Me hice adicta sin querer. 1/2

Todo fue diferente cuando empecé a sentir otros penes más ricos

Y si, habíamos llevado una relación que para mí, era lo mejor, estaba muy enamorada de él y de su rico pene (hasta esa noche). Cogiamos a diario, me encantaba su pene largo y como me cogía, pero todo cambió aquella noche que  fuimos de fiesta, una de su universidad, como siempre me fui bien bonita, unas botas hasta encima de la rodilla, vestido negro corto, escotado y muy pegado a mi, y resaltaban mía hombros, mis senos saliendo y mis lindas piernas que siempre fueron bonitas. La fiesta del lugar se acabó y se traslado a su casa, algunos amigos y amigas vinieron con nosotros, pasó las horas nos pusimos calientes bailando y besándonos hasta que me llevo a su cuarto totalmente oscuro, me empino al borde de la cama, subió mi pequeño vestido y muy sumisa deje que me follar a, se sentía rico saber que afuera nos podía oír,  mientras me tenía muy agarrada de las caderas me dijo: ¿recuerdas cuando me decías que un trío no te vendría mal? Yo solo asentaba la cabeza. Y una vez más me dijo: entonces puede que hoy sea el día, entendido?

Yo: si, si lo que digas, tu mandas (obviamente la calor del momento o mi deseo de algo diferente me hacia decir esas cosas)

-espera, te tengo algo, me dijo, en seguida hizo pasar a uno de sus amigos, lo cual me asustó, baje mi vestido, intente subir la tanguita que tenia entre los tobillos pero no pude, me tomo de las mano y dijo: bonita, hazlo por mi, es por nosotros, sin decir nada se acostó en la cama y me pidió que se lo chupe, si, no podía decir que no a ese pene que me encantaba tanto (hasta ahora). Sentí como su amigo subía mi falda, agarraba fuerte de mis caderas y apagaba su pene tan caliente, era diferente, era grueso, se sentía más duro, muy duro a punto de reventar, sus manos más firmes, más fuertes, me sorprendía quien me tomaba así tan fuertemente. Entre carcajadas dijo: que linda es tu putita eh, esta mejor que en las fotos. Yo, mire a mi novio fijamente, un poco molesta, el solo reía y dijo: bebe, luego te explico. En seguida mi cara de descontento se torno en placer, que pene más grueso el de ese tipo, que bien se movía adentro de mi, que fuerte me agarraba y esas caderas me embestian con un ritmo que me hacía gemir de placer, apreté tanto el pene de mi novio que en seguida eyaculo en mi boca, nada más rico como su semen caliente. Y sin más que hacer, dijo: se apuran, subió su pantalón y se salió. El otro tipo me embestia más fuerte que nunca, su pene me partía por la mitad y me encantaba, sentía que tan caliente estaba, sus venas hinchadas, que placer más rico, me tomaba por el cuello, el pelo y los hombros y agarraba mis senos que ya estaban fuera de mi vestido fuerte fuerte, dios que rico me cogía, no podia evitar gemir y gritar, me sentía putita, una perrita y me encantaba ser follada por ese hombre desconocido, mi piel y la suya será una sola, el sonido de su cuerpo chocando con el mío era increíble, mis gemidos se tornaban en gritos, sentía como si pene se ponía más grueso, más caliente, mis piernas temblaban, hasta que....

-quieres la leche putita?

-ah ah ah si quiero

-donde la querés?

-en la boca ah ah

Me puse de rodillas, y en seguida me follo la boquita, rápido y hasta lo más profundo que podía, ya los pocos segundos de cogerme la boca eyaculo ahí, en mi boca, su leche era espesa, caliente y era demasiada. No sabía lo que hice, me deje llevar por el placer que me daba ese desconocido, tenía las piernas temblando, los muslos mojados, sentía como estaba palpitando mi pequeña frutita al sentir un pene que nunca antes había  sentido. Me ponía mi tanguita sentada en la cama, pero sus manos recorrieron mis piernas y me la sacó.

-te la doy si te entregas una vez más a  mi

-*moví la cabecita afirmando.

Se fue, salió de la habitación y yo me quedé unos segundos asimilando lo que había pasado, no podía creer que había gozado mucho más con él y hasta aceptar ser suya una vez más.