Me usó por primera vez
Mi sumisa Ana cuenta como fue su primera experiencia en el mundo de la sumisión. Nos conocimos atraves de un chat y ella probó cosas nuevas.
ME USÓ POR PRIMERA VEZ
El relato que viene a continuación está escrito por Ana, mi amiga y sumisa. Digo amiga y sumisa, porque a pesar de que nuestra relación empezó como amo y sumisa, posteriormente pasamos a ser amigos, que cuando nos apetecía "jugabamos". Empezamos hablando por el chat, el msn, y nos fuimos conociendo, ella es algo mayor que yo, soltera y sin novio. Después de nuestra primera sesión la mande escribir un relato en el que reflejase lo que había sentido. El relato esta escrito hace ya algunos meses. Aquí lo tienen:
Aquel día de primavera había quedado con mi Amo por primera vez, solo le conocía por fotos y por el chat, y ahora iba a tener mi primera sesión real, dude hasta el ultimo momento si se produciría o no ese encuentro, sentía una sensación de excitación y miedo a la vez por lo desconocido. Me gustaba el tema de la sumisión, muchas veces había pensado en fantasías en las que yo aparecía como sumisa, leía relatos por Internet sobre dominación, sadomasoquismo, azotes... pero jamás había pasado de ahí, o de charlar anónimamente en un chat, pero jamás pensé que me atrevería a dar este paso.
Al poco de conocernos estábamos en mi casa sentados charlando, no sabia en que momento decidiría usarme o si quería hacerlo, pero lo deseaba. Después de un rato comenzó la sesión, me sentía cómoda con él, pero no sabia que iba a ocurrir, me sentí dominada, excitada y dispuesta para mi amo, mi única preocupación era hacer que él disfrutara.
En ese inicio sentía la necesidad de estar a su lado de tocarle, de que me tocara, me excitaba que me lo prohibiera. Cuanto más me excitaba mas dominada me sentía, pero él decidía cuando podía acercarme y que debía hacer.
Con él me he sentido humillada. Me obligo a hacerle una mamada de rodillas, simplemente me giro, me hizo arrodillar y me la introdujo en la boca, resulta extraño sentirse humillada y excitada a la vez mientras te penetran la boca y te abofetean cuando haces daño. Esto duró lo que el deseo, simplemente me dijo basta y me retiro.
Paso un tiempo en el que no paso nada, solo éramos dos personas charlando y pasando el rato. Cuando lo decidió me hizo tumbarme sobre sus piernas y me azoto, yo sentía como me mojaba con cada azote, sentía la necesidad de besar, de tocar, pero solo lo podía hacer cuando él me lo permitía, cada vez estaba mas excitada. Me ordeno desnudarme para él y comportarme como lo que soy.
Me desnude y me puse mi collar de perra, así a cuatro patas volví a mi amo, con la correa y una bola en la boca, recibí mi premio y me paseó atada. En esos momentos me sentía humillada, notaba como la excitación aumentaba y necesitaba más.
Me llevo al baño y allí me limpio. Introdujo la goma del baño en mi ano y me lleno de agua hasta que no pude mas, despacio, haciendo que me llenara. Mientras yo intentaba aguantar, sin saber cuanto podría, si él lo considerase suficiente o que pasaría después. Sentía miedo y placer, miedo por lo desconocido y placer por la sensación de sentirme llena, de ser usada, de estar excitada... Por fin se me permitió expulsar todo lo que llevaba dentro, hasta que no quedo mas, fue un alivio sentir como salía de mí, y saber que estaba lista para continuar, en aquel momento deseaba hacer de nuevo una mamada, pero solo hice lo que debía.
Cada vez era más excitante, y poco a poco perdí el miedo, estaba con mi Amo, y me convencí que no tenía nada que temer, así que me deje llevar.
Como la perrita que soy volví a su lado a cuatro patas y me siguió azotando, entonces note que algo entraba en mi ano, no me preocupo saber que era, me gustaba, me sentía penetrada, y muy muy excitada, cuanto mas notaba dentro mas me gustaba. En ese momento supe que el miedo o recelo inicial había desaparecido, y continué disfrutando, creo que al menos tanto como él.
Luego me llevo a la cama, me subí a cuatro patas y decidió penetrarme analmente con su pene. Solo podía pensar en que le introdujera mas, después de sacar lo anterior, que ahora sé que eran unas bolas, su polla me gustaba más. Sentía como lo intentaba y como me dolía, me gustaba, lo deseaba. La metió y me tiro sobre la cama, así la notaba mas, notaba cada empujón y pedía mas, estaba tan excitada que no sé cuanto tiempo paso, pero de pronto me hizo girar y abrirme para el, había decidido usar otro orificio de mi cuerpo.
Y lo hizo, para mí fue un premio, que hubiera decidido penetrar el único orificio que quedaba, mi coño, y lo hizo hasta que se corrió. En ese momento me sentí mejor que si me hubiera corrido yo, pensé que había conseguido que se sintiera satisfecho de mí.
Durante todo ese día estuve a su disposición, y era así como me sentía dispuesta, deseaba sus azotes, sus bofetadas, sus penetraciones. En aquellas horas me uso varias veces, y además de repetir lo anterior debió hacerle beso negro, nunca me hubiese imaginado que incluso eso me excitara. Pero al introducir mi lengua notaba como me mojaba, disfrute al igual que cuando usó la cera, y cuando introdujo un pepino en mi ano y a la vez me follo, me sentí cada vez mas dominada, deseando ser para el un juguete.
Pero después de varias veces decidió que yo debía correrme para él, así que froto mi clítoris, introdujo los dedos, viendo como me excitaba, hasta que me corrí. En ese momento, tenia claro que no me había equivocado al quedar con mi Amo, y que ese día no podría olvidarle, tuve claro que me gusta que me humille, que me azote, que me use, disfrute siendo su perra, su puta, lo que él desea que sea.
Desde ese día deseo repetir la experiencia, ser su perra de nuevo, cumplir sus deseos, que me use a su gusto, y poco a poco agradecerle haberme descubierto este mundo de sumisión demostrándole que soy su perra fiel.
Y efectivamente despues de ese dia ha habido muchos más.
Si alguien quiere hacer algun comentario sobre el relato o desea ponerse en contacto conmigo o con ambos puede hacerlo escribiendo a amodeana@hotmail.com o a traves del MSN.