Me gustan maduros
A mis treinta y tantos, me folló el profesor.
A mis treinta y tantos, debí asistir a un curso de actualización de redes en Zaragoza.
Soy blanco, de cabello y ojos negros, he de medir un metro setenta y ocho y mi peso es entre 75 y 80 Kg, dependiendo de que haga o no deportes.
Me gusta la natación y el buceo, los que practico en cuanto el trabajo me da tregua.
Mis ocupaciones, laborales y deportivas no me dan oportunidad de pensar en sexo.
Para mas INRI las mujeres no me desesperan, algún ligue casual no niego, pero no son mi obsesión.
La clase era dada por un profesor casi sesentón, pero en buena forma, su incipiente barriga lo hacia más "señorial".
No sé si será extraño, pero si de hombres se trata no me agradan los jóvenes cuerpos que suelo ver en los vestuarios de los sitios donde hago deporte, y en alguna vacación, he rechazado con corrección los avances de algunos muchachos que con sus cuerpos atléticos desesperan por probar una pija madura como la mía al estar en las duchas.
Varios se me han metido en tanto me ducho y me han fregado la polla y el traste, pero yo ni bola, los he ignorado y ellos comprendiendo se han retirado con rostro triste por el "rechazo".
Lo que sí me ocurre es que por los hombres maduros no hay tal rechazo.
Creo que si un maduro me hubiera tentado, la solución habría sido diferente.
Resumiendo, las mujeres no son mi predilección, los jóvenes efebos tampoco,
En cambio un abuelo cincuentón me excita.
Nunca intenté llegar a "algo" con los cincuentones, pero en mis sueños siempre me follan o los follo.
De allí que al profesor Núñez, al de redes, lo haya mirado mas de la cuenta. Evaluó que algo habrá notado en los 5 días de clases ya que el viernes se me acerca, mi pija esta dura, él al sentarse a mi lado notó a ojos vistas que estaba la carpa en mi bulto
-Pedro-me dice Núñez-veo que mis clases fueron bien interpretadas por Ud, sé que no es peninsular y quiero que cualquier duda me la plantee ya, lo espero a cenar conmigo en el hotel con su esposa-
-Allí estaré, pero soy soltero profesor-
-Bien Pedro, quédese que algo debo comentarle después de clase-
Salen todos, a algunos les da la mano a otros un abrazo.
La mayoría son de la península, dos de las Baleares y el de mas lejos soy yo, vivo en Canarias.
-Venga Pedro me dice Núñez- como eres de allá y no tendrás mas guía que la de aquí llevas es que deseo "fervientemente" conocer si las tienes-
-La verdad Profesor es que Ud lleva toda la razón, ya he notado algunas observaciones que me ha hecho en fuentes de alimentación, allí no ando fuerte-
-Vengase directo a mi piso propone Núñez- en el numero 3-15 de este hotel, allí podremos pedir algo de comer y evacuamos sus dudas-
-Allí estaré para que me quite las dudas y espero no ser inoportuno con mi visita, señor-
-Que va, al contrario, comer en buena compañía es lo ideal para mí-
Un apretón de manos sella lo convenido.
Voy a mi cuarto que es en el mismo hotel, me doy un buen baño, me pongo unos pantalones y camisa limpia y miro TV esperando la hora del "encuentro".
En el transcurso de mi carrera he tenido entrevistas con profesores un sinfín de veces, ni contar las de negocios, con clientes y directivos, pero con Núñez me da una "cosa".
No es que me acojone, sino que noto una atracción "malsana" para con Núñez. Ocurre en que su presencia por su aspecto, su perfume, su cuerpo me pone bien tiesa la polla, cosa que con los tipos jóvenes aun desnudos ni me hacen mella.
¿Qué siento hacia Núñez?. Admirar sus conocimientos, su soltura al expresarlos, su didáctica, no sé explicarlo, lo que sí sé es que Núñez me atrae.
Me le presento, a las 21 hs, voy informal, con un pantalón y camisa, él está cubierto con una toalla solamente.
-Pedro me estaba dando una ducha, espero no te moleste que te reciba así.-
-No hay problema Núñez, se lo ve bien como está.-
Se quita la toalla y se pone en bolas, no logro contener mi erección inmediata de ver ese varonil cuerpo de macho, Núñez se calza una bata, cubriendo esa piel deseada por mí.
-Vaya Pedro, se le ha venido tiesa la polla ¿es que gusta de los hombres maduros?.-
-A decir verdad Núñez, los hombres maduros son mi fantasía predilecta.-
-Que conste que lo invité para que se quite las dudas en redes y fuentes, pero Pedro, soy homosexual desde que tengo conocimiento, Ud. es un buen ejemplar de hombre y me atrae su "inocencia". De modo que afuera esa timidez, póngase cómodo y evacuemos el tema principal, o sea el del sexo.-
Me ayuda a desnudarme, es mi primera vez a solas desnudo con otro macho y esta vez es real, apenas me quita el pantalón y el slip, mi verga sale disparada erecta en plenitud. Ambos de pie, él me planta un beso apasionado que correspondo, en tanto atrapa mi polla deseosa de sus caricias.
Nos trenzamos en golosos besos, recorremos con las manos nuestros respectivos cuerpos.
Núñez un experto me dedea el ano, llevándome a exclamar sonidos gozosos, que lo excitan.
-Te gusta Pedro que te masajee el hoyo, te voy a desvirgar, si te place.-
-Eso debe hacer conmigo, quiero que lo haga.-
Me gira, quedo de espaldas a el, mejor dicho de culo, me abre los cachetes y me da un lame culo de película, de tanto en tanto me pajea, pero contraigo involuntariamente esfínteres.
-Cierras muy fuertemente el ano Pedrito, te voy a dilatar con el consolador.-
Me esparce gel anal abundantemente por nalgas y hoyo, me dedea de modo que me lleva al Olimpo. Me da callejas con el consolador, me mete la punta, me cierro, me cachetea las nalgas, lo mete otra vez, ya entra la cabeza, el lo gira tratando de dilatarme, a pesar de desear la penetración me duele.
Me sienta en el sofá, patas arriba yo, me mete el consolador y entra. Grito de dolor gozoso. Lo gira de modo que mi tripa se acomode y distienda.
Me coloca arrodillado en el sillón, apoyo mis brazos en el respaldo, cuando siento, no el consolador sino su pija real y cálida.
Me entra y sale, me coge despacio, siento por primera vez el macho adentro, dándome su verga tiesa por mis carnes.
-Pedro me voy a correr, me quito el profiláctico y mamala.-
Así, me como su polla, mi boca recibe esa verga con ansia de probar, degustar sus frutos, me folla por boca tal como me folló por culo. Me acaba en los labios, abro bien para que suelte su néctar y saborearlo.
Después me pidió que me pajeara en su cara así poder el degustar mi leche.
Ya distendidos, seguimos, al punto que olvidamos la cena y las redes.
Lamento que el curso finalizara. El es de Madrid y yo de Canarias.