Mediterraneo 12

- Exacto, ese mismo sonido hice yo, y ahora ya no te atreverás a negarme que te estás masturbando porque ese gemido ha sido totalmente real ¿eh?

Aventuras paralelas

Abro los ojos y mientras me acostumbro a la penumbra de mi habitación alargo el brazo hacia la mesilla de noche para alcanzar mi móvil. El brillo de la pantalla luminosa me ciega por un instante. Las dos menos diez…solamente he dormido unas cuatro horas, pero ya no puedo estar más tiempo en la cama. Me pican los labios resecos de todo lo que he fumado entre anoche y esta mañana, Gabriel es un fumador empedernido que me incitaba… y me duele todo el cuerpo de abdomen hacia abajo: agujetas, órganos medio resentidos y el coño ardiendo. Todo es malo en exceso, incluido el sexo, y más una interminable sesión como la que hemos tenido este chico y yo; pero como se suele decir: "¡que me quiten lo bailao !" No recuerdo una noche igual en toda mi vida, y creo que las imágenes de mi cuerpo vibrando sobre su regazo van a tardar bastante en dejar de alimentar mis fantasías calientes. Sonrío para mi misma, la vida es genial, solo hay que saber aprovechar las oportunidades que, en mi caso, se aparecen en bandeja de plata.

La estridente melodía del teléfono me sobresalta temblando en la palma de mi mano. Lo observo un segundo, "Amor", eso es lo que se lee en la pantalla. Respiro profundamente para oxigenar mi cerebro con el fin de conseguir aparentar normalidad.

Hola corazón…- " Perfecto" pienso "sueno casi normal".

Cariño ¿Qué tal anoche? ¿te he despertado?

No, tranquilo, me iba a levantar en breves, no quiero que mi madre coma sola.

Ya. Bueno te llamaba para ver si Sarita y tu os queréis pasar esta noche por el bar, va a pinchar Samuel un rato y como está Estela igual hasta puedo escaquearme un poco para tomarme algo con vosotras. ¿Qué dices?

Mmmm…ya sabes que si invitas a Sara, Marcos va incluido en el "pack" ¿no?

Escucho su cálida risa al otro lado.

Tranquila peque, contaba con ello, supongo que unas cervezas al lado de ese payaso no me matarán.

No empieces Alan…- me revienta que hable así del novio de mi mejor amiga, a pesar de que los dos sabemos que a ratos comparto su opinión. Cuando le cuente que Sara se la ha liado con mi hermano, va a alucinar. Dios mío, soy más perra de lo que yo misma creía, yo he hecho algo muchísimo peor y ya estoy pensando en acusar a mi amiga.

Vale, vale. Ya sabes lo que hay, bueno, si os animáis ya sabes donde estoy.

Muy bien mi vida, luego te llamo, en cuanto hable con Sara ¿vale?

Vaaale. Oye Gloria…- le oigo suspirar y una extraña sensación me golpea el pecho.

Dime

Te quiero. Pásate esta noche, por favor, te prometo que saco como pueda un rato para estar contigo. Tengo ganas de verte.

No te preocupes Alan, allí estaré seguro. Yo también te quiero.

Le cuelgo, la culpabilidad me atenaza la garganta en un nudo que ni siquiera me deja tragar saliva. ¿Se tenía que poner romántico justo hoy? Me siento como si hubiera cometido el peor de los crímenes. Necesito hablar con Sara. Y esta claro que ella tendrá mucho que contarme también. ¡Vaya dos!

Me levanto lentamente y corro la persiana. Otro día perfecto para lo que sea: playa, paseos, terrazas, fiesta

Observo mi imagen de pie frente al espejo. Estoy realmente horrible, pálida, ojerosa, despeinada. Me examino con más detenimiento, no hay chupetones por ninguna parte, afortunadamente, pero descubro hematomas en mis delgadas rodillas y un arañazo de tamaño considerable en la cadera. Me lo froto distraída, recordando inevitablemente como pasé por alto las molestias de las rocas clavándose en mi espalda mientras Gabriel me follaba dentro del agua. Se me encienden las mejillas casi al instante. No lo puedo controlar, a pesar de la terrible sensación de culpa la evocación de todo lo sucedido me excita hasta un punto que jamás creí posible.

De nuevo, algo me sobresalta. Mi madre toca la puerta.

¿Mamá?- pregunto envolviéndome como puedo el cuerpo con la sabana.

Gloria ¿vas a comer?

Si, me ducho y bajo enseguida.

Muy bien, voy a descolgar la ropa, cuando bajes aliñas la ensalada y pones la mesa.

¡Vale!


(Habla Sara)

"Cuando Gloria me llamó para decirme que tenia algo que contarme, pensé que sería cualquier tontería sobre algunos de los muchos estupendos que nos babean los zapatos cada vez que salimos. Pensé que quizá se hubiera encontrado en la discoteca con el tal Andrea y se habrían dicho cuatro burradas, o que tal vez alguno de los machacas hubiera intentado algo más fuerte que estamparle un sello en escote…en fin, cualquier batallita de las que nosotras tenemos a patadas pero que no por ello dejan de alterarnos y también encantarnos, para qué negarlo. Además, yo estaba demasiado ansiosa por relatarle de una vez todo lo que ella se había perdido desde que me escapé con su hermano. Si no lo contaba iba a reventar… pero en cuanto ella empezó a hablar, me pilló tan por sorpresa su mega desliz que por poco me olvido del mío.

Lo primero, me parecía tan increíble que de entre todos los tíos buenos dispuestos a tirársela se hubiera ido a dejar convencer por Gabriel que cuando me dijo el nombre no puede evitar exclamar: ¡¿con quien?! a pesar de que lo había entendido perfectamente. De todos modos, tengo que reconocer que me hizo un relato tan explícito (muy en su línea), y tan lleno de emoción que me maravillé ante la idea de que Gabriel fuese todo un "latin lover". La verdad, yo siempre le había encontrado un puntazo, aunque mi imaginación no daba para tanto… pero en realidad, la que es una puñetera tigresa es mi amiga, por mucho que vaya de buena cuando le conviene y que a veces le cueste tanto reconocer que le encanta el sexo duro. ¡Vamos! La conozco mucho mejor de lo que ella se cree.

Cuando Gloria terminó de contarme su odisea sexual, lo único que atiné a decir fue: "Es increíble Gloria, qué fuerte, pero…¿no se te habrá pasado por la cabeza liarla y contárselo a Alan no?". Silencio. Tras él, una serie de titubeos vacilantes y poco coherentes. La corto, tajante, y no tardo ni dos minutos en convencerla de que lo suyo no ha sido más que una aventura de verano para recordar entre nosotras, y que no tendría ningún sentido arriesgar una relación como la suya por un polvo (ni por dos, ni por tres…).

Tras mi arrebato de solidaridad y sentido común, cogí aire y le dije:

Bien, ahora me toca a mí.

Joder, no se si de verdad quiero escuchar como te has tirado a mi hermano

Calla anda, déjame contarte, no acabes así con el misterio.

Bueno

A ver, no se ni por dónde empezar.

La parte en la que Aaron y tú os empezáis a comer las bocas ya me la se, a partir de ahí, donde quieras.

Ja ja. Déjame concentrarme ¿quieres?

Gloria suspiró al otro lado del teléfono, pero se calló y al fin pude empezar a poner en palabras todo lo que llevaba horas deseando contarle:

Cuando tu hermano y yo salimos de la Nitro yo estaba más que cachonda y me moría por decirle que cogiera el coche y que nos metiéramos en cualquier camino de campo solitario y oscuro. Lo único que quería era seguir con lo que habíamos empezado delante de vosotros. Era consciente de que la acababa de liar parda pero te juro que estaba tan caliente y llevaba tanto queriéndome enrollar con tu hermano que Marcos ni siquiera se me pasó un segundo por la cabeza.

Que llevabas años queriéndote hacer a mi hermano no es nada nuevo cariño, pero sigue.

El caso es que tu hermano me llevó a su coche sin decirme ni una sola palabra, encendió la música y desde ese instante me empecé a sentir algo descolocada.

¿Qué quieres decir?

¡Tu hermano me puso un repertorio de éxitos románticos de los años sesenta!

Ya sabes como es de friki para la música tía

Joder Gloria, ¿tienes que chafarlo todo? Ella se río y me dijo:

¿Y entonces qué?

Pues ahí mismo, en el parking, con todo el ruido de la disco de fondo, él y yo escuchando "the unchained melody" en silencio. Entonces comenzó a acariciarme el pelo, las mejillas y me dio un beso totalmente cinematográfico.

Por favor Sara, me va a dar un subidón de azúcar

Joder, como se nota que no llevas toda la adolescencia pillada del mismo sin que te haya hecho nunca ningún caso. Déjame que me recree un poco ¿no?

Venga, sigue.

En realidad no sabía muy bien como actuar, tenia la idea de que íbamos a ir al grano y allí estaba, derritiéndome con sus besos y sintiéndome demasiado feliz. Por fin, nos separamos, arrancó el motor y enfiló hacia el centro.

No me digas que Aarón te subió a su piso

Exacto ¿sorprendida?

Sorprendida no, lo siguiente. Teniendo en cuenta todo lo que le ha contado a Alan, si es verdad lleva desde que lo dejo con Tatiana sin subir a nadie…alucino.

Pues ahora vas a alucinar más todavía.

Silencio.

Cuando llegamos, tu hermano me pidió que me quedase un momento en el portal, "espérame aquí", me dijo, y a mi no se me pasó ni un segundo por la cabeza que me iba a subir. Creí que tenía que subir a buscar algo, condones, por ejemplo. A los diez minutos aparece, me da la mano y me lleva hasta su puerta. Según abrió me quede sin palabras, ¡había decorado todo el salón con velas! Creo que por unos segundos me quedé literalmente en "shock" ¿Qué hubieras hecho tú? ¿Gloria?

Perdona, perdona. Estoy intentando digerir que de la noche a la mañana el capullo de mi hermano se haya transformado en un Casanova romántico. Esto no lo descubre una todos los días

Pues imagínate como estaba yo, tía, que le conozco desde siempre, una cosa era un polvo para quitarme la espinita y otra muy distinta lo que estaba pasando.

Ya

Tu hermano me sentó en su sofá y ahí reaccione, me tire encima de él sin miramientos, pero él, me puso un dedo en los labios, se arrodilló frente a mí y me descalzó. Ya se que sólo llevaba las chanclas pero se arrodilló expresamente para quitármelas y me empezó a acariciar los pies muy suavemente.

Sarita… no me jodas que mi hermano también es fetichista ahora.

Su salida me hace echar una carcajada.

No… con los pies solo se entretuvo un momento, pero poco a poco fue subiendo y cambio las manos por la boca para lamerme los muslos. Ahí estaba yo, sentada con las piernas abiertas, mirando como Aarón me empezaba a devorar sin ninguna prisa. Y me estaba poniendo a cien ¡y ni siquiera me había quitado una sola prenda!

Ufff…pero que te empiecen a disfrutar de esa manera…me estoy empezando a poner caliente hasta yo, y eso que estas hablando de mi hermano

Pero es que vaya hermano tía, no te lo imaginas.

Gloria me lanza un bufido en plan "no seas animal ¡que es mi hermano!" así que decido seguir antes de que me interrumpa.

Sigo. Entonces Aarón me desabrocho el pantalón y supongo que ya te imaginas lo que me hizo ¿o no?

Está claro, no creo que necesite un croquis.

Gloria… en la vida me habían comido el coño así ¡tu hermano es un puto artista! Perdón que te lo diga así, pero es que es la verdad.

Joder Sarita ¿Qué te hizo que sea tan especial? Porque digo yo que Marcos cuando te lo come le pondrá ganas también

Ni punto de comparación, Aarón tiene una lengua mágica y encima al poco rato de empezar comenzó a follarme con un dedo, muy despacio, entraba, salía…yo me quería morir, no le arranqué el pelo de milagro. Luego me metió otro y acelero un poco ¡y así hasta el tercero! Dios…vaya tortura, creo que consiguió que me corriese así hasta tres veces, y yo nunca me había corrido sin follar.

¿Cómo pudiste aguantar tanto? A mi me hacen eso y antes de la primera vez me he tirado encima del tío seguro.

¡No me dejaba! Cada vez que intentaba moverme o levantarle la cabeza de entre mis piernas me decía lo mismo. "Relájate y disfruta, tenemos mucho tiempo"

¡Qué capullo! Y qué maestro, a ver si voy a tener que hablar de sexo con mi hermano mayor

¡Jajaja! Deberías… Bueno, cuando me oyó gritar en mi tercer orgasmo, después de no se cuánto tiempo, me dio la mano y me ayudo a levantarme de su sofá, que por cierto, estaba empapado.

No me extraña.

Y yo es que así no podía ni andar, Gloria, me temblaban las piernas, pero llegamos a la habitación y ¡sorpresa! También estaba ambientado con velas, y olor a vainilla.

Esto ya me cuadra algo, mi hermano es un maniático de los aromas, y se que le encanta el de vainilla.

Pues no se, deberías probarlo con Alan, creo que es bastante afrodisiaco, por lo menos a mi me encantó. Pero a lo que iba, aquí llega la parte que más me gusta. Yo llegué al cuarto de tu hermano con la camiseta y el sujetador, nada más, entonces él se sentó en la cama y me empezó a desnudar súper delicadamente, acariciándome la cadera, las piernas, la espalda… y ahí fue cuando por fin me dejó participar. Mientras nos besábamos desesperadamente nos quitamos las camisetas el uno al otro. Me encantan sus tatuajes…ya lo sabes. Y así, con la luz de las velas, tenia la sensación de que me estaba enrollando con un pirata del renacimiento, Aarón, con esos aros que lleva en las orejas, el que lleva en la nariz, lo moreno que está y todos esos dibujos en su piel que con las velas parecían moverse con vida propia… me encanta.

Pues a mi más que un pirata cachondo me parece más bien un macarra mafioso, pero si te empeñas

Vale Gloria, es que se me olvida que estoy hablando de tu hermano, pero ¿a quién se lo voy a contar sino?

Ya lo se, y no me importa, en serio, simplemente me hace gracia que podamos tener perspectivas tan distintas del mismo hombre.

La vida es así- me rio- te voy a seguir contando que al final no termino. Por fin, después de tanta calentada estábamos en el momento clave, yo tumbada con el culo al borde de su enorme cama y los pies apoyados en el suelo, y él de pie, con la polla apuntando al techo y observándome. Creo que ese instante de vacilación por lo menos duró unos treinta segundos.

¿Cómo?

Pues como te lo estoy contando, yo ahí esperando que me la metiera de una vez y tu hermano recorriéndome el cuerpo con la mirada de arriba a abajo. Entonces no me pude aguantar y le dije "Aarón, fóllame ya". Y el cabrón me puso esa sonrisa de niño malo que me vuelve loca y me dijo "¿eso es lo que quieres? Pues se acabó". Casi me da un ataque al corazón cuando dijo eso ¿se acabó qué? fue lo que pensé, creí que me iba a dejar ahí con todo el calentón, pero en vez de eso me agarro de los tobillos, me levanto las piernas en el aire y me la metió de una sola estocada. Por cierto tía, nunca me habías dicho que tu hermano la tiene enorme.

Pero tú… ¿Qué te crees? ¿que voy espiando a mi hermano por las esquinas para verle el pito? No le veo desnudo desde que él tenía como 16 años y la verdad, con 11 años una no está a fijarse en esas cosas y además ¡que es mi hermano!

Ya, pues hermano o no, tiene un pollón. Así que no sabes el grito que di, casi me parte en dos, pero te juro que a pesar del dolor me encantó, y él ni siquiera tuvo la delicadeza de quedarse quieto un segundo para que mi coño se acostumbrase a semejante aparato. Me empezó a taladrar con toda su fuerza, no demasiado rápido, pero de una forma muy contundente, no se si me entiendes.

Creo que puedo imaginármelo. Ufff Sara…que rico.

Rico pero algo doloroso también ¡eh! No sabes como tengo lo de abajo…la ultima vez que he ido al baño tenía restos de sangre en el tanga. Pero ya se me pasará, ahora sigo a lo que íbamos. Tú imagínate, después de todo ese derroche de dulzura y detalles, en una habitación decorada para hacer el amor, Aarón me estaba destrozando sin compasión, y me tenía bajo su control total. Cuando abrí los ojos por un segundo me encontré con su mirada perversa y encendida con el brillo de la llama de las velas, y me dijo "Esto es lo que te gusta ¿verdad Sara? Eres una pequeña putita... Pues te voy a dar hasta que me supliques que pare."

Gloria bufó indignada y yo me justifiqué.

Nunca en mi vida hubiera creído que dejaría que nadie me hablara de esa forma. Nunca. Pero lo fuerte es que esas palabras me pusieron más cachonda aún y no hacia otra cosa que gritar y gemir pidiéndole siguiera.

Joder, como te va la marcha, ten cuidado que estas cosas van a peor… ¡jajaja!

Pues bromas aparte, yo también me estoy asustando un poco conmigo misma. Pero todavía no he terminado.- cojo aire para seguir, notando como un cosquilleo me asciende desde los muslos hasta el vientre, cada vez que las imágenes de esta madrugada vuelven a mi cerebro me caliento, y me pregunto si volveré a tener una encuentro con Aarón.- No gemía Gloria, literalmente gritaba, arañando sus sabanas. En esa postura no podía hacer otra cosa, y no sabia cuanto iba a aguantar así, pero tu hermano me embestía sin tregua, mirándome con cara de salvaje enloquecido. Y yo como una verdadera perra le pedía más, y cada vez que lo hacía, él sonreía de manera siniestra.

Escucho un leve jadeo al otro lado y una idea descabellada se me pasa por la mente.

Chiquitina… ¿no te estarás aprovechando de mi relato para hacerte un dedo no?

Mmmm…puede.

Me rio.

¡Perra! Pues nada, disfruta, tú no te cortes.

Sigue venga, no me dejes en ascuas.

Menos mal que no querías saber como me había hecho a tu hermano, si llegas a querer…jejeje. Somos lo peor, pero voy a seguir. Estaba a punto de correrme cuando Aarón me la sacó sin avisar, si eso lo llega a hacer cualquier otro le digo rápidamente cuatro cosas, pero tu hermano me tenía… ¿Cómo lo digo?

¿Dominada?

Exacto. Se que suena fuerte pero me tenía completamente bajo control. Y ahora viene lo mejor… Aarón me miro sonriente y me dijo "date la vuelta princesa". Mientras yo me daba la vuelta fue a su armario y abrió un cajón, yo pensé que por fin se iba a poner un condón.

Ya es que a ti también ya te vale, por mucho que te guste lo primero es lo primero ¿eh?

Bueno Sara, seamos realistas ¿si Gabriel no se hubiera puesto el condón por su mano mayor, le hubieras dejado sin polvo? o mejor ¿habéis usado condón en el agua? - Mi amiga suspira resignada al otro lado, a lo que yo contesto con un simple "ya", y sigo con mi historia. - Me dijo que cerrase los ojos, pero yo ya los tenía cerrados, no se por que, la verdad es que estaba tan a gusto en esa enorme cama, y tan cansada que los cerré por inercia, dispuesta a seguir disfrutando de sus embates en ese estado en el que estás despierto pero a la vez dormido ¿sabes a lo que me refiero?

Sí… me encanta follar cuando estoy así, Alan dice que estoy tiernecita. Es todo como una nube, amortiguado

Eso es, así estaba yo cuando tu hermano se acercó sigilosamente, apoyó su pecho contra mi espalda y me empezó a lamer el cuello mientras me volvía a meter su polla muuuuy despacito.

¡Mmmmhhhh…!

Exacto, ese mismo sonido hice yo, y ahora ya no te atreverás a negarme que te estás masturbando porque ese gemido ha sido totalmente real ¿eh?

Vale, lo confieso, joder es que todas estas aventuras tan repentinas me han alterado las hormonas, estoy que me subo por las paredes- me contesta Gloria en un susurro.

Yo estoy igual, y la verdad es que contarte todo esto no ayuda demasiado a que me relaje, me acuerdo de todo y me pongo cardiaca.

Sigue por favor.

Jajaja, muy bien. Aarón me lo hacía ahora dulcemente. Y la penetración era súper especial, cuando me la metía llegaba hasta el fondo y cuando salía casi lo hacía por completo, y con el ritmo lento que estaba marcando la sensación en cada entrada y salida las sensaciones de placer se intensificaban. Jamás me lo habían hecho así, fue increíble.

Gloria suspira.

A mí sí, de hecho, al principio, cuando Alan y yo hacíamos el amor yo siempre quería hacerlo en esa postura porque era en la que me resultaba más fácil tener orgasmos.

Mírala que listilla, ya con 16 añitos sabías lo que era bueno y voy yo y lo descubro ahora.

Pero tú sabes que Alan es…- vuelve a suspirar- es el mejor. Dios, sigue con la historia por favor, no quiero ponerme melancólica ahora.

No, definitivamente ahora no es el momento mi niña, y menos cuando seguramente ya te faltaba poco para correrte ¿o no?

Jajaja, qué cerda. Pero creo que después de este pequeño arrebato de añoranza ya va a ser imposible.

Nada es imposible. Calla, escucha y disfruta. No me interrumpas más.

Tu hermano me estaba llevando al cielo. Entre la tenebrosa luz de las velas y el aroma dulce del sexo mezclado con la vainilla, sumado a mi cansancio extremo, me parecía que estaba flotando en un sueño. No se cuánto tiempo pasé en ese estado, meciéndome en el placer bajo su cuerpo, gimiendo entre dientes. Me estaba haciendo disfrutar al máximo, pero a un ritmo lento y cruel que no me permitía llegar al orgasmo. Además, como ya te he dicho, estaba en una especie de estado semi inconsciente, pero muy agradable. Cuando llevaba así un buen rato, tu hermano me puso a cuatro patas, pero siguió penetrándome despacio, hasta que hizo algo que me hizo espabilarme inmediatamente.

¿Qué hizo?

Shhh… he dicho que no me interrumpas. En esa postura empezó a acariciarme en círculos toda la zona alrededor del ano. Al principio todo mi cuerpo se puso en tensión, nunca me habían tocado ahí, y él se dio cuenta, y sin parar de tocarme se acerco a mi oído y me susurró con dulzura "Tranquila Sarita, si quieres que pare, sólo tienes que decirlo". Pero yo me callé, pasada la impresión inicial la sensación de ser acariciada así era realmente gustosa. Tu hermano acababa de introducir en escena un estímulo completamente nuevo y fue como si le diese un impulso nuevo a mi excitación. Empecé a ponerme muy cachonda otra vez, así que aceleré el ritmo empujando hacia atrás con fuerza. Le oía jadear con más intensidad que en cualquier otro momento de la noche. Yo volvía a gritar de nuevo. Mi coño y todo lo de alrededor estaba tan lubricado que uno de los dos dedos con los que acariciaba mi ano empezó a resbalar ligeramente hacia dentro. Tu hermano aprovechó eso y se atrevió a meter casi la mitad de aquel dedo. "¿Te duele?" me preguntó metiéndolo y sacándolo con una facilidad increíble. No me dolía, no me dolía en absoluto, en realidad, me estaba encantando, y así se lo dije. Eso hizo que se atreviese a meter con mucho cuidado otro dedo, el segundo fue más difícil, pero cuando tuvo dos dedos dentro, los empezó a mover en círculos despacio, dilatando esa entrada sin que yo me diera ni cuenta. El placer me asaltaba por todas partes, su polla entraba y salía haciéndome gritar cada vez con más fuerza, esos dos dedos en mi ano me provocaban un no se qué electrizante y con la otra mano me estaba acariciando el clítoris ¿te imaginas?

Sara ni siquiera me contesta, pero su respiración más que agitada me lo dice todo. Sonrío y continúo.

"¿Te gusta" me dijo, y su pregunta me sorprendió bastante, porque era totalmente evidente que me estaba haciendo disfrutar de lo lindo, pero entre los gemidos que se me escapaban sin control conseguí responderle con un "no pares". Entonces sacó su polla de mi interior sin avisar, otra vez. Miré hacia atrás, interrogándole sin palabras. Aún me acariciaba el clítoris, pero acaba de sacar sus dos dedos de mi culo y se estaba tocando. "Tranquila cariño, ahora mismo seguimos". Volví a mirar hacia el cabecero, me costaba mantener los ojos abiertos, y cuando quise darme cuenta tuve la certeza de que tenía la punta de su polla en la entrada de mi ano.

Oigo a Sara ahogar un grito al otro lado, pero no le respondo, sigo contándole mi experiencia.

Yo no sabía qué decir, no estaba segura de querer tener sexo anal, tenía algo de miedo. Pero de nuevo me sentía presa de su dominación, además, estaba completamente cachonda. No se qué me pasó, pero fui yo misma quién empezó a empujar hacia atrás, intentando meterme esa enorme polla en el culo. Aarón me refrenaba, diciéndome que la primera vez tenía que ser poco a poco, que si no podía hacerme bastante daño, e introducía la punta untada en lubricante a cámara lenta, eso era lo que había sacado del cajón. Mientras, yo me desesperaba, con el coño palpitando entre sus dedos, deseando tener esa polla dentro, no me importaba donde, aunque reconozco que cada milímetro que avanzaba dentro de mí me provocaba bastante dolor, pero era soportable, sobre todo teniendo en cuenta lo caliente que estaba.

Sarita gime ya sin disimulo, y sus gemidos impactan directamente en mi oído derecho. La entiendo perfectamente, yo no me estoy tocando porque no sería capaz de concentrarme para contarle la historia, pero mentiría si no reconociese que me arden las entrañas.

Por fin tuve el glande dentro, la sensación era bastante extraña, y si él no me hubiera dicho que sólo tenía la punta dentro hubiera jurado que estaba repleta de polla. Se quedó sin moverse un momento, me preguntaba si me dolía, pero mi cuerpo ya se había acostumbrado a su tamaño, así que le dije que podía seguir. Cogió un poco más de lubricante y se embadurnó el trozo de polla que todavía tenía fuera. A partir de ese momento, todo fue muchísimo más rápido que antes. Poco a poco su pene me penetró por completo y nos empezamos a mover juntos. Me encantaba. No es que la penetración anal en sí fuese más placentera que hacerlo normal, era la idea de que me estaban dando por el culo lo que me encendía tanto. Tu hermano estaba ya completamente descontrolado, empezamos a gritar a dúo. Con una mano me estrujaba las tetas y la otra seguía con los dedos enredando mi clítoris. Creo que no duré ni cinco minutos, al fin, me corrí salvajemente. Tan salvajemente que los gritos no eran una liberación suficiente, así que enterré la cara en su almohada y la mordí con fuerza.

Ahhhh…- Sara también se acaba de correr, aunque creo que ha tenido un orgasmo bastante suave.

Aarón no tardó mucho más, y en cuanto le aparté la mano de mi coño porque me estaba haciendo daño, entendió perfectamente. Aceleró el ritmo agarrando mis caderas y a los pocos segundos descargó dentro de mí, mordiéndome el cuello como un animal.

Sara suspira con intensidad y finalmente dice:

Joder Gloria, vaya historia.

¿Has recuperado ya el habla eh?

Sí, y me he corrido muy a gusto, por si no te has dado cuenta.

Claro que me he dado cuenta boba, gemías en mi oído.

Perdona, ha sido inevitable.

No pasa nada tontita.

Sara se ríe y me de repente me pregunta:

¿Quieres que vayamos esta noche al Zénit? Alan nos ha invitado a escuchar una sesión de Samuel, puede estar muy bien

Perfecto ¿estás sola en casa?

Sí, mi madre se ha ido a cenar con María Jesus.

Pues en una hora estoy allí, me cambio en tu casa ¿vale?

Aquí te espero. Un besito

Besitos

Cuelgo el teléfono y reflexiono durante un momento. Mi amiga ha pasado de reconocer que se había corrido al otro lado del teléfono a invitarme a una fiesta en el bar de su novio. Se me escapa la risa y pienso "Es lo que hay, nosotras somos así".