Médico de pueblo 4
A veces, el pasado vuelve para destruir de nuevo tu vida...
Médico de pueblo IV
Llegó el día señalado. Fui a recoger a Montse al aeropuerto y nos presentamos en la puerta de la fonda. Joder estaba muy nervioso, parecía que iba a presentar mi novia a la familia. La recibieron con tanta simpatía y calidez que la dejaron totalmente desarmada. Cenamos en un pequeño comedor que no era casi utilizado apenas. Lo vi limpio, adornado con algunos ramos estratégicamente dispuestos y dos nuevas lámparas de luz indirecta que daban un toque de intimidad. Me tengo que quitar el sombrero. A veces me daban unas absurdas ganas de encerrarme es esa casa con ellas durante toda mi vida y no volver a salir. Otras veces preferiría que viviesen al otro lado del mundo. La cena estaba exquisita y la regamos con un par de botellas de una excelente reserva. Nos marchamos, no si antes, despistarme unos segundos y con mi entonado estado gracias al vino, abrazar y besuquear a mis anfitrionas por sus atenciones. Me echaron de la cocina casi a patadas riendo por lo bajo y me alentaron a que me fuera de allí, que aprovechara la noche con mi chica.
Entramos en mi habitación y otra sorpresa. La decoración renovada, una gran bandeja de frutas y una cubitera con una botella de champán metida en agua con hielo, funda nórdica nueva con unos dibujos que con juntaban perfectamente con el entorno. Vamos, mis chicas se habían vuelto a esmerar y habían convertido mi habitación en un coqueto apartamento de soltero. Incluso el sillón era a estrenar. Mi deuda con ellas seguía incrementándose hasta cuotas impagables.
Después de una memorable sesión de sexo, abrazada a mi pecho, Montserrat me comentaba sus pensamientos e ideas en voz baja. Yo estaba medio adormilado, los pacientes se habían puesto de acuerdo para darme las noches, con varias e interminables visitas de urgencia. Al menos tenía la satisfacción de haber salido airoso de ellas. Luego estaba lo del desgaste orgánico pues mi postura de no saber decir no a las proposiciones de cualquier bella mujer me empezaba a pasar factura. Ayer mismo me pesé y había perdido 3 kg y eso que no había casi tocado la bici. Además del peligro de irme yo mismo atando la cuerda al cuello con este desmadre que se estaba organizando a mí alrededor, más el consiguiente caos, en que se había convertido mi vida íntima.
-Federico, la Sra. Elvira es una mujer realmente impresionante, que lástima que sea tan distante y siempre tan envarada, aunque conmigo ha estado encantadora y me ha tratado súper bien. También he visto que las chicas te adoran y te respetan un montón. Granuja, estás rodeado de mujeres guapas, no se si me podré marcharme tranquila.
-jajajaja, Montse, tu mismo lo has dicho, ya ves como es Elvira y ojo ahora es más atenta conmigo porque hace tiempo que me conoce y creo que me tiene confianza, deberías haberla conocido cuando vine la primera vez. Las chicas son muy tímidas y buenas, trabajan muy bien como ya has podido comprobar (vaya que si trabajan bien sobre todo Simona, pienso), me cuidan a su manera y yo así no me siento tan solo y lo llevo mejor el estar separado de ti, aunque espero gracias a mi buena relación con mis superiores, un posible cambió de población dentro de la demarcación, que nos permitiría ahorrarnos de momento, unos 300 km. Algo es algo mientras sale alguna oportunidad en Madrid. Pero en el mejor de los casos aún pasara tiempo para que ese traslado ocurra..
-No te preocupes Fede, lo soportaremos y conseguiremos estar juntos. Te voy a ser muy franca, estaba preocupada por tu forma de vida como soltero fuera de tu casa ya sabes, descuidada y algo desordenada en comidas y demás. Ahora me marcharé más tranquila. Estás bien atendido y se nota que te cuidan.
-Son gente buena y muy servicial. (No sabía como plantearle un rumor que hacía algún
un tiempo me tenía intranquilo).-Oye puedo hacerte una pregunta que es posible que te moleste pero me gustaría que me la respondieras con franqueza porque puede haber un problema serio relacionado con tu intimidad. (Hacía unos días que un colega de confianza de esos que se tiran 10 horas delante de la pantalla y muy dado a visitar páginas españolas relacionadas con el sexo y todo tipo de perversiones, me había comentado una inquietante noticia. Era un autentico experto en la materia y me prometió que averiguaría algo más del tema).
-Claro cariño que te preocupa me miró algo extrañada y con cierto temor.
-Me llamó un amigo de Madrid hace unos días y me comentó que a través de un chivatazo de una clave de acceso, pudo acceder como usuario a un foro donde los participantes casi todos españoles o de América del sur que se relacionaban allí, previa identificación, se dedicaban por lo visto a filmar y colgar sus propias relaciones sexuales, sean de pareja o con chicas desconocidas. Parece ser que unas de las normas del foro era tapar obligatoriamente durante el video parte de la cara de los filmados para no ser reconocidos y evitar situaciones desagradables o alguna denuncia. Vio un nick de nombre NEFJEB muy usado por su antiguo amigo, sacado de un relato sobre un antiguo Dios egipcio y comprobó al entrar que era quien tu sabes (ellos habían sido un tiempo colegas pero ahora no se hablaban).El muy cabrón parece que tenía colgados varios videos con mujeres. ¿te imaginas ya por donde voy, verdad? Según mi amigo, por la forma de comportarse de ellas, no parecía que estuvieran al corriente de ser grabadas con su consentimiento. Lo hacía desde una cámara de buena definición fijada estratégicamente y convenientemente oculta frente al sofá supongo que de sus casa y se pasaba el rato en hacer todo tipo de guarradas mientras exponía a su inconsciente pareja a mostrar todas sus vergüenzas buscando con disimulo el mejor ángulo. Debes ser consciente que es posible que te filmara sin que tu te dieras cuenta si os acostareis en su casa. Te imaginas el escándalo. Mi amigo cree haber reconocido a pesar de la censura, a una conocida suya que había visto tomar copas con ese cabrón. No le lo ha dicho nada aun, porque le da mucho corte y siente pena por ella, pero imagina el marrón, esa chica está casada y tiene una niña pequeña.
Su cara empezó a palidecer y luego enrojeció de repente y me dijo con voz ronca por la tensión y el miedo mientras su cuerpo se encogía :-Como me haya filmado y lo reconozca te juro que va tener problemas gordos con la ley, pero si lo ha colgado aunque nadie me reconozca por lo censurado que comentas, lo pienso meter en la cárcel. Será hijo de puta, pero me lo creo, que vergüenza Fede si aparezco en esa mierda. Tendré que cavar un hoyo y enterrarme viva. ¿Qué vas a pensar de mi?
-Venga Montse, estate tranquila, mi amigo no ha comentado nada sobre ti y si tienes en cuenta que sabe quien eres ya me habría insinuado algo, prefiero no decirte por el momento su nombre, pues lo conoces y se que el ansia te hará presionarlo, consiguiendo solo hacerte daño tu misma. Tranquilízate, por favor y vamos a ver en que termina todo esto.
-Sabes que dirección es la página de ese foro. Me quedaría más tranquila si le hecho un vistazo por si las moscas.
-Me comentó mi amigo que es muy larga y con algunos signos para acceder al autor, pero que me la enviaría por e-mail. No le des más vueltas por favor.
-Fede, te imaginas que abres tu esa página y me reconoces. Y Tienes que sufrir contemplar impotente como otro tío me está follando, sabiendo que esta escena pasó cuando aun vivíamos juntos. Creo que si ese video existe y lo piensa colgar, te pido que no lo veas o me moriré, porque se que me odiarás. Si me quieres, de existir ese video te pido por favor que me prometas que no lo mirarás. Solo te digo que si lo haces, sabré que lo has visto, me lo prometes cariño?
Le dije que si. Antes de que ella me rogara prometerle eso, yo ya lo había decidido. Me sentía incapaz de ver a mi amada jodiendo con otro. Besando su polla y recibiendo su leche en la boca o en el coño. Del culo ni hablar, siempre se ha negado a dejarse encular. Pero esa ansiedad en pedirme que no lo visionara, parecía darme a entender de forma inconsciente que en esa película ella había hecho algo que no quería que viera. ¿Un trío?¿una orgía? ¿Tomando alguna droga con el?¿ Haciendo alguna guarrada como mearse o algo así? No se, empecé a hacerme pajas mentales y no saqué ninguna conclusión. El resto de la noche, Montse no estuvo receptiva a mis caricias. Estaba supertensa y de vez en cuando gemía como en sueños. Al final, me dormí.
Cargamos una pequeña maleta en mi coche y aparqué en el consultorio para recoger el recibo del seguro del que me había llegado hacía unos días. Cuando me senté en mi escritorio, encendí un momento el ordenador para ver por última vez en tres días si había alguna novedad. Mi contacto y amigo me había enviado un nuevo e-mail. Solo un escueto texto: "no te va a gustar Fede, piénsatelo antes de verlo, te va a doler. Lo siento por los dos " firmado Manolo.
Mi corazón empezó a latir a toda velocidad. Seleccioné la dirección y marque con la tecla derecha la opción "copiar" y dejé en ese momento mi dedo índice suspendido en el aire. Se le ordenaba pegar en el buscador, quizás el resto de mi vida me tendría que arrepentir de haberlo hecho. Escuché un claxon fuera, era Montse, que empezaba a impacientarse. Dude un momento más y ordené "pegar" la dirección en el navegador. Accedí directamente a la página y a los archivos de ese usuario. No me interesaba visionar las víctimas de ese cacho cabrón traicionero. Buscaba rápidamente indicios en los videos para poder descartar que Montse apareciera en alguno de ellos. Allí estaba, La primera toma congelada del inicio del video mostraba ante mis ojos su familiar anatomía, la cual reconocí con solo fijarme en un detalle de su culo, con aquellos tres pequeños lunares agrupados en un triangulo casi equilátero a la altura de su nalga derecha, cerca de la ingle Dios mío me quería morir, el mundo empezó a desmoronarse a mi alrededor Empecé a sentir una presión que parecía me arrancaría las costillas, sufrí por mi y aun más por ella y por el daño incalculable que ese cerdo le acababa de hacer. Me empezaron a caer las lágrimas y en un acto de estupidez absoluta, le di al play. Empezó la mayor tortura que he sufrido en mi vida. No tenía mucha duración, pero era súper explicito, parecía que el hijo de puta había dejado solo las escenas más escabrosas. Pude ver con los ojos inundados de dolor y lágrimas como se dejaba encular, algo prohibido para mi, como le metía un dedo en el culo mientras se tragaba la leche con la polla hundía en su garganta. Nunca pude yo hacerle eso, me decía que le daban arcadas aunque no le importaba tomarse mi leche cuando lo hacía en su boca. Lo del culo era de consejo de guerra y fusilamiento. Ahora entendía lo que me dijo sobre odiarla. Con ese cabrón se comportó como una verdadera golfa y aceptó cualquier perversión que durante años me había negado alegando que ella no hacía según que cosas. Que cacho de puta falsa y mentirosa era.
Montse entró en mi despacho, extrañada por mi tardanza. Cuando me vio con la cara arrasada por las lágrimas, las manos en la cara y un video con el "pause" activado, donde horrorizada podía contemplarse a si misma con la mitad de su cara tapada por un recuadro electrónico pero, ella al fin y al cabo para cualquiera que la conociera medianamente. La escena no tenía desperdicio, mi querida novia a cuatro patas estaba siendo sodomizada por el, mientras ella con la cabeza girada, le miraba por la expresión visible de parte de sus labios, con vicio. Parecía una puta excitada
Calló de rodillas e hizo un amago de querer decirme algo y se desmayó, di un respingo al escuchar la caída y me levanté a toda prisa para ayudarla. Se había dado un golpe en la frente y el chichón comenzaba a aparecer. Por lo demás, estaba relativamente bien. Había sufrido una gran impresión, tan destructiva que su cerebro desconectó como precaución. Pasa muy a menudo en estos casos. La apoyé en mis brazos y le pasé un frasco con sales de amoniaco por las fosas nasales, reaccionó enseguida. Y empezó a toser. Me miró y recordó, su expresión cambió de sorprendida a horrorizada y entonces volvió a mirar el monitor. Seguía allí la misma imagen congelada . Empezó a encogerse sobre si misma y abrazándose con las manos a sus piernas, comenzó a llorar como si aullara muy bajito mientras ella misma se mecía como un bebé. Estaba desconsolada, no era capaz de mirarme, se estaba desmoronando por momentos. Empezaba a hiperventilarse y pronto se volvería a desmayar. Decidí tumbarla en la camilla y ponerle un tranquilizante y algo de barbitúrico para que se relajara y durmiera. El sueño es una buena medicina en estos casos. Me dejaba hacer, como si estuviera ida. La llevé al coche ante su total pasividad, caminaba como una autómata. Me sentía muerto por dentro. La cargué en mis brazos y entré en la fonda., mi cara era una máscara de dolor, Elvira me miró con cara atemorizada y Valeria salió disparada para abrirme las puertas del pasillo donde se encontraba mi cuarto. Me siguieron mientras depositaba a Montse en la cama y se emplearon rápidamente a despojarla de los zapatos y el resto de la ropa. Se quedo en topa interior. La acostamos totalmente grogui y salimos en silencio, les dije que estuvieran tranquilas que no era nada grave y que el medicamento la haría por lo menos dormir 8 horas y dado su estado de abatimiento, incluso podían ser alguna más, no quise hablar de lo que había pasado, a pesar de sus insistentes preguntas, -luego. Les contesté. Me dirigí hacía la pequeña barra del bar y le dije a Simona: -anda, se buena y dame una botella de whisky y un bandeja con hielo. Apúntamelo en la cuenta.
Me preparó las cosas sin dejar de mirarme con cara preocupada, no pudo resistir más y me dijo : -Fede, perdón, Federico que te pasa? Como es que aun estéis aquí?¿que le pasa a tu novia?. Me mantenía siempre un respeto absurdo según mi punto de vista, pero ella era así y no la iba a cambiar.
-Simona por favor no me preguntes nada, cariño, no soy capaz de comunicarme con nadie en este momento, déjame que me marche a un rincón y beba a mi aire.
Su expresión me confirmó que no había problema. Estaba seguro que se encargaría de tenerme vigilado con su habitual disimulo y maestría, pero a cierta distancia para no incomodarme. Me daba igual. La verdad es que me daba igual todo el puto mundo en ese momento. Empecé a beber y beber. A la media hora ya había caído la botella. Me levanté y me dirigí a repostar, mi valiente despegue hacia mi objetivo que no era otro que coger una buena trompa, fue interceptado por Elvira y Simona que, apareciendo por mi retaguardia me cogieron por los brazos y me detuvieron. Las miré con los ojos medio cerrados y algo confuso, mi expresión cambió de repente y les solté una advertencia con un tono brutal y intimidante, nunca empleado con ellas y que las hizo encogerse de miedo, les dije:-Queréis hacer el favor de dejarme en paz joder. Quiero otra copa, si no pensáis dármela, me monto en el coche y buscaré si hace falta toda la noche, un garito donde pueda beber hasta reventar..
-Tranquilo Fede por favor , por favor , vuelve a sentarte, no estás en condiciones de coger el coche. Si me prometes que la que te traigamos será la última y luego te vas a acostar, te la traemos, pero no pienses que en este estado te vamos a dejar salir de aquí, te vas a matar con el coche , eso lo pienso impedir como sea, queda claro doctor?. Elvira había sido tajante y a pesar de mi furia apenas controlada, me plató cara y valientemente también me amenazó con atarme si hacía falta. Me conformé un poco mientras gruñía como un oso y volví a mi rincón aun enseñando los dientes como si defendiera mi territorio. La propia Elvira me trajo la copa. No se había cortado un pelo y con su inteligencia natural, la había llenado generosamente, para evitar discutir conmigo sobre la dosis y tenerme que servir una nueva.
-Si me cuentas que es lo que te está consumiendo, quizás pueda aportarte alguna idea interesante, dos mentes piensan más que una. La tuya querido Federico es muy brillante, pero ahora está rebosante de rencor y ira por lo que puedo apreciar. No se me ocurre que os ha podido pasar, salvo un confesión que haya destruido vuestra unión, quizás una nueva infidelidad. Elvira, me acariciaba la espalda mientras yo me mantenía algo inclinado en el sofá. Volví a beber y terminé el contenido del vaso en varios largos tragos mientras volvía a maravillarme de su inteligencia. Ella me miraba con cierta pena y me dejaba beber. Cuando entró al rato Simona me encontró medio apoyado en el pecho de Elvira mientras ella me acariciaba la nuca. Estaba totalmente dormido y también borracho. Me espabilaron y Elvira le dijo, -ponlo en mi cama yo dormiré en la nº6, es mejor que no esté con ella, que la deje descansar. Me incorporaron y volvieron a llevar a su habitación como aquella noche.
A las dos horas, desperté y me incorporé en la cama bastante desorientado y aun mareado . Solo estaba con shorts. Me vestí, aun era temprano y salí en silencio de la habitación de Elvira. No vi a nadie y me dirigí a la mía. Montse seguía dormida y su estado era bastante menos inquieto y tenso. La estuve observando sentado en mi sillón durante un buen rato. Mi tarjeta de visita para entrar en el infierno estaba escrita en la dirección web que tenía en el correo que me mandaron. Cada vez que le diera al enlace, mi viaje al infierno comenzaría de nuevo. Nunca debí visionar aquel video. Sus imágenes me recordaron con detalles una traición y también un desengaño. Le había dado a el, a un puto cabrón casi desconocido para ella todo lo que no concedía a su amado e idolatrado novio. ¿Alguien puede entenderlo? Yo por supuesto que no. Ella había jugado con fuego... En cierta manera la compadecí y me compadecí a mi mismo.
Medité y me empecé a atemorizar al ver lo que posiblemente ocurriría. Estos videos, empiezan a verlos 4 y aunque se filtre poco a poco la noticia, lo terminan viendo 40.000. Si Montse le mete una demanda, entonces que se prepare, va a ser más famosa que la Levinsky. Carnaza suculenta para los tabloides y para los morbosos.
Y claro, yo, como novio oficial, sería el escarnio de todo el mundo, pues cuando sucedió lo de su infidelidad, había sido comentada en aquellos momentos con generosidad y por cierto con muy mala baba por mucha gente conocida y habituales de nuestros ambientes. Ahora, la bella Montserrat, apareciendo en la pantalla siendo enculada en primer plano o mientras le comía el culo a aquel hijo de o haciendo una garganta profunda, para disfrute de los palilleros y descojono del personal en general. Eso, sin sumar el agravante de todo lo que a mi me había negado y que consintió hacer con evidente placer a ese fulano. Me fui a mi habitación y me tumbé con ella. No lo hice por estar cerca. Creo que en ese momento lo hice más como amigo que como su hombre. Me tomé una pastilla para dormir para no estar contando ejércitos de ovejas toda la noche. Me dormí.
A la hora, me desperté sobresaltado, escuché alguien entrar atropelladamente en el wc. Tengo el oído muy fino y a pesar del ligero somnífero, pude escuchar a Montse vomitando en el lavabo. Me levanté en silencio y poco a poco me asomé ligeramente por la rendija de la semi cerrada puerta. Estaba de espaldas a mi, con la cabeza inclinada en el retrete, aguantándose como buenamente podía, aferrando los bordes con sus manos, mientras, vomitaba y sufría arcadas, combinando las dos acciones con unos llantos muy bajitos pero de una intensidad dolorosa terrible. Me agaché y la abracé mientras ella, casi medio agotada del esfuerzo, continuaba sufriendo algunas arcadas. La levanté nuevamente en mis brazos y la dejé encima de la cama. Fui a mi botiquín y le di una pastilla que es bastante útil para relajar el estómago y cortar los vómitos. Además es rápida de efecto. Se tranquilizó un poco y recostada en dos almohadas me miraba con sus ojos llorosos como esperando resignada a sufrir los primeros embates de una tormenta de acusaciones tan poderosa como un huracán. No le di el gusto, me senté en el sillón frente a ella y encendí un cigarrillo. Fumo poco pero después de esto, vete a saber... la miraba con cara seria y expresión decepcionada..
-Piensas que soy una hipócrita verdad Fede, además de una puta que te ha estado engañando, mientras permitía a ese cabrón hacerme cosas que siempre te negué. Yo también lo pensaría si fuese tu. Esa imagen fue grabada seguro, durante nuestro último encuentro. Si lo que te digo es mentira quiero morirme ahora mismo cariño. Lo se porque solo en esa ocasión, lo hicimos en su casa. Esa noche acudí a la cita , pero la mala conciencia y el remordimiento ya me estaban pasando factura. Hasta ese momento, mi comportamiento había sido, en el tema sexual el habitual que tu conoces. Pero esa noche con la promesa de hacerme tener aun más placer en los orgasmos, probé una droga de diseño que el me suministró. Lo hice algo inconscientemente , yo confiaba en él y me sentía abandonada por ti.. Era la primera vez que probaba esa mierda, a los pocos minutos me sentía dispuesta a hacer cualquier cosa que ese tío me propusiera, aun me entran escalofríos cuando bajo su efecto, encontraba interesante que me follaran varios desconocidos, imagina si llega a darse esa posibilidad. Me cagué de miedo e intenté luchar contra la sustancia, eres médico y sabes de que te estoy hablando, tu intenta imaginar lo que te estoy contado. A las 2 horas, me desperté aun mareada y extrañamente excitada, pero en ese momento, conseguí tomar el control de mi cuerpo, de mis emociones y me marché de allí como pude, totalmente asqueada, sintiéndome sucia y desamparada. Me había dado algo para que mis barreras cayeran y mis perjuicios se convirtieran en deseos. Al día siguiente le llamé y le advertí que sabía como me había violentado y que si se acercaba a mí, le denunciaría por acoso y pediría una orden de alejamiento. Se lo tomó muy mal y me pidió que me tranquilizara, que no se volvería a acercar a mi, que había muchas zorras tan viciosas, dispuestas a consolarlo y no valía la pena discutir con una tan problemática como yo. Lo hizo para hacerme daño y para hundirme en la miseria.
Todo este relato me lo contaba, con voz débil y frecuentes pausas para llorar calladamente, durante algunos instantes.
¿Entiendes porque aun después de hacerlo con el , no he querido complacerte a ti? ¿Qué habrías pensado de mi si como descubrí ese maldito día y para mi desolación al no ser tu quien me iniciaba, que el sexo anal me gustaba y que hacer según que actos en la cama eran excitantes y divertidos. Estaba entre la espada y la pared. No sabía como enfocarte el tema sin que pensaras que ahora me gustaba, porque quizás ya lo había probado con el. Ponte en mi lugar y dime que habrías hecho tu. Y ahora lo de Internet, creo que me quiero morir. Su llanto aumentó y empezó a tener alguna convulsión. Le volví a administrar un ligero somnífero y volvió a dormirse.
Me senté de nuevo, totalmente destrozado. No podía pensar con claridad, pero lo necesitaba. Bajé a cenar, me senté solo en la mesa del pequeño comedor. Estaba como ausente, Valeria apareció y al verme allí entendió que quería cenar solo. Me puso la mano en el hombro y tímidamente como si su tono de voz pudiera molestarme, me dijo con un susurro, que me apetecía. La sonreí con tristeza y le dije que en esos momentos, lo que realmente me apetecía era irme a algún lugar donde no me conociera nadie. Me dio un beso en la mejilla me trajo algo de comer . No toqué la comida y me dediqué a vaciar la botella de vino. 2 horas después, me quedé dormido en uno de los sillones. Estaba casi grogui. En la mesa había tres botellas vacías y el plato sin tocar. Así y todo escuché una acalorada discusión entre Simona y ella. La primera le echaba en cara el haber permitido que bebiera tanto de nuevo. Valeria se defendía diciendo que yo era un adulto y que ellas no eran nadie para prohibírmelo. Para terminar el conversación le soltó, -Déjame ya Simona, mira como esta de hundido, coño, no se que le ha pasado con esa chica, pero seguro que es algo muy gordo, tu conoces a Fede y nunca lo he visto perder el control ni aun en las situaciones más desagradables. Está claro que está muy jodido. Pobre, me agobia verlo en este estado. Se fueron alejando y poco a poco dejé de escucharlas.
A los 10 minutos, apareció Elvira. Estaba como siempre impecable pero su cara mostraba preocupación. Cerró la puerta del comedor y se sentó en el brazo de mi sillón. Me cogió con la cara las manos y me miró con cariño y comprensión. Acerqué mi cara y la reposé en su pecho. Empecé a llorar como un niño. Ella, mientras, me acariciaba el cabello y me susurraba que debía descargar mis penas en alguien de confianza. Que creía que ella podía servir.
Se lo conté todo y mientras lo hacía, ella me seguía acariciando y alentándome a continuar. Cuando acabé, me pasó con suavidad la mano por lo ojos llorosos y me sentí mucho mejor. Le dí un beso en la boca, que ella no rechazó. Percibía su agradable olor corporal y su fragante perfume. Me miró intensamente, me cogió de la mano e hizo que la acompañara.
Esa noche Elvira se comportó como una mujer enamorada. Me complació en todo lo que quise, pero básicamente me hizo compañía y me dio a entender que nunca estaría solo, ellas me cuidarían siempre. Estaba totalmente destrozado, pero a la vez, reconfortado por su paciencia, cariño y atenciones.
Me tranquilicé y a las 6 de la mañana volví a entrar en mi habitación. Oi el ruido de la ducha y esperé. Salió Montse con una toalla en el pelo y otra envuelta en su cuerpo. Cuando me vi,, se quedó parada en medio de la estancia mirándome con ansia y temor. Yo ya me sentía dueño de la situación.
-No digas nada ahora Montse, tienes que tomar cartas en el asunto de los videos. Tu padre es procurador y sabrá quien es el mejor abogado y los pasos a seguir. Debes actuar con rapidez para que toda esta mierda se termine. Te voy a llevar al aeropuerto. no puedo acompañarte, solo me queda un día de fiesta. (Se lo dije con voz neutra, como si la cosa no fuera conmigo).
-Fede, (se puso otra vez a llorar) comprendo que no quieras seguir con nuestra relación. Te sientes herido y tienes razones más que de sobras para despreciarme, pero te pido que tengas en cuenta lo que me hizo ese cabrón de mierda para conseguir sus propósitos. Me siento sucia. Lo odio como no he odiado a nadie en mi vida. Ese cabrón ha intentado destruir todo lo que quiero. A ti, que no me vas a perdonar nunca lo que viste, también a mi que me veo expuesta a la vista de todos, practicando pornografía como si fuera una vulgar furcia. Su llanto empezó de nuevo.
-Montse, prepara las cosas que te llevo ya. Dame el teléfono de tu padre. Me he cambiado el móvil y ahora no lo encuentro.
-¿Qué vas a hacer, no se te ocurra llamarlo?
-Montse, no estás en condiciones de viajar en el estado en que te encuentras. Yo no puedo acompañarte, mis obligaciones como médico me lo impiden. Es importante que alguien en quien confíes te esté esperando en Madrid y te ayude a poner en su sitio a ese cabrón. Se que será muy duro hablar de todo esto con alguien como tu padre , pero se que el es un buen profesional y sabrá que hacer. Quien se lo va a pedir es su hija, no lo olvides. Ante todo, el te quiere.
-¿Qué va a pasar con nosotros Fede? Parecía esperar una respuesta de mí. No quise quitarle importancia a la grave situación.
-No lo se, ahora mismo no puedo pensar con demasiada claridad. Creo que lo más importante, es solucionar lo que hemos hablado y los demás problemas pueden esperar.
No intentó acercarse a mi. Sabía como soy. no estaba nada receptivo y en ese momento la habría rechazado. El viaje hasta el aeropuerto fue una auténtica tortura para los dos. En silencio, solo interrumpido por sus callados llantos y mi cara de circunstancias. Respondía a sus preguntas con monosílabos. Hacía una hora que su padre y yo tuvimos una larga conversación por teléfono. Afortunadamente, después del ataque de rabia que tubo y que realmente me asustó, escuchando frases como "a ese me encargo yo que le peguen dos tiros".Luego lentamente el sentido común se impuso y me dio las gracias mientras algo preocupado me preguntaba como esta yo, era consciente de que nuestra relación en esos momentos colgaba de un hilo. Le dije que ahora lo importante era que su hija superara esta situación y fuera a recibirla al aeropuerto.
Me despedí de Montse con un abrazo que ella procuró prolongar y un beso. Reconozco que su situación hizo que fuera más tierno de lo que el cuerpo me pedía. La última imagen que de ese momento guardo es la cara de Montse, cubierta por unas gafas de sol totalmente mojadas por sus lágrimas y su expresión de pérdida total, mientras se alejaba por la escalera mecánica, haciéndome un gesto de despedida con la mano. Volví a mi coche y regresé al pueblo.
Medité con egoísmo mis siguientes pasos. Me sentía traicionado y humillado. Es muy posible que la drogara. De hecho como profesional conozco varias sustancias, algunas sin olor y sabor que producen esos efectos. Algunos lo han utilizado para sus conquistas y se las han pasado por la piedra gracias al producto, con o sin su consentimiento. Eso no la disculpa. Montse es inteligente y sabía que ese fulano no era trigo limpio, como ella misma me había dicho. Fue su decisión verle y ahora todos íbamos a pagar sus consecuencias.
Continuará
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