Me levante con unas ganas locas de tener sexo
Aquel dia desde que me levante me senti calentona y tenia unas ganas locas de tener sexo. Para mi mala suerte mi esposo estaba de viaje y no lo iba a volver a ver en casi dos semanas.
Yo le he sido infiel a mi esposo en el pasado pero la verdad nunca ha sido porque yo haya buscado serlo, simplemente las situaciones se presentaban y no siempre he actuado de la mejor forma, pero esta manana defitivamente si iba a serle infiel con toda culpa porque me moria de ganas de tener sexo, el estaba de viaje y yo sabia que no iba a poder controlarme las ganas durante todo el dia.
Me puse una minifalda corta y apretada, zandalias de taco alto y sali en direccion a mi trabajo, lo primero que se me ocurrio fue buscar a Alex, un companero de oficina con quien ya he tenido una aventura en el pasado. Yo estaba segura que si entraba a la oficina de Alex, me arrodillaba entre sus piernas y le daba una buena mamada por 5 minutos Alex se iba a volver loco y me iba a cojer como un animal contra su escritorio. Maneje toda la ruta a mi trabajo pensando lo delicioso que iba a sentir a Alex haciendome suya con fuerza contra su escritorio
Cuando llegue, puse mi cartera en mi escritorio y sali caminando inmediatamente en direccion a la oficina de Alex, ya casi me iba quitando el brasiere en el camino pero cuando entre a su oficina no pude creer mi mala suerte, la oficina estaba vacia y cuando pregunte me dijeron que Alex tenia reuniones con los supervisores y no iba a regresar en todo el dia a la oficina. Casi doy un grito de rabia y desesperacion al cielo, volvi caminando a mi escritorio completamente decepcionada.
Me pase el dia completo de mal humor, ese dia comprobe que eso que dicen por ahi que cuando una mujer anda de mal humor es porque le falta sexo es completamente cierto. Me pase el dia completamente frustrada fantasiando sobre cuanto necesitaba tener sexo, en como deseaba sentir las manos de un hombre tocandome todo el cuerpo, sentir sus labios mordiendome y chupandome las tetas y sobre todo sentir su pene grueso y fuerte metiendomela con fuerza y haciendome completamente feliz.
Para mi mala suerte durante todo el dia no se presento ningun hombre que me gustaba y con quien no hubiera tenido ningun inconveniente en meterme un revolcon. El muchacho guapo que deja el FedEx no se aparecio, y un cliente alto y fuerte que aveces visita durante la semana tampoco vino. A cualquiera de los dos los hubiera llamado con las piernas, les hubiera dicho que queria decirles algo en secreto y los hubiera llevado a una oficina vacia que inclusive ya tenia preparada. Estoy segura que cualquiera de los dos me hubiera subido la falda, bajado el calzon y me hubieran dado una cojida fuerte y salvaje contra el sillon de la oficina. Pero ninguno de los dos llego.
Carlos, un hombre gordo y la verdad bastante feo que trabaja como vendedor en la oficina, no se imagina lo cerca que estuvo de tener el sexo de su vida aquel dia. Me sentia tan desesperada que estuve a punto de llevarlo a la oficina vacia para cojermelo por 10 minutos y quitarme todas las ganas que tenia encima, pero en el ultimo minuto lo mire bien y me tire una bofetada a mi misma, no pude creer la locura que estuve a punto de cometer
Llego las 6 de la tarde y sali desesperada de mi trabajo. No sabia que hacer, con el transcurrir del dia envez de que mis ganas se tranquilizaran por el contrario se habia aumentado. Sali manejando sin direccion cuando vi un bar casi escondido en una esquina, no se veia un bar muy bonito pero habia gente y definitivamente habian hombres adentro. Me parquee al lado del bar y pense por unos segundos, sabia muy bien en lo que me metia si entraba en aquel bar
Entre al bar y camine hacia la barra con mi minifalda, mis tacos altos y meneando las caderas de lado a lado para que todos los hombres presentes se imaginaran lo rico que muevo las caderas en el sexo. Me sente en la barra. Me imagino que mi actitud lo decia todo, que iba a hacer una mujer vestida asi sola en un bar lleno de hombres. Yo estaba lista para que literalmente el primer hombre que se me acercara que no fuera demasiado feo me metiera la verga. El primero que se me acerco fue el manager de turno del bar.
El manager se me acerco, se sento al lado mio y me pregunto que hacia sola por ahi. La verdad es que ni siquiera recuerdo de que hablamos pero como dije antes mi actitud y mi mirada putisima lo decian todo. Me imagino que es comun encontrar mujeres faciles por esos lugares porque el manager solo necesito 5 minutos para darse cuenta de mi situacion, ponerme la mano sobre la pierna y decirme que podiamos hablar a solas en su oficina.
Ambos nos pusimos de pie, tome mi cartera y camine junto con este hombre que acababa de conocer hace 5 minutos hacia la oficina del bar. Me imagino que todos los que estaban presentes en el bar sabian muy bien lo que iba a pasar, sobre todo porque el hombre me puso la mano en el trasero mientras caminabamos hacia la parte de atras
Apenas entramos y el cerro la puerta nos besamos con locura contra las paredes y los muebles de aquella oficina pequena, el me empezo a manosear por todos lados debajo de la falda y a mi me entraron unas ganas locas de darle sexo oral asi que empeze a besarle y lamerle el cuello y el pecho mientras le desabotonaba la camisa, continue bajando hasta que me arrodille enfrente de el, le abri el pantalon y le saque la verga, felizmente la tenia grande y se veia deliciosa, asi que sin pensarlo dos veces me la meti a la boca y se la empeze a chupar. La verdad es que se la chupe con unas ganas que no habia sentido en muchos anos.
Me imagino que le di sexo oral por alrededor de 10 minutos cuando senti que el hombre me puso de pie con fuerza, me sento encima del escritorio y sin decirme una palabra me tomo fuerte por las piernas y me la metio. La verdad es que me dolio por la brusquedad con que me penetro pero al mismo tiempo senti delicioso porque era lo que habia deseado por todo el dia.
Empezamos a cojer semivestidos, yo tenia la falda subida y los senos salidos por encima de la blusa y el tenia la camisa abierta y los pantalones en las rodillas. Creo que el estar asi casi vestidos aumento el sabor casual y erotico del sexo, por lo menos a mi me hizo sentir mas caliente y sobre todo mas puta. Hasta recuerdo que todavia tenia mis tacos puestos mientras el me embestia con todo su cuerpo encima del escritorio.
Solo necesite unos cuantos minutos para llegar al orgasmo, estaba tan caliente que llegue casi inmediatamente. Recuerdo que lo abraze fuerte con las piernas y empeze a gritar "no pares no pares asi asiii ahhhh" el se porto como una amante esplendido porque no se detuvo ni por un segundo y continuo penetrandome con firmeza mientras yo me volvia loca entre sus brazos, estoy segura que le clave las unas en la espalda pero el no se detuvo y continuo dandome y dandome. Me imagino que mis gritos y gemidos se escucharon por todo el bar.
Apenas el se dio cuenta que termine mi orgasmo me cambio de posicion como para ahora darse el gusto el. Me volteo contra el escritorio para penetrarme por detras, me tomo por la cintura y me la volvio a meter. El continuo cojiendome bruscamente y en un momento que se calento mucho me tomo por los pelos y me dio de nalgadas mientras me seguia penetrando. Yo le segui la corriente y le di gusto, no fui una amante egoista, le di tan buen sexo como el me lo habia dado a mi. Creo que fueron 5 minutos mas cuando empezo a gritar y grunir y entonces le grite que no se viniera dentro de mi, el la saco, yo me voltee y lo deje que se viniera encima de mis tetas, la verdad lo senti delicioso
Cuando termino nos apartamos y yo cai sentada en la silla del escritorio. Ambos estabamos super agitados recuperando la respiracion. Despues de unos minutos el hombre se tranquilizo, se subio los pantalones y me pregunto como me llamaba. La verdad despues de lo que paso hubiera esperado que me tratara como una cualquiera pero no lo hizo, hasta podria decir que fue bastante decente conmigo. Yo le segui la conversacion mientras me ponia la ropa pero por supuesto no le di ningun detalle personal.
Me termine de vestir y con una sonrisa me diriji hacia la puerta, el hombre apunto su nombre y el numero del bar en un papel y me lo dio, me dijo que lo podia buscar cuando quisiera, yo lo acepte sabiendo muy bien que iba a deshacerme del papel tan pronto saliera del bar. Sali de la oficina y por supuesto todos estaban mirandome. Era seguro que todos escucharon los gritos que dimos mientras estabamos cojiendo. Quizas en alguna otro tiempo hubiera sentido verguenza, pero por algun motivo este dia no senti ninguna verguenza, creo que por el contrario senti que todos los hombres que me estaban mirando hubieran hecho lo que sea por haber estado en el lugar del manager del bar. Sali del bar caminando con mis tacos altos y meneando las caderas tal y como habia entrado unos minutos atras.