Me vuelvo una zorra en el autobús(2)
El viaje es largo y los hombres del autobús quieren seguir jugando conmigo, esta vez con mi culo...
A pesar de las amenazas que acababa de decirme el hombre que estaba sentado a mí lado, estaba muy cansada y no pude evitar quedarme dormida. Cuando abrí los ojos estaba totalmente desnuda, y el hombre de mi lado seguía tocandome las tetas. Tardé un rato en darme cuenta que se estaba pajeando viendo como a la otra chica se la follaban. Ella también estaba desnuda, dada la vuelta en el asiento y atada las manos a las agarraderas del asiento de alante. Como el asiento no estaba reclinado del todo, tenía el culo en pompa pero no lllegué a ver si le estaban follando por el coño o por el culo, pero sin duda le estaba encantando ya que ella misma movía el culo como podía para que le dieran más fuerte.
El tío que se la estaba follando le daba fuertes azotes mientras se la metía. No pude evitar sentirme algo cachonda con la escena, hasta que me dí cuenta de que a mi me harían lo mismo. Me daba mucho miedo porque nunca había follado por detrás y no quería que a esos hombres se les ocurriera algo así. El chico que se la estaba metiendo empezó a gemir y corrió hacia la cara de la chica a la que tiro del pelo y le gritó:
-Abre la boca puta, que se que te encanta tragarte mi lechecita
Ella abrió la boca y él empezó a correrse sin control, cuando terminó se la metió en la boca y le dijo que cuando la sacara tenía que estar reluciente. Yo no me había dado cuenta pero el hombre sentado a mi lado me estaba mirando y sabía que estaba bastante excitada. Me acarició todo el cuerpo desde mi cuello, hasta en medio de mis tetas, por el ombligo, llegando hasta el coño y bajo un poco más hasta mi ano. Metió la puntita del dedo y me dijo:
-Seguro que nunca nadie te la ha metido por aquí ¿verdad? ¿te gustaría, guarra?
Yo estaba aterrada y no quería que eso pasara y le pedí que no lo hiciera. Mientras contestaba él seguía metiendo poco a poco su dedo en mi culo, algo que me estaba poniendo aun más caliente. Él hizo como si no se diera cuenta, pero creo que en el fondo lo sabía.
-Está bien, está vez voy a ser bueno contigo guarra, porque antes me la has chupado muy bien.- Mientras hablaba comenzó a meterme un segundo dedo en el ano- haremos un juego, a una de vosotras os vamos a meter la polla por el culo, tampoco vamos a desperdiciar a semejanes zorras – ya tenía prácticamente el segundo dedo metido- está en vuestra mano evitarlo… se de verdad queréis hacerlo, claro.
-¿Qué.. qué tengo que hacer? - pregunté asustada, sus dedos estaban moviéndose adelante y detrás muy suave y me estaba encantando, pero al mismo tiempo sabía lo gorda que era su polla y no quería que me la metiera sin piedad.
Entonces, el hombre me levantó y me puso en medio del pasillo, todos los hombres que estaban también desnudos se me quedaron mirando. Estaba totalmente desnuda y mis tetas botaban a cada paso que me hacía dar y me daba cuenta como todos miraban embobados cómo se movían. Él también se dio cuenta y me agarró los brazos poniéndomelos en la espalda, haciendo que así parecieran aún más grandes mis tetas.
Me excitó un poco sentir como todas las miradas se clavaban en mí. De hecho, ya estaba otra vez chorreando, noté como mis fluidos bajaban por una de mis piernas y me dio miedo que se dieran cuenta. Mientras me llevaba al centro del pasillo algunos de los que ya me la habían metido se atrevían a tocarme las tetas o me pellizcaban los pezones. Nos pusieron a las dos mujeres una delante de otra, mirándonos. La otra chica también tenía las tetas grandes, parecía algo mayor que yo y tenía un pelo castaño largo precioso. Estaba sudada y muy roja, pero la verdad que tenía cara de guarra. ¿Yo me vería así también?
- Muy bien -dijo el hombre - el juego es muy sencillo, la que primero se corra demostrará que es la más zorra, y la que se merece que le rompamos su culazo. Podéis haceros lo que queráis, todo está permitido.
Entonces nos soltó a las dos, que nos quedamos un segundo mirándonos sin saber muy bien qué hacer. Sin embargo yo bajo ningun concepto quería que usaran mi culo a su antojo así que me avalancé sobre la chica y empecé a comerle las tetas. Con mis dos manos le junté mucho las tetas y empecé a pasar mi lengua por los dos pezones, de uno a otro, de uno a otro. Ella no reaccionaba, pero estaba gimiendo muy bajito así que pensé que sería fácil ganar. Empecé a besarle por la tripa y fui bajando hasta encontrarme con su coño, sin dejar de usar las dos manos para jugar con sus pezones y sus pechos. Ella si lo tenía depilado y olía muchísimo a semen, que aún le chorreaba entre las piernas. Pero me dió igual, empecé a pasarle la lengua por los labios y se los fui abriendo poco a poco con la lengua hasta encontrar su clitoris. Estaba ya duro y empecé a mover la lengua arriba y abajo. Miré alrededor y muchos de los tios estaban pajeandose disfrutando de la escena, yo también me había puesto muy cachonda y ella seguía paralizada pero su cara decía que estaba disfrutando.
Estaba a punto de correrse, le notaba como le fallaban las piernas cuando de pronto me empujó. No me lo esperaba y caí de espaldas, antes de que me diera tiempo a levantarme se tumbo encima mío. Empezó a comerme las tetas y a morderme los pezones, muy fuerte, le grité que me hacía daño pero le daba igual, quería vengarse por haberme avalanzado sobre ella. Mientras lo hacía movía su coño contra el mío y lo frotaba. Nunca había sentido tanto placer, pero no podía correrme. A ella también le estaba encantando, no podía disimularlo, solo tenía que aguantar más rato que ella.
- Venga, ahora que estáis las dos calentitas vamos a empezar a jugar en serio –dijo el hombre que nos había llevado hasta el medio del pasillo para revolcarnos como guarras mientras todos miraban.
Entonces, la levantaron y le obligaron a darse la vuelta, para tumbarla con su coño apuntando a mi cara y al revés. Esta vez fue ella la que no dudó en abalanzarse, noté su húmeda lengua entrando en mi coño, escupiendo y lamiéndome los labios. Yo empecé a hacer lo mismo, no podía permitirme que tomara ventaja y yo estaba a punto de correrme. Entonces vi una polla enorme metiendose en el coño de la otra chica que empezó a darle embestidas muy fuertes. Solo podía mirar y lanzar algún lenguetazo para ver si acertaba. Pero se movía tan rápido que no lo conseguía. Antes de que me diera tiempo a alegrarme de la ventaja que me habían dado, noté que a mi también me la estaban metiendo. Una polla gruesa y grande, sin embargo, al estar yo debajo ella conseguía lamerme mejor el coño. Era imposible aguantar más, empecé a gemir como una loca, me la estaban metiendo muy fuerte, mientras notaba como me lamían el clitoris y el coño de ella había pasado a estar en mis tetas. Los huevos del chico que se la estaba follando me golpeaban en las tetas y al mirar hacia arriba, apunto de explotar, vi a dos o tres hombres grabando la escena con el móvil. Eso, sin saber muy bien por qué, me excitó aún más y me empecé a correr mientras notaba como la polla que me estaba follando me llenaba de su leche calentita. Un segundo después, la zorra que tenía encima también empezó a correrse, notaba como se acariciaba el clitoris mientras se la follaban y gritaban que le dieran más fuerte.
Apenas había tomado aire de mi orgasmo cuando de pronto empecé a notar que alguien entraba en mi culo. Abrí los ojos como platos e intente quitarme, pero un dedo entro rápido en mi ano. Me escoció un poco y grité que parara, pero entonces otro dedo volvió a meterse. Era la zorra aquella que quería vengarse:
-Toma zorra, esto te pasa por querer que me sodomicen a mí, ahora todos van a ver lo zorra que eres, te voy a abrir bien el culito para que pueda acoger a todas estas pollas.
La chica estaba desatada y cuando terminaba de meter el segundo dedo ya quería meter el siguiente. Yo intentaba resistirme pero ella había apoyado todo su cuerpo sobre el mío y me costaba moverme. Además estaba entre dos filas de asientos y no podía irme hacia un lado. Cuando terminó de meter el tercer dedo empezó a moverlos frenéticamente, me hacía daño, pero había algo que me excitaba mucho. Los hombres sonreían, muchos se habían corrido hacia poco así que se limitaban a disfrutar del espectáculo de zorras que tenían delante, otros no paraban de hacernos fotos.
-Mira qué cara de guarra está poniendo, la muy puta le encanta que le metan los deditos por el culo, por eso se ha corrido la primera
-Pues que no se preocupe que tiene todas estas pollas dispuestas a follarse ese culito
Me empecé a asustar de q ue todos quisieran jugar conmigo y entonces, sin pensarlo, rodeé con un brazo la cintura de la otra chica que estaba encima de mí y le metí tres dedos de golpe. Dio un alarido de dolor pero me dio igual y seguí metiéndoselas. No quería que sufriera mucho, solo desviar la atención hacia ella, así que empecé a lamerle el coño mientras le metía los dedos. Los chillos de dolor se convirtieron en gemidos, pero no paró de meterme los dedos por el culo. Cuando pensaba que iba a ganar, quitaron a la chica de encima de mí y se la llevaron al fondo del autobús.
- Ya basta – dijo el hombre que antes iba sentado a mi lado –me has puesto tan cachondo que necesito metertela
- Vale, pero por el coño por favor… que por el culo me hace daño
- Pero ¿qué dices? Con lo que te ha costado ganarte que desvirgue ese culito tan rico
El hombre no me dejó suplicar más y me levantó como si no pesara nada. Yo pesaría unos 50 kilos y aquel hombre 90, así que supongo que era como una pluma para él. Me cogió un brazo por cada pierna y me las abrió, noté su polla dura en mi culo, se estaba restregando entre las dos nalgas esperando a acertar en algún momento. Yo intentaba zafarme pero me era imposible. Entonces, el hombre, viendo que no podía metermela así me puso en uno de los asientos que estaba reclinado, en la misma postura que había visto que ponían a la otra chica, con el culo en pompa y boca abajo. Noté la punta de su pene en la entrada de mi culo y volví a gritar desesperada. Justo miré hacia un lado y me di cuenta que estaba en la ventanilla y que en el carril del al lado había un coche con un hombre que estaba sacandome fotos, y me tapé la cara muerta de vergüenza de que me vieran ahí, desnuda y con una polla a punto de entrar en mi culo.
- Hoy me siento generoso, putita, vamos a jugar a otro juego
Yo no me atreví a preguntar qué quería
- O si prefieres te la meto de golpe
- No.. qué juego.. –susurré mientras notaba la punta de su polla presionando mi culo
- Voy a metertela muy despacio y mientras mi colega te va a grabar la cara mientras le explicas a tu padre que te has vuelto una puta y que ahora te encanta que hombres mayores te la metan por el culo y que te llenen de leche.
Me quedé palida, no podía hacer eso ¿y si alguna vez lo veían? ¿y si después la chantajeaban con ese video?
- Venga, que no tengo todo el día ¿qué prefieres eso o que te la meta de golpe?
Me entró el pánico, ya estaba notando como entraba y me hacía bastante daño, tenía la polla muy gorda y no podría soportar algo así
- Muy bien, pues de golpe entonces – sacó lo poco que había metido y noté como cogía otra posición para poder hacerlo
- NOOO, está bien lo haré… lo haré
- Muy bien putita, esa es tu cámara
Un flash apuntó a mi cara y entonces empecé a hablar:
- Hola papá…-la polla empezó a entrar sin esperar nada, dí unhondo suspiró- podrás ver queeee… me he convertido en una zorra a la que le encantaaaahhhh… - me la estaba metiendo más rápido de lo que creía y había llevado una mano a mi coño para masajearme el clítoris, intenté tomar aire y seguir- que le metan la polla.. ahh joder me haces daño- su polla ya estaba dentro, había empujado de golpe el último trozo y me estaba muriendo. Yo me quedé paralizada y él se quedó quieto y me dijo
- Calla puta o te la saco y te la meto de golpe más de una vez, sigue diciendo lo zorra que eres o te destrozo este culito prieto que tienes – dijo mientras empezó a metermela y sacarmela rápido mientras me masturbaba
- Me encanta que me metan la pollaa.. joder… por el culo… siii, todos los que están aquí me la van a meter, papá, ahhhhh, y también por la boca, ya sé que quieres que sea una chica buena… ahhhhhh, pero es que me encantan las pollaaaaaaaaaaaaaaaahh
Me empecé a correr como una loca, gimiendo y culeando para que no parara en el pero momento, me estaba encantando la sensación de tener una polla en el culo, y ese cabrón me estaba machacando el coño, noté que él también se estaba corriendo porque me la clavó hasta el fondo y dejó que toda su leche entrara en mi culo.
Yo me desplomé sobre la silla, estaba ardiendo y no podía más. Entonces noté como el autobús apagaba el motor. ¿Ya habíamos llegado a Madrid? Con tantas pollas se me había pasado el viaje volando.
CONTINUARÁ