Me voy 6 Lisboa

Ultimo relato de la saga, espero que sea de vuestro agrado, esperando vuestros comentarios y criticas, como siempre mi correo a vuestra disposición

Me voy 6

Lisboa

Hace seis meses que Lorena comenzó su periplo por Europa adelante, poniendo a funcionar las oficinas de su empresa para servir a su nuevo cliente, siempre acompañado por Lucas, ese hombre pasaba más tiempo con mi mujer que yo, que apenas la veía los Jueves unos segundos antes de irse a bailar con las socias, y la mayoría de los viernes se iba a cenar con los chicos con los que baila, en fin que apenas nos veíamos, y siempre que regresaba oliendo a alcohol y ese perfume masculino, ya no sabía que pensar, confiaba plenamente en Lorena, jamás me dio motivos para lo contrario, hasta que apareció ese maldito cliente, con ese Lucas, no lo soportaba, y peor me caía, sabiendo que estaba con mi Lorena, durmiendo en los mismo hoteles, comiendo en los mismos restaurantes, viajando en el mismo avión, por cierto un avión privado, además nuestra vida sexual era nula, desde que volvió de Dublín, no me permitía que la abrazara, mucho menos que la acariciara, siempre ponía una excusa, que si le daba calor, que si estaba cansada, que otro día, así llevaba desde ese dichoso viaje, pero lo que más me extrañaba es que ella no sintiera la necesidad de hacer el amor, ella es muy fogosa, un volcán sexual, las últimas veces que follamos por que no hicimos el amor aquello fue follar, estaba más desinhibida, mas dispuesta y de repente nada, como podía ser, como no tenía apetito sexual, yo estaba que me moría por poder follar, tenía los testículos llenos, necesitaba desfogarme, y tuve que recurrir a la masturbación, cosa que no hacía desde que me acosté por primera vez con Lorena, no tenía necesidad, hacíamos el amor todos los días, por la noche y por la mañana, de eso a la nada, era mucho cambio, por las mañanas me metía en su vestidor le cogía una prenda de ropa y me masturbaba sobre ella, me imaginaba fallándomela como lo hicimos la última vez, recordaba su cara de satisfacción, sus orgasmos, sus movimientos, y me corría en la prenda, la metía en la lavadora y después la volvía a dejar en su sitio, hasta que me quede con una prenda, tenía tantas que no se daría cuenta, para ello elegí una que tenía repetida, con ella me masturbaba en mi baño, era patético, pero que otra opción tenia, irme de putas, no iba conmigo, buscarme una amante, ni se me pasaba por la cabeza, irme a un bar e intentar ligar, me parecía ridículo, a donde iba yo, no era musculoso, era un tipo normal, que mujer se acercaría a mí, lo único que me distraía un poco era mi trabajo sobre todo formar mi equipo, en estos seis meses viaje cinco veces a Berlín, con la ayuda de Otto y con los consejos de Rudolf, conseguí un equipo más que potente, desde luego que Otto seria mi mano derecha, ese chaval me había demostrado su profesionalidad y que tenía una inteligencia increíble, además de una templanza impropia de un chico de su edad, por supuesto que en los ratos libres estaba con Gertrud, ella me tranquilizaba, me hacia reír, me entretenía, me olvidaba de Lorena, su compañía era como un bálsamo, esos viajes a Berlín eran mi único sustento moral y físico, mi relación con Lorena era prácticamente nula, éramos dos desconocidos viviendo en la misma casa, tengo que hablar con ella esto no puede seguir así, nos estamos destruyendo el uno al otro, cuando vuelva de su viaje a Estambul, tengo que obligarla a sentarse conmigo y hablar.

El viaje a Estambul fue un éxito, las personas a las que contratamos para llevar la oficina en esa ciudad son todos muy jóvenes y muy eficientes, además he conocido al delegado de la zona un chico guapo y joven también, Lucas me llevo a un local liberal y estuve siendo follada por varios hombres mientras Lucas se follaba a sus esposas, el verlas tan entregadas a él, me ponía celosa, pero lo mejor venia después en el hotel, me usaba a su antojo, era un juguete en sus manos, me hacía repetir una y otra vez que no dejaría a mi marido que me tocara, para él era un karma, intentaba por todos los medios conseguir darme un orgasmo como el que me dio Jorge, pero era imposible, lo de Jorge era algo superior, no sabía explicarlo, lo que me hizo sentir no me lo dio ninguno de los hombres con los que me acostaba, ni tampoco una mujer, ni siquiera Marcos o cualquiera de sus amigos, por supuesto que seguía follando con Marcos y sus amigos, sobre todo con Nuria, con ella conseguía unos órganos bestiales, pero no como los que me dio Jorge, lo tenía que alejar de mi para poder cumplirle la promesa a Lucas, si me tocaba me excitaba, si me abrazaba mi coño chorreaba, deseaba que me poseyera, pero mi macho me lo tenía prohibido, por eso tome la determinación de no dejarle tocarme, ni un solo roce, buscaba excusas para que no me tocara, que si me daba calor, que si no me dejaba dormir, que si estaba muy cansada, yo notaba su hastió, cada vez insistía menos, yo estaba loca por complacerle, pero Lucas me lo prohibía, le pedía a Lucas que por favor me dejara follar con Jorge una sola vez al mes y el me lo prohibía, la mayoría de las veces que me masturbaba para Lucas pensaba en Jorge, cuando en las fiestas o en los locales me follaban pensaba en él, últimamente estaba obsesionado con él, bastaba que me hablara en casa y me ponía a mil, sentirlo cerca me excitaba, me costaba mucho poder reprimirme, tenía que hablarlo con Lucas, no podía aguantar más, tenía que darme permiso para acostarme con mi marido, lo deseaba con todas mis fuerzas, además él estaba sufriendo como nunca lo vi, el también necesitaba follarme, en el viaje de vuelta de Estambul.

-          Lucas tengo que hablar contigo.

-          Dime.

-          Necesito que me levantes la prohibición de follar con mi marido.

-          Porque lo iba a hacer.

-          Por qué lo necesito, últimamente estoy obsesionada con él, necesito que me folle.

-          Tan desesperada estas por follar con el cornudo.

-          Pues sí, lo deseo.

-          Joder tía, no te llega con la caña que te doy, con todos los hombres que te follan en nuestros viajes, que aun quieres follar con ese perdedor.

-          Si, lo quiero, lo amo, lo deseo, es mi amor, es mi vida, no creo que lo entiendas, yo soy tuya, sé que te pertenezco, que soy tu esclava, eso lo asumí desde el primer día que me lo dijiste, pero él es mi marido, el hombre con el que me case, a él lo amo a ti te obedezco, notas la diferencia.

-          Claro que la noto, yo a ti ni siquiera te quiero, eres eso un objeto que uso a mi antojo, te regalo, te envuelvo, te enseño, eso es lo que eres para mí, un mueble que lucir.

-          Lo es y lo asumo, pero por favor déjame ser la mujer de mi marido, lo deseo.

-          Que estarías dispuesta a ofrecer por el permiso.

-          Todo.

-          Segura.

-          Si.

-          Está bien puedes volver a follar con tu marido, pero me has prometido una cosa y pienso cobrármela a su debido momento.

-          Gracias, seré tuya todo el tiempo que tu decidas.

-          Eso dalo por seguro.

Llegue a casa a las diez de la mañana, Jorge estaba en el trabajo, le llame.

-          Hola Lorena, ya estás en casa.

-          Si, acabo de llegar, vendrás a comer.

-          No creo, tengo mucho trabajo con lo de Berlín.

-          Y a la noche.

-          Para que quieres saberlo, no te vas a tomar una copa con Claudia y Luisa y después a bailar.

-          Si, pero volveré temprano.

-          Lorena preferiría que hoy no fueras, necesito hablar contigo, es muy importante.

-          Pero que le diré a las chicas.

-          Pues joder muy fácil que te quedas en casa con tu marido, que apenas lo ves y te apetece estar con él, supongo que ellas lo entenderán.

-          Vale, cariño no te enfades.

-          Es que parece que tengo que pedir audiencia para hablar contigo, soy tu marido, no un cualquiera, de verdad que tenemos que hablar, es sobre nosotros.

-          Vale llamare a las chicas y lo anulare.

-          Gracias.

-          Sobre qué hora vendrás.

-          Cálculo que sobre las diez estaré en casa.

-          Vale yo me doy una ducha, me cambio y voy para la oficina.

Nada más colgar llame a Marcos

-          Hola Lorena, nos vemos esta noche.

-          Esta noche no va a poder ser, me quedo en casa con mi marido, me apetece estar con él.

-          Pues es una pena, te tenía preparada una sorpresa.

-          No será como la última vez, que te trajiste a la mitad de tus amigos y montamos un pedazo orgia que acabe totalmente cansada, no estoy para eso hoy.

-          No es algo más especial.

-          Pues vamos a tener que posponerlo.

-          De acuerdo y mañana nos vemos.

-          No lo sé aun, te llamo al mediodía de mañana y te digo, pero lo más probable es que no.

-          Estas en plan familiar.

-          Algo de eso, es que apenas paso tiempo con mi marido y él se está empezando a mosquear.

-          No me extraña, por lo que me cuentas apenas te ve.

-          Pero es por culpa vuestra me pervertís.

-          Déjate de chorradas, lo que pasa que él no te da lo que nosotros te damos.

-          No será para tanto.

-          Pero siempre vuelves para repetir.

-          en eso llevas razón, me volvéis loco, tanto Nuria como tú, dos cuerpos tan jóvenes y guapos a quien no le apetecen.

-          Y los demás.

-          Bueno todos me apetecen.

-          Pues por ahí iba la sorpresa.

-          Joder Marcos me estas empezando a intrigar, dame un adelanto.

-          Ven esta noche al Coliseum y lo veras.

-          No puede ser.

-          Pues tú te lo pierdes.

-          Para la próxima.

-          Vale, entonces me llamas el sábado al mediodía.

-          Si.

Colgué, me di una ducha y me cambie de ropa, me fui a las oficinas y estuve todo el día ocupada, a las nueve de la noche Sali camino de casa, quería estar antes que Jorge, prepararme para él, estar sexy, necesitaba que me follara, que me quitara ese furor uterino que me tenía loca desde hacía tantos meses, nunca me sentí así, llegue a casa me puse la lencería más sexy que tenía unas picardías y me puse a preparar la cena, eran las diez de la noche y Jorge no aparecía, le llame por teléfono.

-          Jorge donde estas.

-          Salgo en cinco minutos, le estoy dando los últimos retoques a un tema.

-          Quedaste en estar en casa a las diez.

-          Si ya lo sé, pero se me complico el día.

-          Joder Jorge eso no se hace.

-          A ver que me quieres decir.

-          Que te estoy esperando.

-          Y

-          Que me desespera tener que esperar.

-          Joder Lorena, eso me pasa a mi todos los jueves que te espero, llegas te cambias y te vas, llegas a las y pico, el viernes apenas nos vemos, a las ocho de la tarde te vas y no vuelves hasta el sábado al mediodía o más tarde, mira salgo ahora para casa, llego en una hora, si quieres me esperas y hablamos y si no vete con tus amigas, pero no me digas que estas cansada de esperar, por una vez que me retraso, no me toques los huevos.

-          Mira Jorge no me hables así, me voy a bailar, no me apetece nada hablar ahora.

-          Claro como siempre tu huye, no afrontes los problemas, pues si tu te vas a bailar yo me voy con Rober a tomar algo, si tal nos vemos algún día de estos cuando tengas un momento para tu marido.

-          No te pongas así.

-          Como cojones quieres que me ponga, un día que me retraso y tu me montas el pollo, mira Lorena, pásalo bien, disfruta del día, yo haré lo mismo.

-          Nos vemos el sábado por la tarde, por favor.

-          No lo sé, la que sale de cena eres tú, yo siempre me quedo en casa.

-          Vale lo pillo, si me voy de cena, pero podemos hablar antes, no es lo que quieres.

-          Si, pero sin prisa, lo que vamos a hablar quiere su tiempo.

-          Tenemos toda la tarde, si tal ponemos la cena para más tarde, te parece.

-          Lo que tú quieras, yo estaré en casa cuando llegues.

-          Te quiero Jorge.

-          Yo a ti también.

-          Nos vemos entonces mañana en la tarde, yo llegare tarde me acostare y me levantare a media tarde, entonces podemos hablar.

-          De acuerdo.

Nada mas colgar llame a Marcos.

-          Hola preciosa, que pasa.

-          Que al final voy, donde estáis.

-          En el Coliseum.

-          Bien esperar por mi no tardo, solo cambiarme de ropa y estoy hay.

-          Y mi sorpresa.

-          Esperándote.

-          Que intriga.

-          Seguro que te va a gustar, es espectacular.

-          Vale nos vemos.

-          Hasta dentro de un rato.

Me metí en la habitación, me cambie de ropa, me apetecía, estar muy sexy, me puse la ropa más llamativa que encontré y Sali pitando para la discoteca, aparque y entre, vi a Marcos acompañado de Lorena y de un chico de dos metros, atlético, todo un armario, me encamine hacia ellos.

-          Ya estoy aquí.

-          Que bien que viniste, te ibas a perder la sorpresa.

-          Cual es.

-          El.

-          Como él.

-          Si te presento a Denis, un amigo gallego.

-          No entiendo nada.

-          Cuando nos sentemos lo veras, ahora a bailar.

-          Antes voy al baño.

-          Yo te acompaño.

-          Vale Lorena, vamos.

Las dos salimos de la pista y nos encaminamos a los baños, entramos en un cubículo, saque mi bolsito de coca y prepare un par de rayas, ambas esnifamos una cada una, después nos dimos un morreo de cuidado y salimos para la pista, en ella estaban Marcos y Denis bailando, nos metimos con ellos en la pista y empezamos a bailar, Marcos frotaba su cuerpo contra el mío y eso me excitaba, Nuria por su parte bailaba con Denis, también de una manera muy sexual, todo el mundo nos miraba y a mi ya todo me daba igual, que Rober me mirara, estaba superexcitada, necesitaba sentirme deseada por un chico guapo y ese era Marcos, estuvimos bailando como una hora y entonces Nuria, me dijo de sentarnos, nos encaminamos a una zona apartada de la pista, Marcos marcho con Nuria a buscar las bebidas y yo me  quede con Denis.

-          Me dijo Marcos que después vamos a tu piso.

-          Si, pero nosotros tres.

-          No lo creo.

-          Porque lo dices.

-          Porque soy tu regalo.

-          Pero que me ofreces para que lo acepte.

-          Esto.

Cogió mi mano y la llevo a su entrepierna, lo que note era el bulto mas grande que sentí en mi vida, era monstruosa, mi coño empezó a rezumar flujo solo al sentirla.

-          Veo que ya estas tomando contacto con tu regalo.

-          Marcos y Nuria llegaban con las copas, yo no era capaz de separar mi mano de aquella herramienta, estaba tan excitada, que desabroché su cremallera, metí la mano dentro y con mi mano cerrada no era capaz de abarcar aquella cosa.

-          Joder que gorda.

-          Pues es toda para ti, si lo quieres.

-          Claro que lo quiero.

-          Entonces tomamos las copas y nos vamos a tu dúplex.

-          Pues claro, estoy deseando comerme ese pedazo polla.

-          Pues nada, tomamos las copas y nos vamos.

-          Yo casi prefiero irnos ya, no aguanto las ganas.

-          Como quieras el regalo es tuyo y tu mandas.

Salimos de la disco, yo llevando a Denis cogido de la mano como si fuéramos dos novios, me importaba una mierda lo que iba a decir Rober cuando se enterara, pues sabia que tenia dado orden a los camareros que me controlaran, pero me la sudaba, estaba tan excitada que todo me daba igual, como siempre le di las llaves del coche a Marcos, Nuria se sentó delante con él, yo me senté atrás con Denis, nada más arrancar el coche, le desabroche de nuevo la cremallera y le saque la polla, flácida como estaba mediría unos treinta centímetros, era descomunal, lleve mis labios a esa masa de carne e intente metérmela en la boca, desencajaba mis mandíbulas para meterme semejante miembro en la boca, pero al final logre meterme el glande, con la lengua lo masajeaba, el me cogió la cabeza con sus musculosas manos y me follo la boca, me atragantaba, me salía la saliva por la comisura de los labios, me ahogaba, pero no quería dejar de mamarla, era como si  me hipnotizara, me encantaba, sentir aquella verga en mi boca, el metió una mano a través de la tela de mi vestido y comenzó a pellizcarme los pezones, los tenia tan erectos que me dolían, me levanto con su brazos, me subió todo el vestido, separo el tanga y quedo mi coño a la vista, coloco su polla en la entrada de mi coño y me fue dejando caer muy lentamente, notaba como aquella barra de carne abría mi coño de una manera brutal, mira que e tenido pollas en el coño de todos los tamaños y grosores, pero la de este semental, era la más bestia que sentí, notaba como mis labios se abrían y como su verga iba entrando en mi lentamente, comencé a gemir de placer, el sujetaba mis caderas y las iba bajando lentamente, necesitaba más.

-          Métemela toda por favor.

-          Segura.

-          Si, la deseo.

-          Estas segura.

-          Que si joder, métemela.

-          Como tú quieras.

Soltó sus brazos y esa polla se inserto en mi coño, note como sus testículos chocaban contra mi vientre, la tenia toda dentro, me dolía, pero el dolor se amortiguaba con el inmenso placer que sentía, comencé a cabalgarlo, notaba como salía y entraba en mí, gemía, lloraba de dolor y de placer, solo Jorge era capaz de darme mas placer del que estaba sintiendo en ese momento, no sé porque pero pensé en el mientras me follaba a Denis, tenia en el coño la polla más bestial que había visto en mi vida, me estaba follando a un chico de dos metros con un cuerpo de Adonis y mi cabeza pensaba en Jorge, pero yo quería más, mis manos apretaron ese musculado pecho, mis labios buscaron los suyos y nos fundimos en un beso apasionado, gire la cabeza para atrás y mire a Nuria comiéndole la polla a Marcos mientras este conducía, esa imagen me llevo a mi primer orgasmo de la noche, Denis me saco el vestido por la cabeza y comenzó a comerme las tetas, me mordía los pezones, me los lamia, yo lo cabalgaba como una amazona desesperada por sentir todo el placer que me podía dar mi montura, me corría una y otra vez, el bufaba, me cogió por las nalgas y comenzó a marcar el ritmo de la follada.

-          Marcos por favor aparca el coche, podemos tener un accidente.

Marcos obedeció, metió el coche en el aparcamiento de un hipermercado totalmente vacío, apago el coche y reclino el asiento para atrás, Nuria se desnudo se monto encima de el y las dos comenzamos a cabalgar a nuestros caballeros, era una delicia, los cristales se empañaban del sudor, nuestros jadeos se podían escuchar en la lejanía, Nuria acerco su boca a la mía y nos dimos un beso apasionado, nuestras lenguas se encontraban ahora en la boca de una ahora en la de la otra, mientras nuestros machos, nos follaban a gusto, Denis abrió la puerta del coche, saco su polla de mi coño, y me arrastro fuera del coche.

-          Apoya las manos en el techo te la voy a meter así de pie.

Apoyé las manos en el techo abrí mis piernas y el apoyo su excelsa polla en la entrada de mi vagina y me penetro, notaba como su glande chocaba con mi útero, Marcos hizo lo mismo con Nuria, ambas nos mirábamos a la cara mientras nos follaban, Nuria tenia la cara desencajada, seguramente igual que yo, Denis empujaba con todas sus fuerzas notaba como sus testículos chocaban con mis nalgas, joder me la estaba tragando toda, era increíble, sentir esa pedazo verga dentro de mí, me proporcionaba un gran placer, me sentía la reina de las putas, la que era capaz de meterse la mas grande y larga, llevábamos como media hora follando de pie, a mí me temblaban las piernas no podía más, al cabo de un rato Denis se tenso y se corrió dentro de mí, era increíble la cantidad de semen que inundaba mi coño, era toda una fuente, el retiro sus manos de mi cintura yo me deje caer al suelo, estaba reventada, Marcos se corrió un par de minutos después que Denis, las dos acabamos de rodillas en el suelo, por mis piernas caían restos del semen de Denis, me levanto, me meto en el coche, cojo mi vestido y me lo pongo.

-          Vamos chicos vestiros que nos vamos a casa.

Ellos obedecieron, nos sentamos en el coche totalmente cansados, Marcos arranco, llegamos a casa y nada mas entrar en el ascensor, Nuria busco mi boca, estaba desatada, bueno la verdad que estábamos las dos, nos besamos con pasión, con lujuria, nuestra lenguas se movían a toda velocidad, nuestras manos buscaban nuestros cuerpos, nos acariciábamos con locura, llegamos al piso, Marcos abrió la puerta y al entrar, Nuria me desnudo, después se desnudo ella y me tumbo en el suelo, metió su cara entre mis muslo y comenzó a comerme el coño, me removía en el suelo con cada sacudida de su lengua, Marcos se puso de rodillas a la altura de mi cara, y me puso la polla a la altura de mi boca, no lo dude ni un momento me la metí toda, mientras Denis puso a Nuria con el culo en pompa y le metió la mitad de su polla, ella pego un grito de placer, y abandono mi coño, Marcos aprovecho ese momento, me levanto del suelo, me puso a cuatro y me la metió toda de un solo golpe, a pesar de que Marcos tenia una polla bastante grande, mi coño apenas la noto, lo tenía tan abierto que seguro que me entraba una mano entera, Marcos comenzó a amasar mis pechos mientras me follaba, yo miraba la cara de Nuria, era todo un poema, se retorcía de placer al sentir aquella descomunal verga entrar en su coño, Marcos saco su polla de mi coño y la enfilo a mi ano, me la metió de un solo golpe, yo pegue un fuerte grito, me pillo por sorpresa, pero al cabo de un rato una vez adaptado mi esfínter a su tamaño comencé a gozar, lo que mas me excitaba era la cara de Nuria, esa expresión de sentirse llena, de no poder reprimir el placer, ambas nos mirábamos a los ojos, sonreíamos por el placer que estábamos sintiendo, parecía que estábamos sincronizadas, las dos teníamos los orgasmos a la vez, las dos gemíamos como locas, las dos desesperadas por que esta noche no acabara nunca, que el resto de nuestros días, fueran como el de ese instante, estábamos sintiendo tanto placer que ambas empezamos a llorar de gusto, las lágrimas caían por nuestras mejillas como un torrente, Marcos se corrió dentro de mi ano, mientras Denis se vacío en Nuria, los cuatro acabamos acostados en el suelo del salón, estuvimos follando toda la noche y parte de la mañana Denis intento sodomizarme pero solo fue capaz de meterme una cuarta parte de su inmenso rabo, como a las doce de la mañana los deje en el dúplex y me fui para casa, nada mas llegar no vi a Jorge, la cama estaba totalmente echa, no había pasado la noche en casa, donde estaría, mire mi móvil y tenia un mensaje en mi buzón de voz, era él.

Nada más colgarle el teléfono a Lorena, llame a Rober.

-          Dime Jorge.

-          Hola Rober, que planes tienes para esta noche.

-          Pues nada, lo de siempre, controlar un poco mi imperio y tomarme una copa.

-          Puedo acompañarte.

-          Si, claro y se puede saber a que se debe este honor, tu no eres de salir de noche.

-          Hoy me apetece, pero si te estorbo me lo dices.

-          No seas gilipollas, que me vas a estorbar, nos vemos en la de Manolo en media hora y nos vamos de fiesta los dos, bueno los tres que Alfredo se apunta.

-          Perfecto nos vemos en la de Manolo.

Al cabo de media hora estaba entrando por la de Manolo, Rober y Alfredo estaban sentados en unos taburetes de la barra tomando una cerveza.

-          Hombre el hijo prodigo, al que apenas se le ve últimamente, claro esta tan enfrascado en su nuevo puesto que apenas tiene tiempo para los amigos.

-          Mira quien fue a hablar el que se pasa mas tiempo fuera de España que en casa, si viajas tu mas que el papa, y que decir de Alfredo, que te acompaña en todos los viajes, no me hacer hablar, Manolo ponme una cerveza de las mías, que tengo sed.

Manolo saco de la nevera una de mis cervezas alemanas y me la sirvió.

-          Bueno que planes tienes para hoy.

-          Pues veras, vamos a la nueva discoteca, hecho un ojo, tomamos algo y después dios dirá.

-          Menudo plan, no se si botar de alegría.

-          Cállate que, seguro que lo pasamos bien, además tengo una sorpresa para ti, seguro que te va a encantar.

-          No me digas que me has traído algo de tu último viaje.

-          Algo así.

-          Pues que bien otro mas a la colección, ya tengo el salón lleno de tus regalitos, de verdad que moña eres.

-          Si te los compro con todo el cariño del mundo.

-          Claro, lo que quieres es vacilarme y a fe que lo consigues, bueno nos vamos.

-          Tranquilo fiera que es temprano, además Alfredo y yo estábamos hablando de su ultimo restaurante abierto en la zona VIP de nuestra ultima discoteca, la de Moscú, es todo un éxito, todos los días lleno, teníamos miedo, pero la cosa esta saliendo de fábula, todas las discotecas están funcionando de maravilla, tal es así, que estamos pensando entrar en el mercado asiático, es un mercado arriesgado, pero si logramos introducirnos podemos conseguir grandes beneficios, que te parece.

-          Todo me parece muy bien, me alegra que todo te valla tan bien de verdad que me alegra por los dos.

-          A ver Jorge que te pasa, otra vez Lorena.

-          Si.

-          Pero que le pasa a esa mujer, apenas os veis, llega y se va al Coliseum a bailar con unos niñatos, sale a las tantas, según me cuentas los viernes se va a cenar con ellos, esta mujer esta loca, no se Jorge, tienes que hablar con ella.

-          Rober lo intento, de echo hoy íbamos a hablar de nuestras situación, pero se enfado por que llegaba tarde, lo quieres creer ella  que no para de darme plantones, se mosquea por que un día me retraso, casi la mando a la mierda, me dijo que se iba a bailar que llegaría tarde, dormiría un poco y que charlaríamos mañana por la tarde, no sé qué hacer Rober, la amo, ese es mi problema que la amo con locura, le he dado todo el tiempo del mundo, le he dado todo de mí, pero todo tiene un límite y ese límite está cerca, casi hace dos años que comenzó toda esta locura, desde aquel maldito contrato, toda nuestras vida se a complicado de tal manera que apenas nos vemos, ya no me acuerdo cuando fue la ultima vez que hicimos el amor, lo mas triste es que la extraño, que sé que ella ha cambiado, no sé si para peor, pero ya no es la mujer con la que me case, es otra Rober, no se decirlo, más distante, mas extrovertida, no para de viajar con ese tal Lucas, ese tío me cae como una patada en los huevos y pasa mas tiempo con ella que yo, es ridículo, además de con esos niñatos del baile, cena con ellos los viernes y luego se van a bailar toda la  noche y llega el domingo al mediodía o más tarde, se ducha, duerme un poco y sale otra vez de viaje con el tal Lucas, pero vamos a olvidarnos de todo por unas horas, Rober  entretenme.

-          Estate seguro que lo hare, ahora vámonos, el Olimpo debe de estar empezando a llenarse, y tengo algunas cosas que hacer, por cierto, siempre tengo en todas mis discotecas esa cerveza que tanto te gusta, Gertrud se encarga de que nunca falten por si apareces tu.

-          Que mujer tan amable, la verdad que siempre que voy a Berlín ella sabe sacarme una sonrisa, me lo paso tan bien con ella, dime como le va.

-          Bien trabajando muy duro, pero muy bien, con ganas de verte.

Salimos de la de Manolo y nos adentramos por el centro de Madrid, en antiguo edificio remodelado, se encontraba la ultima obra de Rober, la mejor discoteca de Madrid, donde pinchaban los mejores Dj del mundo, donde la gente se lo pasaba de lujo, con pistas a distintas alturas, en la planta alta se encontraba el restaurante que asesoraba Alfredo, se despidió de nosotros un momento, pues tenia que comprobar algunas cosas, Rober y yo entramos, los camareros lo saludaban, entramos por detrás de una de las muchas barras y a través de una puerta de espejo accedimos a su despacho.

-          Bueno que te parece.

-          Inmensa.

-          Si es grande, seis plantas, en la planta superior  el restaurante, que tiene acceso particular, en la quinta planta las salas VIP, para clientes importantes, el resto de plantas discotecas con distintas clases de música, todo insonorizado, controlado por ordenador, con todas las salidas de emergencia señalizadas, en el tejado un deposito de 50.000 litros de agua por si se produce un incendio, cosa poco probable, pues todo el material es ignifugo, nos costó un dineral, pero lo estamos amortizando muy bien, ahora en serio Jorge me tienes muy preocupado, cuéntame lo que te pasa.

-          Veras Rober, últimamente ando un poco estresado, lo de Berlín va viento en popa, Otto es una gran ayuda ese chaval llegara muy lejos en la empresa, pero lo que mas me preocupa es Lorena, ya te dije que no es la misma, mira si estoy cansado que a veces me dan ganas de hacer la maleta y marcharme de casa.

-          Tan mal está la cosa.

-          Pues sí, tan mal, ella me rechaza las pocas noches que dormimos juntos, además los sábados y domingos llega oliendo a la misma colonia que Alfredo, yo lo achaco a que al bailar con uno de los chicos se le pega el aroma, no lo sé, estoy cansado de luchar yo solo por salvar nuestro matrimonio, me dan ganas de tirar la toalla.

-          Tranquilo Jorge, habla con ella.

-          Otra vez, cuantas veces me lo has dicho en los últimos dos años.

-          La verdad es que muchas, pero de esas veces cuantas os habéis sentado a charlar.

-          Muy pocas.

-          Pues eso, átala a una silla y dile lo que sientes sincérate con ella, mira su reacción y si ves que no le importa abandónala, sepárate de ella, antes de que te haga daño.

-          Eso hare, ahora dejemos esto, quiero pasarlo bien, invítame a una cerveza de las mías.

-          Te aseguro que lo vas a pasar mas que bien, veras la sorpresa que te tengo preparada.

-          Me tienes en ascuas.

-          Tranquilo que no falta mucho.

Estábamos hablando cuando llego Alfredo.

-          Alfredo todo en orden.

-          Todo perfecto, el restaurante funciona a la perfección el chef que contratamos se adapta muy bien, la comanda va de maravilla, hay reservas para dentro de dos meses, esto funciona, bueno el espectáculo esta a punto de empezar nos vamos.

-          Si vámonos.

Salimos del despacho y subimos al cuarto piso, nos apoyamos en la barra y el camarero nos sirvió las copas, para mi una de mis cervezas, para Rober un agua, no bebía mientras trabajaba y para Alfredo una tónica, de repente se apagaron todas las luces y se empezó a escuchar por megafonía.

-          Desde Berlín y para ustedes la mas famosa Dj del momento, con ustedes Gertrud.

Me quede de piedra en lo alto del escenario estaba Gertrud, vestida con un traje de cuero que le quedaba imponente.

-          Que te pasa Jorge no te gusta la sorpresa.

-          No me lo ibas a decir, si no llego a venir no la veo.

-          No, te pensaba llamar e invitaros a los dos a verla, Lorena para que la conociera y a ti porque estoy seguro que te apetece verla.

-          Y tanto, me cae muy bien esa chica, es superagradable y siempre que voy a Berlín me trata de maravilla.

-          Pues nada disfruta del espectáculo, que al acabar nos vamos a cenar al restaurante, Rober se ausento durante un rato, me dejo solo, estaba mirando a Gertrud actuar cuando por el rabillo del ojo me pareció ver a Claudia y Luisa.

-          Claudia, Luisa hola, como vosotras aquí, os hacia con Lorena en la disco.

-          Ya es que ella se quedo con sus amigos y nosotras decidimos tomar una copa aquí, Rober nos invito la semana pasada y hoy hemos venido, sabes donde esta Rober.

-          Acaba de irse hace un momento, pero no creo que tarde en volver, porque no me acompañáis y tomáis una copa conmigo.

-          Pues gracias.

Llame al camarero.

-          Que queréis tomar.

-          Yo una cuba libre.

-          Yo también.

El camarero tomo nota y sirvió las dos copas.

-          Debéis estar cansadas de tanto viaje y mas vosotras que os tenéis que desplazar a la otra punta del mundo.

-          La verdad es que sí, pero ya queda poco en menos de dos meses está todo listo y tu que tal por Berlín.

-          Muy bien, la verdad que estoy muy ilusionado con este proyecto.

-          Cuanto nos alegramos, siempre hemos dicho que vales mucho, que debías de animarte a emprender nuevos caminos, de verdad que nos alegramos por ti.

En eso llego Rober.

-          Anda que tenemos aquí, las dos mujeres mas guapas de la fiesta.

-          Rober zalamero, que nos vas a hacer ruborizar.

-          Solo digo la verdad, me alegro que estéis aquí.

-          Gracias por la invitación.

-          Es lo mínimo, por cierto, esperar un momento.

Rober se metió detrás de la barra, entro en un despacho, al cabo de un rato salió.

-          Tomar chicas este es un pase VIP os da acceso a todas las pistas, bebidas gratis, y entrada gratuita, os lo merecéis, me cuenta Jorge que estáis trabajando muy duro, necesitáis distraeros.

-          Gracias Rober, eres un encanto.

-          Ya solo por ese piropo, merecéis otro premio, os invito a cenar con nosotros, veréis Jorge ya tiene pareja, veis a la Dj.

-          Si.

-          Pues es una gran amiga nuestra, ella es la guía de Jorge en Berlín aparte de mi socia, y claro Alfredo aquí presente y yo no tenemos pareja de cena y para nosotros sería un honor que nos acompañarais, por favor.

-          Estamos encantadas por la invitación, además se habla maravillas de ese restaurante.

-          Pues eso se lo debéis a este hombre que tengo a mi lado, el es que coordina toda la cocina del restaurante, ya lo conocéis creo que comisteis en su restaurante.

-          Si claro, cuando celebramos el contrato, cenamos de maravilla, la verdad que nunca e vuelto a comer tan bien, y eso que e estado en muchos buenos restaurantes, pero el punto que le das a los alimentos es sublime.

-          Gracias por los piropos, pero todo es tener una buena materia prima y en este país lo que sobra es eso, tener unos buenos ayudantes, el resto es tener una buena mano.

Mientras ellos charlaban yo atendía a la actuación de Gertrud, el publico estaba totalmente entregado, no paraban de bailar, Luisa y Claudia se fueron a la pista con Rober y Alfredo, yo preferí observar el espectáculo, no quería que ellos se rieran de mí, en un momento Gertrud se giro y me vio, me pareció ver como me hacia un gesto como de que me animara a bailar, yo decline con la cabeza, el espectáculo duro aproximadamente como dos horas en la que la fiesta fue total, al terminar Gertrud bajo del atril y se encamino hacia nosotros, un camarero le proporciono una botella de agua y una toalla, estaba choreando, se le notaba feliz, contenta.

-          Hola que tal, que ganas tenia de verte, como estas.

-          Ahora muy bien, como siempre una gran actuación, los llevaste de calle, mismo estas dos chicas no pararon de bailar, por cierto, te las presento, son Claudia y Luisa, buenas amigas y socias de mi mujer.

-          Encantada un placer.

-          Eres una gran Dj no he sido capaz de parar de bailar, me encanta como actúas.

-          Gracias.

-          Es la verdad.

-          Y tu mujer.

-          En otra discoteca de Rober, bailando con unos amigos.

-          Tenía ganas de conocerla.

-          Otra vez será.

-          Ahora si me disculpáis me voy a cambiar.

-          Claro, te esperamos aquí.

-          No, la esperamos en el restaurante, ir yendo con Alfredo, Gertrud se cambia y os aparecemos allí.

-          De acuerdo.

Alfredo le ofreció su brazo a Claudia y yo a Luisa, nos encaminamos a un ascensor, con una tarjeta magnética Alfredo lo llamo, entramos en el y pulso la ultima planta, nada mas llegar un jefe de sala nos acompaño a un reservado, nosotros dos amablemente ayudamos a las damas a sentarse, una vez sentados todos, el jefe de sala nos ofreció la posibilidad de tomar unas bebidas, todos pedimos agua.

Vimos llegar a Rober y Gertrud, ambos se sentaron, a mi lado Gertrud, al lado de Alfredo, Claudia y al lado de Rober, Luisa.

La cena fue de lo más distendida, hablábamos de todo menos de trabajo, en ella me entere que Rober y Luisa compartían su afición por el arte, el teatro, el cine, y Alfredo y Claudia su afición por la cocina, los toros, las fiestas populares, los grandes conciertos y los viajes de placer, Gertrud me estuvo contando las ultimas novedades de Berlín, que acababan de abrir un gran centro cultural al que quería llevarme en mi próximo viaje, todo fue perfecto, al terminar Rober nos propuso ir a bailar al Coliseum, tanto Gertrud como yo rechazamos la oferta, ambos por estar cansados, ellos cuatro marcharon en un solo coche, Gertrud y yo quedamos solos a la entrada de la discoteca.

-          Donde te alojas.

-          En un hotel aquí al lado.

-          Te acompaño.

-          Gracias.

Estuvimos caminando en silencio durante todo el trayecto, al llegar a la puerta del hotel.

-          Cuando te vas.

-          Mañana.

-          Tan pronto, me gustaría enseñarte Madrid.

-          Tengo mucho trabajo en Berlín.

-          Cuanto lo siento, otra vez será.

-          Si claro, de todas maneras, dentro de poco nos veremos en Berlín, además hemos decidido que nuestra oficina central este en Berlín.

Nos despedimos con un beso en las mejillas, me agradaba estar con Gertrud, me daba tranquilidad, serenidad, nos teníamos afecto, éramos dos buenos amigos. Decidí irme a dormir a la casa de la sierra, cuando estaba dando la vuelta a la esquina, sentí una mano que cogía mi brazo.

-          Sabes una cosa Berlín puede esperar, me apetece que me enseñes Madrid, no es que no la conozca, pero me gustaría que me la enseñaras tu.

-          Será un placer, te recojo mañana a las doce de la mañana para que duermas algo, te llevare a recorrer museos escondidos, calles hermosas, poco conocidas, te llevare a un típico bar de barrio, donde vamos Rober y yo a confesarnos, en fin, ese Madrid castizo, que poca gente foránea conoce, al igual que tu me enseñas ese Berlín parroquiano, Madrid también es una ciudad cosmopolita, cuna de muchas culturas, espero poder darte el mismo placer que haces tú conmigo cada vez que voy a Berlín.

-          Seguro que lo consigues, entonces mañana a las doce en la puerta del hotel, dormiré pocas horas, pero merecerá la pena seguro, entonces hasta dentro de unas pocas horas.

-          De acuerdo.

Volvimos a despedirnos con dos besos en las mejillas, ella reemprendió camino a su hotel, mientras yo cogía un taxi para que me llevara a la de Manolo a recoger mi coche, en el trayecto en el taxi, me decidí por irme a dormir a mi casa de la sierra, no me apetecía cruzarme con Lorena, hoy no, había sido un día estupendo y no quería estropearlo, la llame por teléfono y como muchas veces me salió el buzón de voz.

-          Lorena me voy a dormir a la sierra, mañana no iré a comer a casa y posiblemente tampoco a cenar, ni a dormir, tampoco el domingo iré por casa, seguramente me valla de la casa de la sierra directamente al trabajo,  voy a enseñarle a Gertrud, la chica de la que te hable, mi guía en Berlín, Madrid, mi Madrid, sé que el Domingo te vas de nuevo a Lisboa por unos días, solo te digo una cosa y considéralo una amenaza, cuando vuelvas de Lisboa tenemos que hablar y no me valen escusas, si no aceptas da por rota nuestra relación, yo no puedo seguir viviendo así, como si fuéramos dos desconocidos, la decisión está en tus manos.

Llegue a la sierra, eran las seis de la mañana, no tenía sueño, pero tenía que dormir algo, ese día seria muy ajetreado, tenia que demostrarle a Gertrud que era un buen guía tan bueno como ella, no era una cuestión de orgullo, era una cuestión de correspondencia, ella me había enseñado lo mejor de su ciudad y yo tenía  que corresponderle, me acosté con poco sueño, pero el cansancio hizo su trabajo, a las nueve de la mañana sonó mi despertador, tenia que llamar al trabajo para pedir el día libre.

-          Juan buenos días, necesito el día de hoy libre.

-          Sin ningún problema necesitas descansar un poco, llevas un ritmo de trabajo muy duro.

-          Gracias.

-          Por cierto, llamaron de la central, el miércoles tienes que ir a Berlín para no sé qué de unos papeles.

-          Si el contrato nuevo, gracias, le puedes decir a mi secretaria que me reserve un billete de ida y vuelta para el miércoles.

-          Si claro, se lo diré, disfruta del día.

-          Gracias.

Me levante, me vestí con la misma ropa y salí a un centro comercial cercano a comprarme ropa nueva, en una tienda de ropa de una conocida marca me compre desde ropa interior, calcetines, pantalones, camisas, zapatos, colonia, todo lo necesario para asearme, y me fui de nuevo a casa, me metí en el baño, me asee, me cambie de ropa y Sali para Madrid, quería pasar antes por la de Manolo para reservar una mesa, pues por la semana el bar se le ponía de punta en bote, por los menús para trabajadores, llegue a la de Manolo justo para tomar un desayuno, reservarle una mesa para las dos, cosa que nunca hacía, pero por ser yo hizo una excepción, eran las once de la mañana, me fui para el hotel, me senté en una cafetería cercana, pedí una infusión y espere, a las doce en punto, Gertrud estaba en la puerta del hotel, vestía un hermoso vestido ibicenco, el adecuado para un día de calor en Madrid, nada mas verla, fui a su encuentro.

-          Hola estas guapísima con ese vestido.

-          No seas así, es solo un trapo, el recepcionista me recomendó ir lo mas cómoda posible pues hoy dice que llegaremos a los treinta grados.

-          Seguramente, es por eso que ahora iremos a visitar unos museos desconocidos, pequeñas joyas de la cultura de este país, y después iremos a comer a la de Manolo, después te llevare para que veas la ciudad desde una hermosa atalaya, después sobre las ocho de la tarde volveremos y te enseñare ese Madrid de pueblo, pequeños barrios como el mío donde se sigue manteniendo la confianza en el vecino, donde todos se conocen, aunque no lo creas eso aun existe, después iremos a cenar a la de Alfredo, después, si quieres volveremos a la de Rober y te llevare al hotel, pues mañana te enseñare los aledaños de la ciudad, El Escorial, La granja de San Idelfonso, Aranjuez, Segovia, hasta llevarte al aeropuerto para tu vuelo.

-          Ya veo que tienes muy bien organizada nuestra agenda.

-          Pues sí, quiero devolverte los favores de Berlín, tu me as enseñado lo mejor de tu ciudad, yo pretendo hacer lo mismo, nos vamos.

Durante las dos siguientes horas estuvimos recorriendo tres de los pequeños museos que pocos turistas conocen, El Cerralbo, el del Romanticismo y el Lázaro Galdiano, en cada uno de ellos Gertrud quedo impresionada, les encanto, a las dos de la tarde estábamos en la puerta del bar de Manolo sentándonos en una de sus mesas, dispuestos a dar cuenta de algunos platos típicos, gallinejas, caracoles, huevos estrellados, vino de Madrid, yo agua por supuesto, de postre unas torrijas y rosca de Madrid, después de comer estuvimos un buen rato hablando con Manolo, a las cinco salimos para el mirador de Paracuellos, desde allí Gertrud contemplo una panorámica de la ciudad, merendamos en un pueblo cercano y regresamos a Madrid, llegamos al hotel y ella me dijo que quería cambiarse de ropa, que si podía esperar por ella mientras se cambiaba, desde luego que le conteste de forma afirmativa, me fui a la cafetería a esperar por ella, al cabo de media hora la vi aparecer, estaba espectacular, con un vestido que realzaba su figura, sin ser exagerado se le veía seductora, me acerque a ella.

-          Gertrud siempre me sorprendes.

-          Y eso.

-          Estas seductora, seguro que vas a traer a mas de un hombre loco.

-          No seas así, me haces ruborizar, me gusta cómo me queda.

-          Te queda de fábula, repito estas excelsa.

-          Gracias, cuando quieras nos vamos.

Salimos del hotel y pedí un taxi, llegamos a la de Alfredo, como siempre saco un par de minutos para charlar con nosotros, la cena como siempre espectacular, estuvimos charlando hasta las doce de la noche, Alfredo haciéndonos compañía, este me preguntaba por Claudia, yo le respondía lo que sabía, que estaba casada con su trabajo, que no le conocía ningún pretendiente, que era muy independiente, una gran mujer.

-          Que pasa Alfredo que te hizo tilín.

-          Pues no te diré que no, lo pase muy bien con ella en la cena y en el Coliseum, creo que sintonizamos, ambos tenemos los mismos gustos, me encontraba a gusto con ella, además quedamos en volver a vernos en cuanto regrese de su próximo viaje.

-          Cuanto me alegro, ahora si te animas, nosotros nos vamos al Olimpo, quede con Rober.

-          Pues claro que me animo, esperar un momento que hablo con mi jefe de cocina y nos vamos.

Esperamos por el cómo un cuarto de hora, cogimos un taxi y en media hora estábamos entrando por la puerta del Olimpo, cogimos el ascensor que llevaba a la zona VIP, en una de las salas nos estaba esperando Rober acompañado por Luisa y Claudia.

-          Hombre Alfredo, ahora mismo te iba a llamar, mira quienes han aparecido de repente, estas dos mujeres tan hermosas.

-          Cállate Rober, no me hagas poner colorada.

-          Decir la verdad no es malo.

-          Yo apoyo las palabras de Rober.

-          Vale chicos estamos acompañados de tres hermosas mujeres, ahora disfrutemos de la noche.

-          Rober se fue a la barra y volvió con bebidas para todos, estuvimos hablando por espacio de una hora, y bajamos a la pista de baile, yo como todo patoso parecía una marioneta manejada por las manos de un borracho, los cinco se caían por los suelos riéndose de mí, pero me daba igual lo estaba pasando bien, a eso de las tres de la mañana.

-          Gertrud debíamos de retirarnos, mañana será un día agotador, muchas horas de coche, si queremos ver todo, además de que hoy fue también duro.

-          Tienes razón, chicos nosotros nos vamos que mañana Jorge me quiere enseñar los alrededores de Madrid.

-          Pues pasarlo bien, nosotros nos quedamos un poco más, verdad chicas.

-          Si claro, lo estamos pasando bien, la compañía es grata, y además la música es muy buena.

Salimos de la discoteca, fuimos caminando al hotel, nos despedimos con un beso en las mejillas y quedamos para el día siguiente a las nueve de la mañana, para no tener que ir a la sierra ni a mi casa, me aloje en un hotel cercano, a las ocho de la mañana estaba a pie, me cambie de ropa, pues en la tienda de ropa compre varias prendas, llegue al hotel donde se hospedaba Gertrud, y allí estaba con otro vestido ibicenco que destacaba su figura, fue un día de lo mas agotador, recorrimos Aranjuez, La Granja, El Escorial, comimos en Segovia a los pies del acueducto, por la tarde Alcalá de Henares, Buitrago del Lozoya y algunos barrios donde la gente se conoce por su mote, algo único, cuando la deje en el aeropuerto.

-          Jorge as sido el mejor guía que he tenido en toda mi vida, me as enseñado un Madrid único, castizo, su gastronomía, sus gentes, de verdad que estos dos días lo e pasado de maravilla, espero verte pronto en Berlín.

-          Pues estaré el miércoles, pero no voy a tener mucho tiempo voy y vuelvo en el día, como mucho podemos quedar para comer.

-          Me parece perfecto.

-          Nos despedimos en la terminal, quedando para el miércoles en la entrada de la central.

El mensaje era de Jorge.

-          Lorena me voy a dormir a la sierra, mañana no iré a comer a casa y posiblemente tampoco a cenar, ni a dormir, tampoco el domingo iré por casa, seguramente me valla de la casa de la sierra directamente al trabajo,  voy a enseñarle a Gertrud, la chica de la que te hable, mi guía en Berlín, Madrid, mi Madrid, sé que el Domingo te vas de nuevo a Lisboa por unos días, solo te digo una cosa y considéralo una amenaza, cuando vuelvas de Lisboa tenemos que hablar y no me valen escusas, si no aceptas da por rota nuestra relación, yo no puedo seguir viviendo así, como si fuéramos dos desconocidos, la decisión está en tus manos.

Me empezaron a temblar las piernas, era un ultimátum en toda regla, no podía perderlo, ahora que estaba tan cerca de lograr mis propósitos, de terminar mi obra, lo necesitaba a mi lado, era el amor de mi vida, pero tampoco podía renunciar a mi otro modo de vida, a Lucas a Marcos y sus amigos, ese mundo me volvía loca, lo necesitaba, ellos eran sexo puro, pasión, lujuria, lo prohibido, solo pensarlo me excitaba, si hablaría con él, lo convencería como siempre, el me daría lo que le pida, seré una buena esposa en casa, pero una puta para mi macho y mi amante, eso era, claro que hablaría con el al venir de Lisboa, Lucas me dijo que tiene una sorpresa para mí en Lisboa, será una de nuestras fiestas, una nueva bacanal, sexo depravado, ser la puta de todo el mundo, ser usada de nuevo por machos y hembras, estoy mojada solo de pensarlo, tengo que dormir, prepararme para esta noche, vendrá Denis de nuevo, esa polla me tiene loca, antes de acostarme, tengo que preparar la ropa para esta noche, quiero estar espectacular, muy puta, me apetece ver la mirada de todos los hombres puestas en mi cuerpo, que se masturben pensando en mí, que en sus sueños húmedos aparezca yo como su personaje principal, eso es lo que quiero ser esta noche, la puta de todos, me acosté y a las ocho de la tarde me levante para prepararme, me di un baño de sales, me di crema corporal por todo el cuerpo, me perfume, y me puse aquella ropa tan provocativa, salí de casa rumbo al dúplex, Marcos vivía allí desde hacia ya tiempo, a la señora que cuidaba la casa le dije que se la había alquilado, a las nueve recogí a Marcos, pasamos por casa de Nuria y la recogimos, fuimos a un restaurante cercano a la sala de baile y cenamos los tres, la gente me miraba unos con cara de deseo y otros con cara de desaprobación, Marcos metía su mano por debajo de la mesa y acariciaba mis piernas, Nuria repetía la operación pero con mas descaro, subía su mano por mi pierna hasta llegar a mi coño, lo acariciaba, y de vez en cuando llevaba sus labios a los míos y me besaba con pasión, después era Marcos el que me besaba, estábamos dando todo un espectáculo sexual en aquel restaurante, me temía que de un momento a otro un camarero nos invitara amablemente a abandonar el local, pero eso no sucedió, al terminar de cenar, fuimos a un pub cercano a la sala de baile, pedimos unas copas, fuimos un momento a los baños y nos preparamos unas rayas, los tres esnifamos y volvimos a la barra a terminar nuestras copas, ellos dos se turnaban para besarme, sobarme, acariciarme, estaba tan excitada que mis manos bajaron a la entrepierna de Marcos y se pusieron a acariciar su pene, mientras Nuria me besaba en la boca, nuestras lenguas se encontraban una y otra vez, mientras mi mano acariciaba la incipiente erección de él, le baje la cremallera y metí mis mano por dentro de sus slips, mi mano tomo contacto con esa masa de carne, me encantaba acariciar una polla y si era la de mi amante más, estuve jugando con su verga, mientras Nuria jugaba con mis pechos, estábamos disfrutando de nuestros cuerpos, el camarero nos miraba con cara de desaprobación, pero me daba igual, me apetecía sentirme puta, observada, deseada, usada, Marcos bajo su mano y la metió por dentro del vestido, me lo levanto hasta la cintura y comenzó a acariciarme el coño por encima del tanga, mientras Nuria me sacaba un pecho fuera y comenzaba a mamármelo, dios como lo estaba disfrutando, la gente nos miraba unos de forma morbosa y otros de asco, el camarero se acerco un momento a mí.

-          Por favor, podían ir a uno de los reservados a continuar, detrás de la pista de baile hay unos pequeños habitáculos que les darán intimidad.

-          No estamos haciendo nada malo.

-          Señora por favor, no me obligue a tener que invitarles a salir del local, solo váyanse a los reservados, allí pueden hacer lo que les plazca.

-          De acuerdo, vamos chicos a uno de esos reservados, puede llevar una botella de ginebra y varias tónicas a él reservado.

-          Por supuesto señora y gracias.

Nos fuimos a uno de los reservados, corrimos las cortinas, y nada mas hacerlo Marcos se lanzo a por mi boca, mientras Nuria, me subió el vestido y se agacho a comerme el coño, estábamos en esa postura cuando entro el camarero, coloco la botella de ginebra sobre la mesa un cubo lleno de hielo, tres vasos de copa un plato lleno de rodajas de limón y una caja de tónicas, se iba a retirar cuando Marcos le sujeto de la mano.

-          Dime que te parece la hembra.

-          Que esta de buen ver.

-          Te apetece que te la chupe.

-          No es apropiado.

-          Tu solo di que sí y ella te la mama.

-          Otro día.

Estaba tan excitada que me levanté me puse enfrente del camarero.

-          Que pasa no te gusto.

-          Estas buenísima.

-          Entonces porque no quieres que te la chupe.

-          No es que no quiera, pero tengo que atender la barra.

-          Pues que te reemplace un compañero, seguro que solo serán cinco minutos.

-          Esta bien, vuelvo en cinco minutos.

El camarero se retiró, Marcos sirvió unas bebidas, los dos comenzaron a magrear todo mi cuerpo, estaba tan excitada que si no estuviera el volumen de la música tan alto los allí presentes escucharían mis gemidos y mis gritos.

-          Así cabrones seguir así, ponerme mas cachonda, comerme el coño, sobarme las tetas, usar todo mi cuerpo, soy vuestra, uff, que placer, joder como me poneis, hoy creo que no vamos a ir a bailar, de aquí directamente para casa a follar, me tenéis a mil, no paréis, ohhhh, sigue Marcos, mastúrbame como tu sabes hacerlo, ohhhhhh, que gusto, cabrones sabéis donde tocar, ahhhhh, me corro, me corro, ahhhhhhhhhhhh.

Mis flujos caían encima del sofá, mis pezones totalmente erizados, temblaba del orgasmo que había tenido, estaba con el vestido totalmente levantado hasta mi cuello, estaba totalmente tumbada en el sofá cuando entro el camarero.

-          Ya estoy aquí.

-          Que bien, bájate el pantalón, veamos que tenemos hay.

El camarero obedeció, y lo que vi me agrado, no era la polla más grande que había visto, evidentemente la de Denis, pero tenía una buena medida, me puse de rodillas delante de el y me la metí en la boca, el nada mas sentir mis labios sobre su glande emitió un gemido de placer, mientras se lo chupaba, Nuria se metió entre mis piernas y comenzó a comerme el coño, Marcos se puso al lado del camarero, se bajó el pantalón y abandone por un instante la polla del camarero, para llevarme a la boca la de Marcos, lo estaba disfrutando dos pollas para mi y la boca de Nuria comiéndome el coño, iba de una verga a la otra, relamía, chupaba, me metía sus testículos en la boca, mamaba, mientras Nuria me comía el coño de una manera brutal.

-          Oh, si, sigue así, me muero de placer, ohhhhh, joder que gusto.

Gemía mientras me comía esas dos hermosas pollas, el camarero fue el primero en correrse, no deje escapar ni una sola gota, en cuanto le deje la polla limpia, se subió el pantalón  y se marchó, me quedaba la polla de Marcos, la lamia, la besaba, Nuria abandono mi coño y se puso a la par mía, entre las dos le hicimos una mamada de escandalo a Marcos, este gemía, le temblaban las piernas, al cabo de un par de minutos se corrió, Nuria se llevó todo su semen a la boca, una vez que Marcos eyaculo todo, le enseño la boca abierta llena con su corrida y me beso, intercambiamos sus flujos, nuestras lenguas se entrelazaban babeando su semen, nos caían por las tetas, al acabar de besarnos, nos lamimos los pechos una a la otra, sin dejar ni una sola gota, Marcos se dejó caer en el sofá, estaba cansado, se le notaba, necesitaba un revulsivo, sobre la mesa prepare unas rayas de coca, los tres esnifamos, y nos dio el subidón, Nuria y yo comenzamos a besarnos con pasión, nuestras lenguas jugaban dentro de nuestras bocas, nuestras manos recorrían todo nuestros cuerpos, Marcos nos miraba mientras bebía su mano bajo a su polla y comenzó a masturbarse, tumbe a Nuria en el sofá y le puse mi coño a la altura de su boca, mientras yo me ponía encima de ella con mi boca sobre su coño, comenzamos a lamernos mutuamente, Marcos aumento el ritmo de su paja, al cabo de un rato la tenia de nuevo dura, se acerco a Nuria puso su polla en la entrada de su  coño y se la metió de un solo golpe, mi lengua recorría su polla cuando la sacaba y chupaba el coño cuando la metía, Marcos se dio la vuelta y puso su verga en la entrada de mi coño, Nuria con sus manos lo abrió y me la metió de un solo golpe.

-          Agggg, eso es así, métemela toda, ohhhhhhhh, cabron follame, no pares y tu puta cómeme el coño, no paréis, darme placer, hacerme correr, siiiiiiiiiiiii, así, eso es, no pares, siiiiiiiiiii, que gusto, siiiiii, me corro, Marcos se corrió a la misma vez que Nuria y yo, nos dejamos caer en el suelo, nos levantamos nos arreglamos la ropa, nos servimos una copa y descansamos, necesitábamos recuperar fuerzas, terminamos de tomar las copas y salimos del reservado, mucha gente nos miraba con mala cara, y la mayoría de los hombres nos miraban a Nuria y a mi con cara de deseo, fuimos a la barra.

-          Cóbranos.

-          La casa invita.

-          Pues muchas gracias.

-          Solo tenéis que volver y si os portáis bien las copas corren de cuenta de la casa.

-          No te preocupes que volveremos, me encanto chuparte la polla, la tienes muy bonita.

Salimos del pub, camino de la sala de fiestas, eran la una de la mañana.

-          Bueno Lorena que quieres ir a bailar o nos vamos directamente al dúplex para seguir follando.

-          Vamos a bailar un rato, después iremos al dúplex no tengo que volver a casa hasta el sábado a la noche, o sea que tenemos tiempo de sobra para follar, me apetece bailar un buen rato.

-          Pues no se diga más a bailar.

Entramos en la sala de baile, pedimos unas consumiciones y nos pusimos a bailar, estuvimos bailando como tres horas, descansábamos y nos besábamos con lujuria, nos sobábamos los cuerpos, los chicos se acercaban a Nuria y a mí, para restregar sus vergas sobre nuestros cuerpos, les dejábamos que nos sobaran todo lo que quisieran, nos manoseaban, restregaban sus cuerpos sobre los nuestros, Marcos se dedicó a ligar con unas chicas, mientras nosotras nos dejábamos usar, uno de los chicos mas lanzado que los demás, me cogía de la cintura y me llevo a una esquina, allí me beso, yo respondí a su beso, me llevo a un reservado y me empezó a acariciar las piernas, estaba tan excitada que le dejaba hacer, mis manos fueron a por su entrepierna, a acariciar su verga, le baje la cremallera del pantalón y me lleve su polla a la boca, comencé a mamársela, el gemía de placer, llevaba sus manos a mis pechos, me los sacaba del vestido y comenzó a amasármelos, no me duro cinco minutos, antes de ese tiempo se corrió, lo deje sentado y me volví a la pista, Marcos estaba hablando con las dos chicas.

-          Lorena vamos a invitar a estas dos chicas a nuestro piso, quieren pasar la noche conmigo, además les dije que les invito a unas rayas y unas copas, te parece bien.

-          Pues claro lo que tu quieras, podemos nosotros disfrutar de ellas también.

-          Pues la verdad que no se lo pregunte, ahora vuelvo.

Se acerco a las chicas estuvo un rato hablando con ellas y regreso con ellas.

-          Estas son Desiré y Gloria, vienen con nosotros al piso, les vamos a invitar a unas rayas y unas copas, después podemos montar una buena fiesta, ellas están dispuestas a todo, le he dicho que nosotros no tenemos límites y están de acuerdo.

-          Pues no se hable más, vámonos.

Cogimos nuestras cosas, le di la llave del coche a Marcos, le encantaba conducir mi coche, me senté detrás con las dos chicas y nada más arrancar comencé a besarlas, nuestras bocas se encontraban, mis manos buscaban sus pechos, ellas se dejaban hacer, estaban tan excitadas como yo, nos acariciábamos, nos lamiamos, ellas acariciaban mis pechos por encima del vestido, yo llevaba mis manos a sus coños, los acariciaba por encima de los vestidos, estábamos disfrutando como una putas, llegamos al dúplex, entramos besándonos, nos desnudamos, preparamos unas rayas mientras Nuria preparaba las bebidas, esnifamos todos y estuvimos follando como locos durante toda la noche, la mañana, y la tarde del sábado, parábamos para comer y recuperar fuerzas, fue un fin de semana de lo mas salvaje, el sábado en la noche los deje en el dúplex disfrutando de sus cuerpos y me fui para casa, tenía que descansar que el domingo temprano pasaba Lucas a recogerme, para ir a Lisboa, seria diez días de locura de sexo depravado, de sexo salvaje, solo deseaba ser follada y follada, ser usada por los amigos de Lucas de mi señor, de mi macho, de mi dueño, no sabia nada de Jorge solo su mensaje, dios cuanto lo necesitaba, solo pensar en el, en su sexo me ponía a mil, se estaba  convirtiendo en un gran amante, no es que no lo fuera antes, pero ahora me follaba de una manera mas salvaje, mas brutal, me sacaba unos orgasmos increíbles, me hacia sentir deseada, me llevaba al nirvana, el sexo con el era diferente, mi amor por el era indudable, lo amaba, de eso estoy segura, no sé qué me pasaría sin tenerlo a mi lado, no me lo imaginaba, pero sus palabras en su mensaje me tenían inquieta, cuando volviera de Lisboa teníamos que hablar, si no daré por terminada nuestra relación, mas o menos fue lo que me dio a entender, eso me asustaba, si teníamos que hablar, le mentiría, le diría que ya falta poco, que dentro de nada volveremos a ser ese matrimonio feliz, que seré de nuevo solo suya, que nada se interpondrá entre nosotros, que el trabajo pasara a ser secundario, pero no podía renunciar a ciertas cosas, desde luego Lucas no me permitiría dejarle, el ejercía sobre mi un dominio que no soy capaz de explicar, lo obedezco sin poner en duda ninguno de sus deseos, soy un juguete en sus manos, saca de mi la mas puta de las mujeres, me lleva al placer de lo prohibido, de ser la fiel sirvienta de sus amigos y amigas, de ser un pozo receptor de los deseos de ellos, de ser una puta al servicio de ellos, creo que haría lo que me pidiera sin dudarlo, después estaba Marcos, tan joven, tan fogoso, tan infantil aunque no lo parezca, tan lanzado, y Nuria, esa chica me volvía loca, era todo fuego, pasión, deseo, era como yo pero en joven, tendría que presentársela a Lucas, seguro que sacaría de ella lo mejor, la convertiría al igual que a mi en una puta deseosa de vergas de coños, de ser usada, se me acababa de ocurrir una idea, y si me llevaba a los chicos a Lisboa, por lo menos a Nuria, no creo que Lucas pusiera impedimento, cogí mi teléfono.

-          Lucas, hola.

-          Es así como me saludas.

-          Perdón mi señor, se me acaba de ocurrir una idea, creo que te gustara.

-          Tu dirás zorra.

-          Y si invitamos a Marcos y a Nuria a Lisboa, ellos son dos buenos amantes y creo que sintonizaran bien en la fiesta.

-          No es mala idea, crees que ellos se prestaran.

-          Si se lo pido yo, seguro que aceptan, son diez días con todos los gastos pagados, vuelo en un avión privado, hoteles de lujo, sexo, drogas, orgias, no creo que se nieguen.

-          Esta bien llámalos, dime donde estas.

-          En casa.

-          Y el cornudo.

-          No vino a dormir a casa en todo el fin de semana.

-          Y hoy.

-          Tampoco vendrá.

-          Bien voy para ahí.

-          Para que.

-          Para que crees.

-          En mi casa no, por favor.

-          Vamos a hacer una cosa, llama a Nuria solo, invítala a ir a tu casa ahora, yo estoy hay en una hora os follo a las dos y decido si puede venir a Lisboa, además me apetece usarte en tu lecho matrimonial, es un sueño que tengo usarte en la misma cama que compartes con el cornudo.

-          Por favor podemos quedar en mi dúplex o en un hotel yo lo pago, pero en mi casa no y si viene mi marido, y si nos descubre, me moriría, solo de pensarlo me tiemblan las piernas.

-          Déjate de tonterías, harás lo que yo diga, llama a la chica, convéncela de ir a tu casa ella sola, a tu amante en otro momento, ahora solo la quiero a ella, en una hora estoy hay, os quiero a las dos, listas para ser usadas, ya sabes cómo debéis recibirme, ahora voy a colgar, no quiero ni una sola queja y has exactamente lo que te he ordenado.

-          Si mi señor, se hará como digas.

Nada mas colgar llame a Nuria.

-          Hola Nuria, puedes venir a mi casa, tengo una sorpresa para ti, pero debes de venir tu sola, sin Marcos, está el contigo.

-          No se fue a su piso, tenia que estudiar, no lo volveré a ver en muchos días.

-          Mejor, te voy a mandar la situación de mi casa, coges dinero del cajón, mete algo de ropa, poca, y vente para aquí, cuando llegues te lo explico todo.

-          De acuerdo, según lo que veo aquí en media hora como mucho estoy hay.

-          Vale hasta luego.

En cuanto colgué, empecé a ponerme nerviosa, era mucho riesgo, si aparecía Jorge todo se iría a la mierda, pero también estaba excitada, mi señor me quería usar en mi casa, eso me ponía a mil, tenerlo en mi cama, por una parte me dolía por Jorge, pero por otra me excitaba por Lucas y Nuria, tener a los dos en la misma cama, poder disfrutar de la verga de Lucas y del coño de Nuria, ver como Lucas se iba a follar a Nuria a dominarla  como me domina a mi hizo que llevara mi mano a mi coño encharcado y que me empezara a masturbar, no tarde mucho en correrme, me metí en la ducha, me di un baño rápido y me senté en el sofá totalmente desnuda, sabia que así era como mi señor quería que lo recibiera, a la media hora sonó el telefonillo, era Nuria, le abrí la puerta.

-          Hola Nuria, tengo que hablar contigo.

-          Tu dirás.

Mientras me hablaba sus manos recorrían mi cuerpo desnudo, me acariciaba, joder como me ponía esa cría.

-          Te apetece ir a Lisboa, a unas fiestas muy especiales.

-          Habrá coca y sexo.

-          Mucho.

-          Me saldrá gratis.

-          Por supuesto.

-          Me tendré que acostar con mucha gente.

-          Pues seguramente.

-          Muchos días.

-          Como mínimo diez.

-          Cuando salimos.

-          Mañana por la mañana, iremos en un avión privado.

-          En un avión privado, que pasada, con azafata y todo eso.

-          Si azafata mueble bar, comida, todas esas cosas que salen en las películas.

-          Y la azafata se desnudará si se lo pido.

-          Por supuesto, hará todo lo que le pidas.

-          Me apunto, pero solo traje ropa para hoy y mañana.

-          No te preocupes en Lisboa iremos de compras, compraremos todo lo necesario, pero te aseguro que estarás mas tiempo desnuda que vestida.

-          Joder solo de pensarlo ya estoy mojada.

-          Ahora desnúdate, mi señor esta a punto de llegar y tenemos que recibirlo desnudas.

-          Tu señor.

-          Si Lucas ya os hablé de él, mi dueño, mi señor, soy suya, los mismo que serás tú.

-          Tan interesante es, tan guapo.

-          Es eso y más, desnúdate, vamos a esperarlo, disfrutando la una de la otra.

Nuria se desnudó, se puso a mi lado y deslizo su mano a mi sexo, sentir su mano era para mí, algo único, sus manos tan suaves, acariciando mi coño, mientras yo me comía sus pechos, era una sensación de placer increíble, me hacia sentir joven, deseada, allí sentadas en el sofá esperando a mi macho en mi casa, sentí como todo mi cuerpo temblaba, como mis neuronas trabajaban solo para sentir placer, estaba extasiada cuando solo el videoportero.

-          Es el, prepárate, se sumisa, obedécele en todo y veras que placer te dará.

-          Te hare caso, pero no me gusta sentirme dominada, no va conmigo.

-          Ya verás como con Lucas es diferente, ahora levántate y ponte a mi lado, baja la cabeza y mira al suelo, el te dirá como actuar, obedécele y disfruta como disfruto yo, lo pasaremos bien.

Abrí la puerta, de pues me puse al lado de Nuria y ambas miramos para el suelo.

-          Aquí estáis, me gusta que sepáis cual es vuestro rol, tú eres Nuria, acércate.

Nuria se acerco a el con la cara bajada.

-          Si que eres guapa, tienes unos buenos pechos, ábrete de piernas.

Nuria le obedeció, yo notaba como su manera de actuar, era la misma con la que actúe yo la primera vez que estuve con Lucas, su voz te obnubilaba, te hacia obedecer sin dudarlo, te trasportaba a situaciones de sumisión, Nuria se dejaba llevar por Lucas.

-          Bonito coño, depilado como a mi me gusta, levanta la cara y mírame.

Ella levanto su cara, le miro a los ojos e instintivamente la volvió a bajar, era una demostración de sumisión, el dio una vuelta alrededor de ella mientras con una mano la acariciaba, ella temblaba de excitación, por sus piernas comenzaba a notarse la caída de sus flujos vaginales, el apoyo una mano en su hombro y la invito a arrodillarse, ella sin dudarlo se arrodillo y sin el decir nada llevo sus manos a la bragueta de Lucas, le desabrocho el cinturón, le desabrocho el pantalón, le bajo la cremallera, el dejo caer sus pantalones al suelo, ella cogió sus bóxer, los bajo hasta sus tobillos, cogió su polla con la mano y comenzó a masturbarlo, el me hizo una señal, me  acerque a él, me toco en el hombro y supe lo que tenia que hacer, me arrodille al lado de Nuria, cogí su cabeza por el cuello y dirigí su boca a la polla de mi señor, ella abrió la boca y se la trago.

-          Así se hace putita, cómetela toda, disfrútala, es la polla de tu señor, de tu nuevo amo, gózala, se tu misma, lamela, recórrela con tu lengua, Lorena ponte detrás de ella y acaríciala, dale placer.

sin dudar obedecí, me puse detrás de ella, mis manos empezaron a recorrer sus pechos, a acariciar sus pezones, ella se movía al ritmo de mis caricias y las embestidas de Lucas, se notaba que estaba disfrutando, gozando de ese hermosa verga, la lamia, la recorría con su lengua, bajaba a sus testículos y los besaba, mientras yo llevaba una de mis manos a su sexo y comencé a acariciárselo, mi otra mano fue a por la polla de mi señor, quería sentirla, notar como palpitaba bajo mis caricias y la mamada de Nuria, se separo de nosotras, se sentó en el sofá.

-          Vamos a ver putas, comeros los morros para mí, quiero que me deis un espectáculo que me ponga la polla muy dura, ser lo mas zorras posible, llenaros de lujuria, de deseo, ser dos amantes que solo buscan el placer, hacer que me sienta orgulloso de vosotras, pues se que no me vais a defraudar.

Ambas nos pusimos en un sensual 69 ambas comenzamos a comernos los coños con locura, queríamos que nuestro señor quedara satisfecha de nosotras, nuestros gemidos se escuchaban en toda la casa, incluso seguramente fuera de ella, nuestros flujos inundaban nuestras bocas, nuestros pezones estaban tan duros que parecían clavos, nuestras manos abrían nuestros labios vaginales para buscarnos nuestros clítoris, y jugar con ellos, ambas encadenábamos un orgasmo tras otro, mientras nuestro señor, se masturbaba viéndonos, nuestros ojos, iban a su verga, en un momento y como si nos pusiéramos de acuerdo, abandonamos nuestros coños y nos fuimos a por su polla, ambas nos turnábamos para chupársela, para lamerla, para degustarla, ambas disfrutábamos de ese pedazo de carne, nuestro señor se levanto y se corrió en nuestras caras, notábamos como su semen caía por nuestra cara, ambas nos pusimos a lamernos la cara para recoger cada gota de la simiente de nuestro señor, nada más limpiarnos los restos de semen, Nuria se lanzo como una posesa por la polla de Lucas, estaba fascinada por su belleza, la lamia con lujuria, con deseo, con esa mamada no tardo mucho en recuperar la verticalidad, nada mas ponerse dura, Nuria se levanto se sentó sobre Lucas y se la metió de un solo golpe, comenzó a cabalgarlo con una velocidad suicida, no paraba de gemir, yo contemplando ese espectáculo comencé a masturbarme, a acariciarme los pechos, me frotaba el clítoris con fiereza, notaba como crecía y crecía, de mi coño no paraba de salir flujo que caía por mis piernas, mientras Nuria cabalgaba a nuestro señor.

-          Vamos zorra muévete más rápido y tu puta ven aquí, quiero que le comas el coño mientras me la follo, pásale la lengua por la raja, cómele el botoncito, que goce, vamos Lorena obedece.

Como un autómata me metí entre las piernas de Nuria y comencé a comerle el coño y de paso a lamerle la polla a Lucas, que sensación única, un coño y una hermosa polla en mi lengua, Nuria se tenso y tuvo un increíble orgasmo, todo su cuerpo temblaba de placer, yo por mi parte me dedicaba con ahínco a comerle el coño y chupar sus flujos y el prese minal de mi macho, Lucas comenzó a darle palmadas en las nalgas de Nuria esta comenzó a gemir.

-          Por favor no pares, dame mas fuerte, enrojéceme las nalgas, pellízcame los pezones, hazme tuya, soy tuya totalmente, necesito que te corras dentro de mí, deseo sentir tu semen dentro de mi coño, por favor córrete, lo deseo tanto, ahhhhh, ohhhh, que gusto, que placer, dios como me corro.

Se volvió a correr, mientras yo me castigaba el clítoris, ambas estábamos disfrutando de la verga de nuestro señor.

-          A ver par de zorras que soy para vosotras.

-          Eres mi señor.

-          Eres nuestro amo, somos tuyas, te obedeceremos en todo, haremos lo que nos digas, úsanos a tu gusto, pero por favor córrete, lo estoy deseando con todo mi ser.

Lucas se tenso y se corrió dentro del coño de Nuria, esta tuvo un orgasmo increíble, bestial, se dejo caer al suelo tiritando de placer, su cuerpo temblaba como si recibiera calambrazos, en cuanto se dejo caer yo me lance como una loca por la polla de mi señor, la lamia, la limpiaba de todo resto de semen y de los flujos de Nuria, me la metía en la boca, jugaba con mi lengua, quería que se le pusiera otra vez dura, para que me follara.

-          Vamos a tu dormitorio, donde dormís el cornudo y tú.

-          No por favor, en nuestra habitación no.

-          Follaremos donde yo diga, eres mi fiel perra y te follare a ti y la nueva zorra donde quiera, ahora llévame a la habitación.

-          Si mi señor.

Ayude a levantarse a Nuria, la cogí de la mano y comencé a subir la escalera a nuestro cuarto, el de Jorge mi amor y mío, se que no debía permitir que lucas lo profanara, pero era tal su influjo sobre mí, que no era capaz de negarle nada, por muy doloroso que fuera y que me follara en nuestra habitación era muy doloroso para mí, entramos en la habitación, el se sentó en la cama.

-          Lorena arrodíllate y chúpame la polla, pónmela dura de nuevo y tu zorrita, mastúrbate para mí.

Me arrodille delante de Lucas, me metí su polla en la boca y me dedique en cuerpo y alma a empinársela, mi lengua jugaba con su glande, mis labios recorrían toda su longitud, mis dientes jugaban con sus testículos, solo pensaba en ponérsela de nuevo dura, para que nos follara.

-          Nuria ocupa su lugar, tu puta levántate.

Me levante y Nuria comenzó a mamársela.

-          Quiero que grites su nombre llamándole cornudo.

-          Por favor mi señor, eso no.

-          Que lo digas hostia, no discutas, mastúrbate y dilo joder es una orden de tu señor.

Comencé a masturbarme, pero la palabra no me salía de la boca.

-          Dilo puta, dilo muy alto, que te oigan bien los vecinos.

No era capaz, mis cuerdas vocales se negaban a pronunciar su nombre.       Lucas se levantó cabreado se dirigió hacia mí, me cogió por los pelos, me puso de rodillas y me abofeteo.

-          Dilo zorra, dilo de una puta vez.

-          No puedo.

-          Dilo, dilo, quiero que lo digas, Jorge es un puto cornudo, dilo.

Con un hilo de voz.

-          Jorge es un puto cornudo.

-          Mas alto.

-          Jorge es un puto cornudo.

-          Mas alto.

-          Jorge es un puto cornudo.

-          Otra vez.

-          Jorge es un puto cornudo.

-          Sigue diciéndolo mientras te follo, túmbate en la cama.

Me tumbé en la cama, abrí mis piernas, el las puso por encima de sus hombros y me la metió de un solo golpe.

-          Dilo.

-          Jorge es un puto cornudo.

-          Di, Mi marido es un cornudo y yo soy una puta que se acuesta con todos los hombres que mi señor diga.

-          Mi marido es un cornudo y yo soy una puta que se acuesta con todos los hombres que mi señor diga.

-          Di lo que es tu marido hasta que me corra dentro de ti y tu Nuria acuéstate al lado de ella y repite con ella Jorge es un cornudo.

Nuria se acostó a mi lado y las dos comenzamos a repetir la frase una y otra vez, estaba tan excitada que no sentía dolor, solo un placer increíble, ya no me dolía llamar cornudo a mi marido, solo quería que mi amo me follara duro.

-          Así mi amo, más duro, esta puta quiere que la trates con dureza.

-          Dilo, zorra repítelo una y otra vez.

-          Jorge es un cornudo.

-          Jorge es un cornudo.

Era una letanía, lo repetía encadenando orgasmos, me gustaba decirlo, me excitaba, Nuria lo repetía y me besaba en los pechos.

Jorge es un cornudo.

-          Mas alto.

Gritaba como una posesa, me dolía la garganta de gritarlo, pero no paraba de repetir la frase una y otra vez.

-          Jorge es un cornudo, y yo soy la puta de mi señor Lucas.

-          Eso es zorra, así me gusta que sepas lo que eres y que tu maridito se entere de lo que es, sigue repitiéndolo.

Repetía la frase, la gritaba, me corría, repetía la frase, pero solo pensaba en la polla de Lucas, en como me estaba follando, estuve repitiendo la frase como vente minutos y Lucas se tenso y se corrió dentro de mí, en cuanto note su semen entran en mi vagina, grite con todas mis fuerzas.

-          Mi marido Jorge es un cornudo y me gusta que lo sea, mi señor me folla, yo lo hago cornudo, y me encanta, soy una perra de mi señor Lucas, soy su esclava, su sierva, vivo para él, mi marido es un puto cornudo.

-          Así me gusta zorra y ahora dime quien te a follado mejor yo o el.

-          Mi señor, el, no he tenido un orgasmo tan intenso como los que me proporciono el, es distinto, a el lo amo, a vos os sirvo, me follais de una manera diferente, para vos soy una mercancía, para el soy su mujer, lo amo, eso no puedo evitarlo, debéis entenderlo, se que soy vuestra que mi cuerpo os pertenece, pero mi corazón es de mi marido.

-          Menudo gilipolles hace un minuto gritabas como una posesa llamándole cornudo y ahora me dices que le amas, vamos eso no te lo crees ni tú, yo por lo menos no me lo creo, eres una puta y siempre lo serás, tu marido es un cornudo y te gusta que lo sea, no le amas, solo deseas su compañía.

-          Mi señor, le amo con locura, sé que es difícil de entender, pero le amo, se que le hago daño, que cada vez que me usáis, le engaño un poco más, eso me duele, pero es mayor el deseo de serviros que el dolor que le produzco, se que soy una puta y que lo seré el resto de mi vida, os serviré mientras lo queráis, me cederéis a otra persona, follare con quien me ordenéis, me someteré a todo tipo de depravación, pero lo amo.

-          Vale lo que tu digas, no voy a discutir contigo, además me la suda, para mi es un cornudo sin carácter, ahora quiero descansar que dentro de unas horas nos vamos a Lisboa, Lorena vete a dormir a otra habitación, Nuria dormirá conmigo, quiero que me despiertes a las seis de la mañana chupándome la polla, y tu zorra, acuéstate a mi lado y chúpamela hasta que me quede dormido.

Me fui a la habitación de invitados, los deje a los dos en nuestra cama, Nuria se tumbó de manera que la polla de nuestro amo quedara a la altura de su boca y se la trago, me di una ducha y me acosté, puse el despertador para las seis menos cuarto, en cuanto sonó me fui a nuestra habitación, me acosté a la altura de la polla de Lucas y se la comencé a chupar, no tardo nada en tenerla totalmente erecta, abrió los ojos,

-          Muy bien puta, ahora sigue chupándomela, quiero correrme en la cama, la vamos a dejar sin hacer, para que el cornudo huela a sexo, que sepa que tu señor te a usado en vuestra alcoba y no proteste, solo mámamela, no pares hasta que yo te diga y tu Nuria cómele el coño, quiero que se note que se estuvo follando en esta habitación.

No dije nada, no podía, era mi señor y sus deseos tenía que cumplirlos, me dedique a comerle la polla de la mejor manera posible, me gustaba chupársela, Nuria me estaba haciendo una comida de coño brutal, me caían los flujos por todas las sabanas, Lucas me cogió por los pelos y empezó a follarme la boca, era un juguete en sus manos, quería que se corriera en mi boca, me la tragaba toda, deseaba que no me apartara, que todo su semen inundara mi garganta, pero en cuanto noto que se iba a correr, se separó de mí, se puso de rodillas en la cama y se corrió, su semen se esparcía por la cama, con su polla hacia movimientos circulares para que se expandiera bien, toda la cama quedo llena de semen, y de nuestros flujos, la habitación olía a sexo de una manera brutal, la cama estaba llena de todo tipo de flujos, semen, líquido seminal, sudor, empecé a temblar, tenia que limpiar aquello, suplicaría, le pediría que me permitiera limpiar la habitación, cambiar la cama, se lo rogaria.

-          Lucas permíteme limpiar la habitación o por lo menos cambiar la cama.

-          No.

-          Te lo suplico.

-          No, se queda tal como está.

-          Por favor, mi marido se va a dar cuenta.

-          Eso es lo que quiero.

-          Pero se dará cuenta de que en esta habitación hubo sexo.

-          Perfecto, ahora deja de joderme, la habitación queda así, no se discute más.

-          Ahora vestiros que en cinco minutos nos vamos.

-          Por favor, mi señor, os lo suplico.

-          Que no, no me toques los huevos he dicho que queda así y no se hable más, ahora vestiros, os espero en la entrada.

Mientras me vestía comencé a llorar, sabia que si Jorge entraba en esa habitación se daría cuenta que hubo sexo, que lo perdería, intente impregnar la habitación con un perfume fuerte, intente hacer un poco la cama, Nuria intento ayudarme, pero el olor a sexo no se iba, abrí las ventanas, a lo mejor con las ventanas abiertas la habitación se ventilaba lo suficiente como para dispersar el olor, no quedaba más que hacer, terminamos de vestirnos y salimos de la casa, Lucas ya estaba dentro del coche, sin darme tiempo Nuria se sentó delante con Lucas, me senté atrás y cerré los ojos, por mi mente pasaba las imágenes de Jorge entrando en la habitación y oliendo, mirando, tocando todo, dándose cuenta de lo sucedido en esa habitación, me caían las lagrimas por las mejillas, sollozaba, me sentía fatal, sucia, me entraron ganas de bajar del coche volver a mi casa y esperar por mi marido, confesarle todo y que el decidiera, pero fui cobarde, me quede sentada viendo como Nuria le comía la polla a Lucas, esa imagen desato mi libido sin darme cuenta mis manos bajaron a mi sexo y comencé a acariciarme, mirar como Nuria se metía aquella verga con devoción me excitaba, una mano sobre mi coño y otra pellizcándome los pezones, mi mano trabajaba a una velocidad endiablada, buscaba mi clítoris, lo frotaba, necesitaba sentir esa sensación de placer, de lujuria, de ser yo, una puta, una zorra, de ser la puta de Lucas, ver su verga entrar y salir de la boca de Nuria me volvía loca, me olvidaba de Jorge, de la situación que viviría al llegar a casa y entrar en la habitación, empecé a temblar pero por el orgasmos que estaba teniendo, mis manos pellizcaban mis pezones, Lucas se tenso y se corrió en la boca de Nuria, ella se giró hacia mí, abrió su boca y me la mostro llena del semen de nuestro macho, acerque mi boca a la suya y la bese, el semen se mezclaba con nuestra saliva, nos lamiamos como dos gatas, nos caían por la barbilla restos de saliva y semen que recogíamos con nuestras lenguas y nos llevábamos de nuevo a la boca, Lucas nos miraba.

-          Eso es zorras, beberos mi esencia, disfrutar de mi néctar, ser unas buenas putas, lo vamos a pasar de lujo en Lisboa, ahora sentaros que estamos llegando al aeropuerto, después en el avión os voy a follar a las dos, y después los pilotos, mientras me follo a la azafata.

Entramos en la zona reservada a los vuelos privados, entraron nuestras maletas en la bodega, y nos sentamos, nos abrochamos los cinturones y elevamos vuelo, durante el trayecto Lucas nos follo a las dos, además de los pilotos y la azafata fue follada por Lucas, llegamos al aeropuerto de Lisboa y nos desplazamos a una mansión en Sintra, una casa inmensa, a todo lujo, Nuria estaba alucinando, su cara era de estupefacción, no se creía que estaba en esa casa, sus ojos iban de un lado a otro, cuando le enseñamos la habitación donde dormiríamos las dos, dio un grito de asombro, una cama de dos por dos, un vestidor para cada una.

-          Te voy a explicar algunas normas, primera, en esta casa siempre estarás desnuda, segunda, siempre estarás disponible para cualquiera de los invitados, tercera, no comerás ni beberás, salvo que ellos te lo ofrezcan,  cuando alguien te toque en el hombro te arrodillaras y le comerás la polla o el coño, dependiendo de lo que sea, si te toca en la nalga te pondrás a cuatro y le ofrecerás tu coño y tu culo, si te tocan la pierna te tumbaras en el primer sofá o cama que encuentres y le ofrecerás tu coño, lo has entendido.

-          Si, perfectamente.

-          Bien pues desnudémonos y vallamos a junta Lucas.

Ambas nos desnudamos y caminamos hacia un amplio salón, en el se encontraba Lucas en compañía de mis señores, Cristine, Guillet, Fabrice, Madelen y otras personas, nada mas llegar a su altura, Guillet me toco el hombro, yo automáticamente me arrodille, cogí su verga y comencé a mamársela, me encantaba tener esa verga en la boca, jugaba con mi lengua, mis dientes, le besaba el glande, babeaba, me caía la saliva por la comisura de los labios yendo a caer sobre mis pechos, mientras le comía la polla, lucas le toco la nalga a Nuria se puso a cuatro y Lucas se arrodillo y comencé a follarsela, mientras los demás comentaban como de serviles éramos las dos, mientras me comía la polla de Guillet, Lucas abandono el coño de Nuria y se lo ofreció a Fabrice, este no lo dudo un momento y se la ensarto, Nuria gemía de placer, notaba como aquella verga la inundaba, yo por mi parte me comía la polla de Guillet con devoción, con pasión, me encantaba esa polla, tan musculada, venosa, Lucas se estaba follando a Cristine, mientras Madelen le comía el coño a esta, el resto de los invitados estaban o follando o comiéndose los morros o masturbándose viendo el espectáculo, cuando Guillet se corrió dentro de mi boca, me lo trague todo sin dejar caer ni una sola gota, por su parte Fabrice se corrió en el coño de Nuria, durante el resto de la mañana fuimos usadas por todos los invitados, follamos comimos pollas, coños, nos follaron por todos nuestros agujeros, esnifamos coca que nos ofrecieron, bebimos alcohol, a eso de las dos de la mañana, los invitados se fueron a sus habitaciones y Nuria y yo totalmente exhaustas, nos dejamos caer en un sofá, Lucas nos miraba con satisfacción.

-          Muy bien zorras, como siempre me habéis dejado quedar bien, ahora Nuria dormirás conmigo y tu zorra, a ver quien quiere dormir con la zorra.

-          Nosotros dormiremos con Lorena, desde la ultima orgia no duermo con ella, y a Cristine y a mi nos apetece jugar con ella lo que queda de noche.

Guillet me cogió de una mano y Cristine de la otra, me llevaron a una habitación, me tumbaron en la cama y comenzaron a besar todo mi cuerpo, sus labios recorrían mis pechos, mis pezones, mis lóbulos, mi cuello, no quedo rincón de mi cuerpo sin besar, Cristine se metió entre mis piernas y comenzó a comerme el coño, mientras Guillet puso su verga a la altura de mi esfínter y me penetro, Cristine abandono mi coño, fue a una maleta de ella saco un anillo de pezón estructurado con cadena, me los coloco en los pezones y comenzó a colocar contrapesos, primero cien gramos, después quinientos, mientras Guillet  profanaba mi culo, la tensión de los contrapesos estiraba mis pezones, y con las oscilaciones de la follada de Guillet, mis pechos se movían de un lado a otro, notaba la tensión, pero era una sensación placentera, Cristine fue apretando mas las tuerquecillas, para aprisionar mejor mis pezones.

-          Ahhhhh, por favor más, no pares Cristine, ponme mas peso, ohhhhhhhh, que placer, me corro, Guillet mas fuerte, follame mas fuerte, no pares, más, me corro, más pesos no pares hasta que me arranques los pezones, soy una puta a vuestro servicio, soy vuestra, follarme, no paréis de darme placer, joder que gusto, ohhhhhhh, me corro.

Encadenaba un orgasmo detrás de otro, Cristine me puso un kilo de peso, mis pechos estaban estirados al máximo, el dolor era increíble, pero me encantaba esa sensación de dolor y placer a la vez me llevaba a tener un orgasmo detrás de otro, Guillet abandono mi culo y me la metió en el coño, mientras Cristine me besaba en la boca.

-          Te gusta zorra, veo tu cara de dolor, pero aun así pides más, pero que zorra eres, desde que te conocí en Rabat me di cuenta que eres la mas puta de las mujeres que e conocido, eres excepcional, esta echa para ser una puta, te comes todo lo que te den, soportas el dolor con estoicidad, te pueden estar follando varias horas y empalmas un orgasmo tras otro, eres toda una ninfómana, eres una adicta al sexo, lo vamos a pasar muy bien estos días y el ultimo día te vamos a marcar.

-          Como que marcar.

-          Si, te vamos a poner un piercing en el capuchón, esa será tu marca.

-          Pero mi marido se va a dar cuenta.

-          Y que.

-           Le dices que te apetecía y ya está.

-          Pero nunca me gustaron los piercings, ni los tatuajes.

-          Pues esa es otra cosa que te vamos a poner, un tatuaje en uno de tus pechos.

-          Lo que.

-          Un trisquel, el símbolo de la sumisión, porque eres una sumisa.

-          Lo soy, pero de mi señor Lucas.

-          De Lucas y de nosotros, vas a ser un regalo de Lucas para nosotros, a partir de mañana serás nuestra, Lucas se a encaprichado de Nuria y ella pasará a ocupar tu lugar, tu serás nuestra, te marcaremos al igual que Lucas marcará a Nuria, a ella le pondrá piercing en los pezones y un anillo en el clítoris con sus iniciales, además de un tatuaje de un trisque al igual que tú.

-          Pero, pero, yo solo soy de Lucas.

-          A partir de mañana no, métetelo en la cabeza, nos vamos a mudar a Madrid, estarás a nuestra entera disposición, mañana Lucas te lo dirá, haremos el traspaso, tu dejaras de pertenecerle y pasaras a ser nuestra posesión.

-          Y mi marido.

-          Seguirá siendo un cornudo, solo eso.

-          Ahora vamos a dormir que nos esperan días muy duros, muchas fiestas y muchos amigos a los que tendrás que complacer.

Ellos se abrazaron a mí, me quede pensando en que Lucas me regalaba a sus amigos y que Nuria pasaría a ocupar mi lugar, estaba tan cansada que me dormí con esos pensamientos.

Me desperté a las seis de la mañana, no me daba cuenta donde estaba hasta que me situé, estaba en mi casa de la sierra, había pasado el mejor fin de semana en mucho tiempo en compañía de mis amigos, Gertrud era una mujer maravillosa, culta, amable, educada, con gustos parecidos a los míos, me di una ducha rápida me vestí y salí pitando para el trabajo, iba a pillar un buen atasco en la carretera de la Coruña, pero no tenia prisa, llegaba de sobra, aprovecharía para desayunar en el bar de Manolo, para después irme a trabajar, debería llamar a Lorena, lo haría desde la de Manolo, estuve conduciendo durante una hora, llegue a la de Manolo y mira por donde estaba Rober desayunando con Luisa.

-          Buenos días.

-          Buenos días Jorge, que raro tu por aquí un lunes.

-          Ya ves, vine desde la sierra hasta aquí para desayunar antes de irme a trabajar y mira por donde os encuentro a los dos desayunado, que casualidad.

-          Ya ves, el otro día lo pasamos tan bien que hemos decidido quedar todos los días a desayunar aquí, es mas dentro de nada deben de llegar Alfredo y Claudia.

-          No me digas, habéis pasado el fin de semana juntos.

-          Algún problema.

-          Para nada, me alegro por los cuatro.

-          No te hagas ideas raras.

-          Yo, no ninguna, que ideas me voy a hacer, solo digo que pasasteis el fin de semana juntos, solo eso.

-          Ya está el casado metiendo.

-          Joder Rober, que no pasa nada, solo digo que me alegro, hacéis muy buena pareja, y que tiene de malo, si tenéis sintonía, pues aprovecharla, eso no es malo.

-          Déjalo Rober, Jorge tiene razón, para que negarlo, hemos pasado el fin de semana juntos y lo hemos disfrutado, lo mismo que Alfredo y Claudia, contigo estoy a gusto, para que voy a negarlo, no te pasa a ti lo mismo.

-          Si claro, me gusta estar contigo, nos compenetramos muy bien.

-          Hombre hablando de parejas, por aquí llega la otra, que Alfredo a desayunar, vienes que muy bien acompañado.

-          Pues la verdad es que si, con una hermosa mujer.

-          Pues cuanto me alegro, ahora os dejo que llego tarde al trabajo.

-          Nos vemos cualquier día, pasarlo bien parejas.

Me despedí de las dos parejas, me alegraba que estuvieran tan bien, tenía que llamar a Lorena, cogí mi móvil y marqué su número, me salió el buzón de voz, últimamente hasta con el buzón de voz hablaba más que con Lorena.

-          Lorena, te dejo este mensaje, sé que vas a estar como diez días en Lisboa, yo me voy el miércoles a Berlín, si te viene a bien contéstame a este mensaje, no te olvides que cuando vuelvas de Lisboa tenemos una conversación ineludible, nos jugamos nuestro matrimonio, cuando puedas contéstame para saber que estas bien, te quiero.

Llegue al despacho y estuve todo el día ajetreado, preparando proyectos, calculando costes, reuniéndome con mis colaboradores, tuve una video llamada con Otto, ese chaval cada día me sorprendía más, era una mente prodigiosa, estaba feliz de tenerlo en mi grupo de trabajo, fue una jornada dura, a las nueve de la noche marche para casa, nada más abrir la puerta un aroma impregno mi olfato, un olor fuerte, subí las escaleras y entre en la habitación, la ventana estaba abierta, pero el olor persistía, era un olor más que conocido, era olor a sexo, a sudor, a semen, me tumbe en el suelo y comencé a llorar, todas mis sospechas estaban empezando a tomar forma, el rechazar mis caricias, el no querer tener sexo, los baños separados, la depilación, los viajes, los bailes, las cenas, las llegadas a deshoras, todo eso sumaba, me hundí, las lagrimas caían por mis mejillas, tumbado de rodillas en el suelo, ese olor tan característico, me entraba por la nariz y me dolía, sentía punzadas en mi pecho, entre en pánico, tenia que serenarme, lentamente me levante, estaba claro que no podía permanecer en esa casa ni un minuto más, abrí el armario, cogí una maleta.

Estoy solo en casa haciendo una maleta que creía que nunca tendría que hacer, no sé si me engaña, pero lo que sé que algo pasa, ya no es la misma, hace tiempo que ha cambiado, ya no es la misma mujer con la que me case.

Son pequeños detalles.

Siempre nos acostábamos juntos, ahora espera a que yo me quedé dormido para acostarse.

Siempre dormía abrazado a ella, ahora rechaza mis abrazos con la excusa de que le doy calor, aunque estemos bajo cero.

Por las mañanas siempre acariciaba sus pechos, ahora no me los deja tocar, porque dice que le molesta el contacto.

Siempre tuvimos la ropa interior en el mismo cajón, ahora en cajones separados, y una vez que me equivoque, vi ropa interior que jamás me imagine que se pondría, tangas, mini sujetadores, etc.

Siempre sale de casa con una pequeña maleta.

La última vez que le toque el coño, lo tenía rasurado, cuando siempre lo tuvo con una buena mata de pelo.

Antes nos levantábamos juntos después de hacer el amor, ahora en cuanto le toco se levanta con la excusa de que esta incomoda en cama.

Antes nos despedíamos con un beso apasionado, ahora le beso y cierra los labios.

Nos llamábamos a todas horas, ahora si llama soy yo y siempre me dice que está ocupada, que no la moleste con tonterías.

Cuando le decía que la amaba, ella me contestaba que también, ahora en cuanto se lo digo, solo hace un ruido gutural, uuuhh.

Antes iba todos los viernes a tomar el café con las amigas y volvía a las ocho de la tarde, ahora llega a las once o doce de la noche, cuando no a la una de la madrugada y siempre la misma escusa, es que nos liamos a hablar.

Jamás nos importó que ella ganara cuatro veces más que yo, ahora me lo echa en cara todos los días, me dice que no me hago valorar.

Ahora sale más a menudo de copas con las noches con las amigas y siempre lleva su maletita cuando sale, llega al día siguiente de mañana y con un fuerte olor a tabaco, alcohol y sobre todo a una colonia varonil.

Es por eso que estoy haciendo la maleta no quiero saber más.

Me voy, soy un cobarde que no quiere ver la realidad, además no quiero ser un estorbo en su vida, ya tengo un nuevo trabajo en otra ciudad, lejos de ella, espero que sea feliz, por lo menos tanto como lo fuimos nosotros durante quince años.

Salgo por la puerta con una sensación de alivio, de que hago lo correcto.

Sobre la mesa de la entrada, dejo una nota y mi anillo de casado, esta noche dormiré en la sierra, mañana volveré para terminar de recoger mis cosas, solo lo imprescindible, el resto no me importa, todo es superfluo en estos momentos, mi vida con Lorena se ha acabado.

EPILOGO

Hace cinco años que vivo en Berlín, solo voy por Madrid por cuestiones de trabajo, desde que Sali por aquella puerta solo e visto a Lorena una sola vez, el día que firmamos los papeles del divorcio, estaba pálida, desencajada, delgada, parecía otra persona, no quise hablar con ella, me hizo mucho daño, ahora vivo con Gertrud, somos pareja, aun no estoy preparado para dar un paso mas lejos, estamos bien así, ella ya no da giras, se centra en la parte logística del negocio, las contrataciones, los suministradores, hace dos días me llamo Rober, me pidió por favor si podíamos reunirnos en nuestra casa, por supuesto le dije que sí, este sábado vienen, me dijo que vienen los cuatro, pues el y Luisa son pareja, lo mismo que Alfredo y Claudia, las veces que e ida a Madrid y e estado con ellos se les veía muy felices, no sabía de lo que querían hablarme, Rober no me dijo nada solo que tenían que hablar conmigo de algo importante, llego el sábado, mientras Gertrud preparaba la mesa, yo en la cocina preparaba las viandas, una comida ligera, ensalada, pescado y fruta, a eso de las doce sonó el timbre, Gertrud abrió la puerta y nuestros amigos se presentaron, nos saludamos con unos apretones de manos y unos besos, nos sentamos en el salón y serví unas cervezas, yo por supuesto de las mías, una vez todos sentados.

-          Bien chicos que queréis decirme que os hace venir a Berlín a contármelo.

-          Veras Jorge, tenemos que pedirte perdón.

-          Por qué.

-          Veras todos sabíamos lo de Lorena mucho antes de que tu te enteraras, nos sentimos fatal por ser unos cobardes y no contártelo antes.

-          Arreglaría eso algo, el final seria el mismo, no tenéis por que disculparos, las cosas son como son, pero no solo venís por eso, creo que hay algo más.

Claudia se levanto se sentó a mi lado.

-          Jorge, hace un mes Lorena se murió.

-          Como.

-          Una sobredosis, la encontraron en la cañada real con una jeringuilla en el brazo, en su móvil figuraba yo como teléfono de contacto, la policía me llamo para reconocer su cadáver, me costo reconocerla, estaba tan cambiada, en los huesos, desfigurada por las drogas.

-          Como llego a ese final.

-          Veras Jorge, cuando llego de Lisboa, se encontró con tu nota y el anillo y entro en pánico, nos llamo a todos, pregunto por ti, donde estabas, por supuesto no le dijimos nada, comenzó a beber, a desatender a los clientes, tuvimos que comprarle su parte de la empresa, con ese dinero monto una asesoría, pero fue un desastre, desatendía a los clientes, llegaba drogada, se  quedo sola, nosotras le ofrecimos ingresarla en una clínica de desintoxicación, pero se negó, ya sabes cómo era, seguía siendo arrogante, dejamos de saber de ella, por medio de un amigo en común, no enteramos que frecuentaba locales liberales, que ofrecía su cuerpo a quien quisiera, que vivía con unas parejas que la prostituían, que a los dos años la echaron de la casa, que vivía en la calle prostituyéndose y le perdimos la pista hasta hace un mes que me llamo la policía.

Estaba desubicado, me caían las lágrimas, temblaba, Gertrud me abrazo, acariciaba mis pelos, el resto permanecía callado.

-          Donde está enterrada.

-          La enterramos en la Almudena, en un nicho de mi familia.

-          Que triste, igual pude hacer algo más.

-          No Jorge no es culpa tuya, ella tomo sus decisiones, jugo con su vida y perdió a Lucas su enlace en la compañía lo metieron en la cárcel por desfalco, robaba a la empresa, lo descubrieron y después de juzgarlo le cayeron diez años en una prisión británica.

-          Eso no me consuela, ese hijo de puta, la pervirtió.

-          No Jorge, fue ella sola, nadie tuvo la culpa, fue su decisión, no te tortures.

-          Gracias por venir a contármelo, ahora si no os importa me gustaría estar un rato solo.

-          Por supuesto, nosotros nos vamos.

-          No por favor quedaros a comer, será solo unos minutos.

Subí a mi habitación, me senté en la cama y comencé a llorar como un niño pequeño, por mi mente pasaban los momentos felices que tuvimos, los trece maravillosos años, después los dos últimos años me llenaron de rabia, apretaba mis puños, lloraba de rabia, debí de luchar más, no rendirme tan fácil, a lo mejor podía recuperarla, estaba con los ojos cerrados cuando noté unas manos sobre mi hombro.

-          Cariño no te tortures, hiciste todo lo que tenias que hacer, ella estaba muerta desde el momento que entro en ese mortífero juego de las drogas y el sexo sin control, tu no podías hacer nada, sufriste mucho para olvidarla, ahora, llora, desahógate, pero vuelve a olvidarla, no te atormentes, te quiero y no me gusta verte sufrir, te e visto durante los dos primeros años que llegaste sufrir como no e visto sufrir a ningún hombre, por las noche lloraba viéndote hacerte daño, al final pudiste rehacer tu vida y conmigo a tu lado, soy una mujer feliz teniéndote conmigo, por favor, olvídala de nuevo y vuelve a mí, te amo, y no quiero verte sufrir, bajemos a comer con nuestros amigos y felicitémonos por tenernos los unos a los otros, tengamos una velada agradable.

Me sobrepuse, bajamos a comer y la velada fue de lo mas agradable, hablamos de planes de futuro.

fin