Mejor en familia. III

Llegó la hora del almuerzo, todos nos quedamos desnudos, mi tía y mi madre se pusieron a preparar la comida, los chicos nos quedamos en el jardín charlando de cosas varias mientra las pequeñas de la familia seguían en la piscina. Mi tía nos avisó para comer, todos entramos al salón y nos sentamos a la mesa. Durante el almuerzo todos hablábamos de lo mismo, de lo maravilloso que era que disfrutásemos entre nosotros, que era lo mejor que nos podía pasar. Acabamos, recogimos la mesa y nos pusimos a ver la tele y descansar. Los mayores se quedaron dormidos en los sofás, mi hermano estaba viendo una peli en la tele con mi primo, las chicas se fueron al cuarto de arriba y yo la verdad me aburría un poco.

Harto de seguir viendo la película que estaban viendo mi hermano y mi primo, y sin ganas de dormir, subí a ver que hacían Inés y Sara. Subiendo las escaleras ya escuchaba risas, por lo menos se lo están pasando mejor pensé, llegué a la altura de la puerta de la habitación con sigilo para ver que estaba haciendo, vi a las chicas sentadas en la cama mientras mi prima sacaba de una caja lo que eran juguetes sexuales. Por lo que escuché, eran regalos de su madre. Le enseñaba un gran consolador de color negro, también sacó un masajeador de clítoris y algún que otro vibrador.

Las chicas se iban calentando, Inés animaba a mi hermana a que probara alguno, la tumbó en la cama boca arriba y le acercó el masajeador de clítoris a su ingle. Sara empezó a gemir como una posesa, no me había fijado pero mi prima se estaba acariciando su coñito viendo a mi hermana disfrutar. Mi hermana apartó el aparato y abrazó a mi prima quitándole la mano de su rajita y en su lugar poniendo la suya. Se fundieron en un gran morreo, cada una con su mano en el coño de la otra. Frotándose fuerte, restregándose sus tetas la una con la otra, jadeando de gusto.

Yo a esas alturas tenía la polla como una estaca, y sin cortarme entre en la habitación y me senté en la cama de al lado donde estaban ellas. A ellas no les importó, estaban muy entretenidas con sus juegos, yo me pajeaba viendo el espectáculo. Era la primera vez que veía a mi hermana con esa lujuria, estaba disfrutando a más no poder y mi prima se veía toda una experta haciendo disfrutar a otra chica.

En ese momento entró mi primo, agarrando su polla dura. Joder menuda polla tenía el nene. Le debía medir por lo menos 18 cm. gorda y venosa. Se sentó a mi lado y empezó a pajearse como yo contemplando la escena de nuestras hermanas. Ellas habían cambiado de postura, mi prima estaba tumbada boca arriba y mi hermana encima haciendo un 69, las dos se afanaban por comerse el coño mutuamente.

Mi primo sin decir nada puso su mano en mi polla y empezó a bombearme, le devolví el gesto haciendo lo mismo, agarré su polla y nos pajeamos juntos. Cuando me harte, me arrodillé delante de él y empecé a comerle la polla. Inés y Sara también cambiaron, se pusieron a hacer la tijera, frotando sus coños, viendo como le comía la polla a Carlitos.

Mi primo me cogió casi en volandas y me tiró en la cama boca abajo, se colocó detrás de mi, me agarró el culo y me abrió los cachetes, metió su lengua y empezó a lamer mi ano. Que gusto me daba, lo hacía de maravilla. Pasado unos minutos noté algo intentando abrirse camino por mi culo, miré hacia atrás y vi a mi primo intentandome follar con un consolador de los que había sacado Inés. Consiguió metérmelo, lo movía haciéndome gozar.

Las chicas jugaban con otro consolador, era doble, ambas lo tenían metido en sus coños y se movían casi a la par, gimiendo las dos.

Carlos cuando se cansó de follarme con el consolador me lo sacó y me lo metió en la boca para que lo limpiara, puso en mi culo su polla y empezó a follarme. Al otro lado de la habitación veía a las chicas disfrutar entre ellas, seguían follándose con el consolador doble, pero ahora mi hermana le comía los pezones a Inés, tenía unas buenas tetas, como su madre.

Carlos me puso a 4 patas en la cama mientras seguía bombeándome el culo, en eso llegó mi hermano. " Vaya vaya esto que es una fiesta privaba?" preguntaba mirando de un lado a otro viéndonos follar a todos.

Nacho se acercó a la cama donde estaban las chicas, con su rabo tieso también, Inés no lo despreció y rápidamente se lo llevó a la boca mientras mi hermana le masajeaba los huevos.

Como las chicas tenían sus agujeros ocupados mi hermano se vino hasta Carlos y yo, se subió encima de la cama y se puso detrás de mi primo, ensalivó sus dedos y se los pasó con el culo a Carlos, le acercó la polla y se la metió del tirón. Noté como se la metía porque Carlos dio un sobresalto con la polla en mi culo. Allí estábamos los 3 haciendo un trenecito, Nacho follando a Carlos y Carlos follándome a mi.

Las chicas gritaban y gritaban cada ve más fuerte, sus orgasmos estaban al caer. El que se corrió mientras tanto fue Carlos, me dejó el culo bien relleno. Yo me di la vuelta, ahora le ofrecía mi polla a mi primo mientras mi hermano seguía follándoselo, lo teníamos bastante sometido, con lo grande que era y apenas podía moverse ni gemir conmigo follándole la boca y mi hermano el culo.

Miré a las chicas y se estaban limpiando, yo no tardaría mucho más en correrme en la boca de mi primo, y mi hermano seguía reventandole el culo a este. Le saqué la polla de la boca y empecé a pajearme fuerte en su cara, a la nada exploté llenandole la cara con mi leche, restregándole la polla y recogiendo en su boca lo que podía para que se lo tragase.

Me senté junto a las chicas viendo a mi hermano acabar, me gustaba verlo follar, sus piernas se veían fuertes y su culo prieto, las caras que ponía era de degenerado total. Mi primo sin embargo tenía cara de dolor, pero pronto acabaría, mi hermano con un fuerte gemido anunció que se corría. Aún después de haberse corrido lo siguió follando batiéndole la leche dentro del culo. Todos mirábamos sonrientes y satisfechos.