída de ojos.

Calláte brujo, me haces ruborizar… haceme acordar que después te de un beso.

Rita, parece que aquí sobramos – dijo Mirta.

Che, estos dos no serán

Supongo que no, jajaja, seria una nefasta sorpresa.

Tuviste muchas? – le pregunto Rita.

Algunas… - le respondió picaramente

Buenas o….?

Buenísimas.

Mario, ahora parece que los que sobramos somos nosotros.

Tenés razón, vamos – respondió levantándose.

Vamos – dije levantándome hablándole a Mario

Donde vas? – pregunto Mirta tomándome de la mano.

A traer mas comida para terminar rápido, estoy ansioso para ver que hay de postre.

Sentate… que te gustaría para la sobremesa?

Algo muy dulce.

Muy dulce?, no se si habrá.

Estoy seguro que si. – dije dándole un suave beso en los labios.

Y vos que querés de postre? – le pregunto Rita a Mario.

Melones – respondió mirándole picaramente los pechos.

No podes ser tan ordinario – contesto sonriendo – aprende de tu amigo.

Tiene razón bruto – replique – no son melones…se dice ubres, jajaja.

Siéntense y coman, son tal para cual – intervino Mirta.

Una vez terminada la cena, durante la cual las libaciones etílicas estuvieron a la orden del día, las chicas, nos pidieron que terminásemos con la limpieza y arreglo de lo utilizado ya que ellas habían hecho las compras y era justo que ayudáramos, las acompañamos al jardín donde acomodamos sendas reposeras, se recostaron, Mirta al vernos tan solícitos manifestó – Son dos soles – recibimos cada uno un cariñoso beso en la mejilla, lavamos los trastos y acondicionamos el lugar, cada tanto nos asomábamos a la puerta para ver como estaban y pudimos comprobar conversaban animadamente.

Pusimos agua a calentar para preparar un café y nos sentamos acodados en el desayunador a fumar un cigarrillo comentando lo bien que había transcurrido la cena, aproveche ese momento de relax y rápidamente le comente al Pecoso parte de la charla que había tenido con Rita, el muy bestia cerro como única acotación dijo "un vaso de agua y un buen polvo no se le niegan a nadie", después de saborear la infusión, las chicas dijeron que se iban a arreglar un poco para ir a caminar un rato mientras hacíamos la digestión de tan opípara y bien servida cena.

Al poco tiempo retornaron, se habían mudado de ropa, ambas con maxifalda paisana (pollera hasta los tobillos con mucho vuelo elastizada en la cintura), blusa de bambula (tela rustica colorida), ojotas de cuero tipo sandalias, saquito de lana y yisca (especie de morral tejido con correa larga para colgar del hombro), tenían un look hippie (movimiento social, cultural, musical imperante allá por los 60/70, aun en estos días quedan algunos resabios) – Como estamos? – preguntaron girando sobre un imaginario eje exhibiéndose ante nuestras atónitas miradas – Espectaculares… fantásticas – respondimos casi a coro, dijeron que una caminata bajo las estrellas seria un hermosa forma de terminar la noche, el toque romántico que faltaba, pensé.

Mario propuso que podíamos armar un fogón (pozo en la arena con un fuego) y sentarnos a charlar a la luz de la hoguera, la idea fue aceptada con aplausos y pequeños saltitos, parecían chicos con juguete nuevo, y allá fuimos, previamente Mario y yo nos enfundamos en sendos vaqueros (jeans) y un par de sweaters tejidos a mano que combinaban con el estilo de ropa que estaban usando las veteranas.

Era una noche fresca, agradable, que estimulaba la caminata, la luna en cuarto creciente teñía de argento los objetos, creando difusas sombras que sugerían fantasiosas figuras… nos fuimos adentrando en un mundo aparente que incentivaba a la imaginación…, (yo) allá un barco fantasma encallado en el arenal…, (Mirta) un poco mas lejos un enorme castillo habitado por una princesa cautiva esperando ansiosa a su salvador…, (Rita) acullá un joven caballero con su armadura de plata montado en un brioso corcel blanco, al galope tendido, acudiendo al rescate de su amor…, (Mario) allende las olas la aparición fantástica de una graciosa sirena… con unas tetas impresionantes perseguida por Neptuno cayéndosele la baba y con el tridente en la mano… el muy desgraciado deshizo el imaginario nudo gordiano de un ordinario golpe de espada, se produjo un momento de silencio que fue roto por las fuertes risotadas del grupo.

Confirmado, es un payaso

Chicas, la noche esta espectacular y me estaban poniendo melancólico, quien me ayuda a juntar ramas para hacer el fuego? – pregunto tomando de la mano a Rita y comenzó a correr hacia las dunas arrastrándola.

Más despacio loquito – pidió sorprendida.

Vamos, mostremos a esos dos vejestorios que tenemos cuerda para rato.

Vejestorios?... ahora vas a ver – respondió Mirta arrastrándome a mi.

Corrimos y saltamos por las dunas a los gritos, riendo, empujándonos, se pusieron a nuestra altura, eran dos adolescentes disfrutando de la naturaleza como, según confesaron mas tarde, nunca lo habían hecho, nos detuvimos agitados

Sos un bruto – me dijo Mirta ensayando una mueca seria

Sos divina

No me halagues, estoy enojada

Así estas mas linda.

No me entendiste, estoy muy enojada – dijo fingiendo seguir enfadada.

Tentadora – dije abrazándola y besándole las mejillas

No me toques – protesto aceptando las caricias.

Fatal – murmure en su oído apretando el abrazo.

Dejame – replico en voz baja tomándome de la cintura.

Irresistible, me volves loco – dije introduciendo la punta de la lengua en su oído.

Te deseo mi amor – expreso besándome.

Tanto como yo?

Mas… otra vez siento una sensación rara en el estomago.

Debe ser hambre.

Ves que sos un tarado… me hago la enojada para que me mimes y rompes el clima… a veces me desconcertas – me recrimino con una expresión que sentí verdadera y a la vez preocupante.

Bombón… no todo es tan lineal ni tiene porque ser siempre estructurado, hace un instante estaba jugueteando feliz con una chiquilina vivaz y desafiante y de golpe me encuentro que estoy abrazando a una mujer madura que no puede mezclar un sentimiento, con un toque de humor relajante.

No me retes por favor, entendé que a veces me siento una vieja ridícula comportándose como una chiquilina.

Perdón… al menos vos podes recrear a una chiquilina, lo viviste hace muy poco, yo en cambio no tengo la menor idea como se comporta un viejo ridículo, jamás lo viví.

Te presiono demasiado?

No Bombón, pero estoy medio desorientado, la que me invito fue Rita y todavía no le toque un pelo.

Entonces… nosotros

Dejame terminar – ordene con autoridad – no es queja… pero estoy desconcertado, no entiendo donde estamos parados los cuatro, me encanta estar con vos, es mas, deseo hacerlo, Mario y Rita parecen llevarse muy bien, miralos, (habían cavado el hueco para el fogón y estaban sentados en la arena muy juntitos charlando viendo como aparecían las primeras llamas) pero estar todos mezclados me desubica

No parece… se llevan muy bien… hoy me confeso que no me preocupe por mi locura ya que ella esta mas loca que yo, dice que se siente dichosa, deseada, halagada y contenida como hacia mucho no se sentía.

Y vos?

Creo que también… es muy lindo que a mi edad un chico quiera mimarme, manosearme… hacerme el amor y yo como una tarada me dejo llevar olvidándome que puede ser mi hijo.

No me digas

Quiero caminar, acompañarías a una vieja ridícula y que encima te presiona? – pregunto sonriendo a la espera del halago.

No, quiero estar con una chiquilina a la que quiero entender, que me vuelve loco, que le tengo miedo y que deseo.

Quien será la afortunada?

Creo que la conoces.

Vamos, abrazáme y contáme quien es.

Caminamos un rato largo, me contó que su idea original era pasar las vacaciones a todo sexo y que había sentido algo muy fuerte por mi, que se había entregado como hacia mucho no lo hacia – pensé que de eso me había prevenido Rita, la verdad es que no me importo demasiado - seguimos caminando y acorte el abrazo deslizando la mano por su hombro y llevándola al escote hasta contactar con un pecho suave, tibio, sentí en la palma como el pezón se arrugaba y comenzaba a erguirse provocándome una agradabilísima sensación – Tenés la mano fría – dijo sonriendo mientras apoyaba la suya impidiéndome el instintivo movimiento que hice para retirarla – Dejála, se siente bien -, animado por su complacencia me solace acariciándola a voluntad, agrego que a su marido lo había amado apasionadamente y que había tenido una vida sexual plena y que tenia la sensación de haber encontrado con quien poder recuperarla sin los prejuicios y tabúes que le habían inculcado durante su niñez, a modo de ejemplo me dijo que el sexo anal no era una novedad para ella y que al verme con Rita se había propuesto que yo iba a ser el segundo hombre con quien hacerlo.

Nos detuvimos a contemplar la inmensidad del océano en silencio, no se si fue la majestuosidad escenografica que nos regalaba la madre naturaleza o sus pechos recibiendo complacientes los mimos o las vibraciones que me provocaba su mano acariciándome el abdomen, peligrosamente cerca de mi sexo, el punto era que me sentía un tipo afortunado y que debía gozarlo sin importarme nada, me miro anhelante, se humedeció los labios regalándomelos, sentí que una mano me rozaba el pene por encima del jean y procuraba abrir la bragueta, las miradas se cruzaron… de sus ojos parecían surgir chispas, intente ayudar en bajarme el pantalón, lo negó moviendo la cabeza sin dejar de mirarme fijamente a los ojos… se fue agachando lentamente hasta arrodillarse, tomo el falo con una mano pasándoselo por el rostro, la fresca brisa me provoco un escalofrío… lo lamió en toda su extensión rodeando el glande sin introducirlo en su boca… acariciaba los testículos delicadamente provocándome los primeros síntomas de placer… bajo la lengua ensalivando hasta los genitales… los beso apoyando levemente sus labios… comenzó a desabotonar su blusa sin abrirla, poco a poco fue sugiriendo sus pechos, arquee la cintura e intente tantearlos, me tomo las manos colocándolas a cada lado de su cabeza, solo me permitía mesar y acomodar sus cabellos para tener una visión increíble de la felación… nuevamente un temblor recorrió mi cuerpo, y esta vez no era la brisa, una sonrisa triunfal ilumino su rostro y comenzó una furiosa mamada, sabia exactamente como provocar placer, cada oscilación de su cabeza la acompañaba con suaves y a veces fuertes lengüetazos que me llevaron a un estado de excitación sublime, mis bufidos anunciaron que estaba llegando al limite, inconscientemente le jale los cabellos… subitamente sentí un dolor en los testículos, con sus dedos índice y pulgar había formado un circulo que estrechaba el escroto y lo estiraba hacia abajo mientras continuaba la felación pausadamente… mire hacia abajo extrañado, su mirada estaba esperando la mía…Shhh, ordeno y prosiguió lamiendo mi sexo y ahora acariciándome los testículos… nuevamente se lo introdujo en la boca succionando enérgicamente… sentí que se me aflojaban las piernas y explote en un orgasmo fantástico, increíble, descomunal… un calor insoportable broto desde lo mas intimo de mi ser, la transpiración me empapo… necesitaba imperiosamente descansar y me deje caer sobre la arena, estaba helada, no me importo, me hacia bien, mi humanidad pedía a gritos un poco de frescura

Estas bien, mi amor? – pregunto pasándome la mano por la cabeza.

Supongo que si

Te gusto?

Mucho

La próxima vez me va a salir mejor – dijo rozándome los labios con los suyos.

Mi muerte quedara en tu conciencia – respondí besándola profundo.

Me llamo la atención que al besarla su aliento no había cambiado, luego admitió que se había apartado en el momento justo y que mis secreciones habían muerto en la arena ya que no era de su agrado "atragantarse", pero dejo abierta la posibilidad ya que como yo había recibido sus jugos no debería ser tan desagradable. Parecía cierto que la excitaba el sexo oral (hablar de sexo) tanto como practicarlo ya que agrego que estaba ansiosa por hacerme el streep tease, que siempre había considerado que el desnudarse era simplemente un paso previo a la intimidad y quería saber que se sentía seducir a su hombre descubriéndose de a poco… retornamos jugueteando y cerro la charla aclarándome que era consciente que un par de tetas como las de Rita eran difíciles de olvidar pero que se iba a encargar de hacerlo posible y que quería experimentar masturbarme con las suyas ya que "un pajarito" le había contado algo al respecto.

A la vez yo le aclare que lo mío con ella era cuestión de piel y que me gustaría agregarle afecto, me beso apasionadamente diciendo que si le daba tiempo estaba convencida que con ella también iba a sentir mariposas en el estomago como las que sentía con Graciela, y que con el tiempo "esa bruja" iba a ser un grato recuerdo como era para ella su marido.

A medida que nos acercábamos notamos que alrededor del fogón había mas gente y los escuchábamos cantar, llegamos corriendo, Mario nos presento como madre e hijo, a la vez tía y primo, (mas tarde les hicimos notar que se había equivocado pero que si seguíamos con esa figura todo estaría bien) la charla que habíamos mantenido, el impensado momento sexual vivido, la perspectiva de otra noche de lujuria y la sorpresa de encontrarme con no menos de 12 personas a las cuales no conocía, hicieron que no registrara el nombre de ninguna, excepto, y por razones obvias, el de Sabrina a la sazón hija de un matrimonio joven, estos habían hecho enseguida buenas migas con Rita y por carácter transitivo al poco rato con Mirta.

Sabrina era una chica de mas o menos mi edad, alta, muy delgada, cabello castaño claro largo hasta mitad de la espalda, lentes, la ropa holgada le caía casi a plomo lo que indicaba que tenia menos curvas que la Ruta 2, simpática y de risa fácil.

Los jóvenes de un lado y los mayores del otro rodeábamos la hoguera cantando y festejando cualquier ocurrencia por estupida que fuera, mi participación consistía en un simple acto de presencia ya que estaba ansioso por llegar a la casa, uno de los hombres mayores comenzó a cantar un tango… me dije cartón lleno y comencé a acumular bronca, algo que prometía ser intimo y erótico se había transformado en la fiesta de San Fermín… el tiempo pasaba y veía diluirse el streep tease, el coito anal, la masturbación tetal y la reput…madre que los remilpario…, al menos dos personas se percataron de mi malhumor, Mirta y Sabrina.

Mi "madre" se acerco y tomándome de la mano me alejo un poco del grupo, pregunto que me pasaba y le referí el motivo de mi bronca, "maternalmente" me consoló diciendo que ella estaba tan ansiosa como yo y prometió que lo haríamos y con propina, que se había formado un grupo de gente muy linda y que nos serviría para no estar solos los días venideros, estábamos en esos menesteres cuando escuchamos una voz que decía.

Pasa algo? – era Sabrina

Este hijo mío, extraña al padre y es muy celoso de mi – respondió Mirta reaccionando inmediatamente.

Lo comprendo, yo también soy celosa de mis padres

Es hijo único y esta muy mimado.- dijo acariciando y besándome la mejilla – pero ya se le va a pasar.

Querés que charlemos un rato? – me pregunto con un actitud que considere inocente.

Si, le va a venir bien charlar con alguien de su edad, yo me voy con los viejos, jajaja – hizo como que se despedía mientras me susurro – Es la excusa perfecta, cuidado con lo que haces, portate bien sino te mato – Te lo recomiendo – le dijo a Sabrina con un tono de voz cómplice.

Quédese tranquila señora, no nos vamos a alejar mucho, la oscuridad me da miedo.

Me llamo Mirta y tutéame, no soy tan vieja.

Que simpática es tu mama.

Si… a veces me parece que demasiado.

Porque?, es una mujer joven, muy linda y se nota que te quiere mucho.

Que me quiere mucho es cierto, aunque a veces se pone un poco cargosa… joven y linda, no lo se. es mi mama, no puedo ser objetivo.

Yo si, recién los conozco y puedo serlo… tu tía también es una mujer interesante y tu primo, Mario, no?...

Si, Mario, que tiene mi primo?.

Tiene novia?

No

Que bien!!!... y… de donde son?

De la Capital, conoces Barracas.

Claro, yo vivo en San Telmo, conoces?

Seguro – respondí medio malhumorado evidentemente ese no era mi día, Rita a la que creía totalmente asegurada, parecía que se había tomado un recreo conmigo y para colmo esa pendeja de mier… se me había acercado para saber si Mario tenia novia, lo único que me faltaba era que me pidiera su teléfono.

Tiene teléfono?

Si, tiene – cartón lleno, pensé – si lo querés pedíselo.

Vos no me harías el favor?

Sabri… si el esta de acuerdo por mi no hay problema.

Gracias, sos un amor, hasta cuando se quedan?

Hasta que se acabe la plata, supongo que mínimo 10 días mas.

Igual que nosotros… decime, a Mario le gusta ir a bailar?

Es medio casero, pero a veces va… por?

A mi me encanta.

Ah… bueno… volvemos?

Volvamos.

Por suerte el fogón se estaba deshaciendo, a medida que la gente se retiraba arreglaban para encontrarnos en el mismo lugar a pasar el día, la cuestión era que, gracias a esa maldita idea de la hoguera parecía que íbamos a pasar unas vacaciones en compañía de una multitud.

De que hablaron? – pregunto Mirta.

Nada en particular, estaba un poco aburrida y

Y…? – repregunto apurando la respuesta.

Nada… me contó que es de San Telmo.

Que suerte, la pendejita vive cerca de tu casa – acoto ironizando.

San Telmo… Barracas, si, vive cerca… le gusta ir a bailar

Mira vos a la borreguita le gusta el baile – señalo evidenciando estar molesta

Es joven y lógico – verla molesta me dio la idea de omitir que se había acercado a mi usándome de atajo para llegar a Mario, a el oportunamente le diría la verdad, y pensé en juguetear un rato. – es una chica interesante, vio a dos muchachos jóvenes y

Y justo te eligió a vos – dijo casi enojada.

Perdonáme, no me eligió… casi me la encajaste.

Es verdad, pero te pedí que te portaras bien.

Y lo hice, ni siguiera la agarre de la mano.

Claro, encima la querías agarrar.

Bombón… pisa el freno por favor, te dije que ni siquiera la agarre, es una chica interesante pero no es mi tipo… demasiado delgada.

No me hagas reír, si la memoria no me falla tu novia es bastante flaca.

Porque la metes a Graciela en esta charla?.

Decís que las flacas no son de tu tipo – respondió ironizando y tratando de disimular su malestar.

Querés que te explique cual es el tipo de mujer que me gusta?

A ver?

Un poco mas adulta y con curvas, jovial y con algo de experiencia, madura y cariñosa, pero fundamentalmente… celosa.

Celosa?

Si, algo así como vos. – dije sonriente

Sos un tarado, de donde sacaste que yo soy celosa.

Me pareció, pero bueno, si no lo sos, no te va a caer mal si te pido que mañana hables con los padres para que la dejen ir a bailar conmigo.

Ya me hiciste enojar, encima querés que le hable a los padres.

Mami, no te enojes – dije abrazándola.

Salí. – dijo interponiendo sus manos entre los dos intentando alejarme.

Te prometo que solo la voy a besar. – replique acariciándole las nalgas.

Soltáme – exclamo haciendo fuerza para separarse.

Dale, se buenita, bailo un rato, le doy unos besitos como estos – dije apretando el abrazo y besándole las mejillas.

Dejame te dije – contesto agitando la cara tratando de evitar mis besos, mientras arqueaba la cintura escapando al contacto, inconscientemente al sacar el culito lo ponía más a mi disposición.

Y después vengo y hago el amor con vos, jajaja

Como? – pregunto desconcertada aflojando su resistencia.

Tonta, como se te ocurre que teniéndote a vos voy a querer estar con otra.

Pero… - insinuó ya casi desguarnecida.

Pero nada, ni siquiera me interesa mirarla.

Sos un tarado, te estaba creyendo – acoto esbozando una sonrisa.

Bombón, habías resultado un poquito celosita.

No soy celosa, pero me da rabia que si estas conmigo mires a otra.

Sabes cuando voy a mirar a otra?

Cuando?

Cuando vuelva papa del viaje… mientras tanto me encanta reemplazarlo.

Que papa?... que viaje?

Te olvidaste que soy tu hijo y que tu marido, o sea mi padre, esta de viaje.

Tonto y retonto… me habías hecho enojar… - dijo colgándose de mis hombros ofreciéndome la boca.

Enojada sos la personificación del pecado – respondí besándola profundo.

Sabes… estoy extrañando a tu padre… llevame a casa.

Vamos… chicos nosotros nos vamos, ustedes se quedan? – dije preguntando en voz alta a Mario y Rita.

Hasta que se acabe el fuego – respondió Mario.

De eso me encargo yo, jajaja – retruco Rita.

Hasta luego, no vuelvan tarde, jejeje – Mirta se despidió entendiendo la humorada.

Nos dirigimos a la casa tomados de la mano y a paso vivo, durante el corto trayecto estuve pergeñando una idea que estaba seguro la iba a impactar, en el jardín de entrada me detuve bruscamente y observé detenidamente las casas vecinas, parecía que todo el mundo dormía, abrí la puerta, la abrace y le murmure en el oído – Quiero entrar con vos en brazos -, sin dejarla pensar me ubique en un costado pasándole una mano por la espalda tomándola por debajo de las axilas y la otra en la unión de los muslos con las pantorrillas alzándola, quedo sorprendida, cuando reacciono ya habíamos ingresado, cerré la puerta de un puntapié, tenia una expresión entre conmovida y halagada, me tomo la nuca y nos besamos largo y profundo, su lengua busco la mía, la succiono apasionadamente.

Sos una caja de sorpresas amor – dijo sonriendo tiernamente – como se te ocurrió?

No se… tuve ganas y lo hice.

Sabes… a veces me asombras… la remera sobre el tronco para que me siente, entrar a la casa como si fuera tu novia

Querés ser mi novia? – pregunte olvidando en ese momento la recomendación de Rita.

Si quiero – respondió volviendo a ofrecerme sus labios húmedos.

  • Te dije alguna vez que sos la novia mas linda de la Tierra.

  • Nunca

  • Y que quiero hacer el amor con vos

  • Me querés coger? – pregunto susurrando con una sonrisa cómplice

  • No… quiero hacer el amor.- respondí remarcando las palabras

Sos un dulce… bajáme.

En el dormitorio.

Te peso

Para nada – respondí iniciando el ascenso por la escalera, la verdad ya me estaba pesando pero el esfuerzo valía la pena.

Llegamos al dormitorio y la apoye delicadamente en la cama reclinándome sobre ella, comencé a besarla y lamerla, dejo los brazos laxos sobre el lecho, cerro los ojos dejándose hacer… la acaricie toda, cada mimo era correspondido por un suspiro… levante su falda descubriendo sus firmes piernas, me deslice hacia los muslos, arrodillándome al borde de la cama, los que ensalive y bese hasta el hartazgo… me cubrí con la pollera y comencé a subir en dirección al monte de venus… la ausencia de ropa interior me permitió encontrar su vulva rápidamente, irradiaba un calido aroma enloquecedor, no necesite humedecer mis dedos para invadirla, separo un poco mas las piernas elevando levemente la cadera intentando hacer mas profunda la penetración… de a poco mis ojos se fueron acostumbrando a la penumbra reinante bajo la prenda y pude deleitarme observando su clítoris… lentamente acerque la boca a esa maravilla, sin dejar de dedearla, lo rodee con la lengua, lamí, sorbiendo sus jugos, los labios interiores, mordí delicadamente ese prodigioso pene… un reflejo hirió mis pupilas, había introducido sus manos por la cintura elastizada de la falda para aprisionarme la cabeza y comenzó a marcarme el ritmo, lo aprese con los labios y comencé a chupar con firmeza metiéndomelo junto con el entorno totalmente en la boca, sus manos me empujaron enterrando mi cara dándome a entender que eso exactamente era lo que quería, profundos gemidos me revelaron que estaba en el camino correcto, quite los dedos de su vagina para mayor comodidad y los lleve a su ano, circundándolo sin penetrarlo, solo humedeciendo y acariciando… ya con toda la concha a mi disposición la bese y lamí a voluntad haciendo caso omiso a sus directivas, quería llevarla al borde y comenzar de nuevo… así lo hice, cuando sentía que los suspiros se tornaban gemidos, vuelta a empezar… hasta ese día nunca había hecho una mamada tan prolongada y con tanta dedicación, tenia la barbilla empapada, destilaba jugos como no recordaba en otra mujer… el splash, splash, sus gemidos y mi agitada respiración se confundían articulando una sinfonía erotizante que llevaba mi libido a su máxima expresión… mi pene pedía a gritos salir del encierro y descargarse… con los dedos seguía rodeando el agujero del ano penetrando solo la primera falange, era cierto que el coito anal no era una novedad para ella o al menos sabia como relajarse para conseguir una mejor elasticidad… la penetre agitando la lengua y por enésima vez aprisione el clítoris con mis labios chupándolo con fruición, dándole fuertes lengüetazos – Ahí, así… así…fuerte – entendí que decía mientras me aplastaba fuertemente la cara en su concha con las manos… comenzó a temblar gruñendo palabras ininteligibles, simultáneamente una profusión de calidos líquidos llegaron a mojar hasta la cama, paralelamente a su orgasmo metí de un golpe dos dedos en su culo agitándolos violentamente – Puta, puta, Putísima – dijo casi gritando y bajando el tono a medida que lo decía, seguí succionando y besando hasta que me aparto enérgicamente con las manos – Ya basta amor, ya basta – sentí un ultimo espasmo mientras me deslizaba hacia afuera y a la altura de sus rodillas me quitaba la falda de la cabeza, imagine verme respirando agitado, con la cara y parte del pelo mojados emergiendo de abajo de una pollera y tuve que aguantar la risa para evitar cualquier malentendido, si me hubiera reído sin ruido no se hubiera dado cuenta, el rubor le coloreaba las mejillas, respiraba entrecortada, los ojos cerrados y sus manos seguían metidas por la cintura bajo la falda.

Subí a la cama arrodillado y la acomode a lo largo, me recosté a su lado apoyado sobre un codo y la contemple mientras la acariciaba por sobre la ropa.

Sos un maldito vengativo – dijo con un sonrisa, sacando sus manos de debajo de la falda y poniéndola sobre la mía acompañando mis caricias.

Porque?

Me la devolviste y con creces, malo. – respondió haciendo un mohín de enfado.

Porque malo?

Porque hoy disfrutamos por separado y yo quería que estemos juntitos.

Que pasa?... se acabaron las vacaciones?

No, tonto… pero mira, esta amaneciendo.

Era cierto, a través de la persiana comenzaban a filtrarse los primeros rayos de luz, abrí la ventana y vimos un disco enorme, anaranjado, enceguecedor, que emergía del océano, no se veía una sola nube en el horizonte, presagiaba un día especial para disfrutar en la playa.

Seria bueno descansar un rato para disfrutar del día.

Es cierto, sino nos la vamos a ver en figurillas para explicar como después de tantos días de playa volvimos blancos como el papel.

Eso no es mi problema, yo no tengo que dar explicaciones a nadie… acostumbro a dormir sola – dijo sonriendo.

Te gustaría dormir conmigo abrazaditos?

Estoy deseándolo – contesto besándome.

En serio? – pregunte intentando dar a la charla un toque erótico.

Si

Y quien abrazaría a quien?

Un ratito cada uno.

Sabes como me gustaría?

Como? – susurro en mi oído.

Yo me acuesto… vos te sentas en mi pelvis…luego descendes lentamente… pones tus pechos a la altura de mi boca… los chupo hasta que me canse… después te apoyas en mi pecho, me abrazas y nos dormimos uno sobre el otro.

No te entiendo, acostate y dirigime – contesto sonriendo seductoramente.

Bueno – me acosté quitándome solo el sweater y me dispuse a esperarla,

Retrocedió unos pasos para brindarme una mejor visión y parsimoniosamente comenzó a desabotonar la blusa mirándome fijamente… aparecieron esas dos hermosas y apetecibles tetas con las aureolas arrugadas y los pezones a simple vista duros como rocas… llevo la prenda hacia atrás y con un agitar de hombros, que a la vez hizo balancear los senos, la dejo deslizar hasta caer en el piso… llevo las palmas de sus manos al busto alzándolo… se inclino hacia adelante ofreciéndolos a la distancia mientras pasaba la lengua por los labios humedeciéndolos… comenzó a deslizar la palma de sus manos por el abdomen acariciándose hasta introducirlas en la cintura elastizada de su falda bajándola lentamente… a media cadera giro 180 grados exhibiendo como progresivamente iba apareciendo un culito encantador, comenzó a agitar las caderas provocando un temblor enloquecedor en sus glúteos, me hizo acordar a una bailarina de samba, a medida que iba arqueando el talle esas carnes cimbreantes adquirían la consistencia del granito… levanto una pierna pasándola por sobre la cintura de la falda y al volver a apoyarla en el piso lo hizo un poco mas al costado de su posición original… repitió lo mismo con la otra pierna… apoyo las manos en las rodillas exponiendo los dos maravillosos agujeros y me miro con una sonrisa orgullosa por el costado de su cuerpo esperando mi aprobación… tengo que pedirle que se depile, pensé… aplaudí mientras emitía un sonoro silbido de elogio y agite las manos invitándola a que se acerque… felinamente se acerco a la cama abordándola reptando por la piecera, restregó sus pechos por mi cuerpo y juro que note los pezones a pesar de estar aun con la camisa puesta… me lamió la garganta besándome muy levemente la nuez de adán, un ligero temblor recorrió mi cuerpo, me miro sonriendo – Me gusta desnudarme para mi hombrecito – dijo ofreciéndome sus labios húmedos, nos besamos lentamente, profundo, las lenguas se acariciaron dulcemente… se acomodo a horcajadas sobre mi cuerpo y me desabotono la camisa besándome a medida que me descubría el pecho… en la misma posición retrocedió mirándome fijamente y me quito el pantalón y calzoncillo… el pene salto como un resorte agradeciendo haber sido liberado… junto mis piernas y lo tomo con ambas manos llevándolo a la boca, solo lo tuvo el tiempo suficiente como para empaparlo con su saliva… volvió a montarme apoyando sus nalgas sobre mi sexo, sentí la calidez del suyo quemándome – Así era como querías? – pregunto mientras balanceaba las tetas al alcance de mi boca, la tome de la cintura y las bese y chupe provocándole débiles suspiros de satisfacción... movió su torso dándome placenteros tetazos en ambas mejillas, - Ahora me tengo que apoyar en tu pecho, abrazarte y dormirnos – dijo en tanto pasaba la mano entre los cuerpos, tomaba el pene y lo llevaba hacia sus labios vaginales – No quiero dormir todavía Bebe, dejame hacerte el amor – dijo envarándose mientras descendía insertándose lentamente… cuando nuestros sexos se confundieron en uno solo se detuvo con los ojos cerrados, a tientas tomo mis manos llevándolas a sus tetas, las sobe a discreción… inicio un lento y suave mete/saca facilitado por su salivación previa, sus flujos y mi liquido preseminal… fue incrementando el ritmo de la penetración hasta convertirlo en un furioso galope, se mordía los labios farfullando sonidos incomprensibles… movía mis caderas tratando de acoplarme a sus movimientos mientras le amasaba fuertemente las tetas – Te estoy cogiendo mi amor – decía mientras se movía descontrolada… note la inminencia de mi eyaculacion, la tome firmemente de las caderas indicándole que cambiara de posición – Ahora no, ahora no, ya… ya… - repetía mientras se envaraba violentamente apretándome con los músculos vaginales, su orgasmo llego fracciones de segundo antes que el mío, casi simultáneos… me descargue en una sucesión interminable de chorros en su interior… empapada de transpiración se desplomo sobre mi, sentí que pesaba una tonelada

Te cogí amor… hoy mande yo… te hice el amor – dijo sonriendo desafiante.

Anotalo porque nunca mas – respondí susurrando, tratando de normalizar el ritmo respiratorio.

No estés tan seguro chiquilín, te voy a secar – afirmo desafiante.

Querés apostar? – replique provocándola.

Lo que se te ocurra – contesto sobradora ofreciéndome los labios.

Te aviso que las apuestas son una cuestión de honor y se pagan – afirme negando el beso.

Por supuesto nene, soy una mujer de palabra, que querés apostar?

A vos – manifesté no muy seguro, no esperaba una actitud tan segura de su parte.

Como es eso? – pregunto intrigada.

A vos en cuerpo y alma. – conteste haciendo caso omiso a la recomendación de Rita, total era un simple juego.

No entiendo.

Pasas a ser de mi propiedad sin derecho a negarte a nada. – mientras lo decía notaba que el pene comenzaba a recuperarse aun dentro de su vagina.

Estas pidiendo demasiado… ya estoy grande

Es un juego Bombón… a mi también me excita el sexo oral – dije mientras contraía y aflojaba los músculos de mi abdomen haciéndole notar el pene.

Epa… me parece que si apuesto voy a perder – respondió ofreciendo nuevamente sus labios.

Cobarde – dije retándola e iniciando un lento movimiento circular frotando las paredes de su vagina.

A mi nadie me dice cobarde y menos un mocoso casi imberbe…acepto – dijo acoplándose a mis movimientos.

No tan rápido señora, acepta sin condicionamientos?

Ninguno, mi amor – respondió intensificando sus besos.

Se dejo llevar hasta el borde de la cama, donde le hice apoyar el pecho sobre la misma arrodillada en el piso, la bese y lamí desde la ultima vértebra cervical hasta el coxis… con los dedos índice y mayor recorrí lentamente la columna vertebral masajeándola… le separe las nalgas besándolas y ensalivándolas, los restos de el coito reciente producían un aroma entre agrio y salado que me termino de encender y me hundí entre sus glúteos penetrándole el culito con la lengua… con los dedos asalté la intimidad de su encharcada vagina a lo que respondió empujando hacia atrás haciendo mas profunda la invasión…- El culito amor, haceme el culito – pidió susurrando, hice como que no la escuche y continué incursionando con la lengua entre sus nalgas y con la mano horadándole la vulva… era una cascada de jugos tibios deslizándose por la cara interna de los muslos… - Por favor metémela – dijo al borde del clímax, abría y cerraba el esfínter, increíblemente, succionándome la lengua, comenzó a agitarse frenéticamente – Metémela carajo – ordeno en voz alta, me incorpore haciendo mas impetuoso el mete y saca de su vagina provocándole un fuerte orgasmo al que acompañe con una fuerte y, supongo, dolorosa nalgada… me corrí de costado sin dejar de mover mis dedos y la arrastre hasta el suelo poniéndola de espaldas… la obligue a que colocara sus piernas sobre mis hombros y en medio de su éxtasis la penetre violentamente… - Así, coge a tu puta… cogete a tu putísima puta – dijo atrapándome de las nalgas y atrayéndome… la mire boquear con la cara enrojecida y brillante de transpiración, los ojos abiertos como el 2 de oros, bizqueando en la cumbre del paroxismo… disminuían los espasmos y comencé a retirarme, hizo presión con sus manos tratando de impedirlo mientras apretaba la vagina, con un pequeño esfuerzo se la saque y apunte al culito, estaba a punto de eyacular, mentiría si digo que fue por precaución, quería romperla, partirla en dos, que no se pudiera sentarse por varios días… fácilmente entro el glande y me deje caer, con un gemido plañidero admitió la sodomizacion… me dio mucha bronca no escuchar gritos desgarradores ni ayes lastimeros… le palmee fuertemente los glúteos mientras la penetraba desenfrenado – No pares que acabo, seguí mi amor -, encima estaba gozando, redoble el bombeo… la habitación empezó a dar vueltas y un millón de luces multicolores explotaron en mi cabeza, los huesos se me convirtieron en gelatina y no me pudieron soportar… me desplome sobre ella en el momento que alcanzaba su orgasmo… mi caída hizo que, producto del peso corporal, arqueara la cintura casi en ángulo recto con su culito al ras de los glúteos y el pene se incrustara en sus entrañas, instintivamente ensaye los últimos movimientos…sus uñas se clavaron en mi espalda simultáneamente con un fuerte abrazo – Basta mi amor… no puedo mas… ya esta – murmuro con voz entrecortada, jadeando mientras intentaba recuperar el aliento, yo en tanto escondí la cabeza en su hombro para disimular el lamentable estado en que había quedado tratando desesperadamente de aspirar el aire que no llegaba, pero orgulloso del resultado.

Sacando fuerzas de flaqueza me incorpore sentándome en el borde de la cama y me quede observándola, parecía verdaderamente agotada, el fulgor del sol entrando por la ventana producía reflejos tornasolados en su cuerpo transpirado, las tetas lucían con los pezones erguidos destacándose en medio de aureolas ahora lisas, ojos cerrados, rostro encendido, boca entreabierta esbozando una sonrisa, cabello revuelto, vellos púbicos simétricamente arreglados brindaban una imagen erótica tal, que si hubiera estado en condiciones no hubiera dudado un instante en abalanzarme para poseerla, pasado un buen rato ya casi compuesto me arrodille a su lado acariciándola.

Por lo de la apuesta fue una broma – dije en voz baja

Porque Bebe?

Porque perdía, me dejaste al borde del colapso – respondí sonriendo.

Mentiroso, la que colapso soy yo… me debo estar poniendo vieja – dijo sonriendo seductora a la espera del halago.

Vieja?... donde hay una vieja?... yo veo una hermosa madurita la cual casualmente hace un rato acepto ser mi novia.

Tu novia… que lindo que suena… lastima que

Lastima que… nada, ya te arrepentiste? – pregunte besándola suavemente en la mejilla.

No amor… pero

Pero, nada, somos novios si o no? – interrumpí preguntando con voz y gesto serios, iniciando un juego de joven confundido, convencido que después de dos sesiones de sexo, una mejor que la otra, ya la tenia en el bolsillo.

Me desconcertas, creí que era una broma… te recuerdo que te doblo en edad y me sobran algunos añitos. – dijo con gesto serio.

No des vueltas… si o no – conteste apurando su respuesta – te recuerdo que cuando te lo pregunte me dijiste que si.

Es cierto, pero es parte del sexo oral, no pudiste hablar en serio – dijo con un gesto de preocupación.

Por supuesto que dije en serio… te creí – respondí con un golpe bajo totalmente seguro que acertaba.

Mi amor – dijo poniéndome las manos en los hombros y atrayéndome hasta apoyar mi cara en sus pechos.

Sentí las mariposas en el estomago – dije levantando la cabeza y mirándola a los ojos intentando una expresión de desilusión.

Entonces hablas en serio – manifestó con un gesto entre asombrada y culpable.

Nunca hable tan en serio – tire esa frase convencido que le iba a tocar las fibras mas intimas y su culpa le haría aceptar lo que se me diera la gana.

Amor… - dijo tomando aire – vamos a hacer una cosa… sigamos como hasta ahora y en Buenos Aires si seguís pensando igual lo charlamos… querés?

Tengo alguna posibilidad? – pregunte con cara de cordero degollado, un tanto desorientado, a simple vista lo que me había dicho Rita no era tan así.

Lo charlamos en Buenos Aires

Como vos digas… pero prometéme que lo vas a pensar – conteste pasándole nuevamente la culpa.

Si… claro… ahora necesito bañarme y descansar un rato – dijo besándome levemente en los labios.

La ayude a levantarse y se dirigió al baño con paso cansino, esta mano la gane yo, pensé, y si juego bien las cartas el partido es mío, prendí un faso y me dispuse a esperar que saliera para yo también pegarme una ducha, la estaba necesitando. Cuando salí la encontré semidormida, se había puesto una remera y un short muy holgados, me recosté a su lado acariciándola muy suave.

Tenés frío? – pregunte

No, estoy bien.

Y esto para que? – pregunte tomando la remera.

Como para que?, para dormir… no quise usar camisón y este conjunto me pareció apropiado.

Vamos a tener que ampliar las normas de convivencia – murmure como si lo dijera para mi mismo, pero lo suficientemente alto como para que no pudiera dejar de oírlo.

Porque?

Me gustaría que durmamos desnuditos… quiero tenerte a mi disposición para tocarte cuando tenga ganas.

Así también podes – respondió dejando implícito que no había reparos.

Es que te quiero tocar a vos no a tu ropa, para tocar tela voy a una tienda.

Y ahora tiene que ser? – pregunto protestando pero incorporándose y quitándose la ropa – Amor, descansemos un rato por favor.

Así esta mejor, me encanta dormir haciendo cucharita (ambos juntos en posición fetal) – dije acomodándome agarrándole los pechos.

Durmamos como quieras, pero durmamos.

Una ultima cosa… por ahora.

Que mas querés que haga?

Todo esto sobra – murmure en su oído acariciándole el monte de venus.

Ni loca.

Hasta luego Bombón – me despedí corriéndome un poco hacia atrás, dejando de tocarla.

No seas malo, abrazáme.

Como vos digas – respondí volviendo a abrazarla.

Malo, como te haces rogar – dijo girando la cabeza besándome.

Me desperté con un apetito voraz ya pasado el mediodía, en la misma posición que me había dormido, abrazados con sus glúteos apoyados en mi sexo, intente despertarla con mimos, caricias y besos, no conseguí hacerlo, la arrope con una sabana, me calce un short de baño y baje a lavarme la cara en la pileta del jardín, allí encontré a Mario y Rita tomando mate.

Buenos días, era hora, nos estamos perdiendo el día de playa – dijo Mario divertido

Creo que lo que menos le importa es ir a la playa – acoto Rita también divertida.

Es cierto, esta arruinado – dijo Mario...

Un poco cansado y nada mas – respondí

Y Mirta? – pregunto Rita.

No la pude despertar, fijáte si vos podes mientras tomo unos mates – respondí desplomándome en una silla.

Yo voy y de paso preparo algo rápido para comer, así vamos a la playa – dijo Rita levantándose.

Te acompaño y preparo un mate nuevo.

Se levantaron dejándome solo, al retirarse la contemple a Rita, estaba espectacular, cabello suelto, sandalias de taco chino que le realzaban las piernas, la malla enteriza negra parecía incapaz de contener sus carnes firmes, - Lindo culo – me dije recordando las veces que lo había poseído. Regreso Mario y charlamos mientras mateábamos, le comente que Sabrina me había pedido su numero de teléfono, respondió que había notado su interés y que apenas la encontrara en la playa la iba a invitar a caminar y vería como venia la mano y que yo me tendría que encargar de las chicas durante su ausencia, pero que no me preocupara ya que si tenia que pasar algo con la pendeja seria en Buenos Aires. Al rato aparecieron las veteranas, verdaderamente estaban magníficas, sin mostrar nada sugerían todo, Mirta, un poco ojerosa, vestía una malla turquesa de amplio escote que resaltaba sus pechos de tal forma que parecían casi tan importantes como los de Rita, como si nos hubiéramos puesto de acuerdo las recibimos con exclamaciones de admiración, aplaudiendo en forma descomedida, ambas agradecieron los halagos y luego de unos mimos nos dijeron de almorzar para mas tarde ir al mar.

Durante el almuerzo nos dedicamos a piropearlas, Mario comenzó y yo seguí, competíamos a ver quien era mas creativo con los halagos, cada uno según su estilo, el haciendo hincapié en lo físico y yo agregando las virtudes intelectuales/espirituales, ellas respondían sonriendo y prodigándonos mimos a mansalva, hicimos una corta sobremesa en la que aproveche el buen animo para reiterarle a Mirta que era conveniente que se depile para evitar que algunos vellos asomaran en su entrepierna, dejando claro que a mi mucho no me importaba pero deslucía su femineidad ante miradas indiscretas, la verdad era que había que ser muy observador para notarlo pero mi objetivo era que se sienta culpable y lo hiciera a pesar de no estar de acuerdo.

Durante dos o tres días no ocurrió nada que valga la pena detallar, nos levantábamos temprano, desayunábamos abundantemente, limpieza y arreglo de la casa, compras, playa, mucho agua, tomamos sol cual lagartijas, reuniones multitudinarias en la arena, largas caminatas, cuando bajaba el sol cada uno a su casa, cena, la mayoría de las veces consistía en un asado, y a caminar por el pueblo o a la playa, el fogón se estaba convirtiendo en algo habitual para grandes y chicos, por ultimo a dormir, Mario y Rita se adueñaron del dormitorio principal y nosotros compartíamos una de las camas individuales, lo cual, a pesar de la incomodidad que implicaba el poco espacio, nos "obligaba" al inevitable contacto físico y posterior sesión de sexo.

Mirta había aceptado dormir desnuda, varias veces me hizo notar que con agua oxigenada estaba aclarando paulatinamente su pilosidad vaginal, no dando el brazo a torcer, cosa rara ya que me daba todos los gustos y/o caprichos que se me ocurrieran, tales como no usar ropa interior, dormir desnuda, aceptar mis manoseos en lugares públicos, disimulados pero manoseos al fin, nada de maquillaje, en fin era una nimiedad pero yo sentía que con esa actitud marcaba su territorio y no me gustaba. La relación con Rita estaba bien, mimos, besos y caricias al por mayor pero de sexo nada, debo reconocer que Mirta no me dejaba solo casi nunca y que aplacaba mis necesidades al punto que no intente nada, hasta que el primer sábado, luego de almorzar en la casa.

Sombrillas al hombro y reposeras en la mano nos acercamos a la costa, allí nos encontramos con Sabrina y sus padres quienes ya estaban departiendo con otra gente con los cuales ya habíamos compartido varios días, acomodamos los bagayos y nos acoplamos en la charla, entre chapuzones y juegos grupales fue pasando la tarde, poco antes de caer el sol Mirta nos aviso que junto a Susana (madre de Sabrina) iban a ir a Mar de Ajo para una gestión personal, de paso hablar por teléfono a Buenos Aires y hacer un poco de tiempo para ir a buscar a los chicos al baile, ya esa tarde Mario había invitado a Sabrina a un baile vespertino también en Mar de Ajo con el consentimiento de los padres y de Rita (entre los cuatro habíamos acordado que si bien nuestras "relaciones familiares" no tenían fisuras la ida al baile de Mario con la mocosa terminaría de consolidar la imagen de familia que mostrábamos)

Rita comento que quería moverse un poco y pregunto si alguien la acompañaba a caminar un poco por la playa, un mutismo general respondió al pedido y respondí.

Si no te aburre pasear con tu sobrino, conta conmigo.

Nada me halagaría mas, quiero ver las expresiones de la gente cuando me vean acompañada de semejante caramelito – su comentario fue coronado por las risas de los presentes y enfilamos para el lado de La Lucila del Mar.

Comenzamos a caminar conversando animadamente, a medida que nos alejábamos de San Bernardo comenzaban a ralear los bañistas… me tomo la mano apretándola fuerte… - Vamos al agua? – pregunto, - Vamos – respondí arrastrándola a la carrera, nos zambullimos riendo alegremente… me hundió y la hundí… jugamos como dos adolescentes entre risas y salpicaduras… se alejo nadando para evitarlas, la perseguí alcanzándola casi de inmediato y nuevamente la sumergí… nade bajo el agua rodeándola emergiendo por detrás, la abrace sobándole las tetas.

Me tenías descuidada, extrañaba tus abrazos.

Aquí estoy Bombón – susurre en su oído.

Hace mas de una semana que me abandonaste, sos muy malo – dijo corriendo el cabello mojado para ofrecerme el cuello.

Estaba esperando una oportunidad como esta – respondí mordiéndola

No te creo, preferís a Mirta – contesto con un mohín compungido.

No Bombón, las dos son dos putitas maravillosas – dije girándola hasta enfrentarla.

Me gusta ser putita y la culpa es tuya – dijo acariciándome el pene que a esa altura comenzaba a destacar su presencia – Parece que todavía te gusto un poquito.

Mucho mas de lo que imaginas…te puedo bajar la malla? quiero verte – dije mordiéndole el lóbulo de la oreja.

Pueden vernos – respondió mirando hacia la desierta playa.

No hay nadie – dije tomando los breteles y desplazándolos hacia abajo dejando al aire esas dos portentosas masas de carne.

Vamos a la casa. – respondió besándome y restregándome los pechos.

No, me gustaría amarte acá en el medio de la nada – dije abrazándola

Estas loquito…se ve todo, al menos vayamos a las dunas.

Después – dije sacando el miembro del short de baño y ubicándolo entre sus muslos.

Sos un loco – susurro apretándolo con sus fuertes piernas y moviéndose de atrás hacia delante.

Te gusta?

Me enloquece – respondió estrechándome en un fuerte abrazo.

La situación tenia un fuerte contenido erótico, los dos semidesnudos balanceándonos al compás de la marejada, los cuerpos apretados tratando de conservar la vertical, las sombras borrando los últimos resplandores del sol, en el horizonte sobre el mar, un negro casi azul enmarcaba el brillo argentino que anunciaba la aparición de la luna, del otro lado el cielo anaranjado se despedía del sol, en el medio las tetas de Rita bamboleándose asomadas en el agua, realmente era un ambiente que podría alucinar hasta a un eunuco, pero incomodísimo, abrazados la lleve hacia la orilla, el contacto con la brisa nos erizo la piel, trastabillando nos dirigimos a las dunas, allí al amparo del viento y con la arena aun tibia nos dejamos caer olvidándonos del mundo.

Fue un sexo pleno, casi salvaje, era cierto ya hacia mucho tiempo que no acariciaba esas dos masas de carne, verlas y poder tocarlas era la gloria, me solace restregándolas por mi cara, mordiéndolas, lamiéndolas, chupándolas… sus manos me tomaban de la nuca acompañando mis mimos… me acostó boca arriba sentándose a horcajadas y comenzó a golpearme en las mejillas con sus poderosos pechos mientras desplazaba hacia un costado la malla, me tomaba el miembro y lo ubicaba en la entrada de su vagina – Así no, sacátela – le pedí al borde del paroxismo… - Cogéme un poquito así Bebe – respondió descendiendo muy lentamente hasta que sentí sus glúteos aplastarme los testículos, se quedo un instante quieta… apoyo las manos en los costados y con los pezones me acaricio el pecho, consciente que eso me volvía loco – Te gusta que te acaricie con las tetitas? -, - Seguí Bombón, me vuelves loco -,… me cabalgo violentamente, subiendo y dejándose caer, moviéndose en círculos con los ojos cerrados y mordiéndose los labios… con un ligero empujón le indique que se irguiera – Las quiero apretar -, lo hizo y se las estruje como si nunca las hubiera tocado… - Apretame, exprimilas fuerte mi Bebe – de golpe se envaro clavándose todo lo que pudo y con un fuerte quejido gutural anuncio su clímax… un liquido tibio me mojo el sexo, se dejo caer abrazándome y besándome – Te quiero Bebe, no me abandones mas tanto tiempo – correspondí a su abrazo haciendo lo propio fuertemente aplastándole los pechos sobre el mío… tenia su cuello tan cerca que no pude aguantar la tentación y lo mordí, bese y lamí.

Me encantan tus mimos Bombón – susurre en su oído.

Nada más? – pregunto con una sonrisa picara – Y para quien guardo esto? – dijo tomándome la mano y llevándola a sus glúteos.

Para mí? – pregunte con cara inocente

Es solo tuyo – respondió besándome muy profundo – Te gustaría verlo?

Verlo, tocarlo, acariciarlo, besarlo, mimarlo.

Huyy que miedo… todo eso? – pregunto sonriendo seductora

Y algo más – respondí pasando la mano por debajo de la malla buscándole el agujerito.

Se va a hacer tarde y vamos a tener que dar muchas explicaciones.

A quien? – pregunte algo sorprendido.

A mi amiga y a tu amigo, se van a enojar. – respondió moviéndose como para facilitar la caricia en su ano.

Me estas jodiendo – conteste sin entender de que me hablaba.

No tonto… no notaste nada raro en estos días?

Nada – respondí tratando de entender de que me hablaba.

Sos un dulce, me encanta tu inocencia – dijo besándome la mejilla.

Bombón, que pasa? – inconscientemente había dejado de acariciarla.

Si querés que te cuente seguí acariciándome el culito, me gusta como lo haces… así esta mejor… sos único… - murmuraba mientras esperaba ansioso saber que pasaba.

Bombón, que pasa? – reclame besándole el cuello.

Bebe, las vacaciones se están enrareciendo… y mal… se suponía que no iba a haber reclamos, celos ni nada que se parezca… bueno… los únicos que lo estamos cumpliendo somos nosotros, yo porque como vos decís estoy muy putita – dijo besándome el cuello – y vos porque sos muy ingenuo o entendiste el juego.

Sigo sin entender – replique vislumbrando hacia donde iba la conversación.

Despacio, suave – dijo tomando mi mano llevándola a su boca ensalivando los dedos y volviendo a colocarla en su ano – Mario esta molesto porque no lo dejo que me penetre la colita, solo le permito jugar con los cachetes, Mirta dice que es tu novia y que estaría más contenta si nuestro romance fuera historia.

Los que no entendieron el juego son ellos, hoy mismo lo aclaramos. – dije molesto.

No Bebe, deja todo como esta y amémonos en secreto como los primeros tiempos, no crees que tiene un morbo especial que nos busquemos sin que los demás se den cuenta? – pregunto mientras deslizaba la malla hacia sus piernas quitándosela.

No necesito morbo para querer estar con vos.

Ah no, entonces recordas esto?

Se paro dándome la espalda con las piernas a cada lado de mi cintura, movió el cuerpo haciendo cimbrar los glúteos, ella sabia que esa visión me excitaba, para poder acariciarla debía incorporarme pero ambos sabíamos que prefería esperar a que comenzara a agacharse, se tomo todo el tiempo del mundo presumiendo de su anatomía… con las manos separo los glúteos exhibiendo esos maravillosos "glory hole", la vagina aun rezumando líquidos, el ano abriéndolo y cerrándolo haciendo alarde de su dominio muscular… era la encarnación de la lujuria… estaba a punto de sentarme para agarrarla cuando retrocedió unos pasitos y comenzó a doblar las rodillas acercando su sexo a mi cara, había llegado el momento, me incorpore yendo a su encuentro… un escalofrío recorrió mi cuerpo al aspirar el aroma que exhalaba, chupé sus jugos degustándolos cual un sibarita… su peso me obligo a apoyar la cabeza en la arena… sentí como un conducto candente abrazaba mi sexo y unas manos delicadas me acariciaban los testículos… encontré el clítoris duro, esperando ser mimado, lo tome con los labios lamiéndolo, dando golpecitos con la lengua, note un ligero temblor en su cuerpo acompañado por un súbito cambio de ritmo en su felación… deje de lamerle la vagina y recorrí con la lengua la casi imperceptible raya que me llevo a su esfínter el cual ensalive chupando y penetrándolo con la lengua… comencé a sopesarle las tetas cuando percibí su lengua recorrerme el sexo de punta a punta – Chupame el culito mi amor – dijo mientras su ano parecía absorberme la lengua… continué sobando sus pechos con una mano en tanto la otra la introduje entre sus muslos invadiéndole la intimidad firmemente – Así… por los dos lados mi amor -, dijo aplastándome la cara con sus nalgas e impidiendo el mete y saca con la mano en su vagina, concentre los esfuerzos en tratar de respirar mientras solo podía mover la lengua en su culito y con los dedos acariciar y retorcerle el clítoris… realmente estaba incomodo y había comenzado a molestarme el cuello haciendo fuerza por mantenerlo erguido para lamerla mientras trataba de compensar su aplastamiento, intente desplazarla – Ya viene… ya viene… amorrrr –, pensé sobre llovido, mojado, aspire una gran bocanada de aire dispuesto a soportar un rato de asfixia… y fue tal como imagine… se desplomo sobre mi cara mojándola, la vulva quedo a la altura de mi boca y puse en funcionamiento la, un poco cansada, lengua… comenzó a restregarme la concha enérgicamente prolongando su orgasmo… simultáneamente sentí sus labios apretados como tragaban el falo succionándolo… paulatinamente se fue relajando y la felación se convirtió en besitos y lamidas a lo largo de todo el miembro… se dejo caer a un costado y aproveche para sentarme y elongar los músculos acariciándola… - Vení – dijo estirando los brazos invitándome a que me acueste sobre ella… - Cada día te quiero mas – susurro en mi oído abrazándome vigorosamente – Necesitaba estar con vos Bombón, tus jugos me saben a gloria – respondí besándola profundamente… - Enculame te quiero sentir adentro, por favor - … me deslice besando su transpirado cuerpo acomodándome arrodillado entre sus piernas y volví a lamerle la conchita… mordí con los labios el clítoris… puso las piernas sobre mis hombros apretándome la cabeza con los muslos – Enculame Bebe, enculame -… salive abundantemente su ano y me acomode para penetrarla… lentamente comencé a invadir su conchita calida, entraba fácilmente favorecida por su reciente orgasmo, me afirme en las rodillas y amase sus inmensas tetas pellizcándole delicadamente los pezones… - La colita mi amor, la colita -, - Es solo para lubricar, Bombón – conteste iniciando un impetuoso bombeo… la clavaba golpeando con los testículos sus nalgas… la luna a una o dos noches de su plenitud iluminaba en el horizonte… me tomo de los hombros atrayéndome a su pecho arqueando la cintura y haciendo aun mas profunda la penetración… nos besamos ardientes… bese y mordí su cuello bañado de sudor…- Malo, quería que me rompas el culo… pero seguí que me encanta – dijo apretándome el falo con su vagina, - Estas hecha una putita maleducada – conteste mordiéndole el lóbulo de la oreja, - Tu putita pendejo de mierda… que bien, mi amor…, - Te gusta que te coja? -, pregunte susurrándole en el oído, - Siiiiiii, mi amor – respondió con voz entrecortada, jadeando mientras sentí su cuerpo tensarse anunciando un inminente éxtasis… incremente el ritmo de bombeo dejándome caer violentamente en cada penetración… pequeñas descargas eléctricas comenzaron a recorrerme desde la punta de los pies – Cogéme fuerte, llename mi amorrrr -, un fuerte empujón con sus piernas, producto de su orgasmo, me tomo desprevenido desplazándome hacia atrás produciendo un desacople – Metémela – pidió anhelante, rápidamente me tome el miembro con una mano y lo apoye en su ano presionando… su esfínter comenzó a aceptar la embestida dilatándose… sentí que cedía, empuje hasta que aprisiono el glande y me deje caer… - Puto, me duele – protesto, la escuche pero mi excitación pudo mas e inicie un mete y saca frenético – Me estas partiendo Bebe – dijo atrayéndome nuevamente hacia su pecho… la bese en los labios disminuyendo el ritmo de la enculada… - Me encanta tu culito Bombón -, - Es todo tuyo, cogéme cuando quieras amor – respondió besándome ardientemente… volví a sentir electricidad en todo mi cuerpo y le avise de mi culminación – Estoy por acabar, amor -…, - Los dos, aguanta Bebe – dijo apretándome el falo con su esfínter… no se como, pero pude resistir pocas bombeadas mas… - Si mi amor, llename las tripas – creí entenderle mientras unos espasmos incontenibles se adueñaron de mi cuerpo nublándome la vista y haciéndome desplomar sudoroso sobre su cuerpo, desmadejado, exhausto, incapaz de poder controlarme

Me vas a matar putita – dije besándola levemente en los labios mientras me acostaba a su lado.

Te lo merecerías, me hiciste doler – contesto acariciándome el pecho.

Perdonáme, no fue mi intención.- dije realmente apenado.

Lo se mi amor, solo fue un poquitito, paso enseguida y me hiciste feliz – respondió besándome la mejilla.

En serio?... perdonáme.

En serio Bebe… vamos a lavarnos y volvamos que es tarde.

La ayude a levantarse y abrazados nos metimos en el mar, esa tarde/noche descubrí que pocas escenas deben ser tan erotizantes como ver a una mujer desnuda salir del agua, corriendo con los cabellos chorreando pegados al cuerpo, tiritando, riendo, los pechos bamboleando con los pezones duros y tratando de cubrirlos, en un ademán pudoroso, con las manos, se lo hice notar y agradeció el elogio besándome profundamente, volvimos a paso vivo, la casa totalmente a oscuras nos dio la tranquilidad que habíamos llegado antes que Mirta y Mario lo cual nos evito tener que dar explicaciones.

Los días siguientes transcurrieron "normalmente", Mario comenzó una buena relación de amigovio con Sabrina con la complacencia de sus padres y Rita "madre" comprensiva y contenta que su "hijo" hubiera encontrado una chica excelente donde menos lo hubiera imaginado, paralelamente aprovechábamos los pocos momentos en que se descuidaban para mimarnos en gran estilo y forma como buenos amantes.

Mirta decididamente asumió el rol de novia no dejándome ni a sol ni sombra, yo correspondiendo como hijo protector/celoso en público y como enamorado fiel en la intimidad, tal como escribí en el párrafo anterior, los días transcurrieron "normalmente" excepto por dos detalles, el mas significativo, por insignificante que parezca, fue que la noche de esa ida a Mar de Ajo Mirta no quiso dar la consabida vuelta al perro por el pueblo ni por la playa diciendo que estaba algo cansada y que prefería ir a dormir temprano para madrugar al día siguiente ya que tenia la intención de que fuéramos a caminar por la playa hasta el cementerio de los caracoles (en todo balneario existe uno de esos cementerios, realmente se trata de playas poco o nada concurridas en las que producto de la poca, casi nula, concurrencia de bañistas es fácil encontrar caparazones), yo acepte de inmediato, luego de cenar los cuatro nos acomodamos en el jardín comentando lo ocurrido durante el día, al poco rato Mirta se excuso y aviso que se iba a acostar, yo me dispuse a acompañarla y me dijo que si quería podía ir mas tarde ya que la charla estaba animada, me llamo la atención pero le reste importancia, seguimos conversando un rato mas y cuando fui a acostarme estaba profundamente dormida, al menos eso me pareció, intente despertarla mediante mimos y caricias sin obtener ninguna respuesta, lo cual me vino bien ya que estaba bastante cansado producto de la tarde/noche de sexo con Rita, le di un beso en la mejilla y me acosté a su lado quedándome dormido casi de inmediato.

Alrededor de las 6 de la mañana sentí unos labios que me besaban murmurando – Arriba dormilón, ya es hora -, remolonee atrayéndola con un abrazo – Un ratito mas -, continuo besándome – Dale levántate que yo termino de preparar la vianda -, resignado me desperece, fui al baño para la higiene matutina, me vestí con short y remera y me dirigí a la planta baja, allí la encontré a Mirta con el desayuno preparado y vestida para la caminata hacia el cementerio de los caracoles.

Dejamos una nota pegada con un imán en la puerta de la heladera, cargue el bolso al hombro y fuimos a ese dichoso camposanto de los moluscos, charlando animadamente nos alejamos de San Bernardo, pasamos por La Lucila del Mar, las playas desiertas solo vimos a algunos pescadores en el muelle… el sol empezaba a picar fuerte y el bolso ya pesaba cerca de 1.000 kilos, - Falta mucho – pregunte un poco fastidiado de tanta peregrinación, - Ya casi estamos – contesto riendo alegremente… seguimos caminando un rato bastante largo y por fin llegamos al venturoso destino – Por acá esta bien – dijo sentándose en la arena, mire hacia todos los costados esperando encontrar la famosa necrópolis y nada… ni una mísera señal que indicara que esa era la tierra prometida… la mire desolado, esperando una explicación – Si tenés calor date un chapuzón, yo acomodo las cosas y te alcanzo – me dijo a modo de respuesta… opte por quitarme la remera e ir al agua a refrescarme un poco… al ver que no venia salí del agua acercándome… había extendido una loneta y estaba ocupada acomodando las cosas… quede petrificado, tenia puesta una malla blanca de dos piezas (toda una trasgresión para la época en una mujer madura) que hacia resaltar el bronceado de su piel, a pesar de tener la panza blanco leche, la imagen me dejo pasmado.

Ya termine, vamos al agua? – pregunto sonriendo mientras se ponía de pie.

Que es eso? – pregunte mirándola de arriba a abajo.

No te gusta? – pregunto con un mohín seductor.

Espectacular… pero… de donde lo sacaste?

Lo compre cuando fuimos a Mar de Ajo… la verdad es que no estaba muy decidida pero Susana (madre de Sabrina) me animo, dijo que me iba a quedar muy bien, que tengo lindo cuerpo y lo puedo lucir y bueno… creo que tan mal no me queda. – respondió con una sonrisa.

Espectacular – reitere

Le dije que la prueba de fuego eras vos, solo la usaría si estabas de acuerdo.

Te queda espectacular… pero ni sueñes con usarlo y menos en San Bernardo donde todo el mundo te va a comer con los ojos.

Te parece? – pregunto girando para exhibir su anatomía.

Me parece – dije abrazándola y haciéndole notar mi hombría erecta.

Bueno… aparentemente te gusta – dijo apoyándose descaradamente – y me parece que sos un poco celoso – dijo sonriendo seductoramente.

Si me gusta y mucho y no soy un poco celoso… sentiste hablar de Otelo? – respondí besándola levemente en los labios.

Otelo?... Huyy… recontra celoso – dijo zafando de mi abrazo y corriendo hacia el agua.

La perseguí alcanzándola y empujándola para hacerla caer, me arroje sobre ella comenzando una lucha entre las olas… nos acariciamos y besamos fuera y sobre el agua riendo a carcajadas.

Otelo – me dijo al oído.

Exhibicionista.

Celoso

Sacate esto – dije bajándole la parte de abajo

Guardabosque – respondió seductoramente

Se buena, ayudame – dije mientras llevaba mi mano hacia su monte de venus – Y esto? – pregunte sorprendido al sentir la vagina lisa, tersa, suave como la cola de un bebe.

Tenia que depilarme, con la bikini blanca se trasluce todo – murmuro abrazándome y de un saltito me tomaba de la cintura con las piernas.

No fue porque yo te lo pedí? – pregunte haciendo un gesto compungido.

Por supuesto mi amor, todo es por vos, me siento dichosa haciendo lo que te agrada, me gusta ser tu novia y complacerte en todo, pedime lo que quieras – respondió ofreciendo sus labios.

Lo que quiera? – pregunte besándola profundamente.

Lo que se te ocurra.

A ver… a ver… dejame pensar – respondí mordiéndole suavemente los labios, era el momento justo para organizar el futuro de la relación, me estaba complaciendo en todos mis caprichos, no entendía muy bien porque, pero debía aprovechar y sacar el mejor rédito posible – Me gustaría… no se… no se me ocurre nada… tengo todo lo que soñé, la mujer mas hermosa del mundo, las mejores vacaciones de mi vida, los mejores amigos, mas no puedo pedir.

A esa mujer… la conozco? – pregunto sonriendo halagada.

Creo que si… estoy durmiendo con ella.

Entonces la conozco… y que tal es?

Una diosa.

Y te gusta como es?

Me encanta, es casi perfecta.

Casi?

Del 1 al 10… 9.50

Y que le falta para llegar a 10?

Muy poco, solo tiene que volver a ser la que conocí, abierta, despreocupada, desprejuiciada.

Y no lo soy?... me convertí en una vieja putarraca y vivo pensando como complacerte… que querés de mi? – pregunto con una expresión entre compungida y azorada.

Nada Bombón – respondí besándola en la mejilla, sentí que debía bajar un poco los decibeles – a veces me siento un poco presionado.

Porque?... te doy todo sin pedir nada.

Eso es cierto, pero cada tanto siento que me absorbes.

Puede ser… es que te encontré y no quiero perderte.

No me vas a perder, quiero estar con vos… pero me molesta que cuando estoy hablando con otra mujer, y no importa quien, vos corras para ver de que hablo, siento que estas marcando un territorio y toda aquella persona que vos crees que lo esta invadiendo es una enemiga… en el fondo siento que no me tenés confianza.

Mi amor, confío en vos… pero es mas fuerte que yo… no te puedo ver con otra mujer.

Que te quede claro, no me interesa otra mujer, pero tenés que entender que de buenas a primeras no puedo, ni quiero, romper con los afectos que forman parte de mi vida.

Y que lugar ocupo yo en tus afectos?

Uno de los mas importantes, te diría que el mas importante, pero Rita pesa y con Graciela vivimos algo muy fuerte… solo te pido tiempo para acomodar mi cabeza.

Y mientras tanto, de que juego yo?

Vos sos mi novia, te quiero y me gustas un montón.

Y Rita?

Apenas se de la oportunidad lo hablo y creo que lo va a entender.

Entonces seguimos siendo novios? – pregunto con una mueca parecida a una sonrisa.

Hasta que vos digas basta – respondí besándole suavemente los labios.

Y me querés? – inquirió ya sonriendo seductora

Mucho

Y te gusto un montón? – pregunto colgándose de mi cuello y enlazándome la cintura con las piernas, al estar en el agua casi no pesaba.

Podes comprobarlo ahora mismo – respondí mordiéndole el lóbulo de la oreja.

No me imagino como, orientame – dijo con una sonrisa picara.

Para no ser reiterativo, lo resumo diciendo que fue un sexo excepcional (bueno, en el fondo diría que en aquella época todos eran excepcionales, tenia mas hormonas que neuronas y no le hacia asco a nada) intente y accedió a darme todos los agujeros, parecía que intentaba satisfacerme de tal forma que no tuviera necesidad de pensar en otra mujer, y lo disfruto, vaya si lo disfruto, estuvo descontrolada, dijo que fue la primera vez que hizo el amor en el agua, hasta acabe en su boca, a pesar de que le avise e intente retirarme antes de eyacular. Desnudos volvimos a la arena, almorzamos a la sombra de un raquítico arbusto, entre mimos y arrumacos nos venció el sueño y dormimos abrazados, me desperté feliz y contento con su mano cubriéndome el pecho y las piernas sobre las mías, comencé a besarla y acariciarla hasta que se despertó sonriendo, cerro los ojos y se dejo mimar ronroneando como una gatita… - Esta noche te mato mi amor – prometió acostándose encima mío y besándome muy hondo. Volvimos charlando sobre lo ocurrido, jugueteando por el agua y corriendo en la arena, a lo lejos divisamos a nuestros amigos y dimos un rodeo para evitarlos yendo directamente a la casa, preparo un mate y lo tomamos en el jardín trasero compartiendo la reposera, la tarde iba muriendo y me invito a compartir la ducha, nos enjabonamos mutuamente divirtiéndonos como dos tarados cuando nuestros cuerpos resbalaban en medio de los apretones… no espero hasta la noche para matarme… luego de uno de los abrazos se enjabono las manos tomándome el pene y comenzó a masturbarme, con la otra mano acariciaba suavemente mis testículos mientras restregaba las tetas en mi pecho, yo en tanto la acariciaba toda comiéndole la boca y el cuello, sus masajes consiguieron poner nuevamente mi sexo en pie de guerra, nuevamente se puso jabón en las manos, con una lo esparció por el falo y con la otra se froto las nalgas, me beso invadiendo mi boca con su lengua, sonriendo me miro fijamente, de sus ojos parecían saltar chispas multicolores, sin pronunciar una palabra giro 180 grados, se tomo de los grifos, separo las piernas arqueando la cintura ofreciéndome su maravilloso culito, la tome por la cintura y me acerque lentamente… el placer de penetrarla sin ningún esfuerzo fue superior a mi voluntad, la sensación de sentir que ese culo era mío me partió la cabeza sólo quería cogerlo y cogerlo y cogerlo hasta inundarlo… meterla y sacarla era lo único importante… sus jadeos azuzaban mis vaivenes – Cogéme, mi amor, como me gusta – de casualidad gire la cabeza y pude ver que en el espejo del botiquín tenia una vista parcial de los dos, el morbo se multiplico al ver la imagen que reflejaba… se veían mis manos tomándola por la cintura, la cara tapada por el cabello inclinada hacia el piso de la bañera y las tetas bamboleándose alocadas al ritmo de la cogida… avance la cara y pude verme desde el pecho hasta las rodillas y el tronco entrando y saliendo de unas nalgas que se estrellaban en mis ingles… me recosté sobre su espalda sin dejar de penetrarla y le susurre en el oído – Mira al espejo -, me enderece y redoble los embates, - Que puta soy me gusta ver como me coges -, dijo con voz entrecortada mientras se observaba como se afirmaba en las canillas y retrocedía ante mis embates haciendo que la penetración fuera mas fuerte… de golpe se envaro pasándome una mano por la nuca y apretando el anillo rectal inmovilizándome – Abrazáme fuerte mi amor – sentí como se aflojaba en medio de un profundo suspiro y la abrace sosteniéndola con dificultad ya que su cuerpo enjabonado dificultaba mantenerla vertical… le llene de besos el cuello mientras se recomponía del orgasmo… lentamente se fue despegando… giro enfrentándome, paso sus brazos por encima de mis hombros y me beso largamente jugando con su lengua en mi boca – Te amo Bebe, quiero cogerte yo – me susurro en el oído, sin dejar de abrazarme retrocedió saliendo de la bañera, bajo la tapa del inodoro sentándome sobre ella, separo las piernas, me tomo el miembro con una mano, lo ubico entre sus labios vaginales y doblo las rodillas penetrándose – No hagas nada, dejame a mi – dijo mirándome fijamente, lo único que atine fue abrazarla por la cintura y me deje llevar… casi no se movía sin embargo me llevo al séptimo cielo contrayendo y aflojando la vagina… me refregó las tetas por mi resbaladizo pecho mientras me besaba por toda la cara... echaba su calido aliento en mis oídos susurrando – Mi amor, mi amor, mi bebe, mi bebe – comencé a gemir al sentir la proximidad de mi orgasmo y me cabalgo lentamente acrecentando su movimiento a medida que mi respiración se entrecortaba – Así mi amor, vaciate en mi – musito mientras me mordía el lóbulo de la oreja… - Me encanta cogerte, sos mío, mío, mío – murmuraba acentuando sus subidas y bajadas… - Bombón quiero tu culito – le pedí al borde del éxtasis – Ahora no, besame Bebe – respondió con voz entrecortada, intente relajarme para prolongar el momento y la bese mientras con una mano rodee sus nalgas buscando su esfínter, los dedos se colaron con una facilidad asombrosa… al borde del colapso con la otra mano le retorcí un pezón… con un suave gemido indico que le estaba haciendo daño, fue el detonante, sentí como si el semen rebotara en una pared invirtiendo el recorrido para bañarme el sexo – Si mi amor, los dos juntos, te sientoooooo -... nos fundimos en un beso descontrolado… lamente no tener mas manos para poder acariciarla toda, fue una competencia de mimos y caricias en la que perdí por escándalo

Que voy a hacer con vos Bebe?

Mimáme

Ya no se mas que hacerte para que estés bien y me quieras.

No hagas nada más, todo esta bien.

Tengo miedo de perderte, me desespera el solo pensarlo.

No pienses, vivamos el momento – mande una frase romanticoide sabiendo que le iba a pegar fuerte.

No puedo, es mas fuerte que yo, me supera pensar que mañana vas a amar a otra.

Bombón… todavía no amo a nadie en particular – respondí pensando que le tranquilizaría saberlo, yo tampoco quería perderla, era una fiera en la cama y parecía estar dispuesta a complacerme a cualquier precio.

Y a tu novia?

La estoy tocando – respondí besándole la mejilla.

Me refiero a Graciela.

Te propongo algo, nos terminamos de bañar, nos ponemos cómodos, vamos al jardín y los dos solitos charlamos a fondo y sin guardar nada, te parece? – necesitaba tiempo para pensar como hacer para seguir teniendo sexo con Mirta sin que interfiriera la relación con Graciela, con Rita ya estaba todo arreglado.

Me parece, pero cuando vuelvan los chicos de la playa que hacemos?

Los echo a patadas.

Sos un loco – dijo besándome levemente en los labios.

Mirta aun se estaba bañando cuando escuche que regresaban Rita y Mario, me calce un pantaloncito corto y fui a su encuentro, les comente que quería estar a solas con Mirta un rato y que no aparecieran, Mario preocupado pregunto si había algún problema y Rita con una mirada compinche me guiño un ojo y respondió que no era tema de ellos, que si pasaba algo raro ya se iban a enterar.

Durante la ducha maquine todas las variantes que se me ocurrieron, ninguna cerraba. Salí al jardín, verla y lamentar no tener 20 años mas o ella 20 años menos fue una sola cosa, estaba recostada en una reposera con la mirada perdida en el infinito, cabello húmedo, descalza, una remera corta ceñida al cuerpo resaltaba el busto, short amplio al tono, una pierna recogida permitía ver hasta casi la entrepierna.

Un peso por tus pensamientos – dije sonriendo.

Nada… tenia la mente en blanco, solo te esperaba.

Me senté a su lado, a la altura de la cadera, esa posición me permitía verla desde arriba dominando la situación y a la vez tenia todo su cuerpo a mi disposición, apoyo su mano derecha en mi muslo izquierdo, clavo la mirada en mis ojos esperando, prendí un cigarrillo, a la segunda bocanada considere que el ambiente era adecuado para comenzar el monologo.

Comienzo yo… por favor no me interrumpas hasta que termine… necesito acomodar las ideas y no es fácil… (pensé que intercalar silencios daba un toque profundo, intimista, creando un clima propicio para la idea que se estaba formando en mi mente) siento que mi vida se dividió en dos, AM y DM, antes y después de Mirta, antes tenia mi vida acomodada y sin mayores dificultades, amigos, deporte, asaltos, estudios, un romance sin compromiso con una chica a punto de casarse, una excelente relación intima con una mujer madura con la que además de sexo tenemos muy buena comunicación y un proyecto de amistad con otra mujer maravillosa la mas de una noche fue causa de mis poluciones… en fin la vida que todo adolescente sueña… (intento decir algo y se lo impedí apoyando mi dedo índice en sus labios) Shhh no hables, por favor… ahora todo esta a punto de desmoronarse… esa mujer, o sea vos, hizo que me vea obligado a replantear el futuro… lo que parecía un juego de seducción se esta convirtiendo en algo profundo… tanto que a veces me parece sentir mariposas en el estomago… y no me gusta… no me gusta porque ya no sos la misma que conocí, pasaste del blanco al negro sin transitar por los grises, de ser una chica jovial, segura y abierta te convertiste en una mujer pesimista, insegura y posesiva… no tengo experiencia suficiente para comparar pero cada vez que estamos juntos siento que es el mejor sexo de mi existencia… pero no todo en la vida es sexo, necesito probar y equivocarme, romperme un millón de veces la cabeza contra la pared para crecer y madurar, lo mismo que debes haber hecho vos… me entendes Bombón?.

Se tomo unos instantes para responder, luego de un largo suspiro respondió.

Creo que si, creo entenderte, perdoname si te ahogo, no quiero hacerlo, me sale así es un problema que tengo desde siempre, jamás sospeche que un chico me iba a mover los esquemas, me sorprendes a cada rato, hacia mucho tiempo que no deseaba tanto hacer el amor con un hombre – Me vas a hacer poner colorado – dije cortándola – Shhh, ahora calláte vos… no cambies en nada, me gustaría ganarme un espacio y que me quieras como yo te quiero a vos… sos un chico sano y quiero que crezcas y madures, pero también quiero que sepas que en mi vas a encontrar una amiga incondicional… sabes, recién te dije que tenia la mente en blanco, te mentí… estaba pensando en vos, en todo lo que hicimos y me sentí feliz… pensaba en las largas charlas con Rita… que cuando nos habíamos resignado a ver pasar la vida, aparecieron ustedes y nos volaron la cabeza, nos hicieron rejuvenecer… pero cuidado, no estamos tan locas como para no darnos cuenta que en ustedes es todo hormonal y que este sueño va a durar poco

Bombón, va a durar lo que tenga que durar… - respondí acariciándola en la mejilla – me gusta mucho estar con vos.

Así, acariciáme mucho, lo necesito, siento que te importo.

No pelees, sabes que me importas.

Me gusta escucharlo – dijo estirando sus brazos invitándome a que me agache para abrazarme – Decime que me querés – susurro llevando mi cabeza hasta apoyarla en su hombro –

Te quiero Bombón – le susurre en el oído humedeciéndolo con la punta de la lengua.

Me dan escalofríos – murmuro abrazándome.

Señora Mirta – le dije con voz grave – creo que de a poco nos vamos poniendo de acuerdo, verdad?

Si amor, todo lo que digas esta bien – afirmo tomándome de la barbilla y besándome levemente.

A mi me quedaron dos temas.

Cuales?

Que vamos a hacer cuando volvamos a Buenos Aires… porque si esto es el paraíso la ciudad es el infierno… cada uno va a retomar sus actividades y no se como vamos a hacer para vernos.

Porque?

Porque vos tenés que ir a trabajar y cumplir con tus obligaciones… yo voy a estudiar de noche y trabajar de día, necesito tener dinero propio para mis gastos además entre el teatro, el deporte, los amigos y la familia voy a necesitar días de 48 horas.

Tenés razón, la ciudad es un infierno, no lo había pensado y como vamos a hacer?

No se… creo que vamos a tener que hacer el amor por teléfono.

Tonto… en serio, como vamos a hacer?

Pensemos los dos, a mi no se me ocurre nada.

Tengo una idea genial, mudate conmigo.

Que!!!

Venís a vivir conmigo, seguís estudiando de mañana, almorzas con tu familia, luego vas a hacer deporte y ves a tus amigos y a la nochecita venís al departamento donde te voy a estar esperando desnudita y con la comida preparada… no necesitas trabajar, yo gano mas que suficiente como para los dos y me sobra.

El proyecto me encanta, pero tiene un pequeñísimo problemita

Cual?

Tenés tanto dinero como para afrontar un gasto adicional?

Que gasto?

El velatorio, cuando les diga a mis padres que me voy a vivir con una chica, supongo que no les va a gustar demasiado pero se la tendrán que bancar… ahora cuando me pidan más datos y se enteren que la chica tiene la edad de ellos, una de dos, me matan o se mueren.

Fue una broma, tonto… imaginate explicando a mi familia que en lugar de tener un novio adopte un hijo, jajaja.

Con el que compartís la cama y haces el amor, jajaja. – en ese momento pensé que me había jugado una broma, mucho tiempo después me confeso que realmente lo había dicho sin pensar.

Bueno, ahora en serio, como vamos a hacer?

Mira, en principio durante la semana va a ser difícil, tendremos que ir improvisando sobre la marcha, los fines de semana son nuestros – me jugué por esa rutina ya que al trabajar junto a Graciela seguramente íbamos a encontrar los momentos para estar juntos, sin contar que a medida que se aproximara su casamiento las obligaciones le iban a acotar los tiempos, con Rita era mas fácil vivíamos a no mas de 50 metros y tenia el morbo de una relación canalla.

Nada más que sábados y domingos?

No Bombón, los viernes a la salida del colegio, sábados a la tardecita y toda la noche y los domingos hasta que caiga el sol.

Es muy poco tiempo.

A eso le podemos agregar los feriados, los 15 días que puedo faltar más los 10 de reincorporación.

Igual es poco tiempo, quiero mas, las semanas se me van a hacer interminables.

Bombón, otra posibilidad no tengo, además en cualquier momento vas a encontrar pareja y yo voy a ser historia. – comente besándole la mejilla.

No me interesa encontrar otro novio, te tengo a vos y te amo – respondió con voz melosa retribuyendo el beso.

Prometéme que el día que lo encuentres me lo vas a decir sin temores ni mentiras.

Lo prometo, pero no va a ocurrir. – remato besándome profundamente –

Esa noche durante la cena blanqueamos el "noviazgo" ante la mirada atónita de Mario y la recriminatoria de Rita, sus ojos parecían decirme "yo te avise, ahora aguanta las consecuencias", hasta el final de las vacaciones fue una continua luna de miel, Mirta se desvivía atendiéndome, no hacia absolutamente nada sin consultarme buscando mi aprobación, Mario y Rita terminaron consolidando una relación franca, no comprometida, diría casi de amigos si no fuera por el sexo. Pero la buena vida dura poco y las vacaciones llegaron a su fin, nos despedimos de los nuevos amigos intercambiando teléfonos y prometiendo que en Buenos Aires nos íbamos a seguir viendo, volvimos los cuatro juntos en un ambiente festivo, a medida que nos acercábamos al destino los ánimos se fueron calmando hasta transformarse en melancólicos, sabíamos que todo iba a ser distinto, ni mejor ni peor, simplemente distinto.

Llegamos a Constitución bien avanzada la noche y Rita invito a Mirta a que pernocte en su casa, la esquina en donde santísimas veces nos reuníamos con la barra marco el final de las vacaciones y cada uno rumbeo para su hogar.

Colgué el bolso al hombro, enfunde las manos en los bolsillos y me fui pensando que venían tiempos placenteramente dificultosos, pero ese va a ser el tema del próximo y ultimo relato.