Me voy a USA y... Cap III: historias familiares

-La felicidad se encuentra en una combinación de tequila, sal y limón, esa es la clave. Nos ayuda a ser nosotros mismos, o al menos, otra versión. Para mí, es ese catalizador que me hace ser atrevido y enfrentarme al mundo. Solo más de una decena de chupitos de tequila explican que estuviera viendo aquel espectáculo sin irme. Estaban besándose en aquella fiesta, protegidos por la oscuridad y la muchedumbre. Una parte de mí murió en esa fiesta para dar lugar a otra. La cuestión podría ser: ¿Cómo me enamoré? Pues bien, digamos que siempre lo había estado aunque no lo admitiese. ¿Qué debería haber hecho? Quizás decirle algo. ¿Qué hice? Cruzar medio mundo.- Volví a tragarme el contenido de otro vaso de tequila y a notar cómo me ardía la garganta. Él me miraba con lástima y me abrazaba con más fuerza, intentando que olvidara aquella historia.

-Así qué esa es tu historia.-  Me miró con su sonrisa de pícaro cabrón.- ¿Ahora me toca contarte la mía?

-Supongo que sí...- Recargué  ambos vasos con tequila y me recosté en su pecho, deseando que mi hermano mayor me contara su historia.

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La historia de Mark.

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Yo vivía en el valle de Huxley, en una zona acomodada, en una casa con jardín delantero y trasero donde las de los vecinos son idénticas. Estábamos solos mi viejo y yo, nos organizamos para convivir solos.

Todo iba bien hasta que se mudó a la casa de enfrente una familia de la capital. Ya sabes padres muy ocupados, un adolescente idiota y una niñita que habla dando chillidos. Los saludaba si me los cruzaba y poco más.

En verano, me gustaba salir a correr por las afueras al anochecer. Siempre en la misma ruta, casi el mismo tiempo, con las mismas ardillas mirándome. Después llegaba a casa, una paja en la ducha y a dormir como un bebé. Una noche que mi viejo trabajaba, antes de meterme en la ducha tocaron el timbre. Me vestí solo con los pantalones de correr, sin nada arriba no debajo. Mi vecino me pidió si se podía quedar en mi casa porque sus padres no habían llegado y no tenía llaves. Imagina el resto, fui a ducharme, se metió en la ducha conmigo y me lo tiré de todas las formas posibles. Supongo que me hice adicto a aquel chaval y bajé la guardia.

Una tarde lo puse a que me la chupara mientras hacía un trabajo en el ordenador. Me puse cachondo y se me fue un poco la pinza. Lo desnudé y se puso a cuatro patas en mi cama. Le puse mis boxérs en la boca y le empecé a dar por culo. Me concentré en mi tarea y olvidé que mi padre vendría temprano y me pilló petándole el culo al vecino. Fui tan tonto que ni cerré la puerta. No dijo nada y se dio la vuelta.

El chaval saltó por la ventana y yo estuve dos días esquivando a mi padre. Hasta que un día entró en mi habitación y me cruzó la cara de un guantazo:

-¿Cuando empecé a criar a un idiota? ¿Es que no te han enseñado nada?-

Creía que me echaría de casa o algo peor. Me quedé en el suelo llorando. Él me tiró algo y me dijo:

-¿Sabes ponértelos?- Me tiró unos condones y le asentí- Pues joder póntelo. ¿Quieres que te se pudra la polla y te se caiga a trozos? Si te gusta petar culos lo veo bien, yo también lo he hecho, pero ponte un puto plástico. En esta casa no quiero más enfermedades. Y si te tiras a alguna putilla también te los pones, joder, no quiero ser abuelo todavía.

Y se fue.

Después fui a hablar con él y me contó que le gustaban las mujeres y los hombres, bueno que la bisexualidad la había sacado de él. Me dijo que viniera a esta universidad para experimentarlo todo y después eligiera. Poco a poco fui descubriendo cosas de él, como que yo no era el primero que se follaba al niñato del vecino. Mi viejo también se lo tiraba.

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-Joder, menuda historia. Me has puesto un poco palote. - Me di la vuelta para mirarle a la cara.

-Pues tengo una cosa mejor. Aunque te la tendrás que ganar.- Sacó su lengua burlándose de mí, y no me pude resistir a echarle un lapo. Lo tragó sin inmutarse y me mordió en el cuello.

-Me lo vas a contar o qué... Drácula-

-No he terminado, españolito- Me empujó me puse a su lado.

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Cuando mi padre me contó aquello empecé a perder parte de mis prejuicios y me gustó lo de compartir amante. Lo siguiente fue cuando pasó el verano y volví a la rutina. Me colé por una chica rubia del club de animadoras y comenzamos a salir. Ya sabes, empecé con picos, algún magreo y a los dos meses me la tiraba por todos su agujeros.

A Brit le gustaba el sexo duro y me aficioné también a darle un toque pra nada romántico. Me empezó a dominar sutilmente, que si elegía mi ropa, lo típico. Después, me obligó a decirle siempre donde estaba... Hasta que una noche que se quedó en mi casa me cansé de esas tonterías y rompimos.

Se me fue tanto la pinza que necesitaba aliviar tensión. Salí a correr porque me ahogaba en mi casa. Estuve casi dos horas corriendo y cuando volvía estaba esperándome en la puerta. Me pidió que la perdonara y le hice pasar dentro.

Le dije que no quería una novia mandona, que podía ser mi puta o irse. Inexplicablemente se desnudó y se puso de rodillas frente a mí. Empezó a tocarme la polla por encima del pantalón de correr, pero pensé que era mejor humillarla y me di la vuelta para que me lamiera el culo. Me puso super burro y la empotré contra la mesa de la cocina. Nunca había visto un coño tan húmedo, mi polla se deslizaba por él y me corrí como una bestia. Saqué la lefa del condón y se la eché por la cara.

No sé qué me pasó, estaba tan cabreado que busqué algo más. La até a la mesa con una cuerda de escalada y repetí el mismo proceso en su culo. Cuando acabé la eché de mi casa desnuda y recién follada. Le di su ropa pero me quedé sus bragas como recuerdo.

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--Y volvió a estar contigo- Pregunté sin poder aguantar más.

-Cállate, qué me despistas. Hazte una paja para tranquilizarte.-

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Pues a la mañana siguiente volvió a mi casa. Sin decirle nada se desnudó y me preguntó que se me ofrecía. Descubrí que hay gente que le gusta que la dominen y les coarten su libertad. Y quise más. Me chupó la polla, y después, se puso a hacerme el desayuno. Le dijo que preparara el desayuno para mi padre y estuviese desnuda por si quería algo.

Cuando llegó se le salieron los ojos de las órbitas. No sabía qué hacer con aquella situación. Brit le chupó la polla siguiendo mis órdenes como la puta que era. Le dije que se fuera para poder hablar con mi padre.

Le conté todo lo que había pasado. Se quedó muy callado, sin decir nada, mirando al suelo donde reposaban los restos de su semilla.

-¿Me estas diciendo que ese bombón hace todo lo que le ordenas?-

-Si, papá.-

-¿Sabes que esto va a acabar mal, verdad?- Me miró por primera vez a los ojos.

-Puede ser.-Confirmé, pensando por primera vez en las consecuencias de todo aquello.

-Cuando te conté lo de la facultad te dijo que todos empiezan con un hermano mayor. Es para que no olviden que se puede ser la persona del otro lado. Si quieres tener sumisos, tienes que ponerte en su lugar-

Se fue a la ducha dejándome reflexionando sobre todo aquello. No le escribí a Brit ese fin de semana y no contesté sus mensajes. Quería reposar un poco todas aquellas experiencias. Tal vez hubiera sido lo mejor, pero unos gemidos me sacaron de mi estado reflexivo.

Mi padre estaba sodomizando al vecino atándolo a la mesa cómo yo había hecho con Brit. Nuestras miradas se cruzaron e hizo el gesto de una mamada. Me bajé los pantalones y metí mi polla en la boca del vecino. Era flipante notar las embestidas de mi padre y el ahogamiento de los gemidos del vecino en mi polla. Mi padre se corrió y me dijo que me quedara disfrutando.

Saqué mi polla de su boca y me subí los pantalones. Dejé al vecino allí atado y busqué en el frigorífico un pepino. Lo puse en su culo y empezó a gemir como un loco. Seguí jugando con su culo hasta que se corrió sin tocarle la polla. Cogí un poco de su lefa y la probé. Me puso muy cachondo, tanto que me saqué la polla y me pajeé en su cara.

Lo dejé allí atado y subí a mi habitación. Llamé Brit por teléfono y le pedí perdón por lo que había pasado el viernes. Ella no le dio importancia, aunque para mi si era un problema. Le confesé que la había engañado con un tio y que lo nuestro tenía qué terminar.

Estuve llorando el resto del domingo. El lunes no fui a clase, estaba demasiado agotado como para levantarme. Mi padre me dejó. Por la tarde, escuché el timbre. Era Brit acompañada de su hermano Andy. Supuse que me iba a dar una paliza, que en parte tenía más que merecida. Sin embargo, sus planes no eran esos.

Brit me dijo que estaba embarazada. Le dije que no podía ser mio, que nunca lo habíamos hecho sin condón. Ella me dijo que ya lo sabía, el padre de la criatura era su hermano. Me quedé helado, no sabía qué decir o el porqué de todo aquello.

-Hace dos semanas fui a abortar. Lo que quiero que sepas es que yo también te he engañado.- Me miró a los ojos y me cogió la cabeza para que dirigiera mi mirada a ella.- Quiero que castigues a mi hermano por mi y qué empecemos de cero.

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-La hostia puta...-

-No sabes callarte.-

-¿Te lo follastes?-

-No. Bueno le dije a Brit que lo haría pero que no quería volver con ella. Ya sabes, tomarnos un tiempo para pensar las cosas bien.-

-¿Y esta mierda de final?-

-Pues verás...

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Le hice que viniera un día solo y no le hice nada. Estuvimos hablando de todo un poco y se fue a su casa. Los días siguientes estuvimos hablando por teléfono y ya sabes cómo va esto, pues me empezó a gustar.

Quedábamos en el bosque al que iba a correr. Lo llevé a mi casa y nos desnudamos entre besos. Se quedó en bóxers y palpé una buena herramienta. Por primera vez me puse de rodillas delante de un tio y le saqué la polla. Era un pollón, un rabo de más de 20 cm con un capullo rosado super húmedo. Le chupé la polla, lamí sus huevos y seguí por su culo. Todo iba bien, pero vino mi padre y nos cortó el rollo.

Mi viejo no se enteró de nada, pero aquel finde no trabajaba y no teníamos sitio. Al final, lo aplazamos una semana. Me dieron ganas, por primera vez, de probar mi puerta trasera. Empecé a jugar con un dedo en la ducha y pronto me pasé los plátanos.

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-Jajajja... Yo empecé con un rotulador-

-Pues métetelo en la boca-

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¿Por dónde iba? Ah, ya. Bueno, pues me petó el culo mi cuñadito. Lo hacíamos una vez cada uno y estábamos bastante colados. Yo empecé la facultad y lo dejemos. Bueno, esta es mi historia

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-¿Te lo has vuelto a follar?-

-Claro. En verano vuelvo a cada y siempre cae algún polvo. Si quieres te vienes y conoces su pollón.-

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En el próximo capítulo puede que veamos una orgía universitaria o unas novatadas. Dejad en comentarios vuestras preferencias. :)