Me prometiste un beso (2)
dos compañeros de trabajo comienzan a vivir sensaciones ya olvidadas(3 relatos) EL
Hace tres años comencé a trabajar en esta nueva empresa. Trabajo para una multinacional y soy representante de ella en mi comunidad.
La primera llamada que recibí de bienvenida fue la de mi jefe inmediato para darse a conocer; La segunda, la de una compañera de otra comunidad llamada Alejandra. No recibí más.
De esta última sólo puedo decir que me pareció una voz alegre y un gesto amable por su parte, y así de entrada y solo por ello ya despertó mis simpatías.
Desde entonces un día si y otro también, Alex y yo nos comunicamos bien por teléfono o bien por Internet..
No sé explicar por qué, no sé dar un motivo concreto, pero Alex ha sabido calar hondo en mi corazón desde el primer día.
Es ingeniosa, divertida, nerviosa, refunfuñona, simpática, empática y humana..Muy humana ;por este motivo se lleva muchos malos ratos en el trabajo y yo disfruto escuchándola y aconsejándola o animándola, según sea el caso!.
Cuanto más la trataba, mas ganas tenía de conocerla en persona.
Soy un tipo muy decidido de entrada y muy cabezota. Me gusta ser directo y opino sobre lo que creo que he de opinar, sobre el resto no me interesa como tampoco me interesa la opinión que los demás tengan respecto a mi!.
Y sin embargo esta mujer!! no puedo evitar apoyarla en todo lo que dice o hace; creo que desconoce el poder de atracción que ejerce sobre mí, y eso la hace aun más encantadora.
En nuestras conversaciones, he aprendido a quererla, a estimarla muchísimo e incluso a depender un poco de sus "paparrutxadas" como ella llama a sus tonterías.
Pero quiero conocerla ya!!! Y se me ha ocurrido una idea que me parece buena:
-"oye._le dije un día por teléfono _ qué te parece si nos juntamos todos un día para comer?, así _dije como excusa_ pondremos cara a la gente con la que hablamos a diario, no crees?".
Ella pareció encantada con la idea, es más, por motivos logísticos se fue demorando y al final me animó a organizarla de una manera u otra.
He de confesar que yo estaba como un crío con zapatos nuevos ante la idea de tener a Alex cerca .y de hecho, el día de la reunion, estaba nervioso como un quinceañero en su primera cita.
Durante mucho tiempo ya, Alex y yo jugamos al gato y al ratón en nuestras conversaciones y ambos sabemos que podemos seguir jugando y estaríamos encantados, o puede que el gato atrape al ratón o viceversa.
Una vez me contó una anécdota sobre esto mismo.
_"tu sabes, santi, que los gatos no cazan ratones por afán a la caza o para matar a la presa?. Los gatos ven a un ratón y lo ven tan rápido, que quieren jugar con el sin medir fuerzas, no se dan cuenta que lo dañan."
Solamente se me ocurrió contestarle:
-"ves ¿? alguien siempre mete la pata"_refiriéndome en especial al jueguecito que nos traemos y en el que habíamos acordado, entre risas, que yo era el ratón, por que en los dibujos de TOM y JERRY, él es el que gana siempre.
Me gusta como habla mi compañera. Es clara, directa (aun que le encanta eso de leer y hacerme leer entre líneas), y sobre todo, creo que sincera.
Es una persona excepcional, pero cuando se lo digo, se empeña en querer hacerme creer lo contrario.
-"hay una diferencia, santiago, y es que yo no soy un gato y tu no eres un ratón. Si nos dejamos atrapar es conscientes de en qué consiste el juego".
Ella es así ya lo dije antes y siempre va un paso por delante de mi.
Es vivaracha y nuestras conversaciones siempre tienen un punto divertido, picaron
¡Cómo no desear verle de frente y ponerle cara por fin!.
Bueno, alguna vez la he visto por cámara, con su cabello indomable, sus rizos negros, sus ojos oscuros y su sonrisa permanente. ! Pero no es lo mismo!
El día que quedamos para comer, junto con otros compañeros, ella llegó la última y yo estaba ya que me subía por las paredes.
Entró disculpándose con una amplia sonrisa ..nos echó un rápido vistazo a todos y comenzó con el saludo, que en vez de ser de rigor fue muy afectuoso ..
Fue abrazando y dando besos a todos, y me dejó para el final.
-"qué ganas tenía de conocerte por fin"_me dijo al oído aprovechando el abrazo.
Y yo, como un tontorrón, sonreí complacido.
Me senté a su lado en la comida y después estuvimos paseando un poco para conocer la ciudad, unas veces-las menos- a su lado
Me pareció una mujer guapa, quizás ya no tanto por su aspecto como por lo que conozco de su interior!.
Llegada la hora de marchar cada uno a su destino, hubiera dado cualquier cosa por haber disfrutado a solas de su compañía un poco más.
Recuerdo que al decirme adiós, me dio un abrazo prolongado y dos besos y volvió a susurrarme"nos vemos".
Si supiera ella las ganas que tuve de que su deseo se hiciese realidad!. Lo único que puedo decir, es que si antes creía que Alex era una mujer diferente, ahora tenía la certeza.
Al día siguiente me faltó tiempo para intercambiar opiniones y no tanto por saber de los demás, como por saber de ella sobre mí.
Lo se. Pura vanidad!, pero necesitaba saber qué impresión le había causado, que opinaba de mi !Todo!!.
Es increíble, por que a pesar de mi bravuconería, me siento indefenso ante ella.
Sin darme cuenta le estaba preguntando cuando organizábamos otra comida.
Escuché como se reía mientras me preguntaba:
_ "caramba santi, te quedaste ayer con hambre, o que?"
Tuve que morderme la lengua para no decirle que me quedé con ganas de ella, de su compañía, de su risa y sus miradas, de sus ingeniosos comentarios de sus mordaces observaciones .de toda ella, por que tampoco entonces sabía que me sucedía o por qué!
No sé si fui yo quien sugirió que la organizara ella o fue ella quien se ofreció, pero los días pasaban, yo seguía tratándola y era consciente de mis ganas de volver a tenerla cerca.
La verdad es que por una u otra causa iba aplazándolo y yo la presionaba con suavidad para que se decidiera, hasta que por fin puso fecha y lugar.
¡Ya le costó!
Fue ella quien me propuso quedar una hora antes en la terraza de una cafetería y además dijo que el último pagaba las cervezas.
Santo cielo! A pesar de la hora de nuestra cita, yo llegué allí aun media hora antes con la absurda esperanza de que ella apareciese igualmente.
Estuve decidiendo qué ponerme, como un chiquillo nervioso queriendo impresionar a una niña!
Y cuando la vi llegar con su pantalón corto, su blusa rosa su cabello suelto creí que el corazón iba a salir disparado.
Realmente me puse nervioso. Lo sé un soberano imbécil ,no?.
Dos besos, un abrazo, una risa nerviosa y una sensación tonta en el cuerpo.
¡¿Cuánto tiempo hace que no me sentía así?!.Llevo casado 20 años y quiero a mi mujer, pero es todo tan rutinario, tan monótono que Alex representa un pedacito de alegría y felicidad en mi día a día.
No, no vivimos engañados. Ambos sabemos lo que hay, lo que deseamos, que no va mas allá de un mero tonteo, pero suficiente para que nuestras vidas tenga un toque diferente.
Ni sé de qué diablos estuve hablando durante el rato en que estuvimos solos, tal era mi nerviosismo, y francamente, el tiempo volvió a pasar rapidísimo y los demás comenzaron a llegar.
El restaurante fue un acierto. Un lugar entrañable y perfecto, una comida buenísima y una sobremesa excepcional.
El día también acompañó y estuvimos paseando por la playa hasta que decidimos tomar un café en una de sus terrazas.
Puedo hablar por mí, lo pasé genial y disfruté como un enano de la compañía.
La tarde pasó volando y poco a poco la gente se iba retirando, hasta que Alex y yo quedamos solos y me ofrecí a acompañarla hasta su coche.
Fue un verdadero ejercicio de contención, en serio!,por que en mas de una ocasión desee cogerla por la cintura y robarle un beso. Pero tuve miedo, lo reconozco.
Tuve miedo de jugarme a una carta una bonita amistad por un solo beso y una vez mas, por despedida me conformé con dos besos y un abrazo.
"!qué imbécil!",pensé.
Así acabó nuevamente otro encuentro.
Dejé pasar unas semanas, ¿ cómo explicar la necesidad que tengo a estas alturas de ella?tal es así, que una mañana al salir de trabajar, cogí el coche y me planté en su oficina.
No sé de donde salió esa locura, sólo puedo decir ,que no me arrepiento si no es ,de no haberlo hecho antes!.
Entré con paso firme, para aparentar normalidad, pero el corazón me latía a mil y realmente al verla con cara de asombro abalanzarse para darme un abrazo intenso, supe que estaba en el lugar que deseaba y con la persona que deseaba.
Intento mantener los pies sobre la tierra es cierto, aun que a veces resulta difícil.
Pasamos unas horas juntos y fui feliz hasta que me acompañó al coche .Cada uno debía tirar en direcciones opuestas.
Estuve hablando y hablando de tonterías intentando recopilar valor para besarla .pero volví a echarme atrás.
Días después, con su habitual franqueza me preguntó:
-"el otro día, santi .. .por qué no me besaste? estuviste en un "tris"".
_"tan obvio resultaban mis ganas?_pregunté intentando ganar tiempo-
Agradeciendo su franqueza decidí corresponderle en igual medida con una sincera respuesta:
-"me dio miedo estropear algo. Todo es demasiado bonito como para meter la pata por una tontería como un beso."
No quise decirle que me da miedo comenzar algo que se que carece de continuidad. Omití decirle también, que me da miedo hacerle daño y terminar dañado igualmente.
No quise decirle que ella es una piedra preciosa que no quiero pulir, pues mientras no tenga forma definida tendrá mil formas en mi mente.
Le pregunté si prefería un beso o un amigo
Ella contestó:
"y por qué he de elegir?,por qué no ambas cosas?"
Cuando me confesó que desde el primer encuentro estaba esperando un beso, me llegó al alma !!Qué tonto soy!!Cómo me dejé llevar por el temor?
Y sin embargo, le prometí algo
Prometí que la besaría la próxima vez que nos viésemos y me muero de miedo y me muero de ganas y sólo cuando llegue ese momento sabré cual de los dos miedos gana.