Melanie, la historia de una amistad íntima (4)
Después de una mañana un tanto interesante Melanie recibe la visita de sus tíos, lo que la lleva a buscar material privado de ellos con su madre
Melanie se despertó el domingo temprano, ese día llegaría su madre por la tarde, así que disfrutó un poco la mañana, una ducha caliente y un desayuno rápido, luego se dispuso a llevar a cabo uno de sus pasatiempos favoritos, salió al patio nuevamente en ropas ligeras, se sentó a ver sus redes sociales, a través del reflejo de su teléfono vió lo que le era común, la ventana del cuarto del vecino contiguo se abría lentamente, convenientemente ella se recostó sobre la silla del jardín para estar cómoda y de pasada lucir mejor sus piernas, su blusita blanca nunca dejaría ver sus pezones que eran de un color similar al de su piel, pero de vez en cuando dos pronunciaciones delataban la posición de los mismos, esta vez llevaba un shorcito holgado, no quería otro regaño exagerado de la madre de sus vecinos.
revisando sus redes vió que una salir una foto donde ella salía etiquetada, cada día tenía nuevos comentarios y más aprobaciones, en aquella foto se veía a Melanie y a su amiga posando para la cámara, ambas sonriendo y haciendo topless, esa foto del río había conseguido más morbo del que ella hubiera querido, lo bueno es que estaba compartida sólo para amigos y no mucha gente la vería, Melanie tenía un poco de envidia del color café de los pezones de su amiga, porque seguramente ella los aprovecharía más luciendo transparencias, pero no pensó mucho en ello, se puso a leer uno que otro comentario y sentirse suficiente imaginando a los chicos de los perfiles desquitando la foto, porque ella sabía que aquello había derramado más leche que todo lo que habría hecho en su vida ¿sería que su madre sentiría el mismo placer al llevar a cabo su trabajo?.
Había pasado tiempo desde que Melanie encontró en internet algunos de los videos filtrados de su madre, o unos muy viejos que ya eran de dominio público, siempre bajo varios alias, y no sabía cómo, pero si lucía diferente en sus diferentes cuentas, probablemente la producción que le ayudaban sus tíos a hacer, o mejor dicho, los amigos de su madre, se podía decir que Melanie no sólo vivía del morbo de los hombres, sino que también lo disfrutaba plenamente.
Unas gotas la sacaron de su pensar ¿estaría lloviendo? otro par de gotas resbalaron desde su cabello, ella conocía esa textura viscosa y tibia, rápidamente volteó a la ventana y el rostro de uno de los chicos se ocultó rápidamente, Melanie estaba furica, intentó separar su cabello y se dió cuenta que había algunos chorros en el suelo y que su cabello estaba lleno de ese líquido blanquecino.
Rápidamente entró a su casa y en un arrebato de coraje decidió acusarlo, la madre de su vecino le daría su merecido por haber hecho la maldad previa, salió de su casa con el cabello aún lleno de su vecino y se dirigió a la entrada de la casa de al lado, hizo sonar el timbre pero nadie contestó, lo hizo repetidas veces para que sonara molesto y bajaran, después de un momento se escuchó una voz del otro lado de la puerta
-¿quieen? - Preguntó la voz de un chico
-QUIERO HABLAR CON TU MADRE
-No se encuentra - Dijo temblorosa la voz del interior
-ABRE, LE VOY A DECIR LO QUE HICISTE
-No hice nada - Dijo la voz del chico se escuchaba
-SI NO ABRES VOY A TOCAR EL TIMBRE HASTA QUE ELLA SALGA - En eso la puerta se entre abrió, un muchachito asustado se veía apenas del otro lado - LLAMALA
-No está, fue al mercado… yo… yo no hice nada
-¿Y que tengo en el cabello? ¿Aguita de coco?
-Podría haber sido un pájaro - Sugirió el chico y Melanie enojada aventó la puerta y el chico cayó al suelo hacia atrás, Melanie irrumpió en la casa y cerró - No me hagas nada, lo siento, en serio - el chico lloraba y respiraba agitadamente, a Melanie le dió un poco de pena y apenas reparaba en que había entrado por la fuerza en aquel lugar
-¿Por qué lo hiciste? Me ensuciaste el cabello con tu… líquido este - Reprochó la chica mientras veía al chico asustado en el suelo, lo había visto ir a la secundaria también, pero era de un grupo diferente y un grado inferior
-No se, es que, perdóname, es culpa de mi hermano - Repuso el chico llorando, era cierto que tenía un hermano su vecino, debía ser un año mayor que Melanie
-¿Dónde está él? me las pagará - Repuso Melanie y le dió una vuelta a la casa con la mirada
-No está - Dijo el chico lloriqueando
-¿Entonces cómo dices que tiene la culpa? - Reprochó Melanie más enojada, le había dado una patada al pie al chico que seguía en el suelo
-Él me mostró una foto y yo, no quería pero, no se por que lo hice, perdona - Dijo el chico y comenzó a llorar otra vez
-¿Qué foto? - Preguntó Melanie un poco curiosa y visualmente indignada
-Creo que era la misma que estabas viendo en tu teléfono, no creí que fueras tú, pero cuando te vi viéndola, en serio, perdón - El chico estaba todo rojo y asustado
-Ahh, esa foto, bueno, se supone que sólo deban verla los amigos cercanos, no se supone que la vean chicos como tú - Repuso Melanie pero su argumento sonó absurdo hasta para ella
-Lo siento, no lo volveré a hacer - Dijo el chico quien aún no se levantaba del suelo
-Está bien, te perdono, pero tienes que borrar la foto de tu teléfono como castigo - Dijo ella tratando de llegar a un acuerdo para que pareciera que todo quedaba bien, en parte porque empezaba a pensar que se había excedido un poco
-Si, lo prometo - Dijo él y encendió y apagó el teléfono tras dudar un momento
-A ver, yo la borro - Dijo Melanie al ver la poca interacción
-No, yo la borro, lo juro - Dijo el chico
-Sabes, le voy a decir a tu madre y que ella las borre - Dijo Melanie no muy segura de que eso resultara bien, pero no sabía con qué amenazarlo
-Noo, está bien, pero… no me vayas a regañar - Dijo el chico y temblorosamente le pasó el teléfono a Melanie quien lo tomó y trató de desbloquearlo - Es 5565, comentó el chico al ver la cara expectante de la chica
Lo primero que vió fue un preview de un video que reprodujo de inmediato, en él una mano bombeaba un miembro masculino a través de una ventana
-qué asqueroso - dijo Melanie imaginando cómo terminaba el video y el chico empezó a llorar - Voy a borrar todo esto - Dijo ella y dió hacia atrás para observar la galería del chico, fuera de muchos memes logró vislumbrar un grupo de fotos donde se apreciaban tetas y otros videos de adultos, un par de deslices hacia abajo y encontró la que Adriana había subido de ellas en topless, la borró inmediatamente y luego fue hacia arriba para borrar el video de la ventana, su mirada se detuvo un momento, en uno de los videos previos había una chica que reconoció, era una de sus compañeras de clases, no se lo podía creer - Voy a ver si no tienes otras mías - Dijo en tono molesto pero la verdad no esperaba encontrar más suyas, más bien discretamente abrió el chat del teléfono y aprovechando que el muchacho estaba en el suelo se pasó las fotos y los videos que tuviera mientras fingía que seguía buscando, sondeó bien el teléfono y sacó todo el material que encontró, luego sacó su teléfono y fingió tomarle una foto al teléfono del chico, pero en lugar de eso aceptó todo el contenido transferido para asegurar que se descargara en su celular, por suerte la conexión de su casa llegaba hasta ahí - Voy a tomarle una foto por si me vuelves a hacer una jugarreta mostrarsela a tu madre - Dijo ella para disimular al ver que el chico no entendía la lógica de la chica, mejor dicho el escenario que quería plantear, una vez pasado el contenido borró el chat del teléfono del chico y las fotos - Toma - le arrojó el teléfono entre las piernas y el chico hizo una mueca de dolor -
-No le vas a decir entonces - Dijo el chico chillando
-No le diré, pero un día de estos te voy a pedir un favor y lo vas a tener que cumplir, o tu madre sabrá lo cerdo que eres - Melanie esperó un momento y el chico asintió con la cabeza, luego ella salió rápidamente y cerró con un portazo.
Unos minutos más tarde Melanie ya estaba en su habitación y había conectado su chat a la computadora portátil, no podía creer todo aquel material, ahora en grande reconoció a otras de sus compañeras, inmediatamente entendió que esos videos fueron tomados con la misma persona, porque aunque no saliera la cara del chico se veía en diferentes circunstancias su “miembro” con un distintivo lunar casi cerca de su glande, mientras, algunas de sus compañeras y otras chicas que no conocía le bailaban, masajeaban, succionaban o hacían otras cosas, no podía ser aquél chico ¿o si? entonces se dirigió al video de la ventana y contempló el penecillo de aquel muchacho, bombeando una y otra vez sobre la Melanie despreocupada del video, lo reprodujo una y otra vez hasta que decidió que no eran el mismo, no pudo evitar ver cómo la bañaban chorros de biscoso producto masculino y se sintió un poco sucia, así que decidió ir a tomar un baño antes de proseguir.
Durante la ducha pensó en lo más obvio, era el hermano de aquel chico o uno de los amigos del hermano, seguramente en algún descuido había logrado conseguir dicho material del teléfono, pero, ese chico del video había estado con cuatro chicas de su salón y otras ocho más que no reconoció, sin contar el gran número de nudes de chicas que tenía, también había conseguido un gran número de dickpics de dicho chico ¿por qué las guardaría?
Una idea muy interesante llegó a la mente de Melanie cuando se terminaba de bañar e iba a su cuarto, se puso lo primero que encontró (unas bragas azules y un camisón verde acuoso), si el chico tenía acceso al teléfono de su hermano, de él podría ser el contenido y cuando regresó al chat en la laptop se percató que el teléfono del perfil era efectivamente del hermano mayor, no era que había copiado el contenido, era que el chico tenía el teléfono del hermano en ese momento, una lástima, porque ahora el hermanito tendría que explicar porqué había desaparecido material íntimo de su celular, aunque a Melanie le parecía un buen castigo.
Melanie le dió una que otra sondeada a las fotos, se detuvo algunos minutos en aquellas donde a la verga de su vecino se le notaban las venas o se veía chorreando semen, estas particularmente la excitaban, recordó otra vez la imagen mental de sus “tíos” bañando a su madre, se había empezado a tocar y cuando vió a una chica bañada en jugos masculinos sonriendo ampliamente con la carnosidad palpitante de su vecino en los labios sus dedos por fin la habían llevado al clímax,
se tumbó en la cama dejando que esos espasmos la atacaran por dentro, no eran tan intensos como los que le había dado su amiga le día anterior, pero eran disfrutables, cuando su cuerpo dejó de moverse involuntariamente se recompuso, secó sus partes con pañuelos y procedió a cerrar los videos y fotos mientras se acomodaba la ropa interior, al final quedó el video de la ventana, estaba pausado en el momento en el que el glande de su vecinito arrojaba los primeros chorros inatinados, la había usado para ver si no tenía el lunar, ahora se sentía culpable por quitarle ese material al chico.
Melanie había comprendido que a los chicos les gustaba eso de cubrirlas con sus líquidos interiores, se preguntaba qué habían pensado o sentido Raúl y Gabriel el día en el que le habían terminado manchando la camiseta, ella se dirigió al escondite en el closet que guardaba aquella camisa y la extendió, dos grupos de líneas blancas a cada costado eran el recuerdo impreso de los orgasmos de aquellos chicos, los recordaba temblando y sudando, los labios de Gabriel sobre su pezón, los dedos de Raúl sobre su pecho, aquella caricia sobre su entrepierna… Melanie sentía unas inmensas ganas de volver a atacar sus castigados labios cuando escuchó ruidos en la sala.
La chica respiró profundo y olvidó todo aquello en su cabeza para ir a saludar a su madre, tendría que explicarle porqué la puerta no tenía llave, ya que había olvidado ponerla de regreso de casa de su vecino. Melanie salió de la habitación y escuchó una voz masculina abajo, por un momento se quedó helada del miedo, alguien había entrado y no era su madre, bajó lentamente y se dió cuenta, en la sala su madre y sus “tíos” estaban moviendo algunas cajas
-Hola hija, ya llegué - Decía la madre de Melanie, una mujer muy atractiva y joven de cabello ondulado - tus tíos están acá, para que te vistas… - Pero no había alcanzado a decir más, Melanie ya estaba corriendo escaleras abajo y acudía a abrazar a uno de sus tíos quien jovial le regresaba el abrazo.
-¡Tío Roberto! ya no había venido - Dijo Melanie, el abrazo estaba tan estrechado que sentía que uno de sus pezones se pellizcaba con la chaqueta de aquel hombre.
-Es que no habíamos tenido vuelta - Dijo y la separó sujetándola de los hombros - Mira cómo has crecido - Mencionó Roberto y no pudo evitar detener su mirada en la vestimenta de la chica, el camisón le llegaba a los muslos y se notaba evidente el pezón que se había puesto duro con el forcejeo con la chaqueta.
-Melanie, quizás deberías... - Se escuchó la voz de su madre, pero fue apagada por el grito de sorpresa del otro hombre
-¡Melaniee! - El tío Fernando había dejado una caja en el suelo y entre hincado le ofrecía un abrazo a la muchacha quien no lo pensó dos veces, era normal que de pequeña saltara a sus brazos para que la cargara mientras la abrazaba, pero tendría unos dos años que no los veía, cuando Melanie se lanzó feliz de verlo su tío no pudo esconder un gruñido de que aquello era una tarea más difícil, a la chica no le importó, estaba feliz de verlos, sus brazos rodeaban el cuello de su tío y sus piernas se habían atado a la cintura de aquel hombre como era de costumbre para no caerse, el señor le dió vueltas mientras le regresaba el abrazo y trataba de no tirarla. - ¿Cómo está mi sobri favorita?
-Tío, soy tu única sobrina - Le dijo despegándose un poco y sus rostros se vieron muy de cerca
-Hija, bájate, ya estás grande, se va a lastimar - Dijo su madre, su cara estaba roja completamente
-No te preocupes Sandra, si puedo contigo puedo con ella - Dijo Fernando entre risas, Melanie vio que su cara cambió seriamente, luego bajó a Melanie y trató de aparentar normalidad - Bueno, debemos seguir bajando cosas - Dijo y levantó la caja del suelo y se dirigió escaleras arriba, La madre de Melanie tenía un semblante molesto mientras la chica trataba de entender qué había pasado.
-Anda, sube a cambiarte, que se te han visto los calzones cuando te cargó tu tío y a tu madre no le agrada que andes en paños menores - Regañó Roberto a la muchacha quien comprendió que aquel abrazo había dejado a la vista de más.
-Mamá me deja estar así siempre - Dijo Melanie quien hizo un puchero con el labio
-Pero tenemos visitas - Dijo su madre
-Pero ya he andado así con ellos acá - Melanie le replicó refunfuñando
-Pero estabas chiquita, ahora se te nota todo - Dijo su madre enojada y señaló hacia las escaleras indicando que subiera a cambiarse
-Pfff, cómo si me fueran a hacer algo, son mis tíos - Dijo ella y volteó a ver a su tío Roberto quien desvió la mirada, parece que no le ayudaría, era obvio que compartía la idea de su madre - pues no me cambio, iré a mi habitación y andaré así allá - Melanie subió dando pisotones en las escaleras, cuando estaba suficientemente arriba giró para ver que su madre y su tío aun la miraban, entonces en motivo de queja se levantó la camiseta hasta el ombligo enseñando sus bragas y sacando la lengua
-MELANIE - Replicó su madre pero la chica ya estaba subiendo rápidamente, al final de las escaleras encontró a su tío Fernando quien se quedó congelado sin saber que hacer, Melanie pasó por un lado ignorándolo y cerrando de un portazo al entrar en su cuarto, quedándose sola nuevamente.
Estaba indignada, sus tíos eran muy queridos para ella, era inconcebible aquella censura, incluso una vez, más pequeña, fueron a la playa de vacaciones, ella, su madre y sus tíos, la mamá de Melanie hizo topless en esa ocasión y ella de unos ocho o nueve años también, para Melanie era una cosa normal, no había visto alguna malicia en ello, tampoco era como si ella le hubiera sacado la leche a sus tíos para compensarles las pocas ganancias del negocio, esa había sido su madre, ella era la degenerada, no Melanie, por lo menos eso pensó y se arrojó a la cama, se sentía mal aunque no entendía del todo porque, quizás no fue una buena idea tener esas cosas en mente antes de quedarse dormida.
Repentinamente estaban en la playa, llevaba un bikini negro, su madre estaba recostada hablando con sus tíos, ella también llevaba un bikini negro, Melanie se sorprendió que no estuviera haciendo topless pero le hiba a dar una lección, le demostraría que aquello era normal, se acercó como s nada a la conversación.
-Hola madre, está fuerte el sol ¿no crees? - Dijo mientras movía sus manos lentamente hacia su espalda, dónde se encontraba el nudo de su top
-Si Meli, está rico el clima - Dijo su madre y sus tíos asintieron y se rieron un poco
-Bueno, me voy a quitar eso, no quiero que me quede la marca - Dijo y desanudó lentamente el top, su madre con una sonrisa asintió
-Si, es buena idea
-¿Qué? - Preguntó Melanie desconcertada - ¿No hay problema?
-No no no, se te van a marcar las líneas por el sol, adelante - Dijo su madre y Melanie incrédula se arrebató el top retandola, seguro estaba pensado que no lo haría, pero le demostraría que si, una vez en topless sus tíos miraron atentos
-Presiosas, pero las tuyas son mejores Sandra - Dijo Roberto sin dejar de ver el par de tetas de Melanie
-Si, están más bonitas las tuyas Sandra, las de Melanie no han agarrado color ¿es normal? - Dijo el tío Fernando acercándose a escudriñar el pecho de la chica, Melanie se sintió apenada y ofendida
-Pues yo creo que las de Melanie están más bonitas - Escuchó una voz conocida detrás, giró para ver que se acercaban Gabriél y Raú en bañador, también estaban en la playa
-JA, es que ustedes están jóvenes, no han visto suficientes - Dijo el tío Roberto con su voz enjundiosa de siempre
-Sandra, muéstrales de qué hablamos - Dijo Fernando y Melanie se giró para ver a su madre desamarrarse el top y quitándoselo como si nada pasara, Melanie estaba en shock, ya las había visto varias veces antes, redondas, acojinadas, con una areola rosita y un par de pronunciaciones respingadas, eran hermosas, Raúl y Gabriel se quedaron atónitos.
-Mamá ¿qué haces? - Replicó Melanie pasando la vista de sus amigos a su madre
-Hace mucho sol hija, para que no se me queden las marcas - Dijo y guiño un ojo de manera coqueta, Melanie con la quijada desclavada notó como sus amigos y sus tíos tenían tremendas erecciones debajo de sus bañadores mientras su madre soltaba risitas - Chicos ¿necesitan ayuda con eso? - Su madre se había puesto de rodillas mientras los cuatro hombres la rodeaban, sus tetas brincaban alegremente con cada tenue contoneo, Melanie trataba de agarrar a Raúl y a Gabriel de los bañadores para jalarlos lejos de ella, que no se acercaran, mientra veía como su madre se engullía dos vergas por turnos, sus amigos parecían zombies sin control y eventualmente el bañador de Gabriel cedió y se rompió, dejándolo caminando desnudo hacia la madre de Melanie con el miembro bien erecto, su madre se detuvo para contemplar aquello y sonreía - ben precioso, yo me encargo - Decía mientras un par de intermitentes chorros que venían de las entrañas de sus tíos la empezaban a salpicar los pechos.
Melanie se despertó asustada, estaba oscuro, no tardó en entender que estaba en su habitación y se había quedado dormida, seguramente su madre había subido; la había encontrado así y le había apagado el foco.
Una parte de ella había comprendido el que su madre se sintiera incómoda con la situación, era inesperada, como en el sueño con sus amigos, pero luego de evaluar la imposibilidad del sueño decidió que seguía teniendo razón en que debía ser normal andar así cerca de sus tíos, no era como si ella repentinamente fuera a tener una fijación con ellos.
Una cosa le regresó a la mente <> no era precisamente como lo había dicho, pero ¿sería posible que la relación de sus tíos con su madre fuera más íntima todavía? En ese momento sacó la laptop y se puso a buscar en los foros en los que había encontrado material de su madre, estaban los mismos videos de ella tocándose hasta acabar, imágenes en poca ropa modelando disfraces de manera sugestiva, los mismos redondos y perfectos pechos que había visto en su sueño, pero en todos estaba ella sola.
Era obvio que sus tíos le ayudaban a producir dichos videos e imágenes, más porque ella lo sabía que por que hubiera indicios en dicho material. Su madre tenía diferentes personalidades, en todas ellas se llamaba diferente y se comportaba diferente, y en todas ellas hacía material diferente, era raro que no se hubieran dado cuenta la gente de internet, pero siempre seguía el limitante de contenido ¿o sería que Melanie no había encontrado el alter ego de su madre que hacía porno y en la que sus tíos participaban?
Melanie era muy joven para tener una tarjeta de crédito y comprar contenido de su madre, se lo había llegado a pensar, al fina sería el mismo dinero que regresaría a la familia, sólo se lo había planteado como curiosidad para ver qué tanto material y de qué clase subía, a Melanie no le prendía ver esa faceta de su madre, prefería pensar en ella como la dulce y cariñosa madre que siempre había sido, sólo había sabido de lo poco que se había filtrado de vez en cuando, lo más intenso que se llegó a filtrar fue un video donde se dedeaba y se le veía todo allá abajo, fué removido poco después por el mismo usuario por temor a que le revocaran la suscripción, o eso había escrito, decidió buscar el post nuevamente, seguía igual que siempre, contenido removido, pero una idea saltó a su cabeza, decidió buscar el nombre del usuario del post en internet, después de una media hora estaba por rendirse cuando encontró una coincidencia en un foro donde la gente se ponía a compartir contenido, el nombre de usuario había posteado un comentario “me interesa” en un hilo muy largo.
Melanie descubrió que era uno de esos grupos donde hacían un chat secreto y compartían cosas, sin dudarlo la curiosidad la llevó a dar clic al enlace de compartir, inmediatamente un formulario de registro personalizado apareció en su pantalla…
Fuera de las preguntas de registro de siempre había un apartado donde pedía que subiera un archivo: La comunidad de este sitio requiere que compartas algún material nuevo para evaluar tu compromiso compartiendo, inmediatamente aparecía un área donde podías subir el archivo digital ¿tenía que compartir algo de contenido? Melanie no quería tener que tomarse fotos y subirlas a cualquier sitio, pero inmediatamente recordó que recién había conseguido toda una galería llena de contenido, antes de subir algo llenó el resto de los campos con datos falsos que pudiera recordar y luego se dirigió a su nueva galería privada de archivos, una lista muy grande de contenido se mostraba, ahora sólo tenía que subir algo, quizás algo no comprometedor.
Después de unos minutos seleccionó una foto de una chica que no conocía, recortó la imagen para que no saliera el rostro de la chica, pero si se vieran sus bonitos atributos al desnudo, creó el nuevo archivo y lo subió al sitio, Melanie supuso que alguien debería aceptarla, pero el registro fué inmediato, apareció un nuevo foro con un montón de carpetas, una con su nombre de usuario y que contenía la imagen recortada que había subido y un montón de carpetas más.
Melanie no lo podía creer, el sitio estaba lleno de contenido casero, su curiosidad la llevó a abrir uno que otro pack, pero luego de aburrirse regresó a su búsqueda, encontró la carpeta con el nombre de usuario, por suerte había usado el mismo nombre para registrarse…
Un grupo de sub carpetas organizadas apareció con nombres de chicas, reconoció dos nombres que eran alias de su madre, dio clic en el primero y obtuvo lo que buscaba, un montón de fotos íntimas que no había visto antes, el sujeto había compartido el contenido en un sitio más privado.
El sujeto debía ser suscriptor desde hacía mucho tiempo, Melanie se sorprendió de tanto contenido, si ella se abrumaba de los comentarios calenturientos del post donde salía en topless no sabía que pensar de las respuestas de los demás usuarios, un grupo de majaderías indicando que le harían a su madre si se la toparan en persona, a Melanie se le revolvió un poco el estómago y cerró esa carpeta, abrió la siguiente con otro alias y el resultado fué similar, ahora podía entender porqué no las relacionaban entre alias, el estilo de las fotos era diferente, enseñaba distintas áreas del cuerpo, y en algunos alias no salía el rostro de su madre.
No encontró nada en esas carpetas, así que siguió buscando carpeta por carpeta, decenas de chicas se mostraban una tras otra, ya se estaba aburriendo cuando encontró una carpeta bajo el nombre de “Kasandra” y le pareció curioso el nombre, cuando entró se llevó una sorpresa, su madre le regresaba la mirada en la primer imagen, completamente desnuda sentada en un sillón rojo, su lengua salía ligeramente presionando su labio superior, a cada lado la pelvis de un hombre desnudo cuyo miembro erecto terminaba en cada una de las manos de ella.
Su madre sujetando dos enormes penes ¿sería posible? dió un paseo rápido por las imágenes y encontró una donde salía un brazo sujetando la cabeza de su madre contra el miembro viril de aquella persona, Melanie reconoció un lunar redondo especialmente grande, ese debía ser su tío Roberto, estaba viendo a su madre con la verga de su tío en la cara, en super alta definición, una ronda rápida le dió a entender que había sólo dos penes diferentes, el otro tenía que ser de su tío Fernando, las imágenes sólo constaban de ella jugando con dichos miembros, no salían los hombres completamente, pero a Melanie no le importaba, se saboreó esas imágenes cuanto pudo, su corazón dió un salto cuando vió que había videos, se puso los audífonos y lo reprodujo, el audio no era especial, pero se veía a su madre masajeando con la mano una de las vergas, la que sería de su tío Fernando, en movimiento era aún mejor, las venas se movían, la pequeña mano apenas podía con toda esa carnosidad, de la punta salía el precum transparente y viscoso que hacía un hilito que se despegaba suavemente cuando la frotaba en su cara. había un video similar pero con la verga de su tío Roberto.
Melanie estaba mojada al de nuevo, tuvo que quitarse la ropa interior para evitar humedecerla, su mano ya estaba tranquilizando las ansias de su entrepierna cuando encontró una última carpeta al final que decía “entre dos”, dentro un grupo de videos en los que podía ver por la previsualización, su madre…
Reprodujo el primer video, su madre estaba sentada, sobre… su tío Roberto, aquel grueso apéndice genital se perdía entre las piernas de su madre mientras ella saltaba hipnoticamente haciendo gestos de placer, el audio era envolvente, su tío gemía de placer mientras su madre hacía muecas de estarlo disfrutando, Melanie necesitaba ir por algo que introducirse, algo grueso, no sabía si tendría algo de ese tamaño pero pensó en el desodorante que guardaba en el baño, abrió el siguiente video y… ahora era su tio Fernando, cargaba a su madre contra la pared y le daba sexo duro, ahora ella era la que gemia descontroladamente, nunca la había escuchado hacer tales ruidos, su madre trataba de hacer que su tío disminuyera la velocidad pero nada podía hacer, estaba levantada contra la pared con las piernas hacia el aire, parecía rendirse y abrasar al tío fuertemente mientras empezaba a contraer descontroladamente los dedos, luego su tío dejó de moverse mientras Melanie veía en alta definición a su madre teniendo un intenso orgasmo, luego cuidadosamente la puso en el suelo, un primer plano a la punta carnosa de su tío mostraba una gotita resbalando, la camara se movía hacia las piernas de la mujer donde un liquido blanco empezaba a emerger de dentro de sus entrañas.
Melanie no podía más, su piel estaba hirviendo acababa de ver a sus tíos deleitando físicamente a su madre, pero no sólo era eso, por alguna razón esas dos vergas le parecían poderosamente gruesas, su madre había experimentado las dos, la habían hecho conseguir un orgasmo quien sabe cuantas veces, si no fueran sus tíos se los follaría a los en ese mismo instante. Melanie vió la hora, se había dormido toda la tarde, eran pasadas las 10 de la noche, su mente calenturienta no pudo evitar recordar que alguna vez se había planteado usar un pepino como dildo, y casualmente había en el refrigerador, escondió todas las ventanas pertinentemente y se dirigió fuera de su habitación a conseguir aquel orgánico instrumento, el pasillo de la planta alta estaba a oscuras, y caminó lentamente para no hacer ruido, en el silencio se escuchaba la regadera del baño personal de su madre, por lo menos estaría cubierta por el ruido del agua, bajó las escaleras y se detuvo en seco al ver aquella escena.
En la barra de la cocina, en plena oscuridad una luz de un teléfono delataba a aquel hombre sentado en soledad, pasaba de imagen en imagen en la galería, su tío Roberto protegido por la privacidad de la noche veía sus fotos personales, a Melanie le dió un cosquilleo percatarse desde tan lejos arriba en las escaleras que eran desnudos en la pantalla, su madre, quizás, se detuvo en una donde el rostro de la mujer era el segundo plano y frente a ella un pene erecto, Melanie no pudo evitar dirigir su mano bajo la camiseta, había olvidado ponerse las bragas por la premura pero no le importaba, dió un vistazo alrededor para corroborar que estaba sola y luego siguió espiando, su tío había dirigido su mano a su zona íntima bajo el short que llevaba puesto, estaba masajeando aquella poderosa herramienta, pero lejos del alcance visual <> pensó Melanie mientras acariciaba sus labios superficialmente <>.
Unos segundos después el Tío cerró la galería, puso el cel en la barra y se levantó, Melanie retrocedió para que no la viera, tenía la sala para él sólo, Melanie esperaba que recapacitara y siguiera con su faena, sentía que si se ponía demasiado caliente nada la detendría de bajar y ayudarlo.
El tío se volvió a sentar y comenzó a jugar un juego en el teléfono, Melanie se disgustó y bajó las escaleras, si su tío no le daba ese show que ella quería necesitaba conseguir su verdura nocturna para satisfacer esos impulsos latentes bajo su vientre.
-Ah, hola Melanie… estabas… ¿Acabas de bajar? - Dijo el tío percatandose de que la chica entraba en la cocina.
-Si tío, me quedé dormida - Dijo ella tratando de fingir normalidad, no pudo evitar ver la cara de alivio de su tío, seguramente (según él) por no haber sido descubierto manoseandose - ¿Dónde está mamá? - preguntó haciéndose un lugar del otro lado de la barra de la cocina, no sentándose por temor a dejar mojado el asiento o su ropa a falta de bragas.
-Subió a darse un baño, hemos estado moviendo cajas toda la tarde y estamos sudados - Respondió el tío y empezó a cerrar apps fuera de la vista de Melanie, ella ignoró a propósito aquel movimiento de dedos.
-Ajamm… ¿y Tío Fernando? - Melanie dijo lo más tranquila que pudo, pero sospechaba la ubicación de su tío
-Emm, debe estar descansando afuera, sabes que le gusta el aire fresco - Roberto no se veía muy convencido, Melanie se levantó, pensaba dirigirse al refrigerador, tenía la necesidad física de satisfacerse y perdía tiempo valioso, pero parecía que su tío pensó que se dirigía a ver a Fernando afuera porque se interpuso en el trayecto a la puerta de salida - Melanie… - Dijo evidentemente pensando en algún tema - Lo de hace rato, tu madre se sintió mal.. - Comenzó a decir pero ante la evidente pausa Melanie actuó.
La chica se había acercado y le había dado un abrazo a su tío Roberto, impulsada quizás por ver a su tío parado frente a ella y recordando su cuerpo desnudo, Roberto le regresó el abrazo instintivamente pero evidentemente incómodo, a Melanie le gustaba ese nuevo abrazo, su tío llevaba una camiseta y un short a diferencia de la mezclilla y la chaqueta de la tarde, podía sentirlo mejor, sus pechos se sentían mejor presionandole el torso, sus pezones se endurecieron por la excitación y no sabía cómo ocultarlo, no quería, de hecho lo abrazó más estrechamente de lo acostumbrado, tanto así que podía sentir el abultamiento flácido presionando su vientre cerca del ombligo, podía sentir un esférico testiculo que sobresalía de entre sus muslos debajo del short, la chica se despegó un poco para ver a su tío hacia arriba a la cara por lo alto que era, lo suficiente para que sólo sus pezones rozaran a propósito el torso de su tío.
-Qué… ¿qué te pasa Meli? - Respondió el tío, estaba rojo de la cara como un tomate
-Perdón tío, es que… - la chica trató de idear algo con su mente ágil - hace rato le falté al respeto cuando le mostré las bragas ¿me perdona? - El tío se quedó estupefacto, ella se movía lentamente para que sus pezones frotaran el pecho de aquel hombre, sentía inmensa ganas de acostarlo en el suelo y sentarse sobre su pelvis como en el video que había visto.
-Si Meli, está bien, no es nada nuevo, además te conozco desde que eras pequeñita, ya hacías berrinche sacandote la ropa y corriendo por toda la casa - El silencio se hizo mientras los dedos de Melanie jalaban un poco la camiseta del hombre, el contacto visual no se perdía, Roberto se notaba más nervioso y Melanie sabía por qué, en especial porque a esa distancia de él su short no tenía por qué estar rozando su vientre suavemente.
-Gracias tío, lo quiero mucho - Dijo ella y volvió a hundirse en el pecho de aquel hombre, le dió un nuevo abrazo más fuerte y estrecho, esta vez una cosa dura resbaló hacia arriba del torso de la chica, grande, gruesa, durísima, su tío no le regresaba el abrazo, más bien se quedaba estático como queriendo separarse, sólo unos segundos duró pero la chica se separó mirando hacia abajo al evidente contratiempo, su tío se movió de lateral y se sentó en la silla junto a la barra de la cocina tratando de esconder aquello, estaba muy serio y demasiado colorado del rostro. - Uyy... - Dijo Melanie evidenciando que obviamente se había dado cuenta de aquello que bien pudo haberle apuñalado las entrañas (y quizás eso quería) - Jajaja, no se preocupe tío, ya tuve mis clases de sexualidad en la escuela - Dijo ella dirigiéndose al refrigerador a espaldas de su tío y sacando un pepino, luego se dirigió a la barra y lo puso evidentemente sobre la mesa, aún sin sentarse para no mojarse o a la silla - Dijeron que era normaaaal que eso pasara - Dijo y sujetó el pepino sugestivamente en posición vertical.
-No Meli… perdona, no es eso… - Comenzó el tío evidentemente asustado
-No me malinterprete tío, se que es normal que esas cosas pasen sin necesidad de estar excitado, quizás lo apachurre mucho cuando lo abracé la primera vez y se despertó, fué mi culpa - Dijo ella sintiendo un poco de pena por el miedo en la cara de su tío - son cosas que hace el cuerpo, es normal, no tiene porqué apenarse, no debí abrazarlo tan fuerte, es que lo quiero mucho y me puso feliz que me perdonara.
-Bueno… - Dudó un poco Roberto - Si, fue un dilema no planeado, igual perdóname, no debiste sentirlo, es muy privado.
-Tío, no fue su intención, además ya lo ha dicho, me ha visto desnuda haciendo berrinche, corriendo por ahí y por allá, la privacidad se queda en familia.
-No es lo mismo, estabas muy pequeña Meli, y ahora… - Dijo y se detuvo dándose cuenta de su error.
-Jajajaja, si, ya estoy algo desarrollada - Dijo y puso el pepino entre sus pechos como señalando lo obvio, se percató de que su tío le miró el busto y apartó la mirada - pero también es algo normal del cuerpo, las mujeres tenemos pechos, no es nada nuevo, ya ha visto los de mamá en la playa, no hay de que apenarse.
Melanie terminó su argumento, Roberto estaba sorprendido por la madurez de aquello,asintió con la cabeza y por fin recuperó su color original.
-Que bueno que se aclaró, temía que lo tomaras a mal, no pretendía molestarte.
-No lo hizo tío, tranquilo, igual en parte fue cosa mía.
-No digas eso, bueno… ¿y para qué el pepino? - Dijo el tío y volvió la mirada al vegetal que seguía entre los pechos de la chica sobre el camisón, lejos de que ella se lo quitará para evidenciar que se percató de la mirada lo sostuvo ahí presionando un poco más contra uno de sus pechos, la tela se movía ligeramente y se hacía obvio que sus pezones seguían duros.
-Amm, pensaba hacerme una mascarilla y necesito las rodajas recién cortadas para ponerme sobre los ojos - Dijo al momento que tomaba un cuchillo de la barra, era también una buena excusa para estar ahí en ese lado de la cocina - Bueno, voy a subir, necesito preparar eso - Dijo y se dirigió a las escaleras pensando en lo mucho que disfrutaría aquel vegetal - Descanse tió, lo dejo para que se tranquilice - hizo un movimiento sugestivo con el pepino en el aire, vio la cara de su tío ponerse roja otra vez antes de desaparecer escaleras arriba.
Al final de las escaleras antes de doblar hacia su cuarto escuchó abrirse la puerta de la habitación de su madre, su otro tío salía a hurtadillas y se detuvo en seco al ver a la chica.
-Meli - Dijo en voz baja - Ya despertaste - Su cabello estaba mojado y olía al jabón para baño de su madre, a esas alturas ya no le sorprendía, ni siquiera que andara en camisa de tirantes y boxers.
-¿Se van a quedar a dormir? - Preguntó Melanie mientras su tío miraba preocupado el cuchillo en su mano.
-Amm, si, en la sala - Dijo pasando su vista al pepino y poniendo cara de desconcierto cerrando la puerta detrás de él - ¿un bocadillo nocturno?
-¿Un baño nocturno? - Dijo ella señalandolo con el cuchillo
-Ammm, si, tu madre me prestó su regadera para que me duchara - Su preocupación se mostraba evidente.
-Ahhh, okey - Dijo ella y esbozó una sonrisa, luego se dirigió dando saltitos hacia su cuarto, no quería más entretenimientos, necesitaba ese pepino en sus interiores y dejar de recibir contenido externo o le daría un orgasmo ahí mismo - Descanse tío.
La puerta se cerró detrás de ella, le puso llave, se arrebató el camisón y ni siquiera pudo llegar a la cama a ponerse cómoda, ahí mismo en el suelo se tumbó y se introdujo la punta del vegetal lo más que pudo, el fresco que quedaba del refrigerador estimulaba su piel intensamente, había comprobado aquel tamaño y el de su otro tío no era diferente según los videos y fotos, lo había tenido en su vientre, palpitante y tibio, le daba vueltas al pepino y lo empujaba hasta que sus labios le dieron paso, los lubricantes naturales ayudaban, sintió un dolor ocasional pero sus paredes internas le pidieron más y empujó, sintió un alivio cuando ya tenía una buena porción dentro, empezó a acariciar lo que sobresalía fuera de ella mientras masajeaba sus pechos, luego movió rítmicamente hasta que su cuerpo le soltó el orgasmo que había estado esperando, tuvo que hacer un esfuerzo por no gemir en voz alta, se quedaba sin aire mientras su cuerpo se retorcía espasmódicamente, se tendió en el piso jadeante y sudada, retiró con un poco de dolor el pepino y lo tumbó a un lado, se levantó sin importarle que sólo durará unos cuantos minutos, decidió hacerse una crema para cerrar su coartada, pero primero debería tomar un baño.
Ante la oscuridad del pasillo salió a hurtadillas y se metió al baño de la planta alta sin hacer ruido, en especial porque no se había molestado en ponerse de nuevo el camisón, si le hubieran pillado completamente desnuda no sabría que explicar, pero estaba tan realizada con su sentir que en ese momento no le importaba, se metió a la ducha y cerró las cortinas, justo antes de abrir la llave escuchó un ruidito y se detuvo a hacer silencio, otro ruidito más, Melanie no estaba segura de si era su imaginación hasta que los escuchó un poco más fuertes, había escuchado ese ruido antes, no hace mucho, eran gemidos masculinos.
Melanie se pegó a las losas frías de la pared para escuchar mejor, del otro lado del muro estaría el baño de la habitación de su madre, escuchando con claridad no hubo duda alguna, se trataba de los gemidos del tío Roberto, pero eran diferentes al del video, estos era en vivo <<¿ahora el tío Roberto?>> pensó mientras tanteaba sus labios que volvían a mojarse un poco, pero sentía un tanto lacerados sus interiores y no sabía si darse placer escuchando aquello, pero no tuvo mucho tiempo para pensar, escuchó la puerta del baño abrirse y alguien entró, escuchó el típico sonido del agua cayendo en el WC.
A través de la cortina no se veía nada, y no quería evidenciarse moviendo un poco aquello para ver si veía algo, Melanie decidió mejor abrir la regadera para indicar que estaba ahí, un grito de sorpresa del otro lado indicó que su tío se había dado cuenta de algo del otro lado, pero lo siguiente fué inesperado, la cortina se corrió rápidamente dejando a Melanie al descubierto y paralizada.
Su tío del otro lado perplejo, con una mano en la cortina del baño, con la otra en su miembro, pasaron unos tres segundos antes de que alguien reaccionara.
-Hola tío - Dijo Melanie y sacó al hombre de su hipnosis, la cortina se cerró con la misma brusquedad con la que se abrió.
-Meli, perdona, me asustaste, creí que la llave se había abierto sola.
-Usted me asustó a mi, yo me estaba preparando para bañarme y me abrió la cortina.
-No era mi intención verte… ya sabes
-Yo no vi nada si usted no vió nada - Dijo Melanie, ya se había metido a la regadera y se tallaba el cuerpo
-¿Se vió algo? - Preguntó el tío nervioso
-Nada si usted no vio nada - dijo ella entre risitas, es cierto que no le había prestado mucha atención, en especial porque había una mano encima y un short que cubrían la mayoría, pero a su mente venían las imágenes en alta definición de ese miembro embistiendo indiscriminadamente a su madre.
-Si, yo tampoco vi nada - Contestó Fernando recomponiendo la voz, Melanie cerró la llave para enjabonarse y ponerse champú
-Tío ¿ya acabó? - Preguntó Melanie pensando que ya se estaba extendiendo mucho
-ah, no ¿no te importa? el baño de abajo está lleno de cajas
-No tío, adelante - El sonido del agua corriendo volvió a sonar mientras Melanie tallaba su cabello con el champú, cuando terminó el silencio fue reemplazado por nuevos gemidos de fondo, ahora más agitados.
-Ammm ¿Y cómo va la escuela? - Preguntó nervioso Fernando, Melanie intuyó que lo hacía para apagar los ruidos de fondo, pero no había forma, los gemidos eran constantes y sonantes.
-Bien, ya tengo nuevos amigos - hizo una pausa, el tío Roberto debía estar teniendo ese orgasmo por lo fuerte y pausado de sus gemidos - Parece que ya acabaron, me apresuro para no toparmelos en el pasillo - dijo y abrió la llave para enjuagarse.
-Amm, tu tío se lastimó cargando cosas, creo que tu madre le estaba dando un masaje para arreglarle la espalda - Se escuchó nervioso mientras Melanie cerraba la llave.
-Si, seguro le gustó mucho el masaje - Dijo ella entre risitas - pásame la toalla ya que anda por acá - Dijo y sacó una mano por el borde de la cortina señalando la toalla en el tubo de la pared, Fernando tomó la toalla y la acercó a la mano, luego ambas desaparecieron tras la cortina.
-Seguro estás pensando otra cosa, quiero que sepas que no es así - Dijo ahora de manera seria y regañadora, pero su seriedad se acabó cuando la cortina se corrió a un lado, Melanie estaba secándose y sujetaba la toalla sobre su pecho, ésta caía hasta sus muslos no dejando ver nada privado.
-No se preocupe tío, yo no escuché nada ¿y usted? - Preguntó ella sin dejar de sujetar la toalla, pasó como si fuera lo más normal del mundo por un lado del hombre y salió de la habitación, mostrando en el trayecto su trasero mojado al descubierto, luego entrecerró la puerta y del otro lado le dijo - no olvide tocar antes de entrar la próxima. - La puerta se cerró suavemente y caminó a su habitación, cerró con llave y ahora sí tomó bien la toalla para secarse desde el cabello, no quería esa conversación y había hecho justo lo que creyó necesario para detenerla, esperaba la complicidad de su tío para no mencionar lo sucedido a su madre.
Esa noche Melanie decidió hacerse esa mascarilla sólo para darle seguimiento a la mentira del pepino, cortó su previo juguete y dejó dos rodajas junto a la cama <> se puso crema y se acostó a dormir desnuda, en su mente divagaban los eventos del día, le gustaría al día siguiente tener más tiempo para seguir disfrutando los videos, pero era Haloween, debía ir a la escuela y luego seguro la pasaría con sus amigos, mientras su mente se apagaba quiso imaginarse soñando con Raúl y Gabriel, la idea de tirarse a sus amigos ya no le parecía tan descabellada, menos desde la sugerencia del cumpleaños de Adrian.