¿Me violarion?
Espero que te corras leyendo esto...
Estaba en mi oficina visitando páginas eróticas gay, cuando sentí necesidad de ir al aseo.
Normalmente siempre cierro el ordenador y borró las webs visitadas, pero era una hora en que hay poca gente y la verdad lo olvidé. Cuando regresé a mi despacho, encontré un postit pegado en la pantalla. Empezaron a temblarme las piernas. Estaba aterrorizado. ¿Cómo se me pudo olvidar?. Con las manos temblorosas cogí el papel y lo leí: "Si no quieres que nadie conozca tu secreto te espero a las 20 horas en el almacén de carga" - Joder!!!! - Estaba acojonado. ¿quién coño habría sido: un compañero o compañera? A esa hora ya quedaban pocos, pero al menos 5 ó 6 habían (¡¡¡ y todos hombres !!! EL guardia de seguridad? mi jefe? Estaba acojonado, pero sólo había una cosa que podía hacer. Ir al almacén y averiguar quien era y negociar con él o ella. A las ocho menos cinco bajé al almcén. Abrí la puerta. Aquello estaba muy oscuro. - ¿Hay alguien? De pronto oí una voz de hombre - Ven aquí al cuartito del fondo. - ¿Quién eres? - Calla y ven No reconocí la voz. La disimulaba susurrando. - En la mesa hay algo que quiero que te pongas. Busqué a oscuras y encontré un antifaz de esos que se usan para dormir. Me lo puse. La voz dijo: Ponte de rodillas - Oye quien seas, hablemos de esto, ¿qué quieres de mí? - Calla y obedece o mañana en todos los tablones de anuncios de la empresa pondré una nota diciendo a qué te dedicas y te advierto que tengo pruebas. - Mierda!!! - Pensé. - Esta bien, haré lo que me pidas. - De rodillas Obedecí. Me arrodillé y me quedé quieto. Estaba temblando. Oí pasos. El hombre se acercó a mí. El cuarto estaba en penumbra y con antifaz pude ver apenas unos pantalones azules y unos zapatos marrones. Oí una cremallera de pantalón bajarse. Entre los poros del antifaz intuí que era alguien alto y fuerte. Pensé que podría ser el jefe de seguridad, un tipo alto de 30 años fuerte y bien parecido. Áquello empezó a excitarme. Por una parte estaba asustado, por otra sabía que pasara lo que pasara a aquel tipo le interesaba la discreción tanto como a mi. ¿Sería capaz de seguir con el jueguecito?¿debía levantarme y poner las cartas sobre la mesa? Decidí que seguiría su juego hasta ver a donde llegaba. - Sácame la polla, por favor. - ¿Por favor? pensé. Me va a violar o algo así y lo pide por favor. Decididamente aposté por el jefe de seguridad. Lo conocía sólo una vez que robaron algo en mi despacho y me parecio un tipo seguro de si mismo y educado. En el fondo deseaba que fuera él. - Alargué mi mano hasta que topé con su pantalón. A traves de la tela note su polla empalmada. EL suspiró al notar como mi mano se introducía en su pantalón y en su slip. Encontré su polla muy dura y caliente. Era muy gruesa. La saqué del pantalón y la sostuve con mi mano, acariciando sus testículos con la otra. El gimió y me dijo que le masturbara. Note que temblaba su voz, no se si estaba nervioso o era por el placer que mis manos le daban. Yo estaba ya a mil. - Ahora chupala. No te niegues o.. Antes de que terminara la frase ya me la había metido en la boca. Su polla era increíble. Estaba muy salada dado que ¿mi violador? estaba sudando. - No pares, sigue chupandomela hasta que te diga. Así lo hice. - A los pocos segundos dijo : - Me voy a correr. Me la sacó de la boca y empezó a pajearse. Yo le ayudé con mis manos y el retiró las suyas. Enseguida brotó su semen. Debía llevar tiempo sin eyacular porque recuerdo que salieron 5 ó 6 chorros. COnseguí atrapar alguno con mi boca. Cuando dejó de correrse (sin necesidad de que me dijera nada) volví a mamarsela hasta dejarla limpia. Cuando terminé el dijo: - Uff que bien la mamas. Nunca me habái corrido así. Yo decidí quitarme el antifaz y ver el rostro de mi violador. Mi sorpresa fue enorme. No era mi Jefe de Seguridad, sino el Jefe de la empresa en persona. AL verme dijo: - ¿qué carajo haces? ¿quién te ha dado permiso? - Tranquilo le dije: Ahora los dos tenemos un secreto que mantener, y añadí: Bájeme la cremallera Jefe.
P.D. 100% fantasia. Soy muy joven aun para trabajar en una empresa. Tengo 17.