Me interrumpieron
Primer relato, muy tímida Por fin me dejo llevar y me interrumpen
He tenido un año de "santidad" cero alcohol, bueno un vasito al mes no cuenta, cero sexo, ni siquiera me di libertad para coquetear con nadie! bueno, una angel completo, decidí hacer votos de castidad desde que cambié de ciudad por el trabajo, por lo menos el primer año. Pero hoy me sentía sospechosamente feliz, supongo que las primeras señas de la primavera alteraron mis hormonas. Me vine temprano del trabajo, total cuando el gato no está... Vivo con un amigo, bueno prácticamente sola porque me sedió la casa para que cuide, pues él vive en otro lado por su trabajo y muy rara vez viene.
Llegando a casa me metí a la ducha para que se pasaran las cosquillas en la panza, pero mala idea, al contacto con el agua tibia me sentí relajada, abrazada y antes que me dé cuenta ya estaba fantaseando con unas manos mientras me pasaba el jaboncillo; pero no! mente traviesa, decidí terminar el baño porque se veía venir el descontrol, tomé el pijama de camisón y me fui a tomar el sol.
Tenía unas botellitas de cerveza que trajo mi amigo hace como tres meses, así que decidí tomar una mientras disfrutaba el solecito, secaba mi cabello y revisaba el celular. Nunca falta la amiga que manda fotos y videos calientes al whatsapp y aunque por lo regular no los descargo hoy me dieron ganas de ver algo de acción, así que: sol, cerveza y porno hicieron lo que debían hacer. Empecé a sentir rico entre las piernas y, como quien no quiere, a tocarme el cuerpo, una frotadita a los pechos y esa sensación en el estómago, que baja y palpita en contacto con la silla Ah no! ahora no lo dejo! Con la mano ansiosa empiezo a jugar, primero por fuera, como dándome una oportunidad de dejarlo, de apoco con mayor intensidad, uno de mis dedos tropieza y se queda explorando a mediana profundidad hasta que le sigue otro y luego otro y decide entrar, delicioso, junto al choque de la mano causa una sorpresa agradable, hace mucho tiempo que no me permitía hacerlo.
Pero ahora me parece poco, además nunca me gustó mucho mi propia mano, prefiero los dedos de mis amigos o amigos con derecho, esos los disfruto, me encantan, huy! sólo recordar los encuentros y nuevamente la palpitación! Esto pinta para grande! Me acabo la cerveza y voy a buscar otra, me hizo buen efecto y además quiero buscar en el refrigerador algo que me ayude con el deseo, necesito algo largo y grueso, obviamente escojo lo mejor que había aunque no es tan grueso como me gusta; pensándolo bien siempre me tocaron amigos bien dotados, tengo la manía de revisar (de reojo claro) en los pantalones de los chicos, al conversar, al bailar, cuando se acomodan o al rozar accidentalmente, veo el bulto entre sus piernas y decido intentar o dejarlo. Volviendo a lo mío, estando sola en casa decidí jugar allí mismo en la cocina, frente a la ventana para ver el antejardín y seguir disfrutando de lo que desde un inicio provocó alteraciones en mí.
Vaya que está rico, de pie y apoyada en el mesón, con el video todavía en mi cabeza, empecé a introducir lentamente mi "juguetito", recordando las veces que lo hice así, suavecito, saboreando cada milímetro, delicioso, acelerando y reduciendo la velocidad, necesito sentir el golpe de mi mano, un poco de fricción, otro de fuerza, vaya que se siente bien, después de tantos meses de abstinencia mi cuerpo quiere explotar hasta las lágrimas, pero todavía... falta... Lo saco todo de un jalón y ah! que delicia la electricidad que recorre mi cuerpo. Vamos de nuevo. Ya no veo a través de la ventana, sólo puedo concentrarme en mi cuerpo que esta vez recibe con mayor facilidad al sustituto, a hacerlo nuevamente, lentito, suvecito, con movimientos circulares hasta tocar el fondo, frotando con la palma, dando que hacer a los otros dedos, todo un placer!
De repente la puerta de calle, llega mi amigo y viene con sus compañeras de trabajo. Diablos! Volando a la habitación, pero no me lo saco, por lo menos me daré el gusto de caminar rellenita; a ponerme ropa y salir a recibirlos Rayos! tengo las mejillas encendidas, sólo mi amigo se fija aunque lo atribuye a la cerveza que quedó sobre la mesa. Pienso: no me voy a quedar a medias, más tarde continúo...