Me pillan en la piscina en bolas
El joven decide darse un baño desnudo aprovechando que esta solo, o eso piensa el chico.
Me encontraba a solas en mi campo, era un día de verano con mucho calor y yo tenía ganas de bañarme para quitarme el calor.
—Por fin, voy a poder bañarme desnudo—pense inocente.
La piscina estaba limpia y clara, también el agua estaba bastante fresca así que sin más me bajo el bañador y lo tire a un lado, me acaricie mi pene que estaba flacido
y pequeño, no habia tenido la suerte de tener un buen pene ni estar bien dotado pero mis pelotas eran bien grandes. Me excitaba la idea de bañarme desnudo así que me tire al agua sintiendo el frescor, estaba más fría de lo que pense, mire mi pene y vi que se encogió mucho hasta casi desaparecer entre mi mata de vello púbico.
Tras nadar un buen rato me salí a secarme y tomar un poco el sol cuando escuche una voz cercana que me asusto.
—Vaya hermanito no sabía que eras tan descarado
—pensaba que ella estaba fuera.
—Yo...yo...pensaba que tu
—ella me interrumpió.
—Pensabas que estaba fuera, si, pero he vuelto antes porque al final no hemos quedado
—se acerco hasta mi.
—Bueno me voy a
—pero entonces siento que me agarran de los huevos haciendome un poco de daño.
—Menudos huevos tienes hermanito...aunque tu pene...es muy diminuto
—dijo tapandose la boca para evitar descojonarse de mi polla.
—Es por el agua, esta muy fría
—intente excusarme.
—Ya...
—entonces me empezo a masturbar como pudo con sus dedos logrando que me pusiera duro.
Mi pene se puso erecto lo máximo que pudo, unos 6 centímetros de largo.
—Ahora esta dura pero sigue pequeña, no se ni para que quieres estos...
—dijo acariciando mis bolas.
Entonces se acerco a mi y se puso para hablarme a mi oreja mientras me masturbaba con sus dos dedos.
—Nunca serás un hombre, sería mejor quitarte estas pelotas, por lo menos tendrías una excusa para tenerla así...pichacorta
—con esa última palabra me hizo eyacular cuatro chorros bien espesos.
Ella se miro la pierna asqueada, se limpio con un pañuelo que llevaba encima y luego lo tiro a un lado.
—Asqueroso, controla esa mierda de picha
—dijo lanzando una fuerte patada a mi entrepierna que no vi venir porque estaba cansado por haberme corrido.
El dolor cada vez fue a más, sentia como iba subiendo por mi barriga mientras me los agarraba para mitigar el dolor.
—Mira hermanito, esto es un pene y no eso que te cuelga inutilmente entre tus piernas
—alce mi vista y vi un dildo.
Ella me miro maliciosamente.
—Vamos a ver como aguanta ese culo
—dijo colocandose detrás de mi.
Continuara.