Me vuelvo la puta de la oficina
Un viaje de trabajo me hace la puta de la oficina
En la oficina no tuvimos vacaciones de navidad por el exceso de trabajo y aunado a eso tuvimos que realizar un viaje de urgencia un compañero analista, mi jefe y yo, recordarán que con mi jefe habíamos tenido ya algún acercamiento.
Tomamos un vuelo directo a la Mazatlán donde estaban las oficinas que teníamos que visitar, al parecer que fuera playa en este momento no era importante ya que íbamos a trabajar, durante la salida del vuelo y el vuelo todos nos portamos decentemente, charlábamos de nuestras familias y lo que llegaríamos a hacer laboralmente. Así llegamos al destino y nos dirigimos a hotel, cada uno tenía una habitación diferente, por lo que los caballeros pasaron a dejarme primero a mi habitación para alistarnos para irnos a nuestro sitio de trabajo, sin embargo; al llegar a mi habitación y quedar que nos veríamos en unos minutos en el lobby, llegó mi sorpresa cuando el jefe al retirarse me tiró una nalgada muy sutil, pero lo hizo.
Así nos fuimos a nuestro sitio de trabajo, y pasó el tiempo nuestra prioridad era apurarnos para regresar pronto a la Ciudad de México y solo teníamos dos días para acabar nuestras tareas. Así se hizo de noche y tuvimos que salir de las oficinas, moríamos de hambre y bueno fuimos a refrescarnos al hotel para posteriormente ir a cenar al bar del mismo. Nos vimos en el lobby nuevamente yo bajé con un vestido nada entallado, pero si corto y sutil ideal para la playa, al llegar vi la cara de gusto de los dos caballeros.
Mi jefe me tomó por la cintura marcando su territorio y me pasó por delante de él, he de confesar que esto me parecía excitante, nos sentamos a la mesa, ordenamos y mi compañero tomo un respiro para ir al baño, nos quedamos mi jefe y yo solos en la mesa, como no podíamos hacer nada notorio el comenzó a tocar mi entrepierna por debajo de la mesa, yo sutilmente la quitaba y continuábamos la plática, pero él era insistente hasta que llegó mi compañero.
Al verlo mi jefe se paró desconcertado y se retiró al baño, Al verlo mi jefe se paró desconcertado y se retiró al baño, cual es mi sorpresa que mi compañero empieza a intentar platicar más cercanamente y a rosar la pierna con su pierna, no he de decir que me pareció desagradable pero consideraba inapropiado lo que hacía, en eso llegó mi jefe y continuamos los tres la plática, cenamos deliciosamente, tomamos vino, y la plática fue subiendo de tono, si posiciones sexuales, si tipo de sexo rudo y suave, finalmente a las 11pm yo decidí retirarme a mi cuarto a descansar.
Llegue a mi cuarto y me quite el vestido que tenía, el calor era insufrible, y de repente tocaron la puerta, volví a tomar el vestido y cuando abrí la puerta medio poniéndomelo y medio improvisado, sorpresivamente llegaba mi compañero a pedirme algunos temas del trabajo, lo invité a pasar y cuando de repente me di cuenta lo tenía por detrás arrimándome su tremendo animal, me respiraba en el cuello y se restregaba conmigo diciéndome suavemente que esto lo había visto venir toda la noche, me volteo me quitó el vestido, me empezó a besar forzadamente y yo comencé a gemir porque su animal lo tenía sobre mis piernas, me empezó a pellizcar el pecho y en pocos segundos estaba yo toda sin ropa en la parte superior, succionaba con su boca mis pechos y los mordía y lamía salvajemente, yo no podía dejar de gemir y pedirle que metiera su animal en mí, eran tan grande, que me hice la tanga a un lado, me subí en el tocador y la metí, me dolió tanto que no paraba de gritar de lo excitada y adolorida que estaba, en eso estábamos cuando tocaron a la puerta, le dije prontamente que se apartara, y cuando abro la puerta mi sorpresa es el jefe, que también venía todo parado e incluso se notaba ya algunas gotas de su semen en el pantalón, yo estaba que no podía más y me agaché a lamérsela, él se percató de la aparición del compañero y solo me dijo, eres una tremenda puta, me sentí incomoda pero finalmente también me excitaba, Cerro la puerta, obviamente estaba yo solo con las bragas y me hinqué para lamerle el pantalón, abrí el cierre y empecé a lamerle tremendo paquete, yo gemía como toda una puta y él empujaba mi cabeza contra su pene para que me lo comiera todo. Por detrás se acercó mi compañero y comenzó a agarrarme las tetas que por supuesto las tenía durísimas, yo no podía estar más excitada y gemía fuertemente como pocas veces lo he hecho, el compañero levanto mi trasero me hizo a un lado las bragas, se escupió su miembro, me abrió las piernas y me metió en el chocho su dedo para sentir que tan mojada estaba, después retiró su dedo y metió su pene y con su dedo movía y pellizcaba mi clítoris, yo no podía contenerme y se la mordía suavemente a mi jefe, mientras por detrás me la empujaban duramente, ambos me decían que era una puta pero que era la puta que mejor se habían cogido, yo con las manos me jalaba los senos, y me mecía para hacerle sexo oral a mi jefe y darle placer con mi chocho a mi compañero.
Se detuvieron ambos, mi jefe se quitó la ropa se acostó y yo me puse sobre de él, con los senos brincando mientras yo lo cabalgaba, su pene sentía como me traspasaba todo hasta el abdomen tenía un dolor pero era más el placer, mientras tanto mi compañero se ponía frente a mí, me tocaba mis senos y me ponía su miembro en la boca, yo seguía dándole duro a la cabalgada, gimiendo y gritando de euforia y placer, no pude más y me vino pero en eso le acerque mi chocho a su boca para que me lamiera toda mi leche, el la movía fenomenalmente y mi chupaba mi clítoris, mientras tanto mi compañero al sentir mi excitación, se empezó a venir en mi cara, chorreando todos mis senos, incluso llegó a caerle a mi jefe un poco de su leche, mi jefe no podía estar más excitado, me jaló y me la volvió a meter fuertemente, solo sentía sus pulsaciones dentro de mí y toda su leche como explotaba hasta que no podía más.
No pudimos más, nos paramos y me retiré al baño para enjuagarme tantos fluidos en la regadera, cuando miré mi jefe estaba también dentro del baño, me empujó las manos al frente me acomodó y me la volvió a meter, pero por detrás, me empujaba tanto que no tuve tiempo de enjuagarme ni de hacer nada más que ponerle sus manos en mis tetas y que las jalara, el me chupaba la espalda, me la mordía y yo me movía fuertemente porque estaba deseosa de volver a terminar con el dentro de mí, de repente me detuvo, me volteo, me cargó y me la metió, me pegó a la pared y ahí me deslizaba fácilmente, pude sentir nuevamente su gran pene dentro de mí, hasta que volvimos a acabar.
Me bajó, me beso fuertemente, y comenzó el a tallarme todo mi cuerpo, para quitarme toda la leche, yo no podía dejar de gemir y morderle las orejas, los brazos, de pedirle más y más, así lo repetimos una vez más el me la metía por detrás mientras tocaba mi clítoris, besaba mis tetas, sentía que quería arrancármelas, y volvimos a tener un orgasmo, en esta ocasión nos besamos por mucho tiempo, y finalmente nos salimos de la ducha.
Cuando salimos nos dijo mi compañero, parece que la han pasado fenomenal, yo tengo que dormir me retiro, pero los veo mañana en el desayuno, mi jefe y yo nos quedamos en la misma habitación, dormimos desnudos restregándonos toda la noche su pene, mis tetas, en la mañana fue otra historia que ya contaré después.