Me vuelvo una zorra en el autobús(1)
Un hombre me masturba en público mientras estoy dormida y después me obliga a ser follada por todos los que viajan en nuestro autobús...
Yo era una buena estudiante, que había pasado los últimos dos años encerrada en mi dormitorio estudiando para poder pasar la Selectividad, quería estudiar Medicina y la nota media que me pedían era muy alta, así que apenas pude divertirme con mis amigos ni hacer todas las locuras que ellos se dedicaron a hacer durante el último curso. Pero todo aquello había tenido su recompensaba, allí estaba metiendo la maleta en la parte inferior del autobus queme iba a llevar a Madrid (¡por fin!) para poder estudiar la carrera. Salía ya de este maldito pueblo que me tenía enclaustrada y por fin podría empezar una nueva vida.
Era agosto y hacia muchísimo calor, iba a Madrid para ver algunos pisos a los que había llamado por teléfono y decidirme por alguno para mi primer año universitario. Llevaba una falda corta con un poco de vuelo y una camiseta comoda para el viaje. Eran casi cinco horas y no quería sentirme incómoda durante el trayecto.
Mi padre me había dejado en la estación pero no pudo esperar a verme subir en el autobús porque tenía una reunión y durante todo el trayecto me había dicho que tuviera cuidado, que para ser la primera vez que iba a la gran ciudad igual tenía que haberme tapado un poco más. La verdad, me había vestido más provocativa de lo normal porque no quería que mis futuros nuevos compañeros pensaran que era una palurda de pueblo y era la ropa más moderna que tenía.
Me acerqué a un autobusero y le pregunté si ese era el bus que me llevaría a Madrid. Era un señor bajito y gordo que me miro de abajo a arriba desnudandome con la mirada y asintió sin dejar de mirar mis tetas, sabiendo que yo me daba cuenta de ello, provocándome. Yo me puse muy nerviosa e intenté sacar el billete lo más rápido que pude, pero con los nervios se me cayó al suelo. Me agaché para cogerlo y cuando me levanté su mano rozó uno de mis pechos. Supusé que había calculado mal y me puse aún más roja, le enseñé el billete y me dejo subir sin dejar de mirarme, esta vez el culo. Me había tocado en el penúltimo asiento, al fondo del todo. Por suerte, tenía la ventanilla al lado.
Dejé mi bolso en la parte de arriba y me senté. Estaba apunto de ilusionarme con la idea de qe no me tocaría nadie al lado cuando un hombre de unos 40 años se sentó a mi lado. Era bastante guapo y su mirada también se quedó clavada en mis tetas, eran bastante grandes y el escote que me había puesto parecía llamar bastante la atención. Le saludé tímidamente y me puse la música para que no se atreviera a hablarme.
Tras un rato de estar en la autopista empecé a quedarme dormida. Estaba apunto de caer en un profundo sueño cuando noté unos dedos jugar con uno de mis pezones. Llevaba un sujetador de tela muy fina y notaba perfectamente como el dedo jugaba con mi pezón, que cada vez estaba más duro, muy despacio. Yo no sabía que hacer, me puse muy nerviosa y me dió miedo abrir los ojos. Intenté moverme para que pensará que me iba a despertar pero aún así no paró y cuando fui a girarme hacia el otro lado como quien no quiere la cosa me agarró por el brazo. Me rendí y pensé que enseguida se cansaría y pararía. Su mano dejó de jugar con mi pezón y empezó a masajearme una teta y después la otra, cada vez pretabamás fuerte y yo seguía fingiendo que no me enteraba, sin embargo me estaba empezando a excitar mucho. De pronto, acecó su otra mano y empezó a jugar con mis dos pezones, yo estaba poniendome muy cachonda pero no quería que lo supiera así que intentaba controlar mi respiración.
Sin cortarse un pelo me bajo la camiseta hasta que noté como mis tetas estaban fuera, después muy cuidadosamente las sacó del sujetador. ¡Estaba completamente expuesta! Estuve apunto de abrir los ojos y montarle ahí mismo un pollo pero entonces noté como su lengua empezó a lamer uno de mis pezones y a darles pequeños mordisquitos y volví a excitarme. Estaba ya bastante cachonda cuando paró, no sabía que pasaba y no quería abrir los ojos porque entonces sabría que me había dado cuenta. Tampoco quería quedarme todo el viaje con las tetas fuera. ¿No pensaba volver a metermelas para que no me diera cuenta de lo que acababa de hacer?
Mientras pensaba todo eso de pronto senti que algo biscoso caía sobre mis tetas. ¡No me lo podía creer! ¿Se acababa de correr en mis tetas? ¿Cómo podía ser tan guarro? ¿Por qué me había puesto tan cachonda algo así? Al poco empezó a extender su semen por mis tetas, las recubrió enteras y volvio a ponerme el sujetador y la camiseta.
Yo intenté quedarme dormida, esta vez sí, pero no podía concentrarme. No podía parar de pensar en lo que había pasado. ¿Lo habría visto alguien? En los asientos de nuestro lado no había nadie pero delante estaban los cuatro asientos ocupados, si por casualidad hubieran vuelto la vista atrás hubieran visto como ese homre se corría en mis tetas.Solo de pensarlo me estaba poniendo muy cachonda, movi un poco las piernas y noté lo mojada que estaba.De pronto, el hombre se acercó a mi oreja y me dijo:
-Sé que no estás dormida, zorra. He oído lo cachonda que te ponía que comiera las tetas. ¿quieres correrte? Desde que he entrado en el autobús he visto tu cara de guarra y sabía que necesitabas una buena polla.
Cuando le escuché hablarme me asusté muchísimo e hice que no me enteraba. Entonces él siguió hablandome.
- Si no me respondes ahora mismo voy a bajarte las bragas y te la voy a meter aquí mismo, y todos verán lo guarra que eres.
Eso me asustó muchísimo y decidí abrir los ojos. Le miré asustada, me miraba con más lujuria aún que antes, no le daba vergüenza lo que acababa de hacer y me dí cuenta que quería más así que me atreví a decir.
-No, por favor, no quiero que nadie me vea así
¿Te gusta tener las tetas bañadas en mi semen verdad?
No
-¿De verdad? Déjame comprobarlo
El hombre lanzó una mano a mi coño, que estaba mojadísimo y soltó una carcajada por la que uno de los chicos de alante se volvió extrañado, pero no alcanzó a ver donde había metido la mano aquel hombre.
-Parece que a tu coñito sí que le ha gustado que me corra en tus tetitas - dijo en una voz que a mi me pareció demasiado alta
Por favor, ya basta -susurré, cada vez más excitada
Si quieres que nadie nos escuche abre bien las piernas, zorra
Yo las abrí sin pensar y el hombre me bajo las bragas despacio. Nunca me había depilado porque me daba miedo cortarme así que el hombre se rió.
Con lo zorra que eres deberías ir sin bragas y con ese coñito al aire para estar disponible para todo el que quisiera follarte. ¿Eso te gustaría verdad?
No - le dije mientras me lo imaginaba y me ponía aún más cachonda
El hombre empezo a meterme dos dedos despacito y con el pulgar acariciaba despacio mi clitoris. ¡Dios! Me estaba muriendo de placer pero no quería correrme y demostrarle lo que me gustaba.
-Qué mentirosa, te encantaría que todos los de este autobus te la metieran, solo hay que ver la carra de guarra que estás poniendo por dos deditos de nada.
El hombre aceleró con sus dedos mientrasme masajeaba el clitoris, yo iba a estallar de placer, ya no podía contener pequeños gemidos.
-Mira como disfruta la zorrita ¿te estás acordando de cuando has notado mi semen en tus tetas? Dime lo que te gusta o paro.
Yo estaba apunto de correrme y no quería que parara así que empecé a hablar
- Joder sí, me encanta como me has chupado las tetas y como me estas masturbando. Dios, no pares por favor que voy a correrme
El hombre me miró un poco sorprendido y después sonrió. Entonces tiró con la otra mano de mi camiseta hacia abajo rasgando la parte delantera, después cogio mi sujetador y estiró hacia alante hasta que lo rompió. Mis tetas salieron disparadas, brillantes al estar untadas con su semen. Estaba tan escitada que me daba igual que acabara de romperme el sujetador, necesitaba correrme, estaba apunto de hacerlo. Entonces paró. Yo le miré rápido y él vio en mis ojos cómo necesitaba correrme.
-Vaya, la zorrita quiere correrse aquí mismo en público y no le importa estar medio desnuda en medio de un autobus. Si quieres correrte tendrás que hacerlo tú y solo te voy a dejar si me susurras al oído lo zorra que eres.
Yo le miré asustada. Me miré a mi misma y la verdad estaba prácticamente desnuda. La camiseta un poco rota el sujetador a los lados, las tetas fuera y chorreante y el coño al aire. Miré al rededor y nadie estaba mirando así que bajé la mano timidamente hasta mi coño y empecé a masajearlo suavemente, mientras el hombre no paraba de mirarme.
-Venga zorra, no disimules, metete los dedos como estas deseando.
Entonces un impulso pudo conmigo y me volví loca. Me quité rápidamente las chanclas que llevaba y pusé uno de los pies sobre su pierna y el otro en el borde de la ventana, con una mano me agarré fuerte un pecho y con la otra empecé a meterme los dedos muy fuerte. Tanto que se oía el chapoteo al entrar y salir entonces me acerqué a él y empecé a decirle que era una zorra, que me encantaba masturbarme con el chorro de la ducha, que me encantaba comer pollas, que me encantaba cómo me había comido las tetas. El hombre me miraba sonriendo y de vez en cuando decía lo cerda que era. Ya no podía más, iba a explotar ahí mismo, por fin estaba apunto de correrme.
-¿QUÉ HACES ZORRA? - gritó de pronto el hombre.
Todos se giraron hacia mi y me devoraron con la mirada. Yo estaba abierta de piernas, jadeando y con los dedos metidos en mi coño.
-Esta zorra ha empezado a masturbarse como una loca, y me ha pedido que le meta la polla.
No, yo no.. estaba.. - susurraba sin saber que decir. Me quedé tan bloqueada que ni siquiera me saqué los dedos
Mirad que guarra -dijo el de delante que se había dado la vuelta y me estaba mirando lascivamente - está deseando que se la metan por ese coñito peludo que tiene, ¿te gustaría que te metiera la polla verdad, guarra?
Yo sentía la mirada clavada de todos y negué con la cabeza avergonzada mirando hacia abajo.
-¡Pero si ni siquieras te has sacado los dedos del coño guarra!
Entonces me dí cuenta y fui a sacarlos pero el hombre de mi lado me agarró con firmeza y no me dejó sacarlos. Sonrió y dijo.
-La verdad es que me ha pedido que me corra en sus tetas, la muy guarra
El chico se dió cuenta de que me brillaban tanto porque tenían semen y sonrió. De pronto noté que mi asiento se iba hacia atrás y un chico apareció y empezó a sobarme las tetas con mucha fuerza.
Grité y le dije que me hacia daño, y cuando le fui a mirar para pedirle que parara su polla cayó sobre mi cara dandome un golpe. Tenía una polla enorme y gorda y empezo a golpearme con ella en la cara. Los demás hombres que miraban la escena se rieron, yo seguía con los dedos metidos en mi coño y sin casi darme cuenta empecé a masturbarme otra vez.
-Mira como le gustan las pollas -gritó alguien.
Eso me excitó aún más. Todos me estaban mirando, abierta de piernas, masturbandome meintras alguien me daba en la cara con su polla. El chico me echó más hacia delante dejando mi cabeza sin asiento y empezó a metermela tan fuerte que casi no podía respirar. Mi coño subió lo suficiente para que el chico de delante bajara tambien su asiento, quitara mis dedos y empezara a meterme la polla hasta el fondo, sacarla del todo y volvermela a meter. Tenía dos pollas entrando y saliendo de mi y no pude evitar correrme. Todo mi cuerpo empezó a temblar, por fin pude correrme y tuve el mejor orgasmo de mi vida. Sin embargo, cuando acabe las dos pollas seguían dentro de mí y en seguida volví a ponerme muy cachonda.
-Fijate, se acaba de correr y ya quiere hacerlo otra vez - dijo el hombre que había empezado todo esto.
Le miré de reojo y entonces me di cuenta que estaban haciendo lo mismo con otra tía, se la estaban follando a cuatro patas en otro de los asientos.
- Oye sí que viajan hoy con nosotro auténticas perras, venga tú, limpiale las tetas a esta que quiero meterle la polla entre esas ubres que tiene.
Empujaron a la chica hacia mí quien empezó a lamer sin dudar un instante. Me estaba comiendo las tetas y mordiéndomelas cuando sentí como la polla que tenía en la boca empezaba a expulsar semen a chorros y yo no pude evitar empezar a tragarmelo. Me la clavó hasta la garganta y yo estaba ahogandome así que tenía que tragar todo lo rápido que pude para poder respirar.
- Joder vaya zorra, seguro que no ha desayunado y le apetecía su ración de leche
Antes de que me diera tiempo a reaccionar el chico que había mandado limpiarme las tetas se puso encima y comezó a follarse mis tetas, mientras jugaba con mis pezones y yo empecé a gemir de puro placer. Cuando abrí la boca para gritar alguien me metió la polla tan fuerte que casi vomito allí mismo. Antes de que me diera cuenta estaba rodeada de pollas, algunos me cogían las manos para que les pajearan otros golpeaban mi cuerpo y se corrían encima mío. Estaba prácticamente cubierta de semen y no podía parar de correrme y cada vez gemía más alto, me estaba encantando como me metían la polla todos esos tíos mientras me azotaban y me llamaban zorra. Ya se habían corrido todos y yo no podía más, incorporé el asiento y me intenté vestir cuando el hombre de mi lado me dijo
-Aún quedan tres horas de viaje y tenemos que aprovechar que hayamos coincidido con semejantea zorraa. Entonces miré a la otra chica, que estaba totalmente desnuda, subida encima de un asiento, exhibiendo su culo y su coño por la ventanilla con toda la boca llena de semen y atada de manos pidiendo que le dejarab bajarse mientras otros hombres se reían, entonces me di cuenta, que sería un viaje muy largo...
CONTINUARÁ