Me llamo Earl 2

Otra historia de nuestro sureño favorito

¿han pensado en ese tipo que os tima, os roba, deja preñadas a vuestras chicas y encima se queja de su mala suerte? ¿no? Pues ese soy yo.

Cada vez que me pasa algo bueno, me ocurre algo malo.

El Karma, tenia que cambiar.

He hecho una lista de todas las cosas malas que enmendare una a una, intento ser mejor persona.

Por cierto, me llamo Earl.

Iba con mi coche por la zona de caravanas, nunca me acordé de por que no pasa ni un alma por aquí.

Hasta que noté el impacto de una piedra atravesar la ventana de mi coche, la piedra impactó contra mi nariz y perdí el control de mi coche hasta estrellarme con una farola.

-¡te di! ¡jodido bigotudo pichicorto!

Si, Jolie tenia la regla, todo el mundo sabia y a mi me cuesta recordar que entre los días 10 y 15 de cada mes pasar por el parque de las caravanas era suicida, normalmente Jolie no iba armada, pero esta vez tenia un tirachinas, no quiero deciros lo que pasó cuando consiguió un revolver, mientras recuperaba la conciencia, vi el cartel de la farola.

“oferta de viaje a Grecia”

Miré mi lista y lo encontré, la 292 le fastidié el viaje de luna de miel a Jolie.

Catalina trabajaba de Striper, de hecho salió de mi tarta de despedida de soltero, fiesta que organicé aprovechando que ella acababa de parir a “mi hijo” y necesitaba descanso, ella bailaba para nosotros, teóricamente tenia que tirármela antes de que me casase con Jolie, pero esa noche, como todas las buenas noches, bebí tanto que bailé break dance.

Desperté en mi caravana.

-¡despierta jodido imbécil! – decía Jolie.

Estaba claro que me había tirado a Catalina y Jolie se había enterado y salió del hospital con rabia, lo jodido es que no me acordaba del polvo.

-¿Qué es eso de que le has dado el dinero del viaje a esa sucia inmigrante?.

Randy me dijo después que Catalina quería ser americana para que no la echasen, yo en un alarde de generosidad le di el dinero para el viaje de luna de miel, fuimos a por Catalina, pero ella ya había conseguido el documento para ser americana.

Yo lo hubiera dejado pasar, pero Jolie no deja pasar nada, ni siquiera mi pito, ambas mujeres se enfrentaron en un combate de insultos de castellano y Americano (ingles no, que se note que les echamos de nuestra tierra, viva el 4 de julio)

Entonces Jolie le arrebató a Catalina sus papeles y los lanzó en un árbol, la rama era alta, pero no tanto como para que no la alcanzase si le ponía ganas.

De modo que así nació lo que seria la principal atracción de Catalina.

Dar saltos.

(poned música de Striptease mientras os imagináis a la latina Catalina saltando haciendo que sus pechos sean victimas de los impulsos saltarines y la fuerza de gravedad, visualizad esos pechos grandes y naturales moviéndose sin sujetador, como si se movieran por el bombeo de una buena cogida)

Todos nos paralizamos viendo ese espectáculo, todos menos Jolie que se lanzó contra Catalina y la persiguió hasta el bosque, yo no quise seguirlas, entre otras cosas, quería tener los huevos en su sitio.

Así que voy a compensar a Jolie y le daré el viaje de su vida.

-¿estas bien Earl?

  • si, estoy bien, hombre cangrejo ¿que tal en la casa?.

-ese bunker que hice en secreto para mi y los niños era la mejor inversión de mi vida.

-ya veo, oye ¿sabes de algún trabajo? Es para pagaros a ti un viaje a Grecia.

-¡ah! La cuna de la filosofía y los valores educativos, si, resulta que en el ejercito pagan bien a los que se someten a pruebas genéticas.

Sin dudarlo fui a la base del ejercito, resulta que experimentaban con un suero de supersoldado que podría hacerme  más fuerte, más rápido, con rayos X en los ojos, lo que haría con esos poderes.

El problema es que estaban en los primeros ensayos, de modo que solo obtuve una polla de 70 cm y unos pechos de 140 cm, aunque el doctor me dijo que los efectos pasarían en unos días y lo que se dicen días unos meses y lo que se dicen meses, unos años.

Pero pagué el viaje, el viaje de lo di a Jolie, que fue a ver a Catalina y le restregó los billetes por la cara.

En ese momento ambas pelearon con ganas, tantas que volvieron perseguirse hasta el bosque.

Fuimos a buscarlas, pero no las encontramos, preguntamos a un guardabosques si las había visto.

-si, hace varios años que las vi, cielos, fue todo un espectáculo.

Me contó lo que ocurría en la primera pelea, Jolie persiguió a Catalina y ambas cayeron sobre un charco de barro, ambas pelearon como gatas cubriéndose con el barro, desgarrando sus ropas, durante el forcejeo, se tocaron los pechos, las piernas, los traseros.

-¡joder! Inmigrante, ¿esas peras son de verdad?

-si rubita, oye, tu tienes buen culo.

-y eso que acabo de parir.

-oye, yo… nunca… ¿te apetece probar? – dijo Catalina.

-que coño, a ese imbécil le puse los cuernos con todos ¿Por qué no con una mujer?.

Ambas se besaron mientras apretaban sus pechos entre si y acariciaban sus sedosas piernas.

Jolie comprobaba con sus propias manos lo blandos y suaves que son los senos de las hispanas mientras Catalina apretaba con ganas las duras y firmes nalgas americanas, fueron a un riachuelo y se lavaron entre si, Catalina frotaba los pechos de Jolie y viceversa, Jolie le mordisqueó el pezón de Catalina y esta le correspondió hundiendo uno de sus dedos en la concha de Jolie.

-ah, así espalda mojada, sigue moviendo ese dedito – decía Jolie.

-méteme los tuyos también, gringa – dijo Catalina.

Ambas se penetraban digitalmente mientras sus pezones se acariciaban entre si.

Ambas llegaron al climax a la vez, Jolié le susurró a Catalina que le apetecia un burrito, Catalina le susurró que ella quería un Hot Dog.

Ambas se pusieron en un 69 y  se chuparon entre si, saboreándose mutuamente, hundiendo la lengua de una en lo más hondo de la otra con mucho amor.

A Catalina se le ocurrió una idea, cogió una cadena y la ató de un extremo de un árbol a otro, quedando la cadena firme.

-ven, te enseñaré a bailar.

Jolie lo entendió, ambas se miraron al frente, con la cadena entre sus piernas, se besaron, sus pechos se juntaron y empezaron a bailar, un baile que hacia que los eslabones de las cadenas acariciaran los clítoris de ambas féminas, a medida que llegaban al orgasmo, bailaban con más pasión hasta que agotadas, cayeron abrazandose ignorando al guardabosques que se pajeaba ante ese espectáculo.

Entonces Jolie, cogió un tirachinas y de una pedrada alcanzó los dos testículos del pobre tio.

Entonces el hombre cangrejo recibió una llamada de su móvil.

-¡oye! ¡cuida de los niños! Yo me voy de viaje con Catalina.

El hombre Cangrejo, abatido, dijo para si.

Si es que viajar a un país que tenga una isla llamada Lesbos no sale nada bueno.

La sorpresa en mi fue mayúscula, pero, cumplí con mi parte, de la lista la 292 y… la verdad es que un rabo como el mío y unas peras como las mías, podía hacerme unas autocubanas de infarto.

En la habitación de Hotel

Randy: ¿Earl?

Earl: ¿si Randy?

Randy: ¿crees que nuestra vida es de verdad? ¿Qué no somos una historia como esa de dibujos animados y alguien nos está viendo?

Earl: si es asi al guionista le debo recordar a alguien que odia, por que mira que cosas más surrealistas me pasan.

Randy: ¿y si le rezamos? Tal vez nos de algo.

Earl: buenas noches Randy.

Randy: buenas noches Earl.

Ambos se duermen, pero Randy se pone de rodillas y dice.

Randy: .querido guionista, desearía que al despertar tuviera cuatro chicas guapas como Catalina, treinta hamburguesas con queso, dos litros de Whisky y muchas patatas fritas y… a ser posible, que le pongas de nuevo el rabo y los pechos a Earl, menudas autocubanas se hacia, buenas noches guionista.