Me subastan por ...amor 13ª parte

De los dos jóvenes, uno debajo del otro, como si estuvieran a caballo con las caras apoyadas en la pared y mi querido Diego lamiéndoles el culo alternativamente, ambos gemían, mi niño se lev

ME SUBASTAN POR... AMOR 13ª PARTE

Me acabo de despertar, estoy somnoliento, tanto mi querido Diego como nuestro amigo Mauricio siguen abrazando mi cuerpo, Kike está sentado en una de las chaisse-longue mirando al jardín, me separo de nuestros bellos durmientes y me acerco a Kike, acarició su pelo, me mira, sonríe con un ligero gesto de labios, me siento a su lado y beso su hombro, gira su cara y besa mi boca, al separarnos dijo: ¡Gracias por volver a confiar en mí, sabes que nunca quise hacerte daño, tenía celos de los hombres a los que te entregabas, reconozco que a pesar de todo te fue muy bien sin mi ayuda, me habría gustado que me la pidieras, pero siempre sigues adelante con valentía, te quiero por ser cómo eres! Acaricié su espalda con cariño y dije: ¡Sabes que te busque durante meses al llegar a Barcelona, no tenía dinero y tenía que buscarme la vida de alguna forma, tal vez si te hubiera encontrado todo sería diferente, espero que no me guardes rencor!

Me levanté y fui a la ducha, me vestí bajando poco después a la cocina, me extrañó que no hubiera nadie, preparé las cafeteras, calenté leche y empecé a preparar el desayuno, estaba en mitad del desayuno cuando fueron apareciendo los miembros de la gran familia, con una tostada con miel en la boca me levanté y preparé más tostadas para los recién aparecidos, bebía mi café con leche a sorbos entre mordisco y mordisco, todos me daban las gracias por el desayuno, cuando apareció mi gemelo Alessandro, lo besé en la boca mientras lo abrazaba y le decía al oído ¡Feliz Cumpleaños hermanito! Él contestó: ¡Lo mismo digo, Feliz Cumpleaños! En la larga mesa estaban todos comiendo con ganas, yo terminaba el mío apoyado contra la encimera de mármol cerca de la tostadora y la cafetera, los miraba con asombro, todos tan atractivos con sus diferencias, parecía más una reunión de modelos, que de una gran familia, mi corazón palpitaba de alegría al verlos juntos, Alejandro se levantó acercándome su taza, le puse más café, me dio las gracias y besó mi mejilla, se sentó de nuevo, Amadeo se fue de la cocina y poco después apareció de nuevo con su inseparable maletín, de espaldas a todos, tomó algo de su interior y dijo: ¡Tenemos un regalo! Todos lo miramos y continuó: ¡Para ...Mauricio! En ése momento colocó una carpeta delante del joven Mauricio, él la abrió y fue leyendo lentamente, todos estábamos nerviosos, entonces levantando su tierna mirada dijo: ¿Esto qué significa? Alejandro levantándose se acercó a él abrazándole mientras le respondía: ¡Significa, que también eres hijo biológico mío, las pruebas de ADN así lo confirman! Al oír esto rompió a llorar, enterrando su cara sobre la camisa de Alejandro, que lo acunaba cual niño pequeño, Alejandro dijo, para quitar hierro a la cosa: ¡Espero que no aparezcan más hijos, ya tenemos familia numerosa! Mientras lo decía miraba a todos los presentes.

Me acerqué a Mauricio abrazándolo le dije: ¡Bienvenido a la familia, me alegro de todo corazón! ¡Ahora eres el hermano biológico mayor, ya que tienes 19 años! Le alboroté la melena y todos fueron felicitándole, el último fue Kike, que lo besó tímidamente, pero Mauricio cogiéndole por la nuca buscó su boca metiendo su lengua en busca de la otra, finalmente se unieron con intensidad y todos aplaudimos, Amadeo volvió al maletín y cogió algo más, pasándoselo a Alejandro, éste dijo a Alessandro y a mí que nos acercáramos y nos entregó un regalo a cada uno, el envoltorio era lujoso, para encontrar una caja acolchada de nácar, al abrirla me quedé de piedra, tomé del interior un colgante, el mío tenía forma de rosa plateada con una piedra negra brillante en medio, la etiqueta ponía: Diamante negro con forma  Bosquejo de Rosa, en oro blanco y cadena del mismo material. Diamante de 3 quilates.

A mi gemelo Alessandro tenía otra forma, eran dos tiras alargadas unidas en el centro por otra piedra brillante negra, la etiqueta rezaba: Diamante negro con forma  Diapasón, en oro blanco y cadena del mismo material, Diamante de 3 quilates.

Nos habíamos quedado sin habla, eran unos regalos magníficos, Amadeo y Alejandro nos ayudaron a ponérnoslos, realmente eran impresionantes, al verlos colgando de nuestros cuellos todos nos vitorearon felicitándonos. Poco después de limpiar todo Amadeo dijo a los chicos de la buhardilla, que tenían que cargar algo en el monovolumen Lancia de la gama Voyager, que habían alquilado, se marcharon todos ellos, pasado un rato subimos todos a los coches, mientras que Sergei conducía el gran coche con sus amigos dentro, habíamos visto que en ella cargaban dos baúles bastante grandes, Kike y yo nos miramos, pero no dijimos nada, paramos delante del local que estaban reformando, Alejandro y Amadeo nos hicieron cerrar los ojos, abrieron la puerta del local y entraron, al rato nos arrastraron cogidos de la mano, parecíamos colegiales, estábamos mi hermano gemelo Alessandro y Christos, Ángel, Kike con Mauricio y Diego conmigo, nos hicieron abrir los ojos, y nos quedamos todos sin habla.

Mirábamos por todos los lados, recordábamos como estaba antes y parecía imposible que en tan poco tiempo se hubiera convertido en tal belleza de local. En la entrada un gran guardarropía, las paredes forradas con una pintura granulada en negro como si fuera purpurina brillante de ése color, las luces led apenas se veían, un corto pasillo donde se encontraban los lavabos, para ambos sexos y luego se llegaba al interior, en el centro una gran barra rectangular, con taburetes a ambos lados, en el interior unas estanterías de cristal y metacrilato lleno de botellas de licores, vasos alargados, jarras, copas y vasitos de chupitos, dos lavavajillas uno en cada extremo, la encimera de las barras de silestone de color rosa violáceo, la parte inferior con la misma pintura negro brillante, unas luces led por debajo iluminaban sin molestar, del techo se iluminaba con focos de bajo consumo, también habían estantes colgados con botellas con leds sobre la barra y en las estanterías de las bebidas, en ambas paredes habían  bancos como asientos  en forma de U, tanto el respaldo como el asiento de cemento muy pulido, tanto el respaldo como los asientos tenían unos cojines de piel de color granate sangre y una mesa fija central rectangular del mismo color y material de las barras, aluminio en la base con forma de cilindro, entre sofá y sofá unos contenedores cromados para los vasos y latas de reciclaje, las paredes  de obra vista y sobre los sofás unos  espejos envejecidos, cabían unas 9 o 10 personas en cada tres bancos, cerca de la entrada  una máquina de millón (Pinball) y al lado una máquina de discos estilo antiguo, pero con CD.

Más adelante se encontraba una pista de baile, no tan grande como una discoteca, en una esquina la cabina del disc-jockey algo elevada, debajo de ella un cuarto con una mesa de billar y un futbolín, cerca un cuarto de almacén, en el extremo opuesto una entrada que daba a una gran sala con separaciones, formando cuartos más reducidos y con algunas luces rojas de posición, se podría decir, que era el cuarto oscuro, y cerca otro lavabo bastante amplio, los urinarios estaban directamente en la pared, formando un canal con diversos desagües, con granito oscuro, que descendían desde media pared, allí se encontraban los surtidores de agua, que resbalaban por el granito y limpiaban la orina del canalón metalizado, el agua  salía cuando alguien se ponía delante, ya que tenían sensores y habían cuatro cubículos con tazas de WC, tres lavamanos sobre una encimera clara y grifos con sensores, todo con un gusto exquisito y un gran espejo.

En ése momento aparecieron Miguel, Rubén, Jaime y Carlos, los cuatro “ángeles” que vivían en el piso de encima del local, iban con pantalón corto de deporte, sin nada en la parte superior, estaban acalorados y algo sudados, pero se les notaba contentos, Rubén dirigiéndose a Alejandro le dijo: ¡Señor estamos cargando las cámaras con bebidas, aún nos falta un poco, pero la  máquina de hielo funciona bien y falta revisar todas las piezas eléctricas, para que funcionen correctamente, las de las barras funcionan perfectamente! Alejandro sonriéndole le contestó: ¡Rubén y vosotros chicos, llamarme Alejandro, no me tratéis de Señor, me hacéis más viejo! ¿Necesitáis ayuda? Miguel añadió: ¡Hombre con ayuda se termina antes todo! Alejandro nos miró a nosotros y nos quitamos la parte superior de nuestra ropa y seguimos a los chicos, ellos nos mandaban, ya que sabían lo que se tenía que hacer, los 7 ahijados junto con Amadeo y Alejandro fueron al almacén, pasado un rato los vimos llevando los dos baúles al almacén y tardaron bastante en aparecer de nuevo, Diego y yo revisábamos las máquinas de música y el millón, también probamos el billar y el futbolín, Ángel revisó el cuarto del disc-jockey, probando las luces y para nuestra sorpresa, la pista subía de nivel, también subían cuatro columnas circulares como podios, con una  media barra, dos en el extremo trasero de la pista y dos en el delantero, yo en un principio lo había tomado las medias barras para dejar los vasos de bebidas, pero estaba equivocado, era para quien bailara se sujetara. Detrás al fondo de la pista bajaba una gran pantalla, tan grande como la pista, luego probó unos focos de luz de diversos colores. Christos y mi gemelo Alessandro revisaron las cosas de la entrada, el guardarropía y los dos lavabos delanteros, mientras Kike y Mauricio revisaron el cuarto oscuro y el gran lavabo del fondo, luego ayudamos a llenar las neveras, probaron las máquinas de la cerveza y de los refrescos, también las batidoras para los zumos.

Poco después los 11 estábamos en las barras pelando frutas de todo tipo, piñas, peras, manzanas, plátanos, kiwis, granadas, mangos, maracuyás, uvas, naranjas, limones, mandarinas, fresones, melocotones, sandía, melón y algunas más, las que llevaban pepitas y corazón se las quitábamos y luego cada una en grandes tarros con almíbar o con gelatina, también se unieron los siete del almacén. Al terminar nos lavamos y los cuatro que trabajarían allí se fueron a vestir ya que comíamos juntos cerca de allí, éramos 20 en total, mientras cerraban las puertas y bajaban la persiana me fijé detenidamente en la entrada, solamente había una placa rectangular dorada, con una iluminación por encima, que ponía:

C H E Z   N O U S

Gay  Disco-Bar

Era sobrio y elegante, no había nada más, habían restaurado la fachada original, que era de los primeros años del siglo XX. Fuimos a un restaurante cercano y comimos con hambre, después todos regresamos a la finca incluidos los 4 “ángeles”, allí nos tiramos a la piscina, al poco me percaté que faltaban Amadeo, Alejandro, los 7 ahijados y también Ángel, aparecieron casi una hora después, Ángel cerraba una libreta y guardaba un bolígrafo, se metieron gustosos en el agua, los siete parecían agotados, pero contentos dentro del agua, nadie dijo nada, incluido Ángel, que parecía esquivarme, sobre las 7 de la tarde, Alejandro nos hizo subir para cambiarnos de ropa y que nos pusiéramos algo mejor vestidos, vaya más elegantes, pero sin pasarnos, los primeros en bajar fueron los 7 de la buhardilla, que junto con los 4 ángeles y Ángel se fueron en la furgoneta Lancia grande, al resto nos pasaron revista, todos estábamos atractivos, yo llevaba un pantalón de piel negro, camisa de manga larga de hilo blanca, cinturón  estrecho rojo y deportivas a juego, la camisa medio arremangada en los brazos y abiertos los botones superiores, viéndose el nuevo colgante, el pantalón me quedaba como un guante. Para Diego le propuse un pantalón de gamuza de color café con leche, una camisa muy clara de un tono maquillaje, un cinturón trenzado negro y rojo, las deportivas del mismo tono negro con dos rayas rojas, el pantalón le marcaba su precioso culito y su abultada verga, me lo hubiera comido allí mismo. Mi gemelo Alessandro iba de azul claro la camisa y vaqueros más oscuros, el moreno de su piel resaltaba, Christos iba de blanco excepto el cinturón que era negro, igual a las rayas de sus deportivas, Kike todo de negro, camisa, vaqueros y deportivas, por su lado Mauricio llevaba camisa de hilo rosa palo muy clara con un pantalón vaquero azul oscuro, cinturón y deportivas blancos, Amadeo y Alejandro no iban de traje, llevaban ropa de sport, casi como nosotros, pero estaban radiantes, subimos a los dos coches y partimos rumbo, nadie nos había dicho a dónde íbamos, todo era una intriga...

Y llegamos de nuevo al local “Chez Nous” (Casa nuestra en francés) la entrada estaba muy iluminada, sobre la puerta resplandecían unas luces a través de la piedra de la fachada con el nombre, durante el día no se distinguía, era tan hermoso, que se me nubló ligeramente los ojos, al parar los coches delante se acercaron unos hombres que nos abrieron las puertas, les dieron unas placas y se montaron ellos llevándose el vehículo, entramos el corazón me iba a mil por hora, si por la tarde estaba de muerte, con las luces el interior era fabuloso, en el guardarropía se encontraba un joven, que nos entregó a cada uno un preservativo, con el nombre del local, pasamos por el pasillo y entramos en la zona grande del local, detrás de las barras se encontraban los cuatro “ángeles”, estaban muy sexis, pantalón negro con tirantes del mismo color y en el cuello, un falso cuello de camisa de esmoquin con pajarita negra, también habían dos barman más con chaquetilla blanca y pajarita, estaban todos preparando algunas  bebidas, me acerqué a una de las barras y le dije a Carlos que estaban muy guapos, me lo agradeció de parte de todos y me felicitó por mi cumpleaños, se lo agradecí y Amadeo nos llevó a una de las mesas más cercanas a la pista de baile, se unieron a nosotros los de la furgoneta, no paraban de hablar, Sergei y Ángel hacían buena pareja y hablaban entre ellos, notaron mi mirada  ambos sonrieron, Alejandro y Amadeo se fueron a la entrada aparecían de vez en cuando hablando con diferentes personas, que un camarero los acomodaba y desaparecían de nuevo a la puerta, fueron llegando los modelos responsables de las reformas, algunos con sus novias o con sus mujeres, también fueron recibidos con todos los honores, fue llegando más gente, tanto hombres de todas las edades, algunos acompañados por mujeres, algunos por chicos jóvenes, me incliné hacía Sergei y le pregunté: ¿Hoy es la inauguración? A lo que él respondió siempre sonriente: ¡No te parece genial, es vuestro cumpleaños, es La Diada de Cataluña, que es festivo y mañana es domingo, así la gente no tiene prisa para madrugar! Por momentos se iba llenando cada vez más, Ángel se levantó dio un beso a Sergei y se fue en dirección de la cabina, miré hacía la entrada y me pareció ver a un hombre con una gran cámara como de televisión, y algún que otro fotógrafo, miré de nuevo a Sergei y él se encogió de hombros, sin contarme nada, acaricié la pierna de Diego, me sonrió acercando su boca a la mía y nos besamos castamente, me daba ánimos, Alessandro estaba tan asombrado como yo con tanto bullicio y Christos también, por la reacción de Kike y Mauricio ellos sabían algo, que el resto ignorábamos se acercó uno de los nuevos camareros y preguntó que íbamos a tomar, uno a uno se lo dijimos y se fue poco después apareció con las consumiciones.

Ya sonaba música en todo el local, más suave cerca de las mesas pero con más intensidad en la pista y había gente bailando, la gente se movía inspeccionando todo el local, entraban y salían, miré la hora, eran las 21 horas y los camareros fueron pasando con bandejas de montaditos de todo tipo y platos, mini bocadillos, canapés y miniflautas (Pan recién horneado) con surtidos ibéricos dentro, en todas las mesas unos grandes servilleteros, todo estaba delicioso y entonces Sergei se levantó seguido por sus compañeros y entraron en el almacén, sin darme cuenta ya eran más de las diez de la noche, me había percatado que apenas habían comido y bebido los recién desaparecidos, miré a Kike, estaba muy relajado hablando con mi gemelo y Christos mientras acariciaba la mano de Mauricio, vi a Alejandro mirando su reloj y de pronto la música fue bajando al mismo tiempo que las luces disminuían sobre la pista, entonces se oyó una voz por los ocultos altavoces, que decía:

Damas y caballeros agradecemos de antemano su asistencia, esperamos que disfruten del espectáculo.

Mientras la voz de Ángel estaba hablando había descendido una gran pantalla al fondo de la pista, todo el mundo estaba en silencio, la pista se quedó a oscuras y se oyó un golpe de mazo, un segundo después dos golpes y al tercer minuto tres y una ligera nube llenó la pista, en el telón de fondo en la izquierda apareció una foto de un niño rubio de tres años, apareció otra imagen sobre la primera pero con más edad y escuálido, sobre la foto a modo de tampón apareció la palabra “Secuestrado” otro sello de color distinto  “Mancillado” y un tercero  “Vendido”, La gente estaba absorta, fueron apareciendo siete fotos en total de nuestros chicos y las últimas todas con los mismos sellos encima y comenzó a sonar una música, apareció Sergei, a su lado Adam, después Jonás, Asier, Hito, Samir y Abu, cada uno debajo de su foto, vestían de negro con ropa muy ceñida marcando sus perfectos cuerpos, las cabezas inclinadas mirando al suelo, la pista fue subiendo lentamente sin hacer ruido y cuando se encontraba a un metro y medio del suelo, se detuvo, la suave música cambió y comenzó a sonar El Bolero de Ravel.

La música fue seguida por los movimientos de Sergei y sus zapateados (Claqué Moderno) Tap Dogs, a medida que la música avanzaba se añadía un miembro más del grupo, llegando a estar los 7 bailando al mismo tiempo siguiendo la música y delante de su foto, el sonido  iba increscendo, más de 19 minutos bailando frenéticamente y muy coordinados, parecían uno sólo, cuando la música terminó ellos también, la gente aplaudía a rabiar, los que estaban sentados se levantaban aplaudiendo, nosotros también y nos dolían las manos de tanto aplaudir, ellos saludaron cogidos de las manos e inclinando sus cuerpos hacía delante, cuando bajó el sonido de los aplausos, la voz de nuevo dijo:

Esto va para dos personas muy queridas por todos nosotros.

Sobre la gran pantalla fueron apareciendo siete imágenes distintas, eran andamios y estaban siendo ocupados por niños, niñas y jóvenes de diversas edades, que se fueron colocando en ellos mirando hacia nosotros, en cada imagen se notaban las siete nacionalidades de nuestros jóvenes bailarines, debajo de cada imagen ponía: En directo desde, San Petersburgo, Pretoria, Tel Aviv, Franja de Gaza, Tokio, Calcuta y Marrakech volvieron a sonar los tres golpes de mazo y la música de “Cumpleaños Feliz” tocada por una orquesta y todos bailaban Tap Dance al mismo tiempo junto con nuestros amigos, al terminar saludaron inclinándose todos al mismo tiempo, fue espectacular todos aplaudían, tanto Alessandro como yo teníamos lágrimas en los ojos, cada miembro de los 7 saludó en su idioma a los jóvenes zapateadores de las imágenes, ellos saludaron con sus brazos levantados, al terminar la conexión apareció un rotulo:

Maristany & Rius, org. Para niños maltratados.

La pista de baile fue descendiendo y los bailarines se fueron a cambiar, cuando aparecieron vestidos de otra forma todo el mundo los felicitaba, después se acercaron a nosotros y los abrazamos fuertemente, la música volvió a sonar y la gente contenta se pusieron a bailar, entonces apareció Ángel y nos abrazó, apareció el camarero con comida para ellos y bebidas, estuvimos mucho rato hablando del espectáculo que nos habían ofrecido y lo bien que lo habían disfrutado todos los presentes, se acercó Alejandro y tanto mi gemelo como yo lo abrazamos dándole las gracias, él nos besó en la mejilla, apareció Amadeo y también nos abrazamos a él, volvimos a comentar lo fabuloso que había sido todo, pasado un buen rato algunos fuimos a bailar a la pista, Ángel había conectado un magnetófono multipistas con música de importación grabadas, Kike y Mauricio ayudaban en la barra, había entrado más gente, algunos se habían marchado, pero seguía lleno, los jóvenes de las reformas saludaron a los jóvenes bailarines y se quedaron hablando.

Pasada  una hora y media, quedaba menos gente, Diego y yo estábamos disfrutando en la pista de baile él dijo que iba al baño y se fue al más cercano de la pista, el grande, miré como se iba y al poco un joven de unos 30 años entró en el baño casi detrás de él, fui para allí y me puse al lado de Diego para orinar, en el otro lado se encontraba el otro personaje, éste miró sin reparo la verga de Diego y subiendo la mirada dijo: ¡No eres muy joven para estar con esta clase de gente! Diego lo miró a la cara respondiendo con tranquilidad: ¡Estoy con quien debo y son mi familia! Se subió la cremallera y se fue a lavar las manos, el hombre apoyó su cabeza sobre la pared, mientras terminaba de mear, yo había terminado y me lavaba las manos y le pregunté ¿Se encuentra bien? Él gruñó por lo bajo, se subió la cremallera y se lavó las manos, Diego salió, me sequé y cuando estaba a punto de cruzar la puerta, el hombre me dio la vuelta de un tirón aprisionándome la espalda contra la pared y su cuerpo apretado contra el mío, su antebrazo cruzaba mi cuello apretándolo, me hablaba casi en susurros diciendo: ¡Tú, seguro que eres tú el causante de todo esto! su mirada vidriosa denotaba que estaba algo ebrio, continuó: ¡Antes éramos los tres contra el mundo! ¿Qué le has hecho para transformar al mayor putero de chicas, en un maricón rompeculos? Continuó hablando como para sí mismo: ¡Lo has apartado de la familia! Entonces supe quién era, el hermano menor de Alejandro, su nombre P.J. de Pedro Juan, bajé mi mano apretando la verga en su entrepierna diciéndole: ¿Nos vamos a hacer daño, o no?

Le miré a la cara apartando su antebrazo de mi cuello y aflojé mi mano, le respondí: ¿No habrás sido tú, que los has apartado de tú lado, PJ? Se sorprendió que supiera su nombre, intentó besarme la boca mientras mascullaba: ¡Si pruebo contigo igual los recupero a los dos! Añadí: ¡No creo que eso fuera lo mejor, los dañarías a ellos y a ti mismo, luego te arrepentirías al perderlos! Apoyó su mano sobre las baldosas separando un poco su cuerpo del mío y dijo: ¡Lo siento! Miré hacía la puerta y Diego estaba apoyado mirándonos, cogí la mano de ambos y los metí dentro de uno de los WC, Diego cerró la puerta, puse mis manos sobre sus mejillas acariciándole la cara, le dije: ¡Será mejor que no te vean en éste estado, necesitas desahogarte y soltar tu mala leche! Él se dejaba hacer, le fui pasando la mano por encima del pantalón frotando su flácida verga, que poco a poco con insistencia se fue despertando, separé el cinturón y los pantalones dejándolos resbalar hasta el suelo, la verga prometía, casi como la de Alejandro, Diego fue abriendo los botones de la camisa y deslizaba su mano sobre su pecho acariciándole, yo a su otro lado giré su cara y besé su boca, algo seca, pero mi lengua mojó sus labios, PJ tenía los ojos cerrados, pero su respiración era agitada, Diego acercó sus labios a él besándolo también, ahora comenzaba a gemir y su verga seguía creciendo con el movimiento de mi mano sobre su bóxer y su lengua buscaba las nuestras que metíamos en su boca.

Lo puse de lado y deslicé el bóxer sobre el pantalón, me agaché delante de él, deslizando mi lengua a lo largo y ancho de su verga, gemía y seguía con los ojos cerrados, mi boca chupó su glande y gimió de nuevo, Diego paseaba su lengua por su oreja, metiéndola dentro y mordisqueándole el lóbulo, mientras sus manos se deslizaban sobre el joven cuerpo de él y bajando hasta el vello del pubis donde yo seguía chupando cada vez más su verga. Diego se agachó detrás de él y deslizó su lengua por la raja de su culo, abrió los ojos y ya no los cerró, sus manos antes tan laxas ahora acariciaban mi cabello, Diego pasaba su lengua una y otra vez por su ano separándole las nalgas, volvía a gemir con más intensidad y su verga estaba dura como una piedra y comenzaba a mover la pelvis adelante y atrás, mi mano acariciaba su tetilla y luego la otra, se la pellizqué y con un gemido gutural comenzó a escupir su semen dentro de mi boca, mientras yo seguía apretando su pezón, la boca se me llenaba de tal forma que tuve que tragarme su semen, a pesar de todo continué chupándole la polla y Diego se sumó a mí lamiéndole los huevos, haciéndole gemir de nuevo, un instante después Diego y yo nos besamos estando agachados y al levantar nuestras miradas vimos que él nos observaba, pero de una forma distinta, que media hora antes, nos levantamos y le fuimos subiendo las prendas de los tobillos, él abrochó su camisa en silencio y terminó de arreglarse la ropa, miró hacia abajo notando que nosotros dos estábamos empalmados, el bulto de nuestras vergas dentro del pantalón así nos delataba y dijo: ¿Y vosotros que? Diego respondió: ¡No tienes que preocuparte por nosotros, siempre estamos a punto y en casa disfrutaremos más, lo importante ahora eras tú! PJ respondió: ¡Gracias! Nos colocamos bien las vergas y salimos de wáter los tres, no había nadie y cruzamos la pista de baile y nos sentamos con nuestros amigos, Alejandro y Amadeo al vernos, preguntaron si estábamos bien, respondimos que sí, pero que PJ estaba algo indispuesto en el baño y lo habíamos ayudado un poco, entonces le dije a Alejandro que no creía conveniente que PJ cogiera su coche estando de esa forma.

Ambos se levantaron acercándose a PJ, que estaba en la barra cabizbajo, su hermano mayor le acarició la nuca y le besó la mejilla, Amadeo lo abrazó y él se pasó la mano por la cara, más para retirar una lágrima, que por encontrarse mal, lo trajeron donde estábamos todos nosotros y se sentaron allí, el humor de PJ estaba cambiando mientras escuchaba nuestros comentarios, incluso sonreía con alguna salida,  en la forma de hablar entre nosotros. En un aparte le dije a Alejandro que PJ les echaba de menos a los dos, que se sentía sólo y desplazado. Diego me cogió la mano tirando de mí me dirigió cerca del baño al cuarto oscuro seguíamos cachondos, allí se notaba movimiento de varias personas, al pasar por delante de uno de los cubículos unas manos tiraron de nosotros y nos vimos envueltos por cuatro jóvenes, dos me besaban la boca mientras sus manos me abrían la camisa y me acariciaban, las mías respondieron y noté que uno de ellos era Adam, ya que frotaba su verga contra mi culo, el otro Hito el japonés, que me abría la cremallera bajándome el pantalón y se ponía a chupar mi verga, Adam me comía el culo con ansia devoradora, miré al lado y a través de la luz roja vislumbré a Diego en la misma posición que yo, delante agachado Abu el joven marroquí y comiéndole el culo Salim, el hindú.

Mi ano ya palpitaba de placer, la lengua de Adam frotando mi agujero y separando mis nalgas me ponía como una moto, se levantó frotándose conmigo, mi mano sujetando su gruesa verga le hacía gemir la dirigí a mi culo y me fue penetrando mientras me giraba la cara besándome con fruición, su lengua suave me dejaba sin habla, dio un fuerte empujón con su pelvis clavando su verga dentro de mí, di un respingo, pero el gusto era mayor, ahora se retiraba y la clavaba de nuevo, sus manos sujetaban mis caderas fuertemente, Hito se incorporó y se colocó delante mío sujetando mi verga se la fue clavando  echando su trasero hacía atrás, gimió y yo también, ahora mis manos sujetaban sus caderas y era yo el que las movía adelante y atrás follaba y era follado, que placer tan inesperado una de mis manos aferró la verga de Hito, me sorprendió su tamaño no todos los orientales la tienen pequeña, debe medir unos 17 centímetros, bastante gruesa y unos huevos llenos y rotundos, los de Adam golpeaban suavemente a los míos con las penetraciones seguimos un largo rato así, despacio, no había prisa por terminar.

Miré a Diego y él agachado detrás de los dos jóvenes, uno debajo del otro, como si estuvieran a caballo con las caras apoyadas en la pared y mi querido Diego lamiéndoles el culo alternativamente, ambos gemían, mi niño se levantó sujetando su inmensa verga se la clavó a Abu, que estaba debajo, éste gimió con fuerza mientras chupaba los dedos de Salim con lujuria, le dio cuatro o cinco empujones y sacando la verga la clavó en el culo de Salim, también gimió de placer su verga alternaba los dos culos, clavándose con fuerza y se corrió dentro del culo de Abu, pero continuó follándose los dos culos, su verga estaba dura y sus empujones fuertes les hacían gozar y pasado un buen rato se volvió a correr dentro de Salim.

Por mi lado, Adam e Hito se habían intercambiado, El joven japonés me penetraba con intensidad y yo penetraba a Adam de la misma forma brusca, hice mi movimiento mientras sujetaba la verga de Adam y apretándole fue soltando enormes trallazos de semen contra la pared, al correrse apretó su ano provocando que yo terminara en su culo mientras soltaba un largo gemido y noté la salpicadura del semen de Hito dentro de mi culo, mientras continuaba penetrándome, Adam se separó chupando mi verga cuando la dejó limpia incliné mi cuerpo chupando la suya, Hito sacó la suya de mi ano y nosotros dos se la chupamos con deleite para todos.

Diego agachado turnaba en su boca las vergas de los jóvenes bailarines, que uno a uno fueron soltando su semen dentro de la boca del joven Diego, que no dejó de chupar tan magnificas vergas, poco después nos arreglamos la ropa, pasamos por el baño para arreglarnos y refrescarnos, salimos a la pista de baile, nuestro grupo miró hacia nosotros al ver que salíamos los seis del mismo sitio, parecían algo sorprendidos, pero nadie dijo nada al respecto y nos sentamos con ellos. En el local ya estábamos solos con los camareros y les ayudamos a recoger todo, Kike y Rubén hicieron caja y quedaron satisfechos, por la recaudación, para ser el primer día y haber algunas invitaciones, al terminar nos lo dijeron y brindamos todos juntos.

Kike, Mauricio y los 4 “ángeles” subieron al piso de arriba, deseándonos feliz noche a todos, por su lado Ángel subió en la furgoneta con el resto de chicos y Sergei conduciendo, por nuestro lado nos subimos a los dos coches de Alejandro y Amadeo, con PJ añadido, se encontraba algo más relajado. Al reunirnos en el salón me levé aparte a Ángel y le comenté: ¡No creo que siguiendo y atosigando a Sergei, te pueda ir mejor que con Lile, puede agobiarse de tenerte siempre encima, creo que por tú bien, le dejaría algo de más libertad y que te busque él a ti, entonces notarás su interés por tu persona, es sólo un consejo de amigo, porque deseo que lo vuestro funcione! Y lo besé en la mejilla, nos unimos al resto, poco después nos íbamos a nuestras habitaciones, pero Alejandro me cogió del brazo y me preguntó: ¿Dónde ponemos a PJ? ¡No puedo dejarlo sólo! Yo respondí: ¡Puedo meterlo con nosotros en nuestra cama o podéis meterlo en la vuestra, tal vez se encuentre más a gusto con vosotros! Él añadió: ¿Y si pasa algo? Repliqué: ¡Lo que sea, será, recuerdas nuestra primera noche contigo, pero lo tiene que decidir él! ¡Es lento, doloroso y tener mucha paciencia y cariño, eso os sobra a ti y Amadeo, de esa forma se sentirá tal vez parte de la familia, como antes y si necesitas ayuda estaremos encantados! Me di la vuelta subiendo las escaleras dejándolo pensativo, mientras me reunía con Diego, tenía ganas de follármelo y eso ocurrió dos veces en la noche, el me penetró a mí, quedándose dormido con su polla dentro de mi culo, con gran placer para los dos.


Soy PJ, Pedro Juan, el hermano menor de Alejandro, la desazón que sentía durante la inauguración del local, me dio por beber más de lo debido, enfrentándome al joven Diego y a John, ¡Dios, que buenos están los dos y eso que no me gustan los hombres, pero reconozco cuando tienen buen cuerpo y son guapos! ¡Qué sorpresa cuando acorralé a John, y él tan tranquilo hablándome como si no pasara nada y su mano apretándome la verga mientras me replicaba, le hubiera mordido sus labios debido al placer que me recorría por todo el cuerpo! Y después me derrumbé, tomando él la iniciativa y yo como un pelele, entre ambos me hicieron gozar de una manera nunca sentida con ninguna mujer ¡Que bocas, madre, que maravilla de bocas, me sacaron todo el jugo de mis huevos, junto con la mala leche, que se tragó John, inaudito y las chicas, mis ligues de una noche, apartan la boca cuando voy a correrme! Además después no dijeron nada de lo ocurrido, al contrario me cubrieron las espaldas ¡Buenos chicos! Alejandro me besó la mejilla como hacía antes y el abrazo caluroso de Amadeo me enterneció más, me divertí bastante con el ingenio de todos los chicos y la camaradería que había entre ellos, ahora estoy en su casa, no sé dónde me pondrán a dormir con tanta gente, igual termino en la casa de invitados yo solo. He visto a John hablando con Alejandro, no sé lo que le habrá contado, pero ha subido al piso de arriba con Diego, Alejandro se ha acercado a mí rodeándome con su brazo por los hombros y después de apagar las luces, me ha llevado a su dormitorio, allí se encuentra Amadeo, los dos se empiezan a quitar la ropa, me sorprende que no llevan calzoncillos, se han quedado desnudos y yo me los quedo mirando, ya los había visto de esa manera, pero ahora para mí era diferente, entonces Alejandro me dice; ¿Te vas a meter vestido en la cama o tienes reparo? Sin pensarlo dos veces me voy desnudando, cuando voy a bajarme el bóxer noto mi verga algo morcillona al ver sus esplendidos cuerpos, me decido y me los quito, subo a la cama y me dejan un hueco entre los dos.

Alejandro solícito me pregunta, si me encuentro bien, respondo afirmativamente, apaga la luz y se pone de lado mirando hacia mí, colocando su cálida mano sobre mi pecho, espero que no note lo acelerado que tengo el corazón, la persiana no la han bajado y entra la luz del jardín, veo su cara tan hermosa reposar sobre la almohada, el lento respirar de tranquilidad y mi verga se me ha disparado, es la primera vez, que pienso en Alejandro de otra manera siendo mi hermano mayor y esto me inquieta, su mano sube lentamente y gira mi cara hacía él mientras me dice: ¿No puedes dormir? Tengo sus labios tan cerca de los míos que me gustaría besarlos, deslizó mi cara hacía ellos juntando mis labios a los suyos, Alejandro abre ligeramente los labios y yo sacando mi lengua recorro sus labios lentamente, saca su lengua y la frota con la mía, juntamos nuestras bocas fundiéndonos en un prolongado beso de amor, giro mi cuerpo pegándome al suyo, noto su verga dura tocando la mía, que comienza a palpitar, él lo nota, pero no dice nada seguimos besándonos, mi mano derecha acaricia el izquierdo suyo desde el hombro hasta llegar a la muñeca, me deja hacer a mí, teme causarme daño de alguna manera, cojo su mano y la pongo sobre mi cadera, me acaricia con suavidad, desliza su mano por mi costado y su boca cerca de mi oído me dice: ¡Sabes a lo que estás jugando, no quiero ser causa de tus desdichas, si ocurriera algo! ¡Amadeo y yo te queremos como siempre, no tienes que hacer nada para convencernos de quererte!

Esta declaración era de amor, no pedía ni exigía nada a cambio, yo respondí: ¡ Mi amor por vosotros dos siempre estuvo aquí, en mi corazón y durante el día de hoy, salió de dentro, quiero sentir vuestro amor y compartirlo, si queréis! Entonces noté un beso en la nuca, era de Amadeo, pasó su mano sobre mí brazo diciendo: ¡No tienes que hacer, ni demostrarnos nada, estamos a gusto contigo, si algo no te gusta queremos saberlo, no te guardes nada, siempre sinceros! Y sin mediar palabra me puso boca abajo colocándose pegado sobre mi espalda frotando su verga por mi culo diciéndome: ¡Te voy a follar tanto, que partiré tu culo en dos! Yo moví mi trasero diciéndole sonriente ¡Pártemelo, pártemelo! Alejandro se tumbó encima de Amadeo riendo mientras soltaba ¡Y yo os partiré el culo a los dos y me haré una bufanda, para llevaros conmigo! Y todos comenzamos a reír como antaño, pero nuestras vergas estaban muy excitadas y mi culo se acordaba de la lengua del joven Diego y palpitaba.

Se quitaron de estar sobre mi espalda, Alejandro dio la luz y subiendo mi cuerpo por las axilas me dejó sentado apoyándome en el cabezal, él se quedó boca abajo entre mis piernas estiradas, me las separó y sujetando mi verga comenzó a lamerla, su lengua subía y bajaba por el tronco dándome placer, poco a poco  la fue entrando en su boca, Amadeo a mi lado me besaba la boca con ardor, y fue deslizando su cuerpo hasta el final de la cama, separó las piernas de Alejandro y enterró su cara entre las nalgas, veía su cara y su lengua frotar con intensidad  la raja del culo de mi hermano, sus manos separaban las nalgas enterrando de nuevo su cara, la visión me provocaba más placer todavía, la mamada de Alejandro era fantástica, le costaba tragarse mi tranca, tan grande y gorda como la de él, pero insistía, su saliva resbalaba sobre mis huevos y su mano me los acariciaban, apoyó sus manos en la cama levantando su cara hacía mí mirándome y yo deslicé mi cuerpo debajo del suyo, nos besamos con frenesí Amadeo tiró de mi brazo haciéndome salir de debajo de Alejandro, le separó más las piernas y me dijo: ¡Está preparado para recibirte!

Me encaramé sobre su espalda y apoyando mis manos en la cama mi verga encontraba la entrada de su culo y fui entrando dentro sin prisa, lentamente, él gemía mordiendo la almohada, Amadeo le abrió más las nalgas y empujé hasta el fondo, gimió de nuevo y ya no pude detenerme ¡Joder que placer sentía por todo mi cuerpo! Sus gemidos me excitaban más todavía y la boca de Amadeo en mi culo me provocaba delirio, Alejandro se dio la vuelta pasando su pierna por delante mío, sin sacar mi verga de su culo, lo tenía delante mirándome mientras lo follaba, su enorme verga palpitaba sobre su plano vientre, Amadeo se puso detrás de mi pegando su cuerpo al mío, pensé que me iba a penetrar, ya que notaba su verga cerca de mi ano, pero sus manos sujetaron las piernas de Alejandro separándolas más, mientras besaba mis hombros y el lateral del cuello, mi hermano alargó su mano y pellizcó mi tetilla y de repente no pude retenerme y con una fuerte embestida escupí mi semen dentro de su culo, sollozando continué con mi verga dentro de él, sus manos sobre mis caderas me indicaron que continuara penetrándole y eso hice, de repente soltó su semen sobre su pecho gimiendo, Amadeo se había colocado sobre la cabeza de Alejandro, con el trasero en la cabecera y agachando su cuerpo comenzó a lamer el semen de su amado y éste chupaba la verga de Amadeo, Amadeo chupó la verga mojada de Alejandro y gimió mientras terminaba soltando su semen dentro de la boca de éste, la visión de todo ello y ser participe, me excitaba la mente y volví a correrme de nuevo dentro del culo de mi hermano Alejandro, mi cuerpo se deslizó sobre el suyo y los tres nos besamos.

Nos separamos tumbándonos sobre la cama, Alejandro se puso de lado mirándome y levantando el brazo apoyó su cara sobre su mano, se metió los dedos de su otra mano en la boca chupándolos con fruición y de pronto su mano pasó entre mis piernas y los dedos mojados masajeaban mi ano diciéndome ¡Éste no se va a ir de rositas! Sus dedos frotándome me encendían al igual que lo que me decía, le pregunté; ¿Me dolerá? Él añadió; ¡Claro que te va a doler, yo haré que le quejes de dolor y te entregues a mí sin rendición! Sus hábiles dedos me excitaban el culo, me dolía cuando penetraba más al fondo, me mordía el labio, él mirándome decía: ¡Lo quieres o no! Yo balbuceaba respondiendo ¡Sí, lo quiero, lo necesito! Amadeo me cogió las muñecas tirando de mis brazos hacía arriba mientras me besaba, apartó su boca, para que viera bien a mi hermano mayor separándome las piernas, se escupió en la mano frotando su inmensidad y luego la pasó por mi culo, colocando mis piernas sobre sus anchos hombros introdujo su verga en mi agujero, no sé si era su verga o mi ano que estaba ardiendo, pero el dolor era muy intenso ¡Dios, que dolor!, pero él tan constante continuó clavándose dentro de mí, por mi cara resbalaban algunas lágrimas, Amadeo pasó su lengua por ellas besándome los ojos, yo miraba como la dura estaca entraba hasta el fondo, Alejandro se quedó quieto, notaba sus huevos tocando mis nalgas y me miraba la cara, yo seguía mordiéndome el labio, haciéndome saltar unas gotas de sangre, agarró mis tobillos y se fue retirando lentamente y al instante se clavó de un golpe, me quejé, pero continuó repitiéndolo y poco después la sacó del todo, notaba el vacío en mi culo, no duró mucho ya que sin dirigirla la clavó de nuevo haciéndome gemir, ésta vez de placer, lo repitió una y otra vez ¡Dios, que placer sentía! mi culo era suyo y yo así lo quería.

Amadeo de espaldas a la cabecera y mi cabeza entre sus piernas en cuclillas me ofrecía su verga, abrí la boca lentamente y chupé su glande, me sorprendió la suavidad y al poco su verga entraba en mi boca y yo chupaba como si me fuera la vida en ello, debo reconocer que me gustaba todo lo que hacíamos a pesar del dolor en el culo, realmente estaba disfrutando del sexo más que con las mojigatas de mis ligues y todo era placentero, Amadeo sacó su verga de mi boca y acercó su culo a la misma, deslicé mi lengua por su ano que él movía adelante y atrás frotándolo contra mi lengua, mi culo no dolía pero el placer que notaba hizo que mi verga soltara alguna gota más de semen sobre mi cuerpo, que Amadeo rápidamente fue lamiendo, chupó mi verga que seguía endurecida, Alejandro aceleró el ritmo y mis gemidos también y su verga estalló dentro de mi culo, notaba trallazos dentro llenándome de su líquido vital, bajó mis piernas pero no sacó su verga de mi culo.

Amadeo se dio la vuelta hacía mí y colocándose encima mío sujetó mi verga y se fue sentando sobre ella agachando su cuerpo sobre mi pecho, nos besamos y en ése instante noté otra verga, la de mi hermano que entraba dentro de Amadeo uniéndose a la mía, éste gimió en mi boca, Alejandro acariciaba la espalda de Amadeo mientras su verga entraba y salía de su culo, la sensación era tal, que parecía que me estaban masturbando, el contacto de las dos vergas era una delicia, yo movía mi pelvis hacía arriba notando los huevos de Alejandro chocar con los míos, él aceleró el ritmo y sujetando los hombros de Amadeo gimió terminando dentro de tan apetitoso culo, el calor de su semen provocó que yo me clavara hasta el fondo y de mi verga brotó semen de nuevo, Amadeo continuaba gimiendo con las dos vergas clavadas y suspirando soltó su semen sobre mi cuerpo frotando su verga sobre el viscoso líquido debido a nuestros empujones. Alejandro sacó su verga y Amadeo se levantó, de la mesita cogió una toallita, pero Alejandro cogió con su boca el semen derramado por Amadeo y me besó, pasándomelo a la mía, el sabor era raro, pero lo paladeé y finalmente lo tragué, nos limpiamos con la toallita y nos tumbamos para dormir, ya hacía rato que estaba amaneciendo, nos quedamos satisfechos y dormidos.


Soy John, estoy tan a gusto en la cama con la verga de mi Diego clavada, que no me atrevo a moverme, para no despertarlo, su respiración es muy tranquila, pero mientras tenía los ojos cerrados notaba una mirada sobre mí, abrí los ojos mirando hacía la ventana, en una de las chaisse-longue, se encontraba medio sentado y con las piernas dobladas Ángel, su mirada iba de la ventana a nosotros, nuestras miradas coincidieron, levanté la sábana y con la mano golpeé ligeramente el colchón, él se levantó y se acurrucó a mi lado, le pregunté: ¿No puedes dormir? Negó con la cabeza y dijo: ¡Creo que tienes razón, siento algo muy fuerte por Sergei y no quiero perderlo! ¿Me puedes ayudar? Yo me quedé pensativo y le dije: ¡Cuando note que lo agobias un poco te llamaré y tú vendrás a mi lado! ¡Sí Sergei te busca, tan solo con la mirada, es que te quiere a su lado, pero piénsalo bien y nunca, nunca debes mentirle, eso empeoraría las cosas! Añadí: ¡Se coge antes a un mentiroso que a un cojo! Le besé cariñosamente los labios y nos pusimos a dormir.

Una hora después desperté, el sol del día despuntaba a través de la ventana, me levante con cuidado de no despertar a Diego y Ángel, fui al baño y bajé a la cocina, preparé el desayuno y tomando una bandeja entré en el cuarto de Alejandro y Amadeo, estaban los tres dormidos acurrucados, una bonita estampa para la vista, dejé la bandeja sobre la cómoda, tiré de la sábana diciendo: ¡Chicos es hora de levantarse, ahí tenéis el desayuno, el resto en la cocina! Mientras ellos se frotaban los ojos añadí: ¡Parece que alguien se lo ha pasado de muerte! Miré a los tres soñolientos, PJ tenía la cara colorada y yo salí de la habitación soltando una risotada al tiempo que decía ¡Te pillé!

Continuará.