Melva

Aquella noche Melva penso que estaba en una pesadilla, pero no podía despertar y le desvirgaron el culo a ella y a su madre, frente a sus hijos.

Melva

Era la primera noche que se quedaban solas, un lugar tranquilo, era cierto, pero también donde era fácil notar quien salía, quien entraba, si tenían visitas, si salían de viaje, en fin como era notorio y tranquilo, no existía problema… aparentemente.

Los vecinos eran amigables y amables, siempre estaba el saludo cordial y la sonrisa afable, en fin, Melva una mujer de 32 años, un poco gordita, pero no lo suficiente como para evitar las miradas masculinas y alguno que otro piropo, tenia que pasar ese fin de semana sin su marido que tuvo que salir de improviso a la ciudad, ella se quedaba con su mamá, señora entrada en carnes, de 65 años que vio pasar sus mejores años, y que ahora vivía a parecer contenta con su situación,; también estaban sus hijos una niña de 4 años, muy parecida a la mamá y un niño de 10, que era un verdadero remolino, incansable y curioso, bastante curioso.

Serían las 2 de la mañana, cuando doña Elodia (Mama de Melva), se despertó sobresaltada, al parecer escucho un ruido sospechoso en el patio, prestó bastante atención pero no se repitió, por lo que se volvió a dormir, con el sobresalto del momento.

A la mañana siguiente lo comento con Melva, quien no haciendo caso a los comentarios, sugirió que eran producto de su imaginación, y que no se preocupara, ya que en ese lugar "nunca pasa nada".

No muy convencida pero si resignada doña Elodia se dedico a distraerse durante el día, así como Melva, salieron por la despensa, prepararon la comida, pelearon con los niños, total un día normal, que las dejo bastante agotadas, por lo que al caer la noche decidieron irse a acostar un poco más temprano de lo normal. Melva tranquilamente se dirigió a su habitación, realmente el tiempo se le había pasado muy rápido al día siguiente su marido estaría de vuelta y en su mente planeaba las actividades en las que incluía un buen rato en la cama con él, mientras se mantenía con estos pensamientos comenzó a quitarse la ropa quedando solo en incluyendo el sostén ya que acostumbraba dormir así, para sentirse más libre y se coloco su bata transparente que se arrastraba ligeramente sobre el piso, por todo esto no dio importancia a ligeros algunos golpes y ruidos que se oían en la sala tomándolos por travesuras de los niños incluso pensó

"estos no se cansan nunca"

Pero en ese momento tocaron ligeramente a su puerta, Melva aun sumergida en sus pensamientos abrió sin prisas y confiadamente

Cuando despertó, sangraba ligeramente de la nariz, y el dolor era tremendo, si duda fue un fuerte golpe en la cara, con los ojos llorosos y la vista nublosa, pudo observar aquella terrible escena, doña Elodia atada de pies y manos en el sofá junto a su hijo, quien también esta amarrado aunque solo de las manos y con ara de miedo, en una silla su pequeña hija de cuatro años también atada por el tronco sobre la silla. Al centro tres sujetos de aspecto nada agradable, un negro barbudo con algunas canas en su cabello, un flaco desalineado, al que le faltaban algunos dientes y dos sujetos mas del mismo estilo, sus ropas permitían adivinar que se trataba de lo que les llama "indigente", o mejor dicho pordioseros del rumbo.

Listo aquí esta la comida, escucho Melva, mientras tres sujetos más salían de la cocina con varios platos y alimentos extraídos de la alacena y del refrigerador.

Qué bien que te surtieron la despensa, ya sabían que veníamos hoy y tenían que atendernos bien, dijo uno de ellos soltando una ruidosa y molesta carcajada.

A comer. Dijo el negro quien aprecia ser el jefe.

Mientras estos tipos devoraban de una forma que parecían no haber tenido bocado en varios días, Melva trataba de reaccionar, no podía creer que esto fuera cierto, debería tratarse de una pesadilla, sí seguramente se quedo dormida en su habitación y estaba soñando, pero el dolor de la nariz era tan real, y por más que intentaba no lograba despertar, no podía ni siquiera articular palabra, mientras su madre ataba sollozaba quedamente, murmurando "que nos va a pasar?", su hijo no se movía, parecía paralizado y su hija repetía una y otra vez "mamita, mamita, que me suelten mamita"; si esto era una pesadilla debía de despertar ya, antes de que terminaran de comer, pero no lo hizo.

Aquellos sujetos terminaron de comer o mejor dicho de tragar todo lo que tenían, y todavía con la boca con residuos de comida regresaron a la sala.

Bueno y ahora que vamos a hacer, pregunto el chimuelo, ya tenemos nuestras provisiones dijo, mientras mostraba sonriente dos bolsas de plástico, tras las que se adivinaban algunos objetos de la casa que debían de ser de valor, tal vez algunas joyas y algo de dinero

y por hoy ya comimos bastante comento otro.

Pues yo creo que voy a romper la dieta esta noche con estas gorditas, dijo el jefe, mientras toca los pechos de doña Elodia, lo que causo una carcajada general.

Pues a darle al postre dijo el chimuelo, se comenzó a acariciarle los pechos a Melva.

Doña elodia trato de resistirse, y comenzó a gritarles

déjenos, ya llevan lo que querían, déjenos por favor ya váyanse!!!.No nos hagan nada, váyanse!!

Cállate pinche vieja, dijo el jefe mientras le soltaba una sonora bofetada, no te quejes que ahora vas a gozar como nunca en tu vida y vas a tener verga por todos lados y hasta vas a pedir más, aunque creo que te gusta por eso estas tan gorda verdad, verdad que te gusta dilo!!!

Y un nuevo golpe hizo que doña Elodia se reclinara al lado del niño hasta casi aplastarlo.

Melva estaba tan atenta a lo que le pasaba a su madre que no se acordaba de los niños fue en ese momento que reaccionó y se vio, como el chimuelo le suya magreando las tetas mientras dos tipos le habían abierto la bata y le acariciaban las piernas y un tercero se acercaba con intenciones de quitarle el pantie, entonces comenzó a gritar.

Déjenos por favor déjenos ya suelten a mi madre y a mis hijos!!!,

Y un nuevo golpe para callarla.

alto!! Grito el jefe, miren putas de cualquier forma nos las vamos a coger, y mas valen que cooperen por que si no quedamos satisfechos con ustedes tendremos que buscar algo más, dijo mientras acariciaba la cara de la niña.

No a ella déjenla, por favor, hagan lo que quieran pero no la toquen!! Grito una derrotada melva.

Pues el niño no esta mal y también podría divertirme con él, dijo amenazadoramente un gordo y barbudo tipo.

Entonces putitas, cooperan o no?? Dijo burlonamente el jefe.

Esta bien, contestó Melva, pero lleven a mis hijos a la recamara.

Ni madres!! Y ya esto bueno, de todas formas tiene que aprender y saber a que viene a este pinche mundo, dijo con aire de desesperación el jefe, bien muchachos que comience la fiesta, y hasta hartarse.

No esperaron más de varios tirones dejaron a las dos mujeres completamente desnudas, tres entre ellos el jefe y el panzón barbon, estaba con doña Elodia, los cuatro restante rodeaban a Melva.

Talvez para tener más espacio o para mejorar la visión del espectáculo, pasaran al niño a otra silla junto a su hermanita y dejaron la sala libre, de inmediato todos se sacaron las vergas, "comencemos con una buena mamada", y cada grupo rodeo a una de las mujeres y a fuerza de empujones y golpes comenzaron a meter las vergas en su boca y a literalmente cocérselas por la boca.

Era de llamar la atención la verga del barbon que estaba con doña Elodia una verga que fácilmente media los 30 cm. de largo, cada vez que se la metía por la boca, parecía que los ojos de la señora se salían debido al gran tamaño.

Viendo que esta actividad producía ciertos tiempos de "espera" los tipos comenzaron a manosear completamente a las mujeres, metiéndoles los dedos por la vagina, tocándoles los pechos y agarrándoles el culo, finalmente las acostaron y se dispusieron a penetrarlas.

Un tipo se acostó y entre los tres restante sentaron a Melva sobre la pija erecta y húmeda de él, dejándola caer de golpe lo que le provoco un inmenso dolor, ya que pese a los manoseos Melva no estaba ni ligeramente húmeda, al parecer el coño seco provoco también cierto dolor en el violador, quien se quejo un poco, pero nada comparable con los gritos de Melva.

No por favor no!!, me duele, me esta desgarrando, paren por favor paren!, y mientras gritaba un segundo le introdujo la verga por la boca, con lo que los gritos pasaron a ser simples quejidos, que los demás interpretaron como gemidos de placer.

Mira semejante puta como goza, y decía que no, si bien que disfrutas teniendo un pedazo de verga en los hoyos verdad, y soltaban la carcajada.

En eso estaban cuando el que estaba debajo de Melva comenzó a moverse mas rápido y a gemir

Me vengo, me vengo, te voy a llenar de leche ese agujero, vas a quedar más panzona, me vengo!!!! Ahhh!!!

Y dejo salir los brotes de semen dentro de Melva que sintió como aquel líquido caliente le llegaba hasta lo más profundo de ella. Una vez que hubo terminado, el tipo, descanso unos segundos, pero de inmediato uno de los que esperaban lo quito y ocupo su lugar , introduciendo una verga delgada dentro de la recién violada vagina de Melva, que humedecida por el semen no sintió tanto dolor como en la primer penetración.

Pero faltaba el chimuelo, que no quería seguir esperando, "pues bien putita, prepárate, por que te voy a llenar el hoyo que te queda desocupado,

Esto asusto en demasía a Melva quien nunca había probado el sexo anal, el alguna ocasión su esposo trato de hacerlo a lo que ella respondió "ni lo sueñes", y ahora aquél chimuelo, horrible estaba a punto de perforar ese culo virgen que nadie había probado,

Melva intento soltarse, pero era inútil, el que estaba debajo de ella la sujetaba fuertemente, mientras que el que la cogía por la boca, tampoco le permitía movimiento, lentamente el chimuelo se acerco y le introdujo un dedo,

Pero puta que apretado hoyo tienes, creo que nunca te la han metido por aquí verdad?, Hey cabrones que voy a cogerme un culito virgen.

Yo también!!! Dijo una segunda voz, que provenía de aquél barbon de la enorme verga, que introducía al igual que el chimuelo dos dedos en el ano de doña Elodia.

Melva recordó que en alguna ocasión platicando son su mama, esta le contó que nunca le había dado por el culo, vaya suerte las dos habían cuidado su virginidad anal para venir a perderlas con unos delincuentes horrendos.

El dolor interrumpió los pensamientos de Melva, el chimuelo, esta comenzando a introducir su verga, abriéndose paso por el estrecho camino. Talvez la visión o el morbo del momento hizo que el que se la cogía por la boca terminará en un gran orgasmo, que le llego al fondo de la garganta, sin más remedio que tragar, melva tuvo que terminar todo el semen que aquel fulano descargaba, esto ocasiono que el chimuelo suspendiera un poco la introducción de su miembro.

Pero puta que mamada, hacia mucho que no le llenaba la boca a una puta, pero ninguna como tu .le dijo mientras sacaba su verga aun goteando de la boca de su victima.

En ese momento reinicio la arremetida contra su culo, dios!! Que dolor, a cada centímetro que ingresaba, sentía como se le desgarraba, como se hacían gritas en su ano, y de ellas comenzaba a salir un liquido viscoso, la penetración estaba siendo tremenda, ninguna lubricación, ninguna piedad, solo era satisfacción para el violador, mientras sufrimiento para ella.

No supo cuanto tardo ni que paso, sintió que se desmayaba hasta sentir como los testículos del tipo chocaban contra sus nalgas, y como las dos vergas estaban dentro de ella, podían rozarse una con la otra, podía sentir como peleaba por ocupar el mayor espacio posible, separadas únicamente por una pequeña barrera que sintió que era tal el dolor que la romperían fácilmente, y comenzó el mete y saca, el bombeo rítmico de sus violadores, de momento los dos entraban y salían al mismos tiempo, provocando un nuevo dolor, después uno entraba mientras el otro salía.

Melva no podía hacer nada, no sentía, no lloraba, la habían destrozado quería irse, desaparecer, despertar… por que no podía despertar?, un fuerte grito de dolor la volvió a la realidad, volteo a ver a su madre también tenia los dos hoyos llenos, pero en el culo… en el culo que ahora tampoco era virgen tenia aquella enorme verga, la mas grande de todas, que entraba y salía sin piedad, en cada sacada parecía que no terminaba de salir y en cada metida, parecía que le saldría por la boca, era un espectáculo dantesco, pero ella , ella también estaba así.

No sabe cuanto tiempo paso, hasta que los cuatro terminaron, llenando los agujeros de las mujeres de semen.

Mientras tanto los tres primeros que habían terminado, encontraron unas botellas de licor que destaparon sin mayor preámbulo y comenzaron a beber, poco después los demás se les unieron mientras las dos mujeres goteaban semen y sangre por todos lados, no cabía duda había sido una violación en toda la extensión, había cubierto todos los requisitos: humillación, dolor, maltrato, golpes, y mientras los culpables se paseaban orgullosos mostrando impúdicamente sus penes delante de los pequeños que no atinaban a moverse.

Continuaron manoseando y maltratando a las mujeres hasta terminar las botellas, momento en que decidieron irse.

No se sabe cuanto tiempo paso, desde que se fueron hasta que llegaron las ambulancias y la policía, algún vecino vio como salían corriendo estas personas y realizó las llamadas.

Cuando regreso el marido de Melva se encontró con la noticia de que estaban en el hospital, y se tuvo que presentar allá.

Siguió la denuncia, investigaciones pero no paso nada.

Hoy doña Elodia no ha podido recuperarse del trauma, Melva tras recibir terapia, parece que lo ha ido superando, y los niños, se despiertan en la noche, asustados, por revivir en sueños aquel día, que no olvidaran.

Ese día en que Melva pensó que soñaba y no pudo despertar a tiempo