Me hizo el amor confesando como me es infiel
Confesarme esto me dio placer y dolor.
Buen día a todos, debo dar algunos detalles a algunos lectores. En mi relato de mi primera vez describo lo ocurrido, pero debo responder que ese hombre, se volvió muy importante en mi vida y por siempre le agradeceré el bello momento que me dio, ya que gracias a eso ahora disfruto plenamente de mi sexualidad.
Ahora debo continuar con una experiencia tan loca como excitante. Al terminar de leerla pensaran que estoy loca y si creo que si lo estoy.
Estando en casa con mi pareja, el se acerco a mi cama, donde me encontraba ya desnuda pues me disponía a dormir, beso mis labios, y suavemente me dijo; se que quieres saber como me cojo a otras. Yo molesta pero excitada me puse de rodillas en la cama frente a el y bese sus labios, baje hasta besar sus pechos, seguí bajando y en posición de "cuatro patas" bese su pene, un pene que se encontraba erecto. Mientras disfrutaba de el, el observaba mis nalgas que tenia paradas para que el viera. Era una imagen perfecta. Me levante y me pare en la cama, tome su cabeza con mis manos y lo acerque a mi sexo, indicando que lo saboreara. Comenzó a pasar su lengua, después a mordisquearme, su lengua firme entro en mi y jugueteo, acaricio mi clítoris hasta que grite de placer. Después volví a ponerme de rodillas y tome su pene con una mano para comenzar a masturbarme con el. Lo apretaba contra mi, golpeaba mis labios vaginales con su pene, mis pezones se encontraban ya muy duros y el los frotaba con la punta de su lengua. Le pedí que se sentara en la orilla de la cama y me subí en el, comencé a moverme sobre su pene, el con voz sensual dijo; "así se suben en tu verga otras, así lo disfrutan, así se lo meten, gimen y gritan por el", bese sus labios para no escuchar mas, continué cabalgando en su pene con tal fuerza que podía sentirlo con mi mano sobre mi vientre, apreté tan fuerte como pude y me moje delicioso, el me dijo que me había corrido tan rico que estaba su pene muy humedo, deje que saliera de mi y el comenzó a masturbarse para mostrar lo lleno de mis líquidos que se encontraba su pene. Le pedí que me volviera a coger, me acosté y me abrí para el, pase mis dedos en mi sexo y con la humedad que tenía toque sus pechos para que sintiera cuanto lo deseaba.
Se metió en mi con fuerza y me dijo que imaginara lo que había pasado con otra mujer. Describió como la conoció en la calle y la invito a tomar un café, después la llevo a su casa y le pido lo dejara pasar al baño, al salir se sentaron en su sala a platicar y sin avisar el la beso, le lamió sus senos y le metió los dedos bajo el vestido. Ella solo dejo que pasaran las cosas. Que podía hacer si no dejar ser cogida por un hombre varonil, sexy, guapo, fuerte y sobre todo que le encanta coger.
Mientras el describía excitado este momento me metía con fuerza su pene, yo gemía y gritaba de placer pero unas lagrimas salieron de mis ojos sin poder controlarlo, estaba tan triste como excitada y le dije; ¿que mas paso? El después de meterle los dedos se desabrocho el pantalón y estando en su sala la sentó en su pene, la subía y bajaba de la cintura para darle el placer que a ella nunca le habían dado. Ella era casada y hacia el amor con mi hombre, con el macho que me antes me hacia el amor todos los días pero que ahora también lo hacia con otra mujer. Pensar esto, contradictorio a lo que debía ser, me excito, me excito mucho. Aunque después lo lloré.
Ese momento fue doloroso pero excitante, pasaron mil cosas por mi mente pero preferí no pensar más en ellas y disfrutar de la cogida que me estaba dando.
Comencé inevitablemente a mover mi cadera en forma circular, era como chupar su pene con mi vajina. Era sublime ese momento. Continué haciéndolo, subí mi pierna sobre su cadera y lo jalaba de sus nalgas para sentirlo hasta adentro. Mientras mi cuerpo disfrutaba de este placer, mis oídos disfrutaban de sus palabras: "Eres divina, eres la mejor en todo, la mas guapa, la mas rica, la que mejor coge, eres la mejor puta porque eres toda una señora fina, pero puta. Mi verga no siente esto con nadie mas, no puedo sentirlo si no es con tu pepita"
Estas palabras lograron que mi placer llegara a culminar en un orgasmo placentero, grande y duradero. Y el, el en un solo movimiento como clavando una espada lo hizo con su pene en mi, en ese momento dejo salir su leche dentro de mi. Nuestros cuerpos terminaron completamente sudados y unidos por su pene.
Después de tan rara pero rica cogida me abrazo, me beso y el silencio nos acompaño hasta quedarnos dormidos.
Al amanecer lo único que puede decir fue: "Te amo pero lo único que nunca te perdonaría es que no uses condón!!! " Lo bese y así inicio un nuevo día