Me subastan por...amor 16ª parte (final)
¡Como siempre cálido y prieto, cuantas veces he vuelto a soñar con esto! ¡Todo tú inspiras amor y deseo! Y con la misma lentitud fue
ME SUBASTAN POR...AMOR 16ª PARTE (FINAL)
Harún se ha deslizado de mi cama y se fue a su habitación, realmente me deja agotado, quiere aprovechar hasta el último segundo ya que sabe que pronto nos separaremos, me doy la vuelta y pongo mi brazo bajo la cabeza, rememoro la forma en que llegué hasta aquí...
El agua del mar está muy fría, de repente mi cabeza es hundida hacía atrás y mi cuerpo es arrastrado por unos fuertes brazos, colocan sobre mi boca y nariz una mascarilla, respiró sin problemas mientras me siguen arrastrando, se me hizo eterno hasta que pasado un rato empujan mi cuerpo sobre una lancha neumática, casi al instante parte rauda hacía un destino, que ignoro cubren mi cuerpo con una manta térmica dorada, poco después me ayudan a subir a un gran yate y me hacen bajar al interior del mismo, allí se encuentra de espaldas a mí un hombre muy bien vestido y dice: ¡Por fin has llegado! Se da la vuelta tendiéndome una copa de brandy ¡Te hará entrar en calor! Levantó la mirada y reconozco ésa cara también su voz, respondo: ¡Omar te ves muy bien! Añadí: ¿A qué viene todo esto? Él coge un grueso albornoz y me ayuda a ponérmelo mientras habla: ¡Quería saber si dejarías a los tuyos para salvarlos o por el contrario dejarías que les ocurriera algo malo para salvarte tú! Yo respondí: ¡Si no recuerdo mal, cuando estuvimos los dos días juntos, me hice cargo de pagar la pensión y lo que comimos, no te pedí nada a cambio, tampoco te cobré mis servicios y tú te esfumaste poco después sin decir ni pío!
Abrazándome por detrás de mi espalda dijo: ¡Te necesito y no es para mí, es para salvar a una persona! Continuó hablando cerca de mi oído: Hace casi dos años ofreciste médula ósea a un banco de donantes, pero poco después la usaron con un paciente en el extranjero, llevo tiempo buscando un donante lo más compatible con la de mi hijo Harún y tú eres el más compatible que he encontrado, casi el 90 por ciento y eso que estoy en contacto con todos los bancos para saber las compatibilidades, cuando iba a pedírtelo me encontré que estabas saliendo con un chico muy joven y no os separabais nunca, por los informes que recibía, estabais juntos, se hizo una subasta y cambiasteis de domicilio, en el último cada vez había más gente que en la guerra, luego la Disco-Bar y más gente, daba la impresión que todo giraba alrededor tuyo y tú como el director de pista, paró de hablar apoyando su barbilla sobre mi hombro ¿Me perdonas? Giré la cara respondiendo: ¡Podías habérmelo pedido de otra forma y no montar este número, ellos creen que me he ahogado en el mar! Omar dijo: ¡Creo que fue muy melodramático, tal vez demasiado, llámalos y que se tranquilicen, sabiendo que te encuentras bien! Me alcanzó un móvil, miré la hora y dije: ¡Llamaré cuando estén desayunando, ahora les causaría más pesar, además habrán visto mis mensajes de despedida en el pendrive!
Omar se puso delante mío diciendo: ¡John, estas más guapo que nunca! Sus manos deslizaron el albornoz hasta el suelo agachándose delante de mí sus labios abarcaron mi verga, que iba creciendo lentamente al contacto de su boca, sus manos apretaban mis nalgas, fui desabrochándole la camisa y la deslicé hacía atrás junto con la americana, quedando solamente con la corbata puesta, se la aflojé un poco, hice que se pusiera de pie y abrí sus pantalones dejándolos caer al suelo, me agaché delante de él y mi boca se fue deslizando a lo largo de su verga cubierta por el bóxer, ya estaba muy endurecida, pero mis labios mojando la prenda, la hacían palpitar, Omar gimió diciendo: ¡Joder, lo echaba de menos, esa boca, esos labios, tu contacto! Me depositó sobre el diván boca abajo, una pierna fuera quedando más abierto y colocándose entre mis piernas fue penetrándome muy lentamente mientras me susurraba: ¡Como siempre cálido y prieto, cuantas veces he vuelto a soñar con esto! ¡Todo tú inspiras amor y deseo! Y con la misma lentitud fue penetrándome, sus gruesos labios besaban toda mi espalda, apoyó su pecho sobre ella y buscó mi boca, giré la cara y nos besamos con mucho calor, ya no tenía frío, no me acordaba de nada, solo quería sentirme importante para él en ése momento, entonces me di cuenta que Omar tenía dos motivos para hacerme aquello, la importante su hijo, el otro tenerme de nuevo.
Los dos gemíamos de gusto, era un maestro penetrándome, pasó mi pierna por delante de su cuerpo dándome la vuelta y quedando mi cuerpo frente al suyo, sus ojos no dejaban de mirar mi cara, sus manos tostadas me acariciaban el cuerpo, una de ellas subió a mi boca metiendo sus dedos dentro, que mis labios fueron chupando, los empujones que me daban tanto placer me hacían gemir y él gemía conmigo, entonces aceleró el ritmo y la explosión fue mutua, mi verga soltó el semen entre nuestros cuerpos mientras nos besábamos y la suya llenaba mi ano, deslizó su cuerpo sobre el mío mientras buscaba de nuevo mis labios saboreándolos. Cubrimos nuestros desnudos cuerpos con el albornoz mientras seguíamos abrazados. Poco después despertamos y me entregó el móvil para que llamara a mi casa, eso me conmovió, por ése motivo cuando hable por el aparato mi voz sonaba algo compungida, al cortar la comunicación lloré y Omar me abrazó diciendo: ¡Dentro de poco te volverás a reunir con ellos, si es lo que deseas! Asentí con la cabeza dejando de lloriquear.
Me llevó a un cuarto que tenía una cama para broncear todo el cuerpo, pero antes me dijo, que tenía que cambiar mi aspecto y parecerme más a un árabe, acarició mi larga cabellera y dijo que raparía la cabeza, me dejaría la poca barba que comenzaba a despuntar, tomaría sol uva para estar moreno, así no habrían preguntas innecesarias en el hospital, me enseñó un documento que oficialmente pasaba a ser ahijado suyo y mi nombre sería Karim, para todo el mundo, así de ser John Maristany Rius pasé a llamarme, por lo menos una temporada, Karim Al-Ferradji y como tal tenía que presentarme, dejé que un hombre rapara mi larga cabellera y me perforaron ambos lóbulos de las orejas colocándome un pendiente en ellos, al poco rato me encontraba tumbado tomando el sol sobre la cama de rayos uva y solté una risotada, imaginando mi cuerpo como un frankfurt en medio del pan, el calor de la cama me hizo adormecer y Omar me despertó pasado un largo tiempo, me uní a él para desayunar, al terminar me puso delante un gran espejo, realmente no parecía yo mismo, sin pelo, mi tez algo colorada y los aros.
La travesía sería larga, para que yo cogiera más color y creciera algo más la barba, entonces comenzó a enseñarme algunas palabras y frases en árabe, cuando llegamos a Turquía mi aspecto era más imponente que antes, en el gran yate disponía de gimnasio y junto a Omar hacíamos mucho ejercicio, me enseñó a luchar con puñal, con espada y artes marciales, también hablábamos en inglés, de esa forma él también practicaba, nuestros cuerpos también disfrutaban con el desahogo nocturno, a medida que nos acercábamos me pedía que lo penetrara una y otra vez, sus brazos me apretaban contra su cuerpo palpando la nueva musculatura que tenía mi cuerpo y cuando lo penetraba con fuerza palpaba los duros pectorales y los bíceps se los comía a besos, pero mi verga, los huevos y mi culo eran sus preferidos.
Al llegar a Estambul un coche nos llevó al aeropuerto, tomando un avión privado, yo ahora vestía una camisola blanca hasta la rodilla, debajo unos pantalones muy livianos del mismo color y mi cabeza un pañuelo blanco con un cordón negro que lo sujetaba, mis pies unos mocasines de gamuza blanca, no llevo ropa interior, como siempre, pero parece que todo bambolea más con esa ropa, sobre la camisola una especie de sobre-abrigo también blanco bordeado de filigranas doradas, cuando me miré ni me reconocía yo mismo, mis caderas eran más estrechas que antes y mi cuerpo se había desarrollado un montón, las piernas me recordaban las de mi gemelo Alessandro fuertes y potentes. Omar me miraba de una forma sonriente, me preguntó si estaba nervioso y respondí, que sí, algo nervioso, horas más tarde aterrizamos en el aeropuerto de Qatar donde nos esperaba una limusina, Omar me llevó de compras, aconsejándome lo correcto para cada ocasión, al terminar fuimos a su casa, como el la llamaba, pero realmente era una gran y enorme mansión. Entonces le pregunté a Omar: ¿Por qué te presentaste a mí como inmigrante indocumentado y sin dinero? Él contestó: ¡Tenía que acercarme a ti, para conocerte mejor y saber cómo eras, lo que más me sorprendió, que fueras a buscar un cliente para pagar la pensión y la comida, cuando apenas me conocías! Continuó: ¡Si me hubiera presentado con todo el dinero por delante, habrías pensado de mí de otra manera, tal vez que te quería comprar! ¿No crees? Yo lo medité y asentí con la cabeza, diciendo: ¡Tal vez!
Descendimos de la limusina y me llevó al interior, mientras unos criados cogían el equipaje y las bolsas con mis ropas nuevas, al llegar a un gran salón se acercó una mujer muy elegante y hermosa, Omar me la presentó como su esposa y madre de sus hijos, la saludé con una leve inclinación de cabeza en señal de respeto para con ella, me tendió su mano que yo estreché suavemente, ella sonrió y dijo: ¡Me llamo Rani, es un verdadero placer conocerle! Omar le dijo mi nombre actual: ¡Él es Karim y estará una temporada con nosotros! Ella sonriente dijo: ¡Karim, se le ve muy elegante con ése atuendo, le sienta muy bien! Yo le respondí también con halagos a su porte y persona, pareció satisfecha, se disculpó y se marchó junto a un joven de color de mirada penetrante de unos 30 años, poco después Omar me mostró mis habitaciones y señalando la puerta que comunicaba con las de su hijo Harún, la abrió y entramos en ellas, metido en la cama se encontraba un joven de extrema delgadez, sin cabello y su tez muy pálida, miraba unas revistas pasando las hojas con rapidez e impaciencia, nos acercamos a la cama, Omar besó la frente del muchacho y señalándome me presentó a su hijo, la habitación olía a enfermedad, todo tan cerrado.
Pregunté a Omar, el motivo de tener todo tan cerrado, que no corría nada de aire, a lo que me respondió, que no querían que el joven se resfriara, comencé abriendo las ventanas y entró una suave brisa, acercándome a la cama le pregunté a Harún si tenía frio, el respondió, que no, que estaba mejor así, pero estaba aburrido, miré a Omar, él se encogió de hombros, se despidió de nosotros y me dejó con su hijo, que no paraba de mirarme, comencé a preguntarle por su enfermedad, dejando que él hablara sin interrumpirle, se levantó de la cama y ocupó una silla delante de un ordenador portátil, me senté a su lado y ambos estuvimos jugando en el portátil. Nos trajeron la comida al mediodía y comimos juntos en la otra habitación que era un salón comedor, el joven Harún no paraba de hacerme preguntas, a través de las cortinas vislumbré una enorme silueta, que reconocí, era el joven de color que miraba lo que hacíamos, durante los siguientes días, me sentía constantemente observado, pasada una semana fuimos al hospital, él para unas pruebas y yo para donar medula ósea para el joven Harún, el chaval me caía muy bien pero no quería encariñarme con él, pero se le veía muy solo, apenas venían a verle sus padres, yo era su distracción.
Unas semanas después ingresó en el hospital, para recibir mis células, le aseguré que iría cada día a verle, ésa noche era muy calurosa y no podía pegar ojo, salí al balcón, que era tan largo que ocupaba el largo de toda la mansión, noté una leve brisa miraba a la lejanía rezando mentalmente para que todo fuera bien para el joven, noté un movimiento casi al final de la balconada, unas cortinas ondeaban con la brisa y en ése instante vi al joven de color cruzar las cortinas entrando a una habitación, llevaba el torso desnudo y descalzo, llevaba un liviano pantalón de hilo blanco, que a la luz de la noche transparentaba sus piernas, casi sin darme cuenta fui avanzando muy lentamente en esa dirección intentando no hacer ruido, cuando llegué ante las cortinas me sorprendió lo que vi a través de ellas.
El joven que se llama Abu-Sied, el dios de ébano totalmente desnudo de pie delante de la cama y arrodillados delante de él Rani y Omar chupando su enorme verga de algo más de 25 centímetros y el grosor de mi muñeca, era una inmensidad, sus manos sobre ambas cabezas acompasando las mamadas que le daban, tenía los ojos cerrados disfrutando de su poder, de pronto los abrió mirando a través de las cortina mirándome fijamente y sonrió levemente, de pronto tumbó sus cuerpos desnudos boca abajo sobre la cama y sujetándose la verga la clavó en el culo de Omar, que gimió como una perra en celo mientras su otra mano hurgaba dentro de Rani, que también gemía, poco después cambio y penetró a Rani mientras los dedos de su delgada mano entraban en el culo de Omar follándole con ellos, Rani y Omar se besaban mientras eran penetrados, volvió a penetrar a Omar con su verga y terminó soltando su semen sobre la espalda de éste, la mujer volvió a chuparle la verga con ansia, me di la vuelta y volví a mi habitación.
Unas semanas después Harún abandonó el hospital, yo no había vuelto a ver a Omar en todo ése tiempo, pero allí donde iba me perseguía la intensa mirada de Abu, una tarde que Harún descansaba, salí a la balconada, poco después la sombra de alguien se acercó a mí, sabía de quien se trataba, era Abu, su fuerte brazo rozaba el mío mientras que su mano descansaba en la balaustrada, al igual que las mías, me dijo: ¿Karim, estas inquieto por lo que viste aquel día o mi polla te quita el sueño? Yo sin mirarlo respondí: ¡Para nada, me preocupa más la salud de Harún! Él continuó diciendo: ¡Sabes todos se postran delante de este poderío! Mientras soltaba eso sujetó mi mano poniéndola sobre su inmensa polla y añadió: ¡Tú también la deseas, lo veo en tus ojos! Retiré mi mano ligeramente y girando mi cuerpo, tomé su mano acercándola a mi verga y después a mi trasero, le dije: ¡Yo con estas dos herramientas y mi boca, he tenido y tengo lo que yo quiero, no por ser de mayor tamaño es mejor, sino se sabe disfrutar de todo el juego erótico del sexo! Continué: ¡Conocí a una familia que acogió a un joven muy atractivo con una verga enorme, se acostó con todos de la casa y enfrentó a toda la familia unos a otros, los destruyó habiendo conseguido lo que era de ellos antes, cuando lo tuvo todo conoció a otra persona y se encaprichó, de un día para el otro se vio desposeído de nuevo de todo lo que había conseguido de la familia y él se encontró con un puñal clavado en la espalda, él último tenía prisa por tenerlo todo y lo consiguió, hasta que lo descubrieron, ahora tiene cadena perpetua! ¡Nunca se tiene el poder del todo! Me aparté de él y entré en mi habitación mientras notaba la intensa mirada de éste sobre mi espalda.
Entró detrás mío y me dio un empujón tirándome sobre la cama, me di la vuelta tranquilamente mirándole a la cara, él se había bajado el pantalón y sujetaba su verga, yo dije con lentitud: ¡Bien, fóllame pero eso no hará, que tengas poder alguno sobre mí, más bien yo tendré el poder sobre ti, cada vez que mires mi culo! Mi respuesta y mi tranquilidad lo desarmaron, subió su pantalón y se marchó, sólo después de que se había ido noté que las piernas me temblaban y no de deseo, de los nervios que había pasado. Omar apareció horas más tarde y me encaré a él, por dejar que una polla, por grande que fuera, le absorbía tanto tiempo, que no podía venir a ver a su hijo Harún, a partir de entonces me mostré distante con él, dedicándome más al pobre chaval, que poco a poco bajo mis cuidados fue mejorando.
Una noche mientras dormía se coló en mi cama Abu, yo estaba de costado y noté un beso sobre mi hombro, giré un poco la cara diciendo: ¿No puedes dormirte sin pensar en mí? Acerqué mi cuerpo rozando el suyo, que también estaba de lado, notaba su enorme verga que se estaba endureciendo, me puse boca arriba y pasando mi brazo por debajo de su nuca hice que su cabeza reposara sobre mi pecho, él pasó su brazo por encima de mi cintura abrazándome, levantó su mirada hacía mí y me incliné dándole un beso suave sobre sus carnosos labios, su cabeza volvió sobre mi pecho y nos quedamos dormidos los dos. Amanecía, cuando abrí los ojos, Abu me miraba dormir, al ver que abro los ojos dice: ¡Estar así contigo es tan relajante! Desliza su mano sobre mis abdominales y la deposita sobre mi verga, que está muy dura, se la aparto con suavidad y le digo que voy al lavabo, él hace lo mismo entrando conmigo al lavabo, me pongo a orinar y él a mi lado también no deja de mirar mi verga, vuelvo a la cama, casi al instante él también, lo miro y sonriendo le pregunto: ¿Te pensabas que me iba a fugar? Abu sonrió abiertamente y puso su cuerpo sobre el mío, sus manos me acariciaban, mientras que su boca se abría paso en la mía, fundiéndonos en un prolongado beso, abrazando su cuerpo volteo los dos cuerpos quedando yo encima de su pecho, tomo su gran verga y la coloco entre mis piernas, que junto y comienzo a subir y bajar mi parte inferior masturbándolo con mis piernas, él gemía en mi boca.
Mi lengua fue descendiendo desde sus labios hasta sus tetillas, que mordisqueé, su cuerpo se retorcía, continué bajando entrando mi lengua en su ombligo, que le causó cosquillas, mis labios apresaban los rizados pelos de su entrepierna, sujeté con fuerza su verga y mi lengua fue paseándose alrededor del glande, después la punta fue entrando en el agujerito del capullo, gimió con fuerza, mi lengua fue bajando por su tronco endurecido, tan oscuro como su piel, mi lengua continuó su descenso mojando los dos huevos de Abu, que continuaba retorciéndose de placer, sus manos estaban apoyadas sobre mis hombros, mi boca tragó uno y otro de esas magnificas joyas oscuras saboreándolas, puse mis manos bajo sus nalgas levantándolas y enterré mi boca en su culo, mordisqueé alrededor y mi lengua iba paseando sobre su lindo agujero, tan cerrado, tan prieto y tan virginal, mis dedos separaban sus nalgas, la insistencia de mi lengua aflojó ligeramente esa flor tan cerrada, mientras de su boca salían un montón de palabras que yo desconocía, me incorporé mojando mi verga con saliva y fui clavándome en su culo, con suma lentitud, Abu se quejaba de dolor, pero continué entrando dentro de él, casi al final di un fuerte empujón llegando hasta el fondo, quedándome quieto.
Pasado el dolor me fui retirando y clavándome de nuevo, sus ojos estaban clavados en mi cara, cada vez fui acelerando más mis embistes, su cara era de puro placer, su lengua mojaba los labios, mientras una mano separaba sus nalgas y me clavaba de nuevo la otra se acercó a su boca metiendo mis dedos en ella, los chupó con deleite, su cara era de puro vicio, su verga martilleaba su vientre soltando ligeras gotas pre-seminales de estar gozando, ahora mis dos manos unidas masturbaban su gruesa y gran verga frotándola contra mi duro y plano vientre mientras movía mi pelvis, en ése mismo momento comenzó a soltar una cantidad ingente de semen mojando todo mi cuerpo y su contacto provocó que yo soltara el mío dentro de su hambriento culo, con un último y potente empujón, mi verga dentro de su culo seguía palpitando y con cada movimiento él gemía de nuevo, su mano paseaba sobre mis tetillas y esparcía su semen sobre todo mi cuerpo, su respiración era muy agitada y poco a poco fue calmándose.
Deslicé mi cuerpo sobre el suyo, me abrazó con fuerza susurrándome: ¡Me ha gustado tu manera de penetrarme, he disfrutado de cada segundo, ha sido tanto placer, que mi polla saltaba y goteaba sola! Mirándole a los ojos dije: ¡Por qué no te ha follado Omar, es un verdadero maestro con sus movimientos, tendrías que pedírselo, no creo que pase nada porque te penetre él! En un afán de sinceridad, me dijo, que lo atraje desde el primer día, pero no se atrevía a abordarme abiertamente, también dijo, que le gustaría saborear a Asad yo repliqué, que también me gustaría hincarle el diente al joven, nos reímos como colegiales en una travesura. Mi mano jugaba con el vello del pubis y poco a poco su verga fue creciendo de nuevo, puse mi mano sobre ella apretándola y aflojaba mi mano, así lo iba repitiendo y llegó a ponerse de nuevo en todo su esplendor, puse mi cuerpo arrodillado sobre tal magnitud y la fui metiendo dentro de mí, sin estar preparado me dolía, pero yo continuaba bajando mi trasero clavándomela más al fondo, subía de nuevo un poco y volvía a bajar, de esa manera me iba abriendo a su grosor, gemía de dolor y placer al mismo tiempo, notaba su gran tamaño dentro de mí casi por encima del ombligo, realmente estaba ensartado, separé mis nalgas y de un buen empujón quedé empalado con su verga, gemí, miré su cara y fui levantando mi trasero hasta la mitad de su falo, dejando caer mi cuerpo de nuevo, estaba realmente abierto, mis manos agarraron su cuerpo y dando una vuelta, quedé debajo y su cuerpo entre mis piernas con su verga clavada en mí, ahora él tomaría el mando de los movimientos, realmente sabía dar placer, le pellizqué los pezones y agarrándole por la nuca acerqué su boca a la mía fundiéndonos en un beso muy intenso, mientras sus caderas empujaban la verga dentro de mi cuerpo, nuestras respiraciones estaban muy alteradas, pero nuestros besos ardientes y los gemidos morían en nuestras bocas, fue acelerando y mordíamos nuestros labios y de repente inundó mi culo con su semen soltando trallazos dentro, el calor que notaba en mi interior provocó que mi verga escupiera mi semen sin control alguno, la verga de Abu se cimbreaba dentro del culo, haciéndome soltar algunos chorros más de semen, por segunda vez con su gran pollón. Y poco a poco se fue retirando de mi interior, estaría varios días con el culo dolorido.
Antes que Abu se marchara le dije: ¡Si los tratas con cariño, sin embustes ni prepotencia, ellos te querrán de igual forma, sé honesto con ellos y todos disfrutareis más y mejor! Me dio un cálido beso y se fue. Me senté delante el portátil envié unas palabras a Alejandro y Amadeo, asegurándoles que me encontraba muy bien, que pronto regresaría, después estuve chateando con Diego, él no sabía que era John, le había dicho que me llamaba Karim, él conectaba su cámara y lo veía escribir y hablar con alguien, le pregunté sobre eso y dijo que hablaba con su pareja, le pregunté por esa pareja y él fue comentando que no estaba allí y hablaba con él a través de su foto, giró el portátil y mostró mi regalo de Navidad, la foto enmarcada, le dije que sentía celos de él, sonriendo dijo, que no tardaría en volver a casa, me preguntó si yo estaba con alguien, le contesté, que sí, que tenía una persona en mi vida, se alegraba por mí y me enseñó la forma de usar la cámara del portátil, como si yo no lo supiera, me coloqué el pañuelo blanco y el cordón negro, miré mi imagen antes de conectarme con la cam, Diego no me reconoció, aunque dijo, que para ser árabe tenía los ojos muy azules, tanto como su amigo John, le dije que venía de familia y ambos reímos, entonces se quedó callado de repente mirando mi rostro diciendo tú risa también se parece mucho a la de John, le aseguré que mi hermano se reía de igual forma y era cierto, Alessandro mi gemelo se reía como yo, poco después corté la comunicación, deseando volver a hablar con él, para ver su rostro de nuevo.
Harún mejoraba día a día y nos las ingeniábamos para distraernos, también salíamos a cabalgar sobre unos increíbles caballos, unos días después apareció el mayor de los hermanos Ahmed, ya relaté la situación en el capítulo anterior y después tuvo lugar la boda de Asad con Salima, yo deseaba poder marcharme pronto, pero hubo el problema con los recién casados y Omar me hizo llamar, en su despacho con los recién casados discutimos acaloradamente, yo ofrecí donar mi esperma, para la inseminación artificial, Omar quería que penetrara a Salima dejándola embarazada, finalmente accedí solamente si estaba presente su marido Asad, él con la cabeza gacha accedió y en la siguiente revisión de Harún estaríamos los tres solos en una de las habitaciones del hospital. Lo que allí ocurrió sólo lo sabíamos los tres implicados.
Después de dejar a Harún con sus médicos, me fui a una habitación del hospital llevando conmigo a la recién pareja, por supuesto era una cama de hospital, pero había un sofá cama grande, los hice sentar y empecé hablando con ambos, preguntándoles cosas íntimas sobre las relaciones sexuales, que tenían y de qué forma practicaban sexo, al principio hablaban algo avergonzados los dos, pero les dije, que era por el bien de ambos, se calmaron y hablaron sin tapujos, les dije que se desnudaran uno al otro mientras se miraban a la cara y se besaban, eso hicieron muy lentamente, poco después Salima era penetrada con suavidad por Asad sobre el sofá, me desnudé y poniéndome detrás del joven fui lamiendo su lampiño culo, mientras él seguía penetrando a su mujer, mi verga estaba dura de verlos tan amorosos, el ano de Asad palpitaba con mi lengua, me acerqué clavando suavemente mi verga en su culo, se quejaba de dolor, pero no cejé llegando al final, su ano aprisionaba mi verga, fui acompasando mi follada a la suya, él arremetía con mucha más fuerza y yo también, ambos gemían y su ano apretó más mi verga haciendo contracciones, señal que se estaba corriendo dentro de Salima, cuando hubo terminado de soltar su semen salió del interior de su mujer y yo de su culo, la penetré a ella, justo en el momento de soltar mi semen junto al depositado por Asad, que besaba a su esposa mientras la acariciaba, me retiré de su interior cubriéndola con una prenda, los dejé haciéndose arrumacos y fui a un rincón detrás de un biombo y me masturbé pensando en la gran polla de Abu, mezclándola con imágenes de Diego, gemí en silencio mordiéndome el labio inferior, mi semen lo metí dentro del frasco, por si fallaba lo otro, cerré el frasco y me comencé a vestir, les dije a ellos, que hicieran lo mismo y se quedaran un rato más solos, yo iba a recoger a Harún y volveríamos a la mansión, entregué el frasco a la doctora, explicando, que tal vez no haría falta, lo marcó con una etiqueta llevándolo al laboratorio, recogí al menor de los hijos de Omar y fuimos a su casa, dos meses y pico después supimos que Salima estaba embarazada.
Tardaron unos días en decidir el nombre de los mellizos, ambos eran muy hermosos, con la piel aceitunada de sus padres, pero uno de ellos tenía los ojos más claros, casi azules, a éste le pusieron de nombre Karim y al otro Malîk, con unos ojos almendrados y oscuros como Asad, todos estaban felices, fue entonces que me regalaron el colgante de lapislázuli. Abu ya no parecía tan prepotente como cuando llegué, me observaba sonriéndome, tanto Rani, como Omar le trataban de forma distinta, más como a un amigo, que a un sirviente fiel. Había llegado el momento de partir y volver con los míos, llevaba tiempo sin cortarme el cabello y no me afeitaba la cara, seguía tomando el sol y mi piel tomaba su color natural tostado, no sé si se habían dado cuenta al respecto pero nadie hizo mención alguna, fui al despacho de Omar y le dije que tenía que irme, me dijo que esperara unos días más, para programar mi regreso a casa, accedí a su petición.
Unos días después me encontraba en el hammam (Baño árabe o turco) después de pasar por los cuartos tibio y caliente estaba metido en la piscina de agua fría, en ése momento apareció Asad, envuelta su cintura con una tela a modo de pareo, se la quitó entrando directamente en el agua, se acercó a mí quedando enfrente y apoyando sus manos en el borde de la piscina a cada lado de mi cuerpo, su cuerpo quedó pegado al mío y sus labios buscaron los míos mientras sus ojos me miraban con insistencia, abrí ligeramente los labios dejando que su lengua se deslizara dentro de mi boca, nos besamos con suma suavidad, sus manos se deslizaron sobre mis costados y me abrazó con fuerza mientras su mejilla rozaba la mía, al separarse un poco tenía lágrimas en los ojos, le pregunté que le ocurría, él contestó, que estaba feliz y triste a la vez, feliz porque las pruebas de paternidad de Malîk era de su propio semen y Karim del mío, estaba triste por mi pronta marcha de allí.
Después me confesó, que había sentido placer cuando lo había penetrado en el hospital, me suplicaba con la mirada que lo repitiera de nuevo, le pregunté, sino quería ser él quien me penetrara, negó con la cabeza diciendo: ¡Tal vez después que tú me perfores de nuevo! Su suave voz me encendía y mi verga ya estaba a punto, notaba la suya frotándola contra la mía, que también estaba pidiendo guerra. Puse mis manos sobre sus nalgas levantándolo en vilo y girando mi cuerpo apoyé su espalda contra el borde de la piscina, sus brazos estaban sobre mis hombros y sus manos se agarraban entre ellas, las piernas cruzaban mis muslos, con su espalda apoyada acerqué mi verga a su delicioso culo y fui entrando en él, Asad tenía la cabeza hacía atrás con los ojos cerrados y mordiéndose el labio inferior, cuando estuvo bien ensartado abrió los ojos mirándome fijamente, lo besé con ternura, incliné un poco más su cuerpo sobre el mío y con un seco golpe me clavé hasta el fondo, gimió sobre mi oreja ¡Gracias! Y lo fui penetrando lentamente, un cuerpo muy oscuro apareció dentro del agua y se iba acercando a nosotros, era Abu, acarició mi espalda y acercó sus labios a Asad, que en lugar de rechazarlo, aceptó su boca fundiéndose en un profundo beso, mientras yo seguía penetrándole.
Saqué mi verga de su culo ya dilatado e intercambié el puesto con Abu, le susurré que fuera cuidadoso y fue clavando su gruesa y gran verga dentro del culo de Asad mientras yo lo acariciaba y besaba con fuerza, le dolía pero no se quejó, suspiraba con fuerza, mi mano masturbaba su verga, con cada embestida el joven temblaba de gozo, de pronto Abu gimió soltando su semen dentro del joven Asad, éste también lo fue soltando entre mi mano. Abu me cogió por la cintura sentándome en el borde de la piscina y poniéndose entre mis piernas comenzó a chuparme la verga, Asad acariciaba mi pecho y el muslo mientras miraba a Abu tragándose mi polla, su mano acarició la espalda de Abu y acercó su boca a mi verga, el joven de color se apartó un poco dejándole su lugar, para ser su primera mamada fue genial, ahora ambas bocas subían y bajaban a cada lado de mi verga, sus labios me masturbaban y gimiendo escupí mi semen sobre sus caras ansiosas, nos metimos en el agua limpiándonos y salimos fuera, entonces Asad se dio cuenta del tamaño de la verga de Abu, me miró y dije: ¡Sí, la tuviste toda entera para ti! Nos abrazamos los tres y nos besamos de nuevo, nos secamos y cada uno se fue a su habitación.
La despedida fue triste, para todos, me despedí de los bebés, de Salima y Rani, lo mismo de Omar, Abu y sus tres hijos, Ahmed, Asad y mi querubín Harún, que toda la noche tuvimos sexo y estaba muy restablecido, una limusina me llevó al aeropuerto, subieron mi equipaje a un avión privado y poco después partía rumbo a casa, serían algo más de 7 horas de vuelo, le había enviado un e-mail a Alejandro, para que acogiera unos días a Karim, como si fuera yo mismo, yo aparecería al día siguiente, les dije que no sabía cuándo llegaría el avión, tenía miedo a saltar de alegría sobre ellos al verlos, quería saber si me reconocían. Pasé la aduana sin contratiempo y recogí el equipaje, se me acercó un joven diciendo que el coche me esperaba, se hizo cargo de todo el equipaje y monté en la limusina, le pedí al chofer que paseara un poco por Barcelona, ya que había estado fuera algún tiempo y eso hizo complacido, a eso de las nueve de la noche me dejó en casa, llamé al timbre y abrieron la puerta. Ayudé al chofer con el equipaje y se marchó, ya que sus servicios estaban pagados hasta las 12 de la noche, antes se despidió diciendo: ¡Bienvenido a casa, con esos ojos tan azules, no puede ser árabe a pesar del bonito atuendo! Le di las gracias y me puse las gafas oscuras de pasta, en la puerta se encontraba Alejandro y Amadeo, salieron a recibirme, les hablé en inglés con un poco de acento árabe, ellos respondieron con su perfecto idioma, me hicieron pasar dentro de la casa, le entregué un maletín a Alejandro de parte de Omar.
Había una nota de Omar, me presentaron al resto de jóvenes de la casa, como Karim amigo de John y nadie reparó en mis gafas oscuras, todos me hablaban en inglés y yo también, conectaron el portátil al gran televisor del salón vía Skype, Diego no quitaba sus ojos de mí, poco después apareció la imagen de Omar en la pantalla hablando en castellano: ¡Buenas noches a todos, soy Omar Al-Ferradji, veo que Karim ya ha llegado, todo está perfecto! Continuó hablando: Siento de todo corazón el haber apartado a John de vuestro lado, cuando lo recogí y le dije mis motivos, le di a escoger, aceptó de buen grado acompañarme, realmente le necesitaba- yo Karim me deslicé subiendo a mi habitación, sin que nadie se diera cuenta, allí me duche, afeité y me cambié de ropa, bajé de nuevo quedándome detrás de todos, en un sitio menos iluminado- la imagen de Omar, les estaba contando todo, desde el primer día que nos conocimos y el motivo por el que me necesitaba, que su hijo se encontraba bien gracias a él, pero había surgido otro problema y John tuvo que volver hacer de donante, también fue todo perfecto, éste fue el resultado y apareció en pantalla Asad junto a Salima con los dos bebés, también apareció Harún junto al resto de la familia, incluido Abu, todos hicieron una leve inclinación con la cabeza mirando donde yo me encontraba, Omar continuó hablando: John, no ha querido ninguna de las cosas que le ofrecí, pero estoy en deuda con él y con vosotros, Alejandro puedes coger un sobre que hay dentro del maletín y eso hizo Alejandro, de pronto en pantalla apareció una gran mansión cerca del mar y la voz de Omar de fondo decía: Seguro que algunos de vosotros reconocéis ésta finca cercana al mar en la Costa Brava, pude averiguar, que Alejandro tuvo que venderla para poder mantener a todos juntos, como una familia y éste es mi regalo para todos vosotros, Alejandro miró los documentos los leyó con rapidez y le dijo a Omar, que era demasiado, pero éste replicó ¿Qué no haría un padre, por salvar a su hijo y recibir además dos nietos preciosos? Mirando en mi dirección, dijo: ¡John, no sigas oculto, todos te queremos y siempre te llevaremos en nuestros corazones, gracias por tu generosidad, de todo corazón! Y antes de cortar la comunicación, te diré, que mi hijo me pidió que te enviara un regalo de su parte, tardarán un poco en llegar y se vieron unas imágenes de unos corceles preciosos, un total de seis, la voz de Omar añadió, la finca está preparada para recibirlos, allí están unos cuidadores, tanto de la casa como de los animales, entonces dijo: ¡Te quiero, todos te queremos! Y se cortó la señal vía internet,
Todos se giraron y me vieron con lágrimas en los ojos, saltaron sobre mí abrazándome y besándome, Diego estaba parado al igual que Alejandro y Amadeo, me acerqué a ellos y los besé a ambos, lloramos los tres, me acerqué a Diego, acaricié su linda cara, en estos tres años había crecido un montón, estaba más guapo que nunca, le miré a los ojos y nos fundimos en un prolongado beso, que todos aplaudieron. Le quité el colgante del diamante negro diciéndole: ¡Ya estoy de vuelta, es el mío! Me lo coloqué mientras de mi bolsillo sacaba un estuche entregándoselo, al tiempo que le decía: ¡Tú eres mi estrella, tú me guías, tus ojos son mi vida y esto hará juego con ellos! Abrió el estuche y sacó un colgante en oro blanco con una esmeralda en el centro y diamantes alrededor, tenía forma de estrella, la cadena también de oro blanco, se dio la vuelta para que se lo pusiera y después me besó de nuevo, entonces Amadeo soltó: ¿Dónde está Karim? Y todos nos echamos a reír, dije: ¡Karim, está aquí, soy yo! Mientras mostraba los aros en mis orejas, que estaban cubiertos por el pelo.
Alejandro dijo, que los gastos de la finca estaban pagados por 50 años y habían adquirido un terreno colindante, y allí habían montado las caballerizas y la casa de los guardas.
Ésa noche fue gloriosa, estaba en casa, con mi querido Diego, que me penetraba con mucha potencia, como para marcarme de por vida y lo quería más por eso, no dormimos en toda la noche, disfrutamos de nuestros cuerpos una y otra vez, hasta el agotamiento...
FINAL
Agradezco todos los comentarios que enviáis. Besos a todos.