Me vuelvo a follar a mi vecino 7 años mayor que yo

Otro relato del fin de semana después de coger con mi vecino de 24 años teniendo yo 18.

Aquí llega la segunda parte del relato “ME FOLLO A MI VECINO 7 AÑOS MAYOR QUE YO.

Bueno, la historia del relato anterior sucedió hace 2 fines de semana, mientras que esta sucedió el fin de semana pasado.

Todo comenzó cuando al acabar nuestra magnífica noche de sexo, quisimos repetir, por lo que quedamos en que el próximo sábado al estar el solo en casa, me iba a recoger y nos íbamos a ir a follar.

El viernes por la tarde le comuniqué a mi madre que al día siguiente había quedado con mis amigas en el lugar de siempre a las 6 de la tarde y que íbamos a quedarnos a dormir en el campa de mi mejor amiga. A todo esto, ella sabía todo lo que había pasado y estaba de acuerdo conmigo en que si mi madre le llamaba o algo, ella diría q yo estaba con ella. Además, el miércoles nos echamos fotos como si yo estuviera en su campo para enviársela a mi madre. Una vez que todos estaba bien planeado, llegó el sábado. Sobre las 4h de la tarde, comencé a ducharme, mientras lo hacía, me tuve que salir rápido de la ducha para evitar masturbarme. Una vez duchada, comencé a hablar con él y me decía q me deseaba, que necesitaba estar conmigo y descargar todas las ganas que tenia de follarme, yo poco a poco comencé a ponerme mas caliente y a tocarme, comencé tocando mi botón, haciendo circulitos. Cada vez me ponía más caliente y necesitaba más tenerlo y pensar que solo estaba a la vuelta de la esquina pero no podía estar con él hasta dar veinte vueltas por mi ciudad... Comencé a meterme los dedos mientras hacíamos una videollamada, el no paraba de masturbarse y poco ha poco fui metiendo 1, 2, 3 e incluso 4. A todo esto, ambos nos corrimos, yo me tapé la boca para que mis padres no me oyeran. Me despedí de él y me monté en el coche para dirigirme al centro de la ciudad. Cuando llegué, me despedí de mi madre y me dirigí a un aparcamiento cerca del centro de mi ciudad. Cuando pasaron 2 min, llegó Samu. Para mi sorpresa me recogió en coche. Me monte y comenzó todo...

Al entrar en su coche, me vino un olor a hombre que me llegó al alma. Él me saludo con una gran sonrisa y con un besó en el que su lengua me llegó a la campanilla. En ese momento me dijo que era un bombón y que con el vestido que llevaba estaba para comerme. Aclaró que llevaba un vestido negro de tirantes anchos de canalé con un bolso blanco y unas converse blancas junto con un moño para no pasar calor y follar tranquilamente. Comenzó a conducir y lo hacía como un americano con su mano en mi muslo, en cada semáforo que nos parábamos nos comíamos la boca y poco a poco comencé a ver que no nos dirigíamos a nuestra urbanización por lo que al preguntarle que a donde íbamos me dijo que nos estábamos dirigiendo a un lugar secreto. Al llegar, me di cuenta de que estábamos en un solar rodeado de árboles donde podíamos ver el mar y que se encontraba apartado de todo, allí comenzamos a charlar y hicimos un picnic de merienda donde comimos muchas guarrerias. Beso aquí y beso allá, me tumbó en el césped y se me puso encima. Ahí, fue donde nos comíamos la boca sin parar, me empezó a besar el cuello y poco a poco, sus manos comenzaron a bajar, yo le quite la camiseta y estaba arañándole la espalda. Sus manos empezaron a acariciarme la cintura, la cadera, las tetas y poco a poco llegó a mi punto débil. Con una mano me apretaba un teta y la pellizcaba y con la otra comenzó a retirarme el tanga, cuando ya estaba por debajo del vestido, me lo arrancó con la boca y vio lo húmeda que estaba. Volvió a besarme y otra vez con la mano en mi pecho comenzó a tocar mi clítoris, comenzó a mover los dedos en círculos como yo estaba haciendo antes pero las yemas de sus dedos ásperas provocaba en mi una sensación que me ponía a 1000 por hora. Yo me arqueaba y le suplicaba que me masturbara. Comenzó metiendo 1 dedo y viendo que yo le pedía más, me metió 2, mientras que con el pulgar continuaba tocando mi clítoris. Con el sube y baja de sus dedos, comencé a sentir que esta llama por lo que el paso a comerme mi coñito. En tan solo 2 min me corrí en su boca y me empezó a besar para que yo no gimiera y no me escucharan así que el se tragó mis gemidos. En ese instante su bulto estaba que estallaba así que como estábamos a 10 min de casa nos montamos en el coche. Allí yo no aguante al verle el bulto, por lo que mientras que el estaba en el asiento del piloto y yo en el del copiloto, tomé la iniciativa y me senté en su regazo. Comencé a besarme con él y a mover mis caderas para ponerle todavía más caliente. El empezó a decirme que no aguantaba más por lo que me puse de rodillas en el asiento del copiloto y se la saqué para empezar a masturbarle. Poco a poco empecé a subir y bajar mi mano alrededor de su pene. Cuando ya estaba lo suficientemente erecto, comencé a meter su puntita en mi boca hasta que para no hacerle sufrir me la metí entera y comenzó el mete y saca, me tocaba la campanilla y eso poco a poco lo ponía más caliente. Me tiraba del moño hacia abajo para metérmela más y aunque me daban arcadas, no podía parar porque lo estaba disfrutando. Hasta que llegó el momento en el que se estaba corriendo. Me tragué toda su leche y él no paraba de gemir. Cómo estaba agotado decidimos esperar 5 min para dirigirnos a casa. Por lo que nos pusimos en camino y volvimos a enrollarnos en cada semáforo. En un instante llamo a su hermana para no cruzarnos la si estaba en casa y en ese momento comencé a acariciarle su bulto para ver cómo reaccionaba frente a la llamada.Confirmamos que teníamos luz verde, así que mientras Samu abría la puerta del garaje para meter el coche, yo comencé a ponerme unas gafas de sol grandes y una gorra para que los vecinos no me reconocieran, ya que su casa no estaba apartada como la mía, sino que estaba en el centro de la urbanización.

Al bajarnos del coche y abrir la puerta de la casa, el me cogió por la cintura y volvió a subirme por las escaleras mientras nos besábamos y me abrazaba para no caerme. Cuando llegamos a su cuarto, me empujó a la cama y en ese momento le dije que era suya, por lo que se montó encima mía y empezó a desnudarse hasta el punto en el que se quedó en calzoncillos. En ese instante yo me calenté como una perra pero él no me dejaba hacer nada. Me quito el vestido con la boca y comenzó a comerme las tetas. He de decir que se me escapó algún que otro gemido! Volvió a besarme y me hizo un chupetón en el cuello. Tras eso comenzó a besarme por todo el cuerpo hasta llegar a mi coñito, donde empezó a comérmelo. En ese momento comenzó a follarme con la lengua, yo no paraba de gemir y de arquear mi espalda para que su cara se incrustara más en mí. Me viene en su boca y cuando mi coñito ya estaba bien lubricado, Samu me metió todo su pene del tiron en mi coñito. A mis paredes le dolieron, pero poco a poco se fue adaptando y comenzó el mete y saca más fuerte de mi vida. Aunque me estaba embistiendo muy rápido, los dos estábamos tan calientes que tampoco pudimos para de besarnos. Nos pasamos toda la noche follando en su cuarto hasta que mi madre habló por Whatsapp y fue el momento de enviarle una de las fotos. Comenzamos a seguir follando, me volvió a follar la boca pero están vez no me follo el culito porque prefería mi coñito. En un momento de la noche, nos duchamos y follamos en la ducha bien duro. Pasamos casi toda la noche hasta las 4 de la mañana donde caímos rendidos y nos fuimos a dormir. Esa noche fue una de las mejores de mi vida porque dormí súper bien abrazadita a él.

Al día siguiente, cuando me desperté, volvimos a coger, me vestí y como supuestamente me acercaban a casa, me despedí de él con un buen morreo y con mi gorra y mis gafas me dirigí a casa. Cuando llegué, me dijo que teníamos que repetir y que lo había pasado muy bien, con que esté fin de semana volveremos a quedar para volver a coger.

Espero que os hayáis hecho la mejor paja de vuestra vida.