Me llamo Hannah 3

Por fin llego el momento... Mi tío me desvirga...

TERCERA PARTE

Desperté un poco mareada, no sabía si todo lo ocurrido había sido real o solo un sueño. Así que espere un poco antes de abrir los ojos, me estire y sentí su cuerpo cerca de mi, era real, todo lo que había pasado, era real, la noche anterior había pasado de intentar masturbarme a mamarle la verga mi tío, para después venirme en su boca, no podía creerlo… era demasiado surrealista, sin poder evitarlo comencé a reírme, a carcajearme ante los recuerdos de lo que había hecho y al imaginar la cara de mi madre si se enterara.

-Veo que alguien despertó muy feliz… a que se debe tanta risa nena?

-Tu y yo… me trague todo tu semen y era demasiado dulce, llevas meses siguiéndome como un acosador y has estado tirándote a Karol para obtener información de mi -dije entre un ataque de risa histérica que no podía controlar…

-Vaya, nunca había hecho tan feliz a alguien, literalmente hablando.

Me abrazo fuerte y beso mi frente.

-Tranquila, se que estas nerviosa pero hoy será un gran día, pasaremos la tarde como tu quieras y la noche quedará en mis manos, ¿te agrada la idea?

Cerré los ojos un momento tratando de respirar para controlarme, pero estaba demasiado ida como para conseguirlo.

-Pues si… -dije sin dejar de reír como loca –la verdad es que suena bastante prometedor, que hora es?

Tome mi cel del cajón donde acostumbro guardarlo, casi me desmayo al ver que era ya la una y media de la tarde y que tenia unas 50 llamadas perdidas de mi madre… no había revisado mi cel desde la tarde anterior. Un sentimiento de culpa mezclado con angustia me invadió por completo.

-Tío es mi mamá, seguro que ya viene en camino, puta madre, me ha llamado un buen de veces… si nos encuentra estamos fritos.

Mi Tío me miro, bastante tranquilo en realidad, sonrió un poco al ver mi cambio de humor.

-Quedamos que no volverías a decirme tío “Hanny”… relájate, te dije que dejaras todo en mis manos, ya le marque y le conté que anoche fuimos a un antro y nos desvelamos bailando, que todo esta en orden, me ha dicho que regresaran hasta el martes, creo que se han tomado una segunda luna de miel o algo así…

Se quedo pensando un momento sin hacer ningún comentario sarcástico ni nada por el estilo.

Pobre de mi hermana, le hace falta relajarse y tomarse las cosas con más calma, le he prometido que hablaría contigo de un par de cosas importantes, me ha dicho que si necesitamos más tiempo le avise, así que nena, tenemos mucho tiempo para disfrutarnos, conocernos bien y gozar de lo lindo. Soy todo tuyo así que dime que quieres hacer primero…

-Un par de cosas que contarme? –pregunte extrañada

-Nada que no pueda esperar, así que dime, que quieres hacer primero…

Pensé ponerme pesada y exigir que me dijera a que se refería, pero estaba demasiado feliz como para dejar que eso me arruinara el día, además ya me había demostrado que me contaba las cosas, era como si más que mi tío, fuera mi novio, con ese pensamiento en la mente me estire sintiéndome inmensamente feliz.

-Lo primero que quiero hacer, es lavarme los dientes y hacer pipi, así que con permiso que ahora vuelvo…

-Jajajaja ok, ok, hare lo mismo en el baño del pasillo. -me dijo mientras me daba un beso sencillo en la boca.

Se levanto, sacudió su cabello y se dirigió al pasillo sin voltear a verme. No me podía creer todo lo que había pasado y lo que estaba por pasar… corrí al baño sintiéndome completamente diferente, me apresure a hacer pipí, a lavarme los dientes, la cara, ponerme un poco de desodorante y perfume, me vi al espejo y ya no me vi como la chica gordita y acomplejada que siempre veía, me sentía sexy, atractiva y brillante.

Saber que esa misma noche perdería la virginidad y nada menos que con mi tío me hizo entrar en un estado de sensualidad impresionante… había dejado de ser una niña tonta y acomplejada para convertirme en una puta, y eso me excitaba, escuche ruido en la recamara y no pude evitar reírme al recordar que la noche anterior así había comenzado todo, al escuchar ruidos en el pasillo.

Salí del baño con una sonrisa enorme dibujada en mi rostro, mi tío se me quedo viendo y me dijo:

-Vaya, alguien si que ha despertado de buen humor eh? Te ves preciosa. Pues bien lo prometido es deuda y soy todo tuyo de aquí a las 9:00pm después tu serás toda mía… que quieres que hagamos?

-De entrada vayamos por algo de comer, algo que tenga piña… mucha piña

Dije de manera sensual y provocativa, mi tío me vio directamente a los ojos y en un segundo estuvo frente a mi, me beso apasionadamente, mi cuerpo reacciono al suyo de inmediato nos fundimos en un beso que dejaba en claro lo que los dos queríamos.

Mi vagina se humedeció de inmediato, mis pezones se endurecieron como piedras, pude sentir su verga completamente dura debajo de su ropa, moví mis manos para frotar su miembro sobre la ropa, me sentía sexy, caliente y llena de lujuria, sin darme cuenta en que momento paso, me descubrí acostada en la cama con mi tío encima de mi, pensar en perder la virginidad en ese momento me hizo sentir como una perra en celo, comencé a jadear ante las caricias de mi tío quería pedirle que me pegara, que azotara mi culo mientras me penetraba estaba a punto de decírselo cuando se levanto de la cama…

-Joder nena, me haces perder la cabeza por completo, haces que me comporte peor que un adolescente, pero ya esta… he recuperado el control, vale vamos a comer algo y pasemos un rato agradable.

Me sentí tan frustrada como triste y decepcionada, me dieron unas ganas tremendas de llorar y solo pude sollozar

-No quieres que tengamos sexo? No quieres hacerme tuya? Es que ya te arrepentiste de lo que hicimos anoche?

-Como puedes pensar eso nena? Obviamente quiero cogerte, muero por cogerte créeme, es solo que quiero que sea todo perfecto para ti, quiero que sea un momento que no puedas olvidar nunca y que estés completamente segura, vamos demos un paseo, tenemos toda la noche para disfrutarnos si estas segura de hacerlo… anda, no pongas esa carita y ven conmigo te prometo que pasaremos un día increíble.

Más resignada que otra cosa, acepte de mala gana, no sin recibir bastantes amenazas de unos buenos azotes si no cambiaba mi actitud. Estuve muchas veces tentada a portarme mal con tal de que me volviera a pegar, pero me contuve.

Pasamos la tarde más increíble juntos, platicamos de todo un poco, fuimos a comer y a pasear, me compro algo de ropa sexy y atrevida, un par de disfraces de femme fatale y cosas así, todos nos veían como si fuéramos una pareja, después de todo mi tío es solo unos cuantos años mayor que yo.

Pasamos por la librería y comentamos nuestros libros favoritos le dio un ataque de risa cuando le dije que me gustaba 50 sombras de Grey, me dijo que ya veríamos si me seguía gustando después.

Se animo a llevarme a una sex shop, vimos de todo, desde consoladores y plugs anales hasta mordazas y cuerdas de todo tipo para bondage, estaba sorprendida al ver tantas cosas, no imaginaba como podían usarse muchas de ellas, mi tío me pregunto si me gustaría probar algo y un poco nerviosa escogí un plug anal bastante bonito con una joya color morado, yo lo veía enorme me lleve una gran sorpresa al descubrir que era el más pequeño. No podía imaginar como las personas se metían semejante cosas en el ano…

También me gusto mucho un consolador de gel, idéntico a un pene pero color azul, aunque no estaba segura de poder usarlo le pedí que me lo comprara, era una cosa bastante mona.

El escogió unas esposas forradas de cuero negro y un látigo pequeño.

-Si sigues con esa actitud, creo que esto será más que necesario para nuestros encuentros nena, además tu piel blanca se ve tan jodidamente sexy cuando se pone roja con mi mano, que no puedo esperar para ver como se verán tus nalgas con las marcas que te deje el látigo…

Me estremecí ante su comentario, pero más que asustada estaba bastante excitada

Dijo que con eso sería mucho más que suficiente, aunque no quería ni pensar en lo que dolería usar todo eso, mi tío me dijo una y otra vez que no me preocupara que iríamos paso a paso; fue una tarde maravillosa, cuando llegamos a casa teníamos una química increíble, en cuanto cerramos la puerta saltaron chispas entre nosotros y una calentura increíble invadió mi cuerpo, quería que me lo hiciera allí mismo en la entrada de la casa, me abalance sobre el y comencé a besarlo apasionadamente y con desesperación.

Me aparto un poco y me dijo:

-Calma nena, no llevamos prisa, me encantaría que modeles un par de cositas para mi –dijo agitando las cosas que había comprado para que me pusiera.

Subimos a mi cuarto, mi tío escogió un disfraz que parecía una combinación entre policía y gatubela que se veía demasiado pequeño como para verse bien en mí, pero el me aseguro que se me vería genial así que lo tome, respire profundo y me dirigí hacia el baño para cambiarme.

Aproveche para darme un regaderazo, me rasure bien todo el cuerpo, trate de limpiar muy bien mi vagina y mi ano, estaba demasiado nerviosa, pero también demasiado caliente.

Me puse el diminuto disfraz que consistía en unas medias negras de red con su liguero, una tanga negra, una falda demasiado corta que apenas si tapaba mis nalgas, una blusa bastante escotada a juego que subía en el pecho como una enredadera con la cual apenas unos listones de tela tapaban mis pezones, me puse unas zapatillas negras y me pare frente al espejo con los ojos cerrados, segura de que me vería ridícula, al abrir los ojos me quede completamente sorprendida de lo bien que me veía, estaba totalmente sensual, una mezcla entre sexy y golfa que me encanto, animada por esta imagen decidí maquillarme un poco, tome un labial color rojo intenso, un delineador negro y me solté el cabello, justo estaba terminando cuando tocaron la puerta.

-Hanny, estas bien? Si ya te arrepentiste no pasa nada, puedes salir por favor? Solo quiero saber que estas bien… si aún no estas lista iremos más despacio ok? Creo que te exigí demasiado, iremos a tu ritmo y si no quieres nada no te preocupes de acuerdo…

Respire profundo tres veces, me puse perfume, me vi al espejo una vez más y sin decir nada camine hacia la puerta y la abrí lentamente, mi tío estaba de espaldas a la puerta, su voz había sonado preocupada y triste, supuse que había dado todo por perdido, así que fue una enorme sorpresa cuando se dio la vuelta y me vio, quedó completamente atónito, su reacción me hizo sentir increíblemente poderosa y segura de mi misma. Todo rastro de pena que pudiera existir dentro de mí se acabo en un instante, camine con toda seguridad hacia el y me detuve a solo un par de metros de su alcance, sonreí y como si nada pasara pregunte:

-Y bien, que tal me veo? Te gusta, o probamos con otro?

-Que si me gusta… -dijo completamente asombrado. –no mames, te ves buenísima que se me ha parado solo de verte nena…

Dirigí la vista hacia la cama y me quede sorprendida, había dispuesto en una mesa pegada a la cama una especie de bar: vasos, hielos, una botella de vodka, cigarros, una bocina para música, todo lo que habíamos comprado en la sex shop y algunas cosas más, me acerque lentamente y pude ver mi plug anal (que ahora parecía demasiado grande para entrar en mi ano), el látigo, las esposas y el consolador que habíamos comprado, aparte vi una cuerda, unas pinzas de madera que parecían una versión miniatura de pinzas para pasar corriente eléctrica, dos o tres botecitos con la palabra “lub” escrita en colores diferentes, 3 o 4 paquetes de condones y una botella de aceite para bebe…

-No tenemos que probar todo, es más, no tenemos que probar nada si no quieres, no quiero que te sientas presionada con nada, solo quiero que todo este a la mano por si se te antoja o quieres experimentar un poco más… quiero que te sientas libre y en confianza de decirme cualquier cosa que quieras o no hacer, de acuerdo?

Asentí con un poco de miedo, tome una de las pinzas viéndola con curiosidad y dije:

-Para qué se usa esto?

-Son para ejercer presión en el pezón, generan una mezcla entre dolor y placer que no se puede explicar con palabras, tendrías que probarlo… -me dijo con voz un tanto insegura.

–Si es demasiado para ti, solo ignóralo vale? Te ves increíblemente sensual… confía en mi, deja todo en mis manos y veras que te hare inmensamente feliz, ven quiero verte mejor, podrías modelar para mi?

Recordé la manera en la que estaba vestida en ese momento, justo cuando el pudor empezaba a apoderarse de mi y comenzaba a arrepentirme me di cuenta de que mi tío llevaba puestos unos pantalones negros ajustados que se le veían jodidamente sexys… me calenté de inmediato, nuevamente el morbo y la lujuria se apoderaron de mi y quise probarlo todo, hacer de todo y usar todo lo que estaba en aquella mesa… no pude contenerme más y me abalance sobre mi tío para besarlo desesperadamente.

-Mmm, hay nena, no me decepcionas, veo que estas más que lista. Pero tenemos tiempo, tengo mucho que hacerte esta noche…

Me beso de forma salvaje, casi animal, sentía sus manos recorriendo toda mi espalda, sobando mis nalgas, abriéndolas y haciendo que la tanga se metiera aún más, sin pensarlo dos veces lo empuje hacia la cama…

-Que tenemos aquí?, Eres una puta demasiado caliente para esperar cierto… -me pregunto con voz sensual

-Sí, ya no puedo esperar, quiero sentir tu verga dentro de mi… cógeme por favor.

-Eres una niña muy traviesa, mereces un buen castigo, y yo te lo daré –dijo mientras se levantaba de la cama.

Se acerco muy despacio hacia la mesa que había dispuesto, tomo las esposas, el látigo, y la botella de aceite para bebé.

-Muy bien nena, es la última vez que lo digo, si algo no te grada me avisas y parare de inmediato… entendido?

-Si… -respondí con apenas un hilo de voz.

Se acerco a mí, me puso las esposas en las muñecas mientras repartía besos por todo mi pecho, tomo el frasco de aceite para bebé y le quito la tapa, metió el látigo dentro del aceite, lo dejo a un lado y se agacho, de debajo de la cama saco otras esposas, estas tenían una barra metálica en medio, comenzó a sobar mis tobillos y cuando menos lo esperaba me puso las esposas, obligándome a abrir las piernas, quise cerrarlas pero la barra metálica no me dejaba hacerlo, tomo el látigo y comenzó a pasarlo por mis piernas.

Iban quedando rastros del aceite sobre las medias y sobre lo que estas dejaban descubierto de mi piel, aquello era una sensación profunda e indescriptiblemente erótica. Tomo con una mano la barra que mantenía abiertas mis piernas y la levanto hasta la altura de su cabeza…

-Mmmm que hermosa vista. –dijo mientras me veía detenidamente, paso el látigo sobre mi tanga y por toda mi rajita dándome un ligero azote en los muslos, el aceite hacia que se sintiera una mezcla de escozor ardiente y agradable, fue inevitable gemir ante el cumulo de sensaciones que afloraban en mi piel. Me sentía como una perra en celo moría por que me atravesara con su verga, sentía mi tanga mojarse con mis fluidos vaginales.

En un movimiento inesperado mi tío hizo girar la barra de las esposas, lo que inevitablemente provoco que girara el resto de mi cuerpo, al tener las manos esposadas quede en una posición bastante incomoda y con todo mi culo expuesto.

Brinque cuando sentí el tremendo latigazo que de un solo golpe había abarcado mis dos nalgas, sentí a la par dolor y excitación. Un tremendo silencio sobrevino al latigazo, mis sentidos se pusieron alerta al máximo, quise voltear para ver que ocurría pero algo me presiono la espalda dejándome limitada en mis movimientos… escuche algunos ruidos extraños provenientes de la mesa.

Un poco asustada al imaginar lo que pudiese estar tramando mi tío, intente darme la vuelta para verlo… escuche el silbido del látigo cortando el aire justo antes de sentirlo nuevamente sobre mis nalgas, esta vez con un poco más de fuerza…

-Vas muy bien nena, no lo arruines, pórtate bien y verás que sabré recompensarte…

Me quede muy quieta sin hacer ruido, más por tratar de escuchar y adivinar lo que estaba haciendo que por obedecer sus ordenes, lo escuche acercarse a mi, pero no se detuvo en mis nalgas, paso el látigo aún un poco húmedo de aceite sobre mi espalda, subiendo lentamente por mi columna vertebral, pasando por mi hombro, fue inevitable levantar la vista. Estaba increíblemente sexy, pude ver cada uno de los tatuajes que tenía en los brazos mientras acercaba a mi boca el vaso que llevaba en las manos.

-Bebe un poco, te relajaras bastante…

Comencé a beber el líquido rosa que resulto ser vodka con jugo de arándano, fue tan refrescante que tome prácticamente todo en un par de tragos.

-Veo que tienes bastante sed –me dijo en un tono de voz acusador. – Te traeré otra, recuerda que tienes prohibido moverte…

Nuevamente el silencio se apodero de la habitación por unos momentos, de pronto comenzó a sonar algo de música… “Einz, swei, drei, vier…” era sin duda alguna “sonne” de Rammstein… jamás habría imaginado que mi primera vez sería orquestada por una banda como esa, pero en realidad nada de lo que estaba ocurriendo era como lo pude imaginar. No esperaba que mi primera vez fuera en una habitación llena de flores y con música instrumental, pero tampoco que fuera como estaba pasando.

-Toma, bebe un poco más… -la voz de mi tío me saco de mis pensamientos, tome igual de rápido que el anterior. Lo que me ayudo a relajarme mucho a pesar de que la posición en la que me encontraba resultaba bastante incomoda y exhibicionista.

Cuando volví a levantar la vista, tenía la verga de mi tío justo frente a mi, apenas saliendo del cierre de sus pantalones, no tuvo que decirme nada, ni pedirme nada, de inmediato acerque mi boca a ella y comencé a chupar como la vez anterior, su sabor no era tan dulce, pero si bastante agradable. Le di una buena mamada, mientras el sobaba mi espalda, sentí un par de latigazos en mis nalgas, mismos que provocaron que mamara con mucho más ahincó.

-Ah, así, así, eres increíble nena… estas más que lista para lo que sigue… -dijo estirando su brazo para darme una buena nalgada, misma que recibí parando lo más que pude el culo.

Saco su verga de mi boca, se perdió de mi vista, y con aquella música ya no me era posible escuchar lo que hacía, sentí sus manos sobre mi espalda, me tomo por la cintura y me levanto, pude usar mis brazos como soporte para quedar en una nueva posición, con mis tetas cayendo por su propio peso sobre el colchón, se recostó junto a mi y comenzó a frotar un hielo sobre la delicada tela que cubría mis pezones.

Mi cuerpo reacciono inmediatamente, hice mi cabeza hacia atrás y curve mi espalda para que pudiera tener un mejor acceso a mis tetas, cuando comencé a sentir una presión muy fuerte sobre uno de mis pezones, en momentos dolía mucho y en momentos era un enorme placer, comencé a mover mis caderas en pequeños círculos.

Mi tío se levanto del colchón, sentí como sobaba mis nalgas, abriéndolas y cerrándolas, una nalgada me hizo moverme hacia adelante, lo que provoco que mi pezón ardiera, baje la vista y pude darme cuenta que lo que sentía era una de las pinzas que había visto en la mesa.

-Mientras más te muevas, más moverás la pinza y obviamente más dolor te causara, así que tienes que ser una buena niña y quedarte quieta…

Pude sentir su aliento entre mis piernas, su lengua fría recorría la parte interna de mis muslos, mientras seguía moviendo mis nalgas, de un tirón rompió el diminuto hilo que quedaba entre mis nalgas, lo que dejo mi raja completamente al descubierto… comenzó a lamerme toda mi rajita, desde el ano hasta el clítoris subiendo y bajando, llenándome con su saliva, haciéndome una mamada tan deliciosa que era imposible quedarme quieta.

La presión que ejercía la pinza sobre mi pezón y que al principio fue ardiente y dolorosa, comenzaba a convertirse en algo tremendamente excitante. Sentir su lengua y sus manos me tenían ya al borde del orgasmo…

-Cógeme ya tío por favor!!!

-Ya no puedes esperar más putita?

-No, ya no puedo, por favor cógeme de una vez…

-Lo que tú gustes princesa…

Pude sentir como se acomodaba atrás de mi, sentí como frotaba su verga por mis nalgas y por toda mi rajita.

Vertió un líquido en mis nalgas, mismo que se deslizo por toda mi rajita, sentí como colocaba la cabeza de su pene en la entrada de mi vagina, respire profundamente al sentir como se abría paso muy lentamente por las paredes de mi vagina que estaba demasiado estrecha.

Era algo de verdad doloroso, saco su verga, puso un poco más de liquido ahora directamente en mi vagina, volvió a colocar su verga en mi entrada, esta vez pudo entrar un poco más fácil, pero aún era doloroso, comenzó una especie de mete y saca con la cabeza de su verga, logrando entrar cada vez un poco más profundo, de pronto se quedo quieto, me sujeto las caderas firmemente y empujo con fuerza toda su verga dentro de mi, di un grito de dolor que quedo opacado por la música de Rammstein que ahora sonaba a todo volumen. Se quedo quieto, dentro de mí, sin moverse. No sabía si también a el le había dolido tanto como a mi, pero agradecí esos segundos que me otorgo para respirar y sentirme un poco mejor.

Comenzó a mover la cadera, empezando nuevamente un mete y saca bastante lento, al principio fue doloroso y molesto, y por unos instantes quise pedirle que se detuviera.

Pero poco a poco comenzó a ser algo agradable y delicioso, conforme mis paredes vaginales se adaptaban a aquella invasión el dolor cedió dando paso al placer… pensar que estaba siendo cogida por mi propio tío en mi propia cama, fue algo que me puso como loca, comencé a moverme como loca, sin importar el dolor/placer que provocaba la pinza en mi pezón, quería más, quería sentirlo todo, quería que me cogiera una y otra vez, que me partiera en dos, quería sentir sus huevos chocando con mis nalgas y sobre todo quería sentir su leche llenándome la vagina…

Mis gemidos quedaban opacados por la música, sin embargo mi tío supo entender a mi cuerpo y comenzó a darme más y más fuerte, más y más rápido… no pude más. Sentí como mi vagina se contraía liberando un placer indescriptible, una euforia, un erotismo increíbles, grité, grité con todas mis fuerzas, pero esta vez no era de dolor sino de placer, sentí como algo inundaba mi vagina, algo caliente, saber que mi tío se estaba corriendo dentro de mi fue la cereza del pastel, me desconecte de mi misma, y me perdí en el placer que estaba sintiendo.

Caí totalmente rendida sobre la cama, y mi tío cayó encima de mí, podía sentir su sudor, y escuchar sus jadeos, la música se detuvo. Quedando solo el sonido de nuestras respiraciones agitadas, mi tío saco su verga de mi vagina y con mucho cuidado me volteo, me dio un beso rápido en los labios y libero mis muñecas de las esposas, acto seguido se agacho a liberar también mis piernas, que sentía acalambradas y débiles, subió dándome besos en las piernas, los muslos, la cadera, el abdomen, hasta llegar a mi pezón, el cual libero de la pinza y comenzó a lamer, la sensación fue relajante en su totalidad, sentí por uno momentos que me quedaría dormida, pero sentir su lengua en mi pezón, comenzó a activar nuevamente mi lujuria. Tuve ganas de más, de que me cogiera otra vez, quería experimentar nuevamente aquella sensación, tome su cara y lo acerque para besarlo.

-Aún no tienes suficiente?

-No, quiero más, quiero hacerlo otra vez, quiero volver a sentirte dentro de mi, quiero que me hagas tuya nuevamente…

-Hay nena, nunca me decepcionas, esta vez, intentaremos hacer que tu culo se vea más bonito –dijo jugando con el plug anal entre sus dedos y sonriéndome de manera perversa…

NOTA: agradezco mucho los comentarios que me han mandado, y que la valoración de estos relatos sea tan buena, nunca me imagine que escribir estas historias fuera tan divertido y excitante. He creado un perfil de facebook para todos aquellos a quienes les interese tener un mayor contacto conmigo, pueden buscarme como Hannah Ortiz. =)