Me importas tu...
Espero les guste...
Capítulo 1. El inicio.
Flashback .
E-¡Mami!
L-Hola preciosa, ¿Cómo estás?
E-Papá no me quiere dar helado.
L-Haber papá, ¿Puede Estela comer helado?
S-Estela quedamos que lo harías cuando termines de comer.
La niña acepta con una mueca de berrinche en el rostro a lo que los adultos que estaban en la mesa sonríen.
L-Hola licenciado.
S-Ingeniera, ¿Cómo está?
L-Bien, vine a comer algo.
Ella con una estatura de 1.53, tes morena, el cabello oscuro y largo, unos ojos cafés oscuros denotaban un misterio, tenía unos jeans azules ajustados una camisa de vestir, botas y de su mano colgaba una chaqueta de cuero negra.
S-¿Gustas sentarte con nosotros?
L-No, no quiero interrumpir, además quiero buscar a Karen, debe andar por aquí.
S-Está bien…Pero que descortés soy no las presente… Lucia te presento a Moni, una amiga de la preparatoria.
M-Mucho gusto.
L-Igualmente…Bueno me despido, nos vemos en un rato Santiago, me despides de Estela por favor.
S-Ok, Lu, hasta luego.
M-¿Quién es ella?
S-Ha, es mi jefa por así decirlo, la conocí hace poco en la fiesta de un amigo en común, yo estaba necesitado de trabajo y ella me consiguió el puesto que tengo en la empresa, soy gerente de recursos humanos.
M-¿Ósea que eres algo así como el enchufado?
S-Claro que no…bueno si algo así.
M-¿Y qué tal con la jefa? Hasta Estela le dice mamá.
S-Claro que no, no pasa nada, después de Fernanda ya no hay espacio para nadie más. Ah ella la conocí digamos que en el momento justo, fue como mi Ángel de la guarda, conseguí trabajo por ella, ha sido de gran ayuda con mi niña y la verdad la quiere mucho.
M-No sigas que me pondré celosa.
S-Jajajaja, no tienes por qué, además ella nunca pasara de ser solo mi amiga.
M-¿Por?
S-¿Recuerdas que menciono a una Karen?
M-Sí.
S-Es su novia.
M-Oh ( Interesante información, ¿pero qué demonios estas pensado Mónica? )
Mónica, una abogada reconocida en la ciudad de México, 1.60, termino su carrera a corta edad y al egresar ya tenía varias peticiones de bufetes de abogados de casi todo el estado, sin embargo se quedó en fiscalía y a los pocos meses logro ser uno de los fiscales más despiadados pero justos del sistema.
Lucia, ingeniera y auditora de una las empresas más importantes en Aeronáutica del extranjero con sede en México, termino su carrera y al poco tiempo inicio un curso sobre software modelador de partes y gracias a este ahora puede trabajar y ganar bien.
Ambas de mundos diferentes y un acontecimiento extraño unió sus caminos para jamás separarlos.
S-Mónica, ¿Estas?
M-Sí, disculpa me perdí un poco.
S-Si ya lo note. Te preguntaba qué ¿cómo te ha ido?
M-Bien, bien, bueno con un montón de trabajo pero ahora puedo decir que soy una de las fiscales más jóvenes del estado.
S-¿Tus padres cómo están?
M-Pues bien, dentro de lo que cabe, no les cayó muy bien que no me casara con Carlos, pero por suerte pronto comencé a trabajar y a independizarme de ellos así que ahora aceptan mis decisiones, aunque mi madre sigue diciendo que se hará vieja y se morirá sin ver nietos.
S-Bueno los padres siempre dicen eso, mírame a mí, nunca creyeron que podía educar solo a mi niña y desde que… bueno desde que Fer ya no está no lo he hecho tan mal después de todo.
M-Ya, el hecho de que tu hija le diga mami a tu jefa es muy normal.
S-Bueno nadie es perfecto pero qué más puedo hacer, ella la adora y yo no puedo decirle que no lo haga, además Estela sabe que su mami la cuida desde el cielo.
M-Bueno eso sí.
S-Aunque si supiera que tengo una oportunidad con Lucia lo habría intentado pero… ella solo tiene ojos para la odiosa de Karen.
M-¿Odiosa?
S-Si, bueno es una piedrita en el zapato.
M-¿Por qué?
S-Ya sabes, es una persona que presume de ser una chinche, solo vive de su billetera.
L-Qué bonito concepto tienes de ella.
Se escuchó una voz a sus espaldas, era una Lucia que cargaba a Estela solo que su rostro tenía algo diferente…
S-Lu, lo siento es que… agr bueno para ti no es novedad que piense eso, ella tiene la culpa es una…
L-Tranquilo tienes razón.
S-¿Qué?
L-Nada, bueno me voy al hotel, nos vemos luego.
S-Lucia… ¡Lucia!
Ella ya estaba saliendo del lugar, sin esperar a nada.
S-Moni puedo… ¿Puedes cuidar a Estela unos minutos?
M-Si claro.
Salió corriendo para ver si la alcanzaba cuando vio a Karen salir de igual forma solo que en la dirección errónea. Cuando se percató de que no la alcanzaría regreso dentro.
S-Estel, ven con papi… ( Sentando a la nena en sus piernas ) ¿Bebe necesito que le digas a papi que le pasa a mami Lucia?
E-A mami lucia le duele aquí ( Apuntando al corazón ) La bruja mala tiene la culpa.
S-Ok mi amor.
Después de regresar de ese viaje (Por que fue un viaje de congreso para los directivos de la empresa) Santiago quiso hacer algo para el cumpleaños de Lucia.
S-Lucia han pasado varias semanas después de lo de Karen no puedes seguir sin salir.
L-Santiago deja de insistir no lo hare, no tengo ganas.
S-Pero los chicos y yo queremos hacer una fiesta por tu cumpleaños por favor acepta.
L-Lo que quieren es ponerse ebrios por cualquier motivo.
S-Lucia por favor, mira que ya le pedí a mi mamá que cuide a Estela.
L-No quiero, además lo más probable es que vaya ese idiota del encargado de almacén.
S-¿Tu admirador? Jajajajaja, si quizá, pero no te molestara, anda ¿Si?
L-Está bien, pero me cae que a la primera insinuación de ese tipo me iré.
S-Ok perfecto, les diré a todos. Gracias ingeniera.
L-Hasta luego Santiago.
La verdad es que la fiesta tenia doble intención, ella tenía que salir de esa depresión ya y no es que terminar con Karen le hubiera dolido mucho, las cosas ya estaban bastante mal desde hacía tiempo pero separarte de una persona con la que has compartido tanto más que doler te da nostalgia, solo que ya bastaba de todo, Santiago tenía razón ya era suficiente.
Esa noche se ducho, se puso unos jeans azules oscuros, una camiseta ceñida al cinturón y unas botas cortas por fuera, su ya sagrada chaqueta de cuero negra, el pelo suelto, un poco de perfume y listo. Nada excepcional para su gusto pero bueno a nadie había que impresionar.
Llego a la casa de Santiago en su auto ya un poco tarde así que la mayoría de sus trabajadores ya estaba ahí.
S-Lu que bueno que viniste, comenzaba a pensar que te habías arrepentido.
L-Discúlpame se me hizo un poco tarde.
S-No te preocupes, pasa, pasa ya sabes dónde está todo.
L-Gracias.
Uno a uno la fueron felicitando por su cumpleaños, la verdad es que convivir con ellos le hacia el rato más llevadero, pronto el alcohol comenzó a hacer mella en todos y el karaoke surgió junto con las canciones tristes y adoloridas. De pronto su celular sonó, contesto sin ver el remitente y al escuchar la voz supo que no debió hacerlo.
K-Hola Lu, ¿Cómo estás? Oye marcaba para preguntar si puedo verte hoy, es tu cumpleaños y quisiera festejarlo, ya sabes uno de nuestros festejos.
L-Karen estoy ocupada, por favor te pediré que no me llames más.
K-Vamos morena, no me vas a decir que no tienes ganas de festejar, ya han pasado varias semanas no me vas a decir que aún no me perdonas.
L-De verdad, no quiero ser grosera por favor no me llames y olvida todo ¿Si? Las cosas ya pasaron así que por favor no me busques.
K-Por favor solo quiero “Felicitarte”, ¿Dónde estás? Por favor.
S-Lucia ¿Estás aquí?
K-¿Ese es Santiago verdad? ¿Estás en su casa?
L-Karen por favor no me busques ¿Si? Ya basta de eso, adiós… Si Santiago aquí estoy.
S-¿Qué pasa estas bien?
L-Si, era Karen quería saber dónde estaba.
S-Olvídalo amiga, ven que ya llego el jefe.
L-Ok.
Los minutos pasaron más rápidos de lo usual y el alcohol comenzaba a ponerla alegre. Justo cuando eso pasaba ella sabía que debía detenerse. Disfrutaba de la fiesta recargada en una esquina viendo a los muchachos jugar con una pelota y unos vasos cuando sintió que dos brazos la sujetaban por la cintura.
-Hola hermosa, ¿Hoy si me vas a acompañar? Mis noches son muy solitarias.
Zafándose del abrazo…
L-Señor Julio ya le he dicho que ese tipo de comentarios son de muy mal gusto, haga favor de soltarme.
J-Ok preciosa, pero anda ¿Si? Tomate una copa conmigo.
L-Gracias pero ya tengo una.
Intento acercarse a los chicos pero el hombretón le impidió el paso y con un ademan de siseo en los labios le dijo…
J-Oh vamos guapa dame una oportunidad, créeme después de mi amaras a los machos.
Dando media vuelta para retroceder…
L-Agr, señor déjeme en paz, sus comentarios son demasiado groseros para mí.
La sujeto del brazo con suavidad y la obligo a voltear a verlo, el aliento fétido a alcohol le llego hasta la nariz, él era un hombre más grande que ella, con el cabello cobrizo y unos ojos demasiado pequeños para su rostro, pensaba, sin embargo era demasiado soez para su gusto…
J-Por favor chiquita, vamos arriba ¿Qué dices?
De nueva cuenta se zafo del agarre y camino al grupo de chicos, ya entre todos él no se atrevió a insinuarle nada pero Santiago pudo ver por su rostro que algo había pasado. La fiesta pasaba tranquila después de esto, cuando vio su reloj pensó que sería más tarde pero apenas marcaba las 12 de la noche. Se dirigió a uno de los baños de la casa para refrescarse un poco, al día siguiente no tendría que trabajar así que no había problema si se quedaba un poco más. Al salir se topó de frente de nuevo con Julio quien le hacía señas hacia las escaleras “ Dios sí que tiene perseverancia”
-Hola.
L-( Lo que me faltaba ) ¿Qué haces aquí?
K-Te dije que quería verte.
Enfrascada en una conversación con Karen no se percató de que Santiago salía corriendo a recibir a alguien en la puerta la cual estaba abierta ya que su ex la había dejado así, ambos apostados en la entrada veían la escena de los tres al otro lado de la sala, Lucia discutía con Karen mientras el otro tipo intentaba llamar su atención para llevarla a la cama más próxima que tuviera, Santiago estuvo a punto de correr a partirle la cara a esos dos pero ella lo detuvo con una sonrisa traviesa.
-Lucia, mi amor ya llegue, disculpa la demora pero tenía trabajo.
Ella puso cara de contradicción porque no sabía que pasaba, Karen frunció el ceño mientras que Julio solo observaba. Mónica, la chica que había conocido semanas atrás el mismo día que Karen la había engañado estaba parada frente a ella con un traje sastre en toda su faceta de abogada, el pelo rojizo suelto que caía por sus hombros un tanto desaliñado y una sonrisa que la había dejado sin palabras, como vio que no reaccionaba se acercó más y le dio un abrazo de cumpleaños pegando sus labios a su pelo aspirando el aroma que desprendía. El otro par no mencionaba palabra alguna, Julio ya sabía de las preferencias de Lucia pero para él lo único que ella necesitaba era a un buen macho entre las piernas y para Karen, Lucia era su boleto a una mejor vida sin carencias.
Como vio que de plano no salía de su trance, retiro un poco su cabeza hacia atrás para darle un beso en la mejilla, “ Dios es hermosa y su aroma es extraordinario”
L-Ho…hola moni.
M-Hola.
Se miraron a los ojos, en ese momento algo se detuvo, la carrera que el tiempo había emprendido se frenó con tanto ímpetu que temió que se rompiera algo en pleno paro, era verdad que ya se conocían, que se habían visto una sola vez pero algo había cambiado ahora, en ese ocasión apenas cruzaron palabra y ni siquiera se vieron directamente cuando se saludaron, pero ahora parecía haber desaparecido todo y solo quedar ellas dos. No cabe duda que los ojos pueden ser esa puerta que se abre una vez que se cruzan con los adecuados y la vida parece darte oportunidades que no debes desperdiciar, ahora lo sabían.
S-Bueno, bueno par de tórtolas regresen a la fiesta que aún no termina, vengan, Lu quieres presentar a tu novia a nuestros amigos… Ha y Karen, cierra la puerta cuando salgas.
Se sentaron en el sofá en silencio, Lucia miraba alrededor sin ver absolutamente nada y Mónica no sabía cómo comenzar la conversación “ ¿Sera que se molestó por lo que dije?”
M-¿Te molesto lo que hice? ( Vaya Mónica que sutil eres )
L-No, no, gracias por quitarme a esos dos.
M-Bueno era eso o que Santiago les partiera la cara.
Lucia sonrió ante la imagen, si él era así, para Santiago ella era como su Ángel de la guarda lo que él no sabía es que en más de una ocasión él le había salvado la vida en más de una forma.
M-Creo que esa chica no se quiere ir o quiere matarme o ambas, solo que no sé en qué orden.
Dijo observando a una Karen que seguía estática en su lugar, no les quitaba la vista de encima y Lucia sabía que no se había tragado el cuento de la novia, así que solo sonrió. A pesar de que sabía que las intenciones de Mónica eran buenas no estaba acostumbrada a fingir sentimientos, eso no iba con ella y el hecho de que dijera eso, significaba mínimo tomarse de la mano o tener una conversación fluida, sin embargo las palabras parecían estancarse en la garganta o encapricharse a no salir.
L-Bueno cuéntame algo, digo para conocer un poco más que el nombre de mi “Novia”
M-Jajajaja, soy abogada conozco a Santiago desde hace mucho tiempo, me gustan los pasteles, bailar, los chocolates y todo lo que tenga exceso de azúcar.
L-Jajajajaja ok, eso es interesante.
De pronto las palabras comenzaron a fluir, la noche se volvió más amena y entre más se conocían algo creía entre ellas, era como si las olas golpeasen las rocas del mar bajo una tormenta, una tormenta que estaba en constante calma. La noche se volvía más alegre, eso hasta que un hombre completamente ebrio se tambaleaba hasta ellas, que aun conversando no se dieron cuenta hasta que…
J-Disculpen…pero…quiero hablar contigo lucia.
L-Julio, está usted muy tomado.
J-No…quiero…ven…
La tomo de la muñeca jalándola un poco brusco en dirección a las escaleras, para este punto ya todos se habían dado cuenta del estado del tipo y de las intenciones.
L-Suélteme, me hace daño.
J-Es que no lo entiendo, ¿Qué tiene ella? Eres un desperdicio de mujer, de una mujer que me tiene loco.
M-Santiago… Hey, suéltala.
Había corrido para alcanzarlos ya que todo ocurría demasiado rápido, cuando reacciono ya cruzaban la sala, lucia con una palidez en el rostro y jalándose hacia atrás.
M-Que la sueltes te digo.
Lucia ya derramaba algunas lágrimas y fue a parar a los brazos de Mónica, quien la protegía con mucha fuerza.
J-Tu…tú no eres nada de ella…ella tiene que conocer a un hombre.
M-¿Pero qué demonios dices? Es mi novia, imbécil y una dama además, así que la respetas.
J-¿Tu novia por favor? Ella es mía, tiene que ser mía.
-¡Julio! Haga favor de callarse de una vez.
Rugió una voz desde la parte de atrás. Era un hombre bastante alto, el único en toda la fiesta que llevaba traje.
J-Si jefe, lo siento.
-Disculpen, Ingeniera este incidente no se repetirá.
L-Gracias jefe.
M-¿Estas bien?
L-Sí.
J-No te creo que seas su novia, estaré borracho pero no pendejo.
M-¿Ah no me crees?
Y acercándose al oído del borracho le susurro algo que hizo que se pusiera rojo de ira, dándole la estocada final volteo su rostro al de ella y tomando su mentón lo levanto suavemente para besarla con ternura, fue un beso de varios segundos que marcaría el inicio de una gran historia.