Me voy 2, el cambio

Continua el camino de degradación de Lorena y Jorge mira cosas que le hacen plantearse preguntas, espero que sea de vuestro gusto, agradezco todos los comentarios, sobre todo los críticos me ayudan a mejorar, los espero y como siempre mi correo a vuestras disposición

Me voy 2

El cambio

El domingo por la mañana tampoco me dejo tocarla, se levantó como un rayo cogió su teléfono y se encerró en el baño, yo me  quede en la cama no tenía muchas ganas de levantarme, cuando empecé a escuchar unos jadeos provenientes del cuarto de baño, Lorena se estaba masturbando, joder eso me cabreo, me niega el sexo, pero se va al baño y se masturba.

Sentí las manos de Jorge acariciando mi brazo y reaccione al momento, me acorde de las palabras de Lucas, nada de sexo hasta después del viaje, todas las mañanas me harás una videoconferencia y te masturbaras para mí, aparte la mano de Jorge.

-          Joder ya estás de nuevo, te dije que me dieras tiempo.

-          Lorena para esto también vas a necesitar dos meses, no te entiendo.

-          Pues no lo sé, lo único que sé es que no me apetece y eso debes respetarlo.

-          Vale lo respeto.

Me levante cogí el móvil y me encerré en el cuarto de baño, estaba deseando llamar a Lucas y masturbarme para él, marque el número se abrió la pantalla, y allí estaba el mi macho, no lo amaba, pero me excitaba verlo, estaba desnudo, sin un solo pelo, solo su frondoso pelo en la cabeza, se puso de pie y me enseño su hermoso pene, no pude más, me quite el pijama, me baje el tanga apoye el móvil en el espejo, lleve mis manos a mi coño y comencé a masturbarme para él.

-          Te gusta así mi señor.

-          Si me gusta, sobre todo el tratamiento.

-          Si, sé que te iba a gustar, me estoy dando cuenta que te debo tratar de señor o lo que tú me digas.

-          Señor está bien de momento, ahora mastúrbate bien para mí, quiero que grites.

-          Pero esta mi marido en la habitación.

-          Ya volvemos con las escusas, te lo vuelvo a repetir, no quiero escusas, yo mando y tú obedeces, esas son las normas.

-          Perdón señor, así será.

-          Bien mastúrbate y mírame a la cara, quiero ver tu cara de puta mientras te masturbas para mí,  que te oiga tu marido como te masturbas, supongo que no habéis follado desde el viernes a la noche.

-          Así ha sido mi señor, no le he permitido que me toque.

-          Bien, obediente, ahora mastúrbate.

Comencé a acariciar mi coño, mientras le miraba a la cara, pero también miraba aquella tranca totalmente erecta, me hipnotizaba aquella polla, era hermosa, me vivía loca, la imaginaba dentro de mí, como la deseaba, mis manos aumentaban la velocidad de mi paja, buscaba mi clítoris.

-          Más rápido puta y no te oigo jadear, quiero que se entere el cornudo de tu marido que no le dejas tocarte, pero que te masturbas, quiero que se sienta impotente, que aunque no lo sepa, tú ya  no le perteneces.

-          Mi señor, nunca le pertenecí, es un buen marido y jamás me obligo a hacer nada que yo no quisiera.

-          Déjate de alagarlo, es un cornudo, eso es lo que es, quiero que lo digas.

-          Que quiere que diga mi señor.

-          Que tu marido es un cornudo, dilo.

-          Pero mi señor, eso es cruel.

-          Pero lo es, déjate de remilgos y dilo, joder es una orden, tienes muchas cosas que aprender, obedece de una puta vez, me estoy cansando de tus desplantes, que se te meta en la cabeza, solo tienes que obedecer, no tienes que pensar, solo obedece, ahora dilo.

-          Mi marido es un cornudo.

-          Otra vez.

-          Mi marido es un cornudo, mi señor.

-          Ahora repítelo mientras te masturbas.

-          Mi marido es un cornudo.

Comencé a repetirlo mientras me masturbaba para él, no quitaba la vista de su falo, mi excitación aumentaba por momentos, comencé a gemir, al principio intentaba disimular, me mordía los labios para que no se me ollera, pero no podía más.

-          Zorra no te muerdas los labios, quiero que el cornudo te oiga gemir.

Abrí la boca y comencé a gemir como una loca, mis gritos debía de oírlos Jorge desde la habitación, me sabia mal, pero a la vez me excitaba, solo mirar a mi señor, me ponía a mil, castigaba mi clítoris, aumentaba el rozamiento de mis dedos sobre el pequeño botón, estaba a punto de correrme.

-          Mi señor, me corro.

-          Aun no puta, aguanta, te correrás cuando yo te lo diga, quiero que te corras conmigo.

Y vi como él se empezaba a masturbar, ver sus manos sobre su verga, me transporto a otro nivel, me imaginaba que era yo la que abrazaba con mis dedos aquella hermosura, que subía y bajaba sobre su miembro, estaba a punto de correrme, mis espasmos eran inminentes.

-          Por favor mi señor me corro, no crea que pueda aguantar mucho más.

-          Aguanta un poco que ya me corro.

De repente mire como de su polla comenzaba a salir semen y esa fue la señal para que yo me corriera, comencé a gemir, a gritar, era un orgasmo brutal, me importaba poco que mi marido me escuchara, en ese momento solo pensaba en mi señor, en mi dueño, no lo amaba pero lo deseaba más que a nada, no sabría explicarlo, pero ejercía un influjo sobre mí que me hipnotizaba.

-          Bien putita, así me gusta, ahora quiero que vayas a la habitación y que tu marido te toque el coño, que note tus flujos, que se dé cuenta que no le dejas follar, pero que te masturbas, quiero que pienses en mi polla, mientras te toca, no vemos mañana, por la mañana, a las ocho te paso a recoger, a otra cosa, la empresa nos manda un avión privado, viajaremos los dos solos, no te olvides de llamarme a las siete para decirte que ropa ponerte, quiero que lleves a Londres toda la ropa interior que te mande comprar, así como los vestidos, está claro.

-          Si mi señor. Pero por favor no me obligue a hacerle esto a mi marido.

-          Harás lo que te mande, joder, ya está bien, obedece y punto.

-          Vale mi señor.

Colgó la llamada, me subí el tanga y salí en ropa interior a la habitación, allí estaba Jorge en la cama, me acosté a su lado, cogí su mano y la lleve a mi sexo, en cuanto noto mis flujos la aparto.

-          Que cojones pretendes, no me dejas que te toque, te vas al baño te echas tres cuartos de hora masturbándote y ahora pretendes  que me moje las manos con tus flujo, Lorena vete a la mierda, me voy a dar una vuelta.

Me levante, me fui al baño totalmente cabreado, me duche, me puse un chándal y salí a la calle, necesitaba pensar, la aptitud de Lorena no era nada normal, entendía lo del estrés, lo de la intimidad, lo de su espacio, hasta podía entender lo de la masturbación, cosa que se me hacía difícil de entender, pero lo de tocarle el coño lleno de flujos, eso ya era el colmo, se estaba riendo de mí.

Me dejo de piedra su reacción, jamás me mando a la mierda, nunca me dijo una palabra más alta que la otra, jamás me grito, y en un solo instante, me grito, me insulto, se levantó hecho una furia, ese vete a la mierda me dolió, pero que hacía, como llegue a esta situación, como me dejo dominar por Lucas, pero solo pensar en el me hace olvidar todo, a la mierda mi marido, si se cabrea ya lo meara, me debo a Lucas, mi señor, si mi señor, joder solo pensarlo me mojo toda, veo su polla en mi mente y me corro, si me acabo de correr pensando en su polla, que puta soy, pero tengo que arreglar las cosas con Jorge, hablare con Lucas, le pediré que por favor, me deje tratar con respeto a mi marido, que no lo humille, le quiero demasiado, para verlo sufrir así, seguro que lo entenderá, seré su mejor amante, su puta, su sumisa, pero con la condición de que respete a Jorge, solo le pediré eso, después que haga conmigo lo que quiera, pues le pertenezco.

Salí de casa hecho una furia necesitaba pensar, que cojones le pasaba a Lorena, demasiados cambios por una mierda de un contrato, tanto la podía influir, tenía que serenarme, pensar, comencé a caminar sin rumbo, pasaba calles y calles sin mirar, cuando me di cuenta era la hora de comer, entre en un bar y pedí un bocadillo de tortilla y una cerveza, no me apetecía mirar a Lorena aun, comí el bocadillo con calma, deguste la cerveza, al terminar le pedí un café, termine le pague y volví a salir a caminar, no tenía ninguna puta gana de ir a casa, me dolía, eran las ocho de la tarde, no tenía ni puta idea de donde estaba, todas las calles eran desconocidas para mí, cogí un taxi le di la dirección de mi casa, en cuanto llegue, Lorena se me echo al cuello.

-          Donde estabas, me tenías preocupada.

-          Salí a caminar, y se me echo el día encima, necesitaba pensar, en todo lo que está pasando este fin de semana, Lorena no te reconozco.

-          Cariño, es por el contrato, te juro que lo de hoy no volverá a pasar, he sido una loca, no sé lo que me ha pasado, perdóname.

-          Es que ha sido muy duro, que no me permitas follarte lo entiendo, es tu cuerpo y debo respetarlo, te puede apetecer o no, sé que llevas muchos días con mucho estrés, pero yo también estoy estresado del trabajo, pero no me lo traigo a casa, se diferenciar el trabajo de la casa y eso debes de hacer tu, con respeto a la masturbación, te vuelvo a repetir es tu cuerpo, pero querer restregármelo por la cara, después de negarme el sexo eso es doloroso, me sentí tan humillado que estuve a punto de coger mis cosas e irme a mi casa de las afueras, no sé si podré volverte a tocar, ahora soy yo el que está decepcionado con tu aptitud, me siento despreciado, ridículo, usado, me dan arcadas solo de pensarlo, Lorena, me has hecho mucho daño, es mejor  que esta noche duerma en la habitación de invitados, medita durante tu viaje a Londres lo que as echo y si quieres seguir manteniendo nuestra relación, yo por mi parte también lo pensare, ahora si no te importa me voy a duchar y acostarme, no te quiero ver.

Salí de la cocina, me metí en el baño, me duche y me acosté, me pase toda la noche cavilando, no era capaz de dormir, era la primera noche en nuestra vida que no dormíamos juntos.

Vi cómo se marchaba de la cocina y comencé a llorar, que había hecho, estaba destrozando nuestro matrimonio, la verdad que analizándolo con calma, tenía toda la razón, mi comportamiento, había sido de lo más sucio, lo había humillado con la masturbación y después intentando obligarlo a que me tocara el coño, estaba claro que tenía que poner unas normas en mi relación con Lucas, sino se iba mi matrimonio a la mierda, y amaba a mi marido, de verdad que lo amaba, lo de Lucas era una locura, pero solo era sexo, dominación, lujuria, pero con mi marido, era toda una vida juntos, amor, también sexo y del bueno, pero distinto al de Lucas, me fui a nuestra habitación, me puse un camisón, me acosté y no fui capaz de dormir en toda la noche, por una parte el enfado de mi marido y por otra el viaje a Londres, el vivir nuevas experiencias con mi amante, lo estaba deseando, no sabía porque pero deseaba estar lo antes posible con él, deseaba que llegara la mañana, para que me ordenara que ropa poner, como vestirme para él.

Me levante temprano, no quería ver a mi mujer, sabía que la tendríamos, estaba demasiado cabreado como para razonar, decidí darle esos tres días del viaje para que recapacitara, si no atendía a razones estaba decidido a darnos un tiempo, me vestí y ni siquiera desayune, salí de casa como alma que lleva el diablo.

Cuando me levante me di cuenta que estaba sola en la cama, el lado de Jorge estaba vacío y llore, lo estaba perdiendo, tenía que arreglarlo, le diría la verdad que le engañe, que le fui infiel, le pediría perdón, suplicaría, renunciaría a el contrato por él, me dejo las cosas claras por la noche, estaba dispuesto a marcharse, salí de la habitación y cuando llegue a su cuarto ya no estaba, me senté en la cama y volví a llorar, cogí la almohada, y aspire su olor, su fragancia, dios que estaba haciendo, tenía que poner fin a esto.

De repente suena el teléfono, salgo corriendo de la habitación, llego a la mía y descuelgo.

-          Hola putita no me has llamado y son casi las siete y media.

-           Tenemos que hablar, he tenido una discusión con mi marido.

-          Y eso a mí  que mi importa, vuestros problemas los solucionáis vosotros.

-          Pero es por culpa de nuestra situación.

-          Que pasa ahora, además es demasiado tarde, lo que sea lo hablamos en el avión, ahora ponte un vestido de los que te mande comprar, no hay tiempo para elegir y no te pongas ropa interior, prepara la maleta como te dije y dentro de media hora te recojo en tu casa.

-          De acuerdo.

Escuchar aquella voz me cambiaba, me sentía distinta, otra mujer, el ejercía un influjo sobre mí que no podía controlar, entre en el vestidor, ese que ahora no compartía con mi marido, me puse el primer vestido que encontré, metí el resto y toda la ropa interior en una maleta grande, mi set de maquillaje, y espere a que fueran las ocho.

A las ocho en punto estaba en la puerta de mi casa esperando por Lucas, este llego en un impresiónate Jaguar, joder que cochazo, nada más entrar.

-          Me gusta como vienes vestida, a ver agáchate que quiero ver tus tetas y luego súbete la falda quiero ver ese coño depilado.

Hice lo que me mando, no podía reaccionar a sus deseos, me mente se cerraba, solo escuchaba sus deseos y los cumplía.

Una vez que comprobó que no llevaba ropa interior, arranco el coche me cogió una mano y la deposito sobre su entrepierna.

-          Sácame la polla y mastúrbame, el coche tiene los cristales tintados, podemos ver lo de fuera, pero los de fuera  no pueden vernos.

-          Antes tenemos que hablar.

-          Hablar de que.

-          De mi marido.

-          Joder con tu marido, ya me está tocando los huevos y aun no lo conozco.

-          Tienes que dejarlo fuera de nuestro juego.

-          Quien te dijo que esto es un juego, y como dejarlo fuera.

-          Si, casi lo pierdo este fin de semana, se cabreo todo cuando quise que tocara mi coño después de masturbarme para ti.

-          Joder tiene carácter el tío, me gusta.

-          Además me ha dicho que piense en lo que quiero estos tres días, el por su parte también se va a replantear nuestra situación, no quiero perderlo, lo amo.

-          Vale y que quieres.

-          Dejarlo fuera, seré tuya, hare lo que me pidas, pero nunca meteremos a mi marido en esto, es esta al margen.

-          A ver si me aclaro, serás mi puta, mi perra, toda mía, pero a tu marido ni tocarlo, joder niña tu eres tonta o que, que le estas poniendo los cuernos, bueno algo más, si quieres ser realmente mía, tienes que pasar muchas pruebas, estas dispuesta, y explícame mejor eso de dejar fuera a tu marido.

-          Me masturbare para ti en mi casa, pero no gritare, ni gemiré de manera de que mi marido me oiga, cumpliré el  que no me folle hasta que tú me lo permitas, pero solo estaré como mucho una semana sin follar con él, no le volverás a llamar cornudo y lo respetaras.

-          Tu eres tonta o que, le llamare cornudo cuando me salga de la polla, te lo follaras cuando yo te lo diga, lo de masturbarte me importa una mierda si te oye o no, eso es tu problema, lo de respetarlo, no lo conozco, quizá cuando lo conozca decidiré si respetarlo, es buena idea, organiza una cena con tus socias sus parejas y llevas a tu marido, así lo conoceré, al cornudo y ahora mastúrbame.

Con mis manos baje la cremallera de su pantalón, saque su erecta polla y comencé a masturbarlo, me encantaba tocarle la verga, era tan linda, tan grande y venosa, mis dedos lo abarcaban y subían y bajaban, de repente sin darme cuenta la tenía en la boca, quería comérmela, la polla entraba y salía de mi boca, mi lengua jugaba con su glande, mis manos acariciaban sus testículos, abandone por un instante su verga, levante la vista y mire su cara, era una cara de felicidad, de estar satisfecho, era su puta, estaba convencida que a su lado iba a disfrutar del sexo como nunca antes, volví a su verga, me la metí de nuevo en la boca y comencé una felación, al cabo de cinco minutos se tensó y se corrió en mi boca, me trague todo su semen para no manchar sus pantalones, me levante cogí su verga y la devolvía al interior de su pantalón, le subí la cremallera.

-          Muy bien putita, me gusta cómo me la chupas.

-          Me encanta comértela y darte placer.

-          Abróchate el cinturón que estamos llegando al aeropuerto, entraremos por la zona reservada a los vuelos privados, prepara tu D.N.I.

Cogí del bolso mi documento, al llegar a la verja Lucas enseño los documentos de los dos, nos dejaron pasar después de que comprobaran nuestras identidades, aparco el coche, sacamos las maletas, nos recogió un pequeño vehículo que nos dejó en las escalerillas de un pequeño avión, un operario metió las maletas en la bodega, mientras nosotros entrabamos en el avión, una azafata nos dio la bienvenida, nos sentamos en  dos asientos contiguos, nos abrochamos los cinturones y el avión despego, una vez en el aire, la azafata nos preguntó si queríamos beber algo, Lucas pedio un uisquí y yo una tónica, la azafata nos sirvió las bebidas y desapareció.

-          Ahora levántate, súbete el vestido.

-          Para que.

-          Joder no aprendes, voy a tener que castigarte, obedece y no preguntes.

Me levante, me subí el vestido mirando para el lugar por donde se había ido la azafata, Lucas se levantó también, se quitó el cinturón, se bajó el pantalón y el bóxer, se sentó con la polla erecta.

-          Ahora empálate la polla.

Yo me puse de manera que mi coño estuviera a la misma altura que su polla y me deje caer lentamente, su polla iba entrando en mi lentamente, dios que placer, me encantaba sentir esa tranca dentro de mí, cuando tenía la mitad dentro, el me agarro por las caderas y me la ensarto toda, yo pegue un grito, al momento se asomó la azafata echo una ojeada y volvió a desaparecer, comencé a levantarme y dejarme caer con lentitud, disfrutando de cada centímetro de esa polla, joder que placer sentirla en toda su extensión, el con sus manos metidos por dentro del vestido iba pellizcándome los pezones, los estiraba, los retorcía, me mataba de placer.

-          No pares por favor, me encanta, que placer, estírame más los pezones, apriétalos, vuélveme loca.

-          Ya sabía que tenías madera de puta, ahora ponte de pie y apoya las manos en la cabecera del asiento.

Le obedecí, me salí de su polla, me levante y apoye mis manos en la cabecera del asiento de delante, eche mi cuerpo hacia atrás, dándole mis nalgas a mi macho, él puso la punta de su verga en la entrada de mi coño  me lo ensarto de un solo golpe, volví a gritar, pero esta vez no apareció la azafata, comenzó a bombearme con celeridad, con fiereza, yo gemía, disfrutaba de aquellas embestidas, mi coño rezumaba flujos por todos lados, me caían por las piernas, mis pezones me dolían de los duros que los tenia, el continuo penetrándome durante un largo en el que me saco cuatro orgasmos, hasta que se corrió dentro de mí.

-          Jode no te corras dentro.

-          Me correré  dentro las veces que quiera, tomate la pastilla o ponte un DIU.

-          Ya tomo la pastilla, pero dentro solo se puede correr mi marido.

-          Eso no te lo  crees ni tú, me correré dentro todas las veces que te folle, eso dalo por seguro, ya me estas empezando a cansar con tantas normas, a ver si  lo entiendes so puta, aquí las normas las pongo yo, si no te interesa, lo dejamos.

-          No por favor, hare lo que me pidas, la única condición es dejar a mi marido fuera.

-          Y dale con tu marido, ya  te he dicho que lo respetare si se lo merece, prepara esa cena y después decido.

-          Vale la preparare para después de venir de Londres.

-          No imposible, me voy a Rabat durante unas semanas, ya te avisare yo.

-          De acuerdo, me puedo vestir.

-          Si, por ahora ya terminamos, vete al baño y lávate.

De mi bolso saque un pequeño cepillo de dientes y pasta, fui al baño y me lave la boca, al terminar me senté y el resto del viaje lo pasamos hablando de la reunión que tendríamos al día siguiente en la central, me explico con quién hablaría, como tenía que tratarlos, sus gustos, lo que esperaban de mí, todo muy aleccionador.

Aterrizamos en el aeropuerto de Londres, nos esperaba un coche con chofer, Lucas le dio la dirección de su casa en la ciudad, el chofer nos llevó, descargamos las maletas, entramos en el piso, nada más entrar, tiro la maleta en el suelo, se dio la vuelta y me comió los labios, yo deje caer la mía y le correspondí, nuestras lenguas se buscaban, nuestras manos recorrían todos los rincones de nuestros cuerpos, me saco el vestido por los hombros, se separó de mi para contemplarme.

-          Que buena estas puta, te tendría desnuda todo el tiempo, en casa siempre lo estarás, dispuesta para mí, ahora vámonos a duchar.

Me cogió de la mano y me llevo por el piso hasta llegar a un inmenso cuarto de baño con yacusi, un plato de ducha gigante, un bidé, un lavamanos doble, y una taza, se desnudó, me cogió de la cintura y nos metimos en el plato, cogió la esponja, la lleno de gel y comenzó a lavarme, los hombros, los brazos, la espalda, yo me dejaba hacer, era una marioneta en sus manos, cuando llego a mis pechos, me excite de una manera que nunca en mi vida, dejo caer la esponja y comenzó a jugar con mis pezones, en cuanto los estiro por primera vez, me corrí, él lo noto.

-          Pero que perra eres, nada que te toco y ya te corres, eres perfecta lo vamos a pasar muy bien contigo esta noche.

Yo no prestaba atención a sus palabras solo me concentraba en el placer que me estaba proporcionando, bajo su mano a mi  coño y comenzó a acariciarlo, buscaba mi clítoris, en cuanto lo encontró se dedicó a acariciarlo y masajearlo, yo encadenaba un orgasmo detrás de otro, era un magnifico amante, sabía que teclas tocar para sacar lo más puta de mí, estaba disfrutando como pocas veces, mis manos buscaron su pene, mi cabeza se apoyó en su pecho, mientras me acariciaba el clítoris yo le masturbaba, notaba como crecía su verga entre mis dedos, sus dedos abandonaron mi clítoris con sus manos me dio la vuelta, me agarro por los hombros y me obligo a agacharme, me caía el agua por la cara, tenía su polla al alcance de mi boca y no lo dude, me la metí toda, me costaba respirar mientras me caía el agua por la cara, pero era tanto el placer que sentía que abandonaba la verga de mi macho, cogía aire y la volvía a tragar, el agacho su torso y cogió mis pezones con sus dedos y comenzó a pellizcármelos, dios que gusto, me corrí de nuevo, al cabo de cinco minutos me agarro por los pelos empujo mi cabeza dentro de su polla y se corrió, hacia esfuerzos por tragarme todo aquel semen, dios  que cantidad, parecía que tenía un deposito, siempre abundante, me levanto, terminamos de ducharnos, nos secamos mutuamente, él se vistió, yo permanecí desnuda, eso es lo que quería que en su casa o cuando estuviéramos solos estaría desnuda y dispuesta para él, pasamos lo que quedaba de mañana hablando de cosas del trabajo, me comento que la empresa buscaba una asesoría externa para el norte de Europa, sabía que dominaba varios idiomas, inglés, francés, alemán, italiano, árabe, algo de ruso y chino, se me daban bien los idiomas, me dijo que preparara una propuesta para intentar hacernos con la zona norte de la empresa, me estuvo asesorando y yo tomando notas en mi ordenador, mientras escribía el acariciaba mis pechos, me costaba concentrarme.

-          Presta atención, no te equivoques, concéntrate, debes atender, pues muchas veces te estaré dando datos, mientras te follo o me la chupas.

-          Pero me cuesta concentrarme, me gusta tanto, que me distraigo.

-          Ya iras aprendiendo, ahora termina, vamos a salir a comer  que quede con un buen amigo.

-          Que me pongo.

-          Vamos a deshacer las maletas.

Cada uno cogió su maleta, llegamos a una enorme habitación, con una cama de dos por dos, dos grandes vestidores, el me indico que pusiera mi ropa en uno, mientras él ocupaba el otro.

-          Pon toda la ropa en el vestidor, ordénala y en cuanto acabe de colocar la mía, paso y te digo que ropa poner.

-          Vale.

Entre en el vestidor, abrí un cajón y coloque los tangas, en otro los sujetadores, en otro las medias, coloque los vestidos en las perchas y me senté delante del espejo, esperando por él, al cabo de un rato, llego, le fui abriendo los cajones, eligió un tanga de hilo color carne, no cogió sujetador, me selecciono un vestido corto por encima de las rodillas, con unas medias también color carne, me dijo que me vistiera, que en diez minutos salíamos, mientras me vestía me contemplaba en el espejo y me gustaba lo que veía, miraba a una mujer seductora, provocativa, sexy, me ajuste las medias, me puse los zapatos de tacón de aguja y Salí del vestidor, él se había cambiado de ropa lucía un traje de  corte ingles, oscuro, zapatos a juego, estaba impresionante, me acerque a él y le bese, busque sus labios, el me correspondió.

-          Vamos a comer aquí cerca, iremos andando, conocerás a Erik un buen amigo y responsable de la zona norte, o sea que pórtate bien, pues él será uno de los que decidan  a que empresa concederle la consultoría, espero mucho de ti, se coqueta, insinuante, seductora, lo harás.

-          Hare todo lo que me pidas, sabes que te obedeceré en todo, soy tuya y lo sabes.

-          Muy claro no lo tienes aun, cuando me llevas dando la vara todo el día por el cornudo de tu marido.

-          Ese es otro tema, soy tuya, pero también de él, le amo, es el hombre de mi vida, tú eres mi señor, pero él es mi marido, la persona que más quiero en este mundo.

-          Vale no me des la vara, si le amas me parece bien, yo ni siquiera te quiero, solo eres mi objeto, algo para usar y darme placer a mí y a  quien yo decida.

-          Como a quien tú decidas, es que piensas compartirme, me vas a entregar a otros hombres.

-          Por supuesto, te entregare a otros hombres y mujeres, follaras con quien yo te diga, se la chuparas, le darás tu culo, que supongo que aún es virgen.

-          No se lo di a mi marido este fin de semana.

-          Hostia quien te dio permiso para dale el culo al cornudo, lo quería reventar yo.

-          Pues se lo di a él y me encanto.

-          Bueno no te preocupes que esta noche te lo reventamos de nuevo, te voy a follar ese culo hasta dejarlo totalmente abierto, ahora vámonos.

-          Es que piensas entregarme a alguien estos días.

-          Por supuesto, esta misma tarde te entregaras a Erik, te vamos a follar los dos y no digas que no estas cachonda solo de pensarlo, ya verás cuando lo conozcas, seguro que te vas a mojar toda.

Salimos del piso caminamos durante diez minutos, llegamos a un restaurante de lujo, entramos, un camarero recogió nuestros abrigos, en cuanto me quede con el vestido solo, todos los hombres y alguna mujer se giraron para contemplar mi cuerpo, se notaba la dureza de mis pezones, se dibujaba el tanga, estaba tan excitada de sentirme deseada, un camarero nos llevó a un reservado donde un hombre nórdico, nos estaba esperando.

-          Erik, amigo, como estas.

-          Bien, veo que vienes bien acompañado, esta es la tía de la  que me hablaste.

-          Sí, es mi puta personal, te gusta.

-          A ver que dé una vuelta.

-          A ver puta gírate para que Erik te vea bien.

Obedecí, me encantaba excitar a ese nórdico, rubio, ojos verdes, escultural, un verdadero Adonis nórdico, solo al verlo me moje toda, que razón tenía Lucas, me gire totalmente me mostré mi cuerpo, él se acercó a mí, acaricio mis nalgas delante del camarero, me levanto la falda, dejando a la vista mi tanga, comenzó a acariciarme el coño por encima de la minúscula tela.

-          Joder esta puta esta empapada, que zorra y solo la he tocado, como será cuando me la folle.

-          Tranquilo amigo, que la vamos a disfrutar un montón, ahora comamos, después a los postres te la mamara, siéntate sobre el tanga, súbete el vestido por encima de la cintura.

Obedecí, me subí el vestido por encima de la cintura y me senté, ellos se sentaron cada una a un lado mía, llego el camarero con las cartas, me miro con cara de deseo, ellos pidieron, yo iba a pedir.

-          No zorra ya pido yo por ti, a esta zorra le traes ostras y lenguado, estas conforme.

-          Lo que tú digas está bien.

-          Perfecto.

El camarero tomo nota, se retiró, y Erik comenzó a acariciar mis pechos, metía la mano por el lateral del vestido y acariciaba mis pezones, yo empecé a gemir, mientras Erik jugaba con mis pezones, Lucas acariciaba mi coño, que placer, dos hombres usándome, acariciándome, Erik acerco su boca a la mía y me beso, yo le correspondí, estaba tan excitada, que me corrí, llego el camarero, sirvió la comanda mientras ellos me acariciaban, una vez la comida sobre la mesa, ambos abandonaron mi cuerpo y comenzamos a comer, de vez en cuando me acariciaban, llevaban mis manos a sus pantalones, yo le acariciaba por encima de los pantalones, tan excitada estaba que apenas comí, me pasaba más tiempo acariciando sus penes por encima de la ropa que comer, ellos por su parte charlaban tranquilamente mientras los acariciaba, terminamos de comer, pidieron los cafés, el camarero retiro los platos de la mesa, al cabo de un rato llego con los cafés, Lucas se levantó, hablo en voz baja con el camarero, el asintió.

-          Lorena, bájale la cremallera y chúpale la polla a este pobre hombre que solo de verte se le ha puesto la verga dura.

-          Quieres que se la chupe aquí.

-          Si nadie nos ve, estamos en un reservado, el cerrara la puerta y tú se la vas a chupar, mientras nos masturbas a nosotros.

Con mis manos baje la cremallera del pantalón del camarero, le saque la polla y comencé a masturbarlo, mientras Lucas y Erik se bajaban las cremalleras de sus pantalones, se sacaban las pollas fuera.

-          Ahora zorra chúpasela, mientras nos masturbas.

Me metí la polla del camarero en la boca, el me agarro por la cabeza y comenzó a follarme la boca, mientras con mis manos cogí las pollas de ambos y comencé a masturbarlos, ellos mientras tanto me metían sus dedos por el coño, me corrí de nuevo, el camarero comenzó a moverse más rápido y al cabo de dos minutos se corrió en mi boca, me traje todo su semen, al terminar le metí la polla dentro del pantalón le subí la cremallera.

-          Dale las gracias por dejarte que le chuparas la polla.

-          Gracias por dejarme chuparte la polla, me ha encantado.

El camarero se retiró, cerró la puerta al salir.

-          Que Erik que te parece la zorra.

-          Es espectacular, sabe masturbar, y por lo que veo también sabe chuparla, creo que lo vamos a pasar bien hoy con ella.

-          Si quieres nos vamos ya para el piso y comenzamos la fiesta.

-          Me parece buena idea.

-          Bien zorra bájate el vestido y vete a pagar, invitas tu hoy.

Me baje el vestido, apreté el botón para llamar la atención del camarero, pedí la cuenta, él se marchó y al cabo de un rato llego con la factura, pague con mi tarjeta vida oro y me despedí de él dándole un beso en la boca.

-          Ves te fijas que rápido aprende, va a ser una buena sumisa, bueno tienes un pequeño problema, está enamorada de su marido, quiere que lo deje al margen, tu que dices Erik.

-          No lo conozco, debe de ser un pobre desgraciado, para tener a esta puta tan desatendida que se entrega de esa manera a cualquiera que tu desees.

-          No ella dice que su marido se la folla bien.

-          Joder, pues bien puta que es.

-          Mi marido es un encanto, la verdad es que me folla más que bien, lo amo con locura, con vosotros es otra cosa.

Salimos del restaurante camino de casa de Lucas, por el camino ambos me iban acariciando el  culo sin importarle lo que pensara la gente, a mí la verdad es que me excitaba, me ponía cachonda, llegamos al piso, nada más entrar me saque el vestido y el  tanga.

-          Joder Lucas que bien enseñada la  tienes, nada más entrar y ya se desnuda.

-          Ya ves, es obediente, pero a veces se rebela, es algo que tendré que corregir.

Ambos se desnudaron también, el tener dos machos como aquellos delante mía totalmente desnudos con sus vergas totalmente erectas a mi disposición hizo  que me corriera de nuevo, se pusieron uno al lado del otro, yo  ya entendí lo que querrían, me acerque a ellos me arrodille y comencé cogí con una mano cada una de las pollas y comencé a masturbarles, despacio, Erik tenía una polla un poco más pequeña que la de Lucas, pero un poco solo 22 centímetros, pero la tenía algo más gruesa, me metí la de Erik en la boca y comencé una felación lenta, con mi lengua jugaba con su glande, la metía en la boca y la sacaba y me metía la de Lucas, iba pasando de una polla a la otra, de repente junte las dos y me las metí en la boca, que gusto tener dos pollas a la vez, que placer, me costaba abarcar con mi boca abierta las dos vergas, pero forzaba al máximo mi boca, las saque y me dedique a chupar de una en una, mientras se la chupaba ellos charlaban de cosas del trabajo, como si yo no existiera y eso me ponía aún más, sentirme poca cosa me excitaba, me esforzaba más, necesitaba su atención, comencé a jugar con los dientes, les mordisqueaba la polla un poco, la acariciaba con los dientes y después me la metía entera en la boca, fue Erik el primero en correrse, me trague toda su corrida, se separo fue a la cocina y volvió con una botella de agua, Lucas se corrió al poco rato y le cogió la botella de agua a Erik y pego un trago, me la paso y bebí, me puse de pie, agarre con mis manos cada una de las pollas y los lleve a la habitación, necesitaba que me follaran, me volvía a arrodillar y comencé de nuevo a comerles las pollas, al cabo de cinco minutos las tenían de nuevo duras, me levante, ellos aprovecharon para comerme las tetas, cada uno mordisqueaba uno de mis pezones, mientras sus manos jugaban con mi coño, yo gemía de placer, temblaba, les pedía más, que no pararan, tuve un nuevo orgasmo, ya había perdido la cuenta de los orgasmos que llevaba ese día, cuando se aburrieron de masturbarme y comerse mis tetas, Lucas me tumbo en la cama.

-          Vamos Erik te concedo el honor de ser el primero.

-          Gracias.

Se acercó a mi puso su verga en la entrada de mi encharcado coño y me la metió de un solo golpe, pegue un grito que se debió de oír en todo el edificio, comenzó a follarme de forma brusca, no buscaba mi placer, solo buscaba el suyo, pero a mí me encantaba que me follara así, comencé a gritar como una loca, me entusiasmaba con cada arremetida, con cada empuje de su verga, mientras me follaba Lucas puso su polla a la altura de mi boca, yo sin dudarlo la abrí y el me la metió, que gusto una polla en el coño y otra en la boca, lo había leído pero la realidad supera a la lectura, me encantaba, me volví a correr, Erik estuvo follandome como diez minutos hasta que se corrió, Lucas ocupo su lugar y Erik me puso su flácida polla en la boca yo no dude un instante y me la trague, mientras Lucas me follaba yo me esforzaba para que la polla de Erik alcanzara de nuevo una erección y no tarde mucho, sentirla como crece en mi boca es una experiencia única, Lucas se corrió como un cuarto de hora después de penetrarme, en cuanto se salió de mí, me lance como una loca a por su polla, quería sentir la misma sensación de antes, notar como crecía en mi boca, la mamaba con pasión al cabo de cinco minutos la tuvo de nuevo dura, era increíble la capacidad de erección de mis machos.

-          Ahora te vamos a  follar los dos a la vez, me voy a tumbar en la cama te vas a empalar y Erik te va a romper el culo, lo entiendes.

-          Sí, me encanta la idea.

Lucas se tumbó en la cama yo me senté encima de su polla, ofrecí mi culo a Erik, cogió un lubrificante de la mesilla de noche y me lo aplico, mientras cabalgaba a Lucas, Erik me embadurnaba bien el ano y me metía varios dedos, se embadurno la polla y puso su glande en la entrada de mi culo, empujo un poco y entro su glande, que placer, dos pollas dentro de mí, Erik empujo un poco más y entro la mitad, yo gemía como una loca, la saco un momento y pego un fuerte empujón le entro toda, al principio iban descompensados, pero al cabo de cinco minutos los dos estaban sincronizados, joder que follada me estaban dando, me derretía, era una sensación única, dos pollas dentro de mí, una por le coño y otra por el culo, no paraba de correrme, al cabo de vente minutos y sin ponerse de acuerdo los dos se corrieron a la vez, hay tuve el mayor orgasmo de mi vida, me corrí como una loca, hasta creo que me mee por mí, esa sensación de quedar satisfecha, se levantaron fueron a la cocina cogieron dos cervezas y se sentaron en el salón, comenzaron a charlar de cosas superfluas, que si futbol, que si tu mujer esto y la tuya aquello, yo estaba tumbada en la cama, totalmente derrengada, no podía más, necesitaba descansar había sido un día sumamente movido, me follo en el avión, me follo nada más llegar al piso, me comí la polla del camarero, luego me follaron los dos, me levante fui al baño, abrí el grifo de la ducha regule la temperatura y me metí debajo del grifo, necesitaba relajarme, dejaba que el agua callera por mi cuerpo, disfrutaba de ese momento de relax, mientras me enjabonaba pensaba en lo sucedido desde el momento en que conocí a Lucas, mi cambio, de ser una mujer normal en el sexo, a disfrutar como una loca de situaciones sumamente morbosas, me lave a conciencia sobre todo mi coño lo tenía algo escocido, después de secarme cogí una crema y me di por todo el coño y el ano, además del resto de mi cuerpo, lo necesitaba.

-          Vamos a pedir comida tailandesa, tienes alguna preferencia.

-          No me adapto a lo que pidáis.

-          Perfecto, ahora llamo y la pido, Erik se  queda a dormir esta noche.

-          Me parece muy bien, pero solo dormir a vamos a seguir follando.

-          Eso depende de las ganas  que tengamos, por ahora estamos bien.

Todo esto lo hablaba desde el baño, después totalmente desnuda llegue a la cocina agarre un vaso largo metí unos cubitos de hielo y en el mueble bar me serví una ración generosa de Brandy, necesitaba algo fuerte, encendí la tele y me senté en el sofá mientras ellos se duchaban, me acorde de Jorge, me levante fui a la habitación cogí mi móvil de mi bolso y volví al salón, a esa hora Jorge ya estaría en casa, eran las nueve de la noche en Londres las diez en España, busque su contacto  y marque, al cabo de varios tonos me contesto.

-          Hola.

-          Hola mi amor, que tal estas.

-          Bien.

-          Que te pasa te noto raro.

-          Que sigo cabreado, tengo sensaciones raras.

-          Lo siento no es como decirte que no fue nada, sabes que te quiero.

-          Si lo sé, pero es que fue muy fuerte, me sentí una mierda, jamás me sentí tan despreciado, me hiciste mucho daño, sigo pensando en tomarme un tiempo.

-          Por favor cariño, espera a que llegue el miércoles y hablamos, déjame explicarme.

-          Vale, que tal por Londres.

-          Muy bien, Lucas me llevo a comer a un restaurante muy chulo, me presento al representante del norte de Europa y me dijo que va a ver un concurso para una consultoría externa en esa zona, me dijo que porque no presentábamos una propuesta.

-          Pero Lorena, ya estás de los nervios con lo que tenéis ahora, que quieres meterte en más, creo que debéis ir con calma.

-          Es que es una gran oportunidad, sería la hostia ganar el concurso, nos daría un gran empujón.

-          Si eso lo entiendo, pero donde me  quedo yo, si ganáis el concurso representaría más viajes más reuniones, estarías más tiempo fuera que dentro, no sé si soportaría eso, además con el estrés que eso representaría para ti, sabes  que te apoyo en todo, pero por favor pensarlos mucho.

-          Si solo es una idea, en principio presentaremos el proyecto, pero solo eso, confía en mí.

Mientras estaba hablando con Jorge, llego Erik, se arrodillo delante mía, abrió mis piernas y puso su boca en mi coño, comenzó a comérmelo.

-          Pero a mí me parece demasiado, pero vosotras sabréis.

-          Sitio, cariño, pero tenemos  que intentarlo, Loó entiendes, no podemos quedar paradas.

-          Que te pasa en la voz, te noto rara.

-          No es nada cariñoooo, bueno es tarde y mañana tengo que madrugar te quieroooooooo, mañana te llamooo.

-          Lorena que te pasa, te encuentras bien.

-          Si te tengo que dejar, vamos a cenar con una directiva y se me hace tarde, te quiero.

-          Yo a ti también.

No podía más, estaba a punto de correrme, la lengua de Erik hacia maravillas sobre mi coño, como lo disfrutaba, deje caer el móvil y mis manos se posaron sobre su cabeza, mientras Erik me comía el coño, Lucas se dedicó a comerme las tetas, no podía más me corrí como una loca, los dos se sentaron a mi lado, cogí con cada mano sus pollas y comencé a mastúrbalos, mientras buscaba sus bocas, quería sentir sus lenguas jugar con la mía, estaba en la gloria, me estaban acariciando el coño mientras los masturbaba, ya no podía más, solo quería que se corrieran, que me dejaran reposar, en esto sonó el telefonillo.

Lucas se levantó, se puso una bata y fue a recibir al repartidor, en cuanto estuvo la comida sobre la mesa, Erik se levantó, me cogió de la mano y fuimos a la cocina, nos servimos la comida, Lucas descorcho una botella de vino, nos sirvió las copas y comenzamos a comer, durante la cena, ambos me fueron contando como tenía que enfocar el proyecto para la zona norte, me dieron datos que las otras consultoría carecerían, iba a jugar con ventaja, yo disfrutaba con los datos y la conversación, me dijeron que era muy importante los idiomas, con mi dominio de los idiomas y los de mis socias, podíamos cubrir toda Europa si quisiéramos, pues entre las tres dominábamos casi todos los idiomas, a ellos les gusto esa información, me dijeron que si presentábamos un proyecto interesante y con los  datos que me daban podíamos aspirar a copar toda la zona europea, eso me dio un subidón, sería la hostia para nuestras empresa, terminamos de cenar y nos fuimos para la habitación.

-          Vamos a dormir que mañana tenemos un día muy agitado, además debes de estar cansada, yo por lo menos lo estoy, así que a dormir.

Me acosté en la cama y Lucas durmió conmigo, mientras Erik durmió en el cuarto de invitados, me quede dormida al momento.

Después de que Lorena me colgara el móvil, me  quede pensando en su comportamiento, su voz tan rara, su idea de presentarse a un nuevo concurso, me puse a pensar lo que eso afectaría a nuestro matrimonio, mas viajes más reuniones, menos tiempo para nosotros, no sé si estaría dispuesto a ese tipo de vida, sé que la amaba, sé que la apoyaría en todo, pero tenía miedo, además su aptitud del fin de semana aun bullía en mi cabeza, no podía entender donde saco la idea de que restregarme su masturbación después de negarme el sexo, me iba a excitar, algo no iba bien, algo no me cuadraba, pero confiaba en ella, jamás me dio motivos para dudar, nos amábamos, éramos felices, todo iba bien, económicamente nos iba de maravilla, a ella mejor que a mí y más con este nuevo cliente, representaría una buena inyección de dinero para su empresa, con mi sueldo podíamos vivir bien, pero con el de los dos nos podíamos permitir muchos caprichos, ella ropa de marca, perfumes  caros, lencería, joyas, yo por mi parte un buen coche, nos iba muy bien, a mí me podía ir mucho mejor si aceptara los ascensos que me proponían, pero eso implicaría tener que pasar semanas fuera de casa y eso no compensaba el dinero, era feliz así, me llegaba, en cambio a Lorena todo era poco, quería más, tenía aspiraciones, quería que su empresa fuera la numero uno, era ambiciosa, tenaz, no sabía lo que estaría dispuesta a sacrificar para llegar más lejos, espero que no nuestro matrimonio, pero lo sucedido este fin de semana me hacía dudar, no tenía apetito, tenía como un puño en el estómago, me acosté con la idea de dormir un poco, sabía que me iba a costar, las dos últimas noches apenas fui capaz de dormir, pensando en nosotros, a las cuatro de la mañana me venció el sueño.

Me desperté por la mañana cansado, por primera vez en mi vida no tenía ganas de ir a trabajar, con gran esfuerzo me levante me metí en la ducha, me vestí y me fui a trabajar, al llegar al trabajo me dijeron que tenía una reunión con el gran jefe, eso me mosqueo, solo me llamaba para proponerme un ascenso o para abroncarme, llame a la puerta de su despacho.

-          Buenos días Jorge pasa, cierra la puerta y siéntate.

Me senté en la silla enfrente de él.

-          Tu dirá, si es por el ascenso a Paris, ya conoces mi respuesta.

-          No, ese tema ya lo tengo superado de momento, pero ese puesto siempre estará disponible para ti, eres el mejor ingeniero de la empresa con mucha diferencia, es por otra cosa, el ingeniero de la zona ibérica se jubila, gracias a dios, y hemos pensado en ti para sustituirlo, antes de decirme que no déjame hablar,  no tendrías que desplazarte, para eso están las videoconferencias, a lo sumo alguna vez a resolver algún problema, pero eso es difícil que se da, además representaría un buen pellizco en tu sueldo, sé que eso no te importa pero es una ayuda, te pido por favor que lo aceptes, ya ves que prácticamente no representa ningún cambio, algo más de responsabilidad, pero poca cosa para ti.

-          Pues mira te voy a decir que si, que acepto, me vendrá bien algo más de trabajo y si es tal como dices mejor.

-          Bueno pues ya está todo hablado, te apetece un café para celebrar el ascenso.

-          No gracias, tengo que hablar con el personal de Portugal para conocerlos un poco mejor, y estudiar donde podemos mejorar.

-          Ese es mi Jorge, ya pensando en donde mejorar la empresa, por eso te quieren en Paris, por tu iniciativa, bueno te dejo trabajar y enhorabuena.

-          Gracias.

Salí del despacho satisfecho, un pequeño ascenso, me lo merecía, sabía que iba a cumplir de sobra, tenía buenos compañeros en Portugal y en España, conocía a la mayoría, solo era cosa de coordinar un par  de cosas y todo iría rodado, después de unos días de mierda una buena noticia, me puse a llamar por teléfono y a coordinar un par de cosas el día comenzaba bien.

El despertador sonó a las seis de la mañana, me levante dolorida sobre todo en el coño y el culo, me metí en la ducha, después de asearme, me di crema por todo el cuerpo, lo necesitaba, mientras abría los armarios Lucas se despertó se acercó a mí y comenzó a manosear mis tetas.

-          Por favor me acabo de duchar y tenemos la reunión, podemos dejar esto para la noche, además estoy toda escocida, ayer fue un día muy intenso.

-          Tienes razón, hoy toca serenarse y centrarse en el trabajo, ven que  te voy a decir que ropa ponerte.

Abrió todos los cajones y me fue dando la ropa interior que poner, toda provocativa pero sin excesos, después eligió un traje pantalón, que me quedaba como un guante, una cazadora a juego, y me ordeno que me maquillara sutilmente, él se metió en la ducha, me vestí y fui a preparar el desayuno, estaba preparando unas tostadas cuando apareció  Erik vestido.

-          Bueno será mejor que me valla, tengo que arreglarme, nos vemos en las oficinas.

-          De acuerdo, pero antes dame un beso.

Sus labios contactaron con los míos y nos dimos un beso apasionado, su lengua jugaba con mis encías, así estuvimos un par de minutos.

-          Bueno me voy, que si seguimos así te vuelvo a follar.

-          Vale no vemos en las oficinas.

-          Allí estaré.

Estaba poniendo la mesa cuando apareció Lucas, llevaba un traje que resaltaba su hermosura, le daba carácter, solo el hecho de mirarlo hizo que me mojara, tome nota de tener que cambiarme de ropa interior antes de marchar.

-          Lucas acabo de mojarme, antes de marchar elígeme otro tanga que este esta empapado.

-          Pero que puta eres, solo verme y te mojas, tienes que empezar a controlarte un poco, sobre todo en las reuniones.

-          Por eso no te preocupes, soy una profesional.

-          Del sexo eso es lo que eres una profesional del sexo.

-          No me insultes, en lo mío soy la mejor, por eso contratasteis a mi empresa, porque somos las mejores.

-          En eso llevas razón, vamos desayunemos y vámonos para la central.

La central está en la city, el centro financiero y empresarial de Londres en un edificio que lleva el nombre de la compañía, un edificio modernista diseñado por un prestigioso arquitecto británico, nada más entrar todo es glamur, estilo británico, seguridad por todos lados, un gran mostrador con seis hermosas secretarias atendiendo a las personas que traspasan la puerta de entrada, todo presidido por una gran escultura de un famoso artista japonés, Lucas se acerca al mostrador habla con una de las recepcionistas y vuelve con una tarjeta sujeta por una cinta.

-          Ponte esto sobre el cuello, es tu distintivo, lleva una banda magnética que te  permitirá entrar en ciertos departamentos, no la pierdas y llévala contigo siempre  que vengas aquí.

Él se sacó la suya del bolsillo de la chaqueta, se la puso al cuello y caminamos hasta los arcos de seguridad, después de depositar todos los objetos metálicos en la cestita que nos proporcionaron y pasar por el arco, recogimos nuestras cosas y llegamos a los ascensores, entramos en el primero que llego y Lucas marco la última planta.

-          La planta a la que vamos es la de dirección, en ella están los máximos jefes, te entrevistaras hoy con ellos y ellas, somos la empresa que más directivas tiene en el mundo, son mujeres muy preparadas al igual que tú, procura ser sincera y responder a sus cuestiones con profesionalidad, se directa, no busques subterfugios, diles lo que piensas en cada momento y háblale de tus ideas para mejorar la empresa, demuestra que os merecéis estar donde estáis.

-          Eso no lo dudes, seré yo, la profesional que se come el mundo, demostrare mi valía delante de ellas o ellos.

El ascensor se abrió y nos estaba esperando una secretaria que saludó efusivamente a Lucas.

-          Lucas tu jefe quiere verte y usted señora Pérez puede acompañarme, le espera la señora Smith, la responsable mundial de asesoría externa.

Me despedí de Lucas con un apretón de manos, y seguí caminando detrás de la secretaria, toda la decoración era una pasada, cuadros de artistas modernos, de un valor incalculable, bellas esculturas, materiales de primera calidad, vamos todo un lujo, por todas partes se veía a personal moviéndose como si fueran un grupo de danza, la coreografía de una empresa internacional, mentalmente tomaba nota para intentar llevar esas ideas a nuestra empresa, sabía que teníamos que empezar a pensar a lo grande, que ya no éramos una pequeña empresa de consultoría, que estábamos en la primera división.

La secretaria abrió la puerta de un gran despacho en ella estaba una mujer rubia de unos treinta y cinco año, guapa con el pelo largo, ojos claros, escultural, con un cuerpo trabajado por horas de ejercicio.

-          Señora Smith la señora Sánchez.

La secretaria me dejo pasar y cerró la puerta al salir.

-          Buenos días Lorena, te puedo tutear.

-          Por supuesto.

-          Bien mi nombre es Carol, soy la responsable mundial de consultoría externa, es un placer conocerte, la verdad que quedamos maravillados de vuestro trabajo, fue el mejor con mucha diferencia, vuestro punto de vista sobre las funciones de los distintos departamentos de fidelización nos gustó mucho, estamos deseando llevarlo a cabo.

-          Gracias la verdad que nos esforzamos mucho, fue un trabajo de muchas horas, peor al final la recompensa merece la pena.

-          Por favor siéntate, quieres algo de beber.

-          Un agua por favor.

Ella se acercó a un pequeño frigorífico saco dos botellines de agua, cogió dos vasos y los poso sobre una pequeña mesa, dejo los botellines, yo  cogí uno lo abrí  vacié el contenido sobre el vaso, le di un sorbo y cruce las piernas, ella por su parte se sirvió el agua pero no bebió.

-          Ahora dime como tenéis pensado optimizar el departamento de fidelización.

-          Veras según nuestro punto de vista lo tenéis sobresaturado, demasiado personal y pocos resultados, nuestra idea es.

Durante media hora estuve explicándole nuestras idea para fidelizar mejor a los clientes, ella me interrumpía con alguna pregunta que yo contestaba con celeridad, cuando termine de contarle nuestro proyecto ella quedo gratamente satisfecha.

-          Es un excelente planteamiento, en cuanto llegues a Madrid poneros con este tema, necesitamos que lo tengáis preparado en menos de un mes.

-          No hay problema, me permites una pregunta un poco indiscreta.

-          Dime.

-          Me he enterado que vais a sacar un concurso para buscar una empresa de asesoría externa para vuestra zona del norte de Europa, nos gustaría presentarnos.

-          No veo ningún inconveniente, estáis más que cualificados, pero te advierto que competiréis con verdaderas multinacionales de la consultoría, empresas alemanas, británicas, nórdicas, alguna americana, o sea que tenéis que hacer un excelente planteamiento, es un poco tarde, te apetece tomar algo, antes de ir al departamento administrativo para ver lo de vuestro contrato con la empresa.

-          Si por favor la verdad es que tengo un poco de hambre.

Descolgó el teléfono, dio orden de traer dos tentempiés, al cabo de un rato llego la secretaria con una bandeja llena de viandas y se retiró cerrando la puerta.

-          Dime tengo entendido que estas casada.

-          Si desde hace trece años.

-          Y tu marido no pone impedimentos a tus viajes, mi exmarido me ponía de los nervios con sus quejas y sus celos, lo dejamos por que se excedió y llego a amenazarme.

-          No para nada, el me anima a progresar, él fue el que nos enseñó la convocatoria de vuestro concurso y nos animó a presentarnos.

-          Si eso está muy bien, pero ahora tendrás que viajar más a menudo y eso puede minar la pareja.

-          Mi marido es muy comprensivo, por ese lado no hay ningún problema.

-          Mejor, cuanto me alegro.

Terminamos de comer y nos despedimos con dos besos en las mejillas, me acompaño hasta la puerta donde ya me estaba esperando su secretaria para llevarme al departamento administrativo, me acompaño hasta el ascensor, pulso un piso por debajo.

-          Abajo le está esperando la secretaria de la señora Johnson, que es la jefa de administración, ella le acompañara hasta su despacho, que tenga un buen día.

-          Gracias.

Las puertas del ascensor se cerraron y en unos segundos estaba en la planta inferior, efectivamente me estaba esperando una secretaria que me saludo y me llevo a un despacho muy parecido al de Carol, abrió la puerta y la cerró al salir.

-          Buenos días, soy Geny la jefa administrativa, tu eres Lorena, encantada.

-          Un placer.

Nos dimos dos besos en las mejillas.

-          Por favor siéntate, nuestros abogados han redactado un contrato estándar para nuestra nueva relación, te lo vas a llevar y lo estudiáis con vuestros abogados, tenéis unas semanas para estudiarlo, una vez firmado si estáis conformes  se lo entregareis a Lucas que nos lo hará llegar y dime nerviosa.

-          Pues si un poco, es un contrato muy importante para nosotras, es un gran paso, no creo que exista ningún problema de todas maneras haremos que lo estudien nuestros abogados.

Continuamos hablando de temas del contrato durante una hora, además de temas económicos, la cuantía de nuestros honorarios, la forma de pago, después estuvimos hablando de cosas personales, ella me comento que todos los años ella y su marido se van una semana de vacaciones a Mallorca, que tiene ganas de ir por Madrid para ver sus museos, yo le hable del Prado, del Reina Sofía, de algunos museos más y me ofrecí para hacerle de guía si se animaban a realizar dicho viaje, después dio por finalizada la reunión.

-          Bueno Lorena, la entrevista termina aquí, causas buena impresión, antes de marchar tenemos un pequeño regalo para ti.

-          No teníais por qué.

Llamo a su secretaria, la cual entro con un gran bolso en forma de maleta que llevaba grabada mis iniciales y los logotipos de las dos empresas.

-          Esto es una muestra de la unión de nuestras empresas, espero que te guste, a tus socias les llegar hoy por mensajería uno a cada una exactamente igual.

-          Gracias es precioso, estate segura que le daré uso.

-          Eso espero, de momento puedes guardar en el los contratos.

-          Pues tienes razón, de nuevo gracias.

-          A sido un placer, mi secretaria te acompañara, uno de nuestros becarios te enseñara toda la empresa y los distintos departamentos, además nos gustaría que tomaras notas por si ves algo mejorable.

-          Será un placer.

Entro la secretaria, me acompaño a un despacho.

-          Tomas esta es la señora Sánchez, dice Geny que le enseñes la empresa, al mediodía llévala a comer al Gastronhome, y por la tarde que conozca todos los departamentos, permítele que tome las fotos y notas que quiera, tiene la máxima autorización.

-          Correcto.

El joven se levantó, era un pelirrojo de 1.80 ojos azules,  cuidado, muchas horas de ejercicio, me ofreció su mano.

-          Bueno señora Sánchez, cuando usted desee comenzamos.

-          Lorena por favor tutéame y cuando tú quieras.

Durante dos horas me estuvo enseñando todas las plantas del edificio, así como a los distintos responsables de área, el me daba detalles de la función de cada sección, yo tomaba notas mentales, por la tarde sería más concisa, charlaba con la gente le preguntaba cuál era su cometido, Tomas era un buen guía, la visita era de lo más agradable, estuvimos recorriendo todos los recovecos del edificio hasta las doce.

-          Si le parece ahora iremos a comer, e reservado mesa en uno de los mejores restaurantes de Londres, espero que sea de tu agrado.

-          Me adapto a todo, la verdad es que tengo hambre.

Salimos del edificio, nos estaba esperando un coche de la empresa, el restaurante estaba a las afueras de la city, como a una hora de coche, en cuanto llegamos un joven de traje me abrió la puerta me ofreció su mano para bajar del coche, la comida estuvo espectacular y la conversación de él joven de lo más agradable, me contaba anécdotas de los distintos departamentos, me comento que llevaba dos años de becario y que para el mes le hacían fijo, que estaba muy ilusionado que estudio en España durante su Erasmus, que los andaluces son difíciles de entender, pero que se lo paso genial, que tenía ganas de volver a España para rememorar esas aventuras, yo lo anime a ir, que si se pasaba por Madrid no dudara en pasar a saludarme, le di una tarjeta de la empresa y por detrás le anote mi número de móvil personal, al terminar la comida emprendimos regreso a la central, nada más llegar a el edificio y pasar los pertinentes controles.

-          Bueno Lorena ya conoces el edificio, a partir de aquí eres libre de ir por donde te plazca, tienes absoluta libertad de movimientos, si alguien te para le enseñas tu autorización esa persona la escaneara y vera que puedes hacer lo que te plazca, toma fotos, notas, pregunta lo que quieras, el funcionamiento de la empresas está a tu servicio, ahora te debo dejar.

-          Gracias Tomas, me has sido de gran ayuda, espero que puedas volver a España y lo dicho si pasas por Madrid no dudes en llamarme.

-          Así lo hare.

Nos despedimos con un fuerte apretón de manos y a partir de ese instante me pase toda la tarde recorriendo los distintos departamentos, tomando notas, preguntando, haciendo fotos, fue una tarde de lo más productiva, a eso de las siete de la tarde me llamo Lucas.

-          Hola zorra donde estas.

-          En el departamento de marketing, tomando notas.

-          Te queda mucho.

-          No es lo último, además creo que muy pronto terminan la jornada.

-          Si, en cuanto acabes subes a la última planta, quiero que conozcas a alguien.

-          Vale, dentro de un rato.

-          No tardes.

Termine de tomar apuntes era el último departamento que visitar, me despedí del responsable, le di las gracias y me encamine al ascensor, marque la última planta, la única que no me enseñaron, el ascensor llego en unos segundos y nada más abrirse la puerta estaba Lucas.

-          Hola putita, que tal la visita.

-          Por favor en el trabajo, háblame con respeto, te lo pido por favor.

-          Ya estamos con favores, te hablare como me dé la gana en el trabajo, en tu despacho, donde me salga de los cojones, no aprendes.

-          Es que no sabes diferenciar, joder Lucas, que tengo que tener una imagen.

-          Y dentro de la empresa la tienes, la verdad que todo el mundo está muy contenta contigo, hablan maravillas de ti y de tu empresa, también me comento Carol que te interesaste por el contrato del norte, pero yo la convencí para que obstéis a todos los contratos, norte de Europa, Asia, América del sur y del norte, Rusia, china, en fin a  todos, sé que es mucho pero si os lo proponéis lo conseguiréis, tendréis que trabajar a destajo, porque todos los concursos son a la vez así que podéis poneros las pilas si queréis ser la consultora de toda la empresa.

-          Joder Lucas me abrumas, sería la hostia conseguir la mitad de esos contratos, estaríamos en la primera división de las consultorías, nos codearíamos con la creme, tendremos que contratar a más personal, que contentas se van a poner Claudia y Luisa cuando se enteren, de nuevo gracias Lucas.

-          Lo que sea por mi puta personal.

-          Lo que tú digas, y a quien me quieres presentar.

-          Al CEO, al mandamás, vamos ven conmigo.

Solo oír la palabra CEO y me puse nerviosa, iba a conocer al máximo responsable de la compañía, al hombre que toma las decisiones importantes, al que posiblemente inclinaría la balanza de un lado o de otro en los concursos.

El despacho del CEO ocupaba la mitad de la planta, Lucas llamo a la puerta.

-          Paolo, puedo pasar.

-          Adelante Lucas.

Lucas abrió la puerta y dentro estaba el despacho más grande y mejor decorado de toda mi vida, todo era lujo y buen gusto.

-          Lorena te presento a Paolo, nuestro máximo jefe.

De pie en el medio del despacho un hombre de unos 55 años, moreno de pelo corto, sobre 1.75 con un cuerpo cuidado, llevaba un traje de hecho a medida, se le notaba porque le quedaba como un guante, zapatos de marca, un anillo de oro en su dedo anular de su mano izquierda, era realmente guapo.

-          Lorena un placer, el personal habla maravillas de ti,  si eres tan buena como guapa, vamos a hacer muchos tratos.

-          Me alaga, y le aseguro que sí que somos buenas.

-          Eso espero, tengo entendido que vais a concursar a todos las consultorías, os deseo suerte, te apetece algo, una copa.

-          Si no es molestia, un gin tonic, por favor.

-          Lucas haces los honores, para mí lo de siempre.

-          Lucas se acercó a un mueble bar, saco tres vasos, uno de copa y dos de tubo, sirvió mi bebida y para ellos dos brandis, nos lo acerco.

-          Y que Lorena que te parece nuestra humilde empresa.

-          De humilde no tiene nada, es fantástica, pero tiene ciertos aspectos mejorables, después de la visita he visto algunas cosas que se pueden cambiar a mejor.

-          Caramba Lucas sí que tenías razón, le gusta trabajar  bien y rápido, como me gusta a mí, gente decidida, y me puedes explicar así por el aire esas cosa mejorables.

-          Desde luego.

Durante quince minutos le di un pequeño boceto de ciertos aspectos a mejorar en algunos de los departamentos, el daba un  pequeño sorbo al vaso mientras me escuchaba atentamente, asentía a muchas cosas, al terminar le di un trago a la bebida.

-          Todo eso que me cuentas podías desarrollarlo y mandármelo en un documento, la semana que viene.

-          Por supuesto, no habría ningún problema, hay que pulir algunas cosas, pero si podemos hacerlo.

-          Me gustan algunas de tus ideas, pues de acuerdo, Lucas te dará mi correo personal y la semana que viene me mandas el documento, ahora que Lucas te lleve a cenar a un buen restaurante, mientras yo termino algunas cosas y me voy pitando a casa que mi mujer como siempre me va  a matar por llegar tarde.

Nos acompañó hasta la puerta del ascensor, me pidió que no me olvidara del encargo, nos dimos las manos y se dio la vuelta sin esperar a que se cerrara el ascensor, nada más cerrarse la puerta, Lucas me cogió de la cara y me beso con pasión.

-          Has estado fenomenal y tu presentación estuvo increíble, le has causado una grata impresión, ya tenéis un aliado para vuestro proyecto, si lo hacéis también como el que os aprobaron  conseguiréis todos los concursos, estoy cachondo, vamos a cenar y luego al piso, quiero llamar a unos amigos e  invitarles a casa, esta noche vas a ser el plato principal, ya verás que bien lo pasamos.

-          Lucas estoy cansada, ha sido un día muy largo y necesito descansar, aun me duele el coño y el culo después de lo de ayer, si quieres invita a Erik y me folleis entre los dos, la fiesta con tus amigos lo podemos dejar para otro viaje, por favor.

-          Vale, para que veas que a veces pienso en ti, ahora vamos a cenar, llamo a Erik que se nos una y después vamos a casa a follate.

-          Me parece bien, hoy estoy eufórica.

Llegamos al restaurante era el mismo  que el del día anterior, menos mal que no estaba el mismo camarero, nos sentamos en el mismo reservado y mientras el camarero tomaba nota de la comanda, Lucas llamo a Erik, le dijo que andaba cerca y que pidiera un plato más para él, Lucas pidió por los tres y mientras hacíamos tiempo, Lucas comenzó a acariciar mi coño por encima del pantalón estaba tan caliente después de un día tan excitante que empecé a gemir con cada una de sus caricias, me desabrocho la cremallera y el botón.

-          Bájate un poco el pantalón, quiero masturbarte.

Obedecí sin pensármelo, estaba muy cachonda, el metió su mano dentro de mi tanga y comenzó a masturbarme, yo me revolvía por el placer, me volvía loca con sus dedos, él jugaba con mi clítoris mientras su otra mano se dedicaba a jugar con mis pezones.

-          Valla veo que no perdéis el tiempo, habéis empezado sin mí, pero aún estoy a tiempo no Lucas.

-          Desde luego amigo, elige, coño o teta.

-          Prefiero teta.

Y fue poco a poco desabrochando los botones de mi camisa, hasta dejar a la vista un caro sujetador de intimissimi, color crema, metió su mano por dentro y comenzó a jugar con mis pezones, mientras Lucas seguía castigando mi clítoris, llego el camarero, me miro con cara de deseo, dejo la comida sobre la mesa y se retiró.

-          La verdad Lucas es que es mejor disfrutar de esta zorra en tu casa, cenamos tranquilamente y después nos vamos y nos la follamos a gusto.

-          Me parece bien, tú que dices zorra, quieres que te follemos aquí o en casa.

-          En casa por favor, tengo hambre.

Cenamos tranquilamente.

-          Sabes que esta zorra y sus socias se van a presentar a todos los concursos de consultoría.

-          No me digas, que valientes son.

-          No creas hoy ha dejado maravillado a Paolo, se lo he presentado y la muy puta no se cortó un pelo y le dijo algunos fallos que vio en ciertos departamentos y sus posibles soluciones, Paolo se quedó gratamente satisfecho, hasta le pidió que le remitiera un informe personal con sus soluciones.

-          Joder para la mosquita muerta, tiene ovarios, al final ya verás cómo nos gana y se convierte en una gran empresaria.

-          Mejor así podemos decir que nos follamos a la socia de una gran empresa, a una CEO, joder como me pone eso.

-          Terminemos de comer y vámonos a tu casa.

Terminamos la cena sin ningún otro contratiempo, esta vez no me obligaron a comerle la polla al camarero, pero si tuvo una buen visión de mis pechos, pues Erik no me dejo abotonarme la camisa y dejaba mi sujetador a la vista y marcaba mis duros pezones, cuando terminamos de comer como siempre me toco pagar, salimos del restaurante abrazando a mis dos machos, llegamos a casa de Lucas y nada más entrar me desnude totalmente, me di la vuelta me puse enfrente de ellos.

-          Ahora chicos desnúdense, quiero comerles la polla, estoy caliente como hacía tiempo que no lo estaba.

-          Pero tú no decías que estabas escocida.

-          Si pero solo la idea de imaginarme de CEO de mi gran empresa me puso el coño empapado, necesito sexo del bueno, así que tratarme como lo que queréis que sea, vuestra más fiel puta.

Los dos se desnudaron al momento, tenían las vergas semiflacida, me arrodille delante de ellos tome con mis dos manos sus lindas pollas y me las lleve a la boca, que placer tener dos vergas juntas en mi boca, mi lengua jugaba con sus glandes, no podía metérmelas toda, pero me encantaba la sensación, al cabo de un rato me saque las dos de la boca y comencé a comérmelas de una en una, primero la de Erik, quería que se corriera en mi boca, mientras se la chupaba, jugaba con la polla de Lucas, le masturbaba, en cuanto sentí el chorro de esperma de Erik en mi boca y me trague toda, me dedique a la polla de mi dueño, le di unos lametones para ponerlo a tono, me la metí toda en la boca, le estaba haciendo una manada de lujo, mientras le comía la polla a Lucas, Erik se dedicaba a mi coño, me abrió las piernas se metió debajo y comenzó una comida de coño que me saco un orgasmo nada más posar su lengua sobre mi clítoris, él se bebió todo mi flujo y continuo con la comida, Lucas por su parte agarro mi cabeza y me follo la boca, metía y sacaba su polla de mi boca a su gusto, Erik abandono mi coño muy a pesar mío, se colocó sobre mi espalda enfilo su polla sobre mi  coño y me penetro, sentí su verga como entraba en mí, como esa gran verga invadía mi coño, me encantaba, sentir la polla de mi señor en mi boca y la de su amigo en mi coño, era lo máximo o eso creía,

Estuvo como vente minutos chupándole la polla a Lucas mientras Erik le reventaba el coño, Lucas se corrió a la vez que Erik, ella también tuvo su orgasmo, los dos se pusieron de pie, cogió ambas pollas con las manos y los llevo a la habitación, ya dentro de ella se dedicó a ponerlas de nuevo a tono con una buena mamada, cuando las dos pollas estaban otra vez rígidas.

-          Quiero que me metáis los dos la polla en el coño, quiero probar si soy capaz de tener las dos a la vez.

-          Joder con la puta, ahora quiere las dos pollas a la vez, pues nada Erik  cumplámosle el capricho.

Erik se tumbó en los pies de la cama de manera  que sus piernas quedaran fuera, yo me inserte su polla de espaldas a él, mientras Lucas coloco su polla en la entrada de mi coño y la metió de un solo golpe, joder tenía dos pollas dentro de mi coño, ninguno de los dos se movió, fui yo la que marco el ritmo, me movía de atrás a delante, notando como ambas pollas salían y entraban en mi encharcado coño, fue una sensación única, tenía el coño totalmente abierto, parecía un tazón de los grandes, con esas dos hermosas vergas dentro de mí, me corrí como cinco veces antes de que ellos dos se corrieran a la vez, parecía que estaban compenetrados, pues generalmente se corrían a la vez, estuvimos haciendo el amor toda la noche y parte de la madrugada, nuestro avión no salía hasta última hora de la tarde, pedimos comida a un chino y después de comer, seguimos follando hasta una hora antes de marchar, se ducharon los tres juntos y les regalo la última mamada antes de partir al aeropuerto, volvieron en el mismo avión privado, pero esta vez durante el trayecto no hubo sexo.

-          Lorena, el lunes me voy a Rabat, estaré fuera dos meses, pero me gustaría conocer al cornudo de tu marido, podías organizar una cena con tus socias sus parejas y tu marido para el viernes.

-          No lo llames cornudo, y si puedo, lo hablare con las chicas, pero ellas no tienen pareja.

-          Yo llevare a mi mujer, así la conocerás.

-          Conoceré a la cornuda.

-          Eso sí que no te lo consiento, ni se te ocurra llamarla así, es mi mujer y para ti merece todo el respeto del mundo.

-          Mi marido si puede ser un cornudo y tu mujer no, eso me parece machista.

-          Llámalo como quieras pero eso es lo que hay.

-          Vale vamos a dejarlo, tenemos un cliente que tiene un dos estrellas Michelin, puedo pedirle por favor que nos haga un hueco para este viernes, te parece bien.

-          Me parece perfecto, encárgate tú, ya me dirás la hora y me pasas la ubicación.

Llegamos al aeropuerto, el me acompaño hasta casa.

-          Poneros cuanto antes con todos los concursos,  y sobre todo con el documento de Paolo, si le gusta tenéis un montón de puntos ganados.

-          Si me pondré con el mañana sin falta con respeto a lo otro, nos pondremos a trabajar ya mismo, queremos ganar esos concursos, sería el empujón definitivo a nuestra empresa.

-          Nos vemos el viernes, no te olvides de llamarme mañana para la sesión de masturbación.

-          Claro.

-          Ahora dame un beso.

Nuestras bocas se juntaron, nuestros labios jugaron el uno con el otro, todo muy lujurioso, no me di cuenta que estaba delante de la puerta de nuestra casa, por suerte era tarde  nadie paseaba por la calle.

Salí del coche, recogí la maleta del maletero y subí a casa.

Hoy llega Lorena de su viaje, espero que allá recapacitado sobre su aptitud, yo por mi parte me he pasado los tres días pensando que decirle y como plantearle lo que deseo para los dos, quiero que volvamos a ser un matrimonio feliz, que nuestras vidas sigan por el mismo camino, que no todo sea trabajar, que tengamos tiempo para nosotros, le daría un margen para que ponga a trabajar su empresa, no se cinco meses, me parece más que correcto y después dependiendo como se desarrollase nuestra relación tomaríamos una decisión, yo estoy plenamente convencido que la amo como no he amado a ninguna mujer, soy feliz con ella o por lo menos lo era hasta hace una semana, a ver con que humor viene, le tengo preparada un sorpresa he comprado dos botellas de ese vino que tanto le gusta e cocinado ese plato que le vuelve loca, espero que eso haga que pasemos una noche de reencuentro perfecto, le espero en el salón con una de las botellas abierta y una copa para ella, siento las llaves en la cerradura.

-          Cariño ya estoy aquí, donde andas.

-          En el salón.

-          Vale subo dejo la maleta en el vestidor me cambio y bajo, te parece bien.

-          Si claro.

Me jodia que no entrara en el salón y me diera un beso, pero seguramente se estaba orinando y algo sudada, además quería ponerse cómoda, me senté le di un trago a mi cola, y  espere.

Deseaba ponerme cómoda, cambiarme de ropa, ponerme algo más ligero, además quería deshacer la maleta, además tenía que pensar como plantearle a Jorge la idea que tenía para poder concentrarme totalmente en mi trabajo, en esos concursos que nos llevaría a la cima, sé que le iba a pedir un gran sacrificio, pero también sabía que lo aceptaría, nos amábamos y eso era importante, no dudaba de su amor por mí, ni él debía de dudar del mío, lo amaba con locura, lo de Lucas era solo placer, sexo, lujuria un juego, nada más, me desnude me di una ducha rápida y me puse una de las camisetas anchas que tengo para andar por casa, me puse una braga, no me puse sujetador, me apetecía tener los pechos libres, ordene toda la ropa en el vestidor, guarde la maleta y baje.

Lo que tarda esta mujer, que le pasa, es que no quiere verme yo me muero por besarla, por abrazarla, por acariciarla, por hacerle el amor, me puse a poner la mesa, así me entretenía, coloque el pescado en el centro de la mesa, vacié la copa de ella y la volví a llenar, el vino había perdido sabor, me volví a sentar en el sofá a esperar por ella.

-          Ya estoy, estaba toda sudada no te importa que me diera una ducha rápida, además tenía que colocar los vestidos, si no cogen forma, pero ahora soy toda tuya, ala has preparado mi pescado favorito, la verdad es que tengo hambre, cenamos.

-          Claro, además he comprado ese vino que tanto te gusta, de la Riviera Sacra.

-          Eres un amor, no sabes lo que me apetece, estas en todo.

Nos sentamos a la mesa y cenamos tranquilamente, al acabar recogí la mesa mientras deleitaba otra copa de vino, la fregué y la recogí, al volver me fije en ella con esa camiseta estaba espectacular, sus pechos libres me ponían a mil.

-          Cariño tenemos que hablar, tengo que contarte muchas novedades, han sido tres días de lo más productivo, he conocido a la cúpula, hasta al CEO, ha sido una pasada.

-          Yo también tengo que contarte algo.

-          Tu primero.

-          Vale me han ascendido, soy el ingeniero jefe de España y Portugal y lo mejor es que lo puedo hacer desde el despacho, será raro que me tenga que desplazar.

-          Que buena noticia, es lo que querías, más responsabilidad sin desplazarte, tienes que hacerte ver más, tu vales mucho más, debes aspirar a más, porque no te planteas lo de ser ingeniero jefe para toda Europa.

-          Ya sabes que no, eso implicaría pasarme demasiado tiempo en Paris, muchos viajes por Europa y poco tiempo para nosotros, Paris, y para mi estamos nosotros antes que el trabajo.

-          De eso quería hablarte, sabes que con este nuevo trabajo voy a tener que viajar a menudo a Londres, Paris, Lisboa, Rabat, en fin a un montón de ciudades, procurare que sean las menos veces posibles, pero es parte del trabajo, además en Londres nos propusieron presentarnos a todos los concursos para ser los consultores en todo el mundo, lo cual va a implicar más horas de trabajo, dedicar más tiempo a la empresa,  yo no  soy como tú, yo quiero algo más, lo sabes desde el primer día, y quiero ganar esos concursos, sé que significa muchos sacrificios, pero te garantizo que merece la pena.

-          A ver explícame que sacrificios.

-          Hoy no, disfrutemos del momento, termino la copa y vamos para cama.

Termine la copa y subimos a la habitación, él se fue a su vestidor, mientras yo en el mío me cambia de ropa y me ponía un camisón, me quite la braga, quería que mi marido me follara, lo estaba deseando, me acosté en la cama y espere por él.

No entendía nada, más concursos, más sacrificios, más responsabilidad, todo eso representaría más viajes, menos tiempo para nosotros, pero nunca sería la causa de que ella no prosperara, tengo que comprender que ella no es como yo,  que es agresiva en el trabajo, que tiene aspiraciones,  que en los negocios es un tiburón, pero mi pregunta era hasta cuando, ahora eran esos concursos, que sería mañana, además donde entraba yo en sus planes, lo tenía decidido, no contaba con mi opinión y hacia esfuerzos por entenderlo, pero era un mar de dudas, me puse un pijama y me fui a la habitación, la verdad que me apetecía dormir con ella después de tanto tiempo, sentir su cuerpo, besarla, abrazarla, llegue a la habitación y estaba dormida, seguramente el estrés acumulado de estos días, me acosté al lado de ella, mire su cuerpo y apague la luz, me costó dormirme cosa que me pasaba muy a menudo últimamente y eso no me gustaba, me  quede dormido otra vez sobre las cuatro de la madrugada.

Me desperté a las seis de la mañana, me había quedado dormida esperando a Jorge, mucha tensión acumulada y también las pocas horas dormidas estos tres días, demasiado sexo, Jorge dormía plácidamente a mi lado, me levante sin hacer ruido, me fui al baño, mee, y me di una ducha, era temprano para llamar a Lucas o no, probaría, Salí de baño, cogí mi móvil de la mesilla de noche y me encerré de nuevo en el baño, busque su contacto y marque, al segundo tono contesto.

-          Buenos días zorra, sí que estas calientes que ya quieres masturbarte para mí, o es que quieres verme la polla de nuevo, ya la extrañas.

-          La verdad es que sí, pero mucho madrugas tú.

-          Todos los días a las cinco y media, hago una hora de ejercicio para estar en forma y relajarme, además de prepararme para el nuevo día y tu tan temprano a pie.

-          Anoche me quede dormida nada más apoyar la cabeza en la almohada, no me daba cuenta de lo cansada que estaba.

-          Es que fue mucho trote en Londres, pocas horas de dormir, mucho estrés y mucho sexo, sobre todo sexo, y ahora dime estas cachonda.

-          Como una perra.

-          Bien comienza a masturbarte.

Me quite el camisón para que me  viera totalmente desnuda, lleve mi mano a mi sexo y comencé a masturbarme para él, con la otra mano me pellizcaba los pezones, no tarde nada en mojarme toda, mirando su polla a través de la pantalla del móvil me imaginaba las noches de Londres y me excitaba más, reprimía mis gemidos por miedo a que Jorge me pudiera oír, mis dedos se metieron dentro de mi coño buscando el clítoris, me lo masajee a conciencia, estaba a punto de correrme, pero sabía que tenía que esperar a que Lucas se corriera.

-          Lucas por favor quiero correrme, estoy muy caliente, como puedo hacer para que te corras más rápido.

-          Muy fácil, dime lo que eres.

-          No te entiendo.

-          Sí que lo entiendes, dime lo que eres para mí.

-          Soy tu puta, tu perra, tu más fiel sumisa, soy tuya, siempre te obedeceré, mi cuerpo te pertenece, podrás hacer conmigo lo que te plazca, te lo demostré en Londres chupándole la polla a aquel camarero y acostándome con Erik, sabes que haré todo lo que me pidas.

-          Muy bien puta, repítelo hasta que me corra.

-          Soy tuya, tu puta, por favor mi señor me quiero correr, córrete tú.

-          Ya me corro zorra.

Por la pantalla mire como un chorro de semen salía de su dura polla y ver esa imagen hizo que me corriera, no pude reprimir un pequeño grito al correrme, esperaba que Jorge siguiera durmiendo.

-          Gracias mi señor por permitirme correrme.

-          De nada puta, ya hablaste con el cornudo de la cena de este viernes.

-          Aun no, esta noche se lo digo, déjame que hable primero con mis socias y con nuestro cliente para confirmar la cena.

-          Vamos al vestidor para elegir que ropa te pondrás hoy.

Cogí el móvil, entre en el vestidor abrí todos los cajones y el armario y el eligió mi ropa, me ponía que me dijera lo que ponerme.

-          Quiero que me mandes todos los días dos fotos, una con la ropa interior puesta y otra ya vestida, ahora vete a duchar antes de que tu marido vea que te has vuelto a correr sin él.

-          Vale, te mandare las fotos, pero dime para que las quieres.

-          Para enseñarles a ciertos amigos lo puta que eres y lo servicial que vas a ser con ellos cuando te los presente.

-          Pero no te llego con entregarme a Erik.

-          Erik es un aperitivo, tengo unos amigos a los que quiero dar un buen regalo y ese regalo vas a ser tú, los e invitado a mi casa de Rabat dentro de tres semanas, por un casual tendrás que venir esa semana a Rabat a solucionar unos problemas y así conocerás a mis amigos, ya verás que bien lo vas a pasar, son unos matrimonios muy especiales, ellas son muy guapas y sexis y ellos están muy bien dotados, no te va a faltar de nada.

-          Dentro de tres semanas y el concurso.

-          Esa semana que se preocupen tus socias, tu vendrás a Rabat, anótalo en la agenda, ya te iré contando lo que quiero de ti.

-          De acuerdo así lo hare.

-          Hasta luego puta y no te olvides de las fotos.

Colgó antes de que le contestara, tenía las piernas todas empapadas de mis flujos, tenía razón si Jorge me viera así se mosquearía más, me metí en la ducha, después me puse la ropa interior me saque una foto y otra totalmente vestida, estaba súper sexy, algo puta, pero sin serlo, me puse cachonda viéndome en el espejo, no aguantaba más, quería llegar al despacho y ponerme con el informe para Paolo, cogí mi abrigo me puse los zapatos de tacón, baje cogí Las llaves del coche y me fui para lo oficina, deseaba trabajar.

Cuando me desperté eran las siete y cuarto de la mañana, escuche el agua caer del baño de Lorena, no nuestro baño sino el de ella, otro cambio reciente, me desespérese, quería esperar por ella, a ver si hacíamos el amor como antes, nada más despertarnos, escuchaba como trasteaba en el vestidor, deseaba verla aunque fuera vestida, sentir su presencia, oler su perfume, darle un beso, abrazarla, pero no salió, escuche como salía por la otra puerta bajaba las escaleras y salía de casa, era muy temprano a donde iría, me levante con un mal sabor de boca, otro cambio, salir tan temprano de casa, la llamaría desde el trabajo, le preguntaría porque tanta prisa, para ni siquiera despedirse de mí, me levante cruce el pasillo y entre en mi baño, orine, me metí debajo de la ducha, al acabar me vestí rápidamente, también quería marcharme de casa, se me caía encima, baje cogí las llaves de mi coche y Salí para el trabajo, metí el coche en el parking y como era temprano, fui a la cafetería de enfrente a desayunar, allí ya estaban algunos compañeros de trabajo, me junte con ellos y estuvimos charlando, todos me felicitaban por mi ascenso, sabían que me lo merecía, que no estaba más arriba porque no quería, terminamos de desayunar y subimos a las oficinas, entre en mi despacho busque en el móvil el contacto de Lorena y marque.

-          Hola cariño, que tal.

-          Bien, pero algo mosqueado.

-          Porque.

-          Te fuiste sin despedirte.

-          Perdona, pero tenía prisa por llegar a la oficina y ponerme con el documento de Paolo.

-          Quien es Paolo.

-          El CEO de la empresa, te lo dije.

-          Me dijiste tantas cosas que aun las estoy asimilando, pero es la primera  vez que no te despides de mí al marcharte.

-          De verdad perdóname, pero estoy algo nerviosa con estos proyectos, además hoy ni voy a comer y llegare tarde tengo una reunión con Claudia y luisa y después saldremos a celebrar el contrato, llegare sobre las diez a así.

-          Vale, te esperare despierto.

-          A otra cosa, Lucas quiere conocerte, por lo que he preparado una cena este viernes con él y Claudia y Lucia en ese restaurante que te gusta tanto, el de Alfredo, nuestro cliente.

-          No crees que debías de consultármelo antes.

-          Joder Jorge, ya estas cabreado otra vez, solo es una cena, es costumbre en esa empresa conocer a los familiares de los grandes proveedores y nosotras somos eso.

-          Vale iré, porque es en el restaurante de Alfredo y además de cocinar bien es un buen amigo.

-          No te olvides, no voy a comer y a la noche salgo con las chicas, te quiero.

-          Yo también.

Eran las diez cuando llegó Claudia y Lucia, nos juntamos en mi despacho.

-          Chicas tengo novedades.

-          Que tal el viaje primero, conociste a alguien importante.

-          Que si conocí, nada más y nada menos que al CEO de la compañía, de hecho estoy preparándole un documento para mejorar ciertos departamentos de la central.

-          Joder Lorena, eso es un puntazo.

-          No es la única novedad, van a sacar a concurso la consultoría de todas sus delegaciones y nos vamos a presentar.

-          Hostia puta, si conseguimos eso, seremos la mayor empresa de Europa.

-          Si y ya sabéis lo que implica eso, más trabajo, más horas y contratar a más personal.

-          Eso no es problema, sabes que nosotras estamos casadas con la empresa, pero y Jorge qué opina de todo esto.

-          De momento vamos a dejarlo al margen, Jorge es mi problema  y creo que puedo controlarlo, además nunca me puso pegas para prosperar y no creo que ahora empiece, por cierto, el viernes cenamos con Lucas el jefe de zona, poneros guapas, os aseguro que él es guapísimo y culto, todo un hombre.

-          Sin problema, no tenemos planes para el viernes.

-          Pues manos a la obra, lo primero lo que ya tenemos, como van las contrataciones Lucia.

-          Muy bien. Estamos contratando a los mejores, desde que se corrió en el mundillo lo del contrato, la gente está loca por entrar aquí, nos sobran candidatos.

-          Bien, y Claudia lo de las nuevas oficinas.

-          También bajo control, tengo apalabradas tres plantas en un céntrico edificio de oficinas con la posibilidad de ampliarlas a otras tres.

-          Perfecto pues no se diga más a trabajar, os parece que comamos aquí y que al terminar a eso de las ocho salgamos a celebrarlo.

-          Genial.

-          Me parece muy bien, deberíamos hacerlo todos los jueves, tomar unas copas para des estresarnos.

-          Pues no es mala idea.

-          Pues no se diga más los jueves día de chicas.

Fue un día de locos, no paramos nada más que diez minutos para comer unos bocadillos, por la tarde ya tenía terminado el documento para Paolo busque su correo personal y se lo mande, me había quedado un trabajo espectacular, seguro que Paolo quedaría encantado, a las ocho como un reloj paramos, dimos el día por terminado, Lucia nos habló de un pub cercano donde podíamos tomar una copa sin que nos molestaran, me pareció bien, llegamos y había poca gente, nos sentamos en una especie de reservado, pedimos tres cubalibres y comenzamos a comentar temas de trabajo, una copa llevo a otra y otra, yo ya estaba en ese punto de alegría, mire el reloj y eran las diez y media de la noche.

-          Chicas me tengo que ir, le prometí a Jorge que estaría en casa a las diez y son y media, joder se me fue el tiempo, vosotras os venís.

-          No vamos a tomar otra y después iremos a una discoteca aquí cerca, van los universitarios y hay cada yogurin que quita el hipo, deberías animarte a venir un día.

-          Puede ser, pero ahora me voy, hasta mañana.

-          Hasta mañana, espero que Jorge no esté muy cabreado.

El día se me paso rápido, entre contactar con los otros ingenieros arreglar un par de problemas, comer con mi sustituto para ponerlo al día de sus obligaciones, cuando me di cuenta eran las siete y media, llame a Roberto por si quería tomar una cerveza conmigo.

-          Hola Rober, te apetece una cerveza en el bar de siempre.

-          Pues claro, nos vemos en media hora.

-          Perfecto, tengo que hablar contigo de Lorena.

-          Más problemas.

-          Algo así.

-          Bien nos vemos.

Cogí el coche y salí del aparcamiento, conduje hasta la calle donde estaba nuestro bar, un bar de toda la vida, donde Rober y yo pasamos nuestra juventud, donde conocimos a nuestras primeras novias, donde miramos nuestras primeras tetas en televisión, Manolo el dueño, cerraba el bar antes, y nos dejaba ver películas porno, era un buen tío, cuando murió su hijo cogió el bar sin perder su esencia, es por eso que siempre que queremos hablar quedamos en el bar de Manolo, aparque a una manzana, cuando llegue Rober estaba charlando amigablemente con Manolo junior como le llamábamos nosotros, pedimos unas cañas y nos sentamos.

-          A ver Jorge que pasa ahora.

-          Que esta mujer no tiene límite, ahora se mete en un proyecto mayor, quiere todo el mundo, no le llega con lo que han conseguido que quiere más y eso nos afecta.

-          Ya sabias que Lorena era muy ambiciosa, no te puede sorprender.

-          Eso no me sorprende, pero lo que si me sorprende es que no sepa diferenciar entre trabajo y casa.

-          Es normal, cuando te metes en algo de ese calibre, todo lo demás a veces no es importante, dale un tiempo.

-          Si estoy dispuesto a darle todo el tiempo que quiera, pero tiene que ponerse un límite, sino estaremos siempre así, cada vez sería un proyecto distinto, acabaríamos distanciados y eso no lo soportaría, preferiría dejarlo antes de llegar a ser dos desconocidos en la misma casa.

-          Lorena te ama con locura, seguro que con este proyecto se conforma, es más de lo que ella se pudiera haber imaginado, confía en ella.

-          Si ya confió en ella, pero últimamente hace cosas que me desconcentran, sin ir más lejos el otro día por la mañana dijo que no le apetecía tener sexo, pero se encerró en el baño y se masturbo y después pretendía  que le tocara el coño con su corrida, me descoloco por completo, me pareció otra persona, tal fue mi cabreo que Salí a pasear comí en un bar y cuando me di cuenta era tarde y no tenía ni puta idea de donde estaba, tuve que coger un taxi para volver a casa, y dormí en la habitación de invitados.

-          Joder eso es grave, no es propio de Lorena, sí que le afecta ese dichoso contrato.

-          Pues imagínate eso multiplicado por mil, si ganan el concurso.

-          Me imagino que tendrás que adaptarte.

-          No sé si sería capaz, estaría más tiempo fuera de casa que en casa, tendría que viajar por todo el mundo, acudir a mil y una reuniones en Londres, no sé, me resultaría muy extraño.

-          Bueno de momento déjate llevar, dale un buen margen y después decides.

-          Gracias Rober, eres un buen amigo.

-          No soy tu único amigo.

-          Cabron, como si tu tuvieras muchos.

-          Amigos no sé pero amigas unas pocas más.

-          Ya sabemos que siempre fuiste el más ligón de los tres, verdad junior.

Manolo se echó a reír.

-          Eso decía mi padre, que Rober las traía de calle y tú recogías las migajas.

-          Que cabron, eso pensaba de mí.

-          Eso era lo que decía.

Y nos echamos a reír los tres, cuando me di cuenta eran las nueve de la noche, si apuraba a las nueve y media estaba en casa, me  despedí de los dos cogí el coche y me encamine a casa, llegue a y media justo, me metí en la ducha, me puse un pijama y me puse a ver la tele, cuando mire el reloj eran las diez y media, no estaba de humor para esperar por Lorena, me fui a la habitación de invitados me prepare la cama y me acosté, fui capaz de conciliar el sueño y en menos de diez minutos me quede dormido.

Cuando llegue a casa eran las once y media de la noche, abrí la puerta y todo estaba oscuro, encendí la luz, mire en el salón y no estaba, subí a la habitación y tampoco estaba, me empecé a preocupar, donde estaba, fui a su baño y las luz apagada, entre en la habitación de invitados y hay estaba dormido, acurrucado como un niño pequeño, otra vez el durmiendo en el otro cuarto, otra noche a dormir sola en nuestra casa, pero que me pasaba, me sentí mal, debía de haber llegado a mi hora y más después de lo de la mañana, eran dos desplantes en un solo día, me fui a nuestro cuarto, me desnude me puse un pijama y me acosté, comencé a llorar, mi marido no estaba a mi lado, cuanto lo necesitaba, pensando en el me quede dormida.

Me levante a las siete de la mañana, no me daba cuenta en  que habitación estaba, poco a poco me hice una composición de lugar, estaba en el cuarto de invitados, otra vez en menos de un mes, que digo un mes en menos de dos semanas, a qué hora llego, me daba igual, dos desplantes en un día, entendía que estuviera estresada, que necesitaba un respiro que tomar una copa con sus socias le venía bien, pero por lo menos una llamada, un wasap, un mensaje de texto, pero nada, solo silencio, eso fue lo que más me dolió, me levante me metí en el baño abrí los grifos de la ducha, necesitaba recuperarme, relajarme, me metí debajo y deje que corriera el agua, que me despejara, aclarar mis ideas, necesitaba pensar, termine de ducharme, me vestí y baje a preparar el desayuno para los dos.

Cuando me desperté me di cuenta que no estaba a mi lado, me levante, me metí en el baño y como si fuera una autómata lo llame.

-          Buenos días zorrita, que preparada para una sesión.

-          Por favor, lo podemos dejar hoy, estoy un poco inquieta.

-          Y eso.

-          Jorge que durmió esta noche en la habitación de invitados.

-          Y eso a mí  que me importa, tus problemas conyugales a mí no me interesan, vamos desnúdate y mastúrbate para mí.

Hice lo que me pidió, me desnude y como siempre lleve mi mano a mi sexo, mientras con la otra me acariciaba los pezones y miraba su hermosa polla, comencé a acariciar mi clítoris, miraba como él se masturbaba, eso me excitaba mucho, mirar esa verga, me ponía a mil, castigaba mi clítoris y mis pezones, quería que se corriera lo antes posible.

-          Mi señor mira a tu puta como se masturba para ti, tu perra quiere servirte en todo, solo estoy para serviros, solo estoy deseando viajar a Rabat para complaceros y serviros a ti y a tus amigos, me muero de ganas de  que me uséis como queráis, estoy preparada para lo que quieras.

-          Muy bien puta, esa es la aptitud, arreglaste lo de la cena, si hoy a las nueve en el restaurante, espero que sea de tu agrado, llevaras a tu mujer.

-          Pues claro y tú al cornudo.

-          Supongo que ira, la verdad es que está un poco enfadada conmigo y con razón.

-          No me cuentes tu vida y sigue masturbándote, estoy a punto de correrme.

Se corrió a los dos minutos y yo con él.

-          Bien ahora al vestidor.

Repetí mecánicamente todo, abrir los cajones el armario, mostrarle todo, el eligió y yo asentí, colgó, me metí en la ducha, me seque me puse la ropa interior le mande la foto, termine de vestirme, me hice la segunda foto y baje a la cocina.

-          Buenos días cariño, que tal dormiste.

-          En el cuarto de invitados, pensé  que llegarías cansada y me dije, déjala dormir sola, así descansa.

-          No seas así, me retrase un poco.

-          No es eso, entiendo que lo estuvieras pasando bien, pero podías llamarme y más después de lo que paso por la mañana, joder Lorena, es que no te entiendo, estas muy cambiada, necesito que te aclares, que tengas claras tus prioridades, yo sé  que te amo, pero y tú.

-          Jorge te amo con todo mí ser, pero no me pidas que renuncie a mis sueños.

-          No es eso lo que te pido, lo que te pido es que te marques una meta, si con conseguir el contrato de todas las delegaciones de esa multinacional te llega o si después de eso querrás más, eso es lo que quiero saber, si te llega con eso o no.

-          Cariño, te prometo que si consigo esos contratos no habrá más, te lo juro.

-          Te creo, cuenta con todo mi apoyo, ahora vamos a desayunar.

-          Por cierto hoy es la cena con Lucas y su mujer, además de Lucia y Claudia, quedamos en la puerta del restaurante a las ocho y media así saludas a Alfredo, me pregunto por ti, es más me dio la mesa por ti, le caes bien, te considera un amigo y más desde que le permites jugar las pachanguitas, dice que se relaja un montón.

-          Pues va a ser la razón de ir, saludar a Alfredo y no te preocupes a las ocho estaré allí como un reloj, ahora desayuna.

Desayunamos los dos en silencio, la verdad que poco tenía que decir, lo que si tenía claro era que iba a cumplir la promesa que le había hecho, sería mi último contrato, si conseguíamos los concursos no competiríamos por nada más, nos llegaba con llevar todos eso proyectos y con los clientes que ya teníamos podíamos vivir más que bien, tendríamos trabajo para muchos años, a partir de ahí todo sería ganarse año a año la confianza de la plana mayor de la multinacional, y una vez dentro sabía que eso era sencillo.

-          Lorena me voy a trabajar, entonces a las ocho, saldré antes para venir por casa y cambiarme.

-          Yo llevare ya la ropa y me cambiare en el trabajo, por cierto hoy tampoco vengo a comer.

-          Pues muy bien, adiós.

Me marche sin ni siquiera mirarle a la cara, salí sin darle un beso, queria saber si se daba cuenta que me iba sin besarla, pero ni se entero, era otra, definitivamente era otra, me fui al trabajo y decidi concentrarme, para olvidar ciertas cosas, se me paso el dia volando, regrese a casa me di una ducha rápida y me cambie de ropa, algo elegante e informal, no me gustaban los trajes, me mire en el espejo y me parecio bien, sali para el restaurante y llegue a las siete y media, decidi esperar fuera, pero dio la casualidad de que en ese instante salía Alfredo.

-          Jorge que tal, llegas un poco temprano.

-          Si ya lo se, pero me conoces, prefiero esperar que hacer esperar.

-          Pues pasa, entra conmigo y me acompañas un rato en la cocina, por Lorena no te preocupes, a las ocho salimos un momento a ver si esta.

-          De acuerdo.

-          Sigues sin beber alcohol.

-          Pues si.

-          Es una pena, tengo un vino gallego que es increíble.

-          Me conformo con un vaso de agua.

-          Perfecto, pasa y charlamos.

Entre con el, me llevo a las cocinas y me estuvo contando como se acian las comandas, la preparación de algunos platos, me presento al personal, todo dentro de un ambiente de camaradería envidiable.

Nada mas salir Jorge por la puerta, llame a Lucas.

-          Lucas, que ropa me pongo.

-          La que te dije.

-          No, para la cena.

-          A, claro, enseñame de nuevo toda tu ropa.

Subi al vestidor repeti la operación de siempre.

-          Hoy quiero que vallas lo mas provocativa posible, quiero que seas una autentica zorra.

-          No te parece algo exagerado.

-          Espera que elija  y lo vemos.

Eligio un juego de tanga y sujetador semitrasparente, con encajes, un vestido por encima de la rodilla, sumamente  ligero, algo transparente, con el puesto se me notaria la ropa interior, realzaría mi figura, pero también la mostraría.

-          Me parece un poco llamativa.

-          Me da igual y tienes razón, mejor sin ropa interior, que se noten tus atributos.

-          Lucas eso me parece algo exagerado.

-          No discutas, guarda esa ropa y pontela, es mejor que te cambies en la oficina, asi será una sorpresa para todos, incluidas tus socias, asi verán lo puta que eres.

-          Por favor lucas, por lo menos déjame poner el tanga.

-          Vale, pero entonces llevaras uno de hilo, que te tape lo menos posible.

-          Lo que tu quieras.

-          Le abri de nuevo el cajón y eligio uno color carne, que prácticamente no tapaba nada, pero algo disimulaba.

-          Asi estas lista, no vemos en la cena, mándame la ubicación, sobre las ocho y media estaremos allí, mi mujer y yo.

-          De acuerdo.

Meti toda la ropa en una pequeña maleta y me fui al trabajo, el dia estuvo de lo mas complicado, atendiendo llamadas de clientes preocupados por si los dejábamos desatendidos con los nuevos contratos, intentando convencerles de que no pasaría eso, a algunos dándoles un asesor propio para que se dieran cuenta que en lugar de dejarlos de lado nos preocupábamos aun mas de ellos, también estábamos preparando la mudanza, teníamos  que hacerla sin dejar de trabajar, asi que decidimos lo primero colocar a los nuevos empleados, las oficinas nuevas tenían toda la instalación de informática echa solo era llegar y enchufar los ordenadores, Claudia se encargaba de la compra del nuevo material, el lunes irían los técnicos a empezar a colocar las cosas, de paso los nuevos empleados iban ya directamente a las nuevas oficinas a trabajar, Luisa se encargaría de distribuirlos, en cada planta irían un grupo de clientes y el la ultima íntegramente para nuestro cliente principal y nuestros despachos, todo estaba perfectamente coordinado, a las siete y media Claudia y Luisa se fueron a cambiar de ropa, yo me quede en la oficina a cerrar y de paso cambiarme de ropa, en cuanto me cambie y me mire al espejo, me asuste, no se lo que le parecerá a Jorge este vestido, pero creo que no le va a gustar, estuve a un tris de no llevarlo, pero era un deseo de Lucas y eso me excitaba, además competiría con su mujer, eso me di mas brios, queria estar radiante para mi hombre, para mi macho, me importaba poco lo que pensara mi marido, mi cuerpo era mio y lo luciría como quiesiera, pero me di cuenta que no fui yo la que eligio la ropa, fue mi señor, pero daba igual, era mi cuerpo y lo lucia, para eso estaba, cuando mire el reloj eran las ocho, llegaría otra vez tarde, con lo que le jode a Jorge, seguro que lleva un buen rato esperando, menos mal que de aquí al restaurante solo hay media hora en coche, me puse una chaquetilla y Sali pitando.

Cuando llegue eran las nueve menos cuarto, no vi a Jorge, pero si estaban Claudia y Luisa, parecía que nos pusiéramos de acuerdo, estábamos espectaculares, algo ligeras de ropa pero espectaculares, las tres con vestidos vaporosos, insinuando nuestos atributos, bueno yo casi mostrándolos.

-          Habeis visto a Jorge.

-          No, acabamos de llegar.

-          Donde estará este hombre.

Y si se arrepintió a ultima hora, y si se lo pensó mejor, no me dejara tirada en estos momentos, esta cena es muy importante para mi, Lucas quiere conocerlo, quiero que los dos se lleven bien, si es posible que se hagan amigos, me gustaría que congeniaran, mi amante y mi marido los dos juntos, seria maravilloso a uno lo deseo y al otro lo amo con locura, cogi el móvil y lo llame.

-          Jorge donde estas.

-          En la cocina con Alfredo, llevo aquí desde las siete y media, a las ocho Sali fuera estuve esperando hasta y media y volvi a entrar y tu donde estas.

-          En la puerta con Claudia y Luisa, Lucas y su mujer deben de estar a punto de llegar, por que no sales y esperamos por ellos.

-          Estoy algo cansado de esperar, me quedo aquí,  cuando llegue tu jefe, pues parece tu jefe y una vez que entréis se lo dices al camarero que este me avisara, ahora estoy muy entretenido, Alfredo me esta explicando como hace un plato, adiós.

Me colgó, estaba cabreado, joder últimamente lo dejo mas colgado que otra cosa, otra vez tarde, con lo puntual que es el, tendre que compensarle esta noche, de esta noche no pasa, hace demasiados días que no follamos, lo necesito, necesito que me haga el amor, por hay vienen Lucas y su mujer, joder que pedazo de mujer, que guapa es.

-          Hola señora y señoritas, permitirme que os presente a Ingrid, mi esposa, estas son Lorena, Claudia y Lucia, las chicas de las que te hable, las que ganaron el concurso de asesoría.

-          A si, ahora me acuerdo, encantada.

Nos saludamos las cuatro con besos en las mejillas y Lucas también nos beso, al llegar a mi sus labios casi rozan con los mios, casi me corro, al sentirlo.

-          Y tú marido.

-          Esta dentro en la cocina.

-          No me digas que va a cocinar él.

-          No, que va, es que conocemos al chef, es un buen amigo de Jorge.

-          Ya creí que tenía  que preparar las sales de fruta.

-          Oye que mi marido cocina de maravilla, me prepara una lubina a la sal que te chupas los dedos, pero entremos.

Los cinco entramos, le dimos al recepcionista nuestros abrigos y un amable jefe de sala nos llevó a nuestro reservado.

-          Podía avisarle a mi marido que ya estamos sentados por favor.

-          Y quien es su marido.

-          Jorge, está en la cocina con Alfredo.

-          A Jorge, si por supuesto ahora mismo le aviso, tiene usted un marido que es una maravilla.

-          Gracias.

El don de gentes de mi marido cada día me sorprende más, cuando quiere es capaz de conquistar a cualquiera, pero eso cuando quiere.

-          Buenas noches, perdonar que os haya hecho esperar, pero estaba muy entretenido en la cocina, estaba preparando nuestra cena.

-          Hola yo soy Lucas y esta es mi mujer Ingrid.

-          Un placer.

Apreté la mano de Lucas y le di dos besos a Ingrid, me acerque a Lorena y le di un beso en los labios, cuando vi su escote me puse nervioso, nunca la vi así vestida.

-          Estáis las cuatro guapísimas.

-          Verdad que sí, parecen las cuatro gracias de Rubens, pero más delgadas.

-          Es una buena comparación.

Llego el jefe de sala y nos explicó el menú único, los camareros nos fueron trayendo los platos y explicando su composición, así como debíamos degustarlos, para que notáramos todos los matices, Lucas se pasó la noche haciendo chistes malos de los platos e interrumpiendo a los camareros en sus explicaciones, además que los tomaba como le salía de los huevos y así no era capaz de apreciar los matices de la comida, se pasó toda la cena criticando la comida, me puso malo, definitivamente ese tío no me caía bien.

Lucas se comportó como un cerdo, interrumpiendo a los camareros, criticando la comida, comiéndola de cualquier manera, critico la elección de los vinos, cuando eran unos caldos excelentes, de una denominación de origen gallega, Monterrey creo que era, se metía con los camareros, a mí no me quitaba el ojo de encima, como estaba a su lado en un momento dado, poso su mano sobre mi rodilla, me puse nerviosa pues tenía a mi marido al otro lado, que también estaba acariciando mi rodilla, pero la situación me excitaba, mis dos hombres acariciándome a la vez, creo que me moje, no es que lo crea, es que me moje, Lucas fue subiendo con su mano, llego a mis nalgas, comenzó a acariciarlas, no se detuvo siguió subiendo y llego a mi tanga, comenzó a acariciar mi coño por encima de la prenda, me estaba calentando, mientras Jorge seguía jugando con mi rodilla, que diferencia el uno tan lanzado y el otro recatado, Lucas aparto el tanga y llego a mi coño, comenzó a acariciarlo, yo le dejaba hacer me encantaba como me acariciaba, acerque mi boca a mi marido, con una mano lo gire hacia mi y le di un beso.

-          Te quiero, eres lo más importante para mí.

-          Yo también te quiero.

Lucas seguía tocándome, e hizo lo mismo que yo se giró a su mujer y la beso, pero fue un beso apasionado, lascivo, en ese instante sentí celos, abandono mi coño y acaricio la cara de Íngrid, dios como me dolía verlo tan acaramelado con su mujer.

La cena siguió su curso, al terminar Alfredo salió a preguntar qué tal,  Lucas iba a hablar, pero Jorge se le adelanto.

-          Alfredo la cena increíble, que texturas, todo un viaje gastronómico por distintos conceptos, según dice Lorena los vinos increíbles todo un descubrimiento esa denominación de origen.

-          Si Alfredo los vinos muy buenos, tienes que decirme donde poder comprar un par de botellas.

-          Desde luego, le paso a Jorge por correo donde poder cómpralas, pero supongo que en cualquier vinoteca lo tendrán, bueno esta bodega no, tiene una cosecha muy corta y se la he comprado yo, si quieres te regalo un par de botellas.

-          No quiero abusar.

-          Sabes Lorena que no abusas, que tu marido es un buen amigo, me proporciona esas pachanguitas que me ayudan a superar el maldito estrés de este trabajo, te los mando  al despacho por mensajería.

-          Gracias Alfredo, por cierto el jueves tenemos pachanguita y después unas birras en el Manolo, te apuntas.

-          Desde luego a qué hora.

-          A las seis te va bien.

-          Si claro, allí estaré, bueno os tengo que dejar que tengo que atender a los demás comensales.

-          Gracias por todo Alfredo, ha sido un velada fantástica.

Salimos del restaurante y Claudia propuso ir a bailar a una discoteca donde iban muy a menudo.

-          La verdad es que estoy un poco cansado.

-          Vamos Jorge solo una copa, me apetece bailar un poco.

-          Vale una copa y nos vamos.

-          Perfecto, nos vemos en la disco.

Llegamos a la  discoteca, nos sentamos.

-          Pedimos unas botellas de champan, hay  que celebrar lo del contrato, que te parece Lorena.

-          Por mi bien, me apetece celebrarlo a lo grande.

-          Pues no se diga, Lucas vas tú a pedirlo.

-          Desde luego, me acompañas Lorena.

-          Claro.

Salí detrás de él, llegamos a la barra, desde la posición en la que estábamos ellos no nos podían ver.

-          Vamos zorra ábrete de piernas quiero sentir lo mojada que estas.

-          Y tu como sabes que estoy mojada.

-          Por qué te toque el coño en el restaurante y ya estabas empapada.

-          Si pero no era por ti.

-          Eso no te lo crees ni tú, soy yo el que te pone tan cachonda.

El metió su mano por debajo de mi vestido y comenzó a subirla, mis pezones se pusieron duros como piedras.

-          Pero que haces nos pueden ver.

-          Y eso no te pone.

-          Un poco.

-          Te imaginas que el cornudo nos mirara ahora, la cara que se pondría.

-          Por favor trátalo con respeto.

-          Te dije  que cuando lo conociera decidiría si lo trataba con respeto o no, y no se merece mi respeto, me  parece un engreído, tanto saber de vinos, sin beber alcohol, sus conocimientos de la cocina, todo en el me molesta, además se le ve simplón, como si no tuviera aspiraciones, como si se conformara con lo que tiene, no te merece, tú debes aspirar a más.

-          No lo trates así, es un hombre maravilloso, ha sacrificado muchas cosas por mí, ha renunciado a ascender en la empresa para estar a mi lado.

-          Tú eso no lo harías, tú tienes aspiraciones, no te conformas con nada, si consigues algo, al momento  quieres mas, eres como yo, con aspiraciones, con ganas de comerse el mundo, con pretensiones.

-          Le he prometido que si ganamos el concurso de tu empresa, me conformaría, y eso pienso cumplirlo.

-          No te lo crees ni tú, en cuanto te aparezca una nueva oportunidad te subirás otra vez al carro de la competencia, tu y yo nacimos para esto,  para luchar un día si y al otro también, ahora tócame el rabo, que la tengo dura.

Mis manos se posaron en su bragueta, sin darme cuenta estaba bajando su cremallera, metí mis dedos dentro de su pantalón y comencé a tocarle la polla por encima del slip, mientras él llegaba a mi  coño y  comenzaba a acariciarme, joder que caliente estaba.

-          Joder se te nota caliente, tienes los pezones como piedras, apuntan al frente con ganas.

El seguía tocándome, de un momento a otro me iba a correr.

-          No pares ahora me voy a correr.

-          No te corras aun.

Retiro su mano de mi coño, aparto la mía de su bragueta se subió la cremallera, llamo al camarero y le indico que llevara tres botellas de champan a nuestras mesa y seis copas, le indico donde estaba nuestra mesa, me cogió de la mano.

-          Ahora vamos a sentarnos, te sentaras a mi lado, quiero meterte mano y que te corras estando el cornudo delante.

-          No por favor eso no.

-          Que harás lo que te diga, siéntate a mi lado, antes de sentarte súbete un poco el vestido y ábrete de piernas, tu marido se sentó enfrente nuestra al lado de mi mujer, me pone mucho ponerle los cuernos cerca de mí, solo pensarlo se me pone dura, obedece.

Llegamos a la mesa e hice lo que me mando Lucas, me senté a su lado, me subí un poco la falda lo suficiente como para permitirle que me acariciara sin que Jorge se diera cuenta, ni Jorge ni nadie, pues nos separaba una columna de Lucia.

Llego el camarero con las tres botellas de champan las puso sobre la mesa, puso los vasos y cuando se iba a ir.

-          Por favor, me puede traer una tónica.

-          Joder Jorge no vas a beber con nosotros.

-          Si pero no alcohol, no me gusta.

-          Cariño por una vez en la vida no te va a sentar mal.

-          No es que me siente mal, es que no me gusta.

-          Vale, bebe lo que quieras, pero nosotros vamos a brindar.

Lucas descorcho la primera botella nos sirvió a los cinco levanto su copa.

-          Por estas empresarias que acaban de ganar un gran contrato y porque no sea el último.

Todos brindamos excepto Jorge que aún no tenía su bebida.

-          Perdonar me voy a buscar la tónica, vosotros seguir brindando sin mí.

Me levante estaba cabreado, ni siquiera tuvo la decencia de esperar a que me trajeran la bebida para brindar y lo que más me jodia es que Lorena no dijera nada, “por favor esperar que le traigan la bebida a mi marido” o algo por el estilo, llegue a la barra, vi al camarero y le dije que me diera la tónica allí mismo, me senté en un taburete y me puse a ver el ambiente, era casi todos unos críos, la mayoría deducía yo universitarios, todos muy jóvenes, muchos echando musculo delante de las chicas, demasiada testosterona en la pista, fue cuando la vi, Lorena estaba bailando con Claudia, Luisa e Íngrid, también estaba el Lucas, se arrimaba a todas, notaba como se restregaba contra su mujer, era demasiado salvaje, mi mujer bailaba a su bola, le encanta bailar, es una de sus pasiones, pero hacía tiempo que no salíamos a bailar, el proyecto el dichoso proyecto había cambiado tantas cosas en nuestra vida, antes por lo menos cada quince días íbamos a bailar, no es que me entusiasmara, pero a ella le encantaba y a mí no me desagradaba, me gustaba verla disfrutar en la pista de baile, como se deshacía con elegancia de los moscones, como volvía a mi sudada, me besaba daba un trago a su bebida y  volvía a la pista, pero hasta eso tuvimos que posponerlo, ahora me alegraba que se relajara un poco, me miro  y me hizo una seña para que me acercara, le hice una seña de que no me apetecía, y era verdad aún seguía cabreado, era otro desplante y ya perdía la cuenta de cuantos en los últimos días, me fui para la mesa, me senté y los miraba bailar, tenía ganas de irme para casa, de acostarme con mi mujer de hacerle el amor, de acariciarla, por el rabillo del ojo los vi regresar de la pista, se sentaron, Lucas descorcho otra botella de champan, sirvió las copas.

-          Por una velada agradable y por cuatro hermosas mujeres.

Levante mi vaso, lo pose en la mesa.

-          Lorena yo me voy a casa, te vienes.

-          Cariño un poco más, te prometo  que al acabar esta botella nos vamos.

Estaba enfrente mía con Lucas sentado a su lado, yo estaba en el medio de Ingrid y Luisa, si por mi fuera me hubiera levantado en aquel mismo instante y marcharme, pero me parecía feo para la mujer de Lucas y para las otras dos mujeres, ellas no tenían la culpa de mi mala leche.

Cuando Jorge se levantó de la mesa me di cuenta de mi error, debíamos haber esperado por él, como no me di cuenta, que poca delicadeza, pero la mano de Lucas en mi coño no me dejaba pensar con claridad, me estaba masturbando delante de mi marido, sentía sus dedos, mientras me masturbaba hablaba con su mujer, le decía lo guapa que estaba y  a mis socias lo elegantes que vestían, a mí ni me prestaba atención, en cuanto Jorge se levantó retiro su mano de mi coño acerco su boca a mi oído y me dijo.

-          A donde va este tío.

-          Es que no te has dado cuenta, hemos brindado sin tener el su bebida.

-          Ya lo sabía, quería cabrearlo, a ver si se va, me molesta, me desagrada.

-          Joder Lucas es mi marido, respétalo.

-          Y dale al mismo molino, que no me sale de los cojones respetarlo, me cae mal y punto.

-          Lorena vamos a bailar, que sé que te encanta y con el trabajo que tenemos por delante no se van a presentar muchas ocasiones de hacerlo.

Luisa vino en mi ayuda sin ella saberlo, estaba furiosa con Lucas, pero sobre todo conmigo misma, le estaba permitiendo que insultara a mi marido, a mi amor, pero no era capaz de evitarlo, llegamos a la pista y me desinhibí, la pista de baile me transforma, me hace ser libre, es una sensación única, me encanta sentirme suelta, poder disfrutar del ritmo de la música, me olvide por un momento de todos, solo éramos yo y la música, mi cuerpo se movía al ritmo de la melodía del momento, me daba igual que tipo de música, bachata, rock, la que fuera me adaptaba, abrí los ojos y mira a Lucas bailar amarrado a su mujer, la tenía cogida por la cintura y restregaba su paquete contra sus nalgas, sentí celos, sentí celos de su mujer, que me estaba pasando, de repente la música dejo de decirme nada, solo los miraba, el me miro a los ojos y se apretó más a ella, ahora con su manos abarcaba sus pechos y ella se dejaba hacer, echaba su cabeza hacia atrás y buscaba sus labios, se besaban con pasión, metió una mano por debajo de su vestido y comenzó a acariciarla, el resto de la gente no prestaba atención, pero yo sí, estaba como hipnotizada, el me miraba a los ojos y yo miraba como se magreaba con su mujer, estaba tan excitada que me hubiera masturbado delante de todo el mundo, levante la vista por un momento y lo vi, Jorge estaba en la barra viendo el espectáculo que estaban dando Lucas e Ingrid, me miraba a mí y miraba para ellos, le hice una señal de que viniera, quería que me abrazara que me acariciara como estaba haciendo Lucas con su mujer, quería darle celos, ponerlo celoso, quería a Jorge solo para eso para que me acariciara como estaban haciendo ellos para poner celoso a Lucas, pero él me hizo una seña que no,  que se iba a la mesa, entonces me concentre en ellos, la mano de Ingrid rozaba la entrepierna de Lucas, le estaba acariciando la polla por encima del pantalón, el por su parte seguía acariciándola por debajo del vestido, pero sus ojos estaban posados en mí, Lucas iba de su mujer a Luisa y de Luisa a Claudia, ponía sus manos en sus cinturas y se restregaba contra ellas, a mí no me hacía ni caso, solo me miraba, estaba celosa, no lo entendía pero quería que me atendiera a mí, que me cogiera por la cintura y que me restregara su verga contra mi culo, que metiera su pierna entre las mías y que me rozara el coño, que metiera su mano por debajo de mi falda y que me acariciara, tenía que parar aquello, me acerque a Luisa.

-          Volvemos a la mesa tengo sed.

-          Sí, yo también, Claudia vamos a la mesa, Ingrid vienes.

Las dos asintieron, llegamos a la mesa y nos sentamos tal como estábamos hacia un rato, antes de sentarme instintivamente subí mi falda, Lucas saco otra botella de champan de la heladera la descorcho  y sirvió las cinco copas.

-          Por una velada agradable y por cuatro hermosas mujeres.

Jorge levanto su vaso, lo poso en la mesa.

-          Lorena yo me voy a casa, te vienes.

Los dedos de Lucas ya rozaban mi coño, estaba a punto de  correrme.

-          Cariño un poco más, te prometo  que al acabar esta botella nos vamos.

-          Yo me voy, si quieres quédate, seguro que Luisa o Claudia te acercan a casa.

No sabía lo que hacer, quería irme con él, pero también tenía la mano de Lucas en mi coño, estaba a punto de correrme.

-          Jorge solo un minuto, me acabo la copa y nos vamos.

Lucas aprovecho mientras me llevaba la copa a la boca y metió un dedo en mi coño, me corrí y la copa se me callo de la mano, Lucas saco su mano de mi coño.

-          Si quieres te podemos llevar Ingrid y yo, por que no te quedas un poco más.

-          No me voy, la verdad que yo también estoy un poco cansada y el champan se me subió a la cabeza.

Era verdad estaba algo más que un poco borracha, entre la bebida el baile y el orgasmo que me había dado Lucas, estaba definitivamente borracha, Lucas tuvo que sujetarme cuando me levante, casi me caiga, Jorge me cogió del brazo, cogió mi bolso y mi abrigo se despidió de todos y salimos.

Durante el trayecto a casa no dijo ni una palabra, solo miraba a la carretera, yo por mi parte me iba mareando cada vez un poco más.

-          Jorge cuando puedas para que tengo que vomitar.

Aparco el coche en una calle ancha, yo abrí la puerta y vomite, estuve vomitando como diez minutos, eche la cena, las copas y hasta la bilis, Jorge se había bajado del coche y sujetaba mi cabeza mientras vomitaba, en cuanto vio que estaba en condiciones de seguir me sentó me puso el cinturón y partimos para casa, al llegar a casa aparco el coche me cogió entre sus brazos y me llevo al baño, me desnudo, me lavo, me puso un pijama y me acostó, me  quede dormida al instante.

-          Me acabo esta copa y nos vamos.

Sabía que Lorena estaba borracha, que tanto alcohol le hizo efecto, mucho vino en la comida y ahora el champan, el baile y esa cara rara, esa expresión en los ojos, como si estuviera disfrutando de la bebida, estaba llevando la copa a la boca, cuando tuvo un escalofrió y le cayó de la mano, intento levantarse, pero con el mareo que tenía tuvo que ser Lucas el que la sujetara para que no se callera, después la cogí de la mano, cogí sus cosas.

-          Buenos nos vamos, Lorena no se encuentra bien, creo que demasiado trabajo y mucho alcohol, seguro que mañana amanece con una resaca de caballo, perdonar.

-          Tranquilo Jorge, seguro que mañana está mejor, que descanse todo el fin de semana, por cierto te comento que dentro de tres  semana tiene que ir a Rabat a conocer a los responsables de esa zona.

-          Pues no, supongo que aún no tuvo tiempo, pero gracias por la información, adaptare mi agenda a esas fechas.

Salí de allí hecho una furia, senté a Lorena, le puse el cinturón y solo estaba deseando llegar a casa y acostarme.

-          Jorge cuando puedas para que tengo que vomitar.

Aparque en una calle ancha baje del coche abrí la puerta de Lorena, le quite el cinturón y comenzó a vomitar, sujete su cabeza, mientras vomitaba, cuando entendí  que termino de vomitar, la volví a sentar, le puse el cinturón, al llegar a casa aparque el coche la cogí en brazos la subí a la habitación, la metí en el baño, la desnude, le di una ducha rápida, le puse un pijama y la acosté, se quedó dormida al momento, me fui al  baño a recoger la ropa, cuando me fije en su ropa interior, tangas, a Lorena nunca le gustaron los tangas, sujetador de encaje, otra cosa nueva, abrí uno de sus cajones y toda su ropa interior era nueva, abrí su armario y lo mismo todo vestidos ni un solo pantalón, Salí del baño fui a mi baño me desnude me duche me puse un pijama y otra noche más a dormir en la habitación de invitados, Lorena me tenía  que aclarar muchas cosas por la mañana.

Continuara