Megan y Julie (III)
Megan sigue mostrando a Julie un nuevo mundo, un descubrimiento que no es en absoluto fácil.
Megan y Julie (III)
Original en inglés por Chicklet
Con los dedos dentro de ella, dejé el movimiento y los revolví dentro de su carne suave mientras se corría contra mi boca. Su clítoris pareció crecer aún más mientras sus caderas se movían hacia arriba, el jugo fluyendo de todos sus poros hacia mi cara. Mi nariz inhaló profundamente su aroma y yo suspiré contra ella, mamando fuerte y profundamente su coño mientras empezaba a relajarse. Sus caderas cayeron sobre la cama y dejé que su clítoris escapara, sacando los dedos de su raja húmeda y le planté un beso suavemente en el muslo.
Con suavidad recorrí sus jugos, limpiando su orgasmo con la lengua, mientras ella se revolvía y temblaba bajo mi lengua. Besando una vez más su muslo que se refrescaba, me deslicé en la cama observando cómo sus piernas se derrumbaban, y me acosté a su lado en el colchón.
Yació allí en silencio por unos minutos, respirando suavemente con los labios separados mientras su cuerpo permanecía relajado junto al mío. Me puse la cabeza en la mano, elevada por mi codo, y observé sus rasgos suaves mientras se recuperaba de su orgasmo. Poco a poco sus ojos se abrieron y me miró.
Viéndola a los ojos sonreí. Se sonrojó un poco, y sus mejillas se tornaron rosa mientras observaba su rostro.
"Tienes el cuerpo más hermoso, Julie", susurré.
"Nunca había hecho algo como esto", dijo también susurrando, su voz suave apenas audible.
"Shht", le dije, llevando los dedos a sus labios y callándola con suavidad. Respiró profundamente, aspirando su propio aroma al oler mis dedos. Tiernamente frote el dedo del medio contra su labio y abrí un poco su boca. Deslicé mi dedo entre sus labios y hacia su boca tibia, sintiendo su lengua mientras ella limpiaba sus propios jugos de mi piel. Murmuró entre mi dedo y sus labios se curvaron en una sonrisa satisfecha al encontrarse de nuevo con mis ojos.
Despacio saqué los dedos de entre sus labios y tracé el contorno de su rostro. La humedad permitía que mi dedo se deslizara fácilmente por su cuello, y me dio una sonrisa al pasar alrededor de sus pechos pequeños.
Sus pezones ya estaban medio erectos, y su pecho aún se movía bastante con cada respiración. Podía escuchar que su excitación escapaba suavemente por sus labios y deslicé mis dedos húmedos sobre sus pechos, inquietando los pequeños pezones con la punta de los dedos. Gimió sonoramente al dar varios toquecitos rápidos a los pezones y observé cómo se arrugaban y endurecían bajo mi tacto. Suavemente pasé la yema de los dedos de nuevo por los pezones, rozándolos ligeramente con mis uñas cortas. Julie gimió una vez más y levantó los pechos hacia mi mano. Sonriendo bajé la boca hacia una de las puntas y la atrapé ligeramente con los dientes. Julie gritó y levanté de nuevo la cabeza, volviendo otra vez a frotar con suavidad.
La mano de Julie se levantó y se enrolló en mi cuerpo, halando el cierre de mi sostén. Pareció como si éste se hubiera abierto en cámara lenta, cayendo a la cama frente a mí en un pequeño montó, exponiendo mis pechos desnudos a sus ojos y al aire del cuarto. Mis pezones se estiraron mientras me miraba. Con un poco de presión en mi espalda Julie empujó mi pecho hacia el suyo. Levanté una pierna por encima de su cuerpo y la puse sobre su cintura. Doblándome, mis pechos rozaron los suyos, mientras mis pezones me enviaban descargas de fuego por todo el cuerpo al frotarse contra los suyos. Mi rostro se movió hacia el de ella, nuestros labios se buscaron hasta encontrarse en un beso de pasión pura.
Se estiró y sostuvo mi cabeza con la mano, sus dedos pasando por mi corto cabello oscuro mientras sus labios probaban los míos. Podía escucharla respirando a fondo, oliendo y degustando sus jugos aún frescos en mis labios. Abrió su boca hambrientamente y seguí su guía, separando los labios y dejándole entrada a mi boca, donde empezó a explorar.
Una risita se le escapó a Julie y pude sentir su voz contra mi boca, su risa llenándome y haciéndome sonreír contra sus labios. Sentí sus manos deslizarse por la extensión de mi cuerpo, acariciando mi piel y entrelazándose alrededor de mi cintura. Suavemente jaloneó mi cuerpo, levantándome para que su boca encontrara mis senos.
Gemí mientras sus labios se cerraban contra mi pezón, succionando profundamente como lo había hecho yo no mucho antes en su clítoris. Sus manos agarraron mis glúteos, sus dedos fríos masajeando cariñosamente mi piel caliente mientras chupaba mi pezón, luego lo dejaba, frío y mojado al aire al moverse al opuesto y chupaba otra vez.
Moviendo mi cabeza hacia atrás, abrí mi boca para gemir sonoramente, cerrando los ojos. Inhalé a fondo mientras seguía jugando con mis tetas, sus dientes frotando los pezones, pellizcándolos, y sus manos aún excavando en mi culo.
Estirándome, me agarré de la cabecera de la cama, apoyando mi cuerpo mientras acercaba más mi seno a su rostro. Julie gruño alrededor de mi pecho mientras lo succionaba incluso más, mamando no sólo el pezón sino también toda el área a su alrededor, como si me fuera a devorar con la misma hambre que yo había sentido antes por su conchita.
Mi coño parecía estarse inundando. Podía sentir que mis jugos rodaban por mis piernas, frotándose resbalosamente contra su cintura cuando acerqué mis caderas contra ella. El fuego de mis pezones se esparció por mi pecho y vientre hasta mi cuca, donde el calor encontró e inició tanta pasión dentro de mi cuerpo que sentí que iba a explotar. Aún teniéndome con fuerza de la cabecera, moví mis caderas sobre su cuerpo, rompiendo el contacto de la boca con mis senos de forma que pudiera colocar mi conejo frente a ella.
Con un quejido de placer, Julie estiró su cuello y besó mi conejito, sus labios tibios haciéndome temblar mientras acariciaba mis labios a través de las bragas mojadas que aún traía puestas. Una de sus manos dejó libre mi trasero y se movió hacia el frente empujando la entrepierna de mis pantaletas y moviéndola a un lado. Al respirar sobre mi coño, su aliento tibio me hacia cosquillas, gemí otra vez, incapaz de control mis propios giros ligeros al acercarse más y más a mi coño.
Al primer toque de su lengua, casi salté de mi piel. Gemí audiblemente otra vez mientras su lengua recorría tímidamente mi rajita. Me levantó para agarrar mejor mi trasero y yo me levanté ligeramente en la cama para dejar que se introdujera un poco más. La lengua caliente apareció de nuevo y sus manos se tensaron en mi culo, acercando más mi concha hacia su rostro mientras lamía mis jugos.
Moví las caderas, girando, revolviéndome y agitándome cuando empezó a comerme con más insistencia. Sus labios se separaron y succionó mi piel, tomando partes de mí dentro de sus boca y succionando suavemente y luego entrando de nuevo en mi agujero con su lengua. Era inexperta, pero lo hacía bien, y yo grité cuando sus labios encontraron mi clítoris.
Con apenas los roces más ligeros de su lengua y labios contra mi clítoris sensible, sentí que mi cuerpo se convulsionaba. Podía sentir los jugos saliendo de mi cuerpo mientras gritaba, mis nalgas tensándose en sus manos al adelantar mi coño en su rostro dispuesto. El orgasmo sacudió mi cuerpo, latiendo mi coño, tensándose mis músculos, al correrme sonoramente en el rostro de Julie.
"¡Julie!" grité. "¡Julie! ¡No pares! ¡Oh, Dios!"
Penetró con su lengua bien dentro de mí, bebiendo mis jugos al regarse de mi cuerpo. Cada caricia de su lengua larga enviaba más escalofríos por mi cuerpo, la electricidad recorriendo mi columna vertebral, por mis piernas, alrededor de mis brazos y a través de mi coño.
Finalmente se detuvo y mi cuerpo se relajó, ligeros temblores de postimpacto me sacudían al sentarme en su rostro. Ella siguió lamiendo suavemente, su lengua sedosa pasando por mi raja expuesta mientras yo permanecía inmóvil sobre ella. Con un gemido levanté mi cuerpo del suyo y me acosté en la cama. Tomándola en mis brazos, halé su cuerpo desvestido hacia el mío, y mi piel, pegajosa por el sudor se adhirió a la suya con un sonido tibio.
Cerrando los ojos, pude sentir su trasero desnudo presionado contra mi vientre. Despacio me dormí sin sueños despertando sólo una vez cuando Julie se deslizó de entre mis brazos para ir a la ventana.
Mis ojos se abrieron para observarla allí, mirando a la noche negra. Podía sentir que ella tenía algunas cosas en qué pensar, y yo también . Cerrando los ojos de nuevo, volví a dormir, sin despertar hasta la mañana.
Muchísimas gracias a todos los que me han escrito. Wow, de cada 5 correos que recibo, por lo menos 4 son por los relatos lésbicos. Si sigo recibiendo esta cantidad de alicientes tal vez me especialice en el género. La cantidad de ocupaciones que tengo ahora casi no me deja terminar, pero, por fin, he aquí el final. Este relato fue escrito por Chicklet, pero está basado en el relato homónimo de otra escritora. Ésta contó la historia desde la perspectiva de Julie. No lo he leído completo, sin embargo, si uds. quieren que lo traduzca sólo escríbanme. Lujuriosamente de ustedes
el traductor x