Me hice la borracha para tener sexo sin compromiso
Camilo, un amigo de la universidad cree que abusa de mi mientras me hago la "borracha"
Buenas noches,
Me llamo Nicole, tengo 24 años y esta historia es real. Hace un par de semanas, estaba celebrando el cumpleaños de un amigo llamado Camilo de la universidad en la casa de él. Camilo hace unos meses me había insinuado que yo le gustaba y que quería tener un noviazgo conmigo, sin embargo nunca había pasado nada debido a que mi novio es amigo de él. La verdad, Camilo siempre ha despertado un morbo en mi debido a su contextura musculosa, sin embargo, por su forma de ser nunca me ha parecido una buena persona para algo más que para sexo. Yo mido 1,70 m, soy delgada y me encanta ir al gimnasio. Tengo ojos color miel y cabello negro hasta la mitad de la espalda. Lo que más me gusta de mi cuerpo es mi abdomen, he trabajado mucho para mantenerlo, sin embargo mi novio dice que antes que mi abdomen lo mata mi culo, y lo he notado en cada uno de nuestros encuentros cuando me muerde las nalgas. Mi novio, es de contextura normal y si no me coloco tacones medimos igual. Por el contrario, Camilo es más alto que yo, incluso cuando tengo tacones, es más fuerte y se le nota el ejercicio mucho más que mi novio, eso me ha llevado a fantasear algunas veces con él.
Pues bien, ese día le propuse a mi novio que me acompañara al cumpleaños de Camilo, sin embargo dijo que no podía, ya que trabaja por turnos en el aeropuerto pero que iría a recogerme cuando saliera del trabajo. Cuando llegue a la casa de Camilo, ya estaba otra pareja, nos pusimos a beber, a cantar, a bailar y a seguir bebiendo. Algunas horas después, ya me sentía prendida, y decidí dejar de tomar, ya que nunca me han tenido que recoger del suelo borracha. Sonó una canción para bailar un poco juntos y Camilo me dijo que tenía que bailar para que no me hiciera efecto el alcohol. Pues decidí bailar, y mientras lo hacía, sentía sus brazos fuertes a mí alrededor, sentí que me abrazaba con fuerza sin lastimarme, me sentía muy cómoda. Comenzó a decirme que siempre le había gustado, pero que en especial esa noche estaba muy linda y que soñaba con besarme, a lo que le respondí que ni lo pensara que faltaba mucho alcohol para siquiera pensarlo. No sé porque le dije eso, era como una invitación a que me emborrachara, pero algo de mí lo quería y termine diciéndolo. Nos pusimos a hablar y me hacia tomar un poco de alcohol cada rato, hasta que tuve que decirle que no más, que si me obligaba a tomar más trago me iba a desmayar y que no podría acompañarlo en su cumpleaños. En realidad no estaba borracha, solo que no me gusta el aguardiente y fue esa la escusa para no tomar más. Camilo supo que me tenía a punto, y no desaprovecho la oportunidad de brindar nuevamente por su cumpleaños.
Una amiga mía vio mi estado y le dijo a Camilo que no me diera más, que me iba a llevar a dormir. Y así lo hizo, me acostó en una cama pero no se quedo conmigo, ya que ella estaba con su novio y no lo iba a dejar solo. Pues bien, ahí dure como media hora, me dormí por el alcohol, pero escuche perfectamente cuando se abrió la puerta nuevamente. Pensé que era mi amiga, pero cuando escuche una voz de hombre susurrando: "Nicky... nicky estas bien?" supe que era Camilo. Me hice la dormida porque pensé que quería darme más alcohol. Cuando vio que no le respondía, se acostó al lado mío, no pensé que fuera a hacer más que a dormir. Muchas veces he dormido en la misma cama con mis amigos sin que pasara nada, así que era lo más normal. Y así fue, lo más normal, hasta que me abrazó por atrás con sus fuertes brazos. Eso me hizo sentir muy cómoda, me sentí muy bien entre sus brazos y trate de acomodarme, ya que él se había ubicado un poco lejos. Pero al acercarme bien note que sus pantalones no estaban, solo tenía la ropa interior, y sentí entre mis nalgas su miembro, que estaba bastante duro. Eso me asusto un poco, y me puso el corazón a mil, inmediatamente perdí el sueño y me paso el efecto del alcohol, trate de separarme nuevamente y no sé, quizá ir al baño y dejarlo dormido, pero cuando lo intente note que me tenía abrazada con bastante fuerza. Pensé en que quizás se dormiría y que no pasaría nada, así que simplemente me relaje y trate de dormir, sin embargo, el morbo que me había dejado sentir su pene comenzó a darme vueltas en la cabeza.
De repente, Camilo subió la mano desde lo más abajo que alcanzo de mis piernas, hasta mi hombro, paso muy suavemente por mis caderas y mi cintura, tan suave que con el solo roce hizo que me erizara la piel. Así siguió por unos minutos y me dijo: “Nicky, si no te despiertas te vas a perder todo”. Todo?, a que se refería con todo, ya bastante abusivo era estar tocándome así. Y que quiere decir con que si no me despierto?, luego piensa que se lo voy a dejar tan fácil?, o peor aún, me va a violar?. Aunque eso sería parte de una de las fantasías que he tenido toda mi vida, sentirme violada, que no pueda hacer nada para defenderme, que mis brazos estén cansados de forcejear con aquel individuo, aunque siempre me espanto la idea de una persona extraña, tuviera acceso a lo más intimo de mí, sentiría muchísimo asco de pensar que alguien a quien no conozco pudiera dejar sus fluidos en mi, o sobre mí, o siquiera cerca a mí. Pero un momento, Camilo no era ningún extraño, lo conocía bastante bien, sabía que era una persona sana. Continuaba pensando en mi fantasía, en porque si o porque no, hasta que algo me sacó de mi concentración: Una mano acariciaba uno de mis senos. Dios mío, que es esta sensación tan agradable que estoy sintiendo?, porque mis brazos no quieren quitar los de él si mi razón sabe que esto está mal? No importa, me estoy sintiendo bien y pienso dejar que siga. Pero tengo que evitar conversaciones incomodas al otro día, no quiero que él sepa que solo sexo es lo que me inspira, como hago eso?. La solución era hacerme la borracha, y que mañana me despertara convenientemente sin recordar nada.
Siguió tocándome, cada vez con más fuerza, de un momento a otro, casi sin darme cuenta se levanto, quito las cobijas y me coloco boca arriba. Yo con los ojos cerrados trataba de hacerme la que no sentía nada. Con rabia, como si me odiara, abrió mi blusa, pienso que se quedo mirándome, porque por unos instantes no sentí nada. Me sentía muy excitada, quería que me desvistiera y me mordiera, pero no podía pedírselo. Me levanto suavemente de la espalda, para quitar totalmente mi blusa y desabrochar mi sostén. Lo mismo hizo con mi pantalón, suavemente me levanto con una mano de mis caderas, y lo bajo, como tratando de no despertarme. Y comenzó nuevamente con sus caricias suaves, por mis piernas, por mi abdomen, por mis senos. Estaba a mil, estaba en el cielo, se me encogían los músculos al paso de la yema de sus dedos. Creí que estaba haciendo bien mi actuación hasta que dijo: “Que sueñas Nicky, que estas tan mojada…. O tu subconsciente disfruta de lo que hago?” Demonios, como controlar eso, como controlar mis pezones duros.
Comenzó a lamer mis pezones, los mordisqueaba con suavidad, jugaba con su lengua en uno y con sus dedos en el otro. Comenzaba a sentir la necesidad de gemir, comenzaba a pensar en que no importaba lo que habláramos al otro día, quería pedirle más, que lo hiciera más rápido, más fuerte, y casi lo hago, si no es porque se detiene. Que paso?, se fue?, se durmió?, que se hizo?. Se había tomado un segundo para desvestirse totalmente. Me levanto en sus brazos y me llevo a una mesa, me acostó con cuidado y se dio a la tarea nuevamente de besarme toda, se hizo sobre mí sin descargar su peso, ya que sabía que me asfixiaría. Me beso el cuello, la oreja, los hombros, los brazos, nuevamente los senos, mi abdomen, aquel que con tanto esfuerzo trataba de contraer en el gimnasio, ahora luchaba para dejarlo quieto, para no comenzar a gemir, bajo a mis piernas, las besó hasta los tobillos y volvió a subir. Pero no subió todo, se quedo besándome en los labios de mi vagina, que rico, que delicia, comencé a gemir sin darme cuenta. Él sabía que gozaba, que estuviera despierta o no era irrelevante, quería hacerme explotar y quería que yo lo hiciera explotar a él. Por disimular mi borrachera, dije el nombre de mi novio, sabía que no se molestaría por eso, con lo excitado que estaba y con las ganas que me tenía de hace mucho no le importaba como le dijera.
Me giro, dejándome boca abajo, y me llevo al borde de la mesa, dejándome con todo mi culo a su disposición, me apretaba las nalgas, y me decía que siempre las había deseado. Me toco la espalda y se coloco dispuesto a penetrarme. Yo pensé, acá va, tengo que no gritar. Me tomo de la cadera y sentí su miembro en mi clítoris, comenzó a moverse suave, sin penetrarme, solo rozándome con su pene, del cual me acababa de dar cuenta que era más grande y grueso que el de mi novio. Se sentía una hermosa sensación, mis fluidos empapaban casi por completo su pene. Comenzó a alternar el roce, una vez sobre mi vagina, una vez sobre mi ano. En un momento pensé que se había venido, ya que sentida como chorreaba fluido por mi ano, pero era mío. Había lubricado todo mi culito con los fluidos que yo misma dejaba salir.
- Te gusta no zorra? Se nota que te gusta, que dormida y todo no dejas de gemir y lubricar.
Ubico su pene en la entrada de mi ano, algunas veces había hecho el sexo anal con mi novio, por lo que pensé que sería fácil. Comenzó a empujar, suavemente, mientras logro que entrara la puntica. Sin embargo, el muy desgraciado pensó que en lugar de dormida estaba muerta, y de un solo estacazo me la metió toda. Obviamente el disimulo de estar dormida quedo a un lado, tuve que gritar, pero una mano inmensa me tapo la boca. Se me llenaron los ojos de lágrimas, me dolía mucho, pero eso como que lo excitaba más, porque me decía que me lo merecía. Con una mano en mi boca y una alrededor de mi, prácticamente me tenía en el aire, mientras me bombeaba con tal fuerza y ansias que lo único que podía hacer era dejarme y tratar de relajar mi culo para poner menos resistencia. De repente, volvió a mí la imagen de ser violada. Lo estaban haciendo, pensé que sería rico un juego así, pero en cambio me dolía enserio, como si me hubiesen violado en realidad. Poco a poco la idea se apodero de mí y me excito tanto que luego de un tiempo me di cuenta que le pedía más, que me gustaba. Que lo quería.
- Woooooow Cami, me gusta, si, si, ohh, dale.
Cami?, maldita sea, lo llame por lo nombre, ahora él estaba seguro que en mi mente no había nadie más. Bueno, ni modos, ya que, mañana miramos como hablar las cosas, ahorita sigue dándome placer. En unos instantes saco su pene de mi culo, y sin bajarme, me dio la vuelta, me coloco en la cama y se dispuso a meterlo por mi vagina. No le costó demasiado, me dolió un poco, pero con solo entrar la primera vez me hizo llegar a las estrellas. Sentir ese inmenso pedazo de carne dentro mío me hacia tan feliz. Comenzó a moverse de nuevo, de adentro hacia afuera, de una manera frenética, como cualquier violador que tiene a su víctima en la calle. Le decía que me gustaba, que no parara, que se moviera, me hizo llegar al orgasmo en tan solo unas embestidas, y sin embargo el seguía como nuevo. Alcance a calcular 3 orgasmos cuando me levanto, sin sacármelo, se acostó en la cama para que yo continuara el trabajo desde arriba, y trate de hacerlo, enserio trate, pero mis piernas temblaban demasiado, mis manos igual, quise recostarme en su pecho y hacerlo desde allí, pero él pensó que me dormía nuevamente, y me cogió con fuerza de la cintura, y comenzó a levantarme y a bajarme. Parecía que estuviera masturbándose, o que tuviera a una muñeca inflable, me movía a su antojo sin mayor esfuerzo, eso me excitaba mucho. Unos minutos después, me levanto, me coloco sobre la cama, al borde, en 4, y me dijo:
- Solo quédate así, no te dejes caer, yo me encargo del resto.
Le dije nuevamente por el nombre de mi novio, para tratar de seguir con la farsa:
Alex quiero que termines dentro de mí.
Y lo haré muñeca, me dijo, - Pero lo haré por donde siempre he soñado.
Y nuevamente le apunto a mi ano. En la primera embestida lo metió, esta vez no dolió tanto. Comenzó a bombear nuevamente, ya no tan fuerte como al comienzo. Se movía tan rico, sentía sus manos apretándome la cintura, después los senos, y el cuello. Pensé que si se venía mientras tuviera su mano en mi cuello me mataría, pero no hacía nada por moverme. Se enrollo mi cabello en una mano y me halo hacia atrás, me sentía súper violada, a la merced de lo que él quisiera hacer conmigo. Me soltó del cabello para agarrarme de nuevo de la cadera, me apretó y comenzó a halarme cada vez con más fuerza, más frenéticamente. Yo ya estaba cansada, ya llevaba algún tiempo deseando que se corriera para descansar.
Cuando se corrió, dejo escuchar un gemido que me devolvió a la realidad: Como había sido posible, siempre quise hacerlo con él pero siempre me considere una mujer de principios, que no me dejaría hacer nada. Como puede la calentura jugar con la conciencia. Me levanto, sin sacarlo aún de mí, y se acostó boca arriba, dejándome recostada en su pecho con mis senos al aire, con su pene aún dentro de mi culito. Estar así me pareció muy rico, sentir como se le desinflama poco a poco su miembro y como comienza a salir de mi todo el semen que le había hecho eyacular, aun caliente. Siguió consintiéndome los senos, pero ya no era de forma excitante, era como quien consiente a un bebe.
- Por fin eres mía, decía - y tengo muchos planes, quien sabe cuando más vuelva a tener esta oportunidad, así que dame unos instantes porque quiero venirme de cada una de las formas, por dentro y por fuera.
Pensé que sería una noche muy larga pero resulte quedándome dormida así.
Cuando desperté, estaba sola en la habitación, sin camisa, sin pantalón, pero con la tanga puesta. Me vestí, medio arregle el cuarto y cuando fui a salir note que la puerta tenía candado. Salí y vi a Camilo durmiendo en el sofá y mi novio en otra silla. Los desperté y pregunte por los demás, y me dijeron que mi amiga me había dejado encerrada en la habitación y que se había ido con el novio. Obviamente eso lo dijo Camilo para darle cierta tranquilidad a mi novio, que parece que llego en algún momento de la noche mientras dormía y evito que esta aventura durará más.
Unos días después me enteré que esa noche, no fui la única infiel, pero mi novio era el único que lo había hecho “conscientemente”, jajaja. Me dolió mucho terminar con él pero obviamente debía darle otra oportunidad o mi conciencia no me dejaría. Pero llegamos al acuerdo que nos daríamos un tiempo para arreglar las cosas. La próxima vez, no me haré la dormida. No tengo necesidad ahora.