Me metí en la cama de un compañero.

A veces solo se necesita un poco de valor y mucha excitación para que las cosas pasen a pesar de la pena.

Despues de mucho tiempo les tengo un relato que tenía varios meses que había escrito pero no había decidio a publicar. La verdad no tengo muchas experiencias y aunque tengo algunas ideas para escribir no me ha dado tiempo. Ojalá les guste y espero sus comentarios.

Habían pasado varios meses desde la última vez que estuve con alguien y sinceramente no había sido de lo más satisfactorio. Ese día por razones de trabajo tuve que quedarme en la casa donde viven algunos compañeros; en la habitación donde me quedaría había dos camas vacías era de uno de ellos y la otra estaba vacía.

La noche transcurrió normal, cenamos todos juntos y al terminar, todos se fueron a dormir a sus respectivos cuartos, por su parte quien sería mi compañero de cuarto se metió bañar y al salir se fue a la habitación para hablar con su novia. Yo para no incomodar me quedé más tiempo en la sala.

Como de antemano sabía que pasaría la noche en esa casa iba preparada con las cosas básicas de aseo personal como jabón, shampoo, toalla, pijama, cepillo de dientes, etc., así que alrededor de las 10:30 pm decidí meterme a bañar para no tener que  levantarme más temprano que los demás.

Rápidamente me quité lo que llevaba puesto y entré a la regadera sin pesarlo mucho. Era más mi prisa que no consideré en la temperatura del agua, por lo que primero cayó muy fría, en consecuencia mi piel reaccionó al instante erizándose en todo mi cuerpo y mis pezones no se quedaron atrás endureciéndose un poco. Apresuradamente abrí toda el agua caliente y fue demasiado, haciendo que me estremeciera de nuevo, esta vez sentí como me calaba la piel y mi cuerpo se alteraba con cada sensación. En seguida cerré toda la llave y otra vez enfrié el agua por completo, de nuevo me estremecí, cada parte de mí ya estaba muy sensible. Tras un par de intentos más logré entibiarla, sin embargo mi cuerpo había quedado muy perceptivo, mis pezones se endurecieron más y al sentir el agua con la temperatura exacta corriendo por mi piel comencé a excitarme.

Era como una caricia suave en todo mi ser, desde mi nuca, hombros espalda, bajando por mis nalgas, hasta mi piernas; desde mi cara, mi cuello, mis pechos donde parecía un rio que rodeaba mis montañas, descendiendo por mi vientre hasta llegar más abajo a  la cueva de mi entre pierna. Sentí como mojaba la entrada de mi vagina y al percatarme de esa sensación ya no puede más, me encontraba bastante húmeda y no sólo por el agua que caía sobre mí, había pasado mucho tiempo desde la última vez que me había excitado, así que aprovechando la intimidad de lugar no pude contenerme.

Con el fin de que el agua cayese directamente sobre mis pechos, incliné suavemente mi cabeza hacia un lado, mis manos recogieron mi largo cabello hacia tras, presionándolo ligeramente mi cabeza hasta llegar a mi nuca, donde con las yemas de mis dedos hice un medio círculo en mi cuello despacio, saboreando la sensación. Con el dedo medio bajé entre mis senos y regrese de nuevo al cuello, realicé este movimiento un par de veces más, hasta que otra vez bajé, pero haciendo círculos mientras mis dedos iban rodeando cada uno de mis pecheo y se aproximaban a los pezones . Aunque las caricias se concentraban ahí, la deliciosa sensación extendía por mi cuerpo y hacia reaccionar mi vagina, al mismo tiempo que pensaba en lo increíble que sería sentir una boca en mis pezones erguidos, deseoso de pequeños mordiscos, y unas manos apretándolos.

Mi mano izquierda siguió con mis pechos, oprimiéndolos más fuerte, excitándome más y más, a su vez, la mano derecha bajo por mi vientre hasta mi clítoris y comencé a acariciarlo presionando un poco con mis dedos índices y medio, haciendo movimientos circulares, repetitivos, ¡qué deliciosos! ¡Estaba en la gloria! Cada vez sentía más rico, más placer.

Aumente el ritmo de mis movimientos para sentir aún más y abrí un poco las piernas, para alcanzar mejor un poco más, mi respiración ya estaba aceleraba, mi corazón latía muy rápido, además debía de contener mis gemidos mientras seguía, aunque el sonido del agua los opacaba un poco.

Mis movimientos iban siendo más y más rápidos conforme el éxtasis me invadía, mis piernas comenzaron a temblar y supe que estaba por alcanzar el orgasmo, tuve que dejar de apretar mis pechos y colocar la otra mano en la pared pues de tanto placer casi no podía mantenerme de pie. Presioné más, más rápido y más fuerte, sentí como mi vagina se contraía una y otra vez aumente la velocidad de mis movimientos, que delicioso se sentía, estaba a punto de llegar al clímax y finalmente exploté en placer mientras dejé escapar un gemido y contener un gran grito para que mis compañeros no escucharan. Mi vagina comenzó a escurrir más, mientras las palpitaciones seguían muy intensas.

Tarde unos minutos en que mi respiración volviera a la normalidad un poco, mis piernas no dejaban de temblar pero ya había pasado mucho tiempo en la regadera, lave mi cabello y al tallar mi cuerpo, de nuevo reaccionó. Yo que había pensado que con tocarme calmaría mi ansiedad, sin embargo sucedió lo contrario, estaba muy excitada con muchas ganas de sentirme llena y tendría  que irme dormir así a esa habitación donde mi compañero estaba.

Al salir de bañarme me seque y me puse mi pijama que consistía en una blusita de tirantes delegada y muy escotada y un short que apenas alcanza a cubrir lo indispensable, había decidido llevarme esa pijama por ser tiempo de calor y poder dormir fresca. Normalmente dormiría desnuda pero era algo ahí no sería posible.

Me metí al cuarto procurando hacer el menor ruido posible, mi cama era la primera entrando, frente a la puerta, mi compañero estaba al otro extremo a dos o tres metros de mí, era un habitación grande y él ya estaba durmiendo.

Me acosté  viendo hacia la pared y me tape con la sabana,  intente dormir pero después de lo que había sucedido en el baño estaba muy inquieta, comencé a pensar que estaba en una habitación sola con ese hombre, tenía muchas ganas de sentir placer, de sentirme llena, en consecuencia mi mente comenzó a volar y fantasear con meterme a su cama, acariciarlo, masturbarlo hacerle un oral, me excitaba la idea, pero me ganaba el pudor, además dudaba mucho que yo le atrajera aunque sea un poco y estábamos en una casa con 4 personas más que trabajan con nosotros. Sin embargo mi excitación fue creciendo, la noche sería eterna yo con tanto deseo y con un hombre tan cerca.

Pensé en masturbarme de nuevo para tranquilizarme, aunque pensar que el pudiera darse cuenta me apenaba, pero también me excitaba. Me acomode boca arriba, abrí las piernas, después las flexione para tener un mejor alcance, metí mi mano debajo de short y comencé a tocar sobre mi pataleta, inmediatamente noté que estaba muy húmeda, así que la hice un lado y mis dedos llegaron a la entrada de mi vagina, reprimí un gemido. Mi otra mano la metí debajo de mi blusa y comencé a masajear mis pechos cuyos pezones se encontraban completamente duros, comencé a caricia por el exterior en mi vagina antes de meter un dedo y cuando lo hice olvide completamente el pudor, quería sentir más que mi mano quería algo más grande, así que pensé  “ no creo que diga que no” y no por mí, sino porque se sabía que siente todo galán  pues es  hombre de uno 1.75 robusto,  moreno, con brazos fuertes por el trabajo,  manos grandes y tiene su atractivo.

Tome valor, salí de mi cama sigilosamente pero decidida y me aproximé a la suya, estaba acostado boca arriba y mal tapado por una sábana, llevaba un una camiseta y un short largo pero holgado haciendo fácil poder tocarlo, así que metí mis manos por debajo. Su miembro dormía tranquilamente, cuando empecé a acariarlo sentí como reaccionó. Como imaginé, no dijo nada, tampoco se movió o me quito, siguió como si estuviera dormido mientras poco a poco su pene tomaba mayor consistencia y humedad. Cuando estuvo lo suficientemente grande para no caber debajo de su ropa trate de bajarle el short, él se acomodó moviéndose un poco con lo que pude quitarlo sin mayor problema.

Una vez libre mi mano rodeó su pene para masturbarlo, mientras me inclinaba para lamer sus testículos.  Poco a poco y pasaba mi lengua por su pene como si comiera una paleta, de arriba abajo dejándolo bien húmedo mientras mi mano no dejaba de aprisionarlo subir y bajar.

Me incorporé un poco y pose mis labios en la puntita, soltó un gemido de placer, yo me excite al escucharlo, una descarga de energía recorrió mi cuerpo, sentí como mi piel se erizó, mi vagina reaccionó con una punzada y más humedad.

Besé gentilmente la puntita y mientras lo hacía él acaricio mi cabeza lo que tome como aceptación. Jugué un rato con mi lengua, sin dejar de masturbar con mis manos, al mismo mis pechos rozaban sus piernas lo que hacía que me excitara aún más, si es que era posible, y decididamente me lo metí entero a la boca.

Su pene era venoso y estaba muy duro, lo introduje a mi boca lo más adentro que puede hasta sentir que me ahogaba y comencé a succionar; mmm, que delicioso, su sabor, su textura, su dureza, tenía tanto antojo de una verga así y me la estaba comiendo.

Él comenzó a marcarme el ritmo con una mano en la cabeza y con la otra levantó mi pijama para acariciarme lo pechos. Cuanto placer de verdad estaba ahí con comiéndome a ese hombre y él lo estaba disfrutando, me moría de ganas por sentirlo dentro de mí, lo estaba gozando mucho.

Cuando sentí como mi excitación escurría en mi entrepierna hacia mis muslos me detuve, tome aire y aproveché para sacarme por completo la pijama, seguí masturbándolo y al tiempo que me acomodaba sobre él. Como respuesta él apretó mis pechos en sus manos, y yo solté un gemidito, amaba esa sensación, me encanta que a pesar de que tengan manos grandes no puedan agarrarlos del todo. Me incline hacia enfrente, y mis pechos quedaron a la altura de su cara, tomo uno y metió mi pezón a su boca, mi reacción fue inmediata, sentí como un golpe de energía me recorría, todo mi cuerpo se contrajo y mi vagina me exigía ser llenada, ya no aguantaba, por eso me había parado hasta su cama. Me separe un poco, acomodé su pene y me deje caer.

Estaba muy mojada y después de haberme masturbado no le costó trabajo entrar, así que sentí como me iba abriendo conforme entraba, llenándome toda. Otro relámpago de placer recorrió mi cuerpo, que rico era, mmm, aaaa, mi primer orgasmo llegó solo con sentirlo dentro de mí.

Mi vagina reaccionó y lo apretó ansiosa de sentir más, me incliné nuevamente hacia enfrente para que pudiera comer mis pechos, lo que hizo son dudarlo, primero uno luego el otro, al tiempo que yo me movía hacia enfrente y atrás con un ritmo suave, esa posición, estando yo arriba mientras me besan pechos me hace sentir tan excitada.

Estando así aprovecho para darme una nalgada, y tuve que aguantarme un grito, solo respingue, recordé que en las habitaciones contiguas estaban los demás chicos  y no quería que escucharan mi travesura, como me había metido con él, no quería que supieran que tan atrevida había sido, sin embargo lo estaba gozando y no me arrepentía de nada.

Seguí moviéndome aumentando la velocidad, sintiendo como me llenaba una y otra vez, cada vez un poco más, tenía que contener mis gemidos y sólo se escuchaba nuestras respiraciones aceleradas.

Me enderece y continué con el movimiento pero ahora de arriba hacia abajo mientras sentía como llegaba más adentro de mí. Mis senos rebotaban y el los acariciaba, los apretaba, cuando me di cuenta que un segundo orgasmo estaba por llegar, pero más intenso que el anterior, comencé a moverme más rápido, más, mas, y más; que rico era sentirme así, con un rico pene dentro, comiéndomelo una y otra vez, con el placer llegando a cada parte de mi ser, mientras él disfrutaba de mí y a apretar más para vaciarlo en mí.

Había perdido la noción del tiempo, el sudor corría por mi cuerpo, y solo me envolvía el placer, estaba a punto de tener un orgasmo de nuevo, por lo que comencé a moverme desenfrenadamente.  Él lo sintió me apretó de las caderas para que no saliera tanto, atrayéndome hacia él para que entrara más profundo, mientras su miembro se ensanchaba más, también iba a terminar. Al notarlo mi vagina apretó más hizo un último movimiento lleno de frenesí y exploté en placer mientras se me escapaba un grito que no pude callar de inmediato. Él todavía se movió un par de segundos más, cuando sentí como se vaciaba dentro de mí al tiempo que exclamaba de placer.  Que increíble era que hubiera hecho terminar a ese hombre y él me había hecho terminar a mí.  No sé si alguien hubiera escuchado al parecer todos seguían dormidos.

Nuestra respiración volvía a la normalidad, me incliné hacia enfrente, para sacarlo, el aprovecho para apretar una vez más mis pechos besar mis pezones, primero uno y luego otro yo me deje sin decir nada, cuando me soltó me baje y su semen escurrió por mis piernas. Me sentí muy satisfecha, pues podía apreciar que había sido mucho. Caminé de vuelta a mi cama mientras llevaba mis prendas en la mano. Me acosté desnuda viendo hacia la pared nuevamente y me volví a tapar con la sabana, lo escuché cortar papel para limpiarse y volverse a acomodar. Después de eso me quedé profundamente dormida, muy contenta y satisfecha. Sin duda ya me hacía falta porque esa noche dormí muy muy bien.

Al amanecer él se levantó más temprano que todos, se metió a bañar y se quedó en el comedor. Poco a poco todos comenzaron a salir de sus habitaciones para desayunar, yo me pase una toallita húmeda por el cuerpo, me vestí y salí con los demás.  Actuamos como si nada hubiera pasado, nunca lo mencionamos, y continuamos con nuestras actividades normales, pero a veces lo he descubierto viendo fijamente mi escote.