Me seduce mi prima en la playa
Nunca me había planteado hacer el amor con una mujer... pero mi prima tiene muy buenos argumentos y una muy buena amiga nueva.
Paso los veranos con una prima en una pequeña ciudad de la costa, playas y fiesta por la noche. El último todo iba como siempre hasta que en nuestro primer día de playa ambas con los bikinis mas breves que teníamos le pregunté por los chicos que tenía fichados para algo mas que ir a la disco e invitarnos a copas. Dándome un susto de muerte me contestó:
-No me hables de chicos, he cambiado, soy lesbiana.
Y me lo soltó así a las bravas sin paños calientes.
Me lo aseguró mucho pero no me lo creí hasta que no puso una mano en una de mis tetas, mirando alrededor, por dentro del sujetador y acariciándome el pezón con los dedos. Tuve que rendirme a la evidencia. Me estaba dando todas las pruebas y una confesión firmada. No me quedó mas remedio que declararla culpable.
Siempre he sido de decisiones rápidas y aquella tenía que ser muy rápida. Si no la paraba pronto los pies terminaría bollera y por otro lado estaba la tentación de lo que para que negarlo me atraía bastante. Y no tan ignorado pues conocía muy bien su bello cuerpo, pasábamos juntas todos los veranos y a veces hacíamos topless en la playa. Nos habíamos visto desnudas infinidad de veces y nos rozábamos pero sin deseo sexual o eso creía yo, hasta ese momento.
La dejé , ¿no suele decirse eso de que a la prima se le arrima? e incluso me acerqué un poco más y la besé en la boca. De perdidos al rio. Había mucha gente para permitirnos mas avances sin montar un escándalo así que nos fuimos a los vestuarios y de allí a su casa lo mas rápido posible.
Ya en su salón, frente a frente, me besó en la boca. Puse las manos en su cintura y sacando el top de la falda que tenía puesta acaricié la piel de su vientre. Ella directamente me bajó la cremallera del mini short que llevaba y metió la mano por dentro de la prenda acariciándome el coño.Ya hacía años que ambas no nos poníamos ropa interior sobre todo los veranos que pasábamos juntas. Ahora fui yo la que subiendo su falda acaricié suavemente los labios de su vulva que llevaba al aire. No podría decir que su prima se iba a cortar con ella.
Le bajé la falda a los pies y ella me sacó la camiseta de tirantes por la cabeza. Aprovechando que no podía defenderme por tener las muñecas sujetas por mi prenda se inclinó y lamió mis axilas y las tetas no podría decir lo que duró aquello, mes limité a gemir y a disfrutarlo.
Se dedicó a acariciarme mis pequeños pechos duros, cónicos y yo amasando sus nalgas poderosas, pues sus anchas caderas le han desarrollado un culo grande y precioso. Por fin terminé de sacar su top liberando sus pechos grandes un poco caídos con los enormes pezones que siempre había admirado. Su figura es mas voluptuosa que la mía que se podía definir de nadadora: Nada por delante, nada oír detrás.
Ella me bajó los pantalones cortos arrancándolos de mis nalgas respingonas. Nos fuimos al dormitorio y nos tumbamos sobre su cama. Mientras seguíamos acariciándonos tiernamente le hice algunas preguntas. Así me contó como la habían seducido esa misma primavera en la playa un día de mucho calor en el que por ser temprano en la temporada no había mucha gente en la arena. Se le acercó otra chica también en topless como ella. Puso su toalla al lado y conversando se hicieron amigas muy íntimas evidentemente. Le dio leche bronceadora por el cuerpo, por todo todo el cuerpo.
En un masaje muy sensual en el que su nueva amiga-amante se entretuvo mucho. Acariciando sus pechos con la excusa de la crema. Cuando le llegó el turno a las piernas también se interesó mucho por el culete de mi prima que el tanga que usaba ese día descubría por entero. Para entonces, y o yo conocía muy mal a mi prima o esta estaba realmente cachonda con el masaje de su nueva amiga. Pues admitámoslo mi primita es una calentorra.
Luego se fueron al agua juntas jugando. La otra lesbiana aprovechó todas las oportunidades que mi prima comenzaba a brindarle de forma totalmente consciente para tocarla. Nosotras mientras ella relataba todo eso no dejábamos de tocarnos y besarnos con ternura y suavidad. Y a mi me estaban entrando unos deseos enormes de conocer en el sentido mas profundo de la palabra a la amiga de bellos pechos y aún mas bello coño de mi prima.
Después la lesbiana por rematar la faena en caliente acompaño a mi prima a su casa y por el camino se sinceró del todo con ella aunque tampoco hubiera hecho falta ese detalle pues la chica no es nada tonta en esos menesteres. Mi adorada pariente por probar, como estaba haciendo yo, y por que no le habían desagradado nada los toqueteos en la playa la invitó a su piso a tomar algo.
Nada mas entrar se quitaron los blusones y las bragas del bikini y se besaron en la boca, restregando sus pechos generosos y frotando el recortado vello del pubis y todo lo que hay por debajo.
Sobre la alfombra del salón sin llegar a la cama hicieron el amor. Y esa misma mañana yo había caminado descalza sobre esa alfombra. Entre la narración y las caricias estaba cada vez más caliente, no pude aguantar más y conduje la cabeza de mi prima hacia mi coño completamente rasurado. Comenzó a lamer mientras yo me acariciaba los pechitos pellizcando mis pezones y ella exploraba los labios de mi vulva, torturaba mi clítoris o me penetraba lo mas profundo que le permitía su lengua.
Entonces alguien llamó a la puerta. Estaba claro que mi estreno estaba siendo accidentado.
Mi prima enfadada se levantó a ver quien importunaba, se puso una negligé de seda que la dejaba aún mas bonita que desnuda y fue a abrir. Yo pensaba excitada en la sorpresa que se llevaria la persona de la puerta al verla así.
La oía impaciente discutir en el salón con alguien quejándose de que le faltaba paciencia. La sorpresa me la llevé yo cuando la que apareció en la puerta del dormitorio fue la otra lesbiana su amiga, seguida de mi prima ya completamente desnuda. Llevaba un blusón de malla que no dejaba mucho a la imaginación y por entre los agujeros asomaban los pezones rojo oscuro y duros. Mi pariente la ayudó a sacárselo mientras yo sin moverme contemplaba su belleza. Cuando la prenda sobrepasó la cadera me di cuenta que se había apuntado a eso de no llevar ropa interior pues su coñito apareció desafiante y desnudo. Antes cuando se marchó mi prima estaba tan excitada que seguí acariciando mi clítoris sin ayuda. El ver aquellos dos cuerpos impresionantes y bellos totalmente desnudos ante mi desencadenó un fuerte orgasmo que me delató con mi gemidos.
La amiga de mi prima se encargó de lamer esos jugos arrodillándose entre mis muslos desnudos y continuar con la labor hasta arrancarme los gritos de un nuevo orgasmo. Mi pariente tumbada a mi lado besaba mis labios, sorbía mi aliento, acariciaba mi lengua y dientes con la suya mientras acariciaba mis pequeños pechos, comparados con los de las dos y mis pezones. Correspondí a sus ardientes besos con mi lengua y mi saliva, rodeaba su talle con uno de mis brazos para tocar sus nalgas poderosas e introducir un dedo en su ano detalle que pareció gustarle.
Con la otra mano le acariciaba el cabello y la cara. Quise corresponder y comerle el coñito a mi nueva amiga, se lo dije y ella subió reptando sobre mi cuerpo restregando sus pechos sobre mi abdomen mientras besaba mis tetas o frotando nuestros pechos cuando ya besaba mi boca, mi lengua. un poco mas arriba y yo me metí los pezones en la boca para chupárselos y lamerlos bien eran como los de mi prima grandes y generosos mas rojos pero tan duros como los de mi pariente.
Por fin abriendo bien los muslos sentada sobre mi cara, me puso su vagina en los labios que besaron muy suave el clítoris que había conseguido encontrar con la lengua. Me abrí camino entre los labios suaves depilados penetrándola solo con la lengua, sintiendo todo su sabor en mis papilas. A pesar de ser inexperta no parecía hacerlo mal a juzgar por los gemidos con que regalaba mis oídos. Mi prima se desplazó a mi vulva en la que trabajaba lo mismo que yo en la de su amiga haciéndome chorrear completamente excitada y húmeda.
Del coño seguí lamiendo entre sus muslos hacia su ano, lamiéndolo con ganas penetrándolo con un dedo jugando en su interior. Agotada me separé un poco para verlas a ellas en acción, como se tocaban, acariciaban besaban y masturbaban. Quería, mas bien no me quedaba mas remedio que excitarme viendo como se amaban, ver su maestría.
Conseguí introducir mi cabeza entre los muslos de mi prima ya que aún no había probado su vulva, su coñito. Su sabor tan sabroso como el de su amiga. Tras incontables orgasmos encadenados mi prima la que se retiró a relajarse un tanto, dejándonos solas, pero admirando el espectáculo. Sin dejar de acariciarnos a las dos o de meternos un dedo en el ano. Puedo jurar que la piel de esa chica tan suave que no deje un milímetro sin tocar o lamer.
No llegamos a dejar el piso en todo el fin de semana y eso que a mi me apetecía salir a bailar y de copas. Pero tener a ese par de calentorras dispuestas a darme placer, a lamer toda mi piel o a cumplir cualquier deseo que mi imaginación expresara era algo inigualable.
Ahora me considero bisex, sigo acostándome con quien me gusta, solo que ahora he ampliado mis horizontes y estoy deseando que llegue el verano y volver a casa de mi primita y ayudarla a complacer a sus nuevas amigas.