Meigas gallegas

Lo que era un simple viaje de negocios, se convirtió en una infidelidad apasionada y salvaje

Cuando aquel lunes entro mi jefe por la puerta, lo último que me esperaba era que me mandaría a la otra parte de España

  • Carlos, necesito que veas a un cliente tu personalmente, se que te puedes hacer con el- me dijo en tono serio- Eres en el que mas confío.

-No hay problema – si mi jefe confiaba en mi, era porque yo no ponía pegas – voy a verlo ahora?

-No, te explico, resulta que se trata de un cliente que no es de aquí, es de Vigo, así que tendrías que ir a Galicia, por supuesto todos los gastos corren a cuenta de la empresa y tu decides si vas en coche o en avión, solo o acompañado, no tengo inconveniente en que vayas con tu mujer. El cliente nos ha dado cita para este jueves a medio día, te propongo lo siguiente, os vais, si tu mujer puede, el jueves y regresáis el lunes por la noche. Como te he dicho, es un cliente muy importante, así que todo sería a cuenta de la empresa.

-Bueno, consultaré con mi mujer, y esta tarde le confirmo si voy solo o acompañado, pero acepto de antemano, ya puede contar con el cliente- mire a los ojos a mi jefe sonriendo.

-Me alegro de poder contar contigo, como siempre.

Estas fueron sus últimas palabras antes de salir de mi despacho. En el momento que se cerró la puerta descolgué el teléfono y llamé a mi mujer

-Cariño, tenemos unas minivacaciones pagadas en Galicia… este fin de semana

-Este fin de semana? Pero yo no puedo… acuérdate que es la despedida de soltera de Trudi, que se la he preparado yo, como voy a irme? Habla con tu jefe a ver si puede ser la semana siguiente.

-No me acordaba, es cierto, llevas meses preparándola, pero no se puede cambiar la fecha, es un cliente muy importante y tengo que ir yo.

-Pues te tienes que ir solo… cuantos días tienes que estar?

-Pues tengo que estar el jueves y teóricamente volvería el martes, pero si tú no vienes, en cuanto tenga cerrado todo el negocio, me vuelvo. Así que me iré en coche.

Y así fue, transcurrió la semana como todas, entre clientes y llamadas telefónicas. El jueves de madrugada cogí el coche y emprendí la marcha fui atravesando el país y cuando me quise dar cuenta, ya estaba en Vigo, como había madrugado mucho llegué antes del medio día, con lo que me dio tiempo a llegar al hotel, ducharme y prepararme para la primera reunión. El hotel no estaba lejos de donde había quedado con el cliente, así que bajé a recepción para que me confirmaran que era factible ir andando y deje el coche en el parking del hotel.

La reunión con mi cliente fue muy productiva desde el primer momento, el quería trabajar con nosotros, así que me costó muy poco convencerlo del acierto que ello suponía. Como era medio día, me invito a comer en un bar que había cerca, no era un restaurante, pero me aseguró que daban muy bien de comer. Reconozco que no suelo hacerlo, soy un hombre muy discreto, pero cuando entre por la puerta del bar, vi a la camarera y no pude evitar mirarla fijamente a los ojos, baje mi mirada para reconocer su cuerpo y me la encontré vestida con un pantalón negro y una blusa con un escote que mostraba unos grandes pechos, subí mi mirada otra vez a sus ojos, ella se dio cuenta de todo lo que había mirado y cuando volví a mirarla a los ojos, ella me sonrió muy picara, cosa que me gusto mucho, hacia tanto tiempo que no coqueteaba con nadie que ya no me acordaba de la agradable sensación, además estaba lejos de casa, no tenia que esconder mi mirada ante nadie.

-Anita es lo mejor del restaurante, es pura alegría, sensualidad y muy picara- me dijo el cliente.

-Pues lo cierto es que es una maravilla…-susurre sin poder dejar de mirarla a los ojos.

La comida fue muy amena, fui conociendo a mi cliente un poco mas, y el me fue conociendo a mi. Antes de comer los postres lo llamaron por teléfono de la empresa, al parecer había algún tipo de lío con uno de sus empleados y se tenía que ir antes de tiempo, así que se acerco a la barra y lo dejo todo pagado.

-Tu come tranquilo, descubre nuestra ciudad, y mañana por la mañana te pasas y firmamos los contratos- dijo mientras apoyaba su mano en mi hombro.

-Muy bien, alguna sugerencia? O a la aventura?

-Tú pasea, y pregunta, veras como descubres grandes cosas.

-Lo haré, mañana nos vemos.- tendí mi mano para despedirme y el estrecho la suya con la mía.

-Hasta mañana.

Una vez se había ido, me acerque a la barra y me pedí algún licor para bajar la comida, no por costumbre, pero si por hablar con la camarera.

-A ver que licor me puedes dar que supere la deliciosa comida…-le dije sonriendo

-Pues depende de lo que te guste… te recomendaría una crema de orujo, es dulce y no muy fuerte, o si tal vez un orujo de hierbas, si quieres algo mas fuerte

-Creo que la crema de orujo estará bien

-Muy bien, empiezas con lo dulce… dejaras lo fuerte para luego?

-Espero que si…-dije mientras tomaba un trago de aquella deliciosa crema de orujo- por ahora, lo dulce me gusta

Como no había gente en el bar, pudimos hablar largo y tendido, no me moví del bar en toda la tarde, hablábamos de todo, del tiempo, de las playas, de las motos, no sabía como entrarle, pero quería, estaba muy lejos de casa y aquella camarera me volvía loco.

-Bueno, pues yo ya me voy a ir, que por hoy esta bien- me dijo Anita- tu que vas a hacer?

-Bueno, pues daré una vuelta por la ciudad, a ver que tal es, supongo que haré algunas fotos no se.

-Veo que ya tienes planes

-No, planes no, porque lo dices? Supongo que tú habrás quedado con tu novio

-Jajaja, que manera mas antigua de preguntar si tengo novio… no, no tengo novio, y lo digo porque te puedo enseñar la ciudad… desde la ventana de mi habitación… te invito a cenar a cambio de que seas tu el que prepare el desayuno.

-Vaya… veo que no te andas con rodeos…-quien se iba a enterar, me tenía hipnotizado- vale, acepto tu amable invitación.

-Muy bien, pues espera que dejo esto dentro y nos vamos.

Fuimos paseando por la ciudad, hasta llegar a un edificio, abrió el portal y nos metimos en el ascensor, una vez se cerraron las puertas pulso el botón numero 5 y empezó el movimiento, ella me miro a los ojos y yo no pude evitarlo, me lancé sobre ella, besándola apasionadamente, metiendo mi lengua en su boca, con pasión, con fuerza, empujándola contra la pared del ascensor y recorriendo su culo con mis manos, apoyando la dureza de mi polla contra su cuerpo, para avisarla de que aquello no era broma, a lo que ella respondió pulsando el botón de stop del ascensor y desabrochando mi pantalón, sacó mi polla la miró, sonrió y dijo:

-Vaya, vaya, vaya veo que me lo voy a pasar mejor de lo que me pensaba…vamos a ver lo buena que esta

Justo al decir eso se agacho delante mío y empezó a chapármela, primero muy despacio y fue acelerando el ritmo, veía como iba desapareciendo mi polla dentro de su boca mientras veía como disfrutaba mirándome a los ojos, viéndome disfrutar, de repente paró y se puso de pie, me volvió a meter como pudo la polla en los pantalones y volvió a pulsar el botón numero 5.

-Tenemos mucho tiempo, no hace falta acabar ahora, verdad?

-Espero que tengas la llaves de casa a mano, pues como tardes tiro la puerta a bajo

-Jajaja, estate tranquilo, que yo también estoy deseando entrar – dijo mirándome y mordiéndose el labio inferior izquierdo.

Una vez abrimos la puerta entramos y la cerré, empezó a andar despacio y yo me coloque a su espalda, mis manos recorrían su cuerpo, mi polla se apoyaba contra su culo, mi boca besaba su cuello bajando un poco por su espalda, mientras ella estaba haciéndome una guía turística de su casa.

-mmmm, esta es la salita… este es el comedor… la habitación de invitados… mmmm… la cocina… el baño… mi dormitorio

Justo en el momento que entramos en el dormitorio la empuje sobre la cama y empecé a desnudarla, estaba poseído, yo era pasional, pero no lo había sido tanto en mi vida, solo quería meter mi polla en su coño, era mi único pensamiento. Le quité la blusa, dejando aquellos grandes pechos solo cubiertos con el sujetador que tarde muy poco en quitarle, desabroché su pantalón y fui bajándolo a la vez que mi boca hacía todo el recorrido hasta llegar a sus pies. Volví a recorrer el camino hasta llegar de nuevo a su ombligo para deshacerme de sus bragas que me impedían llegar a mi objetivo, su coño. Empecé a bajar las bragas y mi sorpresa fue cuando me encontré con un coñito totalmente depilado, húmedo y caliente, así que le quité las bragas, separé sus piernas y acerque mi boca a aquel maravilloso lugar. Empecé a jugar con mi lengua y su clítoris, haciendo pequeños círculos alrededor de él, poco a poco bajaba mi lengua en línea recta por sus labios vaginales, hasta pasar por la entrada de su coñito y bajaba un poquito mas hasta llegar a la entrada de su culito, seguidamente volvía a subir pero pasando despacito mi lengua de un labio a otro a la vez que iba subiendo hasta llegar a su clítoris, sin prisa, sin pausa, hasta el momento de estar sobre su clítoris y succionarlo, cada vez con mas fuerza mientras introducía un dedito en su coño… dos… tres… y me aventuré a introducirle uno en su culito, como vi que también le gustaba le introduje un segundo dedo y estuve así hasta que se corrió mientras le comía el coño. Acto seguido, se puso de pie y me quito la ropa ella a mi, tan salvajemente como se la había quitado yo a ella, y me tumbo en la cama, para ella poder continuar comiéndose mi polla, lubricándola, dejo de chupármela y se puso encima mío, me sonrío pícaramente cogió mi polla, la apoyo en la entrada de su coño, volvió a sonreír y la movió mas hacia atrás, poniéndola en la entrada de su culo y empezó a metérsela. Aquello me excito de sobremanera, no me lo esperaba, no esperaba ni tan siquiera follarle el culo y estaba empezando por su culo. Ella gemía muchísimo y yo también, estaba como loco, follando al mas puro estilo de las películas porno, decidí cambiar, así que la bajé de encima mío y la puse a cuatro patas, y continúe bombeando su culo, pero esta vez era yo el que imponía el ritmo, así que empecé un poco mas lento y fui subiendo la intensidad y la fuerza de mis embestidas.

-Así, fóllame fuerte, fóllame bien fuerte…- decía entre gemidos- pero no te corras la primera vez en mi culo, quiero beberme tu leche

Aquello me volvió loco del todo, mis embestidas eran brutales, era como si quisiera que gritara mas fuerte, no tenia miramientos ningunos pero ella lo estaba gozando, sus gritos eran de placer, veía como retorcía con sus manos las sabanas y yo seguía embistiendo a tal velocidad, que estaba apunto de correrme, así que saque mi polla y ella se incorporo un poco pero no me dio tiempo, no llegue a su boca, empecé a correrme y los primeros chorros de leche saltaron a su cara y su pelo, los siguientes si fueron dentro de su boca, fue una corrida impresionante, verla era un espectáculo, mi polla dentro de su boca todavía grande, acabando de descargar el semen, el que le había caído a la cara y pelo, chorreando poco a poco manchando su cara y cayendo por sus tetas y sobre todo, su mirada pícara.

-Dios… nunca me había corrido de esta manera… buff

-Buuufff… a mi me ha encantado todo… que bien follas!- dijo mientras se tumbaba en la cama.

-Jajaja tu tampoco lo haces mal… -dije riendo mientras me dejaba caer a su lado.

-Nos damos un baño? Lo mejor de mi casa es que tiene una bañera muy grande, para poder bañarnos los dos

-Claro que si

Llenamos la bañera de agua y pusimos unas sales de baño aromáticas, nos metimos dentro y nos relajamos un poco, estábamos uno enfrente del otro, de repente su pie se puso encima de mi polla y empezó muy delicadamente a acariciarme con su pie, no era posible que empezara a ponerse dura ya, hacia nada que me había corrido y yo siempre tardaba mas en empalmarme otra vez, pero esta gallega estaba haciendo magia conmigo, así que, la senté en el filo de la bañera y empecé otra vez a comerle el coño, pero esta vez si se lo iba a follar, ese coño tan caliente, peladito y húmedo tenía que follármelo ya.

-Mmmm, que lengua tienes, me haces ver las estrellas…mmmm

-Esta noche vas a ver muchas estrellas sin salir de tu habitación

-Mmmm, dioooos… me encanta

-Que te parece si continuamos en la cama?

-Si… mmmm…. Vamos

Nos secamos un poco y fuimos al dormitorio, la puse a cuatro patas y esta vez fui yo el que apunto mi polla a su delicioso coño, empecé a introducir mi polla que dado el nivel de excitación entro sola, veía como se iba perdiendo dentro de su coño, Anita movía su cabeza de arriba hacia abajo, en movimientos al compás de mis embestidas, esta vez mas lentas, disfrutando de aquel lugar tan calido, quería que disfrutara de cada uno de los centímetros de mi polla. Estuve un poco en esa postura y decidí que cambiáramos de postura, la tumbé boca arriba, yo me puse encima y empecé a embestirla, suavemente, mi respiración cada vez era mas fuerte, el aire caliente de mi boca iba directo a su cuello, mi pecho, ya sudoroso rozando sobre el suyo, mis brazos se perdía bajo los suyos, para cogerme fuerte a sus hombros y embestirla mas fuertemente, su cuerpo empezó a arquearse, de su boca salían gemidos de placer, sus piernas se enrollaban a mi cuerpo, apretándome contra ella. Seguía metiéndosela, cada vez más fuerte, cada vez más profunda y cada vez notaba su coño más caliente y mojado. Cada vez estábamos mas excitados, sus piernas me apretaban mas fuerte, intentando cerrarlas sobre mi, ella estaba apunto de correrse, ahora era el momento de dejar huella, que no se pudiera olvidar de mi, respiré hondo y empecé a penetrarla lo mas fuerte y rápido que podía, ella no aguantaba mas y noto como aprieta sus manos en mi espalda y sus piernas intentan inmovilizarme

-Dios… dios…dios… me corro… me coooorro….

Justo en ese momento la beso con pasión, mi lengua se pierde en su boca, ahogo sus gritos en mi boca mientras su cuerpo tiembla, justo en ese momento no puedo aguantar mas y exploto en su interior, inundando su coño de mi leche. Saco mi polla de su coño y observo como salen abundantes líquidos de su coño, tiene el coño empapado, y la cama también.

Nos levantamos entre besos y caricias, y nos duchamos, nos vamos a la cocina y ella empieza a preparar la cena, mientras, yo le ayudo. Comenzamos a hablar y un poco de remordimiento siento

-Anita… yo estoy casado… se que te lo tenía que haber dicho

-Lo se… pero ahora estas conmigo… no se lo que pasara dentro de un día… dentro de un mes… pero hoy estas conmigo… los días que este contigo serán inolvidables para los dos… y ya esta… no te voy a pedir nada

-Ya, pero…- y sonó mi teléfono, mi mujer…-Hola cariño!, que tal?... yo bien… pero el cliente es duro de pelar… si, hoy me he reunido con el… ya…si… tengo que conseguirlo, pero exige mucho, quiere que si firma conmigo, sea yo el que venga en los próximos viajes… me ha insistido en que asista a una reunión el martes que viene, no se que hacer… a lo mejor me voy el sábado y vuelvo el lunes… ya, es una paliza… si… a lo mejor lo hago así… tienes razón, si voy a estar solo en casa el domingo… pues me quedo hasta el martes… bueno cariño te voy a colgar, que tengo una reunión ahora, si intentas llamarme no te extrañes por que en este pueblo no se lo que pasa con los teléfonos que no tienen mucha cobertura… un beso.

-Bueno… pues como tu bien has dicho… no sabemos donde estaremos dentro de un mes, pero hasta el martes se que estaré contigo y, si quieres, en los próximos viajes.

-Mmmm, pues voy a disfrutarte muchísimo

-Yo también a ti… me has embrujado… jamás hubiera pensado que podría ser infiel… y querer repetirlo

-Pues me voy a dar prisa en preparar la cena… que me están dando ganas de acostarme… y no tengo sueño

-Mmmmm… si no fuera por lo bien que huele lo que estas haciendo… me iría a la cama sin cenar