Me recogieron en el cine

Era una tarde propicia, el cine XXX, desbordaba miradas calientes que demostraban sed de sexo. Me senté en la última fila y posé mi brazo derecho sobre el respaldo de la butaca vecina y vacía. Me quedé impactado con la imagen de una pija enorme, penetrando un culito de una partenaire, cuando entré al cine estaba caliente, ahora ya ardía, necesitaba una poronga.

Era una tarde propicia, el cine XXX, desbordaba miradas calientes que demostraban sed de sexo.

Me senté en la última fila y posé mi brazo derecho sobre el respaldo de la butaca vecina y vacía. Me quedé impactado con la imagen de una pija enorme, penetrando un culito de una partenaire, cuando entré al cine estaba caliente, ahora ya ardía, necesitaba una poronga. Como si me leyeran el pensamiento, un tipo se paró detrás de mi brazo apoyado y sobre mi mano, refregó su duro bulto, mis reflejos hicieron que acariciara, a través del pantalón, la mercadería ofrecida. Mientras esto acontecía, a mi izquierda, se sentó otro tipo, que al ver lo que hacía, tomó mi mano izquierda, libre hasta ese momento y lo llevó a su entrepierna, la cual comencé a acariciar, dando con ello mi consentimiento a seguir con la franela.

El que estaba detrás de mí vino a pararse frente a mí con su pistola afuera, ofreciéndomela para degustar, abrí mi boca y dejé que me la metiera en ella y empecé a chupar con ganas. El que estaba al lado mío, también sacó su herramienta y sin dejar de chupar la pija de quien tenía frente a mi, lo empecé a masturbar con mi mano izquierda. Nos incorporamos y nos pusimos en un rincón de la sala. Mientras ocupaba mis manos con sendas porongas, y besaba a uno de ellos, el otro me bajaba los pantalones y empezaba a chuparme el culo.

Me apoyé contra una butaca y previo a colocarse un condón, uno de ellos empezó a meterme su choto en el culo, el otro acompañante se paró frente a mi y seguí chupando su dura verga. Mi culito recibió el choto duro con un poco de dolor y placer, una vez que entró todo, comenzó a moverse dentro de mí para amoldarme más a su tamaño, enseguida empezó el bombeo, meta y saca cada vez más rápido, sin soltarme las caderas, a quien se la chupaba, empezó a llenarme la boca de leche.

Cuando se acercó otro tipo, con la pija afuera y tiesa, entendí que la cosa no terminaba, metió su nabo en mi boca y se la chupé con ganas, en ese instante noté, con los embistes más fuertes, que me propinaba quien me estaba cogiendo en ese momento, como acababa y acto seguido la sacaba, para oh sorpresa había otro tipo dispuesto a cojerme, me aseguré que tuviera un profiláctico puesto y me dejé penetrar, fue ahí que me di cuenta, que había varios tipos mirando la escena, con sus pijas afuera y sobándoselas, como esperando su turno. La cuestión que no solo no me molesté, sino que me excité más aún.

Muy pronto quien me estaba cogiendo, con fuertes embestidas, acabó dentro mío y al salir de mi culo, le pedí con un gesto al que se la chupaba que me penetrara, mientras lo hacía, dos tipos me ponían sus vergas duras en la cara y me deleité chupándolas alternativamente, hasta hacerlas acabar a cada una de ellas en mi boca. Muy pronto, quien me cogía, también terminó y salió de mí, liberándome momentáneamente de mi violación, consentida y gozada.

Un tipo estaba sentado, mirando la situación y masturbándose, me agache a chuparle la poronga, después de darle una buena chupada, me apartó un instante y mientras se colocaba un condón, me acomodé y me senté sobre su verga dura, que entró con notable facilidad en mi orto, a esta altura, totalmente abierto. Ahora era yo que subía y bajaba haciendo que la pistola de este hombre entrara y saliera de mi culo. Cuando acabó, me subí los pantalones y me senté a descansar. Dos hombres se sentaron a mi lado, y mis manos subían y bajaban por sus miembros duros, me arrodillé frente a uno de ellos y se la chupé hasta que me llenó la boca de leche. Me bajé los pantalones nuevamente y le dije al otro que me cogiera, obviamente no se negó y me dio una buena cogida mientras me pajeaba haciéndome acabar también.

Luego de todo esto, me dediqué a dormir un rato, cuando desperté, un tipo tenía su brazo sobre mi hombro, lo miré, y me besó en la boca. Le sonreí, nos levantamos y nos fuimos juntos. En otro momento les contaré como siguió la cosa. Pero, les recomiendo no dejar de ir a los cines porno, son fructíferas las tardes en ellos, se los aseguro.