Me llamo Gabriela, mi hermano me llama Gabi.
Juntos mi hermana y yo nos llevamos a Sary a mi apartamento
Me siento muy feliz con la relación tan especial que mantengo con mi hermano Manuel. Entre nosotros no hay secretos, compartimos una gran complicidad en todos los temas y nos ayudamos en todo lo que nos afecta a ambos. El sentimiento de amor y odio que se fraguó cuando éramos unos críos, ha desembocado en algo más que el amor natural entre hermanos.
A menudo salimos juntos, nos divertimos y ayudamos mutuamente. Eso nos da una ventaja adicional para conseguir todo o que deseamos. Esto que os cuento a continuación sucedió ayer noche mismo.
— ¿Has visto que imbécil y creída es Sary?— me dice mi hermana Gabi haciendo gestos para que mire hacia donde está la chica a la que se refiere.
— ¿No me explico por qué siempre criticáis a las demás mujeres, sobre todo si están buenas? — pregunto reprochándole un poco su actitud agresiva hacia la chica.
— En este caso tengo razón, Sary es un putón y se dedica a levantar los novios de las otras chicas… yo creo que lo hace solo por simple vanidad — me dice mostrando su enfado hacia ella.
Ante mi cara de escepticismo no duda en preguntar:
— ¿quieres comprobarlo?... se me ocurre una cosa muy divertida... tu podrás echar un polvete sin problemas y a ella le daré una buena lección —
A partir de ahí mi hermana pequeña empieza a maquinar su plan.
— Ve al bar y trae unas bebidas para los dos. Cuando vuelvas estaré hablando con ella, vienes muy cariñoso y me das unos besos, vamos a fingir que somos pareja. Ya verás como ella se mete en medio, tratando de seducirte —
Gabi acierta al ciento por ciento, nada más llegar yo con las bebidas y saludar a la nueva amiga de mi hermana, la primera reacción de Sary es mostrar su sorpresa al conocer nuestra inesperada relación de pareja. La segunda es lanzarme un montón de piropos más o menos sutiles para captar mi atención e hinchar mi ego.
La chica es consciente de su innegable atractivo, hace broma sobre el interés que le provoco, advirtiendo a Gabi para que me tenga bien controlado si no quiere que “otra” venga y se lo quite.
Sary no tarda en pavonearse delante de mí a pesar que está delante de hermana que supuestamente es mi pareja. Muestra sin reparos su faceta más seductora y sexy con objeto de captar mi atención. Enseguida se coloca a mi lado para con disimulo poder restregar sus tetas con mi brazo.
Ya ha conseguido que este pendiente de ella. Ante semejante acoso no me extraña que los novios de otras chicas caigan fácilmente en sus redes.
— Tócale el culo… no te cortes… lo está deseando— me dice Gabi en una distracción de Sary, al tiempo que me coge por la muñeca y guía mi mano al encuentro de las apetitosas posaderas de la caza novios.
Trato de resistirme, me parece que es ir demasiado rápido. Ante la insistencia de mi hermana me dejo conducir y le doy un suave restregón sobre la rotunda curva de su culo. ¡Ufff, que culo tan firme!. Bajo la tela del vestido se esconde un culo que se merece un buen apretón.
Sary se hace la distraída fingiendo que no ha pasado absolutamente nada. Debo suponer que ella considera mi reacción de lo más normal del mundo, es lo que hacen todos en mis mismas circunstancias. Debe ser lo habitual, cualquier chico cae en la tentación de tocarle el culo, y pasa a ser la víctima propicia de su gran atractivo.
— Debes hacerme caso. A ella, esto le encanta. Lo ha dicho muchas veces y es una de sus fantasías favoritas. Su objetivo es seducir el chico de cualquiera de sus amigas –
— Su mayor deseo es conseguir que él la acaricie a escondidas en presencia de su novia… eso la saca de sus casillas… la muy puta – me dice mi hermana en cuanto tiene ocasión.
Seguimos conversando los tres, envueltos por la música del pub y mucha gente, lo que nos da oportunidad de estar muy juntos, tropezando continuamente entre nosotros al mover nuestros cuerpos para seguir el ritmo de la canción que suena. Es la situación ideal que a un buen tocador de culos le gustaría tener.
Ella no puede ni quiere evitarlo y yo cada vez me siento más animado y atrevido. Sin duda he caído bajo la maligna influencia de la chica. Al dejarse tocar el culo tan ricamente, me ha puesto la polla bastante dura, y estoy a la espera de ver cómo evoluciona la situación. Sorpresivamente, se desentiende de nosotros, se despide y desaparece entre la multitud.
— Ahora cuando vuelva… pues seguro que vuelve a por más morbo, no te cortes… ya verás... hazme caso y seguro que esta noche te ganas un buen polvo con ella –me dice mi hermana que parece conocer a la perfección la estrategia de Sary.
—Si, pero ella ya sale con un chico, no creo que quiera nada conmigo — le digo muy escéptico
—Mira que eres inocente, esto no tiene nada que ver con salir con alguien... esto es sexo… sexo. Ya verás como ella encuentra la oportunidad de echar un casquete contigo —
— Su ego necesita sentir que ha estado con todos los chicos posibles… es un putón de mucho cuidado — añade
— Sary está muy orgullosa de su culito y debes aprovechar su punto débil... tócaselo y haz que se sienta deseada… por un chico con pareja. Ella quiere sentirse mejor que la pareja respectiva y para ello no dudará en utilizar todas sus armas —
— Mira ahí viene otra vez como te decía -
Tal como ha pronosticado mi hermana, Sary vuelve a la carga y se pone a charlar de nuevo con nosotros, sin olvidar poner a mi alcance el preciado regalo, su culo. Alargo la mano y llevo mi palma desde el final del muslo hasta la mitad del glúteo, dejándola resbalar sobre la ropa muy discretamente. ¡Un buen sobe!
Mi corazón se pone a galopar. El cerebro no deja de procesar la idea: “Este bombón tiene pareja y se está dejando sobar el culo de forma descarada solo por el placer de sentir que me ha cautivado y seducido. Mi hermana Gabi es testigo y cómplice, el morbo de la situación nos gusta a los tres.
Gabi cruza conmigo miradas de complicidad y sonríe al verme tan alterado. Me hace señas con los ojos animándome a continuar. Mientras tanto, va hablando con Sary, le confiesa que está muy coladita por mí y que es muy celosa, que no soportaría engaños por mi parte. Todo ello para darle más emoción a la cosa, cuanto mayor es el riesgo más interesada se le ve.
Para Sary, escuchar esa confidencia es como un regalo, eso es todo lo que esperaba oír para sentirse totalmente complacida con su conquista. Mientras tanto le sobo el culo de forma descarada. Me atrevo incluso a darle varios apretones en la nalga que la hacen gemir entre dientes.
Mientras con una mano rodeo amorosamente la cintura de mi hermana Gabi, con la otra me he abierto camino entre las piernas de Sary para poder pasar los dedos por encima de su rajita. Ella culea discretamente haciéndome ver que participa del juego incrementando el morbo de la escena. Con el dedo medio presiono sobre la raja haciendo que ella se sienta al borde de la locura.
A mi hermana se le ocurre una excusa perfecta para ir al piso superior donde hay una especie de balcones desde donde se ve la pista de baile y se está algo más tranquilo. Invitamos a Sary para que nos acompañe, y una vez allí, Gabi se excusa para poder bajar al bar para traer nuevas bebidas.
Pensando que la ocasión es inmejorable para ponerle los cuernos a mi hermana, Sary no pierde el tiempo con maniobras de aproximación. Está caliente y desea follar a cualquier precio. Me echa mano al paquete y con la otra hace que le toque el pecho.
Realmente tiene unas tetas muy ricas. Finjo resistirme un poco y esto a un la pone más cachonda. Me lleva la mano a su patata para que pueda comprobar como palpita. Supongo que a Sary esto la excita todavía más, e imagina que se podrá apuntar otra victoria más frente a la supuesta novia de turno.
Le digo que temo que llegue Gabi y nos pille en medio de la faena, con lo que yo podría tener un gran problema. A ella esto no le parece importar, pero al final accede a mi suplica coincidiendo con la vuelta de Gabi con las correspondientes bebidas para los tres.
Damos un largo para refrescar la calentura que nos embarga, continuamos con la charla y a los tocamientos furtivos.
—¿Qué le has hecho?...se nota que esta cachondisima…la tienes a punto de caramelo. Debe estar mojadisima…tienes que escaparte con ella y follartela bien duro — dice mi hermana tras valorar la actitud de Sary.
— Me tendrás que ayudar – le contesto en un momento de distracción de nuestra “víctima”.
A todo esto, seguíamos con el subidón intentando controlar lo incontenible, me acerco poco a poco dejándola encerrada entre mi hermana y la pared poniendo nuestros corazones y respiración a mil. La mano le tocaba el culo por encima de la ropa de manera lenta, pero con intensidad. Buscar hueco para meterla debajo de la falda. Le toco el culo fuerte y pellizcando arrancando grititos de placer que ella trata de disimular.
A Sary cada vez le importa menos que mi pareja la pueda descubrir, al contrario, le pone más cerda pensar que nos iban a pillar y que Gabi se diera cuenta. Un dedo ha encontrado el filo del tanga y lo aparta a un lado para poder jugar con sus labios húmedos evidenciando que está loca y muy perra.
— Estoy un poco agobiada… hace tanto calor y hay tanta gente… ¿Qué os parece si salimos fuera — propone mi hermana
— ¡Buena idea!... dice Sary para luego añadir — deja que le envío un mensaje a JuanMa para que no se preocupe. Le diré que no me encuentro bien y que me vuelvo a casa acompañada por una amiga.
Un cuarto de hora después estamos los tres de camino hacia mi apartamento. A Sary no le ha costado nada explicar a su pareja que se va porque no se encuentra bien y que nosotros la acompañamos hasta su casa.
En el coche pongo música animada y con el volumen elevado, no quiero que baje la intensidad de nuestras emociones, y también tengo ganas de intercambiar confidencias con mi hermana. La estrategia nos ha salido perfecta, estoy a un paso de follar con una tía de bandera, que tiene un culo espectacular y que por otra parte la vamos a poner a comerle el coño a Gabi…así le haremos bajar un poco los humos.
— ¿Cómo lo ves?... tienes ganas de follartela — me pregunta
— ¿ y tu?... ¿quieres que te coma el coño? —
Sary, en el asiento trasero solo puede oír la música, mientras nosotros cuchicheamos sobre las coas que planeamos hacer con nuestra “invitada”. En este momento de relativa calma, debe estar pensando en el “fregrao” que se ha metido, aunque su calentura no le deja ver más allá de lo bien que espera pasárselo.
Ya en el apartamento nos miramos, apenas hemos hablado durante el trayecto, los tres sabemos que lo que va a suceder puede ser espectacular, estamos emocionados y muy cachondos. La situación tiene un puntazo morboso que las pone muy guarras, también creo que yo les doy muchísimo morbo y curiosidad. Por la forma en que me miran y me tratan estoy convencido que se van a disputar quien va a conseguir la mejor parte.
Se siente la tensión, Sary está algo cohibida, ella tiene su pareja y nunca habría pensado que su intento de seducirme y jugar conmigo iba a terminar con un trio. Ya se ve en medio de la que cree es mi pareja y el tipo que le ha estado metiendo mano hasta ponerla tan cerda como está ahora. Estamos todos bien entonados, con el alcohol que hemos bebido y sobre todo con la adrenalina por las nubes.
Para romper el hielo empezamos a hablar de folleteo, de los gustos personales de cada uno en la cama. Me dirijo a Sary directamente, y le digo:
— Mira “nenita” (apelativo que uso con mi hermana) a mí me encanta besar así...—
Le digo mientras le sujeto del cuello sin apretar, pero con firmeza, luego...
— abre la boca nena —
Me sonríe con picardía y abre la boca sacando la lengua simulando esperar que le dé algo. De una manera muy sexy dejo caer un poco de saliva en su lengua, mirándole fijamente a los ojos, cuyas pupilas están súper dilatadas por la tensión sexual.
Le doy un suave pico en la boca, lamiéndole la lengua muy sensualmente. Cuando la dejo, sus nervios están alterados y la pipa del coño palpitando. Le sigo hablando mirándola fijamente mientras Gabi expectante observa con la boca ligeramente abierta respirando llena de excitación.
— Pues así me gusta follar a mi “nenita”.... ¡Ummm me pone burro tratar así a las mujeres en la cama! —
Se ríe, humedece sus labios con la lengua haciéndome ver que está deseando sentir mi polla dentro de su conchita dándome lento y fuerte.
Mi hermana, como si ya lo tuviese previsto sacó unas esposas de plástico del bolso y empieza a poner las en sus manos. Hablando de si nos lo habían hecho antes o si no. Yo digo que nunca me habían amarrado ni nada por el estilo pero que me encantaría probar alguna vez.
— A mí nunca me las han puesto, pero sí que he esposado a Gabi para follarla en cuatro patas con las manos hacia atrás — le digo a Sary para que vaya visualizando lo que viene a continuación.
— Recuerdas que te sujetaba las manos esposadas a la espalda, que te daba empujones metiéndole todo lo duro sin parar, mientras gritabas sin parar y me pedías que no parase —
— ¡Cómo me puse ese día…! Me puse como un cerdo… me excitaba más y más cuando la escuchaba pedir más — les confieso a ambas.
A esas alturas mi hermana y Sary escuchaban atentas todo el relato con la boca seca e imaginando que eran ellas las que eran folladas de esa manera...Se hace el silencio, nos miramos los tres esperando la continuación.
Estamos calientes, deseosos y con la calentura desatada. Así que eso da pie a que empiece nuestra fiesta privada. Nuestros cuerpos se juntan sin dejar espacio, dándonos besos entre los tres, mezclando las tres salivas con sabor amargo del alcohol. Nuestras manos buscan tocar el cuerpo de los otros, nuestros alientos calientes de sexo se mezclan, besos …saliva…pasión.
Me abalanzo sobre Sary, la arrincono contra el sofá y hago que abra las piernas para que yo pueda acomodarme entre ellas. Mis manos vuelan entre su ropa bajando la camiseta de tirantes y sacando las tetas por encima del sujetador. Gabi se lanza a por un pezón y yo al otro. Mordiendo fuerte y suave, rozando con la lengua alrededor de la aureola, haciendo que notara las cosquillas y el placer en el coño. Se apoya hacia atrás olvidándose de todo y dejándose hacer.
Ha sucumbido a nuestro embate… ya es nuestra muñeca, con la que podemos llevar a cabo todas nuestras fantasías. De pronto mi hermana se apodera de mi boca, mete su lengua y me da un apasionado beso. Luego nos volvemos hacia nuestra amiga, le pellizcamos el pezón y hacemos que suelte unos profundos suspiros por su boca.
Le quitamos el vestido y con brusquedad apartamos hacia un lado el tanga. Nos lanzamos a por su coño ya chorreante. Nuestras lenguas juegan rozando el clítoris mientras los dedos se turnan para meterse dentro de su sexo. Mientras, ella se aprieta los duros pezones doloridos de placer, esta loca de placer.
— ¡Siii, siii….coméoslo todo…! — gime separando la pierna para dejarlo completamente accesible a nuestras bocas.
De pronto se aceleran los movimientos, me acomodo frente a Sary, le meto los dedos, los saco y con su propio jugo le mojo bien los labios para facilitar la entrada de mi polla tiesa. Mirándola fijamente se la meto despacio hasta el fondo, lo que hace que cierre sus ojos inyectados de lujuria.
De su boca sale un profundo gemido y tras dos empujones más fuertes, comienza un mete saca salvaje haciéndola gritar. Estamos a punto, tanto calentón nos va hacer acabar pronto. Gabi se sienta despatarrada en el sofá, con todo su coño bien abierto y accesible, hago que Sary se arrodille frente a ella para que lo pueda comer bien, se queda en cuatro delante de mí… uhmmm que culito tan rico…
Llevo media noche sobando ese culo y ahora por fin lo tengo al alcance, me pongo detrás y comienzo mi mete y saca. Muevo la cintura en círculos para hacerla disfrutar más si cabe. La estoy poniendo a punto, para hacer que se corra al mismo ritmo que Gabi.
Sary le chupa el coño, le mete dos dedos y le frota intensamente. Luego mete dos dedos más…la dilata y la excita con cuatro dedos abriéndose camino en su coño. Un ritmo muy rápido y salvaje con los dedos entrando y saliendo salpicando su corrida, rozando el cielo, haciendo que un calambre cruce y haga retorcer la espalda, soltando gemidos y palabrotas por la boca sin parar.
Escucho como ahoga los gritos de un orgasmo muy bestial cuando está succionando su punto de placer. Gabi está disfrutando cachonda como una perra, no para de gemir y suspirar. Le muerde los labios y el clítoris, mojándolos de saliva y completando la follada de dedos que le está haciendo.
Sus gemidos salen sin disimulo de la boca. No los puede controlar, Sary la tiene muy guarra y no deja de pedir más. Ella lo nota, sonríe muy traviesa y le mete la lengua dura dentro del coño mojado, sin esperar Gabi le agarra la cabeza y le sujeta firme, mientras se retuerce como serpiente.
Sus dedos empiezan a acelerar el juego, entrando y saliendo salpicando un poco de líquido que recogía y lamia sin parar el ritmo de comida. Su clítoris esta rojo, brillante he hinchado a punto de explotar, sus aullidos se han convertido en jadeos boqueando para coger aire y soltarlo.
Mi hermana está cegada de lujuria, cerrando los ojos con cada lamida y succión. Está llegando y no puede parar las convulsiones, mordiéndose el dorso de la mano para no gritar, mientras salen caños de su corrida mojando su cara de guarra pervertida.
Se corre sin remedio, se derrite por segundos, deja salir todos sus fluidos. Su coño se contrae dejando caer todo el líquido rico que resbala por encima de su piel.
Yo saco mi polla para acercarla a mis dos chicas que obedientes se arrodillan para recibir con ansias la leche caliente que empieza a salpicar por sus caras de guarras recién folladas. Se comen mi rica corrida hasta que acaban con la última gota de semen de la punta de mi cipote.
Se limpian a lametones los restos de semen de sus rostros, con la lengua de una boca a otra terminando de saborear la sesión porno que nos habíamos montado en un momento.
Sin aliento, cogiendo aire nuevo, nos miramos los tres con ganas de deseo, flipando con todo lo que hemos hecho. Con ganas de repetir y de querer follar más y más... y más...
Deverano.