Melinda e Iver en Oruro
Fruto de mis argucias, pude seducir a mi contadora, convirtiendola de una linda virgen a mi esclava sexual, donde la volvi degenerada.
Hola, soy IVER RICARDO un auditor Financiero, casado con una bella mujer y con dos hermosos hijos, que por azar del destino pase a formar parte de una corporación en Bolivia, donde gracias a mis habilidades en las finanzas me nombraron Gerente General de una de las empresas en la ciudad de Oruro.
Había llegado yo a Ejercer las funciones que me encargaron en la empresa y el primer día me presentaron a todo el personal de la empresa para poder conocerlos y realizar su respectiva evaluación, es ahí que conocí a MELINDA la contadora de la empresa, una mujer muy guapa como de 23 años, un cuerpo escultural, unos senos no muy grandes pero muy bien formados, tenía las nalgas muy paradas era todo un sueño de mujer, ya que en esa ciudad la gente no es muy agraciada.
Desde el primer momento que vi a MELINDA me propuse enamorarla, en realidad había notado en sus ojos una chispa de picardía que me hacia sentir como correspondido, fruto de las labores que me encomendaron me anduve portando muy bien como 6 meses, tiempo que mi esposa se quedó en la ciudad, para luego volver ella con sus padres por unos problemas que teníamos.
Aproveche la situación de que no tenía ningún compromiso con mi esposa y que no había ningún control sobre mi para poder acercarme y tratar a MELINDA con mucho mas frecuencia, ella a un comienzo se negaba a aceptar mis invitaciones a tomar un café debido a que tenía su novio (un estúpido de esos), pero cuando le conté la historia de que me estaba divorciando y que mi esposa se fue con sus padres ella empezó a prestarme mucho mas atención, hasta que un día hicimos una fiesta de camaradería en el trabajo y fuimos a compartir una cena y unas ricas cervezas, ahí es donde comienza esta historia.
En la fiesta yo me senté al frente de ella, ella estaba con unos jeans de cadera bastante apretados y le marcaban en una hermosa circunferencia el culo y el coño, la blusa blanca que llevaba dejaba entrever sus lindas y redonditas tetas, mientras cervezas iban y venían empecé a hacerle conversación, me le acerqué en forma insinuativa y la invite a bailar, fue un momento bello, ya que pusieron una música romántica y la apreté bastante a mi, ella me abraso y recostó sus labios en mi cuello, allí empecé a sentir el crecimiento de mi endemoniada verga, la cual palpitaba como un corazón, ya que se encontraba pegada a la concha de MELINDA, ella se dio cuenta y me invitó a sentarme, un poco avergonzado le pedí disculpas, a lo que ella respondió que no me adelantara que hoy tendría mi premio, pero que evitara sospechas.
Cada que iba al baño y me acordaba mi verga empezaba a crecer mas y mas y tenía ganas de masturbarme pensando en lo lindo que seria estar con MELINDA
Al momento de concluir la fiesta como a las tres de la mañana me presté a llevarla a su casa, no habiendo tenido objeción alguna, encendí el auto y ella se recostó en el asiento en ademán de estar cansada, luego me le acerque a la boca y le di el beso que había esperado tanto tiempo a lo que ella respondió con caricias y confirmándome que también había esperado por eso, empezamos a enloquecernos los vidrios del auto empezaron a ahumarse por el calor que desprendíamos, le baje la blusa y pude palpar esas tetas redondas y bien paradas que las había deseado chupar desde hace tiempo, empecé a besarlas, baje con mi lengua todo su abdomen, llegue hasta el riquísimo ombligo que en ese momento se convertía en una miel donde ella empezó a gemir como alocada, empecé a frotarle la concha por fuera los jeans y podía sentir lo húmedo que estaba ahí dentro, ahí la convencí para que nos fuéramos a mi casa ya que no era muy correcto lo que estábamos haciendo en el auto.
Llegamos a casa, yo tenia la verga a punto de estallarme y de romper mi pantalón, entramos al cuarto y nos revolcamos en la cama como locos le bese todo el cuerpo, ella empezó a desvestirme y empezó a tocar mi verga quien estaba como un dragón, a medida que la acariciaba iba creciendo mas y mas, a lo que ella decidió poner sus lindos labios en la punta de mi glande, empezó con una rica lamida, luego se metió todo el miembro a la boca, me acariciaba con la lengua era toda una locura, yo para corresponderle el servicio le acariciaba la concha la cual estaba derritiéndose por el fuego interior que llevaba adentro ella gemía como loca de placer hasta que vino su primera terminada unos riquísimos jugos que cayeron en mi mano, los cuales me los metí a la boca, luego de tanto chupe y chupe mi verga explotó pero tuve el cuidado de no hacerlo dentro su boca si no en sus senos a lo que ella gritaba ¡¡¡dame mas leche papito dame mi lechita papito¡¡¡¡ uhhh uhhh uhhh uhhh ahhh ahhh rico mi rey.......
Descansamos un momento y todo empezó de nuevo ahora si me ponía a alucinar con penetrarla, le empecé a besar la oreja que por cierto la excitaba como a una loca, allí ella se echo de frente y me abrió su linda concha roja con los pelos bastante bien delineados con un himen oscuro bastante grande que invitaba a darle un beso, empecé a lamerle el himen, lo mordí a placer mientras ella me chupaba la verga gimiendo como una loca es ahí donde intercambiamos papeles y me puse encima de ella para poder enterrar mis 25 centímetros de verga en esa apretadita concha, ya que ella era virgen. Comencé suavecito le metí la punta, ella gemía de placer, le metí la mitad empezó a sentir dolores mezclados de placer y luego se la metí toda, ella grito como una gata me empezó a arañar la espalda mientras yo le metía y le sacaba, ahí note que le había hecho daño en sus interiores ya que había sangre, pero mi cachonderia era mucho mas no podía dejar de tener semejante monumento de mujer en mi cama y empalada le metía mas y mas hasta que mis grandes y hermosos huevos tocaban las puertas de su virgen culo era una sensación indescriptible, ella gritaba de placer y decía dame mas papito me gusta esa verga soy solo para ti soy tu mujer mi papi quiero ser solo para ti, cambiamos de posición y ella subió encima mío empezó a cabalgar como una experta se movía gritando mientras yo le acariciaba las tetas, ahí sentí un riquísimo jugo entre mis piernas y mis huevos era otra vez que terminaba, le pedí que me siguiera haciendo el amor hasta que yo termine y le vacié un rió de semen dentro su hermosa vagina, ella alucinaba con eso, cuando terminamos ella no podía caminar en forma correcta peor aún sentarse pero me prometió que esto nunca lo olvidaría.
Después de ese encuentro se convirtió en mi amante hacíamos el amor todos los días como locos, salíamos del trabajo en mi casa, en la oficina, hasta que un día como a los dos meses me dice que estaba embarazada .....................
La historia no termina ahí, ya muy pronto les voy a contar como me va actualmente....