Melocoton

Corto instante intenso

Como todos los días voy por la cocina, me siento y reposo un instante en la mesa, cojo un lindo recuerdo y me levanto con firmeza para llegar al primer cajon, cojo un cuchillo de media sierra que monta un mango de plástico negro, alcanzo de mi izquierda la puerta de la nevera, abro y buscó lo que encuentro, lo cojo entre los dedos gordo, índice y corazón y con los otros aguanto el cuchillo, que por primera vez roza el melocotón, el índice palpa el bello que sale de su piel, mientras el gordo aprieta con firmeza sin dañar el corazón solo refuerza por debajo y lo aguanta.

Lo cojo con la derecha y empiezo a quitarle la piel con el cuchillo de media sierra y mango negro q alguien me regalo, cortando con ternura y suave, miro con mimo de rasurar solo la piel, no quiero dañar su interior, llevo ya medio planeta pelado y su piel cayendo por gravedad se empieza a retorcer

La fruta, mi fruta.... la sostengo con la derecha, mis dedos se humedecen, se sienten, se rebozan de su líquido, el índice es quien mejor lo pasa, el corazón se excita y el anular aguanta la tensión del corte. Ya me da igual..... me manche buena parte de mi mano con su miel, entonces me lo acerque a mi boca.... No llegue tan siquiera a tocarla q sentí su olor en mi nariz, único y reconocible olfato q no olvidare, alcance un delicado bocado, mi boca se lleno de su sabor, mis labios se humedecieron mucho más, dejando q mi lengua los limpie porque el disfrute del momento no quiero dejar de vivirlo. Mis dedos llegan al interior y como de un juego se tratase estos refuerzan mi sensación del sabor tan intenso, tan puro, muerdo de nuevo, saboreó y lo disfrutó. Mientras la derecha saborea los musculos humedecidos, la izquierda realiza el golpe, un corte perfecto q deja entrever el duro corazon de su interior. He disfrutado mucho, me gusto tanto que volveré a ir a la cocina.