Me tiré a la fiel esposa de un lector

El esposo que estaba a mil con todo esto, y casi nada ebrio, al notar el estado de la dama, la tocaba disimuladamente sus nalgas, esto fue un acuerdo entre nosotros con el fin de hacer creer a la dama que esto era producto del licor.

Esto sucedió será cuestión de unos meses. Como es sabido siempre un escritor de estas páginas puede conocer gente, y bueno fue así que me contacte con un caballero de unos 45 años de edad. Al parecer este tipo había leído alguno de mis relatos, y creció en su subconsciente el deseo de ser protagonista de una de mis historias.

Tuvimos varios intercambios de meils y por medio de ellos llegamos a la conclusión que deseaba que su esposa sea cogida en su cuarto por alguien, como siempre las ideas vuelan y la realidad es otra, así que platicamos por otro tiempo más sobre cual es la personalidad de la fémina y como era ella. Según me dijo ella es una dama muy conservadora, de 32 años de edad, de piel clara y cabello teñido color marrón, me comentó que tenían dos niñas y bueno que eran de 12 y 8 años respectivamente. Posteriormente hablamos ya en más confianza y me enteré que al momento de tener relaciones sexuales con su cónyuge eran de lo más natural posible. De ellos que se puede decir, solo que era una típica pareja de provincia, de Cajamarca Perú, para ser exacto, ambos se dedican al comercio.

En estas platicas andábamos cuando por mutuo acuerdo empezamos a planear cómo hacer para realizar este propósito, es decir ver a su pareja siendo penetrada por otro, a todo esto se debe agregar, que ella era una típica dama de provincia, bien conservadora, llena de creencias y supersticiones que la hacían pensar que el verdadero matrimonio dura para siempre, asimismo que una dama debe ser fiel a su marido hasta la muerte, así éste esté con ganas de verla penetrada por otro.

Entre muchas cosas recuerdo que le pregunté cuantas veces tenían relaciones sexuales, a lo que él me dijo que una ves a la semana o a la quincena y que a lo mucho duraba 10 a 15 minutos, bueno le dije eso creo que es lo normal cuando uno ya tiene muchos años de convivencia, a esto agregue que la próxima vez que lo hiciera, sería bueno a su esposa le inicie en la creación de fantasías sexuales, entre estas, crear situaciones en la que se ponga a un tercero que sea él que este cogiendo con ella, así de apoco a poco llegó lograr que su mujer le cuente algunas fantasías, muchas de ellas tenía como participe a personajes tan inimaginables como su propio hermano de ella misma, esta idea fue grandiosa ya que en primer lugar había hecho que tengan relaciones mas seguido, y que dure mas tiempo, asimismo su esposa llego a tener algunos orgasmos que difícilmente eran producido en situaciones normales.

Cierto día, llegamos a conocernos, con él primero porque así creo que debe ser este tipo de participación en la vida de pareja, ya que, si a él no le agrado menos a la esposa, porque de alguna manera, el sabe del gusto de ella, bueno al final si el lo dispone, que le queda a ella, ceder a la nueva amistad del cónyuge.

Luego de habernos conocido y haber platicado muchas cosas, como de nuestras vidas, nuestras costumbres, nuestras amistades, nos despedimos. Un día mientras estaba con unos amigos en la playa, me llamó por teléfono, ahí me di cuenta que había pasado su aprobación, acordamos que me presentaría con su esposa como un primo, me dio la dirección de su casa, llegado el día así fue.

Cuando al fin llegué a su casa pude conocer a su esposa, era realmente hermosa, era tal como me había descrito en una anterior oportunidad, pero en aquella oportunidad, estuvo vestida con una blusa blanca de botones, muy buena figura, una falda de color carmesí, que resaltaba con unas sandalias muy altas, que levantaban su cola. Durante la velada tomamos, los tres, delante de las niñas y así estuvimos, entre música cajamarquina y licor.

A eso de las doce de la noche las niñas estaban cansadas y las llevaron a descansar, ella regresó al rato, mientras los dos planeábamos los últimos detalles ya que todo había salido hasta el momento a pedir de boca, ella ya se mostraba algo risueña con migo, esto me daba ánimos a seguir hasta donde se pudiese llegar.

Al rato de seguir tomando nos dimos cuenta que la dama estaba ebria, fue ahí cuando entre los dos empezamos a sacarla a bailar algo de música movida - cumbia-, y ahí fue cuando pusimos andar nuestro plan, el esposo que estaba a mil con todo esto, y casi nada ebrio, al notar el estado de la dama la tocaba disimuladamente sus nalgas, pero esto era un acuerdo entre los dos a fin de hacer creer a la dama que esto era producto del licor, y bueno que su esposo estaba cariñoso por esto, cuando yo la sacaba a bailar halagaba su belleza y sus formas, en un momento ya estaba muy ebria, y ahí en medio del baile, delante de su esposo empecé a tocar por todo lados ese hermoso cuerpo, de enormes caderas, de piel clara, de hermosos senos sin poder poner ella más resistencia que el verse vencida de su voluntad, ya no se daba cuenta si era yo o su marido, y bueno ahí desabroche su blusa mientras me acomodaba para devorar esos hermosos senos, tenía unos pezones rosados, muy parados para ese momento, con la otra mano acariciaba sus nalgas y levantaba su falda a su cintura para luego bajarle el calzón que tenía puesto, lo puse a mitad de la pierna y como estaba tan excitada no fue difícil introducir mi pene en esa posición, ella solo se mordía los labios y sacaba la lengua llamándome por el nombre de su esposo mientras le hacia el amor, acariciaba sus nalgazas y mis dedos recorrían del final de su vagina a su ano, apretaba sus nalgas y así la enloquecía con tantas caricias, la penetraba tan fuerte que ella gemía a vivo pulmón, al final de largas envestidas pude acabar dentro de su rica conchita en ese momento, al percatarme, su marido se cogía su miembro, que no era tan grande lo anime para que él pueda hacerle el amor a su esposa, ahora que estaba llena de mi semen seria fácil introducirla parada, al final acabamos los tres en la cama, y volvimos hacerlo al cabo de un par de horas, solo que esta vez lo hice por atrás, algo que su marido no lo había hecho, pero no quiso perder la ocasión para hacerlo por primera vez, lo vi enloquecer dentro de ese rico anito, que había sido mío hace unos instantes, mientras ella dormida no sentía como era presa de nuestros más bajos deseos, aquella fue el inicio de muchas noches más de sexo, ya que luego hubo varios motivos para tomar los tres y hacer lo mismo, aunque cada vez, era menos necesario el que ella quedara completamente ebria para hacerla nuestra. Cuantos placeres pasamos juntos por esos meses que hoy recuerdo con añoranza.

Esto es un hecho que seguro muchos de Uds. puede imaginar. esto es de las cosas que salen con mucha calma, este trabajo duró casi dos meses y medio, ahora que lo leo, considero todo esto como una pequeña obra de arte. Ojala pronto alguno de Uds. en su mente lúbrica tenga esa idea de ver a su novia o esposa gozada por otro. O por que no si eres casada y te consideras fiel, porque no abrirte y vivir una grata experiencia con alguien que quizá no vuelvas a ver jamás.

En verdad la idea no es mala, lo malo esta en como se lleva a cabo, sé y la experiencia me ha demostrado que por bien tranquila que sea una mujer, que esté en edad de amar, se la puede ir adiestrando de a poco, para que en un momento y llegado la hora se puede lograr que otro se la coja como quiera, ojalá seas tu, pues es delicioso compartir, y entregar. Es delicioso lo prohibido y lo oculto a los ojos de la sociedad, es bello pecar cuando se sabe que este pecado es una delicia. De los placeres de la vida, el de la carne, es el menos costoso si uno lo desea de verdad. Bye saludos.