Me subastan por amor...7ª parte

, al llegar a las nalgas las separé con mis manos y enterré mi boca en su agujero, mi lengua buscaba con ferocidad la apertura de la flor virginal,

ME SUBASTAN POR AMOR...7ª PARTE

Nota recordatoria- Diego es hijo natural de Amadeo, John y Alessandro, son gemelos e hijos naturales de Alejandro, Christos es primo del joven Alessandro, Amadeo y Alejandro se han casado en España.

Nos levantamos los cuatro de la cama y nos duchamos rápidamente, pero antes Amadeo revisó las heridas de Christos, éste le contó lo de la hemorragia anal y como yo lo había remediado, tenía algunos morados y mordiscos, pero no le dolían demasiado, parecía feliz, mientras Alejandro estaba hablando por el móvil en el otro cuarto, nos vestimos y nos reunimos todos para desayunar, devoramos todo con voracidad, Alejandro y Amadeo nos miraban, como si fuera la primera vez que nos veían, apenas hablamos en la mesa, al terminar nos dirigimos a la pensión donde dormían los dos amigos griegos.

Subimos con ellos a su habitación, tenían muy poca ropa en el pequeño armario, aparte de la gran cama había una pequeña mesa con un televisor muy antiguo y una silla, ésta fue ocupada por Alejandro, el resto de nosotros nos sentamos en la cama, Amadeo se quedó de pie. Alejandro dijo, mirando a los dos griegos: ¡Primero iremos de compras, después nos reuniremos con vuestra familia en un restaurante, para que vean que estáis bien y aclarar todo éste lío! ¡La reunión será en un restaurante muy concurrido, así nadie y digo nadie, podrá levantar la voz, ni discutir, sin llamar la atención! ¿Habéis entendido los dos? Ambos asintieron con la cabeza, Alejandro continuó: ¡Ahora vamos de compras, si queréis coger algo de aquí, cogedlo! Pero antes tengo que contarte una cosa Alessandro: ¡John y tú sois hermanos gemelos idénticos, vuestra madre fue a España, para dar a luz, cuando murió, vuestro abuelo fue a la embajada y gracias a ellos le entregaron un bebé, ignorando que había otro y lo querían  dar en adopción! ¡Y según las pruebas de ADN, yo soy el padre natural de John! Se calló unos instantes.

Alessandro me miró y dijo: ¿Si tú eres el padre de John y yo su gemelo, entonces también soy tu hijo?, girándose hacía mí me soltó un codazo diciendo: ¿Por qué te saltaste anoche esa parte? Yo sonriéndole repliqué: ¡Esa parte te la tenían que contar ellos, la cosa no era tan fácil, me tuve que morder la lengua, para no decírtelo!  Alessandro se tiró encima mío besándome y diciendo: ¡Bruto, más que bruto! ¡Tengo un hermano, que bien; me siento contento! De repente se puso serio e incorporándose miró a Alejandro y soltó: ¿Has venido para llevarme con vosotros? Alejandro continuó: ¡No supimos de tu existencia hasta ver tu foto en casa de tus abuelos, vinimos para conocer a la familia de Alyssa, tu madre y presentar nuestros respetos ante su tumba! Siguió contándole todo el proceso, algunas cosas las sabía por mí, pero el resto lo dejaron boquiabierto y cuando terminó, Alejandro dijo de nuevo: ¡Vamos a comprar ropa!

Fuimos de tiendas y parecía ir bastante bien, pero Christos parecía algo más callado de lo normal, estaba preocupado por algo, mi querido Diego se colgó de sus hombros arrancándole una ligera sonrisa, el joven griego le susurró: ¿Sí se lo llevan, que va a ser de mí? Diego besándole en la mejilla, soltó: ¡No te rindas tan fácil, seguro que hay un plan previsto, que aún no sabemos, en la comida nos enteraremos, ya lo veras! Y lo volvió a besar, pero esta vez Christos giró la cara y sus labios se juntaron, el ánimo de Christos mejoró. Después de comprar ropa, para ellos y algo para todos nosotros volvimos al hotel a cambiarnos de ropa, subimos a las habitaciones y después de ducharnos de nuevo nos pusimos ropa menos informal, al pasar por recepción a devolver las llaves, le entregaron un sobre a Alejandro, éste lo abrió y miró el interior, se lo entregó a Amadeo, que lo guardó en su inseparable cartera, que llevaba colgada de través sobre el hombro, fuimos al restaurante, al llegar Alessandro y Christos se quedaron pasmados, entrabamos en el restaurante Varoulko, que según ellos era de los más caros, desde allí veías la famosa Acrópolis y estaba muy bien, era muy acogedor.

Alejandro como siempre dio su nombre en la entrada y nos acompañaron a una zona amplia y con menos mesas cerca, la nuestra era para unas diez personas, entonces sonó el móvil de Alejandro, éste nos dijo: ¡No os sentéis todavía, viene el resto de invitados! Y se dirigió hacia la entrada del local, poco después reapareció, con los padres de Christos, tíos de Alessandro y los abuelos de los dos muchachos, Amadeo, Diego y yo los saludamos cordialmente, en cuanto a los dos jóvenes huidos, se echaron a sus brazos soltando alguna lágrima, al separarse los miraron de arriba abajo, comentando que se les veía muy bien, los camareros fueron acomodándonos a todos, la comida fue excelente, regada por vinos de muy buena calidad, después de los postres, ya tomando el café se tocó el tema que nos había reunido allí.

Alejandro comenzó relatando como habían conocido a Alyssa y las vacaciones que habían disfrutado a su lado, al separarse le habían anotado su dirección y teléfono, para llamarnos de vez en cuando, pero nunca llamó y que habían descubierto por casualidad, la partida de nacimiento de John, con la filiación de Alyssa, de pronto dejó de hablar. Amadeo continuó diciendo, que al descubrirlo, se puso en contacto con la embajada, los servicios sociales y el orfanato, también había llamado a la compañía aérea donde ella trabajaba y por eso se enteró del embarazo de ella y el posterior fallecimiento, pero en ningún documento se mencionaba el nacimiento de dos niños, solamente de uno, miró al abuelo y el hombre después de carraspear, fue contando su historia, Giorgios iba traduciendo para nosotros, y contó, que la embajada los había localizado, para decirles lo del fallecimiento de Alyssa y se desplazó para repatriar su cuerpo y enterrarlo aquí, pero también se llevó la sorpresa, cuando le entregaron un niño, recién nacido, lo inscribimos con los apellidos de ella y lo criamos junto a Christos, que nació meses después, o sea que los cuatro fuimos los padres, en lugar de abuelos y tíos.

El pobre hombre volvió a carraspear y continuó: ¡Y respecto al día que os encontramos teniendo relaciones, mirando a sus nietos y dije, que teníamos que hablar, no era para regañaros, sino para que fuerais con precaución, ya que hay enfermedades que se contagian con el sexo, pero os marchasteis antes de hablar de ello! Los dos amigos dijeron: ¡Lo sentimos, pero no queríamos separarnos! Tomando la palabra Alessandro contó: En Atenas trabajamos de camarero y pinche de cocina, después encontré otros trabajos mejor pagados y cuando podía ingresaba dinero en vuestra cuenta del banco, a veces llamábamos para oír vuestras voces, pero no nos atrevíamos a hablar y los últimos meses, bailábamos en una discoteca, al salir, yo me acercaba al puerto para descargar pescado y ganar algo más, Christos fregaba platos en un bar por las mañanas ¿Y ahora con todo éste lio, que vamos a hacer? ¿Nos vais a castigar?

Alejandro tomó de nuevo la palabra, dijo: ¡Nos queda una semana de vacaciones todavía, como castigo por escaparse, podría ser la de hacernos de guía turístico! ¿Qué os parece la idea? Mientras decía esto miraba a los abuelos y los padres de Christos, todos asintieron, Alejandro mirando a los dos jóvenes les preguntó: ¿Tenéis pensado en volver al colegio y estudiar de nuevo o preferís trabajar? Y antes que respondieran continuó: ¡Sabéis, que el trabajo de camarero puede ser muy duro, todo el día y el de bailarín de discoteca no dura eternamente, ahora sois jóvenes, pero dentro de unos años, todo será mucho más difícil para los dos! Ellos se quedaron mudos de asombro, porque les había casi leído el pensamiento, miraron a sus familiares y luego entre ellos, no sabían que responder.

Alejandro mirando a los familiares, fue relatando, su vida junto a su amigo de la infancia Amadeo, crecieron y disfrutaron de sus años jóvenes, él se había casado y su mujer murió en el parto, el niño fue criado por ellos, pero perdió la vida en una excursión escolar y se quedó solo de nuevo, pero gracias a la buena amistad de Amadeo fue superando lo peor, siempre estaba a mí lado cuando lo necesitaba, sin tener en cuenta su propia vida, de la cual yo apenas sabía nada, yo sabía su tendencia hacia los hombres, pero nunca hablamos de ello, me arrastró a una absurda subasta de un joven y sin apenas darme cuenta ofrecí la mayor puja de todos los hombres, que se encontraban allí, los ojos de chaval verde mar, me recordaban a los de mi propio hijo, así conocimos a Diego, que era el subastado y John el que lo subastaba, pero parecían muy unidos, tanto como Christos y Alessandro y no se separó de él en ningún momento, salvo cuando entramos en mi habitación, ambos nerviosos, comenzamos a hablar y contarnos cosas, quedándonos dormidos abrazados, como dos niños pequeños.

Después del desayuno, ya en mi despacho, les entregué el dinero establecido en la subasta, pero para nuestra sorpresa, ambos lo rechazaron, sólo querían la inversión destinada a la subasta, al ser tan francos con nosotros, les ofrecí quedarse el fin de semana con nosotros en la casa, disfrutando como enanos en la piscina. Cuando fuimos a cambiarnos fue la primera vez que tuve relaciones con una persona de mí mismo sexo, John me preparó, me abrió... los ojos, hablándome, calmando mis temores y llegado el momento, fue Amadeo, que ocupó el lugar de John, la venda de mis ojos y de mi corazón cayó, desde ése momento nos instalamos todos en la misma casa, unos días después de la subasta apalearon y violaron a John, Diego y Amadeo lo encontraron, lo curaron y definitivamente los instalamos con nosotros, entonces fue Amadeo que averiguó por los análisis de sangre los ADN, de Diego y John, a los pocos días celebramos nuestra boda, así que legalmente estamos casados.

Giorgios, el padre de Christos preguntó: ¿Cuánto subió el precio en la subasta? Tomando la palabra Amadeo dijo: La subasta comenzó con un mínimo de 500 euros la hora, se estaba llegando a los 1500 la hora, cuando Alejandro ofreció 3000 euros por hora, Diego pasó en la habitación y el desayuno 10 horas, por consiguiente la suma total subía a 30.000 euros, y ésa cantidad se depositó delante de los dos jóvenes, doy fe de ello, pero lo rechazaron, cada uno por motivos parecidos, John hizo la subasta para conseguir dinero para que Diego volviera a estudiar, pero eso los separaría con el tiempo, John al rechazar el dinero, alegó, que buscaría más clientes, ya que no quería que Diego siguiera su camino y venderse por una comida. Giorgios preguntó de nuevo: ¿John se prostituía por dinero?

Ahora fui yo, quien tomó la palabra y sin avergonzarme respondí: ¡Sí, vendía mi cuerpo para poder comer y comprarme algo de ropa! Cuando se corrió la voz de la subasta, unos jóvenes rivales de la misma zona, se querían quedar con el dinero, habían averiguado donde me quedaba a dormir y se colaron, cuando el lunes Amadeo y Diego me dejaron allí, para recoger algunas cosas, me encontré de frente con cinco o seis de ésos chavales, me dieron una paliza violándome todos después, llevándose los 3000 euros que íbamos a pagar los gastos de la subasta y entonces lo que recuerdo es a Amadeo que me llevaba en brazos a su consulta, para curarme, yo no quería ir a un hospital, ya que siendo menor y haberme escapado del orfanato, me devolverían allí, me alegré de que Diego se fuera con Amadeo, sino tal vez no estaría aquí con nosotros. La otrora voz potente de Alessandro susurraba: ¿Por casualidad fue el día 7 de Julio alrededor de las 12  de la mañana? Yo asentí, preguntándole: ¿Por qué lo dices? Alessandro levantó un poco más la voz y dijo: ése día estaba descargando de la barca cajas de pescado, de pronto mi nariz comenzó a sangrar mucho y no paraba de salir más y más sangre, me dolía tanto el pecho, que no podía respirar, como si me faltase aire, el patrón del barco me puso hielo y cuando se cortó la sangre continué trabajando, pero continuaba doliéndome el pecho, estuve toda la tarde echado en la cama, esa noche no pude ir a bailar a la discoteca, el dolor fue mejorando con los días y ya no volví a pensar en ello hasta ahora, el pobre Christos se llevó un tremendo susto al verme tumbado sin poder casi respirar y blanco como el papel, pero tampoco queríamos ir al hospital.

Alejandro tomó de nuevo la palabra y  dijo: Dentro de quince días será el cumpleaños y la mayoría de edad de Alessandro y John, si la familia están de acuerdo, podrían venir todos a nuestra casa en Barcelona, tenemos una casita de invitados en el jardín, con dos dormitorios grandes y la casa además, tiene cinco dormitorios muy espaciosos y la celebración podría hacerse bajo los árboles del jardín al lado de la piscina. Por otro lado, estaba pensando, que tal vez los chicos se podrían quedar un año con nosotros, saben chapurrear algunos idiomas, pero allí podrían mejorarlos en una escuela internacional, donde pensamos llevar a John y Diego, para que aprendan idiomas correctamente, Amadeo sacó de su cartera el sobre que habían entregado en recepción y se lo entregó al abuelo, éste sacó unos billetes de avión  a Barcelona para los seis, solo faltaban los nombres de las personas, que los iban a usar, en una hoja estaban los diferentes teléfonos de Amadeo y Alejandro, con la dirección de la casa, con dos tarjetas grabadas, una de Alejandro, con su nombre y apellidos, profesión y la dirección de su despacho, la otra era de Amadeo y lo mismo su profesión, con la dirección de su consulta, su nombre y los apellidos, a todos les sorprendió averiguar, que Alejandro era su propio jefe, en el bufete de abogados de su mismo nombre, les comunicó, que solo faltarían los pasaportes para el viaje, aunque estamos todos en el Mercado Común Europeo, más por prevención, que otra cosa. Se habló de otras cosas y poco después nos fuimos levantando de la mesa, al separarnos los nietos e hijo, les prometieron volver a casa cuando nos fuéramos de vuelta, nos abrazamos y nos separamos de ellos, volviendo al hotel.

Nos fuimos a nuestras habitaciones, nos quitamos las ropas y nos tumbamos sobre las camas, Alessandro dijo que tenía la espalda agarrotada debido a los nervios que había pasado durante la comida, yo su gemelo me ofrecí a darle un masaje y aflojar la tensión, me miró a la cara  sonriendo, del baño traje una toalla grande y la puse sobre la sábana, él se puso boca abajo y con una loción corporal comencé a darle masajes en los hombros, las cervicales y descendiendo con mis manos, fui relajando la tensión acumulada, fui bajándole el slip y continué con los masajes sobre el final de la espalda, masajeé sus nalgas y fui pasando mis manos sobre sus poderosas piernas, froté sus tobillos y las plantas de los pies, me quité el slip y doblando sus piernas hacia atrás, comencé a lamer los dedos de los pies, Alessandro giró la cara mirándome mientras suspiraba complacientemente, mis labios y lengua subían por sus piernas, besándolas y lamiéndolas, al llegar a las nalgas las separé con mis manos y enterré mi boca en su agujero, mi lengua buscaba con ferocidad la apertura de la flor virginal, como siempre mi lengua hacía estragos, gimió con fuerza, mi verga palpitaba contra mi vientre plano y poco a poco mi lengua fue abriéndose camino, dejando al descubierto el ano palpitante.

Christos y Diego nos observaban, se habían quitado los slips y se besaban, mientras nos miraban, de pronto Christos se puso entre mis piernas tragándose mi dura verga, fue chupándola mientras Diego chupaba la de él, cuando separó su boca de mi verga deslicé mi cuerpo sobre la espalda de mi gemelo, sujetando mi verga fui abriéndome paso dentro de su culo, yo le susurraba: ¡Alex, te dolerá un poco, pero eres fuerte y aguantarás como un campeón! Y mientras seguía entrando busqué su boca besándonos con ardor y de un fuerte golpe me clavé dentro hasta el fondo, quedándose él sin aliento, me quedé quieto, pero mi verga no estaba por la labor, estando tan encajada en ése culo tan prieto, como si de una vaina se tratara, palpitaba con frenesí, Alex gemía y volvía a gemir, Christos a mi lado enterraba su boca en mi culo lamiendo mi ano y Diego entre mis piernas lamía los huevos de Alex y su ano perforado por mi verga, iba soltando saliva sobre el agujero, levanté mis caderas y fui sacando mi verga, clavándola de nuevo, Alex volvió a gemir, su culo palpitaba igual que mi verga, se estaba dilatando y comencé a follarlo con más intensidad, toqué la cabeza  de Diego le hice una señal de que se subiera a la cama, levanté mi cuerpo y fui chupándole la gran verga de mi amigo, mientras seguía penetrando a mi gemelo Alex, de repente salí de su espalda, reemplazándome Diego, insertó su gruesa y larga verga con sumo cuidado y lo penetró llegando al final, Alex se quejó de dolor, pero aguantó, yo tumbado a su lado besaba sus labios con fuerza, mientras Christos chupaba mi verga, lo tuve que detener en dos ocasiones, ya que no quería terminar tan de repente.

Diego lo estaba taladrando con ganas, la respiración de Alex era profunda con cada embestida de Diego, éste iba acelerando sus movimientos, pero le acaricié el brazo y mirándome sacó su verga del culo de Alex, echándose a mi lado, di la vuelta al cuerpo de mi gemelo Alessandro y mientras levantaba sus piernas doblándoselas Christos sujetando su verga la fue enterrando dentro del culo de su tan amado Alessandro, lo folló con ganas, mientras Diego y yo nos pusimos uno a cada lado de su cara y con mis manos lo fui obligando a chuparnos las vergas, primero una después la otra, al principio, se resistía, pero poco a poco fue abriendo su boca, para respirar y fue chupando nuestras vergas alternativamente, en poco rato comenzamos a soltar nuestro semen sobre su cara, frotando nuestras vergas sobre el viscoso semen repartiéndola por toda ella, Christos al notar nuestros gemidos soltó su corrida dentro del culo amado, gimiendo de placer, agachó su cuerpo uniendo su boca a los labios de Alex, fue lamiendo nuestras corridas sobre la cara de Alex y volvía a besarlo de nuevo.

Christos sacó su verga del culo de Alex, yo me puse de rodillas y levantándole las piernas comencé a lamer su ano dolorido mi lengua iba sacando el semen de Christos y Diego se dedicaba a chupar la enorme verga de Alessandro (Alex para mí), Diego  se sentó a horcajadas sobre esa inmensidad y bajando su cuerpo se la fue engullendo en el culo en su totalidad, al poco rato trotaba sobre ella gimiendo de placer, mientras su verga golpeaba el plano vientre de Alessandro, pasado un buen rato salió de esa posición y la dura verga de Alex, se fue clavando dentro del culo de Christos, el pobre chaval aguantó la gran verga, pese a tener el ano dolorido de la violación de la noche anterior, pero aguantó como un jabato, mi hermano cogiéndolo por las caderas le dio la vuelta colocándolo boca arriba con las piernas alrededor de su cintura y la verga seguía clavada en su interior, ahora Alex lo penetraba a su ritmo, los dos gemían mientras se besaban con fuerza.

Por mi parte me puse de pie fuera de la cama detrás del culo de Alex y lo fui lamiendo, mientras soltaba saliva dentro y le introducía dos de mis dedos follándolo con la misma intensidad que el taladraba a Christos, Diego se mojaba la mano con saliva y colocándose detrás mío me ensartó de un certero empujón y sujetándome por las caderas me fue penetrando con mucha intensidad, desde el primer día me gustó su manera de follarme y los dos disfrutábamos con ello, sus empujones me excitaban de lo lindo y mi hermano Alex apretaba su ano alrededor de mis dedos, noté el cálido semen de Diego saltando dentro de mi culo y sin tocarme solté mi semen sobre el suelo de la habitación, mi verga continuaba soltando semen, mientras mi querido Diego continuaba embistiéndome el culo, ahora el ano de Alex apretó con fuerza mis dedos y notaba que se estaba corriendo dentro del culo de Christos, mientras gemían los dos, dejó su verga clavada dentro del joven griego y comenzó a masturbarlo, su mano iba a un ritmo tan frenético como antes su follada y no tardó más de unos segundos para correrse, soltando su semen entre la mano de Alex y salpicando sus cuerpos, volvieron a juntar sus bocas y yo fui retirando mis dedos de su culo y Diego sacó su verga del mío, nos tumbamos todos en las camas y nos fuimos acariciando.

Alessandro le preguntó a Christos si le dolía el interior de culo, a lo que el joven soltó una risa y besándolo le contestó, que era demasiado tarde para preguntárselo, pero que le dolía un poco, pero por su gran instrumento, después de bromear un poco entre los cuatro nos duchamos y nos vestimos, en la habitación de al lado no se oía ruido, abrí un poco la puerta de comunicación y miré adentro y vi a Amadeo tumbado boca arriba y a través de la cama con la cabeza colgando hacia atrás engulléndose la poderosa verga de Alejandro y éste de pie con las piernas separadas y  con la cabeza de Amadeo entre ellas, el cuerpo de Alejandro sobre el de Amadeo chupándole la verga con mucha ansia, entonces mis compañeros de habitación abrieron más la puerta asomando sus cabezas y mirando el espléndido panorama que ocurría en ésa habitación, Alessandro miraba con sumo interés la hermosa verga de nuestro padre, tan parecida a la de él, Ahora Alejandro giró el cuerpo de Amadeo, dejando con las piernas colgando de la cama, sus manos  tomaron los tobillos de Amadeo levantando sus piernas y apretó su verga entre las nalgas y comenzó a penetrarlo con energía, los dos soltaban sendos gemidos, los movimientos acompasados sacando y metiendo la verga en el culo de Amadeo, mientras con su cuerpo agachado se besaban con ardor, las caderas de Alejandro arremetían con más rapidez y sus huevos rebotaban en las nalgas de Amadeo, éste gimió prolongadamente soltando su semen sobre su cuerpo y Alejandro incorporándose con las manos en los tobillos de su amado dio un fuerte empujón y soltó un gemido derramándose dentro del culo de Amadeo, se mantuvo un rato con la verga dentro en esa posición y después se agachó y besó a su pareja y marido.

Cerré la puerta con cuidado, perdiendo la magnífica visión, me tuve que poner bien la verga, que se me había endurecido con esa visión, lo mismo les ocurría a los demás, entonces se acercó a mí Alex, me besó los labios, acariciándome la verga a través de la ropa y me susurró al oído: ¡Ahora entiendo, cuando Diego y tú dijisteis, es igual que la de papá! ¡Pero sabes, la tuya me pone la carne de gallina cuando haces ese movimiento cuando me follas, me gusta sentirte dentro, como parte de mí! Su mano fue deslizándose de mi pecho, bajando y apoyando la palma de la mano sobre mi verga, por encima del liviano pantalón de hilo blanco, mi verga libre de un slip, siempre me ha gustado notar esa libertad y el roce de mi verga con la ropa, su mano fue frotándola con suavidad, lo miré a la cara diciéndole: ¡Yo no soy uno de tus clientes de la discoteca! Añadí: ¡Sabes que cuanto se cata un melón hay que comérselo! Y con suavidad puse mis manos sobre sus potentes hombros forzándole a agacharse, sus manos bajaron la goma del pantalón quedándose en mis tobillos, su cálida boca cogió mi capullo y comenzó a chuparme la polla lentamente, para ser la segunda vez que chupaba una verga lo hacía muy bien, cada vez intentaba tragarse un trozo más, llegando a tragársela entera, a pesar que le costaba, mis manos acariciaban su largo cabello y la cabeza, acompasando su mamada, sus labios y boca me producían un enorme placer, lo hice levantar le saqué la camisa y le bajé los pantalones, lo arrastré conmigo y me tumbé boca arriba sobre la cama, a través como antes estaba Amadeo, dejando mi cabeza colgando fuera de la cama, Alex colocó mi cabeza entre sus piernas y mi boca buscó con ansia su grueso trabuco, chupándole con intensidad, él inclinó su cuerpo sobre el mío y continuó chupando mi verga, los dos íbamos al mismo ritmo, yo sentía el placer en todo mi cuerpo, notaba también el placer que él notaba moviendo su culo clavándome más su verga en la boca, su largura sobrepasaba mi campanilla, pero no paraba de chupar aunque me fuera la vida en ello.

De reojo vi que Christos estaba colocado de la misma forma que yo y Diego como mi hermano Alessandro, metiéndole su larga verga al joven griego mientras le chupaba con fuerza la verga de éste, nuestras manos se deslizaban acariciantes sobre el cuerpo de cada pareja, fui apretando más mis labios y noté un gemido de Alex que comenzó a correrse dentro de mi boca, fui engullendo todo su semen y por fin yo también exploté corriéndome en su boca, pensé que la apartaría, pero continuó chupando y tragándose mi semen, hacía lo mismo que yo le hacía a él, separé mi boca de su verga , entonces se agachó cerca de mi boca y nos fundimos en un beso lento pero intenso saboreando nuestras propias corridas, las lenguas se buscaban, le pasé saliva  de mi boca a la suya, la cogí con avidez saboreándola y él hizo lo mismo conmigo y continuamos besándonos, poco después nos separamos, miramos a nuestro lado y vimos a los amigos nuestros que continuaban chupándose las pollas frenéticamente, pasamos nuestra manos por sus cuerpos acariciándolos y comenzaron a gemir teniendo las bocas ocupadas y de repente comenzaron a correrse soltando su savia en la boca del otro, poco después se besaban saboreándose mutuamente.

Cuando separaron sus bocas se levantaron de la cama y nos vestimos de nuevo y nos besamos los cuatro, entonces se abrió la puerta de la otra habitación y Amadeo se asomó, diciéndonos que teníamos que ir a cenar, salimos todos juntos y fuimos a un restaurante cercano, mucho más tarde fuimos a la discoteca donde ellos solían bailar, nos presentaron a los encargados y estuvimos moviendo el esqueleto toda la noche, volvimos de madrugada al hotel, al día siguiente íbamos a pasarlo en la isla de Mykonos.

El día era esplendido, fuimos en barcaza y coincidimos con uno de los camareros del hotel, que tenía fiesta e iba a ver a un  amigo a la misma isla, cuando llegamos nos indicó una caleta bastante pequeña y escondida, no iba mucha gente y el agua era límpida y allí nos dirigimos, en verdad era muy bonito el lugar no había gente como en otras playas que habíamos visto, que estaban abarrotadas, los seis nos tiramos al agua, tan fresca como si fuera de un manantial, cerca de unas rocas habían unas plantas de un color dorado y se quedaban pegadas al cuerpo, cuando salías del agua las hojas se secaban al sol y el cuerpo parecían de oro de tan brillantes que quedaban las hojas con el reflejo del sol, nos tumbábamos sobre la arena jugueteando entre nosotros y volvíamos a mojarnos, nos fuimos quitando los bañadores y los dejamos con el resto de la ropa, disfrutábamos todos juntos.

Alex, se puso delante de Alejandro y lo abrazó diciéndole al oído: ¡Gracias por todo, papá! Y sin pensárselo dos veces lo beso en la boca, Alejandro correspondió al voraz beso de su hijo fundiéndose los dos en un encuentro sumamente sensual, los ojos de Alejandro parecían soltar lágrimas, pero podían ser gotas del agua, las manos de ambos se acariciaban, de repente Alex saltó sobre el cuerpo de Alejandro y cruzó sus piernas alrededor de la cintura de éste, mientras le pedía: ¡Papá, fóllame, quiero tenerte dentro de mí, te necesito! Sus brazos alrededor del cuello, lo acercaban más al cuerpo deseado, la mano de Alejandro bajó a su verga y cogiéndola con fuerza la dirigió al ansioso culo, lo fue penetrando con rotundidad, mientras Alex le decía al oído: ¡Sí, bien adentro, te quiero! Alejandro puso sus manos sobre las muñecas de Alex y fue deslizando la parte superior del cuerpo de éste sobre la suaves olas de la playa, mientras sus piernas seguían sobre sus caderas y la verga estaba bien encajada dentro del prieto culo, sus manos fueron deslizándose por los costados del joven y agarrándole fuertemente las caderas, comenzó a follarlo con insistencia, Alex movía sus manos en el agua para estar a flote, mientras decía: ¡Sí, sí me gusta, te quiero, papá! Y cada vez que lo repetía la fuerte verga tan parecida a la suya se clavaba más adentro y el joven gemía de placer al igual que Alejandro.

Yo me acerqué a ellos y colocándome cerca de la cara de Alex  levanté su cabeza del agua y lo fui besando, notando su agitada respiración, correspondió a mi beso con fuerza, mientras nuestro padre lo taladraba con intensidad, al incorporarme su cabeza giró más y su boca cogió mi verga y comenzó a chuparla, mis manos acariciaban su bello cuerpo y una de sus manos apretaban mi nalga mientras sus dedos buscaban mi agujero y metió dos dedos dentro de mi ano, moviéndolos con impetuosidad, tanto placer me producía ganas de correrme en su boca, pero me contuve y saqué mi verga de la ansiosa boca y me coloqué detrás de Alejandro, nuestro padre, deslicé una de mis manos bajo el sobaco y fui acariciando su perfecto cuerpo, la otra por encima de su hombro, después de acariciarlo, la deslicé por su cara, deteniéndola cerca de sus labios, él giró un poco la cara metiéndose mis dedos en la boca, y chupándolos con deleite, como si fuera mi verga, al sacarlos de su boca me susurró: ¡Clávate dentro y hazme gozar con tu movimiento, así estaremos unidos los tres! Bajé mi mano y agarrando mi verga se la clavé de un certero empujón, gimió, separé un poco mis pies dentro del agua para no perder el equilibrio y sin apenas moverme fue Alejandro que hacía casi todo el movimiento con su culo, adelante, clavándose dentro de Alex y para atrás golpeando mis huevos con su culo, hice el movimiento que a él tanto le gustaba moviendo mis caderas, como si hiciera mayonesa, y le mordisqueaba sus hombros, repetí el juego de caderas y él gimió de nuevo, notando que su esfínter apretaba mi verga señal, que estaba soltando todo su semen en el culo de mi hermano, mi verga tan apretada comenzó a soltar mi corrida en su culo, me separé de él y ayudé a Alex a ponerse en pie, después de estar tumbado sobre el agua, nos besamos los tres y dándole un pequeño empujón lo hice ponerse detrás de Alejandro, cogió su verga y la clavó sin remordimiento en el culo recién follado de Alejandro, mientras nosotros nos besábamos uno frente al otro, yo notaba las fuertes embestidas de Alessandro, dentro del culo y resoplando, gimió mientras derramaba su semen dentro del culo, junto al mío, continuó un rato más perforándolo, mientras acariciaba todo el cuerpo paterno, finalmente sacó su verga y volvimos a besarnos los tres.

Por su parte dentro del agua no muy lejos de nosotros estaban, nuestros amigos formando un perfecto tren, Cristos delante, en medio mi niño Diego y detrás de él Amadeo, estaban tan absortos que no nos vieron acercarnos, fuimos acariciando sus cuerpos, mientras ellos continuaban follándose y gimiendo, Diego movía su culo con rapidez adelante y atrás follando y follándose, sus manos agarraban con fuerza las caderas de Christos, mientras se clavaba dentro de su culo y lo mismo Amadeo con las caderas de Diego y volvieron a gemir soltando largos suspiro acompañados de sus respectivas corridas, incluso Christos sin tocarse fue soltando su semen, que se veía flotando antes de hundirse, al rato se separaron besándose, nos zambullimos todos en el agua y nos tumbamos sobre la caliente arena, creo que todos estábamos algo cansados, ya que nos quedamos adormilados

Notaba una mano cogida a la mía, era Diego dormía plácidamente cogiendo mi mano, pasé un dedo de la otra sobre su nariz y sus labios, casi sin rozarle, abrió sus verdes ojos mirándome y sonrió, apretando mi dedos con sus labios, cerrando de nuevo los ojos, su boca chupándome el dedo me producía cosquilleos, miré al resto, que seguían tumbados, pero Alejandro a mi otro lado, boca arriba, debía tener un sueño erótico, ya que su verga estaba totalmente empalmada en todo su esplendor, eso hizo que yo me empalmara también, separé mi dedo de la boca de Diego, que relamió sus labios con la lengua y siguió dormitando, me di la vuelta poniéndome boca abajo, levanté un poco la cabeza y descubrí, que había una pareja no muy lejos de nosotros, reconocí al joven camarero del hotel y supongo que estaba con su novio, sus cuerpos estaban uno encima del otro totalmente pegados frotándose las desnudas vergas que de vez en cuando asomaban por el lado, mientras se besaban con fuerza y acariciaban, ahora el camarero levantaba las piernas de su amigo y le chupaba el ano, el amigo sujetaba sus tobillos, dejando libres las manos del camarero, que separaban sus nalgas enterrando más su cara en el culo, esta visión me estaba calentando más, miré por encima de Alejandro y vi a mi hermano Alessandro (Alex) boca abajo y moviendo su trasero de vez en cuando, como frotando la verga sobre la toalla, volví a mirar la verga de Alejandro y ésta palpitaba sobre su plano abdomen, rebotando de manera continua.

Deslicé mi cuerpo más cerca de sus caderas y con suma suavidad me la puse en la boca, mi cabeza subía y bajaba muy, pero que muy lentamente chupando esa magnífica verga, él gemía entre sueños, mojé mis dedos con mi saliva y los metí dentro de mi culo abriéndome el paso, mientras seguía chupándole la verga, soltando más saliva sobre ella y colocándome de rodillas a ambos lados del cuerpo, sujeté la verga y mi culo fue descendiendo clavándola con algo de dolor, pero continué bajando mi culo llegando hasta el final notando el contacto de sus huevos, que fui acariciando, miré a la pareja de más arriba y el camarero estaba penetrando fuertemente su verga dentro de su novio, que se mordía la mano, para no soltar gemidos, mi culo ya estaba dilatado para el gran tamaño, que tenía dentro y mirando hacía Alex, lo vi mirando mis maniobras, se había puesto de lado apoyando su cabeza sobre la mano, ya que su brazo doblado hacia arriba, permitía apoyar la cabeza, su verga estaba dura mientras me sonreía, su otra mano comenzó a sacudirla como si de una porra se tratase, le hice una señal con el dedo, de que se acercara más y colocándose de rodillas cerca de mi pierna sujetó su verga hacía mí, agaché un poco el cuerpo y comencé a mamársela con los labios prietos, él acariciaba mi cabeza forzándome a chupar más al fondo.

Al separar mi boca de su verga, incliné mi cuerpo sobre el pecho del dormido Alejandro dejando a la vista su verga clavada dentro de mi culo, por señas le indiqué a mi gemelo d que se pusiera detrás mío y eso hizo y agarrando su verga fue forzando la entrada de mi culo, lo hacía con suavidad, pero de manera insistente y de repente noté las manos de Alejandro sobre mi espalda acariciándome, tenía los ojos abiertos y me miraba con una sonrisa de bribón, lo besé en el mismo instante que Alex dio el último empujón clavándola hasta el fondo, sus manos se juntaron con las de Alejandro y ambos me acariciaban, el ano me dolía, pero no importaba, aguanté, mis manos estaba apoyadas en la toalla y Alex comenzó a retirar su verga y a clavarla de nuevo, Alejandro levantaba su pelvis al mismo tiempo y yo notaba las dos pollas que se frotaban dentro de mi culo, ya dilatado, me costaba respirar con esas dos vergas dentro, pero los gemidos salían de mi boca sin poder controlarlo y dije: ¡Papá ahora si estamos unidos para siempre! Después de decir eso solté saliva, que Alejandro capturó con su lengua, saboreándola, levanté la mirada y la otra pareja follaban de lado mirando hacia nosotros, Alex me sujetaba los hombros con fuerza, cada vez que me daba una estocada, ahora ellos dos también gemían, Alex la sacaba fuera y la clavaba de nuevo.

Hubo un momento que casi me ahogaba y decidí cambiar de posición, paré la embestida de Alex y pasando mi pierna sobre el cuerpo de Alejandro me di la vuelta dándole la espalda sin sacar su verga de mi culo, apoyé mi espalda sobre su pecho y cogiéndome las piernas dobladas le ofrecí mi culo de nuevo a mi gemelo, que sin mirar apenas se clavó dentro soltando un largo gemido y fue acelerando la follada, su cara casi sobre la mía soltaba salivazos, que yo atrapaba con mi lengua y degustaba, la pelvis de Alejandro continuaba subiendo casi al mismo ritmo que la verga de Alex y yo no pude aguantarlo más, levanté un poco mi cuerpo mientras separaba mis nalgas clavándome las dos vergas más adentro y entonces me desplomé sobre el pecho de Alejandro mientras mi verga escupía mi semen mojándome todo el cuerpo, mientras yo notaba que el ano se llenaba de semen de mis dos amores, mi padre y mi gemelo, con tanta cantidad de semen me resbalaba del ano sobre los huevos de Alejandro, pero continuaron con sus vergas dentro de mí, Alex bajó su pecho fundiéndonos en besos y después con Alejandro, poco a poco fuimos estirando las piernas, quedando como un bocadillo y miramos a nuestro lado, nuestros amigos formaban un buen triangulo, los cuerpos de lado y chupándose las vergas entre los tres, mientras sus manos las masturbaban y casi al mismo tiempo fueron  corriéndose, pero en lugar de tragarse el semen se lo soltaban sobre sus caras, frotándose las vergas sobre el semen derramado.

Miré a la otra pareja, que estaba más arriba y ahora el camarero trotaba sobre la verga de su novio mirando en nuestra dirección, eso le debió dar morbo ya que comenzó a soltar semen de su verga solamente saltando sobre la verga de su amigo, el semen salía disparado sobre la caliente arena, el novio sacó la verga del culo del camarero y con su mano la sacudió varias veces entre las piernas del camarero y soltó su semen saliendo disparado hacia el aire aterrizando también sobre la arena, poco después se besaron. Nos metimos de nuevo en el mar y ellos también, nos presentó a su novio italiano, llamado Paolo, el camarero se llamaba Juan José y era colombiano, pero llevaba más de 5 años trabajando en el hotel, nos despedimos de ellos y fuimos a comer algo y por la tarde volvimos al hotel.

El resto de la semana fue fantástica, disfrutamos todos de todos, tuvimos sexo entre todos y nos fuimos conociendo bastante más, el último día acompañamos a Alessandro y Christos a la isla donde estaba la familia en Paxos, allí nos despedimos de todos, incluso hubo alguna ligera lágrima, quedamos en vernos de nuevo en Barcelona, sino salían imprevistos y nos fuimos, muy a nuestro pesar, cogimos el avión y después del agotador vuelo, por fin llegamos, estábamos a punto de salir, para coger el coche, cuando mis ojos se posaron sobre la portada de un periódico, esa cara fue muy querida por mí durante bastante tiempo, me quedé parado y Amadeo siguió mi mirada y compro el periódico, allí se hablaba de un asesinato y corrupción de menores, yo me desvanecí....

Continuará.