Me importas tu...4

El pasado siempre te alcanza, te guste o no...

Capitulo 4.

Mónica…

Llego a los juzgados con tiempo para reconocer todo y buscar la oficina correcta, recorrió con un poco de asombro todas las instalaciones, pudo ver la sala de juntas y la sala donde se hacían los careos y los juicios orales, llego a la oficina y entro con un sencillo “buenos días”.

-Buenos días licenciada Álvarez, soy el Lic. Robles… Bueno señores la licenciada está aquí para llevar el caso de la familia Ordoñez, ella y el abogado Braulio trabajaran en conjunto para darle una solución a todo esto lo más pronto posible.

M-Bien Lic. Robles, gracias por la presentación pero quisiera saber ¿Qué tanta disponibilidad tendremos por parte de todos ustedes? Tengo entendido que el juez a cargo del caso lo dio todo por sentado y lo cerro sin ninguna averiguación previa, no es por ser mal educada si nos vamos a topar con este tipo de cosas será muy difícil que el caso se resuelva así de sencillo.

La cara del tipo paso de un tono pálido a un tono de cólera bastante evidente, pero es que solo de entrar Mónica se percató de la mirada que le dieron todos los presentes, ella era una mujer muy imponente y no iba a permitir que un montón de machitos  menospreciaran su trabajo, le había costado bastante llegar a donde estaba.

Li. Robles-Bien Licenciada, le aseguro que no se encontrara con ninguna traba, aquí tiene todos los papeles del caso y las averiguaciones, el Licenciado aquí presente le dirá lo que quiera saber y le ayudara con cualquier cosa, ¿Cuándo se presentara el resto de su equipo?

M-Mañana, mañana estarán aquí a primera hora de la mañana, bueno señores si me disculpan… que tengan buen día.

Se dirigió a la oficina que le habían asignado con anterioridad y detrás de ella entro Braulio que más que un abogado parecía un muchachito enclenque…

M-Braulio necesito que me ayudes a revisar estos papeles y si encuentras algo que no encaje o algún dato que te parezca importante me lo dices.

El chico parecía contradictorio…

M-¿Cuánto tiempo tienes trabajando aquí?

B-Tres años.

M-¿Tres años? Entonces ¿Por qué me miras como si fuera tu primer día?

B-Porque nunca me había asignado a un caso.

M-¿Cómo te llamas?

Dudo antes de responder a esa pregunta, sabía que con la respuesta muchas cosas quedarían por sentadas, cosas que no eran ciertas.

B-Braulio… Braulio Robles.

M-Muy bien Braulio, esto es lo que vamos a hacer, necesito que leas esto y que lo hagas con mucho cuidado, desconozco la razón por la que te pusieron aquí pero trabajaremos y punto, si quieres decir algo este es el momento, después puede ser demasiado tarde.

Camino hasta su escritorio, tomo asiento y comenzó a ojear los papeles.

B-Licenciada…

M-¿Si?

B-Me pusieron aquí porque dijeron que haríamos buen equipo, un descerebrado como yo y una vieja como usted, eso dijo mi padre.

M-Vaya, me permitiré hacerte una pregunta y quiero que me digas la verdad con sinceridad ¿Podrás hacerlo?

B-Sí.

M-¿Por qué estudiaste leyes?

B-… supongo que piensa que fue por mi padre, pero no, lo estudie porque me gusta, me gustaría ayudar a la gente que lo necesita, ayudar a que ya no haya injusticias, pero para mi padre yo soy un inepto que para lo único que sirve es para servir el café…

M-Ok basta, esto haremos, vamos a trabajar tenemos que entregar un informe detallado de todo esto a los abogados que llegaran mañana, ¿de acuerdo?

B-Sí.

La mirada del chico denotaba miedo, su padre era un dictador de eso pudo percatarse tan solo con entrar a la sala, pero no iba a permitir que eso los detuviera, ese era su trabajo un terreno que conocía bastante bien y ayudaría al chico, en lo que pudiera y le daría la experiencia que alcanzara a entender.

Paso el tiempo tan rápido que no noto que era la hora de la comida, él tampoco decía nada suponía que no estaba acostumbrado a dar su opinión muy seguido que digamos.

M-¿Te parece si comemos aquí?

B-Si, está bien licenciada. ¿Quiere que vaya por la comida?

M-Primero, llámame Mónica y segundo no, la pediré y que la traigan aquí.

Sonrió, la verdad era que no podía evitar sentir un poco de pena por el chico y también le indignaba que aun existiese ese tipo de personas y lo peor haberse topado con ellos. Pasaron unos pocos minutos y el timbre del teléfono la saco de sus pensamientos.

M-Hola mi amor, ¿Cómo estás?...Bien, bien…no cariño, comeré en la oficina hay muchas cosas que hacer y mañana llega Ricardo… Ok, nos vemos en la noche, te amo bye…

B-Lice… Mónica… aquí hay algo que no concuerda mucho…

M-Dime…

B-Según el forense el chico murió por sobre dosis, sin embargo no se encontró más que un papel de droga y era cocaína, unas cuantas botellas de cerveza y una de tequila, las personas de limpieza aseguraron que no tomaron ni movieron nada de la escena al igual que el forense especifico que no  había marcas, Licenciada el chico no pudo morir por una sobre dosis, no con las pruebas que se encontraron en la habitación.

M-Ok, ¿Podrías decirme a qué hora salió del bar?

B- A las 2 am, lo encontraron en su habitación a las 8 y el forense determino que había muerto dos horas antes del hallazgo, sin embargo los empleados del hotel aseguran que el chico llego solo y que nadie pidió verlo ni ingreso en las horas posteriores, las cámaras tampoco registraron ninguna entrada ni salida.

M-¿Cuántas personas estaban en el hotel esa noche?

B-La recepcionista, el guardia y dos mucamas… todos rindieron declaración y los datos concuerdan en todo.

M-Si pero hay algo que no encaja, si Eduardo murió por sobredosis y no se encontraron más que lo que dice el informe, ¿Dónde está el resto de la evidencia? O alguien la está alterando o de verdad, como dice la familia, él no se suicidó… Braulio redacta todo esto en el informe y has cita al forense mañana a medio día.

B-Enseguida Mónica.

M-Y Braulio… buen trabajo.

B-Gracias.

Al final del día, tenían armado el reparto ya solo faltaba que llegara el resto para revisar la escena, las declaraciones y toda la evidencia.

Lucia.

Llego a la empresa justo a tiempo, pregunto dónde estaba la sala de juntas y se dirigió a ella, toco la puerta a la voz de adelante entro, era un lugar grande y en el habían pocas personas, estaba, él que suponía era el director, su asistente y dos hombres más.

-Buenos días, usted debe ser Lucia Soto.

L-Si mucho gusto.

-Sí, el Ingeniero Estrada me informo de todo, bueno él es Mario coordinador del área de producción, Diego técnico de la empresa y Jaqueline, mi asistente.

L-Mucho gusto.

A-Yo soy Antonio, director de la empresa, bien sin más preámbulo le entrego a usted el plan de trabajo, revíselo y espero que todo esté bajo los acuerdos previos con su jefe, como puede ver el curso dura aproximadamente un mes, en el cual pedimos completo acato de las reglas y puntualidad máxima, cada y uno de los aquí presentes están dejando reuniones y acuerdos con otras dependencias para poder llevar realizar todo esto, así que señorita no está de más decirle la seriedad de la situación.

Lucia no lo observaba, leía los documentos con detenimiento como le había enseñado Mónica, sin embargo sin verlo a los ojos pudo notar el tono despectivo en la forma de hablar del director, levanto la mirada y observo con detenimiento a todos los presentes, cada uno estaba en silencio solo observando todo a su alrededor, sin embargo lo que le confirmo sus pensamientos fue la mirada esquiva de la asistente del director, de los otros dos presentes solo quedaba el silencio.

L-Señor… Antonio, con todo respeto pero no estoy donde estoy por mi cara bonita, se perfectamente cuál es mi trabajo y créame que sabré llevarlo a cabo con profesionalismo para que los aquí presentes no pierdan su tiempo. Bien, revisando el contrato todo está en orden y bajo las reglas que estipulo el Sr. Estrada, así que si me permite me gustaría planificar de forma más coordinada con los aquí presentes el ciclo de trabajo.

A-Si claro, Jaqueline se quedara para pasarme un informe detallado de todo… Señores me retiro que tengan buen día, con permiso.

Lucia espero a que saliera de la sala y comenzó a hablar, sabía que ese tipo de actitudes eran bastante comunes en el trabajo pero como le había enseñado su novia no iba a permitir que se menospreciara a nadie, comenzó la reunión y pudo notar que todos los presentes desempeñaban su trabajo bastante bien, le entrego el informe a Jaqueline, pidió un receso de cinco minutos y llamo a su Mónica.

J-Ingeniera, del otro lado de las oficinas hay un restaurante y bajando al segundo piso esta la cafetería.

L-Gracias Jaqueline.

La chica sonríe tímidamente y ella decide ir al restaurante, estar tan cerca de ese lugar la hacía sentirse un poco incomoda, sin embargo debía concentrarse en su trabajo y rogaba por que terminara pronto el caso de Mónica. El tono de llamada la despertó de sus pensamientos, era Santiago.

S-Lu, buenos días, ¿Cómo estás? ¿Llegaron bien?

L-Hola Santiago, si, si todo bien llegamos bien y bueno pues ahora cada una está en su trabajo.

S-Ok, que bueno, mira te llamo para dos cosas la primera bueno era para preguntarte eso y la segunda para decirte que en cuanto termine el curso tienes que renovar el contrato con la empresa, se vence en dos meses y si lo quieres renovar (más te vale que lo  hagas) es necesario que te reúnas con Estrada en cuanto regreses.

L-jajajajajaja, ok Santiago en cuanto termine aquí lo hare, oye pero ¿Por qué no me habías dicho antes?

S-Porque no lo había checado, hasta ahorita que Dayana reviso los papeles y se dio cuenta de eso.

L-Bueno, en cuanto regrese iré a ver a Estrada ¿De acuerdo? Bueno saludos a Estela… hasta pronto.

Así paso la primer semana de trabajo para las dos, en esos días Mónica noto que el caso era más complicado de lo que parecía, no había querido preguntar nada a Lucia sobre “el tema”, así se refería a lo que le había pasado y es que era algo bastante duro, nunca supo cómo fue que salió adelante ella en su lugar quizá hubiera terminado en un hospital o en la morgue. La alarma sonó anunciando que debía levantarse, era una fría mañana de viernes y el día se anunciaba nublado y fresco. Se arregló y tomo un desayuno ligero, tomo su maletín y justo cuando iba a encender el auto, este hizo un sonido hueco al darle vuelta a la llave, probo dos, tres veces pero no reacciono maldijo entre dientes y solo atino a salir dando un portazo.

L-Amor ¿Qué pasa?

M-El maldito auto que no encendió y ya es tarde para irme en autobús.

L-Haber nena tranquila, yo te llevo.

M-No amor como crees, déjalo tomare un taxi.

L-¿Estás loca? No, vámonos, te llevo además mi horario es mas tarde que el tuyo, me da tiempo, anda mi abogada de los casos imposibles, te llevo.

M-Está bien, pero solo porque ya se me hizo tarde… pero primero bésame.

Sonrió y se acercó a ella.

M-Amo el sabor a café en tus labios.

L-Y yo te amo a ti, anda vámonos.

El camino de una ciudad a otra era de 30 a 40 minutos aproximadamente, cuando llegaron Lucia no pudo evitar sentir una punzada en el estómago, intento disimular pero sabía que no era sencillo engañarla, solo que ella no pregunto iba sumida en sus pensamientos.  Conocía bien el camino a los juzgados así que fue sencillo llegar, estaciono el auto y salió para abrirle la puerta. Como no le había dado tiempo de cambiarse, llevaba pans y una sudadera, en cambio su novia estaba enfundada en un traje sastre gris y una camisa negra.

L-Servida señorita.

La miro y no pudo evitar reírse.

M-¿Se puede saber que te causa tanta gracia?

L-Que nuestros atuendos no son muy coordinados. Jajajaja, bueno nena, cuídate, te marco más tarde, te amo.

Se despidió y volvió a su auto, sin percatarse de que a lo lejos alguien la había reconocido y una sonrisa se dibujaba en su rostro ante los recuerdos de un pasado que parecía lejano pero que sin embargo la alcanzaría tarde o temprano.

Alexa.

Su celular era insistente, sentada en la oficina que hasta hace unos meses había sido de su padre observaba por el ventanal sin hacer caso al tono de llamada, que por el timbre sabía quién era. Su hermano, ese hijo de p… que le había arruinado la vida y que sin ningún tipo de remordimiento continuo su camino como si no hubiese hecho nada. Volvió a sonar y supo que si no contestaba seguiría por el resto de la tarde…

-Alex, ¿A que no adivinas a quien vi hoy en los juzgados?

A-¿Qué hacías tú en los juzgados? ¿Ahora qué hiciste Roberto?

R-Nada que te importe… pero no llame por eso, bueno te cuento, iba saliendo de la oficina del abogado y me detuve en la puerta para echarme una fumada cuando vi a tu hermosa ex novia, si, si hermanita, era Lucia, que por cierto parece ser que la suerte le sonríe por que bajo de un auto muy bonito y le abrió la puerta a otra hermosura, por cierto sigue estando como quiere, más delgada pero esta sabrosa…

Colgó sin más, termino la llamada, el aire de sus pulmones salió de golpe al escuchar que Lucia había regresado, Lucia la persona que más había querido y a la que más había lastimado estaba cerca y todo parecía detenerse, entonces los recuerdos la golpearon en la cara, recordó esa noche como si hubiese sido el día anterior.

Flashback.

L-Nena…para…pueden llegar tus papas...

Pero no la escucho, sus manos recorrían su abdomen y su cuello por encima del uniforme, la deseaba, haber estado con ella había sido la experiencia más hermosa, la amaba y si era verdad que sus padres no sabían nada de ellas y que lo más probable era que si se enteraban la mandaran lejos pero era adicta a ella, a su cuerpo a sus labios, a todo.

A-Te amo Lucia, por favor no me detengas, por favor no pares, hazme tuya mi amor…

Entonces cada célula de ella reacciono, se dio la vuelta de forma que quedara encima de Alexa y comenzó a besar cada rincón de su piel mientras ella desabotonaba su blusa, tan entretenidas estaban que no escucharon la puerta ni los pasos de su hermano, Roberto un hijo de puta que lo único que hacía era robar aire, sin embargo sus padres lo adoraban y le cumplían cualquier cosa que quisiera, no trabajaba no estudiaba ni hacia nada que valiera la pena.

R-¡Alexa! ¿Qué demonios significa esto?

A-Beto… Yo… no es lo que crees…

R-¿No? Entonces ¿Qué es? ¿Una maldita película porno?

A-Beto por favor, cálmate.

R-¿Cómo me pides que me calme? Mi hermana es una maldita lesbiana y tú, tu mejor lárgate de aquí.

A-No, no se ira, es mi novia, la mujer que amo.

Roberto asesto una cachetada en la mejilla de Alexa. Ella lloraba, le dolía mas la actitud de su hermano que el golpe, nunca habían sido muy unidos pero lo quería, era parte de su familia.

R-Tu, vete, vete y ni se te ocurra volver a buscarla si no quieres que te pase algo.

L-No me iré, la quiero ¿Qué no lo entiendes? La amo y jamás la dejare sola.

La tomó por el brazo con mucha fuerza, ella ni siquiera se había percatado de que tenía la blusa abierta hasta el abdomen.

R-Vete y no regreses a menos que quieras que mis padres se enteren de esto, porque créeme que si lo hacen no será bonito.

Salió de ahí con mucha confusión y enojo, ni siquiera supo cómo regreso a su casa, pero cuando pudo percatarse de la realidad se encontraba en su cuarto abrazando su almohada y llorando, ni su madre ni sus hermanas estaban como ya era costumbre así que solo le quedo llorar. Los días siguientes fueron un suplicio no hacía más que llorar, Alexa no contestaba ni sus llamadas ni sus mensajes, iba a su casa cuando pensaba que no había nadie y por suerte no se había encontrado con Roberto pero tampoco ella había salido.

Una noche que se encontraba desesperada tomo su chaqueta y comenzó a caminar sin rumbo fijo, la noche era fría ya que un par de horas antes una fina lluvia había empapado las calles, así pasaron algunos minutos y algunas calles, era entre semana así que por lo general estaba vacío se disponía a regresar a casa cuando escucho su nombre, era ella, parada en la puerta de un bar, se acercó y pudo notar que estaba ebria.

L-Alex, nena ¿Qué haces aquí?

A-Vinef…con Beto…e…el me trajo…

L-¿Y dónde está? Corazón no puedes estar así, aquí, vamos te llevo a tu casa.

A-No…debo…tengo…que…esperarlo…

L-Pero Alex…

Sintió como la jalaron con tanta fuerza que por poco cae de espaldas.

R-¿Qué haces con mi hermana?

L-Iba a llevarla a su casa, está muy tomada.

El sonrió y todas las alarmas de su sistema se encendieron, había algo que le decía que debía salir de ahí cuanto antes, ponerse a salvo pero el amor que tenía por ella era tanto que no podía.

R-Está bien, pero me voy con ustedes, yo también estoy muy mal… ahí está el coche conduce tú.

Se montaron en el auto, Alexa iba demasiado mal, a duras penas podía permanecer despierta, sin embargo la veía, la veía con amor y con… ¿Miedo? Si era miedo. Llegaron a la casa, metió el coche en la cochera y la saco del auto, como pudo la llevo a la sala porque al parecer Roberto se había quedado dormido. Intento recostarla en el sofá pero ella no quería, se acercó y estaba a punto de besarla cuando volvieron a jalarla y esta vez le dieron un golpe en la mejilla que hizo que cayera a l suelo, del dolor cerro los ojos pero los abrió de golpe cuando sintió que alguien se sentaba sobre su vientre, le tomaba las muñecas y las ponía por encima de su cabeza.

R-Ahora te voy a enseñar lo que es un hombre, maldita desviada.

L-No… Roberto suéltame…por favor no.

Comenzó a llorar, quiso gritar pero los golpes se lo impedían, esto no podía estarle pasando, no a ella, intento hablarle a Alexa pero la otra estaba en el sillón con una sonrisa en el rostro, estaba drogada, pero con terror pudo escuchar que le dijo que dejara de gritar y ahí estaba la mujer que más amaba en la vida escuchando sus gritos y viendo lo que pasaba pero sin hacer nada. El dolor era insoportable, el cuerpo que tenía encima era muy pesado y le daba asco, lo escuchaba  jadear y lo sentía moverse encima, le dolió y le lastimo el alma, era una mujer ultrajada y abusada.

Dejo de escuchar todo a su alrededor, cayó en una inconsciencia profunda, ya no lloraba ni sentía nada, no supo cuánto tiempo paso pero cuando despertó Alexa estaba dormida en el sofá y Roberto tirado a un lado de ella, como pudo tomo sus cosas y salió de ahí jurando para sí misma que jamás les perdonaría nada eso. Como pudo llego a su casa, se metió en la ducha y restregó su cuerpo como si quisiera arrancarse la piel, paso mucho tiempo debajo del agua llorando como si así quisiera quitarse todo el asco que sentía, ni siquiera escucho la puerta de su habitación abrirse…

-Lu, ¿estás aquí?

No respondió, era su hermana, la única persona que la había acompañado toda la vida y la que conocía sus secretos, la vio ahí sangrante en la tina de baño, bañada no solo en agua y lágrimas, sino en dolor y sangre.

S-Lucia ¿Qué te paso? Mi niña, por Dios mira como estas.

Ella solo pudo llorar y gritar de la rabia y del dolor…. Con mucho esfuerzo le conto todo lo que había pasado, cada detalle como si quisiera que con las palabras se fueran también los recuerdos que se acababan de grabar en la memoria.

S-Debemos ir a la policía, contarle a mi mamá, Lu esto no puede quedarse así.

L-No, por favor Sandy prométeme que no dirás nada. Solo quiero irme… ¿Si? Por favor convence a mi mamá que me mande lejos, quiero irme y no volver.

Y así fue, un mes después del que no salió de su casa para nada, se fue y no volvió hasta ahora.

Fin del flashback.