Me he quemado 2

Os he visto entrar en tu despacho, juguetones....ansiosos. Has cerrado la puerta y me has mirado cómplice, quizás pensando que me alegra tu nueva conquista, que iluso eres...nunca te has dado cuenta? No sabes que cuando me tocas tiemblo...

Lo que quedaba de mi se ha esfumado, estoy desesperada, hoy he sabido que estas con ella. Ella no sabe lo que tiene, para ella eres un juguete, solo espero que te des cuenta pronto y vengas a mi.

Os he visto entrar en tu despacho, juguetones....ansiosos. Has cerrado la puerta y me has mirado cómplice, quizás pensando que me alegra tu nueva conquista, que iluso eres...nunca te has dado cuenta? No sabes que cuando me tocas tiemblo, me extremezco, me quedo sin aliento? De verdad no sabes que moriría por tu boca, porque tus manos tocaran mi cuerpo desnudo, por sentirte jadeando de placer? No me lo creo. Creo que lo sabes, que te emborracha la idea de enloquecerme, de saber que te deseo tanto, creo que estas guardando un día en tu calendario para mi.

Has cerrado el pestillo, he oído ruido dentro, risas, silencios, pausas. Os he imaginado, ella tumbada en tu mesa y tu encima, rodeado por sus piernas, excitados ambos, sin tan siquiera quitarle el tanga lo has retirado hacia un lado y la has penetrado. Dichosa ella que te ha sentido dentro, que ha mordido tus labios, que ha probado tu lado animal. La has follado salvaje, la has girado y la has puesto con su culito hacia a ti, en pompa como a ti te gusta y la has vuelto a penetrar esta vez mas suave, mientras tirabas de su pelo hacia detrás y tapabas su boca para que media oficina no se enterara de lo que estaba pasando. Os habéis corrido juntos, que suerte tiene ella yo solo puedo imaginarlo. Ha salido cuidadosa de tu despacho, con el pelo revuelto y una sonrisa en los labios.

Al cabo de un rato me has llamado para que te entregara ese informe, estabas sentado en tu silla con cara de satisfecho, no me he equivocado, las manos de ambos estaban marcadas en tu mesa brillante de jefazo, la has hecho tuya allí.  Tu parecías un pavo real con el plumaje abierto, sinvergüenza como tu eres me has sonreído. Te he dado el informe y sin mediar palabra me he dado media vuelta, casi saliendo has dicho mi nombre pero no me he girado, he seguido hacia la puerta y tu veloz has venido corriendo. Que te pasa me has dicho mientras agarrabas mi muñeca, un escalofrío me ha recorrido cuando te he sentido. Nada, te he dicho mirando al suelo, se me ha hecho un nudo en la garganta y estaba a punto de llorar, he bajado la vista y he salido rápido cerrando la puerta. Dejandote allí con el olor de tu conquista aun en el despacho.

Me he sentado en mi silla y lo que quedaba de mañana se me ha pasado muy lento. Quiero volver a soñar contigo, así podré tenerte al menos. Otro día más sin salida y sin ti.