Me subastan por amor...11ª parte

, Diego había sacado mi verga de su boca y agarrándola me hizo soltar mi semen sobre su cara, frotando mi verga sobre ella, al mismo tiempo se sentó sobre la polla de Alejandro

ME SUBASTAN POR AMOR...11ª PARTE

Soy John, el hijo biológico de Alejandro, estoy algo nervioso, dentro de dos días será mi 18 cumpleaños, también de mi gemelo Alessandro, yo le llamo Alex y parece que le gusta, poco a poco el resto lo llama  con esa abreviatura, él también esta tenso, no dice nada pero lo noto en su límpida mirada, han pasado dos semanas desde que fuimos a visitar el pequeño local y el piso de arriba, ni el local, ni el piso eran pequeños, para las reformas vinieron dos cuadrillas de tíos cachas, debían ser unos 20 más o menos, pero en los talleres tenían otros tantos trabajando en diferentes cosas para adelantar la faena de los sofás, taburetes, mesas de centro , las estanterías para detrás de la barra, había paletas, pintores electricistas, carpinteros de madera y metálicos, de pladur, empapeladores, alicatadores para las baldosas, técnicos en aire acondicionado y salida de humos y frigoristas.

Tiraron todo abajo, tanto en el local como en el piso, en éste último fue donde realmente fueron más rápido en hacerlo, realmente quedó estupendo, viéndolo la primera vez fue casi deprimente, pero cuando terminaron la reforma de allí y bien amueblado era una maravilla, hay cinco dormitorios grandes con armarios empotrados con las puertas correderas de espejos, cama de matrimonio en cada una, un mueble escritorio, con sillas de piel, otro mueble de cajones y un televisor sobre él, dos baños completos con duchas muy amplias, WC, bidé y dos lavamanos sobre una encimera, armarios para todo tipo de botes y armarios para las toallas, la cocina era abierta comunicándose con el salón comedor a través de una barra para desayunar con taburetes, el salón tenía un enorme televisor, en cada cuarto había dos portátiles y otro en el salón, no hay vestíbulo en la casa, cuando entras ves un separador de doble cristal que desliza agua entre ambos, desde arriba y con luz led incorporada, da una agradable sensación de relax e ilumina el recibidor, también parte del salón.

Allí ya se han instalado Kike con Mauricio, Ángel y los cuatro “ángeles”, Alejandro lo decidió para que Kike controlara a los demás como líder del grupo, Amadeo y Alejandro los llevaron a varios bares gay y discotecas para que vieran la manera de trabajar en esos locales, fueron de tiendas  y compraron infinidad de ropa para ellos, calzado y también para la casa, ropa de cama, mantas, cojines, nórdicos y también para el aseo y cacharros para la cocina, terminaron agotados, pero contentos, al día siguiente lo pasaron con un técnico de informática, para enseñarles el uso de los portátiles, también les enseñó el programa para cobrar en el local, todos están eufóricos por tener un sitio al que pueden llamar hogar y un trabajo, que los reconfortará más que hacer la calle, pero ya saben las normas, nada de clientes, ni drogas, se pueden aceptar invitaciones de consumición y ahí mi gemelo Alex les enseñó cómo hacerlo sin emborracharse, les hizo una demostración, si el cliente invita, te pones un chupito de lo que quieras, siempre delante del cliente, le cobras su consumición y la tuya, brindas con él y  bebes el chupito, te das la vuelta y coges una botella vacía de cerveza, siempre la misma para cada uno y dejas dentro lo del chupito, si el cliente pregunta por la cerveza, se les dice, que te hace bajar mejor la bebida, todos carcajearon y fueron practicando con agua.

Tengo a Diego algo apagado, le pregunto y no responde abiertamente, creo que es por la noticia de que tiene que volver al colegio para estudiar y eso le preocupa, porque no estaremos todo el día juntos, intento razonar con él, pero a sus pocos años no quiere tenerlo en cuenta, por otro lado Amadeo tomó ADN de Mauricio para compararla con las nuestras y de Alejandro, el mismo día que le tomó la muestra nos relató su vida, que hasta ahora nadie la sabía, ni Kike tampoco y nos contó su relato:

Como todos sabéis me llamo Mauricio, nací en un pueblo de Asturias, en Avilés, mi madre trabajaba en una oficina de una empresa pesquera y salía con un pescador de la misma empresa llamado Mauricio, que tuvo un fatal desenlace, muriendo en alta mar un día de mucha tormenta, mi madre tuvo bastante depresión, ya que tenían previsto casarse ése mismo año, la empresa le dio 15 días de vacaciones, para que se repusiera, cuando regresó continuó trabajando en el mismo sitio, unos meses después supo que estaba embarazada, poco después la empresa fue adquirida por una multinacional extranjera y echaron a la mayoría de la gente, también a mi madre, con la indemnización se asoció con su hermana y cuñado, que tenían un bar restaurante y continuó con el apoyo de la familia, me tuvo a mí, al no estar casada me dio sus apellidos, me crie junto a dos primas y muchas veces tuve que aguantar que me llamaran ¡hijo de p...! tanto ellas como en el colegio, me encerré dentro de mí mismo y nunca se lo dije a mi madre, el local aumentó las ganancias debido a la alegría y jovialidad de mí madre y fui creciendo.

Tenía ya 18 años y desde los 13 ayudaba en el bar después del colegio, un día  mi madre se cayó redonda al suelo, murió camino del hospital, los médicos dijeron que fue un derrame cerebral, después del entierro, mis tíos se sentaron conmigo una noche y me dijeron que como era mayor de edad, podía cuidarme yo solo, me hicieron firmar unos papeles y me dieron el dinero que mi madre había aportado 19 años antes, yo me encontraba anonadado por la rapidez en que pasaba todo, que no caí en la cuenta, que ahora el local valía muchísimo más de lo que me dieron, pero mis tíos dijeron que yo había firmado los papeles cediendo mi parte por el mismo valor, ellos no me debían nada más, cogí dos bolsas llenándolas con mi ropa y alguna cosa de mi madre, como recuerdo y salí de su casa sin despedirme de nadie, ya que nadie me quería allí, cogí un tren sin mirar su destino y terminé aquí en Barcelona.

Amadeo dijo: ¿Entonces tu padre, era el novio de tu madre? Mauricio respondió: ¡No, mi madre se hizo una inseminación artificial, por tanto desconozco realmente quien fue mi padre! ¿A qué viene tanta pregunta? Amadeo respondió: ¡Da la casualidad, que cuatro personas aquí presentes tienen un distintivo común, Alejandro lo tiene en la nalga, John en la ingle, Alessandro (Alex) detrás de la oreja y creo que tú, debajo de una tetilla, con forma de luna menguante! Mauricio se levantó la camiseta mostrando la luna debajo de su tetilla, yo bajé un poco mis pantalones mostrando mi luna en la ingle, Alex apartó su largo cabello mostrando su luna, detrás de la oreja, Alejandro ni se movió, entonces Amadeo le dijo: ¿Te quieres hacer de rogar o te bajamos entre todos los pantalones? Y a regañadientes se levantó dándose la vuelta se bajó el pantalón mostrándonos a todos su luna en la nalga, antes que se subiera el pantalón Amadeo besó la marca soltándole una palmadita en la nalga mientras sonreíamos todos. Los resultados no han llegado todavía, pero a nadie parece importarle mucho, ya que somos lo más parecido a una gran familia.

Alejandro contrató  una mujer de unos cuarenta y pocos años, Laura, estaba separada y venía para encargarse de la cocina, lavar y planchar con dos chicas que la ayudaban, dos veces por semana llegaba una empresa de limpieza, que se encargaban de toda la casa, durante esas horas todos desaparecíamos de la casa para no molestar.

Ésta noche en la cama con Diego, me deslicé bajo la sábana y arrodillándome entre sus piernas fui chupando su lacia verga, pero Diego apartó mi cabeza y se dio la vuelta poniéndose de lado dándome la espalda, quería animarlo, pero él no quería, lo abracé pero no respondía a mis caricias, besé su espalda y pregunté: ¿Diego, ya no me quieres? ¡Si es así dímelo, no soporto verte de esta manera, me duele el corazón! Él no respondió, salí de la cama desnudo y me tumbé en una de las nuevas chaisse-longue miraba al exterior, sin ver nada las lágrimas que resbalaban de mis ojos me lo impedían, miré hacia la cama y Diego no se había movido para nada, dolido me puse el bañador y bajé sin hacer ruido a la piscina, comencé a nadar con fuerza, de esa manera tal vez pudiera pensar en otra cosa, pero no ocurrió, mis ojos a pesar del agua continuaban llorosos, apreté el ritmo de mi cuerpo, pensé, que tal vez le pedía a Diego demasiado, es tan joven y yo me siento viejo a su lado aunque le llevó tres años, sigo dándole vueltas a la cabeza mientras sigo apretando el ritmo y mi corazón bombea con fuerza, tal vez quiere a otra persona, o necesita estar con alguien diferente cada vez, tal vez, tal vez... Y dando una vuelta americana en el agua me doy un fuerte golpe en la cabeza, pierdo la noción un buen rato, de repente noto que alguien me coge en brazos y me deja fuera de la piscina, sobre el granito que la bordea, mi visión esta borrosa, pero el cuerpo es cálido, es Alejandro mi padre, que ha venido en mi ayuda, se sienta al borde de la piscina y apoya mi cabeza sobre su muslo, mientras moja una toalla y la pasa con suavidad por donde me di el golpe, cuando la separa veo sangre en la toalla, no me importa, no me duele el porrazo, me duele más el corazón, noto el sabor salino de la sangre, que sigue resbalando sobre mi cara, pasa de nuevo la toalla mojada con agua de la piscina, me hace sentar a su lado, nuestras piernas están metidas dentro del agua, oigo un jadeo a nuestras espaldas y Diego se agacha detrás mío abrazándome diciéndome: ¡John, tú no tienes la culpa, te quiero, no cogiste el dinero para no separarnos, pero ahora será diferente! Giró mi cara y besó mis labios, fue pasándolos sobre la sangre que tenía sobre la cara y los dejó sobre el sitio del golpe paseando su lengua por la herida.

Alejandro pasó su brazo sobre nosotros dos y preguntó: ¿Que os pasa, os habéis peleado? Diego respondió: ¡No, es por lo del colegio, me alejáis de vuestro lado! Alejandro dijo: ¡Diego 5 horas al día no es apartarte de nuestro lado, además queremos que estudies un poco más y dentro de un tiempo puedas decidir que harás con tu vida, John y el resto también van a estudiar, pero no en el mismo colegio que tú, ellos son mayores, te queremos muchísimo y nos apena verte de esa manera, es como si tú quisieras apartarte de nuestro lado, piénsalo! Diego se acercó a él por detrás abrazándole y besándole la boca, continuó buscando su lengua y ambos se unieron en un placentero beso, noté el incremento dentro del bañador de Alejandro, su verga estaba respondiendo con alegría, incliné mi cuerpo sobre sus muslos y bajando la parte delantera del bañador saqué la verga y los genitales fuera sujetos por la pieza, mi mano fue acariciando aquella maravilla inmensa, mi mano subía y bajaba con suma lentitud, mis labios  reposaban sobre el inmenso capullo de su verga, la lengua volteaba la misma haciendo que gimiera, Diego empujó el cuerpo de Alejandro sobre el césped y sacándose el bañador se sentó frente a su cara ofreciéndole su verga bien erecta, mi padre comenzó a chuparla con satisfacción.

Me puse en pie sacando mi bañador, pero antes había deslizado el de Alejandro y ahora flotaba en el agua, me puse con las piernas dobladas sobre la verga de Alejandro y bajando mi culo conduje su verga dentro de mi culo, dolía al principio, pero al poco rato mi cuerpo trotaba sobre ella, Diego levantó su trasero dejándolo delante de mi cara y la enterré entre sus nalgas saboreando  su ano, mi lengua frotaba con insistencia su agujero, mientras mi cuerpo continuaba saltando, el ano de Diego palpitaba constantemente, me levanté de la verga de Alejandro, Diego fue retrocediendo sus rodillas sobre el césped y cogiendo la verga de Alejandro se la fue clavando, mientras lo hacía gemía con fuerza, apoyándose sobre sus rodillas dejó espacio para que Alejandro pudiera moverse a su gusto, yo me coloqué a horcajadas sobre la cara de éste ofreciéndole mi culo recién penetrado por su verga e incliné  mí cuerpo sobre el suyo, mi boca buscaba la verga de Diego, que fui chupando como si no importara nada más, la lengua de Alejandro me excitaba mucho en el ano y pensar que unos meses antes él no había estado con un hombre, me excitaba todavía más, mis labios apretaban la verga de Diego mientras me tragaba su polla y apenas tardó en soltar su precioso néctar en mi boca, di unas chupadas más y Diego hizo que levantara mi cuerpo y agachando el suyo comenzó a lamer mi verga, las manos de Alejandro separaban mis nalgas mientras él metía su lengua dentro de mi culo y penetraba con furia el culo de Diego, su pelvis subía y bajaba con intensidad, yo sentía tanto placer que no tardé en soltar mi semen, Diego había sacado mi verga de su boca y agarrándola me hizo soltar mi semen sobre su cara, frotando mi verga sobre ella, al mismo tiempo se sentó sobre la polla de Alejandro, apretando su ano y él no pudo aguantar más y terminó soltando su corrida dentro de tan juvenil culo.

Me tumbé sobre el césped, cerca de la cara de Alejandro, él levantó un poco su cara mirando a Diego diciéndole: ¡Diego, eres un cabroncete! El aludido levantó un poco su trasero y apoyando las manos sobre el plano vientre de Alejandro, deslizó su culo hacía abajo de nuevo clavándose  sobre la verga mientras reía, entonces Alejandro puso sus manos en las nalgas de mi joven amante, como para separarlo de su verga, pero sus manos hicieron lo contrario bajando el cuerpo de nuevo hacia abajo clavándole de nuevo la verga hondamente, ahora era Alejandro y yo que reíamos, por fin se separaron, nos metimos en la piscina y después nos secamos, Alejandro miró mi cabeza y dijo, que amanecería con un chichón, ya no sangraba, volvimos cada uno a su habitación, en la nuestra nos tumbamos, pero Diego se puso encima mío y separándome las piernas se clavó dentro de mí, mientras me penetraba, su mano me masturbaba con la misma insistencia que sus empujones, tardamos bastante más en  corrernos, pero lo hicimos a la vez, yo notaba su verga dentro soltando su semen y la mía escupía el mío sobre mi cuerpo, su cuerpo se deslizó sobre el mío frotando mi semen entre los dos cuerpos, sacó la verga de mi culo y poniéndola junto a la mía se acurrucó entre mis brazos, poco después ambos nos quedábamos dormidos en esa postura, mis piernas separadas y las suyas entre las mías, nuestros cuerpos pegados y nuestras caras también, pocas horas después amaneció, seguíamos en la misma posición.

Por la mañana bajamos a desayunar y Alejandro me acarició la cabeza, levantándome el pelo frontal y besó mi frente donde estaba el chichón, no era grande pero dolía un poco, ése detalle hizo que el resto preguntara sobre el mismo entonces con socarronería solté: ¡Diego que no quería sexo esta noche y me dio un sartenazo en la cabeza! ¿No es lo que ocurre entre la pareja? Amadeo riendo dijo: ¡Y sacó la sartén de debajo de la cama! ¡Por eso Alejandro bajó a la piscina de madrugada y volvió sin su bañador, que flotaba en el agua, esta mañana! Ahora todos reíamos, Alessandro, mi gemelo dijo, que tal vez me estaba saliendo un cuerno, mientras decía esto miraba a Diego, entonces yo respondí: ¡Como gemelo mío, también te saldrá uno! Y él pasó su mano por su frente palpándosela y todos nos volvimos a reír. Entonces aparecieron en la cocina Kike, Mauricio y Ángel, Alejandro le había dado una llave de la puerta de servicio a Kike, se sentaron a desayunar con nosotros ayudando en todo, parecían muy relajados, como más formales, después de lavar los platos y tazas Alejandro nos hizo sentar, él hizo lo mismo y comenzó a contarnos:

Quiero que me escuchéis todos atentamente, dentro de un rato vendrán a esta casa unos jóvenes ahijados nuestros, ocuparan la buhardilla, el trato con ellos debe ser respetuoso, porque vosotros, todos vosotros habéis pasado por malos tratos, pero salisteis de ellos respaldándoos unos a otros, los chicos que van a venir, son muy variopintos y todos han sufrido lo indecible, pero el tiempo ayuda a los jóvenes a reponerse. Se levantó y siguió hablando mientras se paseaba, continuó: Ellos son siete y hace muchos años que los apadrinamos, sus edades van desde los 18 a los 20 años, el mayor de todos es Sergei, nacido en San Petersburgo, es ruso, le sigue Salim, hindú, Hito , japonés, después vienen Asier y Jonás, palestino el primero, judío  el segundo, les sigue Abu, de Marruecos y finalmente Adam de Sudáfrica, todos ellos fueron encontrados durante una gran redada de la policía, estaban encerrados y desnutridos, llevaban tiempo sin comer, los entregaban temporalmente a diferentes mafias para que sus clientes hicieran con ellos lo que quisieran, habían muchos más, según el informe de la policía, encontraron algunos cuerpos faltándoles algunos órganos, ya que traficaban con ellos. Os estaréis preguntando ¿Por qué apadrinamos a estos siete? La respuesta es: Que todos ellos recibieron abusos, humillaciones, malos tratos, golpes y marcados como el ganado con tatuajes numerados, Alejandro respiró hondamente y dijo: Además estaban en tan mal estado, que no podían vender sus órganos, ahora están mucho mejor que entonces gracias a los tratamientos que han recibido, también tienen el VIH, pero el virus está de momento indetectable.

Diferentes personas buscaban por muchos países, observando a los niños que deambulaban por las calles, los seguían un tiempo y luego se los llevaban, los pasaban de una red a otra revendiéndolos sacando todos una buena tajada y ellos cada vez más famélicos, siempre escogían a los más pequeños para que fueran más dóciles, algunos con tres o cuatro años, hacían videos porno con ellos y los pederastas se ponían las botas de contentos, cuando los apadrinamos, algunos llevaban  tres o cuatro años en manos de la red mafiosa, los paseaban por diversos países y los encontraron dentro de un barco en la Costa Brava. Amadeo cogió una gran foto de una carpeta y la dejó sobre la mesa, yo la miré y solté ¡Por Dios! Diego miraba también la foto, su cara era de pavor,  la deslicé sobre la mesa pasándola al resto que fueron mirando todos con cara de estupor, a Mauricio le caía una lágrima y Ángel acarició su espalda para infundirle valor, Alessandro devolvió la foto a Amadeo, éste dijo: ¡Así estaban cuando los encontraron, ahora han pasado unos cuantos años, bajo nuestra tutela, nos costó mucho tiempo y esfuerzo, ahora están muy cambiados! ¡Tal vez os habéis dado cuenta, que un día a la semana uno de nosotros no aparece por casa y la causa son ellos, ése día lo pasamos con ellos!  Hace muchos años antes de formar con vosotros la familia, tuvimos que decidir por ellos, sino serían deportados al país de origen, aunque no tuvieran familia y llevaran tiempo aquí, creamos una sociedad, ofreciéndoles becas de estudio y alojamiento, más adelante trabajo, recibieron como apellidos los de la sociedad, que son los nuestros, ahora tienen nacionalidad española.

Además ¡A partir de ahora usad preservativos, si estáis con otras personas! ¿De acuerdo? Todos asentimos, Alejandro dijo: ¡No los miréis con cara de pena, eso les causaría más daño, pensar que son iguales a vosotros, sin ninguna excepción! Miró a Kike y le dijo: ¡Eso va para tus “ángeles” también! Y ahora vamos a recoger todo bien, no tardaremos mucho y portaros bien, así estaremos orgullosos de vosotros también, nos miramos unos a otros, apenas habían transcurridos 20 minutos cuando sonó el timbre de la verja, Alejandro abrió con el mando y entró una limusina muy grande, salimos al jardín, nosotros nos pusimos uno al lado del otro alineados y enfrente nuestro Alejandro con Amadeo a su lado, el chofer abrió las dos puertas y del vehículo descendieron los jóvenes colocándose también alineados al lado de la limusina, el último en bajar fue un hermoso chico rubio, alto y buen cuerpo, el sol detrás de él reflejaba su cabello y su cara apenas era visible, se puso en la fila y comenzó a venir hacía nosotros, detrás suyo iban los otros chicos.

Paró frente  Alejandro, le cogió la mano derecha llevándosela hacía sus labios, besando la parte superior después la subió hasta ponerla sobre su corazón con la palma sobre el pecho mientras él ponía sus manos sobre la de Alejandro, se apartó e hizo lo mismo con Amadeo, uno a uno todos repitieron lo mismo, pasaron delante nuestro haciendo una señal afirmativa con la cabeza, entonces Alejandro mirándoles dijo: ¡Es la última vez que hacéis este saludo ritual, ahora estamos en familia! Y nos fue presentando, realmente tenían muy buen aspecto, todos tan diferentes y hermosos, pero parecían distantes, al terminar subieron a la buhardilla y les mostraron el resto de la casa, también la piscina, la casa de invitados, el garaje y el extenso jardín con sus árboles frutales que daban un ligero aroma en toda la parcela, los gestos de asombro iban en aumento, subieron de nuevo arriba y se colocaron los bañadores y como niños pequeños se zambulleron en la piscina, ya no estaban tan serios, todo eran sonrisas, nosotros también nos habíamos cambiado pero jugábamos con una pelota fuera del agua, realmente tenían unos cuerpos formidables, pero el más impresionante sin duda el del ruso Sergei, éste siempre pendiente del resto sobre todo de Jonás y Asier, que siempre se empujaban y disputaban por cualquier cosa, Sergei se imponía a ellos y todo se calmaba, el más callado era Adam, el joven negro sudafricano, pero su amplia sonrisa delataba que estaba feliz, Hito el japonés hablaba por los codos, por su lado Abu, el marroquí y Salim el hindú cuchicheaban como viejas, pero todos estaban contentos, les pasamos el balón y jugaron con él dentro del agua, me tumbé sobre el césped con Diego a mi lado, se nos unieron el resto, dejando las tumbonas para los recién llegados, Ángel entre Kike y yo estaba muy, pero muy callado, en varias ocasiones seguí la dirección de su mirada y ésta terminaba sobre el líder de los jóvenes, el atractivo Sergei.

En ese momento Sergei salió del agua, sacudió su media melena rubia y fue deslizando sus manos sobre el cuerpo primero, después sobre los brazos y terminando por sus piernas, haciendo resbalar el agua de la piscina sobre su cuerpo, al terminar irguió su cuerpo y echando la pelvis hacia delante vino hacia nosotros, ahora el abultamiento dentro de su bañador sobresalía con  bastante claridad, yo pensé al verlo “ me hincaría de rodillas delante de él y chuparía el bañador y lo de dentro también”, su estrecha cintura y amplia espalda formaban un buen cuerpo, las piernas se veían potentes, entonces le dije, en voz baja a Ángel: ¡Cierra la boca, que se te va a caer la baba! A lo que él contestó: ¡Tú también ciérrala, se te caerá a ti! Y los dos nos reímos. Sergei delante nuestro dijo: ¡Si queréis jugar con la pelota, os la devolvemos! Le respondí, que ya habíamos jugado bastante, asintió sentándose delante de nosotros con las piernas estiradas sobre el césped, sus brazos se apoyaban por detrás sobre la hierba, entonces dijo mirándome: ¡Tú eres John! Asentí, miró a Diego diciendo su nombre, luego fue diciendo el nombre de mi gemelo Alessandro, el de Christos nuestro primo, el de Kike y Mauricio, después su mirada se centró en Ángel y dijo su nombre: ¡Tú eres Ángel, el nombre te sienta muy bien! El aludido se ruborizó ligeramente ante la fija mirada de Sergei, sus claros ojos taladraban a nuestro amigo, Ángel parecía algo incómodo, Sergei se dio cuenta y desvió su mirada sobre mi hermano gemelo, le preguntó si iba mucho al gimnasio, Alessandro le dijo, que hacía bastante que no iba, que como descargaba pescado en el puerto y bailaba por la noche seguía más o menos en forma. Sergei se levantó y tocando levemente el hombro de Ángel le preguntó: ¿Me podrías decir dónde puedo ir al baño?, el aludido se levantó y fue a la parte más alejada de la piscina seguido por Sergei, al aseo que había allí.

Alessandro y Kike me miraron, yo les guiñé el ojo al tiempo que soltaba: ¡El muy puta quiere probar bocado, como si no hubiera desayunado! Pasados unos veinte minutos Ángel volvió estirándose en la hierba, su cara pícara lo decía todo, yo le dije: ¡Límpiate el lado del labio, aun te queda algo! Y él picó el anzuelo pasándose la mano por la boca, yo solté una carcajada y él me dio un codazo, acercó sus labios a mi oído diciéndome: ¡Sergei debía llevar bastante sin correrse, ha soltado casi un litro de leche! Yo le dije ¿No te la has tragado, recuerda lo que dijo Alejandro? Ángel añadió: ¡No me hubiera importado, pero fue él que estando a punto la sacó de mi boca y la soltó sobre mi cara! ¡Cómo besa el cabrón, me deshacía de gusto y su verga se parece a la tuya de unos 18 cm. pero ligeramente más gruesa! ¡Aparte del beso ni me ha tocado, me quedé con las ganas!

Me levanté y traje el aceite solar y un vaso con cubitos de hielo, con agua fría, me senté cruzando las piernas, hice que Ángel apoyara su cabeza sobre ellas, rozando mi entrepierna con ella, vi que Sergei salía del aseo, hice que Ángel se diera la vuelta, quedando boca abajo tumbado sobre la toalla y su cara sobre mis piernas, el ruso notó nuestro movimiento y en lugar de volver con sus compañeros volvió a sentarse delante nuestro, con las piernas de nuevo estiradas marcando paquete, puse aceite sobre mi mano y comencé a pasarlas suavemente sobre los hombros de Ángel, mis manos se deslizaban cada vez más abajo, ponía más aceite y repetía el masaje sobre sus brazos, me puse de rodillas y comencé a pasear mis manos sobre los muslos, continuando por las piernas y los pies, mi verga dentro del bañador la frotaba sobre la cabeza de Ángel, él gemía ligeramente, paseé mis manos por debajo de su bañador entre sus nalgas dándole un buen magreo, el aceite y mis dedos le frotaban el ano y éste palpitaba, desvié mis manos de nuevo desde la cintura hasta los hombros y cogiendo un hielo lo fui deslizando por su espalda, el hielo se fue derritiendo formando gotas sobre la espalda, deslicé mis dedos sobre ellas y se colaron por dentro del bañador mojándolo en la raja del culo, le di la vuelta y Ángel  se quedó boca arriba, su bañador abultaba bastante.

Yo estaba sentado con las piernas dobladas, un poco abiertas y su espalda reposaba sobre ellas, sus manos colgaban a cada lado de mis piernas y su cabeza reposaba sobre mi pecho, con mis manos mojadas de aceite solar las fui pasando sobre sus brazos, después por los hombros, fui bajando sobre sus remarcados pectorales, su plano vientre y deteniéndome al rozar el bañador, notaba su verga bien dispuesta, se le marcaba hacia un lado de la prenda, llegando a la costura lateral y de vez en cuando palpitaba- Sergei no dejaba de mirarnos- tomé un cubito de hielo y lo fui paseando sobre los carnosos labios de Ángel, él sacaba la lengua y lamía mis dedos, el hielo se derritió pero continuó chupándome los dedos, deslicé mi cabeza sobre su cuello y mi lengua saboreó su yugular, gimió, luego la deslicé por su oreja y volvió a gemir, acerqué mis labios a su oído y le iba diciendo: ¡Imagínate que soy él, te voy hacer soltar tu semen sin tocarte, ni tu tampoco! Cogí su mano y me la llevé a la boca, fui chupando sus dedos uno a uno lentamente, después me dediqué a chupar los dos juntos, mi boca bajaba y subía de sus dedos, él gemía, mi otra mano tomó un hielo y lo fui pasando en rotación sobre un pezón y la tetilla se endureció rápidamente, pasé al otro y también se endureció, el hielo se transformó en agua y continué frotándole los pezones mientras le decía:¡ Te estoy chupando todo tu ser, tienes la verga muy dura y a punto de estallar dentro de mi boca, me gusta el sabor de tu verga y también su tamaño, quiero que termines soltándome tu semen, quiero verte feliz y satisfecho! Mi boca mientras hablaba aceleraba la chupada de sus dedos apretándolos con mis labios ¡Córrete mi niño, no me hagas sufrir más, suéltalo todo para mí! ¡Córrete cariño!

Y metiendo sus dedos más adentro de mi boca, gimió  soltando su semen dentro del  bañador, que parecía que iba a estallar, se notaba la corrida manchando la prenda, su corazón latía a 1000 por hora, su largo gemido murió dentro de mi boca al besarlo, abrió los ojos y dijo: ¡Todo el rato estabas tú conmigo, no pensaba en nadie más, desde luego eres un gran amante y sin sexo por medio, era de lo más erótico, ha sido fantástico! Levanté la mirada y la crucé con Sergei, éste se frotaba la verga sobre su bañador, le dije a Ángel que se cambiara de bañador y cogiendo la toalla se fue, Sergei se acercó diciéndome: ¡la suavidad  con la que hablabas, tus manos deslizándose, el hielo y ése glorioso final, ha sido muy excitante y placentero!, yo respondí: ¡A un amigo, se le puede ayudar de muchas maneras y si se ha quedado frustrado más aún! Me puse en pie acaricié su cabeza susurrándole ¡No es culpa tuya! ¿De acuerdo? Diego me siguió y nos tiramos a la piscina, cuando Diego se acercó a mí dijo ¡Estoy cachondo de haberos visto, vamos al aseo! Y nos fuimos al aseo, le hice una mamada tan potente que no tardó mucho en escupir su semen dentro de mi boca mientras yo me masturbaba, me iba a correr cuando separó mi mano y me puso de pie agachándose y zampándose con glotonería mi polla y terminé escupiendo mi semen dentro de la suya.

El resto del día fue tranquilo, comimos gracias al catering del restaurante habitual, por la noche pan tostado untado con ajo y tomate restregado, con sal y aceite con una gran variedad de embutidos, quesos y pates. Cuando fuimos al dormitorio, Ángel nos pidió quedarse con nosotros en la chaisse-longue, los recién llegados subieron a la buhardilla, el último era Sergei, que se quedó parado delante de nuestra habitación mirándonos a los tres, Ángel estaba preparando su acomodamiento y Sergei, se fue para arriba.

Diego estaba sobre mí besándome ardientemente, yo acariciaba su espalda separándole las nalgas y buscando su agujero, la luz estaba apagada, pero la persiana no la habíamos bajado así entraba la luz tenue del jardín, nos veíamos con claridad, Ángel medio recostado nos miraba y acariciaba su miembro, le hice ademán de acercarse y eso hizo, sentándose en nuestra cama, su mano acariciaba nuestras cabezas, entonces silenciosamente entró Sergei en nuestro cuarto acercándose a Ángel, le tomó la otra mano besándosela y poniéndola sobre su corazón, le pidió que subiera con él, pero yo al oírlo, separé las sábanas y nos desplazamos un poco dejándoles espacio para ellos, Ángel le bajó el pantalón corto, que el ruso llevaba y se tumbaron a nuestro lado, Ángel debajo y Sergei sobre él, nuestro amigo deslizó sus manos por la espalda de Sergei, el cuerpo de éste temblaba, enterró su cara entre el hombro y el cuello de Ángel, sollozaba en silencio, su cuerpo continuaba temblando y dijo: ¡Estoy sucio! Repitió: ¡Sucio y marcado! Ángel entendió parte del problema y dijo: ¡Todos estamos sucios! Refiriéndose sin decirlo al hecho de haber sido violentados, pero yo capté el verdadero significado y acercándome más a él acaricié su rubio cabello y dije: ¡Tú estás marcado al igual que nosotros, pero de una manera muy diferente, no nos importa intercambiar nuestros fluidos, sabemos el riesgo que todos hemos tenido, por eso no significa nada, el amor y el cariño es lo que realmente cuenta! Continué: ¡El amor, la pasión y el sexo, nos facilita el conocernos mejor!

Deslicé mi mano por su espalda y ya no temblaba, estaba más relajado, me puse de lado y Diego detrás de mí, le dije a Sergei: ¡Cierra los ojos un momento y piensa en algo, que te haga feliz! Él contestó: ¡La gran moto de Amadeo, me gusta y Ángel también! Yo cogí una de sus manos y la puse sobre el corazón de Ángel, sus latidos eran acelerados y volví a decir: ¡Notas el ritmo acelerado del corazón, es igual al ronroneo de la moto, no tengas miedo en acariciarlo y cuando estés preparado abre los ojos, piensa en disfrutar del viaje, sin prisas! Sergei medio incorporado y con los ojos cerrados fue acariciando los brazos de Ángel,  deslizó  las manos sobre los hombros, fue resiguiendo la cara, sus dedos se posaron sobre los carnosos labios de nuestro amigo, dos de sus dedos entraron lentamente en la boca entreabierta, su otra mano se deslizaba sobre el cuerpo de Ángel remarcando sus pectorales, se posó en la tetilla acariciándola, en nuestra posición veíamos sus vergas enfrentadas y duras, poco a poco Sergei y fue abriendo los ojos, inclinó su cuerpo y juntó sus labios con los de Ángel, se fueron besando con suma lentitud, los dos se miraba a los ojos y se volvió pasión, el joven ruso deslizó su mano entre sus piernas agarrando la verga de Ángel y pasándola por detrás de su trasero, ésta rozaba la raja de su culo mientras palpitaba, él movía el culo frotándolo contra la verga.

Incorporó su cuerpo sentándose sobre sus rodillas sujetando la verga de Ángel y la dirigió a su ano, nuestro amigo fue entrando lentamente dentro, Sergei arqueó su espalda hacía atrás gimiendo al tiempo que se clavaba más la fuerte estaca de Ángel, inclinó de nuevo su cuerpo sobre éste besándole con pasión y dejándole espacio para que lo follara plenamente, la boca se Sergei hacía estragos en la de nuestro amigo, la penetración ahora era más rápida y constante, las embestidas eran fuertes, un largo gemido nos dio a conocer, que se había corrido dentro del culo del ruso, se abrazaron besándose de nuevo, Sergei se apartó de la verga quedándose tumbado sobre Ángel, éste separó sus piernas y sujetando la verga de Sergei la llevó a su culo, pero él dijo: ¡No!, Yo entendí su preocupación y de la mesita cogí un condón, lo abrí y me lo puse en la boca, la verga de Sergei se había aflojado un poco, me agaché delante de él y acerqué mis labios a su verga depositando el preservativo y bajándolo con mis labios, tragándome su gruesa polla ahora revestida, apreté mis labios y la chupé un rato volviendo a ponerse dura, entonces me aparté de ellos, entonces penetró a Ángel de un potente empujón, Diego sujetando su verga la clavó en el mío y comenzó a follarme de lado, su mano acariciaba mi pecho y con mi cara girada nos besábamos, yo empujaba mi culo hacía atrás y él su verga adelante.

Diego me puso boca arriba y se clavó de nuevo dentro de mí, sus manos separaban mis nalgas clavándose bien adentro, yo gemía, él también, nuestros compañeros de cama se susurraban los gemidos mirándose y besándose, de vez en cuando Sergei nos miraba y sonreía, las embestidas potentes de la gran verga de Diego me daba mucho placer, yo me masturbaba lentamente, pero él cogió mis muñecas separándolas mientras seguía empujando dentro mío y de pronto estallé, mi verga palpitaba sobre mi plano vientre soltando mi semen salpicando todo mi cuerpo llegando al cuello y la cara, apreté mi ano provocando que Diego escupiera el suyo dentro de mi culo mientras gemía de gusto, casi al mismo tiempo nuestros compañeros de cama también soltaron sus fluidos, Sergei dentro del culo de Ángel, en el preservativo y éste repitió soltando el suyo sobre su cuerpo.

Nos tendimos los cuatro en la cama, Sergei se sacó el condón atándolo y lo dejó en un lado de la mesita, se acercó a mí besándome la boca y al separarse dijo: ¡Tu boca me ha puesto el preservativo y la mamada como una moto! Ángel añadió: ¡Si te comiera el culo y te follara, estarías como una locomotora a punto de descarrilar! ¡Siendo tan joven es un verdadero maestro en muchas cosas! Mirando fijamente a Sergei a los ojos añadió: ¡Sabes, que mis amigos y yo le dimos una paliza, lo violamos varias veces!  Kike, era nuestro jefe y nos dio la orden, para quitarle el dinero de la subasta, pero yo tenía celos de él y Kike lo llevaba clavado en el corazón, entonces solo lo conocía de vista y de lo contado por Kike, pero cuando lo empecé a conocerlo más me di cuenta del error que habíamos cometido y lo admiré más cuando nos perdonó. Sergei preguntó: ¿Una subasta de qué? Yo dije: ¡No, de que, sino de quien, subasté a Diego! Él insistió: ¿Por qué? Yo repliqué: ¡Lo subasté a 3000 euros la hora, para que pudiera volver al colegio, no quería que hiciera la calle como yo! Sergei dijo: ¿Y...? Contesté: Alejandro ganó la subasta, iba con Amadeo, pero él no sabía qué hacer con Diego, nunca se había acostado con chicos y después de hablar se quedaron dormidos, pasaron 10 horas juntos y subía a 30.000 euros el total de la noche, pero después de hablarlo con Diego solamente cogimos 3000 euros, para los gastos de la subasta y desde entonces estamos con ellos, entre nosotros dos ayudamos a Amadeo, para que abriera su corazón a su amigo de toda la vida.

Les di las buenas noches apagando la luz y acurrucados juntos nos fuimos quedando dormidos, Diego entre mis brazos y Sergei apoyando su cara sobre el pecho de Ángel, su cara sonriente subía y bajaba al ritmo de la respiración de nuestro amigo. Por la mañana Diego y yo nos levantamos con cuidado y fuimos al baño, después de lavarnos la boca nos metimos dentro de la ducha, mi verga estaba empalmada tenía ganas de orinar, diego colocándose de espaldas a mí, acercó su lindo culo frotándose con mi verga, sujeté la verga y la fui clavando dentro de él, tan apretado estaba que no pude aguantar más y solté mi orina dentro  mientras acariciaba su pecho y besaba su nuca, mi orina resbalaba por sus piernas mientras yo continuaba entrando y saliendo de su culo, noté una mirada y cerca de la ducha se encontraba Sergei observándonos, no decía nada, pero no perdía detalle, entró Ángel y cogiendo la mano al joven ruso entraron dentro de la ducha, Ángel se agachó delante de Diego chupándole la verga, la orina de mi joven Diego resbalaba por sus labios, Sergei se había puesto detrás mío acariciando mi espalda, sus manos fueron bajando y metió sus dedos en mi culo, follándome con ellos lo que provocó que me corriera dentro de mi amado Diego gimiendo de gusto.

Ángel se levantó poniéndose frente a Sergei, yo me agaché delante de éste y sujetando su hermosa verga la metí en mi boca, Diego hizo lo mismo con Ángel, y la nueva pareja soltaron su meada en nuestras bocas, pero continuamos chupando sus vergas, Ángel no tardó en terminar en la boca de Diego, Sergei por su lado la tenía a punto de reventar y gemía, mis dedos buscaron su ano y metí mis dedos penetrándolo y nada más entrar soltó su semen dentro de mi boca, al terminar me miró asustado, entonces solté su semen sobre el suelo de la ducha, me puse de pie y tomé agua enjuagando mi boca, se acercó a mí cogiéndome por la nuca y me besó con mucha lujuria, al separar nuestras bocas dijo ¡Gracias! Yo le dije: ¡Algún día me subiré a tu moto-señalando a Ángel- no me importa si es delante o detrás de ti y Diego sentado en el manillar delante de Ángel! Todos nos echamos a reír, terminamos la ducha y nos vestimos bajando muy alegres a desayunar...

Continuará.