Me prometiste un beso (1)

dos compañeros de trabajo comienzan a vivir sensaciones ya olvidadas(3 relatos)ELLA

ELLA:ALEX

A pesar de que no nos conocíamos en persona, santiago y yo tratábamos a diario por teléfono, ya que nuestra empresa había abierto varias filiales en el norte del país y santi era representante en su comunidad y yo en la mía.

A diario nos manteníamos informados de normativas, comunicados y otras cosas a nivel interno de nuestra compañía, así mismo, si surgían dudas o problemas siempre contábamos el uno con otro.

En la zona norte hay seis filiales, y aun que en general nos entendemos bien unos con otros, la empatía que surgió desde un principio entre santi y yo fue especial.

Así, tres años después de nuestra bienvenida telefónica, santiago es para mí un pilar fundamental como compañero de trabajo y un amigo que promete ser leal e incondicional.

Es curioso, pero desde el primer día tengo la impresión de conocerlo de toda la vida y en este tiempo he aprendido a quererlo muchísimo.

Me río muchísimo con él. Es ingenioso, divertido, detallista, cariñoso, leal y como he dicho antes, un buen compañero.

Por mi parte intento corresponder al lujo de recibir tanto de su persona, aun que siempre tengo la impresión de que no le llegaré nunca ni a la suela del zapato.

Un día, hablando por teléfono sugirió organizar una comida entre compañeros.

-"ya sabes-dijo- para ponerle cara a las voces de todos los días".

Me pareció una idea brillante y al cabo de unos días, se concretó día y hora para la reunión informal.

Conocer por fin a mis compañeros me gustó muchísimo, pero conocer a santi en particular mucho más.

Estaba nerviosa por saber si el hombre del teléfono era el mismo que el que tenía de frente ahora.

En un par de ocasiones lo vi por vídeo conferencia, pero tenerlo frente a mi, poder abrazarlo con todo el cariño del mundo, y conocerlo en persona superó con mucho mis expectativas.

No puedo menos que sonreír al recordar su sonrisa de bienvenida, sus ojillos picarones…sus gestos de complicidad, sus divertidos comentarios y sus silencios y miradas cómplices.

No sé por qué, imaginaba a un hombrecillo pequeño y resultó ser un hombretón!.

Moreno, guaperas, grandote, aseado y con mucho pelo en el pecho!

La comida resultó muy exitosa, lo pasamos genial y el día acompañó.

En todo momento santiago estuvo pendiente de mí, y aun que fue igualmente atento con todos, pequeños gestos, pequeños detalles que tuvo conmigo demostraban su afecto hacia mi persona.

Si tuviera que describir qué llevaba puesto cada uno, me sería difícil, la verdad.

Yo me presenté con un vaquero y una blusa de raso color crema, una coleta sujetando mis rizos negros y unos botines de medio tacón grises.

Había optado por ir cómoda en vez de mona.

Personalmente el tiempo se me fue volando y con cierta pena llegó el momento de marcharse.

Me despedí de todos con un par de besos en la mejilla, pero cuando le tocó el turno a mi hombretón, le dí no sólo dos besos de rigor, si no, un abrazo sin prisas

Nos mandamos un mensaje telefónico cuando llegamos a destino para no preocuparnos el uno por el otro y al día siguiente por la mañana nos faltó tiempo para llamarnos e intercambiar impresiones sobre el día anterior.

-"te fijaste en julia?_ preguntaba yo refiriéndome a una de nuestras compañeras_ parece tan seria por teléfono y caramba! Ayer estaba desbordante de sentido del humor, no?.

_" no lo sé_ contestó el _ no presté mucha atención al resto, sólo estaba interesado en ti".

Santiago, he de decirlo, es una persona que no se anda con rodeos, lo que piensa lo dice y a veces no mide las consecuencias.

A mi me da algo de vergüenza alguna de las cosas que me dice, por que no estoy acostumbrada a que se me digan tan claras y tan directas, por lo que he optado por no tomarme muy enserio sus comentarios.

Santi es un zalamero!!!

Si algo caracteriza nuestras conversaciones es siempre la doble intención en nuestras frases, el doble sentido de cada cosa que decimos…eso le da un punto malicioso y divertido, y ambos nos esforzamos en ponernos a la altura del otro.

Pero cuando santi quiere decir algo, lo dice alto y claro; sin medias tintas.

En la mañana que comentábamos la comida del día anterior, me sorprendió con una pregunta:

-"para cuando la siguiente?"

-"caramba santi, si aun no me ha bajado al estomago lo que comí ayer!_ le dije yo con una amplia sonrisa en mi rostro._acaso te quedaste con hambre?"

Pero él insistía en que había que poner una fecha enseguida.

Además, no se bien cómo, me vi ofreciéndome a organizarla yo.

Intenté prolongarla largo tiempo, es difícil explicarlo, pero me daba un poco de vergüenza volver a tener a santiago de frente.

¡Quizás por que tenía muchas ganas!!!,quizás por que me había sentido estupendamente a su lado…!. O quizás ,por que después de tres años de complicidad telefónica, de charlas con picaresca, y de muchas confesiones hechas ,al tenerlo de frente sólo deseaba tener la oportunidad de ser besada por ese hombre y sabía que no estaba bien.!!!!

A estas alturas de la historia, creo que he de matizar cierto punto:

Ambos estamos casados.

A mi me gusta quejarme de lo mal que me va en mi matrimonio, cuando en realidad, no va ni bien ni mal y ni es matrimonio siquiera. Definiría mi unión como "una casa compartida con un compañero que nunca está y que vive despreocupado de todo lo que no se centre en el y en lo que a el le gusta."Y hasta donde yo conocía, el matrimonio de santiago, aun que monótono por los años, no iba del todo mal.

En un alarde de valentía, nos habíamos confesado que este tonteo nuestro, este juego que nos traíamos, era como una brisa de aire fresco en nuestras vidas.

Ambos éramos conscientes de que se trataba simplemente de una diversión sin doble intención, sin malicia, y de la que disfrutábamos cada vez más.

Así estábamos bien, o al menos, lo parecía; nos comportábamos como adolescentes, nos reíamos las gracias y nos apoyábamos en las penas .punto!

Tanto insistía santiago en la comida, que no pude ya dar muchas mas largas y dos meses después ya teníamos otra cita.

Elegí para esta ocasión un restaurante muy elegante, con vistas al mar en un día radiante, pero santiago y yo quedamos una hora antes en una terraza muy conocida, con la coletilla de que el ultimo, pagaba las cervezas!.

A pesar de llegar puntual, el ya estaba allí esperando; pantalón vaquero, camisa a cuadros pequeños rojos y blancos y amplia sonrisa al recibirme. Dos besos, un abrazo y más sonrisas, un poco de nervios y otra cerveza.

Hablamos de todo y de nada. Nos tomamos mutuamente el pelo y entre cervecitas comenzaron a llegar los demás.

He de decir que pese al gesto de santiago de querer pagar las cervezas, yo había perdido la apuesta, y hay que cumplir lo pactado!!!...

El restaurante gustó a todo el mundo, la comida fue deliciosa y la conversación muy amena.

Después caminamos un poco por el paseo marítimo y nos sentamos en una terracita para tomar un café.

Entre risa y conversación llegó la hora de retirarse.

Los últimos en quedarnos fuimos nosotros.

Se ofreció a acompañarme hasta donde había dejado el coche, y caminando con cierto aire solemne, solo deseaba que me cogiera del brazo y me besara.

No sucedió, y aun que me resignaba, no llegaba a entender el por qué, ya que era evidente la atracción que existía entre nosotros.

Me acompañó al coche, me dio un beso y se despidió dejándome con un sabor amargo en mi corazón.

He de confesar que jamás he sido infiel. Nunca antes me lo había siquiera planteado, siempre pensé que antes de caer en la tentación, terminaría con la relación que mantengo con mi esposo, pero el tiempo, la vida o las experiencias, me ha hecho cambiar de opinión y egoístamente es mas cómodo seguir con mi vida tal como está, pero sin descartar buscar un mínimo de felicidad fuera de mi rutina.

Aclaro que santi no era una presa para mi, en ningún momento se me había pasado antes por la cabeza insinuarme o tentarlo; de hecho, santiago es un buen hombre, un cielo de persona y como dije anteriormente, un buen amigo y un excelente compañero, y jugarme todo ello a cara o cruz no me apetecía nada…así como tampoco deseaba complicarle la vida.

Una cosa era el inocente tonteo que nos traíamos y otra pasar a la acción.

Es cierto que nuestras insinuaciones cada vez eran mas directas, pero siempre quise tomármelas en broma, por que desconocía si santi se burlaba de algún modo de mi, o si andaba tanteando el terreno igualmente.

Recuerdo en especial una mañana en la que estuvimos comunicándonos por Internet toda la mañana. Nos despedimos para comer….y dos horas después lo tenía frente a mi!!!!en mi oficina!

La sorpresa que me llevé no la puedo expresar, pero creo que el abrazo que recibió de bienvenida, dijo más de lo que hubiera deseado.

-"pero y tu……qué haces aquí?_preguntaba entre nerviosa y feliz!.

-¡"ya ves…..salí de trabajar y por inercia tiré para aquí".

He de decir que nos distancian 90km ¡!!,y "acercarse" era un gesto muy generoso por su parte.

Se quedó conmigo cuatro horas… una velada muy amena, muy agradable.

Después cada cual debía tirar por caminos diferentes, él de vuelta a su trabajo y yo ya a casa después de mi jornada.

Esta vez le acompañé yo al coche, nos quedamos allí hablando de tonterías y en mi fuero interno rezaba para que callara y me besara

Tampoco esta vez pudo ser! Pero no por falta de ganas entre ambos!

Creo que la culpa fue la falta de práctica, el no saber cómo dar el primer pasó…el miedo a fastidiar lo que se tiene por probar fortuna con lo que se desea.

A media tarde nos conectamos y comenzamos la charla yo dándole las gracias por la inesperada visita y el como siempre, agradeciéndomelo a mi.

Y en mitad de la conversación me dijo:

-"puedo preguntarte algo?".

-¡"dispara"-contesté expectante.

-"esta tarde….imagínate que te hubiera besado, vale?,qué es mejor ,un beso o una amistad?,yo creo que el beso está muy bien ,pero…si pierdo tu amistad no merece la pena….tu qué opinas?

-"caray._respondí algo confusa. _realmente quieres que te conteste?.

La pregunta no era tonta, aun que en principio lo parezca.

En general no soy una mujer que omita la verdad ,si me preguntan algo, siempre respondo con sinceridad, por lo que me aseguro que el que interroga, desea conocer una respuesta clara, sea cual sea esta respuesta!.

-"por supuesto"-me dijo por respuesta.

-"bien, en ese caso te contestaré con franqueza santi"….

Cogí aire, me armé de valor y decidí poner las cartas sobre la mesa.

-"veras…no sé si tengo que elegir entre beso o amistad….sólo sé que llevo esperando un beso tuyo, desde la primera vez que comimos juntos!.

Ya está, lo solté!

-"te hubiera besado, créeme,_contestó_ me fui con las ganas….te hubiera besado sin importarme qué iban a pensar los demás…pero aun que lo deseo con toda el alma, elegí seguir teniéndote cerca. Vales mucho más que un beso!"-después de una pequeña pausa prosiguió _me podrías haber mandado a la mierda y no, gracias !¿qué habría ganado?,¿cuánto habría perdido?.

Ante sus palabras opté por seguir con mi sinceridad, pese a que me daba miedo ser un libro abierto frente a él.

La experiencia me había enseñado a desconfiar de las personas y a esconderme de mis sentimientos para evitar salir dañada.

Aun así, santiago era santiago

-"tu hubieras ganado un sabaneo, seguro- quise tentarlo yo.-"santi…si me hubieras dado un beso sin desearlo, seguramente te hubiera puesto los punto sobre las ies, pero te aseguro que no era el caso; quiero que me prometas una cosa….."

_"dime"-contestó el..

_"prométeme, que el próximo día me besarás!"

Hubo una pausa y después le escuché decir:

-"prometido, te besaré".