Me importas tu 3

Un episodio mas, se que va un poco lento pero espero que no les aburra...

Capítulo 3.

Dos días antes de que salieran para Querétaro desayunaron juntas en un pequeño restaurant cerca del trabajo de Mónica.

M-Mi amor, todo está listo, mi tía nos prestara la casa el tiempo que sea necesario.

L-Ok corazón, ¿Cuánto tiempo crees que dure todo lo del caso? Han pasado ya dos meses desde que el chico murió y la verdad se supone que ese tipo de cosas no tardan mucho.

M-Si lo sé, pero es complicado, los padres del muchacho no descansaran hasta saber que sucedió plenamente, han hecho que la autopsia sea revisada de nuevo y fue por eso que se llegó a la conclusión de que no se suicidó, el juez a abierto de nuevo toda la investigación y sus padres quieren que la fiscalía asuma la responsabilidad de todo, así que como son parientes de alguna persona importante le pidieron a mi jefe que sea nuestro equipo el que se encargue de todo. El chico murió allá así que quieren que vayamos a revisar las cosas de primera mano.

L-¿Entonces el juicio y el proceso serán allá?

M-Lo más probable, las pruebas, el sitio de la muerte y los sospechosos radican ahí, así que pues tendremos que empezar desde cero, revisando todo a fondo.

L-¿Sera un caso difícil?

M-No lo sé, todo depende de cómo se den las cosas, lo bueno es que tu estarás conmigo.

L-Si y estaremos viviendo juntas, eso es importante, podré dormir contigo, pegada a mí.

M-¿Y quién dijo que dormiremos señorita?

L-Esa propuesta me gusta más, te amo y me encantas toda tú, metida en ese traje de abogada, Dios eres hermosa.

Se acercó a ella y tomándola de la mejilla, la beso dulcemente, dicho beso se extendió un poco y solo fue interrumpido por el mesero que quería saber que ordenarían.

M-¿Sabes nena? Me encanta como se ve este pequeñín en mi mano.

Dijo observando el anillo de compromiso, desde esa noche no había dejado de imaginarse lo que sería ser su esposa, había vivido un año siendo feliz completamente, las peleas eran pocas y los disgustos también, sin embargo el llamarse “su esposa” era harina de otro costal, era una ilusión hermosa, se imaginaba la boda con magia, todos sus familiares y amigos reunidos solo por ello, a su padre entregándola y firmando el acta para no separarse jamás. Lucia tenía razón, el vivir juntas sería una experiencia única y le gustaba más porque era algo que no se planeó, simplemente se dio, pero imaginar que tendría noches como aquella que le regalo la hacía sentir calor en todo su cuerpo. Ya podía llamarse su mujer en toda la extensión de la palabra.

L-Estas observándome.

M-Lo siento, es que me encantas.

Se había quedado en silencio observándola, esos ojos y esos labios le fascinaban, eran como el mejor de los chocolates o el dulce más azucarado que pudiese existir, sabía que el anillo en su dedo era una promesa de que la vida junto a ella apenas comenzaba.

-Mónica, es bueno encontrarte.

M-Carlos, ¿Cómo estás?

C-Bien, muy bien, ¿Y tú?

M-Yo estoy excelente.

C-Ya veo, estas muy hermosa, te ves radiante.

M-Gracias por el halago.

C-Es la verdad, bueno ¿No nos vas a presentar?

M-Si disculpa, Carlos te presento a Lucia, mi novia.

C-… ¿Qué?... ¿Qué dijiste?

M-Que ella es mi novia.

L-Mucho gusto.

Y estirando la mano para saludar, solo se quedó en esa posición por que un hombre al que le cambiaron los colores se quedaba atónito y sin palabras…

C-Es una broma, ¿Verdad?

M-No, ¿Por qué debería de serlo?

C-Tú no eres una maldita lesbiana.

L-¿Disculpa…?

C-Mónica, tú no eres lesbiana, ibas a casarte conmigo, estuvimos juntos por 4 años, eso es imposible, me amabas.

M-Carlos, basta, no te hagas esto, yo no te amaba y lo sabias, el matrimonio fue idea de mi madre y terminar fue lo mejor para ti.

C-¿Cómo puedes decirlo? Solo estabas jugando conmigo y ahora resulta que estas con esta estúpida, es su culpa, ¿por una zorra como esta te dices lesbiana?

M-¡Cállate! No permitiré que le hables así.

Estuvo a punto de darle una cachetada pero Lucia la detuvo…

L-Nena no, por favor.

M- Mejor vete, vete antes de que mande a sacarte de aquí.

C-Me voy, par de pervertidas… Ya sabrás de mi Mónica.

L-Amor, cálmate, estas temblando.

M-¿Por qué me detuviste?

L-Porque pegarle es como rebajarse, basta nena, no dejemos que esto nos arruine el desayuno, ¿Si?

M-Si tienes razón, vamos a sentarnos.

La mañana paso más tranquila, hasta que el tiempo requería que fueran a sus trabajos.  Les quedaba poco tiempo y preparar las cosas para el viaje no sería cosa fácil, Lucia era bastante practica en cuanto equipaje pero Mónica, ella era otro caso, más bien caos.

El día de la mudanza Lucia despertó temprano, desayuno (en realidad solo tomo café, le encantaba, era una de las pocas cosas que disfrutaba), metió las maletas en la cajuela del coche y emprendió el camino. Condujo con cuidad ya que la ciudad de México puede ser un poco peligrosa en cuanto al tráfico se refiere, sobre todo si es por la mañana. Se detuvo en un semáforo que marcaba en rojo, observo a su alrededor y pudo darse cuenta que sería un día caluroso y pesado, el camino sería una odisea si el trafico estaba como en esos momentos, sin percatarse de que ya había cambiado a verde hasta que un conductor desesperado comenzó a tocar el claxon.

Cuando llego al departamento de Mónica pudo notar que estaba el auto de sus padres, eso significaba que había ido a despedirse o a ayudarle con el equipaje o quizá ambos, toco el timbre y una sonriente Karina la recibió.

L-Hola Kari, ¿Cómo estás?

K-Bien, bien, pasa, Moni está en la cocina.

L-Gracias…

Se dirigió a la cocina y cuando vio que ella estaba de espaldas no pudo evitar hacerle una pequeña broma, se acercó con mucho cuidado y ante la sonrisa traviesa de su madre grito un sonoro y sorpresivo “buuuuu”…

M-¡AAAAHHH!

L-Jajajajajajajajajajajaja…

M-Lucia por dios, me asustaste.

Y le dio un suave golpe en el brazo mientras ella y su madre se destornillaban de risa, en ese momento se acercaron su papá y Karina que al oír el grito preguntaron qué había pasado, pero al notar que era solo una broma se unieron a la risas mientras una sonrojada Mónica recuperaba el aliento. Los tres salieron de la cocina para seguir con el arreglo del departamento…

M-Mi amor, de verdad me asustaste.

L-Jajajaja lo siento nena, no pude evitarlo.

Lucia se recargo en la barra de la cocina, tenía puestos unos jeans negros, converse y una camiseta blanca con cuello en V, Mónica un short azul turquesa y una camiseta de mangas cortas rosa, unas sandalias completaban el atuendo, no pudo evitar detallarla, era una mujer muy hermosa y muy inteligente. Sin separarse ni moverse de la posición en la que estaban acercaron sus rostros y se unieron en un beso tierno, sin embargo las manos de Lucia recorrían los brazos desnudos de Mónica y eso hizo que se erizara la piel, la pego más a su cuerpo y le susurro un “te amo” al oído, las manos de Mónica en el cuello de Lucia la aferraba con ansias, se separaron un poco y al verse completamente sonrojadas, se sonrieron pícaramente, sin embargo Mónica no estaba dispuesta a separarse de sus labios y la beso más frenéticamente que antes…

L-Cariño…debemos parar…tus papas no tardan en entrar…

M-mmmmm…

L-Moni…Dios, como me gustas…

Haciendo un esfuerzo sobre humano se separaron, justo a tiempo porque en ese momento el resto de la familia entraba por la puerta de la cocina, Mónica pudo notar un sentimiento raro en el rostro de su hermana pero no pudo identificarlo…

P-Bueno hija las cosas están en el auto, ¿Ya decidieron como le harán con los autos?

M-No, no habíamos pensado en eso.

P-Bueno si quieren puedo llevarme alguno de los dos…

M-Papá pero ¿Cómo regresarías?

Mamá-Podemos ir toda la familia…

M-¡Sí!

L-Jajajaja me parece perfecto, mi amor nos vamos en mi coche…

M-Cariño, papá metió mis maletas en el tuyo y no hay espacio para más de una persona, mejor nos vamos en el mío.

L-¿Entonces?

Papá-Ok señoritas, hagamos esto Lucia, tú y Mónica váyanse en su auto, Karina se lleva el tuyo y yo junto con esta bella mujer nos vamos el nuestro para poder volver hoy mismo…

L-Ok, perfecto, ven para acá hermosa.

Con este reparto salieron todos del departamento y de la ciudad…

Esa sería la primera noche de vivir juntas y como es de esperarse, desempacaron y sin pensarlo se quedaron dormidas completamente exhaustas, a la  mañana siguiente Lucia debía presentarse en las oficinas de la empresa para presentar el plan que permitiría la capacitación en la planta y Mónica debía ir a los juzgados para reunirse con los abogados locales y formar una estrategia para el caso. Las dos un poco nerviosas por todo este nuevo comienzo se despidieron un beso dulce y un “suerte”…

HombreFX- Gracias por tus comentaros, es la primera vez que escribo pero de igual manera espero que no sea convierta en un relato aburrido.