Mellizas Incestuosas

Cuento corto...

MELLIZAS INCESTUOSAS

Salimos y caminamos dos cuadras hasta la avenida, en una esquina se hallaba a la espera un  automóvil con las balizas encendidas, subimos al coche de alquiler, los dos atrás, Sandy le indicó la dirección y la chofer puso rumbo al barrio de Mataderos. Nos quedamos en silencio, el coche dio una vuelta y subió a la autopista, la tarde nublada y lluviosa invitaba a la intimidad dentro del automóvil. Sandra se acercó y me besó la oreja disimuladamente, se acomodó y puso un mano sobre mi pierna muy cerca de mis huevos. Levante la vista para ver como la conductora nos miraba por el espejo, pero a Sandra no le importó, amparada en la penumbra corrió su mano y la apoyo sobre mis testículos, los masajeo mientras me chupaba el cuello, subió un poco más la mano y tomó mi pija que estaba durísima, y se había salido casi toda del pequeño slip.

La conductora ya casi no sacaba la vista del espejo, y a mi ya no me importaba, tomé una de sus tetas con mi mano, podía sentir su calor, sus pezones estaban duros y se marcaban en su pulóver, la acaricié, y eso me excitó mucho más. Ella metió su mano bajo el elástico de mi pantalón, lo corrió dejando mi pene al aire libre, lo agarró con su mano y comenzó a pajearme, mi respiración se entrecortaba, mire a mi alrededor y pude ver los otros autos que pasaban a nuestro lado, la remisera había acomodado el espejo… Sandra bajó su cara y se metió mi pija en la boca, sentí que sus dientes me rozaban, comenzó a succionar y a jugar con su lengua, mientras seguía pajeándome muy lentamente con su mano.

La autopista se terminó y la conductora tomó una bajada, luego una calle.

Yo le había metido mi mano bajo el pulóver y lo había corrido lo suficiente como para que una de sus tetas pudiera asomarse, por debajo. El coche frenó de golpe, la chofer se dio vuelta y comenzó a recriminar a mi mamá.

-¿No te parece un poco chico para estar franeleándotelo, degenerada ?

-Es que… - Sandra balbuceó.

-Me parece putita que se te fue la mano…Termina ya con eso…

-Tranquila… Este es un encargo de sus padres, ¿sabes? El chico no tiene quien lo “avive” y me lo encargaron a mi.-, no daba crédito a lo que escuchaba, inmediatamente la enredó en una historia de que eran las dos mujeres que trabajaban en la calle, “y llevaban el sustento a su casa…”

-¿Y sabes por que me eligen a mi ? Porque soy sana, porque solo me dedico a esto, a chicos de buena familia, y garantizo que los saco “bien machitos”…

Me costaba mucho no echarme a reír y desbaratarle la estratagema, además estiró el asunto hasta contarle sollozando que tenía un bebé que alimentar y que su hombre la había abandonado y prefería avivar jovencitos que soportar viejos babosos y borrachos…

Mujeres al fin, la conductora le contestó que la entendía, asumió su papel corporativo femenino y le terminó pidiendo si no le dejaba el teléfono por que ella tenía un hijo de 12 años pasado de pajas y quería sus servicios profesionales. Mi madre se sonrió y le dio el teléfono… falso por supuesto. Se acomodó la minifalda que ya estaba por su cintura, el suéter de cuello alto, y el largo tapado… Seguimos viaje.

Esperamos que el auto arrancara y diera vuelta la esquina, entonces caminamos unos metros hasta un edificio. Entramos, mi madre tenía llave.

-¿Porqué le dijiste todo eso?

-Es que nos dejamos llevar y casi metemos la pata…Estoy muy caliente…

-Siempre…

-No, hoy mucho más, no sabes la que nos espera…

-No sé que será, pero seguro que te voy a coger ese culo hasta rompértelo…

-¡Martín! ¡Que soy tu madre! -, se rió a carcajadas mientras me abrazaba y continuó, -Ves, hay que cuidarse siempre…

-Estuviste genial, no aguantaba la risa…

-Un poco de locura no viene mal. ¡Calienta! – y continuó, -hoy nos espera nuestra primera orgía…! Con Laura preparamos todo…

¿Qué te parece ?

-¡Genial! ¿Van a estar Eli y Gonza, no?

-Si, por supuesto…

Por ascensor subimos hasta el último piso, el décimo, entramos al único departamento que había allí, el hall  estaba en penumbras. Sandra me dejó en el living, que era de dimensiones considerables y que solo contenía de mobiliario un sillón sofá de tres cuerpos, uno de un cuerpo, una silla con apoyabrazos estilo francés y en el mismo centro un colchón de dos plazas y media con almohadones directamente en el suelo.

Me di cuenta que por el singular olor y por la impoluta imagen, que los ambientes se encontraban recientemente pintados y alfombrados. El agradable y cálido clima lo brindaba una estufa de tiro balaceado que se encontraba al lado de la puertaventana que daba al balcón contrafrente.

Al ser décimo piso, y en un barrio, no había problema de que nadie fisgoneara, por lo tanto la persiana se encontraba subida a tope.

El crepúsculo lluvioso invitaba a la lujuria. El departamento lucía bastante descuidado, salvo por las nuevas decoraciones del living, que sin duda se debían al acontecimiento que se iba a desarrollar.

Mi madre Sandra se había metido en una puerta, que de seguro se trataba del dormitorio y unos minutos después, por esa misma puerta salió mi tía Laura, ella solo tenía como único atuendo, medias negras  y zapatos de taco altísimos… estaba muy sexy.

Todo esto remarcaba más aún su figura y su tremenda concha, se acercó y me besó con la lengua, puso su mano en mi pija, que se paró al instante.

-¡Epa! Que bien, mi sobrinito, siempre listo…

-Es que me gustas mucho tía…

-A mi me encanta que te calientes conmigo, dice tu mamá que te estas portando muy bien…

-Hago lo que me dice…

-Me contó que estas acabando como 4 ó 5 veces por día…

-Si tía, todas las que quieras...

-¡Bien! Hoy tendrás ayuda…

Me sacó el sweater, los pantalones y las zapatillas, quedé solo con el slip que no me cubría casi nada, la mitad de mi pija se escapaba por el elástico, como si quisiera ver lo que había afuera

-La verdad que para estar con eso, mejor no tener nada…-, me sacó el slip, yo quedé totalmente desnudo, con mi verga como mástil.

Por la misma puerta por donde había salido mi tía Laura, salió ahora Elizabeth, también en ropa interior, pero ella tenía puesta solo una tanga de algodón blanca y unos zapatos blancos de taco. Avanzando sin corpiño, las soberbias tetas de mi pelirroja prima, se bamboleaban seductoras a cada paso, las hormonas gritaban desde su interior…

Sus pechos eran mas generosos que los de Sandra ó Laura, toda ella era más voluptuosa a pesar de la corta edad. Se aproximó y se me quedó mirando.

-Que lindo que estas primito…Y que perfume rico…

-Vos estas muy sexy

-Ummmm , que buena pija… – , sonrió, no supe que decir, ella se acercó un poco más y me besó en la boca, su mano se apoyó sobre la mía, sobre la que sostenía mi pija, la corrió, y me apretó el pene con fuerza, lo tiró bien para atrás y cuando yo gemí, me soltó. Parándose detrás mío me abrazó con ternura.

-Te quiero Martín… , te quiero mucho…

Me quedé mirando a mi tía que estaba frente a mi y se tocaba la entrepierna… , ella nos analizaba con molicie.

Por fin salió mi mamá, totalmente desnuda, solo con zapatos clásicos de taco azules y abrazada por la cintura con mi amigo Gonzalo. El estaba totalmente desnudo y su pija también estaba bien parada, pendulaba arrogante, se notaba que mi mamá había estado jugando con él.

Sandra venía hacia nosotros con una elegante cadencia, con su brazo derecho oculto en su espalda frotándose la zanja entre las nalgas y al parecer más allá…

Cuando pasan cerca del sillón de un cuerpo, Gonza arroja un pomo de crema humectante.

-No… papi, dame un poco más… -, a este requerimiento, mi amigo se llegó a sillón, tomó el pomo y se lo arrojó a mi madre. Esta lo recibió y con parsimonia esparció un poco en un dedo, cerró el recipiente y lo arrojó nuevamente sobre el sillón. Su mano volvió, presta, dentro de sus nalgas.

-Ummmmmmmm…. Ahora si… lista y lubricadita… -, dijo sonriendo.

-¡Hola!

-Hola Martín…

-Me imaginé que estarías…

-Laura me trajo hace un rato.

-Quería probarlo… -, dijo mi madre.

-Si, lo probamos… pero es un buen chico, sigue casi intacto…

-¿Cómo “casi”?

-Bueno… le llenó la conchita una ves a Laurita… -, dijo Eli.

-Me parece bien, a ver si por apuradas arruinamos esta…

-¿Orgía ? -, musitó temerosa Elizabeth.

-¡Siiiiiii , así se habla! -, gritó mi mamá.

-Aunque a decir verdad, hermanita, Eli y yo te llevamos algunas acabadas de ventaja…-, le dijo señalando su lengua, que había sacado groseramente afuera de su boca, dejando a las claras los retozos con su hija.

-Mejor así flojitas… , a ver si al final podemos estar parejas… -, nos reímos al unísono.

-Eli, Sandy, hoy vamos a tener una docena de eyaculaciones para nosotras solas… – , gritó mi tía como una posesa.

-Exagerada, no será mucha leche… -, bromeó Sandra.

Mi madre se acercó a nosotros, mirándonos con una sensual sonrisa, tomó a Gonzalo desde atrás y frente a mi vista le atenazó la pija y besuqueó su cuello, como tantas veces lo hizo en nuestra casa cuando faltábamos ambos a la escuela  para hacerla “morir mil veces”, como ella nos decía; mi prima tomó la mía, estábamos a un suspiro de distancia el uno del otro, mi tía Laura se incorporó al grupo hipnotizada y se acuclilló entre ambas parejas.

Con fascinación abrió su boca y lamió mi pija un par de veces, luego dio la vuelta e hizo lo mismo con la de Gonza. Nos chupó la verga al unísono unos minutos. Con morbosidad juntó las cabezas de nuestras vergas y las frotó entre sí mientras las babeaba con su boca.

Sandra y Gonza se separaron del grupo. Abrazados se dirigieron al sillón de tres cuerpos. Mamá lo obligó a sentarse con dulzura y se agachó entre sus piernas, propinándole inmediatamente una mamada bestial… , él se quedo quietito. Mi madre intentaba metérsela entera en la boca, pero no podía, se la sacaba y le repasaba la lengua por la roja cabeza que se ensanchaba segundo a segundo.

Mientras tanto, mi tía Laura entretenida con mi pija, la degustaba a sus anchas. En total entrega, ni se percató de que mi prima se había colocado detrás de ella y toqueteaba la concha con una mano, mientras que con la otra le morreaba las tetas. Mi tía se atragantaba con toda mi pija en su boca y me clavaba los dientes, las manos de Laura se agarraron de mi cola y me abrieron los cachetes mientras que hacia presión para comerse toda mi pija, yo sentía como mi punta hacia tope en su garganta.

Elizabeth soltó las tetas de su madre y adoptó la misma posición detrás de ella, o sea en cuatro patas, comenzando a chuparle el culo mientras la enfilaba por la raja con los dedos.

Quedamos en un grotesco, pero erótico trencito, podía ver como la lengua de mi primita jugaba con el ano de mi tía, daba unas vueltitas y se metía dentro, cada vez entraba más su lengua dentro de su progenitora.

Cada tanto movía la mano y le metía un par de dedos, luego los sacaba y los chupaba junto con la flor que su madre le regalaba. La seguía y seguía chupando y Laura acababa y acababa con estertóreos bramidos.

Sandra se colocó largo a largo sobre el sillón y Gonza aludió perfectamente lo que eso significaba... , le chupó la concha como si en ello le fuera la vida, las sonoras chupadas y succiones llegaban a nuestros oídos junto con los sexuales lamentos de mi madre y sus súplicas de que la penetrara. Mi amigo no se hizo rogar.

Se acomodó entre sus piernas y de un movimiento la penetró, comenzando a cojerla como si supiera muy bien lo que hacia…

Y lo sabía, Sandra nos había aleccionado muy bien… Mi madre empezó a gemir y clavó su etérea mirada en mi, de tanto en tanto, sus labios me regalaban sonrisas que eran interrumpidas por gestos de sumo placer o por la lengua ávida del copulador que tenía encima. Sacudida por la fuerte montada Sandra cruzó sus piernas alrededor de la cintura de Gonzalo y lo apremió a cojer, con guturales quejidos.

Mi prima los miró, dio un suspiro y le dijo algo a Laura en el oído, ella soltó mi pija y asintió con la cabeza, se levanto y mi prima se puso en cuatro delante de ella  para seguir chupándome, mi tía desde atrás le empezó a tocar la concha y el culo.

Elizabeth se agitaba, cada vez más, mi tía se acomodo para chuparle el anillo de carne entre sus nalgas, ahora era ella la que le metía la lengua en el ano, su trabajo era experimentado, en pocos minutos el agujerito de mi prima estaba totalmente dilatado y Laura ya le metía suavemente dos dedos sin dificultad. Eli acabó en un orgasmo profundo y pleno.

Podía ver como mi tía le chupaba el ano a su hija y la hacía acabar mientras se metía dedos en la concha, y a un costado, mi amigo la cogía a mi mamá ya por el culo, y ésta, gozaba como una loca. Eran imágenes inolvidables.

En un momento mi tía se irguió en sus rodillas y comenzó a jugar directamente con sus dedos en la cola de Elizabeth, eso nos excitó al máximo, yo podía sentir como ella me succionaba la pija golosa.

Tía Laura, alternaba sus dedos y su lengua, para rendir la resistencia de la fortaleza anal de su niña. Mi prima me mordió el pene y un segundo después mi tía le metió otro dedo y Elizabeth pego un gritito.

-Má…aaaaaaaahhhhhhhhh… Ayyyy !!

-Aguanta que te va a gustar…

-Pero me dolió…

-Aguanta, al principio tira un poco, relaja el culito nenita ¿ no es esto lo que querías ? -, aliviándola a lengüetazas.

-Quiero que Martín me penetre por la cola…

-Y lo va a hacer…

Al rato Eli ya se sacudía como si nada le gustara más, Laura la tomó de la cintura y la corrió sobre el sillón junto a mi madre, me pidió que me agache, yo lo hice y le empiece a chupar la cola a mi prima, eso me ponía a mil, el gustito de su culo me encantaba.

Gonzalo saca la pija del culo de mi mamá y le chorrea toda la leche en la espalda, ella gime y respira sofocada, entretanto mi tía corre a su lado y se inclina sobre su hermanita para lamer el semen que tenia en su espalda y parte, dentro de su ano. Cuando su lengua llega reptando hasta el embadurnado orificio, Laura se abalanza y  con ambas manos separa las nalgotas y devora a chupones y lengüetazos la dilatada joya.

-Martín, por favor cojeme…

-Como quieras primita.

-Métemela, despacio.

-Si, si…

Me acomodé, apoye mi pija en su culito y le metí la cabeza, ella se movió un poco pero no se quejó, despacio empecé a penetrarla, pero ella se resistía, mi tía, apoyó una mano en mi culo y me empujo sobre mi prima, mi pija entro casi hasta la mitad en su cola, Eli me quiso sacar pero mi tía me sostenía y me empujaba, yo empecé a moverme y Elizabeth se fue calmando y también ella empezó a moverse a mi ritmo.

-Así, si, me gusta, mas fuerte… Dale…

-Si, si

-Si, cojeme, fuerte

-Te voy a abrir bien el culo

-Cojeme, este culo es solo tuyo…

-Me gusta, todavía esta bien cerrado

-Para que vos me lo abras…

No duro mucho, pero fue hermoso, era mi primer culo virgen, yo ya había desvirgado a mi prima por los dos lados, era toda mía. Saque mi pija, y me empecé a pajear para acabar bien, ella se dio vuelta, se sentó en el piso y me chupó la punta, exploté y le salpiqué la cara con mi semen caliente, ella intentó atraparlo y se lo metió lo que pudo en la boca, el resto fue a parar a su cara. Mi madre y mi tía estaban sentadas en el piso junto con a Eli esperando la lechada, mirando y tocándose entre sí. Mis chorros cortaron la cara de mi prima y como sumisas esclavas las mujeres llegaron hasta Eli lamiéndole toda la leche de la cara en voluptuosos besos. Luego mi mami Sandra, gateó felinamente hasta mi, que me encontraba sobre el colchón, tirándoseme encima apenas llegar. Sus calientes besos me reanimaron y lentamente se fue montando sobre mi hasta ensartarse en mi verga. Cabalgando suavemente sacaba exageradamente el culo, exponiéndolo tentadoramente, mientras los sonoros chasquidos de su empapada vulva resonaban en el ámbito. Orgasmo simultáneo para los dos…

Con un gemido patético, Laura nos anunció que era ensartada a pleno.

Gonzalo la cogió un buen rato en la posición del perrito, hasta que Laura se separó y se echó boca arriba recibiéndolo entre sus piernas. Pistonéo mortal…

Sandra, que había eyaculado sobre mi verga un río de flujo, que se mezcló con mi propia esencia seminal formando un enchastre de lava sexual, remoloneaba sobre mi.

Saboreando el dulce sabor del “después”, mi madre y yo nos prodigábamos en amorosos besos, ella seguía a horcajadas de mi, abrazada y firmemente fundida a mi verga.

¿Y dónde está Elizabeth ? Una mano segura se apodera de la base de mi poronga y la fuerza a retirarse de la  babosa cueva donde se encontraba ensartada. Por el tamaño le cuesta… , pero con ayuda de mi madre que se desacomoda un poquito, lo logra. Una vez  afuera y sin el abrigo del atenazador calor vaginal, mi verga,  se pone flácida rápidamente. Pero esto dura poco por que es devorada por una cálida boca que la chupa con vehemencia  e intenta revitalizarla. Alternados sonidos de jugosas chupadas, también evidencian, que la vagina de mi mamita es lamida con lujuria. Eli, la golosa… Mi prima logra deshacer el filial abrazo, y Sandra descabalga mi cuerpo y se echa a mi lado, abierta, expuesta y con la jovencita sepultada entre sus piernas, chupándole hasta el alma… Mi madre dio alaridos, gritó desgarradoramente ante el profundo orgasmo propinado por la boca de su sobrina y se quedó como desmayada, desparramada en el colchón. Un poco de relax…

Mi prima y yo nos quedamos abrazados, besándonos, y como quien no quiere la cosa, una vez devuelto por los Dioses mi vigor la coloqué boca abajo y me subí a su cuerpo. Con dulzura y más rapidez que la primera se la enterré en el culito echándonos un polvo en tren tranquilo con cadencia, disfrutando cada embate, ante la lujuriosa mirada de mi madre, que se masturbaba trémula a nuestro lado.

De tanto en tanto separaba una mano de sus carnes para acariciarnos y regodearse con todos sus sentidos. Una vez que Eli explotara, cosa que fue evidente por sus contoneos y gemidos, se quedó quietita aguantando mis embates.

-Marti, dame más por el culito, se buen chico… -, reclamó Sandra, que se coloca boca abajo junto a Eli.

Como mi prima había acabado como una cerda, desenvainé y me subí a la caliente autora de mis días, que con maestría absoluta se tragó mi poronga de un saque. Que mujer !! ¡Insaciable hembra majestuosa!

Esa es mi madre…

Los jóvenes nos duchamos uno a uno, con prisa porque “las mamis”, como las llamábamos a Laura y a Sandra, se enfrascaron en la cocina a preparar un suculento lunch con sándwiches de miga y canapés. Champagne para ellas, las madres, y gaseosas para nosotros, los jovencitos.Después de comer y beber con justificada gula, a consecuencia de nuestros excesos carnales, copas en mano nos fuimos desparramando por el living, música suave, calor de hogar… , y a la hora de descansar, solitos fuimos acomodándonos por pretéritas preferencias. Laura abrazó a su hija y se tumbaron en el gran sofá, con suaves caricias y arrumacos dormitaron un rato.

Nosotros, o sea, Sandra, Gonzalo y yo nos desparramamos en el colchón del piso, también hasta quedarnos remoloneado macilentos. ¿Qué más podían pedir de un sueño hecho realidad, dos jovencitos de 15 años ?

La bebida, la comida y el descanso, obraron su efecto y en una hora más o menos mi madre principió a besarnos y acariciarnos a Gonzalo y a mí con marcada intención. No le costó mucho provocarnos, porque en un instante, entre los besuqueos, la prensamos entre los dos. Fue sencillo perderle las vergas por sus orificios, lubricados al extremo por los acontecimientos anteriores. Ellas no se ducharon… Sandra echada de lado disfrutaba de los sacudones que le propinábamos, reculaba y yo la ensartaba más profundo por el culo, se pegaba a Gonzalo y éste le llegaba hasta la matriz, ella transitaba el paraíso…

Un rato después estábamos saliendo con Sandra y con Gonzalo del edificio, nos subimos a otro radio taxi, que mi madre llamó de otra agencia, para volver a casa. Laura y Eli dormirían allí.

-Este departamento lo alquilamos temporalmente con Laura para poder estar todos juntos, hasta que arregle lo de la casa nueva, en Olivos.

¿Qué les  parece?

-¡Genial!

-Estuvo lindo el cumple…-, bromeó Gonzalo.

-¿Qué ? -, le respondí asombrado.

-Es que le dije a la mamá de Gonzalo que los acompañaba a un cumpleaños de un amigo de ustedes…

-¡Ah!

-Depende de ustedes seguir con la farsa de los cumples. Sería conveniente no más de dos veces por mes…

-Pero… ¿tan poco…?

-No tontito… -, le contestó mi madre a Gonzalo mientras lo apretaba fuerte contra sí, y tomando su mano, la dirigió pronta bajo su pulóver, entre sus pechos… , cerca de su corazón…

–Shhhhhhh… , buscaremos otros pretextos…

FIN… ?