Me la follaron en un congreso 3ª parte

Siguen las aventuras de mi mujer y su amiga en un congreso.

Sigo contando como a mi mujer y a su compañero se las follaron dos machos en un congreso en Murcia.

La compañera de mi mujer, Lucía y su amante Senén estaban despertándose despues de una tarde-noche de sexo. El sueño les había venido fantásticamente, y estaban ya empezando a juguetear con sus cuerpos de nuevo. De repente llegaron varios whatssaps al teléfono de Senen.

  • Joder, parece que tu amiguita y Gelo se lo pasaron también de puta madre ayer.
  • ¿Qué me dices?  ¿También estuvieron juntos follando?
  • Claro, que te creías. Tu amiguita también tenía pinta de necesitar unos buenos pollazos.
  • Pero si ella está casada.....
  • Pues eso es que el marido no la da lo que necesita, menos mal que ha encontrado justo lo que necesitaba.
  • ¿Por qué dices eso?
  • ¿Has visto mi polla? Pues imaginatela igual de ancha, pero casi el doble de larga. Pues así la tiene Gelo. O sea que tu amiga se lo ha pasado de lujo.
  • Joder, que me dices. ¿Pero existe algo así?
  • Claro. Oye, ¿quieres que llame a Gelo y le diga que se venga para aqui? Así lo compruebas....
  • Venga, adelante,llámale – dijo ella después de pensarlo un instante-, pero no sé si seré muy mayor para ella. Seguro que no le gusto. A ella la irán más jóvenes como Maricruz.
  • Que va. Le van de todos los tipos. Además ayer cuando os estábamos mirando, dijo que tú también tenías un buen polvo.
  • Joder, a ver si ahora voy a ser un sex simbol, jajaja.
  • No sé, pero sí que eres una buena cachonda, jajajaj

Se rieron los dos y Senén llamo a Gelo para que fuera al hotel. Senén estaba dándose una ducha cuando llegó Gelo. Abrió la puerta Lucía tapándose con una toalla.

  • Hola, Gelo ¿Que tal?
  • Hola, pues bien, pero no tan bien como vosotros – dijo-, al oir silbar a su jefe bajo la ducha y la expresión satisfecha de Lucía.
  • Bueno, bueno, me han dicho que tú no lo pasaste nada mal ayer.
  • Jajaja, la verdad es que sí que lo pasamos bien. Tu amiga es muy maja.
  • ¿Te portarías bien con ella y la dejarias contenta, no?
  • Bueno, ya te contará ella, pero yo no la oí quejarse, todo lo contrario, jajajaja.
  • Hombre, si lo que me ha contado Senén de ti es verdad, creo que habrá quedado contenta.
  • ¿Y que te ha dicho si se puede saber?.Éste es muy exagerado.
  • Pues que dejas pequeño a los actores de las películas porno, jajaja.
  • Bueno, depende de qué actores,jajaja. Lucía, me equivoco o tu quieres verla, ¿no?.
  • La verdad es que para eso te hemos llamado.
  • Pero qué putas sois las dos, acércate y quítame tú los pantalones

La encantó oir hablar a aquel jovencito con aquella autoridad. Le bajo el chandal que llevaba y al igual que había hecho mi mujer el día antes, acarició por encima del calzoncillo aquel monstruo que tenía entre las piernas el chaval. Instantáneamente percibió como crecía dentro de la prenda, y se dió cuenta que lo que había dicho Senén era verdad. Era igual de gorda, pero mucho más larga. Pensó que Maricruz se tenía que haber puesto las botas con ese cipotón. Tomando la iniciativa de una forma que sólo 24 horas antes le habría parecido imposible, le quitó los calzoncillos, le acercó a la cama, se sentó en el borde, y cogió con su boca el enorme rabo que tenía delante. Jugueteó con la lengua alrededor del glande, ensalivando bien la polla, y fue poco a poco metiéndosela dentro, al menos lo que podía meter porque más de un tercio de la polla se quedaba fuera de la boca. No había manera de meter todo eso dentro, al menos para ella. Y eso que lo intentó. Agarró al chaval del culo empujándo hacia ella para que entrara la mayor parte pero pronto lo dejó por imposible.

  • Que pasa, putita. ¿Es muy grande para ti? ¿No puedes con ella? Pues imagínate cuano esté dentro de tus agujeros.
  • Voy a disfrutar como una guarra -dijo ella sacándose la polla de la boca.
  • Sigue chupando. ¿Quién te ha dicho que pares? -dijo el chaval, cogiéndose la polla por la base, y golpeando fuerte la cara de Lucía y dándola varios pollazos fuertes en la cara.

A ella la gustó lo que la hacía. Toda su vida había tenido sexo de la manera tradicional, y sentirse tratada así la hacía sentirse toda una hembra. Y mientras disfrutaba de aquel manjar, llevó su mano hasta su coño ya tan empapado que había mojado la sábana donde estaba. Además, había sido una buena idea recortarse  lo más posible sus pelos del coñito, cuando se había duchado esta mañana. No había que poner ningún obstáculo a los hombres, pensó. De repente, oyeron la voz de Senén:

  • Parece que habéis empezado sin mi.
  • Hola, Senén. Mira como me ha puesto esta puta tuya.
  • Ya veo. ¿Que tal con la otra golfa ayer?
  • Fantástico. Una tia muy cachonda, y muy dispuesta a todo. No dijo que no a nada de lo que la hice. Se ve que lo necesitaba.
  • ¿ Que la hiciste?
  • De todo, la llené de leche por todos los agujeros, boca, coño y culo. Gritó como una perra cuando la enculé, menuda puta.
  • Bien hecho, tío. Ves como teníamos razón cuando decíamos que a esas dos zorritas las ibamos a destrozar a pollazos.

Parece mentira, pero oir hablar así de su amiga la excitó mucho. Pensó que igual la describirían así a ella también cuando contaran a sus amigos como se follaron a aquellas putas que fueron de visita a la ciudad. Imaginarse a aquel grupo de obreros sudorosos imaginar que eran ellos quienes las follaban, la puso caliente como una perra. Abrió los ojos, alargó una mano y le indicó a Senén que se acercara. Cuando se puso a tiro, le tomó la polla con la mano, y la masturbó un poco, hasta que notó que ya estaba dura. Con una mano en cada culo de los machos, fue alternando las mamadas de una y otra polla. Se estaba comportando como una puta y la gustaba. Con placer escuchó a los hombres decir que nunca les habían hecho esto y que les encantaba. Incluso llegó al punto de meterse las puntas de las pollas dentro de su boca. No podía más porque eran muy anchas. Les escuchó hablar entre susurros, y de repente ellos la apartaron la cara de las pollas, se empezaron a masturbar rápidamente, y casi al unísono, regaron su cara con una catarata de semen, que se quedó en su cara como pegotes. Cuando vió que ya se habían corrido del todo, limpió todo los restos de leche que quedaban en las vergas, dejándolas limpitas y relucientes.

Se tumbaron los tres en la cara, y allí empezó una sesión de morreos y magreos con Loli como receptora de ellos. Mientras el jovencito le hacía una comida de coño que la arrancó gemidos de placer, Senén se dedicó a sus pezones lamiéndolos hasta que estuvieron totalmente en punta. Siempre había sido una de sus partes erógenas, pero no habían recibido la atención que merecían hasta ahora. Todo esto ayudó a que la lengua del chaval la arrancara el primer orgasmo de la mañana. Oir los sensuales gemidos de placer de Lucía provocó que las pollas de los chicos se pusieran de nuevo tiesas.

  • Ponte tú abajo -dijo Senén a Gelo.

Éste se tumbó en la cama con la verga apuntando al techo. Sin decirla nadie nada, Lucía ya sabía lo que tenía que hacer. Se puso encima del chavalín, se abrió un poco los labios, y se dejó caer de golpe sobre la polla. Nunca había sentido nada igual a lo que sintió.

Ohhhhhhhhhhhhhhhhh, joder, que placer.

Ves como no ibas a quejarte de la polla de mi amigo.

Por favor, que delicia. Ufffffffffffffffff, estoy llena de polla. Cabrón, que grande la tienes.

No me llames cabrón – dijo el chaval, dándola un golpe en el culo.

Me da igual que me pegues, pero sígueme follando, no pares, por favor.

Jajajaja, viniste hecha una estrecha, y te vas hecha una auténtica zorra comepollas, dijo Senén.

Mientras tanto, este había ido al baño y había venido con una botella de gel de baño. Se puso detrás de Lucía, echó una buena cantidad de gel en la mano, y la restregó por el ojete de ella. Ella notó algo, pero estaba disfrutando tanto que no hizo caso. Sólo dijo algo cuando sintió que un dedo de Senén entraba en su culo.

¿Me la vas a meter por el culo?

Claro

Pues por ahí soy virgen.

Mejor para mi, y mejor para ti. Así pruebas una cosa nueva. ¿Quieres que te la meta no?

Uffffffffff, ensartada por dos rabos como los vuestros, claro que sí. Quiero probar de todo.

Pues inclínate más.

Ella se inclinó hacia el jovencito, lo que aprovecharon ambos para morrearse fuertemente. Senén se echó gel en la mano y se lo frotó por toda su verga. Separó las nalgas de Lucía, embocó la punta del rabo, y apretó suavemente. Entró con mucha más facilidad de la que esperaba. Entre lo bien lubricado que tenía el agujero, y el placer que le estaba dando Gelo, que hacía que estuviera muy relajada, la polla se deslizó lenta pero sin pausa hacia el fondo del culo. Ella no sintió prácticamente nada de dolor, sino que la sensación de tener dos pollas golpeando en sus entrañas impidió que sintiera otra cosa que no fuera un tremendo placer. Esa fue la foto que enseño luego a mi mujer en el tren.

  • Ufffff, me estais matando de placer, tios.
  • No te mereces menos por ser tan buen puta. Te estamos dando solamente lo que te mereces.
  • Joder – dijo Gelo- entre tu amiga y tú me estais dejando la polla seca.
  • Pues no se nota, porque la sigues teniendo tan dura como al principio.
  • Esto es por tu culpa, cerda, que has sabido ponermela bien tiesa.
  • Ufff, que culo tan rico tienes, dijo Senén desde atrás. Ha sido un placer desvirgarte.
  • Ummm, no, el placer ha sido mío. Ohhhhhhhhhhhhh, ya me estoy corriendo otra vez.
  • Yo también me voy, dijo Gelo.
  • Sí, yogurín, dame toda tu leche. Llename el coño, ummmmm
  • Ahhhhhh, toma cerda, tomala toda.

Sin decir nada, el cabrón de Senén, la llenó también el interior del culo de un líquido caliente. Una vez corridos, los dos siguieron bombeando en el interior de Lucía un poco más, para soltar cualquier resto de semen que tuvieran dentro de sus huevos, mientras ella, destrozada se dejaba hacer. Una vez vacíos ya, ellos dos vacíos de ya de leche, y ella llena de esa leche, comieron algo. Ellos se vistieron y marcharon. Se cambiaron los teléfonos por si acaso, que nunca se sabe, y además para hablar de vez en cuando y calentarse por teléfono, o de alguna otra manera. Gelo la pidió el número de teléfono de mi mujer, pero ella dijo que no, que tenía que hablarlo con ella, que si ella decía que sí, ya se lo pasaría.

Claro, joder, no seas insensible. No ves que has hecho cornudo al marido, jajajaja, se rió Senén.

Si no hubiera sido yo, hubiera sido otro el que se la hubiera follado, jajajaja.

Y dos horas después estaba contando todo esto a mi mujer en el tren. Al rato, agotadas, se durmieron las dos......

Si tenéis algún comentario, mi mail es mrmp1969@hotmail.com